La Agenda 2030 y La RSE

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La Agenda 2030 y la responsabilidad social empresarial
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Germán Ríos
IE University
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Nº 7
La Agenda 2030 y la
responsabilidad social empresarial
Germán Ríos
nº No. 7
INDICE
Introducción ....................................................................................................................2
1. Introducción al concepto de responsabilidad social empresarial ................................2
2. La Agenda 2030 y la responsabilidad social empresarial .............................................6
2.1. ¿Qué acciones puede realizar el sector privado para contribuir al cumplimiento de
los 17 ODS y las 169 metas? .............................................................................................8
2.1.1. Beneficios para las empresas por la implementación de los ODS....................... 12
3. Los objetivos de desarrollo sostenible en el contexto iberoamericano ..................... 13
4. Las empresas y la responsabilidad social empresarial en el contexto iberoamericano
20
5. Incidencia de la crisis provocada por la pandemia COVID-19 en las actividades
empresariales y retos para el futuro ............................................................................... 22
Conclusiones.................................................................................................................. 28
Referencias .................................................................................................................... 30
Anexo..................................................................................................................... 36
Anexo A. Acciones que las empresas pueden realizar para contribuir con el logro de los
ODS ............................................................................................................................... 36
1
nº No. 7
INTRODUCCIÓN
En septiembre de 2015, 193 Estados adoptaron la Agenda 2030 y se
comprometieron con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas
con el fin de erradicar la pobreza, promover la paz y la igualdad, impulsar el
crecimiento inclusivo y proteger el medio ambiente. A diferencia de sus
predecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se
concentraban principalmente en los países en desarrollo, el alcance de los ODS
es global y su articulación surgió de la discusión de distintos actores públicos y
privados.
El objetivo de este documento es analizar cómo las empresas pueden contribuir

a alcanzar las metas de la Agenda 2030 a través de la responsabilidad social
empresarial. El trabajo se estructura en cuatro secciones. En primer lugar, se
analiza el concepto de responsabilidad social empresarial. En la segunda
sección, se abordan los aportes que puede realizar el sector privado al
cumplimiento de los ODS, así como los beneficios que las empresas pueden
obtener de estas acciones. Las secciones tres y cuatro se centran en examinar
cómo han evolucionado los ODS en el en el contexto iberoamericano. Por último,
en la sección 6 se analiza la incidencia de la crisis provocada por la pandemia
COVID-19 en las actividades empresariales y retos para el futuro.1
1. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

EMPRESARIAL
Previamente, es importante puntualizar que, aunque en español existen algunos

intentos de diferenciar entre responsabilidad social empresarial (RSE) y
responsabilidad social corporativa (RSC), basándose en las diferentes
acepciones jurídicas de empresa y corporación (Crespo Razeg, 2010), en la
mayoría de las ocasiones estos términos se utilizan indistintamente. Por tal
motivo, en este documento, se opta por considerarlos sinónimos y se utilizará
con carácter preferente el de la RSE2. La literatura sobre la RSE es cuantiosa y
no existe una definición única y globalmente aceptada del concepto. Igualmente,
el debate teórico es amplio y se mantiene en permanente revisión.
1
El autor agradece la excelente asistencia a la investigación por parte de Karen Bocanegra
2 El término RSC se mantendrá en el caso de las citas textuales donde se utilice esta expresión.
2
nº No. 7
Partiendo del hecho de que las actividades de las empresas tienen un impacto
directo en la sociedad como proveedoras de bienes y servicios y generadoras
directas e indirectas de empleo, diversos autores señalan que es posible
encontrar evidencia de la preocupación de los empresarios por sus comunidades
desde hace siglos. No obstante, según Carroll (1999), es a partir de los años
cincuenta cuando el concepto de la RSE comienza a formalizarse en los círculos
académicos y científicos, incrementándose en las siguientes décadas no solo en
el ámbito de la administración y gestión empresarial, sino también con la
incorporación de nuevos temas que han contribuido a alimentar este concepto
como, por ejemplo, las discusiones sobre ética empresarial abordada desde los
sesenta y setenta.
Asimismo, a partir de la década de los noventa, se incorpora la perspectiva

institucional de los organismos de desarrollo multilaterales que comenzaron a
vincular la noción de sostenibilidad al concepto de la RSE y al papel que juegan
las empresas en el desarrollo sostenible. En esta línea, durante la última década
los organismos multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, think tanks,
han producido, no solo literatura científica, sino también un gran conjunto de
guías, estándares, metodologías para la implementación de la RSE, así como
para la medición del desempeño social de las empresas. Algunas iniciativas
llevadas a cabo por estos organismos como el Pacto Mundial de Naciones
Unidas (Ver ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.) serán
abordadas en los siguientes apartados.
En este sentido, es importante revisar algunas definiciones y analizar cuáles son

los aspectos claves de la conceptualización actual. Para comenzar, Richard
Bowen, considerado el padre de la RSE, define la responsabilidad social como
“las obligaciones de los empresarios de seguir políticas, tomar decisiones o
seguir líneas de acción que son deseables en términos de los objetivos y valores
de nuestra sociedad” (Bowen, 1953, p. 6). Bowen también acota que esto
debería ser un acto voluntario y que podría servir para contribuir a solucionar
problemas económicos y conseguir objetivos empresariales.
En la actualidad, las definiciones elaboradas por distintas organizaciones

mantienen el carácter voluntario de las acciones, la necesidad de que estas
políticas consideren la interacción con las partes interesadas o stakeholders (por
3
nº No. 7
su definición en inglés), así como su integración en la gestión de la empresa lo

que le otorga un carácter sistemático (Ver Tabla 1).
Las principales novedades residen en la incorporación de aspectos

medioambientales y de sostenibilidad, que en gestión empresarial se orientan
hacia lo que se denomina el enfoque del Triple Balance, también denominado
Triple Línea de Beneficio, Triple Resultado Final o Triple Cuenta de Resultados.3
Esta idea esbozada preliminarmente por Spreckley (1981), aunque desarrollada
por John Elkington (1994, 1999), plantea que un modelo de gestión sostenible
debe considerar el impacto de la actividad de las empresas en tres dimensiones:
económica, social y ambiental.
Según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial

(ONUDI, 2020), este enfoque también facilita la implementación de la RSE en
las pequeñas y medianas empresas, rompiendo con la perspectiva tradicional de
algunos estudios académicos o institucionales que concentran el análisis de la
RSE en las grandes empresas. Por ejemplo, Bowen (1953) circunscribía su
investigación a las grandes corporaciones e incluso la Organización
Internacional del Trabajo (2006, 2010) reconoce que uno de sus puntos de
referencias en lo concerniente a la RSE es la “Declaración Tripartita de Principios
sobre las Empresas Multinacionales y la Política Social”. (OIT, 2017)
En efecto, las acciones de las grandes empresas y multinacionales pueden tener

mayor visualización e incluso mayor impacto ante la opinión pública debido a la
labor de reporte y comunicación que realizan este tipo de compañías, pero esto
no significa que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) no puedan aportar
al respecto. Por el contrario, dado el peso de las PYMES en las economías y su
importancia en la creación de puestos de trabajo, es fundamental continuar
fomentando la responsabilidad social entre este grupo de empresas. (Comisión
Europea, 2001; Fundación EU-LAC (2019)
3Su denominación en inglés es “Triple Bottom Line”, “TBL» o “3BL” y está alineado también con el principio
de la 3Ps (por sus siglas en inglés): “Profits, Planet and People”.
4
nº No. 7
Tabla 1. Definiciones de responsabilidad social empresarial
Organismo Definición
La responsabilidad social de las empresas es la integración

voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones
Comisión Europea
sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y en
sus relaciones con sus interlocutores”
La responsabilidad social de la empresa es el reflejo de la

manera en que las empresas toman en consideración las
repercusiones que tienen sus actividades sobre la sociedad,
Organización y en la que afirman los principios y valores por los que se
Internacional del rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos
Trabajo como en su relación con los demás actores. La RSE es una
iniciativa de carácter voluntario y que sólo depende de la
empresa, y se refiere a actividades que rebasan el mero
cumplimiento de la legislación”
La responsabilidad social de las empresas es un concepto

