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‘Warzlawick, P., Beavin, J, H. y Jackson, D. D, (1967). Pragmatics of Hu: 3 man Communication. A Study of Interactional Patterns, Pathologies Gnd Poradores. Nueva York. Novton, (Ed cast. Teor de meacin Harnana, Barcelona, Herder, 1589) Watlawick, P, Weakland, J, H.y Fisch, R (1978), Change, Noes Norton (Ed. east. Cambio, Formuciemy soluetO de bs rebionas Aumanos. Barcelona. Herder, 1974), “a Weakland, (1978), «Communication Theory and Clinical cation Theory and Cncal Change. P. J, Guerin (ed.), Family Therapy: Theory and Practis "York BG > Practice. Nace York, Weakland, J, Fisch, R, Watalawick, Py Badin, A (1974), «Brief The. apy: Focused Problem resoltione. Family Process, 13, 14-168 Whitehead, A. N.y Ruse, B. 0910), Pini Matematica, Cambri ge Cambridge University Prese Capitulo 8 _ TEORIAS SOBRE EL DESARROLLO Y LA FAMILIA SURGIDAS DESDE EL PSICOANALISIS Y LA ETOLOGIA QUE HAN INFLUIDO EN LA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA En este apartado vamos a describir brevemente algunas teo- Has surgidas desde el psicoandlisis que han influido podero- ‘samente en la terapia familiar, dado que muchos de los teé- ticos de la terapia familiar sistémica venian de este modelo. 4. LAS RELACIONES PRIMITIVAS DESDE EL MODELO PSICOANALITICO 4.1. Las telaciones objetales Klein (1952) desarroll6 una teorfa de las relaciones objetales J sé mino «posiciéns, el cual implica un tipo de iades. En ci6n confusional: el bebé no puede organizar la experiencia 9 porque todavia no tiene un «yoo sulicientemente desarrollac do, lo cual le crea una ansiedad confusional. Pasados los primeros dfas de vida se desatrolla la posicién esquizoparanoide, de «esquizo» (division) y «paranoides (per. secuciGn), en la que se divide le realidad en bueno y malo. Pa ra intentar ordenar la confusién, el nifio divide la experiencia en cosas que son gratificanies y cosas que son frustrantes (ella hablaba de pecho bueno y de pecho malo). En ta medida en gue gratiiea, el pecho es amado y sentido como «bueno, y en la medida que es fuente de fr ustracién, es odiada y senti- do como «alo» (Klein, 1952). Hacia Jos seis meses de vida el nino comienza a entrar en la osicicn depresiva. Va integrando la experiencia, percibiendo que la madre a veces gratifica va veces frustra. Culando se odia, se siente culpa, y ello impulsa a reparar. $i el «yos no se siente capaz de reparar, recurre a negar el datio hecho, la realidad mis. ma, que el objeto era bueno, lo cual se da en las reacciones maz nfacas como forma de negar la culpa y la pérdida irreparable (Klein, 1952) Mediante la construccién de representaciones de los ob- Jetos (imagos) y de si mismo, el ser humano desarrolla un mo. delo internalizado de relaciones humanas. As, hablaremos de la sfamilia interna para referirmos a las relaciones que mantienen las representaciones de los familiares que guar. damos en nuestro mundo interno; Klein (1952) hablaba de los «ciudadanos del mundo interno». (HEAtERApia ayudaremos a las fBinilAS a cBRESEEF os bb- 8 para lograr un didlogo a ‘0s iveles, interno y externo, en el que se aborden las ex ivas frustradas, los conflictos,e iniciar el proceso de la Ayudamos a dj ya diferenciar favorecemos la diferenciacién que permite la las fncionamiento como. En s vamos a observar estos modos de por ejemplo, familias evacuativas en las que el exterior es vivido como malo y no se. Fesponsabilizan de sus actos, o familias introyectivas en las 50 que la culpa tite todas las relaciones. También encontrare- ‘mos individuos esquizoides y depresivos, no slo dependien- do de su personalidad, sino del rol que se les atribuya, El co- nocer el concepto de «posicién» nos penmitiré comprender la vision del mundo, cémo entienden y perciben la realidad, e intervenir desde ese conocimiento. Ademiés de la éscisién (dividir al objeto), la proyeeei6n) (echar fuera lo no deseado) y la introyeccion (meter dentro cosas del exterior), otros mecanismos de defensa primitivos im a en estos estadios del desa- aus adqueren gran importarcia en estos esta rrollo, son Ta i la negaci6n; las identificaciones proyectiva e