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“UÑAS SUCIAS”

De Luis Barrales Guzmán

OBRA SELECCIONADA IX MUESTRA NACIONAL DE DRAMATURGIA (2003)


ARGUMENTO
Cinco jóvenes futbolistas, miembros de un plantel de 25 jugadores, al borde
de la veintena de años de edad, aspiran al profesionalismo. El anuncio de que cinco de
ellos, y sólo cinco, serán ascendidos al equipo estelar en los próximos días, los mantiene a
todos en un estado de franca tensión y excitación. Una tarde, luego de un convulsionado
entrenamiento, se reúnen a solas en el camarín y especulan sobre los cinco elegidos y las
eventuales razones. Por accidente la puerta de acceso es cerrada con ellos dentro y se ven
obligados a permanecer juntos más tiempo del que hubiesen deseado. En ese escenario se
desatarán todas las pasiones de gloria y reconocimiento fácil a corto plazo. Se van
desentrañando sus feroces visiones de mundo y todas las carencias y máscaras que
arrastran, conformando un violento panorama de un sector de nuestra juventud
contemporánea.

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UÑAS SUCIAS

PERSONAJES:

NEIRA:
Cabrón del equipo. Despectivo y prepotente. Gran jugador, fuerte y lúcido. Defensa
central. 5 clásico.

ZABALA:
Bromista y busquilla. Es bajo y moreno. Tiene lugar en el equipo por su personalidad.
Pertenece al clan de NEIRA. Jugador rápido y hábil aunque un tanto indisciplinado.
Volante creativo por derecha. 8 clásico.

SEPULVEDA:
Capitán del equipo. Líder natural que sabe imponerse sin malas armas. Es correcto.
Jugador de gran despliegue físico que hace el trabajo primero que todos sin ufanarse.
Imprescindible en la cancha. Volante central. 6 clásico. 8 moderno.

ORTEGA:
Flaco y apocado. Es el suche de NEIRA. Flojo y de reacciones lentas. Sin ambición, de un
carácter muy ingenuo. Tercer arquero. Tiene una cicatriz en el cuello y pecho.

LAJA:
Extranjero en el equipo, viene de provincia. Recién llegado, es resistido. Parece no
pertenecer del todo a esa atmósfera. Jugador fuerte y efectivo aunque irregular, entra y
sale del equipo titular. Volante creativo por izquierda. 10 clásico. 9 ½ moderno.

Ninguno de ellos supera los veinte años.

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CUADRO UNICO

Un camarín de fútbol. Sólo lo adorna un gomero muerto y seco. En la muralla del fondo se
lee, en grandes y viejas letras: “AQUI SE HACEN LOS CAMPEONES”. Afuera es
invierno, llueve muy fuerte. Es tarde-noche. Entra NEIRA seguido por ORTEGA y
ZABALA. Atrás aparece SEPULVEDA. Vienen agitados y sucios de barro y tierra.

ORTEGA: Tengo hambre. Tengo más hambre que la chucha.

NEIRA: ¿Qué hora es?

ORTEGA: Tarde.

NEIRA: ¿Qué tan tarde?

ORTEGA: Una hora más tarde.

NEIRA: Mierda.

SEPULVEDA: ¿Por qué tanto apuro?

NEIRA: Tengo una entrevista.

ZABALA: ¿Una entrevista? ¿Dónde?

NEIRA: ¿Qué te importa?

ZABALA: Me importa, porque el profe habló de unas entrevistas la semana pasada.

NEIRA: No son las mismas.

ZABALA: ¿Esta dónde es?

NEIRA: Puta que preguntai, mierda.

ZABALA: ¿Y pa’ qué te urgís tanto?

NEIRA: En la radio, huevón, en la radio.

ZABALA: ¿En qué radio?

NEIRA: En la radio “Tu hermana”, conchatumadre. La que todos sintonizan. (Hace un


gesto de ensartar)

ORTEGA: A esa le gustan las antenas.

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ZABALA: Y a vos te gusta el aparato entero. Chupai verga como colegiala.

NEIRA: ¿Cómo esa pendeja que tenís de mina?

SEPULVEDA: Así que ahora está bailando en la tele.

NEIRA: Dice que ya no le gustan las pichulas de futbolistas. Ahora le toca a los
productores.

ORTEGA: Total, ya se comió a todo el equipo.

ZABALA: ¿Te la comiste tú, flacuchento de mierda? Contesta, conchetumadre.

ORTEGA: No, porque le gustan los puros picos gordos.

NEIRA: Tranquilo, Zabala, La loca empezó por los titulares. Este tallarín es tercer arquero.
(Calcula) En dos meses más le va tocar su porción.

SEPULVEDA: Empezó por los titulares porque eso es lo que quiere. Titulares de diario.

NEIRA: En la portada de “La Cuarta” la vi el otro día a la culiá. Lloraba la carta porque
tiene a la mamá enferma o una huevada así. ¿Qué tiene la vieja, Zabala?

ORTEGA: Sida debe tener. Si es más cachera que la hija.

ZABALA: ¡Cállate conchetumadre! (Se abalanza sobre ORTEGA. NEIRA lo detiene)

NEIRA: Ya, relájate pendejo. Ya puh, ¿qué tiene la vieja?

ZABALA: (Habla en serio) Sida, huevón.

NEIRA: ¡Santa María puta! Cuando yo me la afilaba un día me invitó a tomar once. La
vieja estaba tomando mate y a mi se me antojó probarlo. Yo me puse a chupar de la misma
bombilla.

ORTEGA: ¿De la misma pajita, querís decir?

NEIRA: Eso.

ORTEGA: Pero por una pajita no da sida, pos huevón. (Risas)

NEIRA: Y qué sabí tu, huevón. Esa huevada se pega como los hongos.

ORTEGA: Se llama pie de atleta.

NEIRA: ¿Vos tenís hongos?

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ORTEGA: Sí, poh. Como todos los huevones aquí.

NEIRA: ¿Y vos te considerai un atleta?

ORTEGA: Puta... no sé... juego aquí.

NEIRA: Vos soy una vaca desnutrida.

ZABALA: Un niño argentino.

NEIRA: Si el bicho le diera a los puros atletas, está bien que se llame así. Pero la huevada
le da a puros huevones que valen hongo. Así que se llaman hongos.

ORTEGA: Vos también tenís.

NEIRA: Porque todavía valgo hongo. Mira con los huevones que estoy. Pero ya va a pasar.
Voy a subir al primer equipo la semana que viene.

ORTEGA: ¿Y por qué esta’i tan seguro? ¿Vos soi uno de los cinco?

NEIRA: (Nervioso) No sé. Estoy jugando bien.

ZABALA: Yo también estoy jugando bien.

SEPULVEDA: Yo también.

ORTEGA: Yo no estoy jugando, pero...

NEIRA: Pero qué. Pero tengo a mi papá queriai decir. Tengo un papi que es dirigente.

ORTEGA: “Era” dirigente.

ZABALA: Si poh, era. Lo echaron cagando después de la quiebra. Unos huevones de la


barra lo pillaron curado en una casa de putas una semana después. Andaba como con tres
millones en efectivo el perla, invitando a chupar y bailar a todo el mundo. Los chascones
suda’os casi lo matan a chuletas, por dárselas de winer con la plata de los socios.

ORTEGA: Mi papá los trajo a todos ustedes acá, huevones mal agradecidos. Y vos (A
NEIRA) acuérdate que te pagó una pensión dos meses cuando te tiraste a choro en tu
población, esa vez que no quisiste fumar pasta base con ellos y los huevones prometieron
tajearte.

NEIRA: ¿Y qué? Si el huevón pagaba cien lucas de pensión y en el club pasaba una factura
por doscientas.

ZABALA: Al Laja le hacen la misma. A todos los de provincia se los cagan con las
pensiones.

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NEIRA: Ese huevón que no llore. Ese mierda estudia en un colegio con corbatita de color.

SEPULVEDA: Y qué, huevón. Yo también estudio en colegio con corbatita de color.

NEIRA: Es distinto. Tu llevai diez años acá. Te respeto. Pero a ese Laja retoba’o, un día de
estos me lo encuentro solo y me la cobro.

SEPULVEDA: Camina solo todos los días.

NEIRA: Sabís a que me refiero...

SEPULVEDA: Lo que pasa es que le tenís bronca porque no te compra la entrada al cine.
No te compra la película.

NEIRA: ¿Qué película?

SEPULVEDA: La de cabrón.

ZABALA: En todo caso. El otro día te entró con todo. Sin mala leche pero firme como un
grifo. Y después no te compró la puteada.

NEIRA: Mira (Toma a ZABALA por el cuello) Mira mis manos. Tengo las uñas sucias de
barro por culpa de ese mierda. Me tuve que quedar como chancho en el barro pateando
penales porque ese huaso hijo de maraca se perdió dos seguidos. Tengo el hígado jodido,
por herencia de mi viejo. Las manos se me descueran por cualquier huevada, tengo que
andar comprando cremas como tu pololita que sacude las tetas en la tele. Y ahora tengo las
uñas sucias. (Saca una navaja y empieza a limpiarse las uñas)

SEPULVEDA: Oye, huevón, puede sonar mamón lo que voy a decir pero... se supone que
somos un equipo.

NEIRA: Pa’ vos es fácil decirlo. Vos soy el capitán y el equipo empieza contigo. Pa’ mi:
equipo ni que mierda. Cuando juegue con Zamorano, con Ronaldo, con el guatón Vega, ese
va a ser un equipo.

ZABALA: Pa’ jugar con esos, va a tener que puro jugar play station, compadre. Vaya
haciéndose a la idea.

SEPULVEDA: ¿Dónde se quedó el Laja?

NEIRA: ¿Dónde creís tú?

ZABALA: Está conversando con el profe.

ORTEGA: ¿De qué estarán hablando?

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ZABALA: Capaz que sea uno de los cinco.

NEIRA: Puro chupando pico, puro chupando pico.

ORTEGA: Yo no le tengo tanta bronca.

ZABALA: ¿Qué acaso ése también te está comiendo?

ORTEGA: (A NEIRA) El otro día te puso 30-40 y te dejó atrás con una pura embalada.

