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PENSAMIENTO MILITAR DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR

La acción de Simón Bolívar y del ejército libertador, pasó a la historia universal,


por ser el primer ejército que salió a liberar pueblos, no a sojuzgarlos, ni a
oprimirlos. El ejército Bolivariano lucho, no para conquistar territorios, ni para
esclavizar pueblos, ni apoderarse de tierras o riquezas, sino para darles la libertad,
inclusive fue creador de Estados y nuevas Repúblicas, como el caso de Bolivia.
No aceptó Bolívar, recompensas y las que se le otorgaron, las devolvía para la
inversión social, para pagar deudas públicas, o gastos militares.
El pensamiento de Bolívar sigue hoy vigente, en su clara posición en contra del
Imperio español y también avizoró el peligro del Imperio de Estados Unidos que
estaba en proceso de formación.
Clara es la posición de Bolívar y los patriotas, cuando en carta del 29 de
Noviembre de 1818 expone:

“7º Últimamente declara la República de Venezuela que desde el 19 de abril de


1810, está combatiendo por sus derechos; que ha derramado la mayor parte de la
sangre de sus hijos; que ha sacrificado todos sus bienes, todos sus goces y
cuanto es caro y sagrado entre los hombres por recobrar sus derechos soberanos,
y que por mantenerlos ilesos, como la divina providencia se los ha concedido, está
resuelto el pueblo de Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas,
si la España, la Europa y el mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo
español.”
Hoy la dignidad, soberanía de Venezuela y los Estados de la América del Sur, se
ven amenazados por el imperio de los Estados Unidos, pero igual  a la conducta
de Simón Bolívar, del ejercito Bolivariano y pueblo soberano de ayer, nos
corresponde asumir hoy, ante el momento histórico que nos toca vivir, la defensa
de la patria  grande .La creación de las milicias populares, del ejercito
latinoamericano y caribeño unido, garantiza nuestra soberanía e independencia.
Su pensamiento antiimperialista sigue vigente.
Un pensamiento del Libertador: “Para nosotros la Patria es la América”. (Proclama
a la División de Urdaneta, 12 de noviembre de 1814)

Campaña de magdalena:

Luego de la pérdida de la primera República con la Capitulación de Miranda el 25


de julio de 1812, República nacida el 5 de julio de 1811, el coronel de 29 años
Simón Bolívar emigrado en Curazao, regresa a finales de octubre de 1812 hacia
Cartagena de Indias, donde emite el 15 de diciembre su famosa “Memoria dirigida
a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”, documento conocido
como el “Manifiesto de Cartagena”, donde mencionaba las causas de la crisis
venezolana y a la vez solicita apoyo para iniciar su expedición redentora; las
autoridades de Cartagena presidido por el general Manuel Rodríguez Torices le
facilitan el apoyo inicial, le reconocen el grado de coronel y el 21 de diciembre lo
asignan a las órdenes del coronel francés Pedro Labatut como comandante de
guarnición en Barrancas próximo al río Magdalena, con 70 voluntarios en misiones
de seguridad y vigilancia, sin autorización de emprender ninguna acción ofensiva.
Nuestro futuro Libertador, no se dio por desmoralizado ante este nombramiento de
carácter casi administrativo y no operativo; por propia iniciativa se dedicó a buscar
más voluntarios, armas y logística. Mientras espera respuesta de las autoridades
para avanzar río arriba realiza una apreciación de la situación sobre la presencia
realista a lo largo del majestuoso río Magdalena, concluye en desarrollar
operaciones de corto alcance. Sin permiso del comandante militar Labatut, inicia
su afán emancipador. El 23 de diciembre ocupa la fortificación de Tenerife
integrada por 500 efectivos del ejército español; seguirá exitoso el día 24 hasta la
pequeña población del Plato, el 25 ocupa Zambrano, el 26 y 27 combate en
Mompox adonde llega el día 27; su ejército lo ha triplicado con entusiastas y
espontáneos jóvenes neogranadinos, la capacidad de movilidad para su creciente
ejército, se lo facilita la incorporación de 15 embarcaciones menores para
continuar hasta Guamal el 29 de diciembre, Banco y Chiriguaná el 31, continuando
sin encontrar resistencia realista hasta las poblaciones de Tamalameque, Puente
Real, y el Peñón para entrar victorioso el 8 de enero al importante Puerto Nacional
de Ocaña que por su ubicación estratégica es utilizado como base logística
avanzada con 640 efectivos para apoyar las fuerzas en Santa Marta. Presionados
los realistas se retiran hacia Villa de Upar, siendo alcanzados por Bolívar y
combatidos con éxito. El ejército libertador dispone de 800 soldados con alta moral
y deseos de luchar; desde Ocaña Bolívar solicita autorización a las autoridades
neogranadinas para avanzar hacia Cúcuta y Mérida. El 21 de febrero ocupan La
Aguada. El 22 de febrero derrotan a las fuerzas que se encontraban defendiendo
la localidad de Salazar de la Palmas. El 27 de febrero recibe en la población de
San Cayetano a orillas del río Zulia, un importante contingente en refuerzo, entre
los que se encontraban brillantes oficiales tales como: Rafael Urdaneta, Luciano
Deluyar, Antonio Ricaurte y Atanasio Girardot; con tan importante grupo avanza en
la tarde del 27 destrozando las avanzadas realistas que se retiraban hacia Cúcuta;
el 28 de febrero combate en San José de Cúcuta contra 1400 efectivos del
experimentado general realista Ramón Correa, reforzado con tropas enviadas de
Trujillo, Mérida y Maracaibo, quien derrotado se retira hacia La Grita, en esa
acción se destacó el coronel José Félix Ribas, realizando un ataque frontal con
fuego y a punta de bayonetas, para destrozar a las fuerzas oponentes, que al abrir
sus flancos fueron atacados por las unidades de maniobra. El ejército capturó
varios cañones y pertrechos que utilizaría en las operaciones hacia Venezuela.
Bolívar, envía a Cartagena con urgencia una exposición de motivos exponiendo
las ventajas para perseguir y atacar a las fuerzas realistas; la respuesta recibida el
7 de mayo, lo autorizaba para emprender operaciones únicamente hasta Mérida y
Trujillo. El 1ro de marzo ocupa San Antonio del Táchira donde emite una Proclama
dirigida a los soldados y a los ciudadanos de San Antonio, les diría entre otros
aspectos:”…Vosotros tenéis la dicha de ser los primeros que levantáis la cerviz
sacudiendo el yugo que os abrumaba con mayor crueldad porque defendisteis
vuestros sagrados derechos”. El Congreso de la Nueva Granada lo asciende a
General de los Ejércitos y designado Ciudadano de la Nueva Granada. El
Libertador regresa a Cúcuta para organizar al ejército e iniciar el 14 de mayo su
magistral Campaña Admirable.