Organización de las
de gestión por el que las empresas integran las
Naciones Unidas para
preocupaciones sociales y ambientales en sus operaciones
el Desarrollo Industrial
comerciales y en las interacciones con sus interesados.
La responsabilidad social de las empresas es el compromiso

World Business permanente de éstas de comportarse de manera ética y
Council for contribuir al desarrollo económico, mejorando al mismo
Sustainable tiempo la calidad de vida de la fuerza de trabajo y de sus
Development familias, así como de la comunidad local y de la sociedad en
general.
Fuente: Elaboración propia con base en Comisión Europea (2001), OIT (2006),
ONUDI (2020) y World Business Council for Sustainable Development (1999)
Por otra parte, es importante distinguir la RSE de aquellas acciones con enfoque
meramente filantrópico y caritativo. A título ilustrativo, hasta la década de los
noventa todavía se podían encontrar algunas acepciones teóricas que incluían
este componente en la RSE. Por ejemplo, la teoría de la pirámide de la RSE de
Carroll (1991) clasifica las responsabilidades de las empresas en: sociales:
económicas, legales, éticas y filantrópicas.
Actualmente, aunque las actividades filantrópicas se consideran como una forma

de apoyar a diferentes sectores de la sociedad, no se engloban dentro de la RSE.
Por el contrario, este concepto ha evolucionado hacia un enfoque más
estratégico dentro de la gestión empresarial, a la vez que ha incorporado
diversas temáticas como aspectos ambientales o de derechos humanos.
5
nº No. 7
2. LA AGENDA 2030 Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Aunque los principales responsables de la implementación de la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible son los Estados, a través del desarrollo de políticas
públicas, planes y programas nacionales y regionales, los ODS no pueden ser
alcanzados exclusivamente con la participación de los gobiernos. Por este
motivo, la Declaración de la Agenda 2030 reconoce de manera explícita el rol
como socio clave que desempeñan los diferentes actores del sector privado y el
resto de la sociedad civil, mediante una alianza de colaboración. En el artículo
67 de esta Declaración se reconoce la diversidad de las organizaciones que
conforman el sector en los siguientes términos:
La actividad empresarial, la inversión y la innovación privadas son

los grandes motores de la productividad, el crecimiento económico
inclusivo y la creación de empleo. Reconocemos la diversidad del
sector privado, que incluye tanto a las microempresas como a las
cooperativas y las multinacionales. Exhortamos a todas las
empresas a que aprovechen su creatividad e innovación para
resolver los problemas relacionados con el desarrollo sostenible.
(ONU, 2015)
Como se desprende de esta declaración, el foco se coloca en la creatividad y en

la innovación como medios a través de los cuales las empresas pueden contribuir
a encontrar y proponer soluciones. No obstante, el papel del sector privado es
diverso, y puede materializarse de distintas formas, dependiendo del núcleo de
negocio. Por ejemplo, Ernst and Young (2015) plantea tres grupos de acciones
no excluyentes que las empresas pueden llevar a cabo: (i) desarrollar acciones
filantrópicas no relacionadas con la actividad de la empresa que buscan mejorar
las condiciones socioeconómicas de la población, sin limitarse necesariamente
al entorno de la empresa; (ii) implementar iniciativas relacionadas con las
operaciones de la organización para reducir los impactos negativos y potenciar
aquellos que sean positivos para los grupos de interés, y (iii) desarrollar
productos y servicios innovadores en el ámbito de la empresa, que pueden
contribuir con la consecución de los ODS y generar nuevas oportunidades de
negocio. Estos últimos dos enfoques son un ejemplo de acciones dentro de la
cadena valor.
6
nº No. 7
De esta manera, además de sus labores de altruismo y RSE, las empresas

también pueden contribuir a la Agenda 2030 a través de aportes de capital y la
oferta de bienes y servicios que resuelvan algunos de los problemas que
enfrentan los países. Debido a que los 17 ODS y sus 169 metas, abarcan áreas
de interés, tanto públicas como privadas, y partiendo de una concepción del
desarrollo como proceso multidimensional e integral que invita al establecimiento
de alianzas público-privadas y a la coordinación entre gobiernos y empresas, los
gobiernos pueden facilitar esta labor a través de marcos institucionales que
fomenten este tipo de colaboración.
En el estudio “UN Global Compact-Accenture Strategy CEO Study”, el 85% de

los gerentes generales encuestados a nivel mundial cree que las alianzas
intersectoriales son fundamentales para que las empresas ayuden a lograr los
ODS. Asimismo, el 100% de los jefes de los organismos de las Naciones Unidas
encuestados considera que una mayor colaboración será fundamental para
avanzar en la consecución de la Agenda 2030; sin embargo, el 28% de estos
jefes consideraba que su organización no estaba haciendo lo suficiente para
colaborar con el sector privado. (UN Global Compact y Accenture Strategy, 2018)
Cuando se habla del sector privado como socio para cumplir con los ODS, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2016)
considera que existen cinco vías para aprovechar todo el potencial y obtener la
inversión necesaria para apoyar el desarrollo sostenible: la inversión extranjera
directa, la financiación mixta, la vigilancia y medición del impacto de los fondos
privados, la inversión social y una conducta empresarial responsable.
Por otra parte, cuando se analizan los ODS es claro que la participación directa
del sector privado es necesaria para cumplir con el objetivo 8 (promover el
crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para
todos), el objetivo 9 (construir infraestructuras resilientes, promover la
industrialización sostenible y fomentar la innovación) y el objetivo 12 (garantizar
modalidades de consumo y producción sostenibles). Sin embargo, esto no
significa que las empresas estén limitadas a emprender acciones solo en estas
áreas y no puedan contribuir al cumplimiento del resto.
7
nº No. 7
2.1. ¿QUÉ ACCIONES PUEDE REALIZAR EL SECTOR PRIVADO PARA

CONTRIBUIR AL CUMPLIMIENTO DE LOS 17 ODS Y LAS 169 METAS?
Las declaraciones de diferentes organismos multilaterales hacen hincapié en la
importancia del sector privado para el desarrollo sostenible. No obstante, es
preciso analizar la preparación y las acciones que las compañías pueden
realizar. Cuando los ODS fueron aprobados en 2015, se publicaron dos estudios
sobre la percepción de los empresarios al respecto. Previo al lanzamiento de la
Agenda 2030, Corporate Citizenship (2015) publicó una encuesta realizada entre
200 empresas de todo el mundo para indagar cómo se preparaban para la
aprobación de los ODS. Los resultados de esta encuesta se resumen a
continuación:
• Una cuarta parte dijo que, aunque conocían los ODS, no tenían ningún
plan al respecto.
• El 40% dijo que exploraban las implicaciones, pero no habían emprendido
ninguna acción.
• Una quinta parte dijo que su compañía estaba participando en alguna
colaboración sobre los ODS.
• El 16% afirmó que no tenía información sobre las metas de la Agenda
2030.
Por otra parte, un estudio de PricewaterhouseCoopers (2015) encontró que el

92% de los empresarios encuestados conocía los ODS y el 71% respondió que
había comenzado a planear sus acciones al respecto, pero solamente el 13% de
las empresas había identificado las herramientas que necesitarían. Por otra
parte, el 22% de los encuestados afirmó que no estaban trabajando sobre el
tema al momento de la entrevista.
Más recientemente, el estudio de opinión sobre sostenibilidad “UN Global

Compact-Accenture Strategy CEO Study”, llevado a cabo entre
aproximadamente mil gerentes generales a nivel mundial arrojó que el 87%
de los encuestados considera que los ODS ofrecen una oportunidad para
reconsiderar los planteamientos sobre la creación de valor sostenible y el
89% dice que el compromiso con la sostenibilidad se está traduciendo en un
8
nº No. 7
impacto real en su industria. (UN Global Compact y Accenture Strategy,

2018).
Por este motivo, ante la interrogante de cómo las empresas pueden contribuir
con la Agenda 2030, tanto entidades privadas como multilaterales, apuntan hacia
la integración de los ODS en la política de la RSE como parte de su estrategia,
tomando en cuenta que ambos conceptos poseen sinergia, pero entendiendo
que:
Los ODS no deben suponer una nueva manera de entender la

