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Sobre el derecho de información de los accionistas1.

Ruben Luchinsky

(Profesor Adjunto Ordinario del Departamento de Derecho Económico y Empresarial,


Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Buenos Aires; Profesor Titular
Ordinario de Derecho Comercial I, y de Derecho Comercial II, Facultad de Derecho,
Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Árbitro Titular del Tribunal Institucional
de Arbitraje del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora).

I.

La cuestión traída al análisis mantiene vigencia en el derecho argentino,


refiriéndonos en este apartado a las sociedades anónimas cerradas o de familia,
por cuanto buena parte de los conflictos personales que trascienden al ámbito
societario, se resuelven, respondiendo al interrogante en orden a si fue, o no,
respetado o satisfecho y, en su caso, cómo, este derecho esencial a la condición
de socio. Ello dado que la composición de todos los demás derechos depende de
aquél primero, y no pocas veces, como una suerte de disparador y/o pre-requisito
de su efectivo ejercicio2.

Es más, puede sostenerse la procedencia y no interrupción del caudal informativo


al socio, sin que medie razón o motivo en particular, porque sí, dado que hace al
señorío, propiedad o dominio sobre la cosa social. Concluyentemente, los límites
pueden ser impuestos por su ejercicio abusivo o anti funcional.

1 Recoge la intervención del autor en la I Jornada Argentino Uruguaya de Derecho Comercial, celebrada
el 24 de junio de 2010 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
2“El derecho de información que posee el accionista consiste en conocer el desenvolvimiento social
mediante lo que reflejan los libros y documentos sociales y las aclaraciones que puedan dar los
administradores, información que, cuando no existe derecho a control individual de los mismos, se
cumple a través del órgano de fiscalización. El derecho de información de los accionistas es inherente a la
calidad de socio y necesario para participar en la adopción de las decisiones sociales”. Caruso de la Valle,
Marta E. c/ROSSI Y CARUSO S.A.C.I.F. - C.N. COM. - SALA E - 17/12/90. BD 3 - S 00519.
Por cierto, la cuestión habrá de presentarse variadamente en punto al hecho que
la información sea requerida en ocasión –convocatorias asamblearias ya
practicadas- y transcurso de las asambleas de accionistas o, fuera de ellas. En los
primeros supuestos, no cabe dudar que el caudal informativo deberá surgir
espontánea y ampliamente por parte de los órganos de administración y de
fiscalización del ente social, debiendo en modo oportuno, pleno y eficaz
satisfacerse los requerimientos pertinentes y atinentes -de modo directo o
indirecto- a los puntos del temario de la asamblea convocada y que fueren
reclamados por parte de los socios. Su vulneración es un irrito que
potencialmente afectará la validez de las decisiones, dado que como se tiene
dicho “el derecho a la información es conferido en el interés social por cuanto
contribuye a formar la voluntad social y también en el interés del accionista
para valorar la marcha de la sociedad y la capacidad de los administradores 3, e
inclusive que “resulta procedente suspender cautelarmente la ejecución de una
decisión asamblearia ante la falta de satisfacción de los pedidos formulados por
los actores, tendientes a obtener información y documentación de la sociedad, a
efectos de poder participar en la asamblea impugnada y votar sobre el aumento
del capital social propuesto4.

Aun cuando la ley argentina admite o reconoce el derecho de información de los


accionistas sin indicación de cuáles serían sus límites, especialmente, en aquellos
casos en que la sociedad, estatutariamente, ha prescindido de la existencia o,
mejor dicho, de la actuación del órgano de fiscalización interna –LS: 55, 284-,
conviene remarcar al mismo tiempo que el pretorio lo ha negado, por ejemplo
“resultando ser el demandante, o al menos haberlo sido al momento de los
hechos, director de la sociedad anónima, lo argüido por éste respecto de la falta
de información y de acceso a la documentación societaria no es objetivamente y
con los límites señalados, elemento relevante para acceder a una medida
cautelar (abstención de reconocer de cualquier modo el ejercicio de los
derechos políticos y patrimoniales correspondientes a los títulos emitidos con
3M. de Aguinis, Ana M. "El derecho a la información de los accionistas" - RDCO - año II - pág. 287
4 Martelli de Brosio , Ramona D. y Otros C/Brosio y Cia S/Sumario - CNCOM - SALA D - 7/6/1996.
motivo de una asamblea cuya nulidad se plantea) que implica una suerte o
resultado de suspensión de la decisión asamblearia impugnada" (Bellini,
Ricardo C/S.I.S.A. y Otros - C.N. Com. - Sala B - 9/10/1987).