NEIRA: Dime ahora que tiene lindas piernas, guatón de Etiopía. (Lo empuja junto con
ZABALA) ¡Que baile! ¡Que baile! ¡Que baile, que baile, que baile!

(Entre NEIRA y ZABALA lo manosean. ZABALA lo puntea por atrás. ORTEGA muerde
a ZABALA en un brazo. ZABALA sangra)

ZABALA: ¡Maricón conchetumadre, me las vai a pagar!

(Toma a ORTEGA y lo voltea contra la pared. Lo castiga con una media mojada como un
látigo sobre su espalda)

ORTEGA: (Grita) ¡¡Te voy a acusar, maricón!! ¡¡Ya vai a ver, te van a echar cagando, va
a venir mi papi a hablar con el profe!!

ZABALA: (Mientras lo sigue golpeando, comienza a botar sangre de su herida y a


salpicar alrededor) ¡Dile que venga, conchetumadre, y dile que traiga un condón, pa’ que
se culeen fuerte el par de viejos maricones!

SEPULVEDA: ¿Qué estai diciendo, huevón? ¿Qué el profe es maricón?

ZABALA: Más maraco que el peluquero del primer equipo. Dicen que se culea a varios de
acá.

SEPULVEDA: ¿De dónde sacaste esa huevada?

NEIRA: Huevadas que el mismo inventa de puro picado porque el profe no le da boleto. Y
ten más cuidado, pendejo. Estai chorreando sangre y vos te estai acostando con esa maraca
que tiene sida.

ZABALA: (Deja de golpear a ORTEGA) La mamá tiene sida. No ella, huevón.

NEIRA: Es la misma mierda. Viven juntas. Con lo caliente que son esas maracas capaz
que entre las dos se culeen al papá.

ZABALA: Neira, culiao. Esa huevona es mi mina, y no quiero que hablís más de ella o si
no...

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NEIRA: O si no qué. (Saca una navaja) ¿Me vai a pegar el sida? ¿Me hago un cortecito
aquí pa’ que me lo peguís?

ZABALA: Vos también te acostaste con ella. Capaz que ya tengai.

NEIRA: Se lo puse por el puro chiquitín. No hay problema.

ZABALA: Ya te voy a encontrar una yaya, conchetumadre. Espérate no más.

NEIRA: Encuéntrale la yaya que le dejé en el culo a tu mina, antes que me aburriera.
Tantéasela con la pichula si es que no te flota dentro.

ORTEGA: A mí me contó que la que se aburrió fue ella. Y que la herida en el culo
tampoco la tiene ella.

NEIRA: Vos la tení en la lengua de tanto chupar pico. (Muestra la navaja) Y te la corto si
no que quedai callado ahora. Soy más huevón, el Zabala te saca la cresta y vos lo defendís.

ORTEGA: Lo que es justo, es justo.

Entra el LAJA. Se produce un silencio. Camina hasta su bolso y lo abre en sin hablar.

NEIRA: A propósito de lengua ¿Lo tiene dulce o amarguito?

LAJA: ¿Qué?

NEIRA: El profe. Si lo tiene dulce o amarguito.

LAJA: El me dijo que tu sabís mejor.

NEIRA: (Muy relajado) ¿Qué estai insinuando? ¿Qué yo soy maraco?

LAJA: (A la vez relajado) ¿Qué estai insinuando? ¿Qué yo te echaría al agua?

NEIRA: Sabís que por tu culpa voy a llegar tarde a una entrevista.

LAJA: Pa’ escuchar huevadas, la gente espera.

NEIRA: ¿Qué te quedaste hablando con el profe?

LAJA: Huevadas que vos no entenderías.

NEIRA: Vos pensai que soy tonto.

LAJA: ¡Ah! Te diste cuenta. Si te diste cuenta es porque no erís tanto.

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NEIRA: ¿Qué huevada hablabai con el profe? Dime, conchetumadre. Aquí yo llevo más
tiempo que tu, así que tenís que decirme.

LAJA: ¿Cuánto tiempo llevai?

NEIRA: Trece años.

LAJA: ¿Y tú, Sepúlveda?

SEPULVEDA: Diez.

LAJA: ¿Y todavía no podís ser capitán, Neira?

NEIRA: Voy a ser Capitán.

ZABALA: ¿Cuándo? ¿Cuándo al Sepúlveda lo suban al primer equipo?

NEIRA: ¿Qué huevada hablabai con el profe?

LAJA: De algo parecido, hombre. Que me suben al primer equipo. Soy uno de los cinco.

NEIRA: (Bajoneado) Mentiroso.

SEPULVEDA: Anda a dar tu entrevista, huevón.

NEIRA: Ya se pasó la hora.

ORTEGA: ¿Cómo tengo la espalda?

NEIRA: No tenís nada.

ORTEGA: Si tengo. Siento como cuncunas andándome ahí atrás.

ZABALA: (Todavía enojado por la herida en el brazo) A la próxima te meto otra cuncuna
por atrás

NEIRA: Ya. Le vamos a echar Hipoglós entonces a la guagua. (Abre un frasco de colonia
barata y se la lanza en la espalda. ORTEGA se queja mientras NEIRA se la esparce) ¿Se
siente mejor, la niña?

ORTEGA: (Todavía sufriendo) Gracias, Neira. Ahora se me desinfectó todo.

NEIRA: Cuando tengai otro problema en la espalda, dile al Laja pa’, que te respire en la
nuca como le respira el profe a él.

LAJA: Como te proyectai, huevón.

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NEIRA: ¡Ja!

El LAJA abre su bolso y saca un frasco de Shampoo dispuesto a ir a la ducha.

NEIRA: Dame shampoo, Laja. Por favor...

LAJA: No.

NEIRA: No seai rencoroso, niño. Vamos, dame un poquito de shampoo que el mío se me
quedó en la casa.

ORTEGA: (Solícito) Yo tengo shampoo. Si tu querís...

NEIRA: No, yo quiero el shampoo del Laja. Es más suave...

LAJA: Perdiste, no sirve para los piojos.

NEIRA: Yo no tengo piojos.

LAJA: ¿Quién dijo que teníai? El piojo erís tú. (Entra en la ducha)

NEIRA: (Gritando) ¡Cuidado, que te puedo chupar la sangre, pendejo!

LAJA: ¡Cuando querai. Empieza por el loly, si querís!

NEIRA guarda silencio unos segundos. Luego camina en puntillas hasta el bolso del LAJA
y lo revisa. Dentro encuentra un libro. Lo muestra a los otros y ríe en silencio. Busca la
botella de shampoo. Muestra varias cosas y ríe. El LAJA sale de la ducha sin que NEIRA
se percate y lo patea por detrás. Pelean. Revolcándose en el suelo, pelean, levantando
cortinas de agua y barro, pelean. Hasta hacerse sangrar, pelean. Nadie más interviene. Se
separan. Ya no pueden más. Están cansados, fuera de sí y sangrantes.

ORTEGA: (Muy conmovido de tanta violencia)¡Ya, por favor, no sigan!

NEIRA: La próxima no librai, hijo de maraca.

LAJA: Andate a estudiar piano, conchetumadre. Con la guitarra no te la pudiste. Erís puro
verso. (Vuelve a entrar en la ducha)

NEIRA: Mierda, mis uñas. Las tengo sucias de nuevo.

ORTEGA: (Habla a causa de los nervios) Una vez fuimos a Mendoza a jugar un
cuadrangular. Nos concentraron en un colegio agrícola o una mierda parecida que estaba en
el campo, pegado a la cordillera, a la chucha de la ciudad. Después del primer partido, en la
noche, nos arrancamos por la ventana y nos queríamos ir de hueveo por ahí. Habíamos
perdido cuatro acero así que nos queríamos ir de hueveo. Nos perdimos, anduvimos
vagando no sé cuanto rato entre unos árboles de mierda que tenían espinas. Nos cansamos

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de tanto hueviar así que decidimos volver a la granja o colegio, no sé qué chucha era. Nadie
sabía el camino de vuelta así que nos sentamos a fumarnos un cigarro que andaba trayendo
alguien y a pensar donde puta estaba el camino. De repente escuchamos ruidos entre las
ramas. Alguien dijo: ¡Cállense, debe ser el profe que nos salió a buscar! Pasó el rato y el
ruido pasó. Pero volvió de nuevo. Cada cierto tiempo volvía de nuevo. Entonces dijeron:
¡Hay que saber quién mierda anda ahí, pa’ saber por donde escapar! y dijeron: ¡Alguien
tiene que ir a mirar! ¿Quién va a mirar? Todos se quedaron callados. Entonces uno
preguntó: ¿Quién es el menos importante aquí? ¿A quién, si lo pillan, no le va a pasar nada?
Al tercer arquero, fijo. Así que fui, conchemimadre. Tomé el cigarro y partí a mirar. No
había andado ni cinco metros cuando siento otra vez los ruidos en las ramas. Estaba oscuro
como culo, los cabros me decían bajito: ¡Mira! ¡Mira! Entonces despejo una ramas que no
me dejaban mirar y ahí estaba: ¡Jesús y la puta que lo parió! ¡Un puma, conchemimadre!
¡Un puto puma que andaba hueviando tan abajo! ¡El mismísimo rey de la cordillera
hueviando con nosotros!

ZABALA: Ya estai inventando huevadas, Ortega.

NEIRA: Es verdad. Yo también lo vi.

ORTEGA: Es verdad. Yo casi me meo.

NEIRA: Te measte.

ORTEGA: No. Era sudor.

NEIRA: Sudor en los bluyines, huevón. (Risas)

ORTEGA: Me sudaban los cocos, huevón. Eran mis hormonas que se pusieron en alerta.
Pegué un tremendo grito y de puro miedo le tiré la colilla en la cara al puma.

SEPULVEDA: ¿Y el puma que hizo?

NEIRA: Le gritó: ¡Agárrense de las manos!

ORTEGA: Ya poh, Neira. Esta huevada es seria.

SEPULVEDA: ¿Qué hizo el puma?

