La evolución en el concepto de empleo del medio aéreo en el reducido tiempo desde su aparición

allí a principios del siglo XX, nos refleja la importancia de este medio y el papel preponderante en
la definición de los diversos conflictos armados del siglo pasado. El gran desarrollo tecnológico del
mismo quedó demostrado con las diferentes aplicaciones en que fue utilizado el poder aéreo. Al
principio, utilizado como apoyo a la artillería; empleado para ataques sobre ciudades para quebrar la
moral de su pueblo, con el extremo de la utilización de las bombas atómicas; realizando operaciones
de interdicción y finalmente permitiendo la tecnología realizar ataques de precisión sobre objetivos
vitales para lograr objetivos operacionales.
Queda demostrado entonces la influencia de la tecnología en el modo de empleo del medio,
actuando en cada conflicto con nuevos y variados tipos de armas, lo que conlleva a adaptar estas
nuevas capacidades y nos obliga a crear nuevas doctrinas. Además de los avances tecnológicos, han
cambiado los escenarios de aplicación y los actores que actúan en esos conflictos. Los escenarios
han elevado su grado de complejidad a tal punto que las fuerzas terroristas actúan a través del
multidominio, incorporando distintas formas de guerra. Teniendo en cuenta este nuevo escenario,
cada vez más común en los numerosos conflictos que hoy tenemos presentes, se analizarán los
beneficios y de qué manera influye el poder aéreo a la hora de hacer frente a estos nuevos tipos de
conflictos hoy denominados Híbridos.
La acción conjunta sería el principio de actuación básico y rector en donde quedarían integradas las
capacidades militares específicas de la manera más eficiente. Esto es así, porque en estos tiempos
no se conciben operaciones en las que el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea puedan desplegarse
de forma aislada e independiente con sus mandos ajenos a una cadena de decisión operativa tan
condicionada por los nuevos actores, factores y situaciones multifacéticas. Afirmar que hay un
poder terrestre, naval o aéreo, o un conjunto de fuerzas especialmente equipadas y adiestradas para
actuar en el ámbito terrestre, marítimo o aéreo respectivamente, es afirmar que existe una autoridad
legítima de estos ámbitos con responsabilidad de mando total sobre estas fuerzas.
El poder militar, a veces llamado componente militar, debe integrar todas las capacidades terrestres,
navales y aéreas, y otras de protección, neutralización, destrucción, etc., que han crecido
exponencialmente al amparo de la tecnología y su implementación en los sistemas de defensa y
armamentos modernos y este requiere además una autoridad, un mando (legítimo).