Está en la página 1de 4

LOS CRISTIANOS Y LA LECTURA

En cierta ocasión leí: “Uno de los medios que el Señor usa para la formación y
crecimiento en madurez de su pueblo son los libros” 1. Estoy convencida que esto
es verdad. A través de los años Dios en su divina providencia ha dado a su iglesia
grandes maestros de la Escritura, ellos han impactado nuestra vida a través de
sus escritos. Escritos que atesoramos, porque aunque no son la Palabra de Dios,
sí tienen su origen en ella.

El apóstol Pablo escribe a Timoteo: “Entre tanto que voy, ocúpate en la


lectura, la exhortación y la enseñanza” 2. El apóstol era un cristiano que invertía
tiempo en la lectura, lo sabemos porque mandó traer los libros y los pergaminos
que había dejado en Éfeso (2 Ti. 4:13). Los libros eran importantes para Pablo y
los pergaminos tenían un mayor valor para él, porque eran la Palabra de Dios.
Pablo desea que en la agenda de Timoteo y de toda la iglesia en Éfeso esté
también la lectura, por eso le escribe puntualmente este mandato.

La lectura no solo debió ser importante y primordial para Pablo, Timoteo y para
los cristianos de ese tiempo, sino que la lectura debe ser una prioridad en todo
cristiano que desea madurar en carácter, crecer en conocimiento y aumentar su
amor hacia Cristo. En este artículo incluimos tres lecturas que todo cristiano debe
hacer para gloria del Trino Dios.

1. LECTURA DE LA BIBLIA

Una de las frases tan conocidas de Charles Spurgeon es: “visita muchos buenos
libros, pero vive en la Biblia”. Nada puede sustituir la lectura de la Biblia en nuestra
vida. La Biblia no es cualquier libro, la Biblia es la Palabra de Dios, por ello los
cristianos debemos apreciar la lectura de la Biblia por encima de cualquier otra.
Tristemente muchos cristianos hoy en día están leyendo infinidad de libros y
dejando la Biblia a un lado, se deleitan más en la lectura de otros libros que en la
lectura del libro de Dios.

1
CABALLERO. Jaime. D. 2018. El misterio de la providencia. Lima-Perú. Teología para vivir. Pp. 14
2
1 Ti. 4:13 RVR 1960
El Salmista escribió:

¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos,


Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los
escarnecedores, Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite,
Y en Su ley medita de día y de noche! 3

La delicia primaria de este hombre no son los escritos humanos, sino los
divinos. Su delicia radica en meditar lo que lee y lo que lee es la ley de Dios.

No estamos diciendo que no debes deleitarte en ningún otro libro, sino que
nuestra delicia primaria debe ser la Palabra de Dios, ella debe ser la miel más
dulce a nuestro paladar. No importa que ya hayas leído la Biblia de tapa a tapa
una o varias veces ¡hazlo nuevamente! “Sin importar lo eruditos que ya seamos
con respecto a la Escritura, todos los días necesitamos acercarnos a ella como
niños, pidiéndole al Espíritu Santo que nos enseñe, independientemente de todo lo
que ya sepamos y entendamos, la Biblia sigue siendo una fuente inagotable de
entendimiento de la mente de Dios que está esperando por nosotros” 4.

Antes de adentrarnos en la lectura de cualquier otro libro, adentrémonos en


el estudio profundo de la maravillosa Palabra de Dios. No debe existir mayor
deleite para el creyente en Cristo que leer el libro de Dios.

2. LECTURA DE BUENOS LIBROS CRISTIANOS

Una vez que ha quedado claro que la lectura de la Biblia no debe ser sustituida
por ninguna otra lectura. Entonces queremos explicar que lo segundo en que
deben estar ocupados los cristianos, es la lectura de buenos libros.