ORTEGA: Esto. (Muestra la cicatriz que tiene en el cuello y pecho)

ZABALA: Soi mentiroso, flaco culiao. Esa huevada te la hiciste en un alambre de púa un
día que fuiste a buscar una pelota que cayó pa’l otro lado.

ORTEGA: Es verdad, conchetumadre, pregúntale al Neira. Tengo el espíritu del puma


dentro de mí, y un día se me va a escapar si me siguen vacilando los conchas de su madre.

(Sale el LAJA de las duchas)

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NEIRA: (Se aprieta la nariz) ¡Uhhh! Salió olor a pico.

LAJA: Tenís que lavarte la canoa de vez en cuando. (NEIRA abre su bolso y saca un
gastado cepillo de dientes)

ZABALA: ¿Pa’ qué es ese cepillo?

LAJA: Pa’ lavarse los dientes. No vís que encontró olor a pico.

NEIRA: Es pa’ limpiarme las uñas, conchetumadre. Todavía las tengo sucias.

LAJA: Eso te pasa por agarrarlo tanto. Te quedó impregnado el olor a pichula.

NEIRA: Ven a chuparme los deditos, entonces. (Entra a las duchas. El LAJA saca un
cigarrillo y lo enciende)

SEPULVEDA: No podís hacer esa huevada acá, Laja.

LAJA: Tranquilo. Si aparece alguien, fui yo solo.

ORTEGA: Si te pillan, te vai a ir cagando.

LAJA: Si me pillan, me voy a ir caminando. Y me va a dar lo mismo.

ORTEGA: Dame una fumada.

SEPULVEDA: Vos sí que no podís, Ortega.

ORTEGA: Qué tanto. Mira esta huevada. Hay puro vapor, el humo pasa piola. (El LAJA
comparte el cigarro con ORTEGA)

LAJA: En el pueblo de donde vengo había un paco que tenía las uñas sucias. Pa’l ’73 el
huevón cazaba comunistas y se los echaba al pecho. Un día el animal andaba borracho y los
otros habían hecho una fosa pa’ enterrar varios cuerpos de una sola vez.

ZABALA: (Se tapa los oídos) ¡No quiero seguir escuchando! ¡No me interesa nada que
tenga que ver con pacos!

LAJA: Escucha, esta es buena.

ZABALA: ¿El paco pierde?

LAJA: Feo.

ZABALA: Entonces sigue.

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LAJA: Alguien llamó y dijo que no taparan la fosa...

ORTEGA: Espera. ¿Quién llamó?

LAJA: ¿Que sé yo, huevón? Napoleón Bonaparte. ¿Pa’ qué preguntai huevadas?

ORTEGA: Es que el Zabala me perdió. ¿Cómo él pregunta huevadas y se las celebran?

LAJA: ¿Me dejai seguir?

ORTEGA: Pero quién llamó.

LAJA: Qué se yo, avispa’o, es una historia que me contaron, yo no había nacido.

ORTEGA: Sigue.

LAJA: Alguien llamó y dijo que no taparan la fosa porque iban a llegar otros comunistas
que traían de otro pueblo o alguna huevada así. Así que los pacos se fueron a dormir y
dejaron la fosa abierta. Estaban en una caseta y pa’ hacer corta la noche se pusieron a tomar
aguardiente. Este paco que les digo, se levantó raja en mitad de la noche por que quería
mear. Estaba volteado, raja, no sabía dónde andaba así que se puso a mear en el borde de la
fosa jurando que estaba en el patio de su casa o no sé dónde chucha. El asunto es que se
cayó al hoyo y estaba tan vuelto que no se dio cuenta. Se quedó ahí, encima de los muertos,
durmiendo la mona como si nada. A mitad de la noche llegaron los otros pacos con lo
muertos nuevos, estaba más oscuro que la chucha y nadie se dio cuenta que estaba el otro
paco ahí así que lanzaron los otros cuerpos encima no más. Ni siquiera ahí el paco despertó.
No le echaron tierra encima porque llamó otro paco diciendo que tenían que anotar el
nombre de los muertos y no sé qué mierda, pero como estaba tan oscuro decidieron hacerlo
en la mañana. Así que ahí se quedó el paco, durmiendo la mona junto a los comunistas
muertos. Cuando amaneció, el huevón seguía curado y todavía no se daba cuenta dónde
estaba. Los otros pacos despertaron y lo vieron ahí durmiendo cagado de frío, abrazadito a
un huevón muerto tratando de buscar calor. Se cagaron de la risa entre ellos y lanzaron un
disparo al aire. El paco despertó, dicen que pegó una mirada a los otros, se sonrío y empezó
a pararse. Ahí se dio cuenta. En un par de segundos se le puso la cabeza blanca de puras
canas.

ORTEGA: ¿Y las uñas sucias?

LAJA: Durmió toda la noche con las manos en el estómago rajado de uno de los muertos.
Tenía las manos rojas enteras y por más que gritó y se las lavó hasta hacérselas sangrar de
nuevo, las uñas le quedaron rojas por dentro. Pa’ siempre. Ahora cuando se para en la calle
a controlar el tránsito y te hace parar con una mano estirada y la otra en la cadera, parece un
travesti ofreciendo el poto.

ZABALA: Por huevón, por elegir ser paco.

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ORTEGA: Tengo una duda, no más. ¿De adónde sacaste tu que los pacos hacían esas
huevadas?

ZABALA: (Que no entendió mucho) Oye, si los pacos son como huevones pa’ chupar.

(Entra NEIRA desde las duchas)

NEIRA: (Al LAJA) Apaga ese cigarro.

LAJA: Si le pegai una chupadita.

NEIRA: Apaga ese cigarro o te lo apago en el hoyo.

LAJA: Siempre pensando en el hoyo. Relájese, Neirita. Si aparece alguien me voy a echar
la culpa solito.

NEIRA: No es por eso, huevón.

LAJA: ¿Por qué, entonces?

NEIRA: Somos deportistas, huevón. (Todos ríen)

LAJA: Somos futbolistas, no más huevón. Esta mierda no es un deporte.

SEPULVEDA: El deporte es para tener un cuerpo sano, y en esta huevada, si a los


cuarenta quedaste cojo no más, es porque tenís suerte.

NEIRA: Entonces ¿Pa’ qué chucha quieren dedicarse a esto?

LAJA: Por lo mismo que tú, caballo culiao. Pa’ ser figuras, pa’ ganar plata.

NEIRA: Son muy básicos, los huevones.

ORTEGA: Vos mismo me dijiste una vez que tu sueño sería que a las minas les transpirara
la zorrita cuando te viesen entrar a una cancha.

NEIRA: Eso viene de yapa.

ZABALA: Eso es lo que importa aquí, huevón. La yapa. A mí no me importa el gol que
haga, huevón, ni el amor a la camiseta, ni el honor, ni ninguna de esas huevadas que
inventó un agila’o que debe haber tenío una vida terrible de fome y se creía Don Quijote.
Cuando hago un gol yo ya estoy pensando que voy a decir en la entrevista. El deporte me lo
meto en el culo. Mi mina me cuenta que en la tele pasa lo mismo. A los huevones les
importa un guañano su arte, lo único que quieren es que los miren.

NEIRA: Y a tu mina le encanta que lo que le miren sea el poto.

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ZABALA: ¿Qué te pasa con la culiá? Parece que estai celoso.

NEIRA: Qué voy a estar celoso por esa flaite. Lo único que quiero es no ver más flaites.
Adonde vivo está lleno de flaites, acá está lleno de flaites. Quiero irme a Europa y no
volver más a este país cuma.

ORTEGA: ¿Y si te llaman a la selección?

NEIRA: Ahí vengo, pero derechito del avión a la cancha y de la cancha al avión.

SEPULVEDA: ¿Y tu familia?

NEIRA: Se nota que vos venís de otra, Capitán. Yo conozco Fantasilandia por fuera no
más, huevón. (Se conmueve internamente) Dame una piteada, Laja. (El LAJA le pasa el
cigarro) Mi papá quiere que sea futbolista pa’ puro ganar monedas y gastárselas chupando.

ZABALA: ¿Tu papá es ese viejo que tiene la tremenda nariz roja?

NEIRA: Qué te pasa, caballo reculiao. ¿Querís que te la deje roja a ti a puros cornetes?

ZABALA: ¿Y cómo tu hueviai a mi polola?

NEIRA: Porque esa huevona es maraca.

ZABALA: Y tu papá se gasta las monedas en maracas.

NEIRA: ¿Te contó tu mina?

ZABALA: Yo culeo gratis. Tu viejo tiene que pagar.

NEIRA: Y qué si tiene que pagar. Yo voy a ganar plata pa’ que el viejo culee todo el día si
se le antoja.

SEPULVEDA: ¿Quién entiende a este huevón? Primero alega porque el viejo quiere ganar
monedas a costa de él y después le quiere pagar una beca en el Lucas Bar.

NEIRA: Qué se meten en huevadas, ustedes. No saben nada. Mi papá es alcohólico, me da


pena. Tengo que hacerme cargo yo de él. Por eso se me descueran las manos, porque tengo
el hígado cagado de tanto que chupó él viejo culiao antes de que me hiciera.

LAJA: Pobrecito.

NEIRA: Sigue hueviando y las vas a pagar todas juntas. (Sienten un ruido fuera) Ortega,
anda a ver quién chucha anda ahí. Si es el profe pega un grito y avisas.

SEPULVEDA: Te van a pillar fumando. (NEIRA apaga el cigarrillo)

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NEIRA: Ni cagando. No me puedo pegar ninguna cagada antes del fin de semana.

ZABALA: ¿Qué pasa el fin e semana?

NEIRA: (Nervioso) Nada. Ya, me tengo que ir. (Entra ORTEGA) ¿Qué pasó? ¿Era el
profe?

ORTEGA: No.

NEIRA: Bien. Chao.

ORTEGA: No te puedes ir.

NEIRA: ¿Por qué?

ORTEGA: No se puede.

NEIRA: ¿Por qué?

ORTEGA: No me van a creer.

SEPULVEDA: Habla pus huevón.

ORTEGA: Es que hay algo en la puerta.

ZABALA: ¿Qué chucha?

