Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sonia Betancort
Universidad de Salamanca
rah (Borges, 1999a: 40-44). A partir de obra del filósofo alemán: “si el enigma del uni-
aquí, serán numerosas las ocasiones en las verso puede formularse en palabras creo que
que Jorge Luis Borges mencione su admira- esas palabras aún están en su obra” (Borges,
1999a: 46). Reflexión que continúa en 1979:
ción por el filósofo1, aunque de todas ellas,
“Para mí Schopenhauer es el filósofo. Yo creo
que él realmente llegó a una solución. Si es
que puede llegarse a una solución con palabras
1 Esta influencia borgeana ha sido recogida en humanas” (Carrizo, 1982: 108-109).
cuantiosos ensayos críticos que ven en la filo- Las citas de la obra borgeana corresponden, excep-
sofía de Schopenhauer una clave ineludible de to cuando se indique lo contrario, a la edición
la interpretación de la obra de Borges. Desta- de las Obras Completas 1923-1988 (1996). Se
can los significativos trabajos de Juan Nuño, empleará la abreviatura OC seguida del tomo
La filosofía de Borges (1986), que dedica algu- correspondiente y de la página.
nas reflexiones a esta relación; K. P. Augusti- 3 La ya clásica tesis de Edward Said, Orientalismo
ne, “Borges, Schopenhauer and Indian (1978), valiosísima en algunos aspectos, define
Thought” (1993), Ana Sierra, El mundo como los estudios eruditos del Oriente como articu-
voluntad y representación. Borges y Schopen- lación de un fuerte eurocentrismo y relega a
hauer (1997), Francisco José Martín, “Las re- un segundo término ciertas expresiones en las
- 69 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
- 70 -
SONIA BETANCORT
- 71 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
con otras bibliografías compartidas, termi- tuía un punto de comunicación entre los
nó por entrelazar también los misteriosos amigos, que recurrían a sus citas y lecturas8
mundos del orientalismo7. En las reuniones hasta que la presencia del existencialista
literarias del café La Perla de Buenos Aires lograba fundirse con la atrayente excentri-
comenzó a congregarse el grupo martinfie- cidad macedoniana9: “Anoche éramos 12 o
rrista del que formarían parte ambos pen- 14 personas a las cuatro de la mañana. [...]
sadores y cuya tertulia solía consistir en mate, ginebra, té continuamente, lectura de
desbaratar un tema a modo de diálogo. Co- Schopenhauer y de Kant” (García, 2003: 6).
mo recordaría Borges, las controversias Escenas y presencias que la memoria bor-
culminaban con la sagacidad socrática con geana sintetizó con claridad en 1975:
que Macedonio podía dar la vuelta a cual-
quier discusión, haciendo sentir que los pro-
tagonistas de su pensamiento eran los otros Había acostumbrado a sus sentidos a no
disertantes (Borges, 1999a: 70; Woodall, percibir lo desagradable y a demorarse en
un agrado cualquiera: el olor del tabaco in-
1996: 104-105 y Salas, 1999: 90). En ese
glés, de un mate curado o de un volumen –
entresijo dialogado, Schopenhauer consti- El mundo como voluntad y representación,
recuerdo— encuadernado en pasta española
(OC 4: 56).
7 Macedonio Fernández conoció el orientalismo
hinduista y budista a través de Schopenhauer
y se apoyó tímidamente en Nieztsche para
adentrarse en el campo específico del zoroas-
trismo. Como asegura Mónica Bueno, el zo-
roastrismo le serviría para desarrollar tus teo-
rías acerca del concepto del “yo”, su “almismo 8 Borges en su Autobiografía, hablando de sus
ayoico” (Bueno, 2000: 141). De estas fuentes, lecturas de Schopenhauer, señala: “lo he leído
Macedonio extrajo ideas orientalistas que per- muchas veces en alemán, y también traducido,
petuó con la ayuda de lecturas del trascenden- en compañía de mi padre y de su íntimo amigo
talismo norteamericano, corpus que la crítica Macedonio Fernández” (Borges: 1999a, 46).
