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Un domingo, el narrador y su novia estaban en un parque besándose después de no verse por un tiempo. Su novia es bonita y le gusta vestirse de amarillo y negro y teñirse el pelo de rojo. Después de horas de conversación y besos, ella le dice que tiene hambre y él va a buscarle frutas. Cuando regresa, se sorprende al encontrar a su novia comiendo la banca de madera del parque, habiendo comido una pata ya. Ella le explica que es lógico porque es una pájara carpintera
Un domingo, el narrador y su novia estaban en un parque besándose después de no verse por un tiempo. Su novia es bonita y le gusta vestirse de amarillo y negro y teñirse el pelo de rojo. Después de horas de conversación y besos, ella le dice que tiene hambre y él va a buscarle frutas. Cuando regresa, se sorprende al encontrar a su novia comiendo la banca de madera del parque, habiendo comido una pata ya. Ella le explica que es lógico porque es una pájara carpintera
Un domingo, el narrador y su novia estaban en un parque besándose después de no verse por un tiempo. Su novia es bonita y le gusta vestirse de amarillo y negro y teñirse el pelo de rojo. Después de horas de conversación y besos, ella le dice que tiene hambre y él va a buscarle frutas. Cuando regresa, se sorprende al encontrar a su novia comiendo la banca de madera del parque, habiendo comido una pata ya. Ella le explica que es lógico porque es una pájara carpintera
Un día domingo, mi novia y yo estábamos bien acaramelados
en la banca de un parque. Besitos por aquí, besitos por allá, en fin, besitos por todos lados. Teníamos mucho tiempo de no vernos. Ella, había viajado a la reserva de “Bosawas” en la Costa Atlántica de Nicaragua. Quiero decirles también que mi novia es muy bonita le encanta vestirse de amarillo y negro, se pinta el pelo de color rojo.
Estoy muy enamorado de ella, me ha demostrado que
también me quiere, porque no se avergüenza de salir conmigo a pesar que soy moreno. Pero bueno les contaba el principio que estamos sentado en la banca de un parque. Pues resulta que mi novia,
después de varias horas de plática y besos, me dijo
que tenía mucha hambre, entonces yo le dije: No te preocupes mi amor, te voy a traer algunas frutas, espérame. Y me fui a conseguir mangos y jocotes dulces para mi noviecita. Pero cuando regrese me lleve una gran sorpresa. Encontré a mi amor, a mi tesoro comiéndose la banca del parque que era de madera. Ya se había comido una de las patas y amenazaba con comerse el respaldo de la banca. Yo asustado le grité:
¡no mi amor!, ¿Cómo es posible que hagas
eso? Ella con la mayor naturalidad del mundo me respondió: Es lógico, corazón de mi vida, no te has dado cuenta que yo soy una pájara carpintera. Y, claro, cómo iba a saber eso, sí yo soy otro tipo de pájaro. Soy un sencillo y negrito zanate.