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PROHIBIDO QUEJARSE

Objetivo: Has algo para mejorar tu vida y la de los demás.


¿Quieres respirar un aire nuevo? ¿Buscas la serenidad y calma necesarias para afrontar
mejores los obstáculos e imprevistos de la vida? No caigas en la trama del victimismo.

Citas: Filipenses 2, 14, Santiago 5, 9, Juan 5, 9, 1 Pedro 4, 9

“Prohibido quejarse”; el papa Francisco lo profesa, el psicólogo lo recomienda

Los quejumbrosos no avanzan. Los demás enfrentan la vida. La entrevista al


psicólogo que regaló al Papa el aviso que se hizo viral y que el Pontífice ordenó colgar
en el Vaticano.

Un aviso poco convencional es el que tiene el papa Francisco colgado en la puerta de


su habitación de Casa de Santa Marta (donde vive en el Vaticano) y que alerta a
quien atraviesa su puerta: “Prohibido quejarse”.

A esta frase le sigue una explicación “los transgresores son sujetos a un síndrome de


victimismo con la consecuente disminución del tono del humor y de la capacidad
para resolver problemas”.

Y añade: “la sanción es doble si la violación es cometida ante la presencia


de niños. Para volverse el mejor de uno mismo hay que concentrarse en las propias
potencialidades y no en los propios límites, por lo tanto: Deja de quejarte y actúa
para hacer mejor tu vida”, finaliza el texto.

¿El origen?
Salvo Noé, psicólogo, psicoterapeuta y mediador familiar, italiano, 47 años, le regaló
el aviso al Pontífice el 14 de junio de 2017 en la Plaza de San Pedro junto a un folleto
que explicaba su trabajo de años para indicar que todo lo que hacemos o dejamos de
hacer tiene consecuencias.
Noé, nunca imaginó que ese regalo fuera tan apreciado por Francisco y que la noticia
se volviera viral.

Un sacerdote amigo comentó que este gesto del Papa: De cierta forma, recuerda que
el cristiano sabe que por la resurrección de Jesús “ninguna noche oscura” es eterna.

¿Quejarse es anticristiano?
En efecto, “el núcleo de la fe cristiana es la resurrección de Jesús. Por eso, el
cristiano no puede ser un profeta de desgracias”, confirmó Francisco. Los cristianos
son misioneros de esperanza por eso “no se dejan llevar del  desánimo o de la
queja” (Audiencia General 4.10.2017).

La ciencia, asimismo, apoya este mensaje evangelizador: Lamentarse no sirve a


nada. Así lo divulga con su trabajo Salvo Noè, quien ha escrito el libro:  Vietato
lamentarsi (Prohibido quejarse ¡Actuar para cambiar y mejorar. Tu vida y la de los
demás!), ediciones San Paolo, que pronto llegará a las librerías hispanoamericanas.
“¡Los lamentos son como mecedoras; te tienen entretenido, pero no te llevan a
ninguna parte!”, argumentó Salvo Noè.

Precisamente, el Papa ha hablado de la esperanza cristiana en una serie de


catequesis durante cerca de un año en la que ha invitado a los cristianos a abrazar la
fe como un signo concreto y esperanzador que no se debe confundir con un simple
optimismo.

Para el Papa un cristiano no debe tampoco tener “cara de vinagre” (85 EVANGELII
GAUDIUM) encogerse de hombros o cruzarse de brazos. Todas esto – alude-
contradice la esperanza evangélica.

Salir del papel de víctima


Noé asegura que ser quejumbrosos nos condena a quedarnos en la misma condición
sin solucionar nada. “Debemos poner en nuestra vida más entusiasmo, más
agradecimiento y más responsabilidad para obtener cohesión y alegría”, argumentó.
En este sentido, citó a  Martin Luther King:  “Posiblemente ustedes no son
responsables de la situación en la cual se encuentran, pero lo serán si no hacen nada
para cambiarla”.

El experto invita a liberarse del sentimiento de insuficiencia que lleva a las personas
a lamentarse y transformarlo en “sentimientos” de estima y de “amor por sí mismo”.
El autor argumenta en su libro que el bienestar físico y mental llegará solo
cambiando las sensaciones y la visión de las cosas. Poner en sintonía los aspectos
prácticos de la vida y de las emociones para evitar caer en la trampa de la persona
que se hace pasar por víctima.

Fe, confianza, ayuda al prójimo, desarrollo de las propias capacidades hacen parte de
los elementos que sirven para salir del papel de víctima en la vida familiar, en las
relaciones interpersonales, en el mundo del trabajo. “Deja ya de lamentarte, y
comienza a valorizarte, respetarte y amarte”, insiste el autor.

Quejarse o no quejarse…
¿Por qué recomienda dejar de quejarse?
Debido a que las quejas nos impiden encontrar una solución, nos hacen dispersar la
energía, generan un estado de ánimo negativo e influencian las relaciones
interpersonales.

¿Por qué nos quejamos?


Porque estamos acostumbrados a hacerlo, porque no estamos satisfechos con
nuestra vida y porque es un mecanismo efectivo para manipular a los demás. Hay
toda una cultura que apoya este hábito. Quizás nuestros padres también nos
enseñaron a quejarnos, tal vez porque a menudo ellos lo hacían.
¿Todos se lamentan?
No, hay un porcentaje de personas que, a pesar de tener razones válidas, deciden
enfrentar las dificultades desarrollando habilidades emocionales y técnicas y, por lo
tanto, habilidades para resolver problemas.

¿Las personas notan que son presas de este hábito?


No todos, a veces es tan habitual hacerlo que uno no se da cuenta de la parálisis
egocéntrica de la que uno es víctima. Incluso alguien puede decir: ‘¿Qué puedo hacer
si yo soy así!’
Bueno, pero esto enferma de alguna manera ¿no?. ¿Existe una relación entre
quejarse siempre y daños al cerebro?
Investigaciones científicas recientes, realizadas en la Universidad de Stanford, han
demostrado que escuchar o producir contenido de más de treinta minutos al día
imbuido de «negatividad» daña el cerebro. En cambio, las personas que
conscientemente eligen transformar las llamadas «crisis» en oportunidades son en
realidad benefactores, verdaderos arquitectos de las redes neuronales que mejoran la
funcionalidad del cerebro.

¿Siempre es malo quejarse?


Pueden haber momentos de dificultad, de dolor, que pueden inducir a una persona a
tener un tono descendente y también a sentir enojo: en ese caso no hablamos de
quejarse, sino de una reacción a algo que nos ha lastimado. Podemos definirlo como
un estallido momentáneo que siempre está dirigido hacia una solución.

¿Por qué quien juzga a un hermano está equivocado?


Cuando el juicio es destructivo, tendemos a devaluar al otro con la intención de
hacerlo sentir culpable o equivocado. Esto induce un clima en las relaciones negativo
que puede conducir a conflictos y mecanismos ansiosos y depresivos.

¿Cómo se puede revertir esto de una manera positiva y esperanzadora?


Activando el juicio constructivo que tiende a ayudar al otro, diciendo cómo puede
mejorar ese comportamiento o ese rendimiento, respetando su identidad.

El Papa nos invita a no mirarnos  demasiado al espejo, sino a mirarnos dentro.


¿Cómo juegan el narcisismo y la vanidad contra la felicidad de la persona?
La verdadera belleza es la belleza interior, el narcisismo es un giro negativo y egoísta
que conduce a la fealdad de las relaciones. Mirarse hacia adentro para ver que somos
seres espirituales, que estamos haciendo una experiencia humana y Dios nos ayuda,
si nos ponemos en la condición correcta.

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