suele señalar como remate del catálogo de in- 9 A Macedonio se lo comparaba físicamente con
fluencias macedonianas (Camblong, 2006: 47). Mark Twain, Chaplin y Paul Valéry (Pérez,
Por otra parte, Adolfo de Obieta, hijo del au- 1968: 86). Esta fuerte contundencia física con-
tor, apunta al respecto de la metafísica orien- trastaba con la incorporación de elementos de
talista que el modo del pensamiento macedo- otras culturas y otros personajes a su presen-
niano se aproxima a un estado místico definido cia. Y todo era conjugado en su aspecto más
como el de “un yogui del conocimiento, que lle- lúdico, no por ello menos profundo e intenso,
ga a la Unión, al Todo, no por vía de la devo- del que se recuerda su vertiente musical en la
ción o la acción, sino de la reflexión” y compara que mezclaba el guitarreo argentino con la
este método con la personalidad gandhiana, música hindú (Pérez 1968: 70), lo que disfru-
diciendo: “al hablar de transfiguración, nos taban los otros escritores en esas jugosas
transfiguraba, como dice Victoria Ocampo de reuniones literarias. Resulta ilustrativo seña-
Gandhi” (Obieta, 1999: 301, 308). Y finalmen- lar también la impronta que causaba en los
te, en sus interesantes recopilaciones, conclu- otros al conocerlo, como puede verse en Hora-
ye: “Cuando me preguntan por las visibles afi- cio Quiroga que al encontrarse con él en Posa-
nidades entre el pensamiento metafísico de das escribe: “me inquietó al conocerlo [...]: – es
Macedonio y la metafísica india, se me ocurre todo él, una página de Emerson” (García 2003:
recordar el apunte de Xul Solar al lado del 27). Para una ilustrativa descripción de este
ataúd recogiendo los rasgos finales de Mace- aspecto excéntrico de Macedonio ver la Auto-
donio: un monje tibetano” (Obieta, 1999: 317). biografía de Borges (1999a: 71).
- 72 -
SONIA BETANCORT
- 73 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
tada en gran parte de la producción ensa- darse a sí mismo y olvidar lo que buscaba,
yística macedoniana14, supone una constan- de pronto la verdad podría revelársele.
cia latente en sus novelas No toda es vigilia Agregó que, por supuesto, resultaría impo-
la de los ojos abiertos (1928) y Museo de la sible poner en palabras esa sabiduría repen-
tina (Borges 1999a, 77).
Novela de la Eterna (1929) y aparece expli-
cada en su correspondencia con Borges:
“este mundo no tiene Rumbo (dinámico) ni El comentario fue invocado en el ensayo
Perfil ni modo de Ser; [...] La Realidad, co- borgeano “La nadería de la personalidad”
mo la Persona, no tiene identidad ni histo- (1922)15, en el que se detecta una clara in-
ria” (García, 2003: 14, Pérez, 1968: 110 y fluencia de su amigo16 y cuyo tono definió
Camblong, 2006: 188). Estas afinadas espe- después como “un ensayo demasiado exten-
culaciones llevan a Macedonio a establecer so sobre la inexistencia del yo copiado del
un parentesco intelectual con las teorías Buda o de Macedonio” (Borges 1999a, 80).
hinduistas y budistas adaptadas por Scho- La confluencia macedoniana de Schopen-
penhauer, con las que articularía ciertas hauer-filosofías indias vuelve a ser sugerida
sentencias indias acerca del lenguaje y su por Borges en 1936, cuando dedica a su
incapacidad para expresar la totalidad. maestro un ejemplar de Historia de la
Eternidad (García, 2003: 211), sugiriéndole
la lectura del texto “El acercamiento a Al-
El autor de Una novela que comienza
motásim” (OC 1: 414-418). El cuento, de
(1940) plantea una original proposición in-
claro fondo y atmósfera india17, trasluce la
telectual en la que el concepto de “verdad
búsqueda de la consumación de una rela-
última” –clave de la creación y de la natura-
ción amistosa entre maestro y alumno. La
leza— constituye un enigma imposible al
misma inspiración reaparece en otros cuen-
enunciado lingüístico. Sin embargo, expre-
tos, por ejemplo, en “Las ruinas circulares”
sará que dicho sustrato puede ser experi-
(1941), cuyo eco aparenta un repaso de sus
mentado por el hombre capaz de olvidar su
lecturas de Don Segundo Sombra de Güi-
esencia personal, atractiva paradoja que
raldes y Kim de Kipling, obras que relacio-
Borges recopilaría con admiración en 1970:
naría en sucesivas oportunidades a propósi-
to del binomio profesor-discípulo. Final-
Macedonio dudaba de que la verdad fuera mente, al hablar de budismo y de manera
comunicable. Pensaba que algunos filósofos totalmente asimilada, anotó ya en los años
la habían descubierto pero no habían logra-
do comunicarla del todo. Sin embargo, tam-
bién creía que descubrir la verdad era muy 15 Publicado en Proa y posteriormente en Inquisi-
fácil. Una vez me dijo que si pudiera acos- ciones (1996).