Campaña Admirable:
Tal día como hoy, hace 205 años, Simón Bolívar entró triunfalmente en Caracas,
desde la población de Cúcuta, en la Nueva Granada, coronando con éxito la
Campaña Admirable, dando inicio a la Segunda República de Venezuela y
obteniendo el título de Libertador.

Esta gesta militar se le conoce como Campaña Admirable, en virtud de la


velocidad de los avances y de la efectividad de la organización de las columnas
comandadas por Atanasio Girardot y José Félix Ribas.

Todo se inició con la toma de la ciudad de Ocaña el 8 de enero de 1813,


continuando con una serie de enfrentamientos en Tenerife, Plato, Zambrano,
Mompós, Guamal, Blanco, Chiriguaná y Tamalameque, que abren el acceso al río
Magdalena y por ende las comunicaciones con la capital.

Esta ofensiva estuvo marcada por diferencias de opiniones entre Bolívar y el


neogranadino Manuel del Castillo y Rada, quienes no lograron ponerse de
acuerdo para ingresar a Venezuela.

Bolívar logra una primera autorización del Gobierno bogotano para ingresar con
sus tropas hasta La Grita, lo cual no colmaba sus aspiraciones. Inmediatamente
escribe de nuevo explicando sus razones para ingresar a Venezuela sin
limitaciones, y es respondido con un nuevo permiso que lo llevaría hasta las
poblaciones de Trujillo y Mérida.

En la espera de la respuesta del Gobierno neogranadino planificó la campaña que


tendría en principio dos vertientes, pero que después simplificó, dada la urgencia
que tenía de limpiar de realistas ese territorio y de abrirse paso hacia la capital
venezolana.

La ruta trazada salió de Cúcuta a San Cristóbal, de allí a La Grita, continuando


hacia Mérida y Trujillo. El itinerario se cumplió tal como estaba programado para la
división comandada por Bolívar, quien, al llegar a Trujillo, decretó la Guerra a
Muerte que en principio había iniciado Antonio Nicolás Briceño con la toma de la
ciudad, la muerte de dos ancianos españoles en Mérida y la publicación de un
documento donde ordenaba la muerte de los europeos.

El ejército fue organizado por Bolívar en dos columnas. La primera, dirigida por
Atanasio Girardot, teniendo como segundo a Luciano D’Elhuyar.

La otra columna estuvo comandada por José Félix Ribas, quien contó como mayor
general a Rafael Urdaneta y como comandante de artillería a José Tejada.

Girardot vence a Manuel Cañas en Aguas de Obispos; Ribas avanza desde


Mérida a Boconó y Bolívar sale de Trujillo hacia Barinas sin el permiso del
Gobierno neogranadino, con la intención de enfrentar a Antonio Tízcar, quien a
pesar de tener aproximadamente dos mil hombres a su mando, prefiere retirarse
hacia Guayana.