Los buenos libros son aquellos que están empapados de Biblia. Escritos
que exaltan a Cristo y su evangelio, que explican fielmente las doctrinas bíblicas y
que cuando fueron redactados buscaron la gloria de Dios y no la del hombre. Que
gozo hermanos que Dios en su providencia nos ha dado esos tipos de libros, que
cuando los leemos nuestro corazón reboza de alegría porque quedamos
3
Salmo 1:1-2 NBLA
4
BRIDGES. Jerry. La disciplina de la gracia. Editorial: CLC. Pp. 179
asombrados al conocer quien es Dios y nos humillamos porque conocemos
también quien es el hombre. Creo que leer los clásicos que han sido usados por
Dios para la formación de muchos a lo largo de los siglos no tiene precio.5

En un taller de lectura le preguntaron al exponente ¿qué libros debe leer un


cristiano, sí, porque sí? Su respuesta fue: San Agustín, los puritanos (John Flavel,
John Owen, John Bunyan etc.), los reformadores (Juan Calvino, Martín Lutero
etc.) otros como: R. C Sproul, C.S Lewis. 6 Concuerdo totalmente con su
respuesta, Dios levantó a estos hombres para la alabanza de su gloria, porque al
leer lo que ellos escribieron nuestro corazón se dirige hacia eso único, glorificarle
a Él. Quizá discreparemos con ellos en algunos puntos, algunas doctrinas las
analizaremos, pero al fin y al cabo aprenderemos.

Ahora no olvidemos que Dios sigue y seguirá levantando hombres y


mujeres que por su gracia los capacita para bendecir a su iglesia por medio de sus
escritos. Por ello no despreciemos los escritos contemporáneos, sino al contrario
agradezcamos a Dios porque sigue dando siervos cuyo llamado es dedicar su
tiempo, esfuerzo, conocimiento para escribir. Vayamos a sus libros de sana
doctrina, aquellos libros que podemos llamar manjares literarios, porque
saldremos saciados del conocimiento de Dios.

3. LECTURA DE LIBROS NO CRISTIANOS

Dios en su gracia común ha dado mentes brillantes a corazones que no lo son.


Hablamos de personas cuyo corazón no ha sido regenerado, pero cuyas mentes
gozan de la maravillosa gracia de Dios. Podemos acercarnos a libros cuyos
autores no son cristianos, porque nosotros si lo somos y el Espíritu santo que los
capacita a ellos para escribir, nos capacita a nosotros para discernir.

Juan Calvino escribió “Leed a Demóstenes o a Cicerón; leed a platón o a


Aristóteles, o a cualesquiera otros autores profanos” 7. Calvino escribió esto para
explicar lo sobre natural de la Escritura, comparado con lo que los humanos
5
CABALLERO. Jaime. D.2018. El misterio de la providencia. Lima-pero. Teología para vivir. Pp. 14.
6
Parafraseé a Becky Pliego en su respuesta dada en el taller del ABC de la lectura. sábado 16-06-2021
7
CALVINO. Juan. 2013. Institución de la religión cristiana, LIBRO I. FELiRe. Pp. 36.
escriben. Sin embargo tomamos esta cita para explicar como él aconsejaba leer a
los no cristianos, pues él los leía también. Leer a los profanos llevaban a Calvino a
aumentar su asombro por los escritos divinos, lo llevaban a ver como los escritos
de platón, Aristóteles etc., no se comparaban con las Escrituras, por más artísticos
y elegantes que fueran.

Los no cristianos han escrito sobre diversos temas los cuales los cristianos
no solo queremos saber, sino que necesitamos conocer. Es claro que existen
libros que definitivamente no abriremos porque cuyo contenido solo pervertirá
nuestra mente y dañará nuestro intelecto, pero aquellos que lo nutrirán y
desarrollaran, a esos escritos debemos acercarnos. “Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno
de alabanza, en esto pensad” 8. Acerquémonos a estos escritos porque estoy
segura que saldremos maravillados de como Dios también usa a los profanos.

4. CUATRO RECOMENDACIONES PARA LEER BIEN


1. Elige un libro de tu interés.
2. Determina un lugar y un tiempo para leer.
3. Toma notas de tu lectura (cuaderno, pots-its o margen del libro).
4. Comenta tu lectura con alguien más.

CONCLUSIÓN

Que toda lectura que hagamos sea para la gloria de Dios, para el crecimiento de
nuestro amor por Él y para bendición de muchos.

8
Filipenses 4:8 (RVR 1960).

También podría gustarte