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ARMADA / EBANISTA
2020
TEMA 2 Instrumentos de
dibujo a mano alzada
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INTRODUCCIÓN:
“Cómo poder transmitir con claridad que lo que los arquitectos hacemos
es construir ideas. Hay un dibujo de Jorn Utzon, el maestro, que
muestra una persona que para escribir ¿dibujar? moja la pluma en el
tintero de su abierta cabeza. Alguien que escribe –dibuja– construye
con la cabeza, con la tinta de la razón. Alguien, el Arquitecto, que
construye ideas. “PENSAR CON LAS MANOS”. (Alberto Campo Baeza)
Tipos de Croquis:
Conceptuales Revelan la esencia de una idea compleja.
El reto es lograr comunicar de forma clara y concisa la intención del
diseño.
Puede dibujarse al principio del proyecto y continúa siendo relevante
al finalizado el mismo.
Analíticos Para analizar un edificio, espacio o componente.
En cualquier etapa del proceso de diseño.
Sugieren intención. Sirven para explicar ideas asociadas con
recorridos o para mostrar aspectos de construcción.
Perceptivos Se usan para describir aspectos de los edificios.
Para explorar en detalle materiales.
Para explorar en detalle espacios.
Definición:
El croquis es ante todo, un medio rápido y eficaz de representación gráfica. Este
debe ser claro, limpio, completo y preciso, pero sobre todo su principal
característica es que está realizado a mano alzada, es decir, sin los útiles de dibujo.
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Tipos de Líneas
a) Líneas Verticales: coinciden con el borde vertical del papel, y se las asocian con
la “plomada de albañilería, es una línea perpendicular al piso.
b) Líneas Horizontales: coinciden con el borde horizontal del papel (inferior), se las
asocian con los líquidos en reposo.
c) Líneas Oblicuas: son las líneas inclinadas.
d) Líneas Paralelas: son las líneas que conservan sus distancias de separación.
e) Líneas Perpendiculares: son las líneas que forman entre sí 90º, también
coinciden con el borde vertical del papel, y se las asocian con la “plomada de
albañilería, es una línea perpendicular al piso.
Este tipo de líneas, algunas veces, son producto de una determinada visión (según
la dirección de la V.P. en relación al objeto), pues en la realidad, y si nos ubicamos
de otra manera frente al objeto, se ven paralelas entre sí. Lo mismo puede ocurrir
con los otros tipos de líneas, cambian según nos movemos y observamos (siempre
relacionar con la visual principal V.P.
Proporciones
Es conveniente, antes de empezar a dibujar, tomar un tiempo para analizar el
objeto, detectar sus proporciones y otras particularidades de la forma.
En el croquis (dibujo a mano alzada sin elementos de precisión) no se miden las
proporciones (relación de magnitud entre las medidas del objeto) con elementos de
precisión (reglas, escalímetros, etc.), sino que éstas se toman “a ojo” y por
aproximaciones sucesivas, hasta que lo dibujado coincide con lo observado (éste
aspecto y para el que nos entrenamos, es el más difícil de alcanzar).
Establecido de antemano el tamaño del dibujo, que en una primera etapa no debe
superar la mitad de una hoja tamaño oficio, (ésta dimensión limita las longitudes
máximas de líneas), la primer línea que trazamos, ya tiene carga proporcional, y
representa de aquí en más una magnitud a la que deberán subordinarse las demás
líneas para que el dibujo sea prorcionado, es decir, “hay un alto en relación al
ancho local,” “la puerta mide la mitad del alto de la pared”, etc. por ej. (Relaciones
que se deben comparar y verificar).
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se dibuja); es preferible trabajar con un campo visual reducido (límite de la visión
nítida) por razones de deformación, o retirarnos del objeto para poder abarcar más.
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b)-(2) P.F. (puntos de fuga) y su variante b` a medida que nos alejamos de la
perpendicular entre la V.P. (visual principal) y la pared de fondo.