José Félix Ribas vence al comandante José Martí en la Batalla de Niquitao y parte
dos días después hacia El Tocuyo, ciudad que toma sin resistencia. Continúa
hacia Barquisimeto, encontrándose con las tropas del coronel José Oberto en Los
Horcones, donde las derrota completamente.

Bolívar, por su parte, marcha hacia Tinaquillo para enfrentar al realista Julián
Izquierdo. Éste, quizás buscando un lugar más propicio para enfrentar a Bolívar,
retrocedió, siendo encontrado en Taguanes, donde fue derrotado con un ataque
de infantería y caballería que lo envolvió, perdiendo su vida y la de la mayoría de
sus soldados.

Con esta batalla y el retiro de Monteverde de Valencia, se despejó el camino de


Bolívar hacia la capitulación que se firmó en La Victoria el 4 de agosto. Dos días
después ingresa a Caracas en medio de una gran algarabía y de honores civiles y
militares que se les rinden a los libertadores.
La Guerra a Muerte
Uno de los capítulos más polémicos en la vida del Libertador Simón Bolívar fue la
promulgación del Decreto de Guerra a Muerte, por el cual se agudizó el conflicto
entre españoles y venezolanos y se ordenó la muerte de los primeros, aun siendo
inocentes, mientras que se aseguraba la vida de los venezolanos, incluso siendo
culpables.

Son muchos los historiadores que se han ocupado de analizar este episodio de la
Campaña Admirable, ubicando su inicio en la actuación del coronel Antonio
Nicolás Briceño, quien, en ocasión de haber tomado a Mérida, procedió a ejecutar
a los españoles de la ciudad, basado en un escrito que había redactado
conjuntamente con otros hombres notables que le acompañaban.

Con este decreto se inició una lucha a muerte que finalizó con la firma de un
tratado de regulación de la guerra en Santa Ana, Trujillo, en 1820.

La Gaceta de Caracas, el primer periódico en la historia de Venezuela, propuso en


su edición del 26 de agosto de 1813: "Que se considere al héroe caraqueño en
medio de un concurso de más de treinta mil almas recibiendo los honores sinceros
de todo un pueblo a quien acaba de liberar, manifestados por la más tierna
sensibilidad, y expresados por las aclamaciones repetidas de: viva nuestro
Libertador, viva la Nueva Granada, viva el Libertador de Venezuela".

Exilio a Jamaica:
Un 9 de mayo de 1815, el Libertador Simón Bolívar parte nuevamente al exilio,
esta vez gracias a las intrigas de los “patriotas” de Nueva Granada. Amargo el
destierro, lejana la esperanza, tórnase a una nueva andadura. En esta oportunidad
los patriotas de Cartagena ganaron la batalla de la hostilidad. Bolívar tomó nuevo
rumbo, quizá sin saber por qué se dirigía a la isla de Jamaica a bordo de un buque
de guerra británico.

Le acompañaron Mariño, Briceño, Méndez, Carabaño. En Bogotá se le confirió el


mando de la expedición para liberar a Santa Marta, de esta forma, Bolívar se
despidió eufórico de la capital. 
Cuando el Libertador llega a Cartagena, cuyo mando también se le había
confiado, se encuentra con dos grandes oposiciones: la del gobernador Juan de
Dios Amador y la del brigadier, Manuel del Castillo.

Día a día se cruzaron grandes cantidades de cartas, hubo conferencias, se dejó


entrever la paz, se hicieron protestas de amistad, pero a la hora de llevar a la
práctica los buenos propósitos, todo se derrumbó y Bolívar se vio precisado a
renunciar al mando, lo que hizo en Junta de Guerra con sus oficiales y ante
Marimón. Había triunfado la intriga, la mezquindad, la maquinación. 
Para ese momento el Libertador en compañía de sus más inmediatos, viaja a
bordo de La Descouverte, embarcación británica que lo llevó a Jamaica, isla que le
deparó momentos de profunda reflexión, de análisis, una isla que está grabada en
el corazón de los americanos, en ese entonces se firmó la conocida Carta de
Jamaica.
Carta de Jamaica
La carta fue traducida al inglés el 20 de septiembre de 1815 y está fechada en
Falmouth, donde residía Cullen. En 1945, el investigador colombiano Guillermo
Hernández de Alba encontró este manuscrito en el Archivo Nacional de Colombia
y es conocido como el Manuscrito de Bogotá.
 