ORTEGA: Apareció una huevada en la puerta.

NEIRA: ¿Qué mierda, huevón?

ZABALA: Yo sé. El puma. (Risas)

ORTEGA: No, no, no, no. (Pausa) Una vaca.

NEIRA: ¿Qué?

ORTEGA: Eso. Una vaca. Una gran vaca.

ZABALA: ¿Una vaca? ¿Qué anda haciendo tu mamá por acá?

ORTEGA: Es en serio.

NEIRA: Que va a ser en serio, huevón. Dime qué chucha hay allá afuera.

ORTEGA: Te lo juro, Neira. Una vaca. Se vino del potrero del frente.

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NEIRA: ¡Entonces agárrala a patadas en el culo y la echai cagando!

ORTEGA: No puedo. Me da miedo.

SEPULVEDA: ¿Cómo te va a dar miedo una vaca?

ORTEGA: Es el toro. El toro me da me miedo. Un toro se la está afilando. Están pegaditos


a la puerta. Me da miedo decirles algo.

ZABALA: Diles no más. Te van a entender.

SEPULVEDA: ¿No me estai mintiendo, flaco culiao?

ORTEGA: Te lo juro por el club.

NEIRA: Lindo juramento. Voy a ver que pasa. (Sale)

ZABALA: Soy muy marica, niño argentino.

ORTEGA: Anda a sacarlos tu, a ver si soy tan pulentito. El toro se la está culiando con
cuática, te dicen. Tiene su media corneta de toro metida en el potito de la vaca.

LAJA: Un toro Lajino.

ORTEGA: El toro es negro y grande. Le sale vapor por la nariz.

ZABALA: Ya. Dime que tiene un aro al medio de la nariz, también.

ORTEGA: No sé, no me fijé. Pero me lanzó una mirada muy fea cuando traté de abrir la
puerta. Como de ofendido. (Entra NEIRA)

NEIRA: Es verdad, huevones. Un medio toro negro dándole duro a una vaca blanca.

ZABALA: Blanca con negro será.

NEIRA: No sé, yo le vi el culo no más y lo tenía blanco.

LAJA: ¿Vieron? La vaca no es racista. Ponte a la fila, Neira, parece que le gustan los
negritos.

NEIRA: Y de la corneta grande, chuchatumadre.

SEPULVEDA: ¿Y no se puede moverlos?

NEIRA: Ni cagando. Le sacai la vaca al toro y capaz que te lo ensarte a ti si que se queda
con las ganas. (La vaca empieza a mugir allá afuera)

18
ZABALA: ¡Escuchen! ¡Oye, cómo se queja esa mujer!

NEIRA: Me recuerda a una que ya conozco.

ZABALA: Ya vai a empezar, huevón.

NEIRA: Por lo menos así se quejaba conmigo.

SEPULVEDA: Hay que hacer algo.

NEIRA: Díganle al Laja. Ese huevón viene del campo.

LAJA: Métete debajo de la vaca y la ordeñai mientras el toro se lo ensarta. Así va mugir
más.

SEPULVEDA: En serio. ¿Qué se puede hacer?

LAJA: Que sé yo, huevón. Echarle agua caliente. O que el Neira le menee el culo a ver si
el toro lo prefiere. Total, duele la primera vez nomás, ¿cierto Neira?

SEPULVEDA: Ya pus huevón. Qué se puede hacer.

LAJA: No sé, huevón. Supongo que esperar hasta que terminen. Que el toro se aburra o
pase otra vaca que le guste más.

ORTEGA: ¿Cuánto dura una cacha de vaca?

ZABALA: Pregúntale a tu hermana.

ORTEGA: ¿Qué mi hermana se está juntando con tu mina?

ZABALA: No le haría mal pa’ que despabile la cartuchona. Esas con peinado de monja son
las peores. Cuando lo conozca se le va hacer poco el pedazo del toro que está allá afuera.

SEPULVEDA: Vamos a tener que esperar, no más.

NEIRA: Véndeme un cigarro, Zabala.

ZABALA: Ya. Gamba.

NEIRA: Cómo me vai a cobrar gamba por un cigarro todo cagado.

ZABALA: Si querís me lo comprai.

NEIRA: Esas huevadas valen cincuenta pesos allá afuera.

19
ZABALA: Anda a comprar afuera entonces. Dile al toro que te lo vaya a comprar. Y que te
traiga un sándwich también.

LAJA: Que te haga un choripán con la corneta.

NEIRA: Soy muy turco, conchetumadre.

ZABALA: Soy judío, huevón, judío.

NEIRA: Ya, véndeme uno. (Le estira los cien pesos)

ZABALA: No, ahora valen dos gambas. Me dijiste turco, caballo culiao, así que ahora
valen dos gambas.

NEIRA: Metete el cigarro por la raja.

ZABALA: No me entra. Estoy cartuchito. No como otros.

NEIRA: Ya te acordaste de tu polola.

LAJA: Véndeme uno a mí, Zabala.

ZABALA: Ya. Cincuenta pesos.

LAJA: Vale. Véndeme dos entonces. (Recibe los cigarros y le pasa uno a Neira) Toma,
pa’ que no se te reviente la hiel.

NEIRA: Métetelo en el culo. No fumo a la bolsa de nadie.

LAJA: Ya, te lo vendo entonces.

NEIRA: ¿Cuánto?

LAJA: Gamba.

NEIRA: Soi maricón, caballo culiao.

LAJA: Oye, huevón, te lo estoy ofreciendo a mitad de lo que el árabe este.

ZABALA: No soy árabe, huevón. Soy judío

LAJA: Arabe, judío, la nariz grande, un mantel en la cabeza, la misma mierda. Ya, lo
querís por gamba o se lo regalo al Ortega.

ORTEGA: Vale.

NEIRA: Pa’ adónde vai. Trae. (Paga los cien pesos. La vaca muge otra vez)

20
LAJA: Tengo un amigo que se engrupió una mina por culpa de una vaca.

ORTEGA: ¿Cómo chucha?

LAJA: Adentro de la vaca.

SEPULVEDA: Estai hueviando.

LAJA: En serio. El huevón era un huaso que tenía los medios fundos y un día fueron a su
campo unos cabros de la universidad que estudiaban pa’ ser veterinarios. Iban a ver si las
vacas estaban preñadas o no sé qué mierda. Mi amigo el huaso le metió la mano en la raja
al animal, pa’ enseñarle a una mina que no cachaba bien por qué la vaca tenía no sé qué
cosa corrida, la placenta o algo así. Entonces la mina, que era una rubiecita de ojitos azules,
cuiquita rica, se enguantó la mano hasta el hombro y también se la metió por el culo a la
vaca que no se dio ni por enterada. Entonces, cuando estaban adentro, la mina le empezó a
hacer cariño en la mano. Al principio este huevón pensaba: na’ que ver, es casualidad. Pero
la mina seguía haciéndole cariñitos hasta que le tomó la mano caradura ahí dentro. Mi
amigo dice que se cagaba de la risa, se supone que las minas son románticas, sobre todo
esta que era rubiecita y cuiquita, pero esta era una camboyana y le estaba tomando la mano
adentro del culo de la vaca, entre los mojones del animal y le hacia cariño en la mano.

SEPULVEDA: ¿Y qué pasó después?

LAJA: No sé. Pololearon un tiempo. Un pololeo pasado a caca. (Pausa)

ORTEGA: Huaso culiao con cueva. Engrupirse a una rubiecita, adentro del culo de una
vaca. Te pasai la vida tratando de conquistar a una de pelo castaño claro, cosa que podai
teñirla y pase piola, y le hacís regalos y te gastai tus monedas invitándola al cine a ver
películas mamonas. Y el desgraciado se engrupe a una rubiecita de verdad, más encima
cuiquita, adentro del culo de una vaca. ¿Qué mierda hago viviendo en la ciudad?

SEPULVEDA: Vaca caliente. Voy a tener que llamar por teléfono para avisar que me voy
a demorar. (Habla por celular) ¿Aló? Papá, tengo un problema, voy a tener... ¿qué? No...
(Violento) Andate a la conchatumadre, viejo reculiao. (Lanza el celular al piso)

ORTEGA: ¿Qué pasó?

SEPULVEDA: (Extrañamente descontrolado) ¡Qué te importa a ti, conchetumadre!

ORTEGA: ¿Qué te pasó, Sepúlveda? Tu no erís así.

SEPULVEDA: ¿Y cómo soy, conchetumadre?

ORTEGA: Erís un huevón respetuoso, un caballero. El capitán del equipo.

21
SEPULVEDA: Me cansé, caballo culiao. Me aburrí de ser el saco de huevas que siempre
le hace caso a Don Graf.

LAJA: ¡Eso era Sepúlveda! ¡Vamos a putas, mierda!

ZABALA: Ya, Neira, ahora podís ser capitán.

NEIRA: Vos no te aprovechís, feo culiao, de lo que le pasa al cabro. ¿Qué pasó,
Sepúlveda? ¿Ataos con tu viejo?

SEPULVEDA: Huevadas piola.

ORTEGA: ¿Qué atados tuviste?

SEPULVEDA: ¿Querís saber qué atados?

ORTEGA: Sí.

SEPULVEDA: Un atado es un atado. Mi cuerpo con tu cuerpo, se enredan y hacen un


atado.

(Toma a ORTEGA y lo abraza por la espalda, lascivamente, como si se lo fuese a follar)

ORTEGA: ¡Suéltame!

SEPULVEDA: ¿No queríai saber que atado tenía? Ese es mi atado, mi papá se pasa de
listo conmigo.

ZABALA: ¿Cómo se pasa de listo? ¿Se pasa de listo, así como que se pasa de listo, o se
pasa de listo en serio?

SEPULVEDA: Se pasa de listo.

ZABALA: Pero, ¿cómo?

SEPULVEDA: Se pasa de listo no más, conchetumadre. Quédate con eso.

ORTEGA: Mentiroso, culiao. Tu papá es un caballero. Yo lo conozco, es un caballero.

SEPULVEDA: Sí huevón, el Rey Arturo.

ORTEGA: Tanto que les gusta desprestigiar a las personas a los huevones.