Es que, el derecho de información, aunque haya sido conferido en protección del


interés individual, también tutela el interés de la sociedad, en custodia de su recto
funcionamiento, desde que opera como uno de los medios a través de los cuales
el socio participa de los órganos sociales. La información atinente al derecho del
socio, conforme las tendencias doctrinarias y jurisprudenciales argentinas, no es
toda la que éste requiera, sino la que corresponda a las características del tipo
societario (art. 55, L. 19550) y lo determinado en el contrato social (art. 1071,
CC). A su vez, la previsión del artículo 55 de la ley 19550 no significa que deba
reconocerse al socio su derecho de información en cualquier tiempo y por
cualquier causa, sobre los libros y los papeles sociales, pues el control de la
gestión administrativa se materializa a través del procedimiento de someter
periódicamente los estados contables a la asamblea, siendo inaceptable que la
gestión sea evaluada individualmente por cada socio en la ocasión que
discrecionalmente elija a ese efecto5.

Inclusive, en ese orden de ideas se ha resuelto que el socio debe agotar las vías
sociales para obtener la información requerida, de modo que su pretensión hecha
valer en Justicia, no presente reparos desde el punto de vista sustancial y no
exceda de los derechos del socio6.

Asimismo, y también a modo de principio general, es factible señalar consenso


en la doctrina de los autores y de los jueces, que la respuesta dada por la sociedad
al socio que pretende la exhibición de los libros sociales, supeditando la
contestación a ese requerimiento a la previa reunión del órgano de administración
y solicitando a aquél un plazo -aun breve- a los fines de comunicarle la decisión
que aquél tome, implica, en verdad, un condicionamiento que importa para el
5 CNCom. - Sala C - 21/4/1993, "Roig, Luis c/Gior SA s/sumario".
6Molina, Silvana Noemí c/Secolo SA s/Medidas de Información Cám. Civ. y Com. Córdoba 2ª Nom.
05/08/2004.
socio la imposibilidad de acceso inmediato al control individual de la
documentación y papeles sociales, al entender que debe someterse la petición del
socio a la consideración del referido órgano, generando así una situación no
deseada por la normativa legal específica, que prescribe un derecho esencial,
inderogable e indisponible de los integrantes de la sociedad de acceder al examen
de la documentación societaria pertinente obrante en la sede social.

Así, el derecho al examen de los libros y documentos sociales no puede ser


restringido ni condicionado por la sociedad a circunstancias de tiempo, modo y
lugar que de algún modo obstaculicen la actividad informativa del socio. La
resistencia a permitir el ejercicio del derecho de información autoriza a recurrir
judicialmente para que se haga efectivo.

Es de buena doctrina compatibilizar el derecho del socio a la información con un


mecanismo que a la par de procurar al interesado la información buscada, no
genere perjuicios ni trastornos a la sociedad ni a los terceros, debiendo ser
ejercido con un criterio de razonabilidad sin afectar la buena fe (art. 1198, CC) ni
constituirse en un abusivo ejercicio del derecho7.

II.

Ahora, pasando revista al derecho comparado, localizamos condicionamientos al


acceso a la información de los accionistas, de modo que cabe señalar a la ley
argentina como de concesión amplia y sin restricciones, al menos en la literalidad
de los textos legales que ya hemos visto. En tal sentido, cabe citar a la ley
francesa pues si bien admite el acceso a la información por parte de los
accionistas, lo hace a condición que éstos sean por lo menos titulares del diez por

7 “Si el requerimiento de exhibición de libros efectuado por el socio comprende no sólo los libros
contables y sociales, sino también los documentos de la sociedad, ello conlleva a que la medida que deba
disponerse se lleve a cabo en el seno mismo del ente social de conformidad a la clara y expresa norma del
artículo 60 del Código de Comercio, conforme al cual, "si los libros se hallasen fuera de la residencia del
Tribunal que decretó la exhibición, se verificará ésta en el lugar donde existan dichos libros, sin exigirse
en ningún caso su traslación al lugar del juicio", y ello con el ánimo de no entorpecer la administración de
la sociedad ni paralizar ni perturbar su funcionamiento (Suárez, Carlos Segundo C/Clínica Privada
Caraffa SRL S/Acciones Societarias Y Exhibición De Libros - JCIV. Y COM. DE CÓRDOBA -
10/5/2006).
ciento del capital social total emitido por la sociedad, y aún en tal caso, la
compulsa de los libros y papeles sociales es mediatizada a través de un
funcionario.