introyectiva, @) Idealizacién. Segin Klein (1952), ante una madre vivi- da como demasiado frustrante y/o peligrosa, el nitio prefiere pensar que es maravillosa. La idealizacion sir- ve, pues, para protegerse de la persecucién y la frus traci6n. La idealizacién oculta, bajo la apariencia de una relacién maravillosa, un conflicto muy profundo, b) » la colfitsi6i a negacién lleva a no acep- far una realidad no deseada y puede provocar, junto con la proyeccién, la confusisn como defensa, Este fe- znémeno se suele dar en la primera fase del duelo, ctran- do la realidad de la pérdida es tan dolorosa que no se puede aceptar y la confusion es una salida al no poder entender ni ever» nada. 1.2, La comunicacion en las Bion (1963a, 1963b, 1967) desarroll6 un modelo de la nicacién que se da entre el aps asedoen ls iden E] nifio vive experiencias dolorosas percibidas como ani- quilantes; su frégil «yo» se quiebra al no poder metabolizar 4a experiencia y aparece una angustia de muerte. Si aparece la madre, le deposita, mediante la identificacién proyectiva (Klein, 1946), esa parte suya que esté horrorizada por el do- 51 lor mortal (terror sin nombre). Si la madre ree essa vanedd 9 15 FASES DEL DESARROLLO nifio que percibe laangustia de muerte, 8 Jmiecloutimieioy ag 2: ECOL OGICO SEGUN MAHLER ke dewuelve tranquilidad, calma al bebé transminiéntec una < sensacién de calidez, de apoyo, de cuidado, Para Bion, la mas dre est& haciendo ahi de «continente» (identificacion intros: Yectiva, base de la empatfa). El nit le ha echacls «content. dos» desagradables, le ha echado todo to que esta sufriends = 2 nla madre recoge todo ese sufrimiento, lo tamale en salma, en apaciguamiento, ol bebé introyecta sn a ninamas al nacimiento psicoldgico del individuo ‘pro seeped sinento de separain especto de wen muro de wad Jerson sonal pork cou rept as experiencia dl "propio cuerpo" al Principal rresrtanie lolor apac ‘Elina tal como el fate lexpermenta, ebjers pt < de amor"» (Mahler, Pine y Bergman, 1977). Sisuado y una madre continente que fortalece su ope Este mario de (Mal seria ol modo mas primitivo de comunicacign, aceptar una ‘ncipalmente del euarto mes a los ame del otro y sentirlo que dl siente; poner una pore te no- __Bste proceso se desarrolla prineipalmente del cua “otros en el otro para que la contenga y nos ayude vita an a dar largo de todo el ciclo vital se van a 36 meses, aunque a lo larg: 7 = - movimientos asociados a las fases por las que avanza este Pro i as hone ceso. Cada fase supone un perfodo 7 que ae ia real le laspsique del ser human: : ente diferente al desarrollo psicolégico del nds ies a través de la interacei : ee bi etal Seenee — re a decir; en la medida en que el ninio ionarse con - jolégico extrauterino, Promueve la ¢l otto, esté aprendiendo unos mnodelos de-vineals que le ayy. =f postnatal del desarrollo fisiol6gi homeostasis postetsl. 2, La fase simbiotica normal marca la ca- dan 2 estructurar su mente; De manera que lo intrapsiquico, 's personalidad, se consiruye en la inter P cided filozenttica del ser mano para ivesirala madre Se enn 2 ae ae enc (lowenttica de se dual, que constituve la tierra pri- ¥és de esta relacion en la que encuentra un continente, va vrdiel artir de la cual se forman todas las relaciones sbrendiendo a ser continente de st mismo y a pensny sobre la Uibanns siguientes 3. La fase de separacién-individuacién se bese de To que se le wansmitey exp saracteriza por un continuo autmento de la conciencia de sepa. Elterapewt que cumple esta nein Reise stlhimiento del paciente (cel que sufres) y le devuelve : aciOn del «si-mismo» y del cotro», que coincide con los orige- wanguilidad, una manera de nes del sentimiento de sémismo, de la verdadera ep deol Feet 0 que leesté pasando y que hay alguien | __jeto, yde la conciencia de una realidad existente en el mundo gus Sle entiende-vle recoge, empatizanco sin verse desbor- } exterior (Mahler, 1968, 1975; Mahler, Pine y Berges, 1977 dado. Va pasando del «yo participantes, a través deg empa: =p Ha.desde una posicion cercana, al «yo observalors.decce una ray apt’ Hfana que le permite contextualizar cl proble, ma y ayudar, Las pautas de acercamiento-alejamiento: cia dela «Son pautas cambiantes con que el infante se aleja d snaiheyyucveaella Cate sdbise te sus paseo ractertsticas, determinadas por el progresivo desarro ba tory copitvo del nino por is cambiantes neces de distancia 0 cercantas Estas pautas tienen relacién con la distancia éptima»: +A medida que el infante crece y se desarrolla, hay para ca- da ena de posicion entre madre e hijo que es la que 53 ‘mejor permite a éste desarrollar las facuiltades que necesi- ta para crecer, es decir, para individualizarse. Durante el estadio simbictico el infante se amolda al cuerpo de la ma dre; durante la subfase de diferenciacién comienza a se- parar su cuerpo del pecho de la madre para poder explo- tarla libremente mediante el tacto y Ia visién de cerca. EL infante en periodo de ejercitacion se distancia en el espa- cio pare tener oportunidad de explorar, durante el acerca miento el deambulador necesita ir y volver para encontrar 4 su madre disponible, pero sin que ésta interfera. La dis- tancia optima la fiia el narcisismo secundario en desarvo- To, y también ta cambiante relacién objetal y las funcio- ‘nes del yo en desarrollo (Mahler, Pine y Bergman, 1977), Segtin estos autores, detallando mas el proceso, las fases del desarrollo psicolégico del infante humano son: “1 Fase autistica normal (primeras semanas de vida) Se dan respuestas instintivas a los estimulos que son reflejas y consisten en reacciones de cdesbordamiento y descanga, cuyo fin es el mantenimiento del No hay sisernninacin enre animade einanimade, La satisfaccién de necesidades pertenece a su propia érbita autistica y omnipotente, Se da el narcisismo primario en que Ja satisfaccién de necesidades no se pervibe como provenien- te del exterior, se trata de la « infant (Ferenczi, 1923). aes 2. Fase simblética normal (le uno a cinco meses) Elyo rucdimentario del infante pequetio no es adecuado para la tarea de organizar sus estimulos internos y externos para ase- gurar sui supervivencia; la v psicobiolégica entre la que cria y el bebé es lo que commerce re SE n a madre, con su capacidad empética, favorece que se repita el alivio de las necesidades: hambre, tensi6n..., funcionando como yo auxiliar, 34 La simbiosis se refiere a un estadio de interdependencia sociobioldgica entre el infante de uno a cinco meses y su madre, un estado de relacién preobjetal o de satisfaccién de necesidades, en el cual atin no se han diferenciado las representaciones intrapsiquicas del stamisoo y de la madre. Desde el segundo mes el infante se comporia y funiciona como sé él y su madre fueran una unidad dual omnipo- tente dentro de un limite nico y comin: (la “membrana simbidtica"}» (Mahler, Pine y Bergman, 1977). Ruptura del cascarén: «Proceso de salida del estado simbiotico de unidad con la madre, en el sentido intrapstquico. Es la *segunda” expe- riencia de nacinienco, el nacimiento psicoldgico, el proc so por el cual comtienza a ser anreheridido el mundo de “to ‘iro gue no es la madre”, Elinfonte que a eclosionado ya abandond el vago estado erepuscular de simbiosis y esté inuis permanentemente alert y receptivo para los estima Ios de sus ambiente, ms bien gue sélo para sus propias sen- saciones corporales, o para las que enaanan de dentro de la presentacional del nifow (Mahler, Pine y Bergman, 1977) ton desde el psicoandlisi “ sstablece entre el gue le impulsa a buscar la p Estos autores llaman capegos a este vinculo afectivo que se ca- 57 racteriza por: esfuerzos por mantener la proximidad, mante- -Lamadre se siente ineémoda ante sus propias emociones, ner un contacto sensorial eles iad =plorcién del munde "{as-efiales del nifo le Jlevan al rechazo, con Jo que amplifi- desde la figura de apego, como yansiedad ante |g sn el afecto negativo en el nifto, creando conflicto y no dan- separacién y sentimientos de desolacién ante la pérdida, - govalidez a los sentimientos del pequefio ni ayudéndole a ma- En el apego se stinguen tres componentes: las conduc: Guiarse con ellos. Las estrategias de cuidados maternos se tas de apego, un modelo mental de la relacién y los senti - jasan en el cuidado distante. Estas madres se evaliian a sf mientos. Las