NEIRA: Ya, flacuchento culiao, no la sigai cagando con más preguntas y anda a ver como
sigue el romance de la vaca con el toro. (ORTEGA sale)

ZABALA: Cagaste tu celular.

22
SEPULVEDA: Parece.

LAJA: ¿A quién creen que suben al Primer equipo?

ZABALA: A mí poh. Fijo.

NEIRA: A vos poh, huevón. Con ese medio físico.

ZABALA: ¿A quién creís vos?

NEIRA: (Nervioso) No sé.

ZABALA: Vos sabís algo, culiao, y no lo querís decir.

NEIRA: No sé nada, huevón. No sé nada. Además ¿por qué tendría que saber?

ZABALA: Porque te lo pasai al lado del profe. Pa’ mí que te hace de hoyito.

NEIRA: No te pasís rollos conmigo, animal culiao.

ZABALA: (Bromeando) Si te llaman a vos yo voy a dejar la media cagá. Voy a decirle a
todos que la huevá está arreglada.

NEIRA: (Furioso, toma del cuello a ZABALA) ¡Vos que abrí el hocico y yo que te corto
la lengua, conchetumadre! ¿Te queda claro? (ZABALA asiente)

LAJA: Te pone nervioso el tema, huevón.

NEIRA: ¡Vos no te metai tampoco o lo mismo corre pa’ ti!

LAJA: (Desafiante) Ya poh, culiao, cuando querai. Ahora mismo si se te antoja.

NEIRA: No me provoquís, caballo culiao.

LAJA: Cuando quiera mi yegua. Te doy ventaja: vos con todo el cuerpo, yo con las puras
patas.

NEIRA: Cállate, huevón.

LAJA: Marica. (Entra ORTEGA)

NEIRA: ¿Qué pasó?

ORTEGA: Pasó la gran cagada.

NEIRA: Dónde está la vaca.

23
LAJA: En tu casa tomando once con tu papi.

NEIRA se lanza sobre el LAJA. Van a pelear otra vez.

ORTEGA: ¡No, no peleen otra vez. Viene el profe!

El LAJA y NEIRA se separan inmediatamente, asustados.

ZABALA: ¿Dónde viene?

ORTEGA: No, no viene. Lo dije para que se no pelearan, no más.

NEIRA: (Patea a Ortega en el culo) ¡Cuántas veces te he dicho que no huevees nunca con
el profe! ¡Cuántas!

ORTEGA: Pero es que si no se iban a matar.

LAJA: ¿Me vai a pagar la urna, feo culiao?

ORTEGA: Pero es que... lo hice por su bien los huevones.

SEPULVEDA: Ya, Ortega. ¿Qué chucha pasó?

ORTEGA: Pasó que quedó la gran cagada.

SEPULVEDA: ¿Qué?

ORTEGA: Vamos a tener que estar muy unidos.

ZABALA: ¿Por qué?

ORTEGA: Ahora tenemos que demostrar que somos un equipo.

ZABALA: ¿Qué chucha pasó?

ORTEGA: Adivina.

ZABALA: ¿Qué? ¿Pillaron al presidente en casa de putas? ¡Habla poh, huevón!

ORTEGA: Tienen que prometer que se van a portar como caballeros.

SEPULVEDA: Ya, mi princesa, nos vamos a portar como caballeros. Habla.

ORTEGA: Está cerrado.

NEIRA: ¿Qué?

24
ORTEGA: Cerraron la puerta por fuera.

Pausa

ZABALA: ¿Y la vaca?

ORTEGA: Que sé yo de la vaca, huevón.

ZABALA: ¡No me digai “huevón”, flacuchento de mierda! Estai agarrando confianza y te


hai pasado de listo toda la tarde.

ORTEGA: Tú empezaste primero.

ZABALA: Por que vos soy el "mapalhue" aquí. (Se enfrentan)

SEPULVEDA: (Separándolos) Ya, después arreglan sus líos conyugales. ¿Cómo que está
cerrado, niño argentino?

ORTEGA: Dijeron que se iban a portar como caballeros y todo el mundo me insulta. Si me
siguen tratando así, no cuento ninguna huevá.

SEPULVEDA: Ya poh, caballo culiao. Cuenta qué cresta pasó.

ORTEGA: Yo no sé nada.

ZABALA: Ya poh, vaca en huelga de hambre.

ORTEGA: Yo no sé nada, yo no vi nada. Si nadie me respeta, yo no sé nada.

NEIRA: (Visiblemente alterado corta en un brazo a ORTEGA con su navaja) ¡Habla


mierda!

ORTEGA: (Sangrando de su brazo) Está cerrado. Son más de las ocho y vino el guardia y
cerró con candado por fuera. ¡Me las vai a pagar, Neira culiao, te juro que me las vai a
pagar!

NEIRA: No me amenazís, conchetumadre. No soporto que me amenacen.

NEIRA se abalanza sobre ORTEGA dispuesto a cortarlo otra vez. El LAJA,


SEPULVEDA y ZABALA lo detienen y lo inmovilizan. Rápidamente lo amarran con
medias y camisetas a una banca donde no puede moverse. El LAJA toma la navaja en sus
manos.

LAJA: Te pasaste de listo con el cabro, Neira culiao. Soy un aprovechador chuchesumadre
y si no estuviera aquí te juro que me la cobro altiro y te corto los tendones, flaite culiao. Te
los rebano y no te parai más en una cancha de fútbol.

25
NEIRA: ¡Suéltenme los conchesumadres!

ZABALA: Te volviste loco, Neira. Vos sabís que yo siempre te compraba pero ahora te
piteaste.

NEIRA: Vos, huaso culiao, me las vai a pagar enteritas.

LAJA: Te suelto cabrón de mierda, pero nos damos los dos solos hasta que uno caiga
muerto.

NEIRA: Aceptaría si no estuviera aquí.

LAJA: Tranquilo, aquí los cabros se quedan piola.

NEIRA: (Duda) Suéltenme. Yo tengo que irme.

LAJA: Pa’ adónde te vai a ir, no veís que está todo cerrado.

SEPULVEDA: Cómo fue a cerrar ese desgraciado sin ver si había alguien adentro.

ORTEGA: A esta hora no hay nunca nadie. El tipo se encontró con el show de la vaca
caliente, la echó a palos y después cerró.

ZABALA: Qué chucha vamos a hacer.

ORTEGA: Llamar a alguien.

SEPULVEDA: ¿A quién?

ORTEGA: Al mismo guardia.

ZABALA: La caseta está como a trescientos metros. Con esta lluvia y el viento no nos va a
escuchar ni cagando.

SEPULVEDA: Hay que meter ruido.

LAJA: Ni cagando. Más encima tenemos el viento en contra.

ORTEGA: ¿Cómo sabís tu que tenemos el viento en contra?

ZABALA: Este huevón viene del campo. Esos huasos son medios brujos con las lluvias y
esas huevadas. Yo también sabía que el viento estaba en contra. Cuando venía pa’l camarín
tiré un pollo al aire y me cayó en la cara.

ORTEGA: Nunca hay que escupir pa’l cielo.

26
ZABALA: No fue pa’l cielo, huevón, fue pa’l frente.

ORTEGA: La misma huevá. El arriba, el abajo, el adelante, el atrás, es todo una ficción
espacial.

ZABALA: ¿Creís que no sé distinguir pa’ adónde está el frente y pa’ adónde está el arriba?

ORTEGA: Puta el huevón perseguido. Estoy hablando de geometría, del orden y


orientación del plano. Me lo están pasando en el colegio.

ZABALA: ¿Y qué creís que me vai a pasar por arriba porque tenís menos ignorancia que
yo, no más? No huevón, vos también soy ignorante. No te creai más que yo. ¡Lo que está
arriba está arriba, lo que está al medio está al medio, lo que está abajo está abajo y lo que
está adelante está adelante!

LAJA: Este huevón toma clases de filosofía con Bonvallet.

SEPULVEDA: ¿Ya descubrieron un hoyo negro, el par de huevones? Ahora hay que tratar
de salir.

LAJA: Llamemos por teléfono.

ZABALA: El Sepúlveda hizo cagar el celular.

LAJA: ¿Alguien más tiene celular? (Todos niegan) Cagamos, entonces.

ORTEGA: (Triunfante) Yo tengo celular.

SEPULVEDA: Llamemos entonces.

ORTEGA: Pero no me quedan minutos.

ZABALA: ¡Pa’ qué ofrecís la huevada, entonces!

ORTEGA: (Canchero) Tranquilo, todavía puedo llamar con cobro revertido.

ZABALA: ¿A quién?

ORTEGA: A mi viejo. El se consigue las llaves y nos viene a sacar de esta huevada.

NEIRA: Dile que se apure.

ORTEGA: ¡Bah! ¿Está vivo este culiao? A vos podríamos dejarte aquí.

SEPULVEDA: ¡Llama, huevón! (ORTEGA toma el celular y marca)

27
ORTEGA: Soy yo papá, tengo un problema. (Silencio largo. ORTEGA palidece) No me
aceptó la llamada el viejo culiao.

ZABALA: ¿Qué? ¿El viejo culiao es dirigente del club y no acepta la llamada? Viejo
chuchasumadre, maricón reculiao, corrupto de mierda, maraco inconsciente.

ORTEGA: ¡Oye, huevón, para! Estai hablando de mi viejo.

ZABALA: ¿Y qué? ¿Es mentira lo que dije?

ORTEGA: (Duda) Puede que no sea mentira, pero esas huevadas las tengo que decir yo.

ZABALA: Dilas.

ORTEGA: ¿Y pa’ qué si ya las dijiste?

ZABALA: Di otras, entonces.

ORTEGA: Ya no se me ocurre qué decir. Tendría que inventarlas y eso serían calumnias.
Además ¿cómo chucha va a saber el viejo dónde estoy?

ZABALA: Cualquier padre se preocupa de su hijo ¿o no, huevón?

ORTEGA: ¿Y el tuyo?

ZABALA: Yo no tengo, culiao, pero si tuviera se preocuparía por mí.