tarse en la pampa y olvidar el mundo, olvi- 16 A este texto habría que añadir la curiosa refle-
xión borgeana del ensayo “El cielo azul, es cie-
lo y es azul” también de 1922, en la que de-
muestra sus primeras lecturas y asimilaciones
de su padre: ”Yo creo ser Poe otra vez, yo soy de la obra de Schopenhauer, incluyendo las
la refiguración de Poe” (Obieta, 1999: 313). ideas de Fitche en su comentario y la impronta
14 Como puede verse en “Idilio-Tragedia (Mero de sus conversaciones con Macedonio (Borges,
ensayo)” o en “Tejido exquisito de signos” 1997: 154).
(1922). Ambos ensayos se pueden revisar en 17 Se puede ver mi trabajo «La India de Jorge Luis
Macedonio Fernández, Obras Completas VII Borges. Una lectura orientalista en “El Acer-
(1987). camiento a Almotásim”» (2010).
- 74 -
SONIA BETANCORT
cincuenta: “una de las desilusiones capita- más tarde a través de los discípulos de éste,
les es la del yo. El budismo concuerda así y finalmente con una amplia investigación
con Hume, Schopenhauer y con nuestro propia acerca de las bibliografías eruditas
Macedonio Fernández” (OC 3: 251). inglesas y alemanas, y en menor medida,
francesas y argentinas, interesante travesía
que compartió con el pintor argentino Xul
Pero la predilección schopenhauereana Solar. Este itinerario bibliográfico fue seña-
que en Macedonio se detendría sólo de ma- lado por Borges en una reveladora entrevis-
nera oblicua en una indagación de la meta- ta de 1984, en la que relata cómo los orien-
física oriental, en el joven Borges traspasó talistas fueron incorporándose a su erudi-
las fronteras occidentales para explorar los ción:
territorios mitológicos de Oriente. Primero,
al amparo de las fuentes del autor de El
mundo como voluntad y representación18, Y luego leí a Schopenhauer –yo tendría 16
años—; Schopenhauer habla del budismo,
dice que él es budista; y eso me llevó... no sé
cómo cayó en mis manos, un ejemplar del li-
18 Las fuentes filosóficas orientalistas de Schopen- bro de Koeppen, un libro en dos volúmenes,
hauer se explican dado el marco de obras in- hoy olvidado, que es el que leyó Schopen-
discutibles de la filosofía alemana, como las de hauer y el que lo acercó a él al budismo; y
J. G. Herder (1774-1803), Friedrich Schlegel luego leí el libro de Max Müller, Seis Siste-
(1722-1839) y G. Wilhelm Friedrich Hegel mas de la filosofía de la India, y leí —eso fue
(1770-1831) que trabajaron el orientalismo mucho después, en Buenos Aires— la Histo-
como parte fundamental de su pensamiento.
ria de la Filosofía de Deussen, discípulo de
Herder fue el primer filósofo prerromántico
Schopenhauer, que empieza su historia de la
que desarrolló un profundo interés por el espí-
ritu de los pueblos, aventura que supo conju-
filosofía con tres voluminosos volúmenes so-
gar con la práctica de la masonería y el estudio bre la India, y llega después a Grecia. [...] Y
filosófico de la India, ejercicio que influenció leyendo esos libros, el de Müller y el de
notablemente a los círculos literarios de la Deussen, llegué a la conclusión de que todo
época, entre ellos, en la obra de Goethe. Veáse ha sido pensado en la India y en la China:
M. Velázquez Mejía, Mithos, utopía e ideolo- todas las filosofías posibles, desde el mate-
gía: estructura de la historia. Johann Gottfried rialismo hasta las formas extremas del idea-
Herder (2000). Por otra parte, el filósofo ro- lismo, todo ha sido pensado por ellos. Pero
mántico Friedrich von Schlegel fue el primer ha sido pensado de un modo distinto, de
profesor de sánscrito en Alemania en 1818, y manera que desde entonces nos hemos dedi-
junto a su hermano, el filólogo August cado a repensar lo que ya había sido pensa-
Wilhelm von Schlegel (1767-1845), lograron un do en la India y en la China (Ferrari, 1985,
trabajo erudito y profundo sobre esta lengua y 2: 95 y 96).