RSC, ni tampoco sustituir la agenda de temas propios que la
empresa haya identificado a través de su actividad y las consultas
a los grupos de interés. Los ODS han de entenderse como la lista
de prioridades de la comunidad internacional y como un impulso
para animar a las organizaciones a ser más ambiciosas y exigentes
a la hora de desarrollar un comportamiento responsable.
(Remacha, 2017, p. 23)
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2018) señala que la

RSE no es la única vía para contribuir con la Agenda 2030, sino que las
empresas deben afrontar esta tarea como una oportunidad para adaptar su
modelo de negocios. De igual forma, diversos autores (Byiers, 2017; Remacha,
2017) señalan la dificultad que puede entrañar poner en práctica esta integración
en el día a día de las empresas y aunque reconocen las oportunidades de
negocio que puede ofrecer, también destacan que el esfuerzo de las compañías
debería ir dirigido a entender los ODS e identificar cuáles son más susceptibles
de integrarse en su labor bien a través de su RSE, o directamente en su cadena
de valor.
En este sentido, una de las iniciativas más conocidas es el SDG Compass o

Brújula de ODS en español, desarrollada conjuntamente por el Pacto Mundial de
las Naciones Unidas, el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo
Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés) y la Global Reporting Initiative
(GRI). El SDG Compass consiste en una guía para que las empresas puedan
implementar los ODS, incorporándolos a su estrategia, midiendo y maximizando
su contribución (Ver Figura 1). Cabe destacar que la misma guía reconoce que
9
nº No. 7
se enfoca en las grandes empresas multinacionales, aunque anima a las PYMES

a adaptarla y utilizarla.
Figura 1. Guía del SDG Compass para incorporar los ODS en la estrategia
empresarial
Entender las
Entender Familiarizarse con
oportunidades y
responsabilidades
los ODS
los ODS que representan
para la empresa.
Mapear la cadena
Definir de valor para
Seleccionar
indicadores y Definir prioridades
identificar áreas de
prioridades impacto recolectar datos
Establecer Definir el alcance de

las metas y
Definir la línea base
y seleccionar el tipo
Establecer el nivel
Anunciar los
compromisos con
de ambición
Objetivos seleccionar KPI de objetivos los ODS
Integrando la
Anclando objetivos
sostenibilidad a Participar en
Integrar de sostenibilidad
dentro del negocio
través de todas las alianzas
funciones
Reportar y Procesos de reporte

y comunicación
Comunicar el
desempeño frente a
comunicar efectivos los ODS
Fuente: Elaboración propia con base en Global Reporting Initiative, UN Global

Compact y World Business Council for Sustainable Development (2015)
La Red Española del Pacto Mundial (2016) también menciona a la RSE como
una de las formas mediante las cuales las empresas pueden contribuir con el
objetivo 17 (fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial
para el Desarrollo Sostenible), proponiendo las siguientes acciones:
• Alinear la estrategia de responsabilidad social con los objetivos de

desarrollo sostenible, integrándolos en la cultura de la empresa.
• Identificar aquellos objetivos relacionados con el núcleo de negocio, para
trabajarlos prioritariamente.
• Medir el progreso del cumplimiento de los ODS, incluyendo la dimensión
de alianzas.
• Incluir los objetivos de desarrollo sostenible en la memoria de
sostenibilidad o informe de progreso de la entidad, explicando las
contribuciones de la empresa al desarrollo sostenible.
10
nº No. 7
• Concienciar y formar a todos los departamentos y empleados de la

empresa en los ODS, estableciendo unos valores comunes en toda la
empresa.
• Fomentar la participación de los empleados en la consecución de los
ODS, a través de actividades de colaboración conjunta o abriendo un
canal para la recepción de ideas.
En esta misma línea, la Red Española del Pacto Mundial (2016) ha desarrollado
una guía que propone algunas acciones que las empresas pueden llevar a cabo,
tanto en el ámbito de la entidad, como con grupos de interés externos, para
contribuir con los ODS4. De manera general, se observa que además de la
igualdad de género (ODS 5), que puede considerarse como un objetivo
transversal, existen algunas acciones comunes a algunos de los ODS, tales
como:
• Integrar una cultura de derechos humanos en la empresa a través de los

Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones
Unidas. (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, 2011)
• Disminuir el impacto medioambiental que tienen las operaciones y
actividades de la empresa.
• Proporcionar condiciones laborales dignas no solo a sus trabajadores sino
también a sus proveedores.
• Impulsar el desarrollo local en los países donde opere la empresa.
• Formación de los empleados y de los proveedores en las materias
concernientes a cada ODS.
Es evidente que la integración de los ODS dentro de la estrategia de RSE, o

dentro del modelo de negocio, puede contribuir a alcanzar los objetivos de la
Agenda 2030. No obstante, la colaboración con otras organizaciones de la
sociedad civil y con el sector académico son herramientas para impulsar el
desarrollo sostenible.
4En el Anexo A se seleccionan algunas acciones para ejemplificar cómo las empresas pueden contribuir a
alcanzar la Agenda 2030.
11
nº No. 7
Recuadro 1. Pacto Mundial de las Naciones Unidas
En el ámbito global, el Pacto Mundial (UN Global Compact, en inglés) considerada la

mayor iniciativa de responsabilidad social empresarial en el mundo, es promovida por
las Naciones Unidas para impulsar los ODS en el sector privado y ayudarlas a
incorporar los Diez Principios del Pacto Mundial en las actividades empresariales.
Estos principios abarcan derechos humanos, normas laborales, medioambiente y
anticorrupción y que emanan declaraciones y convenios de Naciones Unidas en estas
materias:
1. Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales,

reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia.
2. Asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los
derechos humanos.
3. Apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la
negociación colectiva.
4. Apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo
coacción.
5. Apoyar la erradicación del trabajo infantil.
6. Apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la
ocupación.
7. Mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente.
8. Fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
9. Favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el
medioambiente.
10. Trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y
soborno.
Actualmente, cuenta con 11.183 participantes (incluye empresas de diversos
sectores, asociaciones empresariales, instituciones educativas y otras organizaciones
de la sociedad civil) de 156 países. Sus áreas de acción colocan el foco en ofrecer a
sus participantes herramientas para promover la sostenibilidad en las prácticas
empresariales y de liderazgo responsables; servir como plataforma global-local y
conector de iniciativas, así como énfasis en medir el impacto y el rendimiento. (UN
Global Compact, 2020).
2.1.1. BENEFICIOS PARA LAS EMPRESAS POR LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS

ODS
Una condición importante para fomentar la participación de las empresas en
iniciativas de RSE es que estas se conviertan en oportunidades de negocios.
Esto puede concretarse en la medida en que se abren nuevos mercados, se
generan nuevos productos y servicios y se incrementa la productividad al reducir
12
nº No. 7
costos de producción. Por ejemplo, consumidores conscientes de la Agenda

2030, demandarán productos que contengan elemento de sostenibilidad, tanto
en su consumo, como en su producción. De igual manera, las empresas estarán
dispuestas en incorporar nuevas formas de producción sostenible en la medida
que aumente su eficiencia.
Por ello, algunos estudios afirman que los objetivos para el desarrollo sustentable
pueden ser vistos como oportunidades de negocio (OCDE, 2016;
PricewaterhouseCoopers, 2016; Fundación EU-LAC, 2019). Por ejemplo, la
OCDE (2016) resalta que los beneficios económicos de la inversión en desarrollo
sostenible se pueden traducir en “retornos positivos sobre el capital en términos
de reducción de riesgos, diversificación de mercados y carteras, aumento de los
ingresos, reducción de costos y mejora del valor de los productos”. (p. 21)
Por su parte, la guía del SGD Compass afirma que las empresas que integran
los ODS en su estrategia pueden obtener otro tipo de beneficios, entre los cuales
están: identificación de futuras oportunidades de negocio; mejora del valor de la
sostenibilidad empresarial; fortalecimiento de las relaciones con las partes
interesadas, mayor estabilidad en sociedades y mercados; y uso de un lenguaje
común y un propósito compartido. (Global Reporting Initiative, UN Global
Compact y World Business Council for Sustainable Development, 2015)
3. LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL CONTEXTO