ORTEGA: ¿No tenís, huevón? Puta, disculpa, yo pensé... ¿y quién es ese viejo que vive en
tu casa?

ZABALA: Ese es el papá de mi hermana, pero no el papá mío.

ORTEGA: Ah. Cagamos, entonces. (Pausa) ¿Y si llamamos a los pacos?

ZABALA: ¿Estai más huevón? Me opongo por principios.

NEIRA: Suéltenme.

ORTEGA: (Cortante) Vos te callai.

NEIRA: No voy a estar toda la vida amarrado, flaco culiao traidor.

ORTEGA: Tú empezaste. Uno aguanta ciertas cosas pero vos te pasaste. Uno tiene sus
principios. El Zabala tiene por principio no llamar a los pacos cuando está encerrado y yo
lo respeto. Yo también tengo mis principios.

NEIRA: ¿Cuáles son tus principios?

28
ORTEGA: Que no me vacilen más de la cuenta. Ese es el principio y el final. Que no me
vacilen más de la cuenta. (Pausa)

NEIRA: Ya. Suéltenme.

SEPULVEDA: No, porque te ponís cuático al tiro.

NEIRA: No voy a hacer nada. Lo prometo.

LAJA: Soltémoslo.

ORTEGA: ¿Y ustedes le creen a ese culiao? Viene dejando la cagá desde que tiene diez
años, ¿y ustedes creen que va a cambiar porque lo amarraron a una banca?

ZABALA: Tiene razón el Ortega. (A NEIRA) Siempre me caíste mal cabrón culiao y si no
te mandaba a la chucha era porque erai popular. Pero ya no lo soy, huevón, ya no lo soy. Y
no lo vai a ser nunca más.

NEIRA: No seai rencoroso, Zabala. Suéltenme. No voy a hacer nada. Lo juro.

ZABALA: Yo voto que no.

ORTEGA: Yo también.

SEPULVEDA: Yo me abstengo.

LAJA: La voz del pueblo ya dio su veredicto. Yo no puedo hacer nada, Neirita.

NEIRA: (Descontrolado) ¡Suéltenme, los conchadesumadre, suéltenme, yo me tengo que


ir de aquí, no entienden los huevones, me tengo que ir de aquí ahora!

LAJA: ¿Y por qué tanto apuro?

NEIRA: Porque tengo cosas que hacer

LAJA: ¿Qué cosas? Lo de la entrevista ya se funó.

NEIRA: Es otra cosa.

LAJA: ¿Qué cosa?

NEIRA: Otra.

LAJA: Si no decís no te vamos a soltar.

NEIRA: No puedo decir, es privado.

29
LAJA: Entonces te quedai ahí.

ORTEGA: Aunque te soltemos no vai a poder salir. Está cerrado con candado y por muy
cabrón que te creai, un candado no se abre metiéndole susto.

NEIRA: Suéltenme. Yo me las arreglo para salir.

LAJA: Cuéntanos.

NEIRA: (Desesperado) ¡Tengo que juntarme con el profe! ¿Ya, mierda, están contentos?

(Silencio largo)

LAJA: Con el profe. ¿Dónde?

NEIRA: En su casa.

ZABALA: ¿Pa’ qué?

NEIRA: Pa’ conversar.

SEPULVEDA: Pa’ conversar de qué.

NEIRA: Cosas.

LAJA: Ya estabai cooperando y te ponís huevón de nuevo. (NEIRA no responde) No veís


que si decís que vai a hacer “cosas” podemos pensar que vai a la casa del profe, por
ejemplo, a hacer “cositas ricas”. (Risas)

NEIRA: Me van a subir al primer equipo. (Silencio largo)

LAJA: ¿Y pa’ eso tanto misterio? Si todos sabíamos que al chupa pico del equipo siempre
lo suben.

NEIRA: Ahora suéltenme.

LAJA: Yo no quedé muy conforme con la sinceridad de la respuesta, pero soltémoslo.

ORTEGA: (Sorprendido) Yo nunca pensé que fuerai tu, Neira.

NEIRA: ¿Qué chucha?

ORTEGA: Andaba un rumor dando vuelta: Que había un huevón del equipo que el profe
se culiaba. Mi papá es amigo del profe así que le pregunté si sabía quién era. “El primero
que suban al primer equipo, ese huevón es” Eso me respondió mi papi. Yo nunca pensé que
fuerai tú, Neira.

30
NEIRA: Deja de hablar huevadas, caballo culiao. Erís pura envidia porque vos nunca vai a
ser figura aunque tu papá sea Presidente de la República.

ORTEGA: Prefiero jugar en tercera pero que no me metan una huevada dura por el hoyo.

ZABALA: Quién lo iba a decir, el más cabrón del equipo nos salió gay. (Risas) No, si yo
respeto tu postura, Neirita. Respeto que seai homosexual, maraco, maricón, colipato,
sacacaca, muerde la almohada, fleto, hueco, desviado, pata de chancho, mariquita, yegua
loca, gozador de la próstata, verónico, yoghurt caliente en la espalda, caga moco, arroz
quemado, moledor de mojón, patita atrás, colizón, tereso, blay vencí’o, invertido,
maricueca, afeminado, paraguas da'o vuelta, margarito, fanático del micrófono... (Pausa)
No se me ocurre ninguno más. Con razón mi mina terminó contigo. (Pausa) Por eso no me
quería contar por qué.

LAJA: Tranquilo, cabro, no soy el primero que le pasa. Podís llegar hasta la selección
chilena siendo así.

NEIRA: Váyanse a la conchesumadre, envidiosos de mierda.

SEPULVEDA: ¿Por qué envidiosos? Dijeron que van a subir a cinco al primer equipo.
Podemos ser los cinco que estamos acá.

ORTEGA: Cierto. (Todos lo miran)

ZABALA: (A SEPULVEDA) ¿Estai seguro?

SEPULVEDA: Bueno, por lo menos cuatro.

ORTEGA: También es cierto.

SEPULVEDA: Pueden mandarme una carta y decirme que también me voy al primer
equipo y no tuve pa’ qué ponerme en cuatro y morder el cemento.

NEIRA: Quédate esperando la carta entonces.

SEPULVEDA: No, pa’ qué. (Saca una carta de su bolso) Mira, lee esto.

NEIRA: (Nervioso, trata de leer) Ya.

SEPULVEDA: ¿Ya leíste?

NEIRA: Sí.

SEPULVEDA: Puta que leís rápido. ¿Y te da lo mismo?

NEIRA: Qué le voy a hacer.

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SEPULVEDA: (Sospechando) A ver, dime lo que dice la carta.

NEIRA: Ya sabís lo que dice.

SEPULVEDA: Pero quiero escucharlo de nuevo.

NEIRA: Andate a la mierda, caballo culiao. (Silencio largo)

SEPULVEDA: Neira culiao, no sabís leer.

NEIRA: Si sé, huevón.

SEPULVEDA: Dime lo que dice aquí, entonces.

NEIRA: No estoy pa’ tus juegos, huevón.

ORTEGA: Neira, culiao. Ahora sí que me decepcionaste.

ZABALA: Quería dar entrevista pa’ los diarios y no sabe leer el culiao. Maricón y
analfabeto. Futuro esplendor.

SEPULVEDA: Bueno, ya que no sabís leer, nosotros te la vamos a leer a ti. Zabala, ¿qué
dice en esta carta?

ZABALA: (Después de una pausa) No, si yo tampoco sé leer. (Pausa) Pero yo me echo al
agua altiro.

NEIRA: Vos también soi un analfabeto.

ZABALA: Pero yo había dicho, no lo ando escondiendo. ¿Cierto Ortega?

ORTEGA: Cierto. El otro día andaba con una revista porno y me pidió que le leyera una
historia de una mina que se tiraba al abuelito.

ZABALA: Cierto.

NEIRA: ¿Qué tu mina ahora se las da de escritora?

ZABALA: Ni cuando estai humillado se te pasa lo soberbio, huevón.

NEIRA: Soy soberbio.

LAJA: ¿Cómo te las arreglaste pa’ que nadie se diera cuenta todo este tiempo?

NEIRA: El Ortega era mi goma. Yo lo mandaba a leerme lo que quería saber y como la
yegua hacía todo lo que le pedía no se daba ni cuenta.

32
ORTEGA: Pero se acabó, huevón, se acabó. Renuncio. No voy a ser más el goma de un
maricón.

SEPULVEDA: (A ORTEGA) Ya, Perkins, léeme la carta.

ORTEGA: (Lee la carta) Es muy larga. ¿Puedo hacer un resumen?

SEPULVEDA: Di que se trata, no más.

ORTEGA: Suben al Sepúlveda al primer equipo. Y firma el presidente.

LAJA: (Saca una carta de su bolso) ¿Y esta dice algo parecido?

ORTEGA: ¿Vos también, Laja culiao? Puta que tienen cueva. (Lee la carta) Si, dice lo
mismo.

ZABALA: A ver, espera. (Va a su bolso y saca un papel arrugado) No me digai que esta
es de lo mismo.

ORTEGA: (La mira) Sí.

ZABALA: (Radiante) ¡Bien, conchemimadre! Yo no sabía de adónde chucha me


mandaban ese papel, pensaba que era una cuenta de falabella. Ya me estaba poniendo
envidioso. Estaba pensando que tenía que prestar el poto pa’ subir. Si el maricón del profe
me dice que me va a culiar pa’ subirme al primer equipo, yo le digo: Ya, bueno. Pero yo
primero. Y me pongo tierno y le digo: Bájese los pantalones profe. Y cuando se los esté
bajando enciendo un cigarro y le digo: Es que estoy nervioso, como es mi primera vez. Y él
me dice: Tu no podís fumar, Zabalita, tú eres un deportista. Y yo le digo: Tu no puedes
hacer de hoyito a los jugadores, profesorcito, porque tu no eres un cacherito. Le lanzo mi
mejor sonrisa y hago que se ponga en cuatro, me bajo los pantalones, y cuando el maricón
ya esté apretando el asterisco, le apago el cigarro en el hoyo.

Risas. Cuando terminan de reírse, notan que NEIRA ha comenzado a llorar


desconsoladamente. El LAJA se acerca y lo desamarra. NEIRA se incorpora y sin decir
nada sale del camarín hacia la puerta de entrada y trata de abrirla con sonoras patada.