la traducción de importantes obras (Flood,
1998: 287). Con estos antecedentes, Hegel in-
corporó el pensamiento hindú en su esquema
filosófico e histórico, aunque siempre relegan-
do las filosofías de la India a un nivel inferior
al de la metafísica occidental (Tola y Drago-
netti, 2002: 353-385). Un joven colega suyo,
Schelling (1775-1854) consideró a las filosofías janas influencias de Herder, encontró un espa-
de la India como una suerte de idealismo exal- cio de sabiduría ancestral en el territorio indio,
tado (Halbfass, 1988: 102), entusiasmo que fue idea que cristalizó en sus seguidores Georg
perpetuado por Schopenhauer, quien a pesar Grimm (1868-1945) y Paul Deussen (1845-
de sus diferencias con Hegel, y gracias a las le- 1919).
- 75 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
Gracias a la obra de entre otros Ante- hauer concluye su obra El mundo como vo-
quil Duperron19, K. C. Friedrich Krause20, luntad y representación, en la que con una
C. F. Koeppen y Max Müller21, Schopen- nítida influencia del idealismo, marca su
interés hacia los textos clásicos de la In-
dia22, apoyándose en ellos como mecanismo
19 Como señala la crítica (Moreno Claros, 2005: de especulación:
182-186) a través del filósofo orientalista Frie-
drich Majer (1772-1818), quien fuera discípulo
de Herder, y se hiciera algo famoso gracias a Y si además de esto, el lector estuviera ini-
su obra Brahma o el brahamnismo como la re- ciado en la sabiduría de los Vedas, cuyo se-
ligión de los hindúes (1818), Schopenhauer ac- creto nos han revelado las Upanishads, es-
cede al estudio de algunos libros clásicos de la
taría perfectamente capacitado para enten-
India, y especialmente, a los textos directa-
der cuanto he de decirle. A mi entender,
mente traducidos del persa al latín por Ante-
quil Duperron (1731-1805), Las Upanishad.
nuestro siglo, al hacernos accesible la litera-
Este estudioso francés nunca entraría en el tura sánscrita, ha prestado un servicio a la
círculo orientalista más reconocido en la época, humanidad [...] El conocimiento de la filoso-
debido a que estaba más interesado en una fía india ejercerá, creo yo, sobre los siglos
comprensión profunda de las ideas hindúes venideros una influencia no menor que la
que en la pureza filológica, lo que Schopen- que ejercitó en el siglo XV el renacimiento
hauer pudo contrastar con la ayuda de otras de la literatura griega [...] Si no temiese pa-
fuentes. recer vanidoso, diría que todos los aforismos
20 Este filósofo, conocedor del sánscrito y padre de
- 76 -
SONIA BETANCORT
- 77 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
grandes epopeyas indias del Mahœbhœrata y cos”— recurre al ejemplo de la filosofía que
el RœmœyaŸa26. Gracias a estas bibliogra- considera “menos pavorosa y melodramáti-
fías, hacia 1936, como parte de las reflexio- ca” que la occidental: “los días y las noches
nes de Historia de la eternidad, en su ensa- de Brahma” (OC 1: 394). La escritura suelta
yo titulado “El tiempo circular”, se interna y fluida, demuestra el conocimiento del mi-
en el análisis de la cosmogonía hindú. Y to, una Trinidad cósmica cuyo vértice cen-
para ejemplificar la vieja concepción del tral es Brahmœ y cuya función es dar naci-
“tiempo”, --de “ciclos similares, no idénti- miento, crecimiento y destrucción al uni-
verso. De manera cíclica el mundo se crea y
destruye en períodos de tiempo inabarca-
la divinidad mediante los ritos), SamaVeda bles para las mentes occidentales, ocupan-
(“Veda de los cánticos”, canciones del ritual de do, literalmente, las noches y los días del
sacrificio), YajurVeda (prácticas litúrgicas) y dios Brahmœ27.
