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ESCUELA MILITAR DE INGENIERÍA

MCAL. ANTONIO JOSÉ DE SUCRE


INGENIERÍA SISTEMAS ELECT.
BOLIVIA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

OPERACIONES COMPLEMENTARIAS
Y GUERRA ELECTRONICA

WILDER RAMIRO CHINO GARAY

LA PAZ, 2023
OPERACIONES COMPLEMENTARIAS

Estas operaciones complementarias son aquellas planificadas para apoyar a otra


fundamental, es decir complementan a las operaciones principales para facilitar el
cumplimiento de la misión; sin ser parte de la maniobra principal deben
considerarse a fin de tener presente todas las tareas que la unidad deberá ejecutar
para el cabal cumplimiento de su misión.

Operaciones de relevo

Cuando las operaciones continúan durante un período prolongado de tiempo, el


mantenimiento de la potencia de combate, la efectividad y las imposiciones del plan
pueden exigir el relevo periódico de las unidades.

El congestionamiento que es inherente a estas operaciones, requiere se considere


detalladamente las medidas para reducir la vulnerabilidad y riesgos ante un ataque
enemigo. Es esencial que las unidades involucradas mantengan una estrecha
cooperación y coordinación de planes a fin de mantener la apariencia de que las
actividades normales siguen su curso.

Para su ejecución se utiliza al máximo los períodos de oscuridad y de poca


visibilidad, haciendo hincapié en el secreto, el engaño y la velocidad de ejecución.

Tales operaciones podrán ser: relevo en posición, sobrepasamiento o pasaje de


líneas y repliegue a través de una posición a retaguardia.

GUERRA ELECTRONICA

La Guerra electrónica es un fenómeno que solo se hizo posible en el siglo XX, con
el dominio tecnológico y la industria que permitieron este tipo de acciones. Se
entiende por guerra electrónica el conflicto que utiliza energía electromagnética para
destruir, atacar o dañar a un enemigo. Por tanto, se produce una guerra electrónica
cuando se impide al enemigo realizar sus propias transmisiones. Lo que se puede
concluir es que la tecnología disponible en el momento de los conflictos siempre
interfiere con la forma en que las naciones luchan. Si, en épocas anteriores, el
dominio de la rueda o de la prensa era diferente en la forma de hacer la guerra,
desde finales del siglo XX, la tecnología electrónica fue un dominio primordial para
el desarrollo de formas de hacer la guerra. Una guerra electrónica, por lo tanto, no
es un evento único, sino una nueva forma de hacer la guerra.

La guerra electrónica se suele confundir con la guerra cibernética. Esta confusión se


produce porque, en sentido común, se entiende que tales expresiones forman parte
del mismo mundo, o son equivalentes. Pero se puede entender que la Ciberguerra
es característica del siglo XXI, ya que solo se hizo posible con el mundo digital y la
tecnología disponible a partir de este momento. Se entiende, por tanto, que Cyber
War es una rama de Electronic War, solo posible con la disponibilidad de nueva
tecnología.
Una guerra cibernética se puede caracterizar como técnicas apropiadas para eludir
los sistemas de seguridad informática con la intención de acceder a la información
disponible en ellos o sacar del aire sitios gubernamentales, bancarios e
institucionales.

En la historia, la Guerra del Golfo es el primer conflicto entendido como Guerra


Electrónica. Esto se debe a que fue un conflicto que se originó en laboratorios y
grupos de estudio. La Guerra del Golfo tuvo lugar entre los años 1990 y 1991 e
involucró a dos fuerzas: por un lado Irak, y por el otro las Fuerzas de Coalición
Internacional lideradas por los Estados Unidos de América de George W. Bush Sr. y
las Naciones Unidas. La Guerra del Golfo fue el primer evento que experimentó la
transmisión casi simultánea de ataques por canales de televisión y que permitió
ataques a distancia, a través del desarrollo tecnológico.

Equipo ruso para guerra electrónica. Foto: Andrey 69 / Shutterstock.com

A partir de la comprensión de lo que son las guerras electrónicas y las guerras


cibernéticas, es posible inferir cómo ocurrirán los conflictos mundiales en un futuro
próximo. Está claro que tales conflictos se basarán en la vigilancia constante del
enemigo y, más aún, en la posibilidad de atacar múltiples objetivos
simultáneamente. Para eso, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones:
la cantidad de información disponible para cada fuerza de guerra; la calidad de
dicha información y la seguridad de la misma; y el desarrollo de tecnologías que
permitan dirigir las armas a distancia, sin necesidad de exponer a un gran
número de personas en las trincheras. Así, como ya hemos visto, existe el uso de
artefactos como drones que permiten ataques a distancia y la focalización de
misiles con tecnología GPS, por ejemplo.

De esta forma, las guerras se desarrollarán de manera cada vez más violenta, ya
que la tecnología permitirá ataques simultáneos tanto por tierra, por aire y por mar.
La nación con el mayor poder tecnológico será también, muy posiblemente, la que
tenga el mayor poder militar. De la misma forma, se entiende que el acceso a la
información – y la invasión de bases de datos, por ejemplo – son elementos
fundamentales de la nueva forma de conflictos en la actualidad. Los ataques a sitios
web gubernamentales e institucionales se han vuelto cada vez más comunes, lo
que nos hace pensar que Internet es una de las armas más importantes para
cualquier nación y tiene un potencial bélico muy grande. Entonces, Internet puede
utilizarse como arma de guerra, tanto para espiar y obtener información, como para
ataques directos. Sin embargo, los ciberataques entran en un limbo conceptual,
porque este tipo de guerra se confunde comúnmente con el activismo político. Sin
embargo, es importante entender que tales acciones existen como un medio para
lograr algún propósito, caracterizando así la guerra cibernética, un brazo de las
guerras electrónicas.

Referencias:

GAMA NETO, Ricardo Borges. Guerra cibernética / guerra electrónica. Conceptos,


retos y espacios de interacción. En: Revista Politics Today, v. 26, n. 1 de 2017.

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