ORTEGA: (Se desespera repentinamente) Tenemos que salir de aquí.

LAJA: ¿Cómo, huevón?

ORTEGA: No sé. A patadas.

LAJA: Ahí está el más burro del equipo dándole duro y la huevada no se abre.

ORTEGA: Yo sé. Tengo una idea.

33
ZABALA: Tengo hambre.

ORTEGA: Tengo una idea.

SEPULVEDA: Yo también tengo hambre.

ORTEGA: Escúchenme.

ZABALA: Más hambre que el “Chavo del Ocho”.

ORTEGA: Laja, escúchame.

LAJA: Qué huevá querís.

ORTEGA: Tengo una idea pa’ salir de aquí.

LAJA: A ver, dila.

ORTEGA: Un incendio.

LAJA: ¿Qué estai diciendo?

ORTEGA: Un incendio. Quemamos algo de ropa, cosa que salga harto humo, hasta que
llamemos la atención del guardia y nos venga a abrir.

LAJA: No hable huevadas, flaquita.

ORTEGA: Es en serio, huevón.

LAJA: No va a resultar.

ORTEGA: Si va a resultar, créeme.

LAJA: No va a resultar. (Vuelve NEIRA)

NEIRA: Hagámosle caso. No perdemos nada.

LAJA: No va a resultar.

NEIRA: Algo hay que hacer ¿o no conchetumadre?

LAJA: No te atiendo solamente porque venís de un shock emocional, señorita.

NEIRA: (Furioso) Atiéndeme poh, caballo culiao. Atiéndeme. Los dos solos hasta que uno
caiga muerto.

LAJA: (Atemorizado) No te compro, huevón.

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NEIRA: Se te acabó la valentía de golpe, huaso culiao. Vamos a hacer la fogata que dice el
Ortega.

ZABALA: Estai más huevón.

NEIRA: ¿Te querís quedar aquí toda la noche?

ZABALA: No.

NEIRA: Entonces vamos a hacer esa huevada. Pasen la ropa que tiene en sus bolsos.

ZABALA: ¿Y por qué mejor no quemamos la ropa del club?

NEIRA: Porque está más mojada que la chucha, no veís.

ZABALA: Pero es que estos “fioruchi” me los compré recién.

NEIRA: Ahora que subís al primer equipo vai a ganar monedas. Te comprai cuarenta
bluyines si se te antoja.

LAJA: ¿Están más huevones? Yo ni cagando coopero con mi tenida.

ORTEGA: Confíen. Vamos a salir en un rato.

ZABALA: ¿Y quién me devuelve los fioruchi?

ORTEGA: Yo tengo uno iguales. Te los regalo.

ZABALA: Pero no son mi talla.

ORTEGA: Son más grandes porque son de mi papi.

ZABALA: Ya, vale. Me los traís mañana.

LAJA: (En voz baja, a ZABALA) ¿Cómo vai a aguantar que te estén regalando ropa?
Menos ese huevón. Vai a subir al primer equipo, huevón. Hazte respetar

ZABALA: Tenís razón. Oye, Ortega.

ORTEGA: ¿Qué?

ZABALA: Metete los pantalones en la raja. Yo después me compro otros.

(Todos salen al otro sector del camarín y encienden una fogata con las ropas. Vuelven
todos mientras en el otro sector la fogata sigue ardiendo)

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LAJA: No va a funcionar esa huevá.

NEIRA: ¿Tenís otra idea mejor?

LAJA: Sí. Quedarnos aquí tranquilos hasta que amanezca y hacernos los huevones cuando
abran el camarín. Nadie tiene pa’ que enterarse de nada.

SEPULVEDA: Parece que esa es la única que va quedando.

ZABALA: Tengo hambre.

SEPULVEDA: ¿Alguien tiene algo pa’ comer? (Silencio) Más encima nos vamos a cagar
de hambre.(Se da cuenta que la fogata se apagó) Vieron, se apagó esa huevada y no vino
nadie.

ORTEGA: ¡Un cartón! ¡Un cartón!

SEPULVEDA: ¿Pa’ qué querís un cartón?

ORTEGA: Pa’ echarle aire, todavía sale humito.

LAJA: Toma (Le pasa una chala. ORTEGA intenta echar aire pero la fogata se apaga de
todas maneras. Vuelve.)

ORTEGA: Ya, pasen los bolsos.

LAJA: Andate a la mierda vos y tus ideas.

ORTEGA: (Grita, descontrolado)¡Por lo menos tengo ideas, tu te creís dirigente ahí


sentado dando órdenes!.(Silencio largo. Todos lo miran asombrados)

LAJA: Ven.

ORTEGA: No.

LAJA: Ven.

ORTEGA: No, vos no soy el capitán.

SEPULVEDA: Ortega, anda. (ORTEGA va)

ORTEGA: ¿Qué?

LAJA: Te quiero.

ORTEGA: ¿Qué?

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LAJA: En serio. Te quiero. Mucho. Supongo que ya no habrá ningún cabrón que me trate
de mariquita por decirle mis sentimientos un amigo.

ORTEGA: Que bueno. Yo también con el tiempo te he agarrado cariño, Laja. La dura...
(Pausa) ¿Y por qué me lo decís ahora?

LAJA: Porque sentí deseos de pegarte un groso combo en el hocico, pero anulé mi
pensamiento y lo cambié por uno bueno.

ORTEGA: (No entiende mucho lo que pasa) Ah. ¿Y por qué con el Neira no hacís lo
mismo? Se ahorrarían muchos problemas.

LAJA: Porque con el Neira siento unos deseos locos de agarrarlo a besos, pero cancelo mi
pensamiento y lo cambio por ganas de pegarle un combo en el hocico. (Risas nerviosas.
Silencio largo)

SEPULVEDA: ¿Te queda un cigarrito, Zabala?

ZABALA: Sí, a dos gambitas, no más.

SEPULVEDA: Puta que soy turco.

ZABALA: No me digai turco o te los dejo en quina cada uno. Aquí tengo el monopolio.

SEPULVEDA: Fúmatelos solos, caballo culiao.

ZABALA: Eso voy a hacer. Pero por cada uno que me vaya fumando, el otro que quieran
comprar sube una gambita. (Busca los cigarros en el bolso) ¡Ah, conchemimadre, se
mojaron las huevadas!

SEPULVEDA: Viste, huevón, eso te pasó por turco.

ZABALA: Por judío, huevón. Me pasó por judío.

LAJA: Por turco.

ZABALA: Por judío.

LAJA: ¿Qué les pasó a los cigarros?

ZABALA: Se mojaron.

LAJA: Viste. Por turco.

ZABALA: ¿Qué tiene que ver eso?

LAJA: Que si fuera por judío se te hubiesen quemado. (Todos ríen, menos ZABALA)

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ZABALA: (Extrañamente paranoico) ¡Vos soi alemán, culiao! ¡Vos soi nazi! (Todos
vuelven a reír)

LAJA: Sí, huevón, soy rubio de los pendejos. Así que si te quedai dormido te vamos a
meter en la cámara de gas.

SEPULVEDA: (Cómplice) ¿Y cómo lo vamos a hacer?

LAJA: Le vamos a meter la cabeza adentro del bolso y lo vamos a llenar a peos hasta que
el huevón se ahogue. (Risas)

ZABALA: Con esa huevá no se juega, Laja culiao. Pa’ los judíos la vida a sido larga y
dura.

SEPULVEDA: Chúpame la vida.

LAJA: Qué te quejai si son dueños del mundo. Vos mismo no sabís leer pero pa’ contar
monedas no te gana nadie.

NEIRA: Tengo hambre.

ORTEGA: Yo tengo frío.

LAJA: Si no hubiesei salido con ese invento del incendio tendríamos ropa pa’ taparnos.

ORTEGA: Era una buena idea. (Pausa) Tengo mucha hambre.

SEPULVEDA: ¿Alguien tiene algo pa’ comer? (Silencio)

ORTEGA: ¿Se acuerdan cuando íbamos a las “Vacas Gordas”, después de los partidos?

NEIRA: ¿Por qué decís “cuando íbamos”, si todavía vamos?

ORTEGA: Ya no vamos a ir más. Después que nos pillen en esta, no vamos a ir más.

NEIRA: Andai llamando a la mala cueva, flaco culiao.

ORTEGA: Cállate vos, huevón, no te pesco, no te miro, me dai lo mismo. Le estoy


hablando a los cabros.

ZABALA: Nos mandábamos los medios bistec.

ORTEGA: Cuando ganábamos. Porque cuando perdíamos: Leche con plátano y un pan
con mortadela.

ZABALA: Lisa.

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ORTEGA: Con tomate y mayonesa. (Risas) ¿Te acordai cuando llegó el Neira al equipo y
fue a las “Vacas Gordas” por primera vez?

ZABALA: Sí.

ORTEGA: El huevón se cagó de hambre porque pensaba que el bistec a lo pobre era una
huevá flaite y se pidió un bistec alemán, porque era más europeo. Y después le trajeron una
cosa que parecía un mojón de carne molida media cruda y el huevón se la tuvo que tragar
haciendo arcadas porque el profe lo obligó.

ZABALA: Sí.

ORTEGA: ¿Y cuando el profe lo suspendió un mes porque el huevón se devolvió a robarle


la propina al garzón? Eran quinientos pesos, huevón.

ZABALA: (Nerviosos) No. Ese día yo no andaba.

ORTEGA: Si andabai, huevón.

SEPULVEDA: (Se recuerda justo ahora) ¡Ese huevón fue el Zabala!

ZABALA: Eran trescientos pesos, no más. (Risas)

ORTEGA: ¡Oh! Y suspendieron al Neira. (Pausa) Los medios pedazos de carne que nos
mandábamos.

ZABALA: Yo me llevaba hasta una bolsa pa’ la casa con todo lo que sobraba y comíamos
toda la semana.

ORTEGA: Vos decíai que era pa’ los perros.