IBEROAMERICANO
Según el análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de

las Naciones Unidas (CEPAL, 2020a), más del 70% de los indicadores de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible requerirán una intervención de políticas
públicas, en algunos casos excepcional, para alcanzar el umbral establecido por
la meta. A continuación, se presentan los resultados de la investigación de la
CEPAL donde se analiza el estado de 72 indicadores de diferentes ODS respecto
de los umbrales definidos por las metas de la Agenda 2030:
13
nº No. 7
(1)
Tabla 2. Estado de indicadores de los ODS respecto de los umbrales definidos por las metas a 2030
Indicadores en los Indicadores en los
Indicadores en los
Indicadores en los que se alcanzaría la que se alcanzaría la Indicadores Indicadores en
que se alcanzaría la
Objetivo que se alcanzó la meta solo con meta solo con fuerte estancados con retroceso con
meta con la tendencia
meta intervención de intervención de respecto a la meta respecto a la meta
actual
políticas públicas políticas públicas
1.1 Pobreza extrema 1.3 Cobertura de
1.1 Pobreza extrema
1.1 Ocupados en regional programas de protección
internacional
- pobreza extrema 1.1 Ocupados en social -
1.1 Pobreza total
internacional pobreza extrema 1.a Gasto público en
internacional
regional educación
2.4 Intensidad de uso de
2.1 Prevalencia de la 2.2 Niños con retraso fertilizantes 2.2 Niños con
- -
desnutrición del crecimiento 2.4 Consumo de sobrepeso
plaguicidas
3.3 Nuevas infecciones
3.3 Prevalencia del
3.1 Mortalidad materna por VIH
VIH/SIDA en población
3.2 Mortalidad de niños 3.1 Partos atendidos por 3.3 Incidencia de la
- joven -
menores de 5 años personal calificado tuberculosis
3.3 Mortalidad por
3.2 Mortalidad neonatal 3.3 Incidencia de la
VIH/SIDA
malaria
4.2 Aprendizaje antes 4.1 Competencias en
4.3 Matrícula de nivel
del ingreso a enseñanza matemáticas-
terciario 4.c Profesorado con
- primaria secundaria inferior -
4.5 Paridad de género formación mínima
4.6 Alfabetización de 4.a Acceso a Internet en
en maestros entrenados
mayores de 15 años las escuelas
5.2 Feminicidio
5.5 Mujeres en los 5.5 Mujeres en cargos 5.5 Mujeres en puestos
- - -
parlamentos nacionales directivos gerenciales altos y
medios
6.1 Agua potable
gestionada de forma
6.2 Defecación al aire segura
- - - -
libre 6.2 Saneamiento
gestionado de forma
segura
14
nº No. 7
(1)
Indicadores en los
actual
7.2 Energía renovable en
el consumo final de
7.1 Acceso a
- - - energía -
electricidad
7.3 Intensidad energética
de la energía primaria
8.1 Tasa de crecimiento
8.3 Empleo informal en del PIB por habitante
el sector no agrícola 8.2 Tasa de crecimiento
8.10 Acceso a una 8.5 Remuneraciones de
- 8.5 Tasa de desempleo del PIB por persona -
cuenta financiera los administradores
8.8 Lesiones ocupada
ocupacionales fatales 8.6 Desocupación juvenil
(ninis)
9.2 Empleo sector 9.2 Valor agregado
manufacturero manufacturero
9.4 Emisiones de CO2 -
9.5 Investigadores por combustión de
millón de habitantes combustible
- - -
9.c Cobertura de red 9.5 Gastos en
móvil (2G) investigación y desarrollo
9.b Valor de la industria
tecnológica mediana y
alta
10.4 Participación del

- - - - -
empleo en el PIB
11.1 Población urbana

- - - que vive en barrios - -
marginales
15
nº No. 7
(1)
Indicadores en los
actual
12.2 Consumo material

- - - - -
interno
13.3 Emisiones de
- - - - - gases de efecto
invernadero
14.5 Áreas de
biodiversidad marina - - - 14.2 Área de manglares -
clave protegidas
15.1 Protección de
15.1 Humedales de
áreas de biodiversidad
importancia
de agua dulce
- internacional - - 15.1 Área de bosques
15.1 Protección de
15.5 Índice de la lista
áreas de biodiversidad
roja
terrestre
16.1 Víctimas de
homicidio intencional
- - - - -
16.2 Víctimas de trata
de personas
17.4 Servicio de la
deuda en relación a 17.1 Financiamiento
exportaciones interno del presupuesto
17.6 Abonados a nacional 17.1 Ingresos del
- - -
Internet de banda ancha 17.19 Recursos para gobierno
fija fortalecer la capacidad
17.8 Usuarios de estadística
Internet
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2020a)
Nota: (1) La investigación de la Comisión se basó en el análisis de 72 indicadores del marco de indicadores mundiales y del marco regional de indicadores
de los ODS. Cada indicador es identificado con el número de la meta al que corresponde
16
nº No. 7
La Tabla 2 muestra enormes diferencias en el progreso para la consecución de

los ODS en América Latina y el Caribe en 2030. Es evidente que para poder
cumplir muchas de las metas establecidas en la Agenda 2030 será fundamental
e ineludible la intervención activa de los gobiernos, del sector privado y del resto
de la sociedad civil. A solo diez años de la fecha establecida para el cumplimiento
de los ODS, las políticas públicas y su implementación serán cruciales para
cumplir con las metas, sin embargo, la irrupción de la pandemia COVID-19, y su
impacto sobre la pobreza y el desempleo, harán el reto aún más difícil.
En un contexto de limitaciones fiscales y las exigencias de gastos para combatir

los impactos económicos negativos del coronavirus, uno de los temas a resolver,
será la movilización de recursos para financiar los ODS. Dada la magnitud de la
tarea, los esfuerzos domésticos no serán suficientes, por lo que se requerirá de
mayor y mejor cooperación internacional. Es preciso establecer prioridades, y
poner el foco en los aspectos que facilitarán el trabajo para la obtención de los
objetivos. En particular, el fortalecimiento de las instituciones y las capacidades
de diseño e implementación de programas a nivel nacional y local deberían estar
en lo más alto de la lista de las acciones a llevar a cabo en los países de América
Latina y el Caribe.
Otro aspecto que debería ser prioritario es la transformación productiva de la

región, a través de esfuerzos para mejorar la productividad y la competitividad.
Aunque hay muchas políticas públicas que apoyan la transformación productiva,
el énfasis debe colocarse en más y mejor educación, cerrar las brechas de
infraestructura, y hacer mejor uso de la ciencia, la innovación y la tecnología para
fortalecer los ecosistemas de emprendimiento.
La evaluación de las políticas públicas es fundamental para tener información

que determine si el avance positivo que se aprecia en algunas de las metas
continúa, y si los correctivos para detener y revertir las tendencias negativas de
otros indicadores se están logrando. Los resultados de los ejercicios de
evaluación de acciones públicas deben servir como retroalimentación a los
hacedores de políticas públicas y darles las bases para corregir y mejorar las
intervenciones.
17
nº No. 7
La cooperación iberoamericana actual puede jugar un importante papel en la

consecución de la agenda de desarrollo sostenible, utilizando capacidades y
recursos existentes que permitan complementar las agendas de desarrollo
nacionales y compartir mejores prácticas que contribuyan a enfrentar los
desafíos que involucra la Agenda 2030. Esto es clave en un contexto
internacional complejo, donde la unidad de los países de la región se convierte
en un importante activo.
En la XXIII Cumbre Iberoamericana de Panamá, los Jefes de Estado y de

