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Primera Jutbah
Inna al hamda lillah, nahmaduhu ua nasta‘inuhu ua nastagfiruh. Ua na‘udhu billahi min shururi anfusina ua
min saii'ati a‘malina. Man iahdihillahu fala mudilla lah, ua man iudlil fala hadia lah. Ua ashhadu an la ilaha illa
Allahu uahdahu la sharika lahu ua ashhadu anna Mujámmadan ‘abduhu ua rasuluh
Todas las alabanzas pertenecen a Allah, lo glorificamos y nos encomendamos en Él. Nos refugiamos en Allah
del mal que hay en nuestro ego y del que puedan generar nuestras malas acciones. A Quien Allah guía, nadie
lo podrá desviar, pero a quien Él desvíe, nadie lo podrá guiar. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto
Allah, Único, sin asociados. Atestiguo que Mujámmad es Su siervo y Mensajero. ¡Oh Allah! Bendice a
Mujámmad, su familia, sus compañeros y todos los que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Tengamos temor de Allah, pues la piedad es la mejor provisión y el camino
más recto que todos debemos seguir. Allah dice en el Sagrado Corán:
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes sometidos a Él.” (Corán
3:102)
“¡Oh, seres humanos! Tengan temor de su Señor, Quien los ha creado de un solo ser, del que creó a su
cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Tengan temor de Dios, en Cuyo nombre se
reclaman sus derechos, y respeten los lazos familiares. Dios los observa.” (Corán 4:1)
“¡Oh, creyentes! Tengan temor de Dios y hablen solo con la verdad. [Si lo hacen,] Él hará virtuosas sus obras y
perdonará sus pecados. Quien obedece a Dios y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso.” (Corán 33:70-71)
Descripción: Esta lección da una perspectiva de las razones por las que el Islam da gran importancia a la
búsqueda del conocimiento y a los frutos que se pueden obtener de ello.
Objetivos
· Apreciar la importancia inigualable que la religión del Islam otorga a la búsqueda del conocimiento.
· Identificar qué tipo de conocimiento es el que debe buscarse.
· Comprender que la paciencia y la devoción son elementos cruciales en el proceso de adquirir
conocimiento.
· Aprender sobre algunas de las medidas que una persona debe tomar para permitirse cosechar los
frutos del conocimiento.
Ninguna otra religión o institución da tanta importancia al conocimiento como la religión del Islam. La
religión ha hecho que la búsqueda del conocimiento sea un deber para todos los musulmanes y ha
declarado el no hacerlo como un pecado. El Profeta (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean
con él) dijo en una narración auténtica (hadiz):
“La búsqueda del conocimiento es una obligación para todo musulmán” (At-Tirmidhi).
Esta obligación no se limita a un género o clase social determinados, sino que es una obligación
tanto para mujeres como para hombres, para jóvenes como para mayores, y para pobres como para
ricos. Allah ha elevado el estatus de aquellos que tienen conocimiento, y los ha elogiado en muchas
partes en el Corán. Allah dice:
“Sepan que Dios elevará en grados a los creyentes y a quienes agracie con el
conocimiento. Dios sabe cuanto hacen” (Corán 58:11).
Hay una gran diferencia entre un musulmán que tiene conocimiento y uno que no. El Profeta
describió esto en su dicho:
“La excelencia de un erudito sobre un creyente (común) es como la excelencia de la luna llena
sobre los demás cuerpos celestes” (Abu Dawud).
También dijo:
“La excelencia de un erudito sobre un creyente (común) es como mi excelencia sobre el que sea
inferior [en conocimiento] entre ustedes” (At-Tirmidthi).
¿Por qué Allah ha dado tanta preferencia a aquellos que tienen conocimiento sobre aquellos que no?
El rol de los Profetas fue el de impartir conocimiento a la creación , conocimiento directamente del
Creador, sobre Sí Mismo y Sus atributos, y sobre cómo los humanos debemos complacerlo y evitar Su
ira. Aquí vemos la importancia del conocimiento en la vida del musulmán. Con el fin de poder adorar a
Allah de la manera correcta, realizar actos que Lo complazcan y evitar aquello que Lo enfurece, el
musulmán debe buscar el conocimiento. De lo contrario, vivirá su vida entera haciendo cosas que de
hecho pueden oponerse a las enseñanzas de la religión, causándole que gane el castigo de Allah en vez
de Su perdón.
Segunda Jutbah
Inna al hamda lillah Ashhadu an la ilaha illa Allahu uahdahu la sharika lahu ua ashhadu anna Mujámmadan
‘abduhu ua rasuluh. Fa inna jaira al hadizi kitabullah, ua jairu al huda huda Mujámmadin ua sharru al umuri
muhdazatuha, ua kullu muhdazatin bid‘ah ua kullu bid‘atin dalalah ua kullu dalalatin fi an nar.
Todas las alabanzas son para Allah. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin asociados.
Atestiguo que Mujámmad es Su siervo y Mensajero.
Ciertamente las mejores palabras son el Libro de Allah, la mejor guía es la guía de Mujámmad y los peores
asuntos son las innovaciones. Todo invento en la religión es una innovación, y toda innovación es perdición y
toda perdición lleva al Fuego.
Le pedimos a Allah, glorificado y exaltado sea, que nos ayude a hacer lo que Él ama y se complace.
Súplicas finales
Hermanos y hermanas, pidan paz y bendiciones por el Profeta Mujámmad, tal como Dios lo menciona en el
Corán:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él”.
(Corán 33:56)
¡Oh Allah! Concede bendiciones y paz a nuestro Profeta Mujámmad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a
quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Allah! Da tu complacencia a todos los
discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete
también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de
cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.
¡Oh Allah! Enaltece y dignifica al Islam y a los musulmanes, protégenos del mal de nuestros detractores, y
líbranos de los problemas del encarecimiento de los productos, la propagación de enfermedades, de la usura y
el interés monetario, del adulterio y la fornicación, de los terremotos, de las dificultades y las tribulaciones, y
de la perversión y corrupción oculta y evidente.
¡Oh Allah! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos creyentes que ya fallecieron, y no hagas que en nuestro
corazón se encierre el desprecio y el odio por los que han creído en Ti como se debe. Tú eres el más
Bondadoso y Misericordioso.