EL TSUNAMI Y LA UNIDAD

El domingo 26 de diciembre 2004 a las 00:58 un tsunami de 9.3 toco las costas de
Indonesia, este hecho afecto Tailandia, Indias, Maldiva e incluso china, el saldo final de este
acontecimiento natural fue de aproximadamente 300 000 personas y a la fecha miles de
desaparecidos.

Uno de los retos a lo cuales se enfrentaron el gobierno y las autoridades, fue la necesidad
de reconocer los cuerpos, este problema se aumento cuando otros países se empezaron a reportar
a personas desaparecidas, lo cual provocó que cada país mandara a un grupo de forenses para
identificar a las personas y cuerpos desaparecidos de su nación, pero esto en vez de ayudar
perjudico ya que cada país tenia su propio proceso y método para identificar los cuerpos, esta
situación trajo crisis, descontrol y mucha perdida de tiempo.

Esto pasa cuando no hay unidad, cuando en un grupo de personas no existe algo que al
menos los una, no abra paz y mucho menos crecimiento, todo estará al borde de la crisis.

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.
1a Corintios 12:27

Si algo la iglesia debe anhelar diferenciarse es en la unidad, y Pablo lo sabe y apela a ello
en Corinto, la unidad es una expresión misma de los dones espirituales. Hoy la iglesia debe de
ser una expresión de ese llamado y es una expresión que nuestra sociedad pide a gritos; pide a
gritos que la iglesia se manifieste y que viva su llamado a existir; el vivir a Cristo e impactar la
comunidad.

Después del tsunami los diferentes forenses de distintos países, al ver la crisis y los
efectos tan terribles que había golpeado a la humanidad, se tuvo que desarrollar por primera vez
una unidad que identificara a los cuerpos de todas las nacionalidades, se hizo un mismo modelo
de guía y se estandarizo la búsqueda, cada país se olvido de sus propias metas, de sus propios
métodos y de sus propias búsquedas, se olvidaron del país al que son y se convirtieron en una
nueva comunidad, esto trajo resultados sin explicación.

Mi oración es que en nuestra iglesia sea capaz de una unidad así, que cómo cristianos,
Jesús sea la diferencia y alcancemos a nuestra sociedad y al mundo en el que estamos inmersos.
Mi oración es que Cristo sea el centro.