Gobierno aprobaron el documento “Lineamientos para la Renovación de la
Cooperación Iberoamericana” (SEGIB, 2013), que contiene algunos principios
para fortalecer el sistema de cooperación:
• Racionalizar y alinear la cooperación iberoamericana a las estrategias de

desarrollo nacional, las prioridades y los retos de la región.
• Añadir valor a las políticas de desarrollo nacional.
• Estructurarla en base a áreas prioritarias.
• Aportar a la generación de capacidades y al intercambio de buenas
prácticas.
• Realizar una planificación de actividades, focalización y orientación a
resultados.
• Vincularla con otros espacios regionales existentes y con los otros actores
de la Cooperación Internacional.
• Consolidar la cooperación iberoamericana como un modelo propio.
Estos elementos, pueden apuntalar las estrategias nacionales de desarrollo y

construir un discurso unitario y coherente en el ámbito internacional. De hecho,
la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) puede jugar un rol crucial en los
ámbitos políticos y de interlocución internacional. En el documento “Iberoamérica
y los objetivos de Desarrollo Sostenible” (SEGIB, 2017) se presenta un marco de
la cooperación iberoamericana en la agenda de desarrollo sostenible, que
contiene los aspectos políticos, técnicos y operativos que debe tomar en cuenta
la cooperación Iberoamérica (Ver Figura 2).
18
nº No. 7
Figura 2. Aspectos políticos, técnicos y operativos que debe tomar en cuenta

la cooperación Iberoamérica
Fuente: Secretaría General Iberoamericana (2017)
En el ámbito político, se destaca el papel que pueden tener las Cumbres

Iberoamericanas para colocar la prioridad de la consecución de los ODS al más
alto nivel político. Otro aspecto importante en este ámbito es que, dada la
integralidad e interconexión entre los diferentes ODS, la cooperación
iberoamericana puede contribuir a una mayor coordinación política entre los
diferentes entes gubernamentales encargados del diseño e implementación de
las medidas.
En el área técnica, la cooperación iberoamericana puede contribuir a través del

intercambio de experiencias y trabajar en iniciativas conjuntas que permitan
avanzar en objetivos y metas concretos como, por ejemplo, la integración física
de América Latina y la creación y/o consolidación de espacios en las áreas de
educación, ciencia y tecnología. En el ámbito operativo, se deben utilizar las
experiencias exitosas de la cooperación internacional en los ámbitos de la
cultura, el conocimiento y la cohesión social, para expandirse a otras áreas,
como por ejemplo programas que persigan reducir las desigualdades de género,
de raza y por discapacidad.
19
nº No. 7
La cooperación iberoamericana, de mano de la SEGIB, puede servir también

para establecer marcos de relación amplios y estratégicos, y programas
específicos de trabajo con socios claves, como el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y con algunas iniciativas
subregionales (como el Sistema de la Integración Centroamericana) donde
existen importantes posibilidades de trabajo conjunto.
4. LAS EMPRESAS Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN EL

CONTEXTO IBEROAMERICANO
El gran reto para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 es alinear y crear
incentivos para llevar a cabo alianzas estratégicas, donde los planes
gubernamentales y los lineamientos corporativos para alcanzar los ODS se
vinculen y complementen. Por ello, es importante analizar cómo es y cómo ha
evolucionado el papel del sector privado en pro de alcanzar los ODS en la región.
En el segundo informe anual sobre el progreso y los desafíos regionales de la

Agenda 2030, la CEPAL (2018) observa una participación creciente del sector
privado en la implementación de esta Agenda, señalando cuatro grupos de
acciones que evidencian este hecho:
• Acciones formativas destinadas a generar capacidades que permitan a

las empresas integrar los ODS dentro de sus estrategias de negocio.
• Aplicación de nuevos criterios de responsabilidad ambiental, social y de
gobernanza.
• Elaboración de reportes que contribuyen a la ampliación de instrumentos
financieros para el desarrollo (bonos verdes, bonos de impacto social y
garantías soberanas), y que incorporan mejores mecanismos de
información (financiera o no).
• Puesta en marcha de alianzas público-privadas e iniciativas puntuales.
De acuerdo con un informe de Fundación EU-LAC (2019), el progreso de los

países de América Latina y el Caribe en las áreas de sustentabilidad y RSE ha
sido gradual, y comienza tímidamente su inclusión en las políticas públicas. No
obstante, Latinoamérica está en una fase incipiente en la elaboración de leyes,
20
nº No. 7
reglamentos y mecanismos de incentivos para fomentar la RSE. Con respecto al

sector privado, el estudio encuentra los siguientes avances:
• Aumento de la cultura corporativa de reportar las actividades de RSE.

• Incremento en el dialogo con grupos de interés a las empresas.
• La gradual incorporación de grupos vulnerables en las cadenas de valor
empresariales.
• El incremento de prácticas para disminuir la huella medioambiental
(principalmente con actividades de reciclaje o reutilización de materiales).
Este informe también identifica que los países que han avanzado más en el
diseño e implementación de políticas públicas sobre sostenibilidad en la región
son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, y Costa Rica. En el Caribe, el país que
muestra mayor progreso es Trinidad y Tobago. En la mayoría de los países de
América Latina y el Caribe se constata interés por incrementar las alianzas
público-privada, tanto por parte de los gobiernos, como de las empresas. Este
mayor diálogo público-privado ha sido en parte responsable de la preparación de
informes nacionales voluntarios sobre los avances en la Agenda 2030. Estos
reportes se presentan anualmente a Naciones Unidas. En 2017, once países
presentaron informes: Argentina, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Panamá́ , Perú́ y Uruguay.
Por último, el documento de la Fundación EU-LAC identifica una serie de temas

prioritarios en donde se debería enfocar el trabajo en la RSE en los próximos
años, derivados de encuestas a líderes de opinión de la región:
• Economía circular y mecanismos de protección al medio ambiente, y

generación limpia de energía.
• Agenda 2030 e integración de los ODS en la estrategia empresarial
• Cadenas de valor social y medioambientalmente sostenibles
• Disminuir la pobreza multidimensional y crear comunidades sostenibles
• Empresas y Derechos Humanos
21
nº No. 7
5. INCIDENCIA DE LA CRISIS PROVOCADA POR LA PANDEMIA COVID-19 EN

LAS ACTIVIDADES EMPRESARIALES Y RETOS PARA EL FUTURO5
En esta sección, se analiza brevemente el impacto sobre las economías
latinoamericanas de la pandemia producida por el COVID-19, tanto en los
aspectos macroeconómicos, como en el área social. También se mencionan los
sectores más afectados por la crisis del coronavirus, y las implicaciones para las
empresas.
Una característica de la crisis global causada por el COVID-19 es que no será

un tema de corto plazo. Es probable que pasen meses, e incluso años, antes de
volver a algo similar a la normalidad. Dependiendo de la duración y la
profundidad de la crisis económica, se producirán cambios sustanciales en las
dinámicas de los mercados, tanto de consumo como de producción. El mundo
no volverá́ a ser el mismo después del COVID-19, tanto por los impactos
sanitarios y económicos, como por las políticas públicas sin precedentes que se
están diseñando e implementando a nivel global para mitigar los efectos del
coronavirus.
Debido a la incertidumbre producto de la aparición de la pandemia, es

complicado hacer proyecciones de crecimiento económico. Sin embargo, en
lugar de dar números específicos, que cambian constantemente, usualmente
para peor, lo cierto es que estamos ante una recesión mundial que será
profunda, que debería ser de corto plazo, pero que tendrá profundos impactos.
A nivel mundial, los sectores más afectados han sido el automotor, los servicios
comerciales y profesionales, el sector turístico, los casinos, la industria del
entretenimiento en general, las ventas al detal, la energía, y el aeroespacial y
defensa. Hay algunos sectores que se han desempeñado relativamente bien a
pesar de la crisis: gas, electricidad, bancos, seguros, almacenamiento y
empaque, servicios online y salud.
Esto es territorio desconocido, donde los gobiernos han tomado decisiones a un

ritmo acelerado, sin mucho tiempo para planificar o reflexionar, en algunos
casos, enfrentándose a decisiones morales complejas. La conexión entre
economía y salud pública no es clara, lo que complica analizar todos los
5 Parte de esta sección está basada en Ríos (2020b)
22
nº No. 7
escenarios posibles. Por otra parte, las discusiones sobre opciones de política
macroeconómica se han centrado en los países desarrollados, y los problemas
de los países emergentes se han discutido menos. Un tema clave es cómo será
la recuperación, sin embargo, dada la gradualidad de los desconfinamientos, y
la pérdida de capacidad productiva, parece que esta será lenta y probablemente
no volvamos al mismo nivel de producción de antes de la aparición del COVID-
19.
América Latina y el Caribe no es ajena a esta realidad, y la crisis llegó en mal