De su lado, la ley española de sociedades anónimas de 1989, concede en


términos generales el derecho de información que confiere al titular legítimo de
acciones -48-, pero al reglarlo decide limitarlo exclusivamente a los asuntos
comprendidos en el orden del día asambleario 8; información a la que quedan
obligados los administradores, salvo en los casos en que, a juicio del presidente,
la publicidad de los datos solicitados perjudique los intereses sociales. Esa
excepción no procederá cuando la solicitud esté apoyada por accionistas que
representen, al menos la cuarta parte del capital -112-.

Por su parte, la ley de sociedades comerciales uruguaya 16060, instaura y


garantiza el derecho de los socios en general para acceder al examen de los libros
y documentos sociales, así como el de requerir al administrador los informes que
estimen menester, con las expresas limitaciones instituidas para los accionistas o
socios de las sociedades anónimas -339: a) tenencia mínima del 10% del capital
accionario; b) se denuncien actos violatorios de la ley o del contrato social, o,
existan fundadas sospechas de graves irregularidades cometidas por cualquiera
de los órganos sociales y c) se acredite haber agotado los recursos e instancias
internas previstas en el contrato social y en la ley-.

Y, en particular el art. 321 de la referida ley 16.060, expresa o reglamenta el


derecho de los accionistas para requerir copias e informes escritos referidos a las
nóminas de los integrantes de los órganos permanentes de la sociedad, así como
las resoluciones propuestas por el directorio a las asambleas de accionistas, listas
de aquellos inscriptos para asistir a las asambleas y/o la de quienes efectivamente
asistieran a ellas, de las actas asamblearias, los balances y demás estados

8 Dicho así no cabría tal derecho fuera de la oportunidades de convocación y /o celebración de las Juntas
Generales.
contables, informes y memorias propuestas al análisis en dichas asambleas por el
directorio.

Es interesante mencionar que la información negada injustamente al accionista y


que provoque su reclamo, responsabiliza personal y solidariamente a los
directores omisos por los gastos, accesorios o costas causídicas.

Volviendo a la ley argentina, es claro que en su letra y espíritu se muestra amplia


a la hora de reconocer el derecho de información, no pone limitación alguna
(salvo el pequeño porcentaje que exige en el art. 294, inc. 6°), aún cuando no lo
reglamente y como en las sociedades por acciones no existe posibilidad de
control individual por el accionista, el incumplimiento de las formalidades
previstas en el art. 67 de la ley de sociedades (Adla, XLIV-B, 1310) obstruye el
derecho de información, deliberación y voto. (Cám. Nac. Com., Sala B, 19/5/95,
"Noel, Carlos M. M., y otros c. Noel y Cía. S.A." , "J.A.", 13/8/97, n° 6050)9.

Años atrás nos referimos a la cuestión del ejercicio mismo de la acción judicial
del socio, frente a la negativa o frustración del derecho de información 10, y allí
señalábamos que los jueces admiten el trámite al amparo del art. 781 del Código
Procesal Nacional -y similares de los ordenamientos provinciales-, designando,
de ordinario, a un veedor para que éste colecte los ítems informativos
reclamados, pero ello, claro sin convertir aquél en un proceso de intervención
judicial de la sociedad, pues como bien se señalara 11
"es improcedente solicitar

9 Ídem: "El derecho de información que posee el accionista consiste en conocer el desenvolvimiento
social mediante lo que reflejen los libros y documentos sociales y las aclaraciones que puedan dar los
administradores, información que cuando no existe derecho de contralor individual de los socios (art. 55 ,
L.S.) se cumple a través del órgano de fiscalización adoptado. [...] No puede requerir el accionista
información sobre aspectos vinculados a la gestión empresaria, aspecto que queda apartado del
conocimiento de los socios" (Cám. Nac. Com., Sala E, 17/12/90, "Caruso de La Valle, Marta E., c. Rossi
y Caruso S.A.", "J.A.", t. 1991-I, p. 511 ).
10 Luchinsky., Ruben O., "Apostillas sobre la dinámica judicial en torno del derecho de información de
los socios en las sociedades mercantiles", en Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones, 1993-
A, págs.201 y sigs.

