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METODOLOGIA BIBLICA
ROSA HEREDIA
CI 24.462.104
SECCION: SABATINO A
DISPOSICIONES NECESARIAS PARA EL
ESTUDIO DE LA BIBLIA
2) Espíritu dócil
La persona que es obstinada y terca nunca aprende; cuando
alguien no esta dispuesto a hacer a un lado sus ideas
personales o preferidas, dejar lo que antes le enseñaron, o
piensa que sabe mucho, jamás aprenderá algo de la palabra de
Dios. Cuando usted lea la Escritura, mantenga su mente
abierta y libre de prejuicios, para recibir y aprender algo
nuevo que tal vez usted entendía de otro modo; disponga su
corazón a aceptar la enseñanza y la corrección haciendo a un
lado cualquier idea que usted tenga contraria a lo que lee en la
Biblia.
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La lectura constituye el fundamento de todo aprendizaje; se
dice que: “si sabes leer, puedes aprender cualquier cosa”. Por
esto, quien quiera estudiar la Biblia, tendrá que adquirir la
capacidad de leer bastante, y la disciplina de hacerlo
constantemente. El estudio Bíblico es esencial para crecer en
conocimiento y aprender mas de Dios, y todo lo que tenga que
ver con él. La practica de leer en forma regular las escrituras
es lo que lleva al lector a convertirse en estudiante; que es
precisamente lo que Cristo quiso decir con eso de “escudriñad
las escrituras”. La lectura diaria de la Biblia es para la vida
espiritual, lo que el alimento diario para la vida física. Así
como necesitamos comer diariamente para mantener el nivel
de energía, también el hombre espiritual ha de alimentarse en
forma regular con la Palabra de Dios. Fijar una hora
determinada para estudiar todos los días y sujetarse a ella
fielmente es un requisito indispensable, ya que las buenas
intenciones por si solas muy pocas veces se realizan; el ser
disciplinado en la lectura y estudio de la Biblia nos evitara de
ser lectores ocasionales, lo cual trae muy pocos beneficios.
Principios para el estudio bíblico
Examine (Jn. 5:39)
Existen muchas formas de lectura descuidada y desatenta.
Coleridge clasificó a los lectores en cuatro clases. «La
primera clase fue comparada a un reloj de arena, siendo su
lectura como la arena que atraviesa de un lado para otro y no
deja ningún vestigio tras sí. La segunda clase se asemeja a una
esponja que empapa todas las cosas y las devuelve
prácticamente de la misma manera. La tercera clase es como
un colador, que deja pasar todo lo que es puro y retiene sólo el
desperdicio y los sedimentos. La cuarta clase es como el
esclavo de Golconda, que deja de lado todo lo que es sin
valor, conservando sólo las piedras preciosas». O tal vez
debiésemos comparar la cuarta clase con una batea de minero
usada para retener el metal puro mientras la escoria es
rechazada.
Algunos métodos
Estos son los principios generales sobre los cuales la Palabra
de Dios aconseja al lector sincero a proseguir su estudio.
Además de esos tres, hay algunos métodos obvios para hojear
de forma provechosa el contenido de la Biblia, que deben ser
observados cuidadosamente.