momento. De acuerdo con datos de la CEPAL (2020a), la región tuvo un
desempeño económico mediocre en 2019, con un crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB) de solo 0,1%. Antes de la pandemia el crecimiento
proyectado para Latinoamérica en 2020 era de apenas 1,3%, impulsada
principalmente por la recuperación de las dos mayores economías de la región,
México y Brasil. Además, la región cuenta con poco espacio fiscal para llevar a
cabo políticas macroeconómicas contra-cíclicas, y el uso extensivo de la política
monetaria y del endeudamiento podrían llevar a problemas de sostenibilidad en
el medio y largo plazo.
Desde el punto de vista social, la crisis se da en un contexto de descontento

popular en varios países de Latinoamérica debido a la frustración por la falta de
oportunidades y la desigualdad. La pobreza y la desigualdad aumentaron en el
período 2017-2019. La CEPAL (2019) reporta al cierre de 2019 que 31% de los
latinoamericanos se encontraba en situación de pobreza (192 millones), mientras
que un 12% vivían en pobreza extrema (72 millones). Aunque la inequidad ha
decrecido en los últimos años, América Latina es la región más desigual del
mundo, presentando problemas de protección social a los más necesitados. El
estancamiento en términos de reducción de la pobreza se observa en el Gráfico
1, siendo preocupante la tendencia al alza de la pobreza extrema.
Gráfico 1. América Latina, tasa de pobreza y pobreza extrema (%)
23
nº No. 7
35,0
30,0 30,1 30,1 30,8
29,1
30,0 27,8
25,0
20,0
15,0 11,5
10,0 10,5 10,7
7,8 8,8
10,0
5,0
0,0
2014 2015 2016 2017 2018 2019
Pobreza Pobreza Extrema
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2020a)
Según proyecciones de la CEPAL (2020c), como consecuencia de la caída

del PIB y del aumento del desempleo generado por la crisis, la pobreza en
América Latina aumentaría al menos 4,4% con respecto al año 2019, por lo
que alcanzaría un total de 214,7 millones de personas (34,7% de la población
de la región). Por su parte, la pobreza extrema se incrementaría 2,6% (15,9
millones de personas más), llegando a afectar a 83,4 millones de personas.
Los principales canales de transmisión de la crisis del coronavirus en América

Latina son la reducción en las exportaciones, tanto por la caída de los precios de
los commodities, como de su demanda; la fuga de capitales (especialmente
hacia Estados Unidos), que ha ocasionado depreciaciones de las monedas de
los países de la región; la contracción del turismo que impacta mayormente a
Centroamérica, el Caribe y México; la desaceleración de las remesas debido a
la crisis mundial; y la caída tanto de la oferta como de la demanda de bienes y
servicios debido a las restricciones impuestas durante los confinamientos. Lo
complejo de esta crisis, es que, aunque América Latina y el Caribe está
acostumbrada a enfrentarse a choques externos, esta es la primera vez que tiene
que hacerlo ante tantos de manera simultánea.
Las restricciones de distanciamiento social han generado la cesación, total o

parcial, de las actividades económicas. Este efecto ha sido mayor en sectores
cuyas actividades implican concentración de personas y cercanía física (turismo,
espectáculos, hoteles y restaurantes, transporte y servicios personales),
mientras que ha sido menor en aquellos considerados de primera necesidad
24
nº No. 7
(alimentos, desinfectantes, artículos de limpieza, medicamentos e insumos y

equipos médicos).
Para las empresas que han podido seguir operando, la interrupción de las
actividades de sus proveedores ha generado problemas en la provisión de
insumos para mantener continuidad en la producción. Adicionalmente, la caída
en los ingresos de los trabajadores y la incertidumbre, han causado una
reducción del consumo. Esto se ha dado principalmente en segmentos de bienes
de consumo duradero (automóviles, muebles, electrodomésticos, viviendas,
prendas y calzado, etc.). Sin embargo, el impacto de la crisis ha sido menor, e
incluso positivo, para las ventas de otros tipos de bienes y servicios (productos
de limpieza y desinfectantes, alimentos duraderos, televisión vía Internet y
telecomunicaciones, entre otros).
La reducción de la actividad económica y otros aspectos de la coyuntura

internacional (como la disminución del precio del petróleo en los últimos meses)
han ocasionado una caída generalizada de la demanda externa y de las
exportaciones. La combinación de los efectos sobre la oferta y la demanda ha
tenido intensidades distintas en los diferentes sectores (Ver Figura 3)¡Error! No
se encuentra el origen de la referencia..
Figura 3. Intensidad de los efectos de la crisis, por sector de actividad

económica en América Latina y el Caribe
Servicios de
turismo
Fuertes
Industria cultural
tradicional Minería
Significativos
Comercio Electricidad, gas

Reparación de y agua
bienes Construcción y Agricultura,
materiales para ganadería y
Moderados
Hoteles y
restaurantes la construcción pesca
Transporte Servicios Producción de
empresariales alimentos para el
Moda mercado interno
Actividades
Automóviles financieras Insumos y
equipamiento
Bebidas
medico
Muebles y
madera Medicamentos
Industria química Telecomunicacio
nes
Electrónica -
Maquinaria y Envases
equipo
25
nº No. 7
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2020c)
La crisis sanitaria y económica actual se da en un contexto de la cuarta

revolución industrial, y es muy probable que tendencias ya notorias, como la
digitalización y la automatización se aceleren. Esto producirá cambios en los
mercados laborales, la educación y el entrenamiento a los trabajadores, en un
contexto donde dominado por la tecnología. Hay poco tiempo para adaptarse,
puesto que estos cambios se producen a una velocidad vertiginosa. Esta
situación conlleva importantes retos para América Latina y el Caribe, puesto que
no basta con cerrar brechas de productividad, sino que también tiene que
adaptarse a una nueva realidad.
Durante esta crisis los empresarios de la región han mostrado liderazgo a través
de sus acciones. Han apoyado al resto de la sociedad civil y a los gobiernos
utilizando sus empresas, donando bienes y servicios, y en algunos casos,
poniendo sus instalaciones productivas a disposición de los gobiernos para
producir materiales y equipos sanitarios. El impacto económico de las medidas
de confinamiento ha exigido acciones extraordinarias para apoyar a los
trabajadores y mantener a flote a las PYMES. Ha sido clave la contribución
pública-privada para enfrentar una situación desfavorable como la actual. La
colaboración entre el sector privado, el público y el resto de la sociedad civil
deberá alcanzar niveles superiores, puesto que el desempleo y pobreza producto
del COVID-19, exigirán acciones coordinadas. Es el momento de innovar,
introducir nuevas tecnologías y formar trabajadores para incrementar la
productividad. (Ríos, 2020a)
En una situación con innumerables cambios económicos, sociales, sanitarios y

tecnológicos, produciéndose en paralelo y con gran velocidad, el papel del sector
privado debe adaptarse, preservando su rol primordial de ofrecer bienes y
servicios demandados por la sociedad, crear empleos, y generar valor para sus
accionistas, pero también deben asumir un rol proactivo en la reconstrucción
post-pandemia.
El Foro Económico Mundial (2020), identifica varias acciones que las empresas
pueden llevar a cabo para apoyar a la sociedad en estos tiempos difíciles. Bajo
el concepto de Estrategias Corporativas de Innovación Social, se identifican las
26
nº No. 7
diferentes formas en que las empresas pueden apoyar a diferentes sectores de

la sociedad:
• Filantropía a través de donaciones en dinero o en especies.