ZABALA: (Avergonzado) Por eso, poh... me la llevaba pa’ la casa pa’ los perros y comían
una semana. O digo pa`los perros porque andaba con el Neira. ¿Vos creís que vai a surgir
algún día, Neira? Vos soi un perro, Neira. Un perro.

SEPULVEDA: Somos todos quiltros, no más.

ORTEGA: Me dio más hambre que la chucha.

Sin que nadie se percate, ORTEGA se acerca al gomero seco y lo mira con insistencia
hasta que decide empezar a comérselo.

SEPULVEDA: Puta que hace hambre.

ZABALA: (Después de un largo silencio) Yo tengo algo.

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LAJA: Sácalo.

ZABALA: Es que es un regalo.

LAJA: ¿Un regalo pa’ quién?

NEIRA: Yo sé. Pa’ la maraca de la polola.

ZABALA: No es pa’ mi polola, culiao y por huevón no vai a comer.

LAJA: Ya poh, entonces sácalo.

ZABALA: Es que no sé.

LAJA: Mañana lo comprai de nuevo. Entre todos te hacemos las monedas.

ZABALA: Pero me las hacen los huevones.

SEPULVEDA: Fijo. (ZABALA todavía duda) Ya poh, huachito.

ZABALA: ¡No me digai huachito!

SEPULVEDA: Puta el cabro culiao delicado. Lo dije de cariño, huevón. Era un “huachito”
de cariño, no un “huachito” de bota’o.

ZABALA: Ya. Es que no me gusta esa palabra.

LAJA: Saca la comida.

ZABALA: No es comida. (Saca una caja de bombones de chocolate)

SEPULVEDA: ¿Qué es esa huevada?

ZABALA: Bombones.

LAJA: ¿Y pa’ que son esas mierdas?

ZABALA: Les dije que era un regalo.

LAJA: Las huevás que regalai, Zabala.

ZABALA: Puta, hubiese sabido que iba a pasar esto hubiese pedido que me envolviesen un
churrasco en papel de regalo, huevón.

NEIRA: Viste que era un regalo pa’ la maraca.

ZABALA: (Furioso) ¡No es pa’ la maraca, conchetumadre, es pa’ la mamá de la maraca!

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NEIRA: Qué te la querís culiar también.

ZABALA: Se está muriendo, culiao. La señora se está muriendo. Un gesto de cariño no


cuesta nada. (Silencio)

LAJA: (A NEIRA) Pídele perdón al cabro.

NEIRA: Andate a la chucha.

LAJA: Pídele perdón, chuchatumadre.

ZABALA: Déjalo a ese culiao. Por huevón no va a comer chocolates. (Abre la caja de
bombones) Hay trece chocolates, somos cuatro, entonces son... (Le cuesta el cálculo)

SEPULVEDA: Tres pa' cada uno y sobra otro.

ZABALA: Y ese no es pa’l Neira.

LAJA: A ese lo partimos en cuatro.

(El LAJA corta el bom-bom con la navaja de NEIRA. SEPULVEDA los reparte. Cuando
se da vuelta hacia ORTEGA se da cuenta que se está comiendo el gomero)

SEPULVEDA: ¿Qué huevá estai haciendo, huevón?

ORTEGA: (Sorprendido) ¡Nada!

SEPULVEDA: Te estai comiendo el gomero, animal culiao.

ORTEGA: ¡No! (Pausa. Nadie le cree) Lo estaba probando, no más.

ZABALA: ¿Qué te está pasando, Ortega?

ORTEGA: ¿Qué tiene? Es un vegetal.

LAJA: Cómo se te ocurre, huevón.

ORTEGA: Puta, tengo hambre... me hice vegetariano.

LAJA: ¿Qué te encontrai gordo?

ORTEGA: No... por salud.

ZABALA: Qué vai a ser vegetariano vos, si soi fanático de la vienesa.

ORTEGA: Qué tanto. El gomero se está muriendo y lo traje yo mismo.

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SEPULVEDA: Pero lo trajiste pa’ hermosear el camarín, ¿cómo te lo podís comer ahora?

ORTEGA: Tranquilo, está todo pensado.

(ORTEGA se acerca a su bolso y saca un Cactus de adentro)

ORTEGA: Traje este cactito pa’ hermosear el lugar. Esta es una planta aperrada, como
nosotros. No necesita que le echen agüita ni ninguna huevada. El gomero estaba hueviando
mucho...

ZABALA: Te vai a comer el cactus también.

ORTEGA: Cómo me lo voy a comer, huevón. Tiene espinas.

ZABALA: Te lo metís por el poto y no te dai ni cuenta.

ORTEGA: Ah, no, yo no soy el Neira. (Ríen estruendosamente)

Antes que nadie pueda hacer nada el NEIRA se abalanza sobre ORTEGA y lo inmoviliza.
Toma la navaja que el LAJA ha dejado sobre una banca y se la pone en el cuello. Los
otros no pueden hacer nada. Toma el cactus y se lo mete a ORTEGA por el ano. ORTEGA
llora. NEIRA lo suelta. Nadie se atreve a moverse. NEIRA se queda con la navaja en las
manos. ORTEGA, como puede y sufriendo, se saca el cactus del ano y comienza a sangrar
profusamente. Toma una camiseta del club y se detiene la hemorragia con ella.

NEIRA: ¡El primero que huevee me las paga por todas las que me han hecho!

ORTEGA: ¡Me las vai a pagar, hijo de puta, me las vai a pagar, te lo juro!

NEIRA: (Amenazante) ¿Qué fue lo que dije, conchetumadre?

ORTEGA: (Desafiante, muestra el pecho) ¡Corta, conchetumadre, corta aquí! Ya tengo el


pecho raja'o, me lo rajó un puma ¿Y le voy a tener miedo a un flaite como vos? Tengo
adentro el espíritu del puma y se me va a salir contigo.

NEIRA se acerca y lo golpea en la cara. Silencio largo.

ZABALA: Tengo frío.

SEPULVEDA: (Le pasa una toalla) Toma.

ZABALA: Esa huevada está mojada.

SEPULVEDA: ¿Querís una bata de seda, huevón?

ZABALA: Mierda, me dio frío.

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LAJA: Hay que tratar de dormir.

ZABALA: ¿Con este frío?

LAJA: Hay que hacer algo pa’ calentarse, entonces.

NEIRA: Buena idea, Laja. Primera huevá buena que decís en todo el día.

LAJA: Todavía te queda tiempo, tú también podís decir algo bueno.

NEIRA: Vamos a calentarnos.

ZABALA: No me hagai hacer ejercicio.

NEIRA: No, tranquilo. Nos vamos a pegar una pajita.

Silencio largo.

LAJA: Andate a la mierda.

NEIRA: ¿Cómo que ándate a la mierda, culiao? (Se acerca al LAJA y le da un pequeño
punzazo) Vamos a corrernos una paja pa’ entrar en calor, todos juntos, como un equipo.

LAJA: Anda a lavarte el hoyo degenerado de mierda. El profe te dejó traumado. ¿Fue tu
primer amor?

NEIRA: Estoy hablando en serio.

ZABALA: Hagámosle caso a este huevón, antes que se raye entero.

SEPULVEDA: ¿Estai más huevón?

ZABALA: ¿Y qué tiene? ¿Cuántas veces no nos hemos macaqueado juntos?

SEPULVEDA: Pero es diferente.

ZABALA: Has como si fuera igual. O si no este anormal de mierda te va a cortar la pichula
y la va a poner en un cordel pa’ colgársela al cuello como un talismán fleto.

NEIRA: (Navaja en mano) Ya, vamos macaqueando los huevones.

ZABALA: Ya, lo vamos a hacer.

Todos se distribuyen por el espacio lo más lejos el uno del otro que puedan y se ponen en
disposición de masturbarse.

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ZABALA: Neira, calma’o. Tiene que ser con la luz apagada.

NEIRA: ¿Por qué?

ZABALA: Qué querís que me caliente viendo tus lindas piernas, huevón.

NEIRA: Yo quiero ver.

LAJA: Andate a la chucha, pervertido de mierda.

ZABALA: Luz apagada o nada.

NEIRA: Ya, apágala. (Apagan la luz. Comienzan a masturbarse) Ya, la primera va en


nombre de la mina del Zabala.

ZABALA: ¿Y por qué mi mina?

NEIRA: Porque está rica la culiá.

ZABALA: Sí, ya sé que está rica. Pero yo pensé que nos ibai a hacer pensar en el profe.

NEIRA: No te rajo la guata, culiao, solamente porque me estoy concentrando en el culito


de tu mina y no quiero perder el hilo.

ZABALA: El hilo que tenís entre los dedos.

NEIRA: ¡Cállate!

Se masturban en silencio un largo rato, sin luz. De pronto se oye un ruido seco.

NEIRA: ¡¿Quién mierda me manchó?!

Se enciende la luz. ORTEGA esta sobre NEIRA lanzándole su semen encima. Luego le
golpea brutalmente la cabeza contra el cemento.

ORTEGA: (Absolutamente fuera de si) ¡Te dije que me las ibai a pagar, hijo de puta. Te lo
advertí, tengo el espíritu del puma dentro de mí y te voy a rajar. ¿Queríai ser figura, culiao?
¿Queríai jugar con Ronaldo y Zamorano? Veamos si vai a poder. ¡Y mejor no te toquís,
porque te van a quedar las uñas sucias! ¡rojas como el paco que parece travesti!

Absolutamente enajenado, ayudándose a veces con la navaja, ORTEGA corta a mordiscos


los tendones de Aquiles de NEIRA, que apenas atina a gritar. Luego sale disparado hacía
afuera y se oye como se da de golpes en la puerta.

ORTEGA: ¡Tengo el espíritu del puma, tengo el espíritu del puma dentro de mí, tengo el
espíritu del puma!

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Se oye como la puerta cede y ORTEGA sale hacia fuera todavía gritando. Su voz se va
perdiendo lentamente. NEIRA yace en el piso con los talones desangrándose. El LAJA,
SEPULVEDA y ZABALA observan todo inmóviles, como si no lo creyeran, con sus
manos todavía en sus genitales. Lentamente comienzan a salir. NEIRA queda solo.

APAGON

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