El manuscrito original de la Carta de Jamaica, en castellano, es un bien
documental patrimonial perteneciente a la colección de manuscritos del Archivo
Histórico del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
 
En octubre de 2014, una delegación de académicos y especialistas enviada por el
Gobierno de la República de Venezuela consultó el documento y lo analizó
detenidamente, confirmando su autenticidad y fundamental importancia. En
diciembre de 2014, en el marco de la inauguración del edificio sede de la Unión de
Naciones Sudamericanas (UNASUR) se exhibió el documento redactado en
español.
 
`La Carta de Jamaica´ así como el resto de documentos y libros de este legado
histórico, han sido consultados por numerosos investigadores, tanto nacionales
como extranjeros, educadores, estudiantes y público en general.
 
El Archivo Histórico del Ministerio de Cultura y Patrimonio contiene unos 600.000
manuscritos originales y unos 29.000 impresos, que van desde el año 1480 hasta
la actualidad, es decir que recoge cinco siglos de historia. Los fondos
documentales abarcan los periodos de la Colonia, la Independencia y la República
e incluyen correspondencia oficial y particular de personalidades destacadas en el
acontecer nacional, estudios e investigaciones científicas, además de un gran
número de copias manuscritas, mecanografiadas y fotografías de archivos
extranjeros.
 
Estos bienes documentales se encuentran abiertos a la ciudadanía en general, en
concordancia con los derechos culturales orientados a garantizar el acceso público
a la información a través de la puesta en valor, la protección, el fortalecimiento de
los archivos históricos desde los distintos registros documentales con el fin de
promover la praxis de los derechos colectivos, la transparencia y la
democratización de la información.

Entrevista con petion


El 2 de enero de 1816 Petión recibió en Haití a Bolívar quien se hallaba sin dinero
y sin ejército, pero convencido de la posibilidad de alcanzar la libertad para su
Venezuela que se hallaba sumida en la restauración colonial luego de la caída de
la Segunda República.
En esa entrevista el líder haitiano le ofrece al Libertador su más amplia
colaboración en la expedición que iba a preparar en Los Cayos, colocando a su
disposición más de 6.000 fusiles con sus bayonetas, municiones, plomo, víveres,
una imprenta completa y una importante suma de dinero, así como, el permiso
concedido a ciudadanos haitianos para que se alistasen en la expedición.
A cambio de su ayuda Petión solo le pidió a Bolívar, que proclamará la abolición
de la esclavitud en todas las tierras que liberara. Y así fue. Apenas desembarcó
Bolívar en Margarita, Carúpano y Ocumare de la Costa, cumplió con su promesa a
Petión, al proclamar la abolición de la esclavitud en Venezuela.

Batalla de Carabobo y su importancia


Batalla: Bolívar necesitaba que todo su contingente estuviera unido para hacer
frente al ejército español, de modo que tomó a San Carlos como sitio estratégico
de concentración. Sin embargo, los españoles se desplazan hacia la llanura
central de Carabobo.
Mientras tanto, Bolívar y todo su batallón se desplazan hacia Taguanes el 23 de
junio, en donde dividiría al ejército de 6500 hombres en tres divisiones: la primera
división, que iría a la vanguardia, comandada por José Antonio Páez, la segunda
división, ubicada en el centro, comandada por Manuel Cedeño y la tercera División
liderada por Ambrosio Plaza, que sería la reserva.
Cabe destacar, que el ejército de vanguardia de Páez, comprende dos batallones:
Bravos de Apure y Cazadores Británicos.
Para el día 24 de junio, cuando Bolívar hace reconocimiento del terreno, logra
darse cuenta que tanto los accidentes geográficos, como la posición de las tropas
dificultan atacar por el frente o sur. Así pues, atacan por la derecha que estaba
descubierto, con la división que estaba comandada por Páez. Y aunque al
principio tuvieron que replegarse, la Legión Británica consiguió reforzar las
acciones.
Tal fue el ataque de los patriotas, que el ejército realista tuvo que huir, aun
desobedeciendo a la Torre. Esta batalla fue muy sangrienta, por lo que
aproximadamente 2786 soldados realistas perecieron en ella.
Importancia: Hay que tomar en cuenta que la prioridad era el rescate de Caracas,
entendiendo que al ocurrir eso, era más fácil tomar el control del resto del país.
Partiendo de esa idea, Bolívar se jugó sus cartas aglutinando a todo su ejército
disponible, entendiendo que lograr este cometido implicaba todo el despliegue
táctico y de movilización.
Cabe destacar, que, para ese entonces ya Venezuela formaba parte de la Gran
Colombia, lo cual sirvió de plataforma para lograr un mejor apoyo, sobre todo en
cuanto a combatientes.
Si bien esta batalla no fue la definitiva, fue una grave estocada al ejército español,
debido a que muchos de sus militares huyeron, incluyendo al comandante La
Torre. Sería pues la Batalla Naval de Maracaibo el 24 de julio de 1823, la que
terminaría de sellar la independencia de Venezuela.

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