• Dialogo para contribuir a la elaboración de políticas públicas utilizando
las experticias particulares del sector privado.
• RSE usando los recursos de la compañía para beneficiar a la sociedad.
• Creación de valor compartido a través del desarrollo de nuevos
productos y servicios rentables que atienden necesidades sociales
insatisfechas.
Algunas medidas concretas donde las empresas pueden desarrollar estas

estrategias son:
• Salud mental de los trabajadores: permitiéndoles trabajar desde casa y

proporcionando sesiones de terapia. Por ejemplo, la compañía Starbucks
en Estados Unidos provee veinte sesiones de terapia a todos sus
empleados.
• Proporcionar seguridad financiera: debido a los cierres de empresas
producto del confinamiento, muchos trabajadores cuyo salario es por hora
se han quedado sin ingresos. En este caso, las compañías pueden ofrecer
apoyo temporal, continuando con el pago de la nómina, creando fondos
de auxilio financiero y complementando las prestaciones por desempleo,
entre otras.
• Apoyar a las PYMES: en este caso, las empresas pueden apoyar a sus
proveedores y otras empresas locales con financiamiento o ayudas
directas para mantenerlos a flote durante los cierres de la pandemia. Por
ejemplo, Google lo ha estado haciendo en varios países donde opera,
estableciendo fondos de apoyo financiero a las empresas locales.
Indudablemente, la crisis ocasionada por la irrupción del COVID-19 representará

un retroceso económico y social en América Latina y el Caribe, donde será más
complicado lograr alcanzar las 169 metas de los 17 ODS. El sector privado ha
sido afectado negativamente por los choques externos causados por la
pandemia y por las medidas de confinamiento, sin embargo, ha tenido un papel
importante en la mitigación de los efectos del coronavirus sobre sus empleados
27
nº No. 7
y la sociedad en general. Esta situación hará aún más relevante las alianzas
pública-privadas para reactivar las economías iberoamericanas y continuar
trabajando en pos de cumplir con la Agenda 2030.
CONCLUSIONES
En septiembre de 2015, 193 Estados adoptaron la Agenda 2030 y se
comprometieron con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas
con el fin de erradicar la pobreza, promover la paz y la igualdad, impulsar el
crecimiento inclusivo y proteger el medio ambiente. A diferencia de sus
predecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se
concentraban principalmente en los países en desarrollo, el alcance de los ODS
es global y su articulación surgió de la discusión de distintos actores públicos y
privados.
Aunque los principales responsables de la implementación de la Agenda 2030

para el Desarrollo Sostenible son los Estados, a través del desarrollo de políticas
públicas, planes y programas nacionales y regionales, los ODS no pueden ser
alcanzados exclusivamente con la participación de los gobiernos. Por este
motivo, la Declaración de la Agenda 2030 reconoce de manera explícita el rol
como socio clave que desempeñan los diferentes actores del sector privado y el
resto de la sociedad civil, mediante una alianza de colaboración.
Además de sus labores de altruismo y RSE, las empresas también pueden

contribuir a la Agenda 2030 a través de aportes de capital y la oferta de bienes y
servicios que resuelvan algunos de los problemas que enfrentan los países en
desarrollo. Debido a que los 17 ODS y sus 169 metas, abarcan áreas de interés,
tanto públicas como privadas, y partiendo de una concepción del proceso de
desarrollo como multidimensional e integral que invita al establecimiento de
alianzas público-privadas y a la coordinación entre gobiernos y empresas, los
gobiernos pueden facilitar esta labor a través de marcos institucionales que
fomenten este tipo de alianzas.
Una condición importante para fomentar la participación de las empresas en

iniciativas de RSE es que estas se conviertan en oportunidades de negocios.
Esto puede concretarse en la medida en que se abren nuevos mercados, se
28
nº No. 7
generan nuevos productos y servicios y se incrementa la productividad al reducir

costos de producción.
Existen enormes diferencias en el progreso para la consecución de los ODS en

América Latina y el Caribe. Es evidente que para poder cumplir muchas de las
metas establecidas en la Agenda 2030 será fundamental e ineludible la
intervención activa de los gobiernos, del sector privado y del resto de la sociedad
civil. A solo diez años de la fecha establecida para el cumplimiento de los ODS,
las políticas públicas y su implementación serán cruciales para cumplir con las
metas, sin embargo, la irrupción de la pandemia COVID-19, y su impacto sobre
la pobreza y el desempleo, harán el reto aún más difícil.
En un contexto de limitaciones fiscales y las exigencias de gastos para combatir

los impactos económicos negativos del coronavirus, uno de los temas a resolver,
será la movilización de recursos para financiar los ODS. Dada la magnitud de la
tarea, los esfuerzos domésticos no serán suficientes, por lo que se requerirá de
mayor y mejor cooperación internacional. Es preciso establecer prioridades, y
poner el foco en los aspectos que facilitarán el trabajo para la obtención de los
objetivos. En particular, el fortalecimiento de las instituciones y las capacidades
de diseño e implementación de programas a nivel nacional y local deberían estar
en lo más alto de la lista de las acciones a llevar a cabo en los países de América
Latina y el Caribe.
La cooperación iberoamericana, de mano de la SEGIB, puede servir también

para establecer marcos de relación amplios y estratégicos, y programas
específicos de trabajo con socios claves, como el PNUD, el BID, la CAF-Banco
de Desarrollo de América Latina y con algunas iniciativas subregionales (como
el Sistema de la Integración Centroamericana) donde existen importantes
posibilidades de trabajo conjunto.
El gran reto para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 es alinear y crear
incentivos para llevar a cabo alianzas estratégicas, donde los planes
gubernamentales y los lineamientos corporativos para alcanzar los ODS se
vinculen y complementen.
29
nº No. 7
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nº No. 7
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35
nº No. 7
Anexo
ANEXO A. ACCIONES QUE LAS EMPRESAS PUEDEN REALIZAR PARA CONTRIBUIR CON EL LOGRO DE LOS ODS
• Crear oportunidades • Establecer • Poner en marcha • Formación y • Políticas salariales • Integrar la gestión del
laborales para programas de planeas adecuados aprendizaje continuo que aseguren una agua en la estrategia
grupos vulnerables alimentación para de seguridad y salud para empleados y igual retribución por de negocio.
• Favorecer escenarios empleados que laboral para grupos de interés igual trabajo. • Garantizar que los
adecuados para la incluyan alimentos empleados y sus • Plan formativo en • Conciliación familiar, trabajadores tengan
negociación colectiva sanos. cadenas de valor. materia de sos- tanto de mujeres acceso a agua
• Establecer política • Reducir el • Fomentar una cultura tenibilidad (derechos como de hombres. potable y a espacios
pública de salarios desperdicio de preventiva en humanos, trans- • Respetar la dignidad apropiados para la
• Promover negocios alimentos. relación a la salud. parencia, pautas de las mujeres y higiene personal en
inclusivos • Formar a empleados • Formación periódica laborales sostenibles, niñas en los las instalaciones.
• Desarrollar productos y proveedores en sobre seguridad y etc.) productos y servicios • Gestión sostenible
y servicios accesibles prácticas de salud laboral • Promover actividades de la empresa del agua en las
para satisfacer las producción y • Promover un estilo de voluntariado en la (incluido el operaciones y
necesidades de los consumo sostenibles. de vida saludable y plantilla. marketing). fábricas de la
grupos vulnerables • Empresas que hábitos contra el • Contratar estudiantes • Fijar objetivos medir empresa.
• Apoyar a pueden tener imacto sedentarismo entre en prácticas. y difundir el progreso • Política estricta de
emprendedores y más directo en este los empleados y en esta materia. consumo y
PYMES. ODS (sector agrícola cadena de valor. • Plan formativo para reutilización del
y alimentario): todos los niveles de agua.
pueden invertir en la empresa en • Empresas que
innovación y materia de género. pueden tener
tecnología agrícola impacto más directo
para poner en en este ODS: sector
marcha prácticas de químico o las del
agricultura sector de
sostenible. alimentación y
bebidas
36
nº No. 7
• Sustituir el uso de • Utilización eficiente • Utilizar criterios de • Establecer procesos • Utilizar vehículos • Diseñar productos y
energía fósil por de los recursos sostenibilidad para internos de bajo criterios de servicios que hagan
energía renovable en naturales en las transformar los transparencia para eficiencia energética, un uso eficiente de la
las actividades y actividades de la productos, los evitar prácticas de energías limpias y energía y los
operaciones de la empresa. servicios, los corrupción y de accesibilidad. recursos naturales.
empresa, y cambiar • Fomentar el empleo procesos productivos evasión fiscal. • Implantar horarios • Retirar gradualmente
el modelo de negocio de las mujeres, y la gestión interna. • Formar a los flexibles y fomentar del mercado aquellos
para permitirlo. jóvenes y grupos • Invertir en I+D+i para trabajadores con el teletrabajo para productos y servicios
• Controlar el uso de desfavorecidos en la fomentar el salarios más bajos, reducir la que impliquen un
energía en los empresa y ofrecerles desarrollo para que puedan contaminación. consumo excesivo
desplazamientos de la oportunidad de tecnológico y la desarrollarse • Promover el uso de de energía y de
empleados. desarrollarse innovación en las profesionalmente. transporte público y recursos naturales.
• Invertir en eficiencia laboralmente de actividades. • Redistribuir los el desplazamiento a • Utilizar materiales
energético a lo largo forma igualitaria. • Promover la salarios de forma pie o bicicleta en biodegradables,
de la cadena de • Formar al capacidad coherente en la empleados, clientes reciclables o
suministro. departamento de tecnológica y la organización y proveedores. reutilizables en sus
• Implantar sistemas Recursos Humanos gestión de la proporcionando • Crear zonas verdes y actividades.
de gestión energética en el derecho a la no innovación de las sueldos dignos a espacios comunes y • Combatir el
certificados. discriminación PYMES a través de todos los accesibles en las desperdicio
• Implantar tecnologías • Controlar y formar a la cadena de valor. trabajadores. instalaciones para alimentario en
de alta eficiencia y la cadena de • Proporcionar acceso todos los empleados. comedores o
medidas de consumo suministro en materia a las tecnologías de • Empresas que contrataciones de
energético. de derechos la información y la pueden tener catering
• Empresas que humanos. comunicación (TIC) a impacto más directo • Realizar acciones de
pueden tener los empleados. en este ODS: sector sensibilización a sus
impacto más directo • Empresas que de la construcción o grupos de interés.
en este ODS: sector pueden tener las TIC. • Utilizar el
energético e impacto más directo ecoetiquetado
industrial en este ODS: sector • Empresas que
industrial y de pueden tener
telecomunicaciones. impacto más directo
en este ODS: sector
alimentario, textil o
de bienes de
consumo.
37
nº No. 7
• Medir la huella de carbono • Desarrollar estrategias de • Prevenir y restaurar la

