Está en la página 1de 1

El fin del agua

Había una vez en una lejana localidad, en la ladera de un cerro, una


generosa vertiente que entregaba agua día y noche, semana tras
semanas y año tras año. Ya los más ancianos ni se acordaban de
cuando se comenzó a aprovechar esta vertiente para dar agua a todo
el pueblo el pueblo se llamaba La vertiente.

Eso sí que al principio el agua solo llegaba cerca de los hogares del
pueblo a través de canoas y acequias, para dar paso, luego a otras
formas de repartirla más avanzadas como tuberías y estanques, hasta
que por fin, el agua llego dentro de las casas y ya no había que ir a
buscarla en baldes como antes pero pasaron los años y el agua se iba
agotando poco a poco cada día había menos agua en la vertiente
hasta que un día se agotó el agua en el pueblo los habitantes del
pueblo se empezaron preocupar por que no podían hacer cosas
básicas como bañarse, hacer del baño, no beber agua etc.

Un día unas personas del pueblo fueron en busca de agua pero


nunca regresaron entonces todos salieron en busca de una aldea con
agua pero no hubo suerte y todos estaban muriendo poco a poco por
deshidratamiento hasta que un día se murieron todos porque en el
mundo ya no había agua porque la gente desperdiciaban el agua y un
se acabó y nunca más hubo agua en el mundo fin.

También podría gustarte