incluyen Hamadas, vigilan. gismas y a sus hijos como alguien que no vale la pena, y tie ciay Eon 3 la figura de apego. El mo - nen tendencia a enfatizar los aspectos negativos de sus inte- incluye recuerdos de la relaci6n, el concepto que se tiene de -acciones (George y Solomon, 1999). Pie apego y de's(misino, las expectativas sobre la te: 5. Apegoinisegurb Con amibivalencia. No usan ala madre yla : visi6n del contexto en el cual se sitvia la misma. Fi- “como (apeeoeesrar su interés en la exploraci6n es bajo, nalmente, en una buena relacién de apego se dan foletan mal e} estrés, se muestran tdSide seit id asociados a la proximidad y el contacto, y_ « yyeuando vuelve la Ea de apeto se presentan + jes, oscilando entre el d Ainsworth et al. (1978) describieron tres tipos de apego se- Pe por un lado, Taaeee por otro. Las estrategias gtin el grado de seguridad que mostraban los nifios con su | _ de Fesulacién emocion: del nifio son: exagerar sus madre. La seguridad la valoraron a través de la facilidad conf demandas de atenci6n, mostrar extrema dependencia hacia que el nifio explora ambientes nuevos en presencia-ausencia | _@ Hgura de epego y enfatizar la inmadurez. Las respuestas de de la madre, el éxito con que Ja madre consuela al nifio y las los padres son incoherentes y estén menos disponibles. Las conductas de proximidad y contacto que adopta cl nifio des. f madres se caracterizan por una cierta incertidumbre, tanto a pués de situaciones estresantes. nivel representacional como conductual. Presentan incapaci- Los tres tipos son: | dad para integrar lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo, 1a recede eenllia : ~ __lodeseable y lo indeseable. Sus estrategias de cuidados se ba- cae joey aie: interpreta y tesponde 4 __san en tener al nifo cerca, al considerar que pueden prote- nifo. La relacién es cali- da y la madre emite respuestas gerle mejor, aunque no son capaces de hacerlo de una forn 7 ing adecuada, Tienen tendencia a ser intrusiva, interfiriendo en Beets oe El nifio no pare- Ja autonomfa o la exploracién del nifio. ‘olesto por la ausencia de la madre y tiende a evitar 0 igno- Segtin Spieker y Booth (1988), entre un 57% y un 73% de los padres. Los son. ‘i 7 disponible y el nifio mantiene una = siva), manifiesta poco estrés cuando se le d explora. Se centra en el juegovexploraci6n a expensas de la interaccién, Las estrategias de regulacién emocional por parte del nifio consisten en diluir su expresién emocional a consecuencia del rechazo de sus conductas de apego. Se muestra independien- te, maduro y auténomo. Los niftos evitativos presentan una ex- presién contenida del afecto negativo, pero de manera desigual e impredictible (Ainsworth et al., 1978). cl Jos nifios de la poblacién normal tienen un apego seguro en el que los padres son célidos y sensitivos y los nifios no temen ex- presat ¢! enfado, Ja autonomia se adecua a la edad de los hijos y para padres e hijos existe libertad para estar solo o acompa- ado. El apego inseguro con rechazo o evitacién se da en un rango del 15¢¢ al 32% de los nitios. Los padres de este grupo a menudo olvidan su infancia y tienden a idealizar a sus padres como forma de negar una relacion en la infancia vivida como negativa, Con sus hijos suelen mantener una distancia emo- 58 59 | ; | | | | ; i i ‘ : : : | ' ional y fisica para reducir la probabilidad de explosién em cional que lleve al rechazo, lo cual implica una perdida de cen sibilidad hacia las necesidades del hijo. El nifto no aprendeg explora sentimientos intimidad y se muestra aparentemag te. El apego inseguro ambivalente se da en uy sank del 4% al 22%6 e incluye estilos transaccionales aghutin dos, padres preocupados que se dedican a rumiar problemas — pasados y se sienten abandonados silos hi Jos hijos son a menudo parentalizados, Main y Salomon (1986) incluyeron un ‘cuarto ti goal que llamaron edesorganizadassin resolver. Tango de 15% a 25% en la Ppobla los casos de maltrato, Este apego incluye una mezcla de ev tivo yambivaletite o ui conflict de acercanil mto/evitacién = tele presentar conductas desorpa- reencuentran con la figura de @pego. Las madres normalmente han sido victimas