11 Barreiro, Rafael Francisco, " VÍAS DE PROTECCIÓN DEL DERECHO DE


INFORMACIÓN DEL SOCIO EN LAS SOCIEDADES COMERCIALES (ART. 55, LSC),
DSyC, Errepar, Septiembre 2007, con cita jurisprudencial: CNCom. - Sala E - 23/8/1994, "Dal
Farra, Alberto c/Maccaferri Gaviones de Argentina SA s/sumario", del voto de los Dres. Ramírez
y Arecha.
con carácter de medida cautelar la designación de un interventor veedor, a los
efectos de que suministre información acerca de la contabilidad de una sociedad
anónima, como paso previo a la promoción de acciones de responsabilidad contra
el síndico o el directorio, fundándose la solicitud en que la ausencia de
información alegada impediría conocer la entidad del daño derivado de
eventuales acciones violatorias de la ley y/o el estatuto social; porque para
admitir esa medida (regulada por el art. 113, LSC) además de cumplirse con los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 114 de la LSC, deben
observarse los requisitos comunes a cualquier medida cautelar, o sea,
verosimilitud del derecho y peligro en la demora -circunstancias que se
entendieron no configuradas en el caso- y, por lo tanto, el interés en obtener
información contable, debe encausarse por el procedimiento específico previsto
por el artículo 781 del Código Procesal.

III.

En las sociedades anónimas bursátiles y demás con acceso al ahorro público el


tema aparece con una nutrida cantidad de reglas provistas por la llamada "ley de
transparencia de los mercados" contenida en el Decreto delegado sobre Régimen
de Transparencia de la Oferta Pública N° 677/01 (B.O.: 28/05/01) (Dto. N°
677/01), en la búsqueda de soluciones "para el desarrollo del mercado de
capitales de nuestro país [en el que] se requieren acciones para el
fortalecimiento de los derechos de los inversores y del sistema de información
pública disponible, focalizadas hacia la jerarquización de la regulación y
sanción de las conductas disvaliosas en el ámbito de la oferta pública…" 12, y
para ello, se han incorporado diversas previsiones relacionadas con la
información que deben brindar las sociedades emisoras, los intermediarios y
otros participantes en el ámbito de la oferta pública; la reserva que deben guardar
quienes acceden a información privilegiada.

12 Considerandos del referido Decreto del PEN.


Ciertamente el régimen en cuestión integra el derecho societario argentino y por
ende resultará, bien en forma directa, o por aplicación analógica en cualquier
situación y conflicto de todas las sociedades, cualquiera sea el tipo que luzcan, y
en tal sentido debe ser contemplado por el intérprete, el empeño y mecanismos
concretos que muestran las normas del Dec. 677/01 en orden a equiparar los
derechos de los accionistas minoritarios con los que ostentan los mayoritarios o
"de control". Lo cual se patentiza especialmente en la materia informativa.

Sin entrar al análisis específico de dichas reglas de la "ley de transparencia de los


mercados", resulta muy significativo que en tal régimen la información ya no es
tal "a secas", sino "plena", "relevante", etcétera, con lo cual he querido destacar
que este derecho ha sido en los últimos tiempos, potenciado, enriquecido y, si se
quiere, jerarquizado por el derecho societario y, no es ocioso enfatizar que para la
concreción del mismo en cabeza de los accionistas no importará si la sociedad es
o no bursátil o, cotizada.

En suma, este derecho le es reconocido a los socios, y en especial a los de la


sociedad anónima, sin otras limitaciones que las que surgen respecto de todos los
derechos fundamentales en materia obligacional del derecho privado económico
argentino (ejercicio regular, no abusivo, atinente o propio y relativo a las
materias que deben hallarse a disposición de los accionistas, y sin mengua de los
intereses del ente social en materia de secreto comercial o empresario), so riesgo
de mal desempeño por parte de los respectivos miembros de los órganos internos
de administración y fiscalización.

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