AtharvaVeda (Veda de los encantamientos,
fórmulas de carácter mágico). Fueron reunidos
en época muy posterior a su configuración,
pues se establece su comienzo, con reservas, y La indagación sobresale porque llega a
debido al desinterés hindú por incluir referen- conjugar su personal visión del “Principio
cias temporales o históricas en sus literaturas, de Identidad” y del “Panteísmo”. En el en-
hacia los siglos XV –XII a. C. y se data su cul- sayo “Notas sobre Walt Withman” (1932), el
minación hacia el IX a. C. En su mayoría po- dios Brahmœ, junto a otras referencias28, le
seen carácter ritual y contenido litúrgico, sin serviría en la tarea de explicar que el hom-
embargo, para el creyente, los Vedas son una
revelación eterna o atemporal. Con posteriori-
bre es análogo a dios, y que de esta manera,
dad, y conocida como “quinto veda”, se suma un hombre es todos los hombres (OC 1:
una abundante literatura religiosa denomina-
da brahmánica, BrœhmaŸas, fechada entre el
900-700 a. C., la cual aglutina un comentario y
modificación de los himnos védicos hacia un 27 El mito, como básicamente se ha difundido en
canon del rito y del culto, explicaciones litúrgi- Occidente, establece que Brahmœ al despertar-
cas y mitológicas de los Vedas, realizadas por se al final de una noche creó el mundo feno-
sacerdotes. Veáse Wendy Doniger O’flaherty, ménico, del sacrificio, por medio de un juego
The Rig Veda (1981), Max Müller, Vedic mágico. Ese día termina con la reabsorción
Hymns (2004), Ralph T. H. Griffith, The cósmica, la noche, de la misma duración que el
Hymns of the Rig Veda (2005), Ana Agud, “El día. El retorno del ciclo cósmico se corresponde
mito en la India” en Sileno (2004) y Pensa- por tanto con la perpetua manifestación de la
miento y cultura en la antigua India (1995) y divinidad, que de alguna manera, procede de
Juan Miguel de Mora, El Rig Veda (1989). un Ser aún más supremo que no se puede
26 La epopeya la constituyen unos relatos extensí- mancillar. Éste, eterno y atemporal, es el inte-
simos (diez veces la Ilíada y la Odisea juntas) rior de la trasmigración de los seres, y por tan-
de carácter épico que aglutinan ciertos diálo- to, la perspectiva de eternidad detrás de los ci-
gos doctrinales, como es el caso de La Bhaga- clos. La Trinidad hindú, Trimurti, se completa
vad Gūtœ, y multitud de leyendas. A pesar de la con otras dos divinidades, una que sueña y
dificultad de fechar estos textos, se suele seña- mantiene con su sueño el universo, ViüŸu, y
lar la composición de la epopeya del otra que en su danza, y por medio del fuego, lo
Mahœbhœrata del 300 a. C al 300 d. C. y la del destruye para renovarlo, ģiva. (O´flaherty,
RœmœyaŸa del 200 a. C. al 200 d. C. Véase J. 2003: 31-45; Biardeau, 1995: 137-152; Zimmer,
A. B. van Buitenen, Mahœbhœrata (1973-78), y 2001: 21-28; Wilkins, 1988: 82-85).
Ralph T. H. Griffith, RœmœyaŸa (1895) y los 28 Heráclito, la mitología persa y la obra de Emer-
excelentes resúmenes de Wendy Doniger son, concretamente el poema “Brahma” de
O’flaherty, Mitos de otros pueblos (2005). 1857.
- 78 -
SONIA BETANCORT
251). Al amparo de esta afirmación, decla- el diario Crítica (Borges, 1999b: 29). En ese
raba su conocimiento del mito, citando el marco, la presencia orientalista, en esta
diálogo hindú de la Bhagavad Gūtœ (inser- etapa de descubrimientos, inspirará pro-
tado en el Mahœbhœrata) y considerando a puestas determinantes de los años cuaren-
esta obra un prototipo del panteísmo del ta, como su conocido ensayo “Nueva refuta-
que declaraba “que dios es diversas cosas ción del tiempo” (1947).
contradictorias, o (mejor aún) misceláneas”
(OC 1: 251), tratando estos textos con una
interpretación bastante aceptada por la El cómo estas insinuantes mitologías si-
crítica orientalista (O’flaherty, 1978: 19-28). tuaron sus valores en un espacio plenamen-
te literario constituye un curioso juego de
referencias que merece la pena emprender.