Para los casos b, b` y b`` hay que tomar la altura de L.H. en el punto de
concurrencia de dos oblicuas y la arista vertical (esquina), como también hay que
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verificar el ángulo que forman las mismas (º) dado que una vez establecido, y
prolongando las líneas hasta cortar la L.H., encontramos los P.F.
Definidas las líneas estructurantes, tanto para el caso “a” como para el caso “b”,
solo resta continuar el croquis en cada caso, tomando la precaución de fugar (ir al
P.F.) cada línea accesoria (puertas, ventanas, etc.) al correspondiente P.F. según
sean paralelas a una u otra dirección.
Hay que tener presente que según hacia donde se mire, (no solo hacia izquierda o
derecha) arriba o abajo, también las verticales pueden cambiar y pasar a ser
concurrentes (oblicuas).
Dado que las visuales paralelas al piso son las más frecuentes, salvo que se
especifique lo contrario, se tomarán a éstas para cada ejercitación que se realice,
según el esquema interior.
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Un error común en las prácticas de croquizado, de cualquier tipo y nivel, es que los
estudiantes dibujen fachadas y lugares sin ningún parámetro, dando respuesta
meramente técnicas en cuanto al uso de ordenadores perspectícos, quedando
ausente lo esencial, es decir, el espacio arquitectónico Con esto, no se quiere decir
que hay que dibujar solamente espacios claramente definidos, sino que a éste
hecho hay que prestarle más atención; previo al dibujo, debería analizarse con
detenimiento, la estructura formal del sitio, como ser: los límites que lo conforman,
el sentido de recorrido, los componentes que lo integran y dan carácter, etc.,
elementos todos, que lo condicionan, y determinan lo que deberá ser plasmado y
enfatizado en el croquis. Lo que se procura (además de posibilitar una buena
elección para dibujar), es introducirse en la captación y análisis el espacio, (como
ordenadores del mismo que somos) centrando el interés del croquis, en su cualidad
mas importante, como es, la capacidad de ser una herramienta de verificación, en
cualquier etapa de desarrollo del proceso de diseño.
Dibujo Definitivo
Hay que empezar “rayando” despreocupadamente, (lo anterior también forma parte
de ésta idea), para perder paulatinamente “el temor a la hoja en blanco”, y
alcanzar plena libertad de acción.
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se da generalmente en el otro sentido, perpendicular a los planos de frente del
objeto), y referirlas a las otras magnitudes ya establecidas.1
Dibujar de lo general a lo particular (primero la “caja” que encierra el espacio, el
volumen, y luego sus elementos componentes: puertas, ventanas etc.); hay que
hacer una selección de datos, saber “parar” y no enfrascarse en detalles sin
importancia (hay que insinuar mucho, dibujando poco), y tener en cuenta el valor
de conjunto de croquis; al final, debe percibirse claramente la totalidad de la
situación, con los énfasis puestos de acuerdo a los objetivos del tema.
Incluir elementos (si no existen) que le den escala al dibujo, sobre todo en lugares
abiertos.
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un análisis posterior de las líneas, determinará luego, las distintas características que tienen las
mismas. (PF, etc.)
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iguales en la realidad, y conservadas desde otro punto de vista.
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La línea del horizonte (En los dibujos nos referiremos a ella con las siglas LH),
por lo que la Línea del horizonte es una línea imaginaria que, mirando al frente, se
halla situada a la altura de nuestros ojos.
El típico ejemplo es el de un día en la playa. La línea del horizonte coincide con la
línea que delimita el cielo y el agua. Si estamos tumbados en la playa vemos poco
mar, la línea del horizonte está baja, si nos ponemos de pie, vemos más superficie
de agua, con nosotros ha subido la línea del horizonte, y mucho más si nos
asomamos a los acantilados, la línea del horizonte habrá subido con nosotros y
estará muchísimo más alta. Por lo tanto antes de empezar a dibujar, tenemos que
determinar donde se encuentra la línea del horizonte, encima o debajo del tema
que queremos representar, incluso puede ser que se halle situada fuera del cuadro.