de algtia trauma que no han resuelto, siendo ansiosas y temerosas, Proc yectan sus miedes ante las circunstaneias actuales, frecuente: ‘mente expresan sus emociones de forma intensa y con miedo son ineapaces de reconocer las demandas de su hijo, Los estilos de apego son «modelos de interaccién social y SStrslegias ce regulacion emocionals (Shaver y Clarke, 1904) _ Aunaue les formas primitivas de expresién emocional pueden ser modificadas por nuevas relaciones, modelan a su ver a & cognitivos Elmodelo de apego que tenga un sujeto va a iit fo- derosamentc en la consideraci6n que tiene dle sf mismo y rc losdemés, de manera que los que han tenido un apego seg 0 tendrén més comfianza en si mismos y se relacionarin oe 60 2 148, habiendo desarrollado un adecuado ma- ee emocional y capacidades empéticas El ha : go Seguro esté intimamente relacionado con los FP rc vssficcntemente buenas de Winnicott, el epecho eno introyectado> de Klein y la «funcién continentes de ‘y todos hacen referencia a lo necesario que es un vincu- Ee dosiado con los padres para que el ninowe pueda desa- _ pollar sano. Winicoit (1956) hablaba de la spreocupacién ma- Sol primaria» para referirse a un estado de sensibilidad exaltada en el que la madre puede hacerse cargo de las nece- aidades del bebé, y de la funcién de «sostenimiento» (holding) (Winnicott, 1960) que realiza la madre para proteger al bebé jontra estimulos negativos y proveerle de cuidados, de ma. ner que sea tma madre «suficientemente buena» para que su Aiijo se desarrolle a nivel psicolégico y emocional, pego adulto ‘s elaciones y diferencias entre el modelo de ape- . = ‘a nfenca on la edad adults, Weiss (1982) establece _ Hes caracteristicas para diferenciarlos: 1. En los adultos, las relaciones de apego se producen ge- neralmente entre iguales y no entre quien recibe los cuiidados y el cuidador. El apego en la adultez noes tait €slable como pata pres dominar sobre otros sistemas relacionales, mientras que en la infancia es mas estable. El apego en la edad adulta incluye, Fréctientementé, una relacién sexual Estresores leves no evocan los comportatnientos de ape- fo en la edad adulta, ya que el sujeto puede confiar en la dis- Ponibilidad de la figura de apego a pesar de una ausencia de roximidad fisica (Hinde y Stevenson-Hinde, 1976). Ademds, el adulto tiene estrategias ya interiorizadas y exteriorizadas ara poder dar respuesia & la activacién del sistema de ape- £0 (Blass y Blatt, 1990), El adulto depende de la representa- ¢iGn interior que hace de'su relaci6n con la figura de apego, elaborada en la infancia y largo de los afios con riadas (Bowlby, 1969- ‘apego adulto se resumen en la tabl: ‘Origen TABLAS EL APEGO EN LA EDAD ADULTA ~ Siena do col compan ‘Sistema de respuesta apendia Funcén Objetvo prefac Tipo de relaciin = Segurided | = Proximidad @ un compaero — Reciproca Informacién de feeaback | Integracién | con otros sistemas Moaificacion por procesos superiores = Modelo de trabajo | ~ Respuesta del comparero Hon dentro de un sistema de vinclo de pares = Elmods de tabao es elogen | éeles moatcacons unoaacas Causas de a aatvacin Causes de finalzacien | = No dsponioad protongada = Modelo de trabajo Samet = Sampramino del on — Crisis vitales aa = Wess ae taba Greco de respussta dal competera = Fegreso a un entorno homeostatico Causas de supresion ~ Hos de abo oo Respuestas aprendidas ~ Cormorant Sl compateo = Control cognitiva: pecs ‘Comportamientos asoclados ~ Utilizacién de! modelo de: trabajo — Comportamiantes de acercaento = Comportamientes sefaizacores ‘uso: Westy Shaldor-Kaler, 1994, 62 a diferencia de otras relaciones de | en los s que provoca la 6. Al producirse la ausencia de un vineulo de o,e} sujeto experimenta une RPeistentc que no Sr compensada por otros. En general los sujetos que ‘a una comunidad experimentan una an- da con este asllento/debide 9 une baja afi- “entendida como Ja falta de asociaci6n en la que los ‘on, 7 sunstancias similares ofrecen ses compartidos y Jas ci “aga base para la (Weis, 1982). Ena infancia la relaci6n que se establece con la figura de mes complementaria, mientras que en la relacién de pa- tue adulta ese tipo