en todas las actividades; alerta y reparación para degradación de la tierra y • Elaborar una política • Alinear la estrategia de
verificarla externamente y identificar, contener y la deforestación, contra el acoso, abuso, responsabilidad social con
establecer metas a la remediar accidentes y consecuencia de sus intimidación o violencia en los objetivos de desarrollo
reducción de emisiones daños marinos en las actividades. la empresa y aplicar sostenible, integrándolos
de CO2 a corto y largo operaciones de la • Evitar la compra de acciones. en la cultura de la
plazo. empresa. materiales que • Desarrollar un código empresa.
• Implantar sistemas de • Evitar contaminar los representen un riesgo ético, así como un buzón • Identificar aquellos
gestión ambiental océanos y mares a través para las especies para recibir reclamaciones objetivos relacionados con
certificados. de las actividades de la animales o vegetales. en caso de el núcleo de negocio, para
• Disminuir gradualmente el empresa. • No impactar sobre incumplimiento. trabajarlos
uso de combustibles • Respetar los ecosistemas terrenos que estén dentro • Crear una política de prioritariamente.
fósiles y sustituirlos por marinos y costeros y la o sean adyacentes a regalos. • Establecer una estrategia
fuentes de energía biodiversidad marina en áreas protegidas o de alta • Elaborar una política para para desarrollar alianzas
renovable. los entornos en los que se biodiversidad. la prevención de delitos y con otros actores.
• Invertir en tecnologías ubican las instalaciones y • Adquirir productos contra el fraude. • Medir el progreso del
sostenibles y menos fábricas de la empresa. forestales con un alto • Evaluar las operaciones cumplimiento de los ODS,
intensivas en la emisión • Elaborar una política de contenido de material de la empresa en zonas incluyendo la dimensión
de CO2. biodiversidad en aquellas reciclado afectadas por conflictos. de alianzas.
• Fomentar la movilidad empresas cuyas • Incluir los objetivos de
sostenible. operaciones impacten desarrollo sostenible en la
• Implementar planes de sobre el mar. memoria de sostenibilidad
mitigación de riesgos, • Empresas que pueden o Informe de Progreso de
preparación y respuesta tener impacto más directo la entidad
en relación a desastres en este ODS: sector
naturales. turístico, de la
construcción o la
alimentación.
Fuente: Red Española del Pacto Mundial (2016)
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La Agenda 2030 y la responsabilidad social empresarial

Article · November 2020

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El objetivo de este documento es analizar cómo las empresas pueden contribuir

1. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

Previamente, es importante puntualizar que, aunque en español existen algunos

Asimismo, a partir de la década de los noventa, se incorpora la perspectiva

En este sentido, es importante revisar algunas definiciones y analizar cuáles son

En la actualidad, las definiciones elaboradas por distintas organizaciones

su definición en inglés), así como su integración en la gestión de la empresa lo

Las principales novedades residen en la incorporación de aspectos

Según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial

En efecto, las acciones de las grandes empresas y multinacionales pueden tener

Tabla 1. Definiciones de responsabilidad social empresarial

La responsabilidad social de las empresas es la integración

La responsabilidad social de la empresa es el reflejo de la

La responsabilidad social de las empresas es un concepto

La responsabilidad social de las empresas es el compromiso

Actualmente, aunque las actividades filantrópicas se consideran como una forma

2. LA AGENDA 2030 Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

La actividad empresarial, la inversión y la innovación privadas son

Como se desprende de esta declaración, el foco se coloca en la creatividad y en

De esta manera, además de sus labores de altruismo y RSE, las empresas

En el estudio “UN Global Compact-Accenture Strategy CEO Study”, el 85% de

2.1. ¿QUÉ ACCIONES PUEDE REALIZAR EL SECTOR PRIVADO PARA

Por otra parte, un estudio de PricewaterhouseCoopers (2015) encontró que el

Más recientemente, el estudio de opinión sobre sostenibilidad “UN Global

impacto real en su industria. (UN Global Compact y Accenture Strategy,

Los ODS no deben suponer una nueva manera de entender la

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2018) señala que la

En este sentido, una de las iniciativas más conocidas es el SDG Compass o

se enfoca en las grandes empresas multinacionales, aunque anima a las PYMES

Establecer Definir el alcance de

Reportar y Procesos de reporte

Fuente: Elaboración propia con base en Global Reporting Initiative, UN Global

• Alinear la estrategia de responsabilidad social con los objetivos de

• Concienciar y formar a todos los departamentos y empleados de la

• Integrar una cultura de derechos humanos en la empresa a través de los

Es evidente que la integración de los ODS dentro de la estrategia de RSE, o

Recuadro 1. Pacto Mundial de las Naciones Unidas

En el ámbito global, el Pacto Mundial (UN Global Compact, en inglés) considerada la

1. Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales,

2.1.1. BENEFICIOS PARA LAS EMPRESAS POR LA IMPLEMENTACIÓN DE LOS

costos de producción. Por ejemplo, consumidores conscientes de la Agenda

3. LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL CONTEXTO

Según el análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de

10.4 Participación del

11.1 Población urbana

12.2 Consumo material

La Tabla 2 muestra enormes diferencias en el progreso para la consecución de

En un contexto de limitaciones fiscales y las exigencias de gastos para combatir

Otro aspecto que debería ser prioritario es la transformación productiva de la

La evaluación de las políticas públicas es fundamental para tener información

La cooperación iberoamericana actual puede jugar un importante papel en la

En la XXIII Cumbre Iberoamericana de Panamá, los Jefes de Estado y de

• Racionalizar y alinear la cooperación iberoamericana a las estrategias de

Estos elementos, pueden apuntalar las estrategias nacionales de desarrollo y

Figura 2. Aspectos políticos, técnicos y operativos que debe tomar en cuenta

Fuente: Secretaría General Iberoamericana (2017)

En el ámbito político, se destaca el papel que pueden tener las Cumbres

En el área técnica, la cooperación iberoamericana puede contribuir a través del

La cooperación iberoamericana, de mano de la SEGIB, puede servir también