El punto o puntos de fuga. (En los dibujos nos referiremos a ella con las siglas
PF) Los puntos de fuga se hallan siempre situados en la línea del horizonte. Si
observamos la Fig. “A y B” veremos que todas las líneas paralelas perpendiculares
al horizonte confluyen en un punto que es al que denominamos punto de fuga. En
un dibujo se pueden emplear uno o más puntos de fuga, según como sea la
perspectiva: perspectiva paralela, (a la que algunos llaman frontal) con un solo
punto de fuga, perspectiva oblicua con dos puntos de fuga Fig. “C” y perspectiva
aérea con tres puntos de fuga.
FIGURA “A”
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FIGURA “B”
FIGURA “C”
Plano del Cuadro. (PC) Es la superficie física del elemento sobre el cual se
dibujará, que no es más que el papel sobre el que plasmaremos el dibujo. Lo que
Leonardo da Vinci llamo la ventana y León Batista Alberti (Arq. S. XV) llamo el
velo.(Fig. C).
Punto de vista. (PV) Es el punto desde donde miramos. Se halla situado en el
mismo plano que la línea del horizonte
y a la misma altura que el punto de
fuga. (Fig. C).
Línea de Tierra. (LT). Que es la línea
imaginaria donde se apoya el modelo a
reproducir. Por lo que la distancia entre
la línea de tierra y el punto de fuga será
igual a la que existe entre el suelo
(Plano de Tierra) sobre el que estamos
y nuestros ojos. (Fig. C).
Plano de Tierra. (PT) El plano de
tierra es la superficie sobre la que nos
asentamos tanto nosotros como el modelo objeto de nuestra observación. (Ver fig.
C).
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Trabajar midiendo a ojo es una técnica muy útil.
Si uno es diestros, tendremos que mirar por el lado izquierdo del tablero de dibujo,
de modo que la mano que dibuja no interfiera en las líneas de mira, perturbando la
visión.
Colocando el tablero en posición vertical y con un ojo cerrado, mover la cabeza
ligeramente a la izquierda y derecha hasta lograr que el borde del tablero pueda ser
utilizado como referencia para determinar el tamaño de cada parte de los objetos,
luego, marcar estos puntos en el borde del tablero.
Esto es particularmente útil para dibujar figuras, pero también puede utilizarse con
buenos resultados para dibujar paisajes o una naturaleza muerta.
Es un método consagrado, como lo demuestran las marcas en el borde de muchos
dibujos de grandes maestros, lo cual demuestra que dibujaban midiendo a ojo.
Percibimos los objetos en un plano perpendicular a nuestra línea de visión. Al mirar
de frente, el plano será vertical. Sin embargo, cuando dibujemos en la hoja o el
tablero, esta puede estar sobre las rodillas o en un caballete inclinado, de manera
que miraremos hacía abajo y no obstante, tendemos a visualizar un plano vertical
delante de nuestros ojos. Para llevar esta imagen vertical y nuestra hoja que
seguramente estará ubicada con un cierto ángulo de inclinación, deberemos ajustar
mentalmente las proporciones, cosa que resultará sin duda compleja. Corremos el
riesgo de ajustar en exceso, haciendo demasiado grande la parte inferior de lo que
estemos dibujando. Para el principiante, será más sencillo utilizar el tablero vertical
hasta adquirir práctica y experiencia.
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debiendo tener en cuenta que cuando observamos en perspectiva las profundidades
se acortar a la mitad o menos de la mitad. Comprendido trazamos nuestro
segmento 5 y 6.
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achatado o demasiado alargado.
Otra norma que debemos tener en cuenta es que todas las líneas verticales deben
ser paralelas entre sí, exceptuando la representación del cubo en perspectiva
aérea.
Cuando dibujamos un cubo en perspectiva oblicua, debemos controlar que, al
dibujar el ángulo externo de la base, sea mayor de 90º, de lo contrario la figura
resultante no será un cubo, para ello debemos de tener en cuenta el no situar el
cubo muy por debajo o por encima de la línea del horizonte ni situar los dos puntos
de fuga muy cerca uno del otro.
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