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DM6 TD3 MORA Juana

Los archivos del norte (1977)

En febrero 1848, la revolución en Lille comenzó por un baile en la Prefectura. El telegrama


había dado la noticia de la insurrección en París demasiado tarde para que se pudiese cancelar
la fiesta, pero mi abuelo aseguró que los bailarines tenían mirada de entierro. El prefecto hizo
llamar un batallón de línea para proteger la corte de honor, lo que, desde la llegada, valió
silbidos y abucheos de los hombres y las mujeres mejor vestidos que bajaron del carro. Al
día siguiente, los aires de entierro se acentuaron, cuando se supo la abdicación de Louis-
Philippe (…).

Pasados dos días, una banda excitada por las noticias de Paris se lanzó al patio de la
prefectura. Esa turba salió probablemente de los famosas “cuevas de Lille” (…). Michel-
Charles remarca con sorpresa, se deslizaban hacia las parrillas en contrasentido de la
multitud, un hombre vestido con viejos hábitos y cubierto por un viejo sombrero: el prefecto
mismo, Señor D. de G., quien imita, sin saberlo, el comportamiento del rey de los franceses.

La ascensión de Louis-Napoleón a la presidencia confortó a todo el mundo, incluso siendo


un Bonaparte, era falso, no entusiasmó mucho a la gente seria. De todas maneras, la represión
comenzó. En Lille, después del motín de mayo de 1849, ocasionado por el hambre, el
Tribunal Correccional precedido por Amable Dufresne condenó a cuarenta y tres individuos
en penas que abarcan al menos cuarenta años de prisión y setenta años de supervivencia. La
mayor parte de los condenados eran niños.

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