No cabe duda de que la particular visión En el caso de las lecturas del RœmœyaŸa30
del “Eterno Regreso” borgeano también al-
canza un paralelismo con esta cosmogonía
de incitantes conexiones con diferentes au- 30 Que probablemente formaron parte de su tiempo
tores y escuelas occidentales que revisaba dedicado a la investigación de Sacred Books of
en la época –entre ellos, nuevamente Scho- The East y de The Six Systems of Indian Phi-
penhauer (OC 1: 395)29— y puede rastrear- losophy. Ya que la lectura del RœmœyaŸa por
se entre sus especulaciones preferidas de medio de estas fuentes alemanas es declarada
los años treinta. En “El tiempo circular” en 1984 cuando confiesa: “hay entre mis libros,
(1934) realiza una identificación del Eterno uno sobre el Ramayana, en dos volúmenes, voy
a ver si alguien que sepa alemán me lee ese li-
Retorno con diversas argumentaciones filo- bro” (Ferrari, 1985: 135). Indudablemente, esa
sóficas universales (OC 1: 394) implicando lectura sería una relectura del texto canónico,
esta teoría. En 1942, en “Una alegoría chi- que ya no podía llevarla a cabo solo debido a
na”, ensayo acerca de las ciertas literaturas su ceguera. Y dado que al autor argentino de-
budistas, concluye que “el amor de los ciclos clara aquí la versión alemana de la epopeya,
de enorme tiempo y de los espacios ilimita- todo indicaría que la traducción leída sería la
de August Wilhelm von Schlegel publicada en
dos es típico de las naciones del Indostán”
Bon en las primeras décadas del siglo XIX que
(Borges, 2001: 202). Una invitación filosófi- como se ha visto constituyó una de las fuentes
ca que esgrime en tono lúdico a través de la de Schopenhauer (Weber, 1892: 132). Para co-
leyenda del vidente de Sumatra: “alguien tejar este dato se hace evidente la necesidad
quería doctorarse en adivino. El brujo exa- de una publicación de un catálogo de la biblio-
minador le pregunta si será reprobado o teca personal de Borges. La investigadora Eri-
ca Garante, directora de la interesante revista
pasará. El candidato responde que será re-
electrónica Recto/Verso del ITEM (Institut des
probado...Ya se presiente la infinita conti- Textes et Manuscrits Modernes) de París, ha
nuación” (OC 1: 277). La insistencia es pa- desarrollado la catalogación del fondo, un índi-
tente, pues la fascinante paradoja había ce que, lamentablemente, todavía no ha sido
aparecido ya en 1932 en Discusión, y en publicado (Ver
1934 en “Dos antiguos problemas” para la http://www.revuerectoverso.com [consulta: 19
revista Multicolor (Borges, 2001: 94) y para de diciembre 2011]). Una visita realizada a esa
biblioteca, resguardada por la Fundación In-
ternacional Jorge Luis Borges
(http://www.fundacionborges.com/ [consulta:
29 Se puede ver la explicación que la obra schopen- 19 diciembre 2011]) bajo la cuidada dirección
hauereana ofrece de esta mitología hindú de María Kodama, revela el gran volumen de
(Schopenhauer, 2003: 281 y 395). bibliografías orientalistas que poseía el autor
- 79 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
- 80 -
SONIA BETANCORT
la India y la China y que consagra un capí- sus viajes, el pintor desarrolla una gran
tulo a Gilgamesh (OC 3: 441). carrera como traductor de estudios de la
teosofía y del orientalismo, transcribe del
inglés La voz del silencio de Helena P. Bla-
En su texto de 1922, “La nadería de la vatsky36, presenta hacia 1934 un gran nú-
personalidad”, comenta que “Grimm (Die mero de traducciones de cuentos de Kipling
Lebre des Buddha, Manchen, 1917)” alerta para la revista Multicolor que dirigía Bor-
de las construcciones filosóficas occidenta- ges37, y traslada al español la edición de la
les vinculadas a la idea del individuo frente obra de Thomas Mann acerca de Arthur
a la “excelente declaración del budismo” Schopenhauer38. Desde una formación muy
que descree de la personalidad (Borges, flexible, Xul Solar logra cristalizar el estu-
1996: 103-104). Y hacia 1936 (OC 1: 367) se dio de las filosofías del lejano Oriente, de la
refiere a la obra histórica de Paul Deussen Cábala y de la astronomía, modificando los
Die Philossophie der Griechen de 191934, cánones orientales con la incorporación de
bibliografía que repite como fuente de su términos propios, que mezclaban, con su
disertación –a partir de una reflexión acer- particular visión, aspectos originales de la
ca del zoroastrismo— “La doctrina de los simbología del zodíaco. Una aproximación
ciclos” (OC 1: 392). Ya en estas conjeturas donde “la idea última es siempre la misma:
se aprecia el intento de tener presentes alcanzar la sabiduría universal, fuente infi-
otras perspectivas fuera del orientalismo de nita de conocimiento” (Tedín, 2005-2006:
Schopenhauer, abriendo el camino de nue- 169)39 mediante el ejercicio de la invención
vas y originales soluciones interpretativas a y del juego.
los paradigmas del hinduismo.
En esa nueva tendencia, la versatilidad y Blake, y toda clase de manuales y textos sa-
de Xul Solar dejaba espacio para acerca- grados de la literatura oriental, del ocultismo
mientos orientalistas más libres, menos y de la astrología. A partir de 1914, Xul desa-
acartonados y sostenidos por perspectivas rrolla en París una larga admiración hacia el I
como la de las ciencias ocultas35. A partir de Ching y las filosofías orientales gracias a su
encuentro con Edward Alexander Crowley, “el
Mago”, quien pertenecía a la Orden Hermética
y tenía un amplio conocimiento de los cánones
34En los años cincuenta y sesenta, y especialmente orientales (Tedín, 2005-2006: 157-169).
en su obra de 1976 Qué es el budismo (Borges, 36 Xul Solar (Trad.), H. P. Blavatsky, La voz del
1998: 154) Borges hará mención más profunda silencio. Fragmentos escogidos del «Libro de
y directa de George Grimm y su Die Lebre des los preceptos áureos» (1940).
buddha de 1917, aunque como se aprecia, la 37 Just so stories for little children (1903), “El son-
lectura de esta obra coincidió con la época de sonete de ño canguro viejo” (1934); “Cómo el
los descubrimientos de Deussen, el otro gran leopardo logró sus manchas”; “Cómo el rinoce-
discípulo de Arthur Schopenhauer. ronte obtuvo su piel” (1934); “Cómo el elefante
35 Bibliografías inglesas, francesas, alemanas e logró su trompa” (1934); “El cangrejo que ju-
italianas dan cuenta del viaje que el pintor gaba con el mar” (1934); “El gato que andaba a
realizó por estos países entre los años 1912 y su antojo” (1934); “La mariposa que pisó fuer-
1924, en los que visitó, entre otras ciudades, te” (1934) y “El principio de los tatús” (1934).
París, Turín, Génova, Hong Kong y Londres, 38 Xul Solar (Trad.), Thomas Mann, El pensamien-
de donde extrajo una importante variedad de to vivo de Schopenhauer (1939).
libros que incluyeron estudios de autores del 39 Para un estudio más profundo de la obra de Xul
expresionismo pictórico, obras de Swedenborg Solar se recomienda Álvaro Abós, Xul Solar.
- 81 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
conjuntas con el grupo martinfierrista. En esta entre el idealismo y el realismo, pues en ellas
publicación, Xul Solar encabezaba junto a No- el mundo es la expansión de una totalidad, no
rah Borges la mayoría de las aportaciones un reflejo que el sujeto percibe, sino un en-
plásticas y también realizaba la ilustración de cuentro entre los dos grandes polos de una
otras publicaciones borgeanas, como El idioma gran energía universal, cuyo aliento es el dios
de los argentinos (1928) o El tamaño de mi es- Brahmœ, su juego y su magia. Este juego es
peranza (1929). Mientras que Borges contri- emprendido por Brahmœ para “distraerse de
buía a la obra del artista plástico con numero- su soledad o –y este es el sentido metafísico del
sos textos y presentaciones en catálogos y ex- juego— para adquirir visión de sí mismo”. Por
posiciones, destacando muchas veces algún ello, Brahmœ es el personaje alrededor del cual
aspecto orientalista en la personalidad del pin- los participantes emprenden sus burlas ante
tor. Hacia los años treinta comentó: “Xul Solar su torpeza, y es también el jugador y también
renueva, a su modo ambicioso que quiere ser cada uno de los participantes. Así medio ciego
modesto, la mística pintura de los que no ven y medio visionario de sí mismo, el dios del mito
con los ojos físicos en el ámbito sagrado de del juego cósmico hindú demuestra la posibili-
Blake, de Swedenborg, de yoguis y de bardos” dad de ver, el logro del descubrimiento de un
(Borges, 1990: 11). rostro que es infinitamente el de sí mismo, el
- 82 -
SONIA BETANCORT
ticular visión de las artes, la cultura y la alejara de los supuestos puros del hinduis-
astrología44. Esta estética es particularmen- mo y del budismo otorgándoles un matiz
te visible en su obra pictórica a partir de los trágico que rápidamente difundió en Occi-
años treinta, como puede apreciarse en “Un dente la idea de una espiritualidad oriental
Yogui” (1932), “Puerta del Este” (1935), la fuertemente cargada de nihilismo
serie de “Panjuego” (1939), la colección (Maillard, 1993: 108)46. Esto es, que su teo-
reunida bajo el tema “Zodíaco” (1949-1954) ría de la negación de la individualidad y del
o “Desarrollo del Yi Ching” (1953). Y es pre- espacio-tiempo, que tanto había investigado
cisamente en el matiz lúdico de la teoría, Borges en compañía de Macedonio, se aleja,
donde la influencia del pintor ayuda a la y casi parece que malinterpreta, las ideas
personal interpretación borgeana de las orientales, al entender lo ilusorio como algo
filosofías orientales, y por medio de ésta, a que “se soporta” y que “se sufre”, cuando
la consumación de un camino algo diferente para las filosofías indias la irrealidad feno-
al perpetuado por el orientalismo de Scho- ménica no es más que un juego de magia
penhauer y la escuela alemana45. Puesto (Maillard, 1993: 107-132 y Halbfass, 1988:
que la herencia de las doctrinas judeo- 74-82).
cristianas hizo que el filósofo alemán se
Como se ha visto, hacia los años treinta
rostro ciego de Brahmœ, el cual sólo adquiere el escritor argentino ya conocía con profun-
mirada cuando las criaturas despiertan, en el didad esta interpretación schopenhauerea-
momento exacto de negarse a sí mismas na y había percibido el itinerario bajo el que
(Maillard 1993, 113-114).
44 Este comentario coincide con las alusiones de
este nihilismo se había difundido rápida-
Leopoldo Marechal en “El Panjuego de Xul So- mente en el orientalismo occidental47. Un
lar, un acto de amor” (1967). El autor de Adán
Buenosayres despliega un interesante recorri-
do por las connotaciones orientalistas de la 46 Tanto Schopenhauer como Hegel, aunque
obra de Xul Solar, en las que ve una confluen- enemistados, coincidieron en el sentido de lo
cia con elementos mitológicos de la cultura trágico en su filosofía. Esta tendencia nihilista
hindú: “En el Manva Dharma Sastra leí lo si- se separa en los autores en tanto que la teolo-
guiente: ¨Los periodos de Manu son innumera- gía hegeliana se intentaba proyectar en la his-
bles, así como las creaciones y destrucciones toria (Maillard, 1993: 107). Aunque algunos
del mundo; el Ser Supremo las renueva como estudiosos desestiman esta idea que atribuye
jugando¨. Como jugando: vale decir que la un tono nihilista a la filosofía de Shopenhauer,
Creación Divina es un juego, y que Xul, al no cabe duda de que El mundo como voluntad
crear el suyo, habría imitado al artífice divino, y representación se decanta por esta tenden-
como buen demiurgo que fue” (Marechal: cia, sobre todo, al desarrollar la pesquisa acer-
http://www.zonamoebius.com/Iepoca_2003- ca de “El mundo como voluntad” arguyendo
2007/2003/000/hocu1.htm [consulta: 21 di- “que en esencia toda vida es dolor”, un punto
ciembre de 2011]). de conexión con el budismo, que las filosofías
45 Pues el filósofo alemán no pretendía tanto serle orientales resuelven a través de los conceptos
fiel a las ideas orientales como llegar a razonar de irrealidad, juego de la creación o la teoría
un sistema original que diera resolución a las de la liberación, y que en Schopenhauer, aún
teorías iniciadas por la filosofía occidental, afinando una posibilidad de salvación, no des-
principalmente kantiana, y también por la carta su punto de vista trágico aportado por la
oriental, la cual, “a pesar de sus certeras intui- tradición occidental (Schopenhauer, 2003: 311-
ciones, no había logrado, según él, una formu- 314 y 395-407).
lación adecuada y completa” (Maillard, 1993: 47 En 1932, como parte del libro Discusión, Borges
108). se detiene en el análisis de la obra de Scho-
- 83 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
- 84 -
SONIA BETANCORT
- 85 -
BORGES: CÓMO LLEGAR A ORIENTE A TRAVÉS DE
SCHOPENHAUER, MACEDONIO Y XUL SOLAR
- 86 -