de relacién se considera inadecuada, va “Jordndose mejor las relaciones igualitarias. Para Hinde y Ste- “yenson-Hinde (1976), en los adultos, cuando se percibe un. “prligno y la seguridad se ve amenazada, las relaciones rect ~ procas pueden funcionar como complementarias. De acuerdo can la teorfa de Bowlby y las aportaciones que realiz6 Weiss, se podria definir el apego adulto como las rela- | clones en las que se busca o mantiene la proximidad ‘preferido o especial para aloanzar una s Segiin West y Sheldon-Keller (1994), los adultos, al estable- | cet la relacién de pareja, tratamos de nos aporte st | hecho de buscar seguridad implica el conocimiento de ‘que todas las relaciones no son duraderas ni seguras. Este ‘aprendizaje se realiza si las respuestas del cuidador fracasan Yyse transfieren al mundo representacional. Sin embargo, las actitudes, expectativas y sentimnientos en las relaciones de ape~ g0 adulto no serfan el resultado directo del aprendizaje en el apego infantil, pues s6lo persistirian estos modelos de traba- {jo cuando se han producido dificultades al tratar de estable~ cer um apego de calidad e intensidad consistente en las pri- ‘meras experiencias. Es decir, silos acontecimientos de apego subsiguientes refuerzan un modelo de apego negativo, el po- tencial organizador de los patrones de apego primario es al- 63 ew (1990), Bartholomew'y Horowitz (1991) plan- CF orca de cuatro tpos de apego adulio vertabla®) famente poderoso. De este modo, J68 modelos de tkabajo mario forman parte de las experiencias de apego poster Es necesario, por tanto, tratar de comprender las tenden Saha del mundo representacional que han persistido en el tieane ¥determinaa las consecuencias posteriores del apego, y ae MODELO DE APEGO ADULTO ello hay que observar atentamente las relaciones que cl sje. 6 Modelo del self Modelo del self to ha establecido posteriormente. a positive negative Hazan y Shaver (1987) describieron tres tiposide apegg 9 : (baiadependencie} | (atta dependencie) adulio: Seguro, inseguro-evitativo y ansioso-ambivalente Ly : am Preoeupado sujetos con apego seguro estén cémodas con la intimidad Cameco Preocupadio son capaces de confiar en los demas; estos sujetos piensan d coniaintmidady eon las relactones ellos mismos que son féciles de conocer y dudan poco de ¢ ~ atononia tnlsmos; también piensan que el amor de pareja existe en 4 | er Teneo vida real y que-no tiene por qué desvanecerse con el tiempg, Resiters Misco ala intmidad, plantean que sus relaciones amorosas mas importantes i 7 fe ntiniced, sodlalmente evtatva sido relativamente felices y se caracterizan por la amistad contradependiente Ia confianza, : Las personas con apego insegurosevitativ'se ven a si mis: ‘mas incémodas en la intimidad y no les gusta depender de los demas; perciben a sus madres como personas frias que les te. chazaban con frecuencia, cuestionan la naturaleza duradem del amor y sus experiencias amorosas mas importantes han estado marcadas por el miedo a la intimidad y por dificuiliée des para aceptar a sus parejas. Segtin estos autores, aquellas personas que hayan desarro- _Tadb un melo neato de oto satan resets otemer- $s, pero siempre teniendo en cuenta el nivel de dependencia a acetate __ sarod, Las personas ue desarllan an melo dl oto 3s sujelos con apego arsiosovambivalente buscan niveles 4 : a8 0 preocupadas y de nuevo el nivel | ositivo serian seguras o p ; i guremoe de na! y een gue scenery no 1 dependencia se convertirfa en aero quai ener en See cue en lente: Estos sujetos se referfan a las injusticias ~ cllenta, Segrin Hazan y Shaver (1987), el apego temeroso se a 2 las que sus padres les sometian, pensaban que no eran em. | al cvitatvo, el esistente al seguroyy evtatvo, y el preocupas tendidos por los demas y dudaban mucho sobre sf mismos Hal cute natddean Les resultaba faci] enamorarse, pero como. no solfan encon= a og 1S ES trar el amor verdadero, pensaban que haba pocas personas ee eee oo ea {que estuvieran tan dispuestas como ellos a comprometetse ent tilos de apego infantil y los ete ” 7 eee 10 6 re padres e hijos, una relacién a largo plazo. Sus relaciones amorosas mis im. fomo la interacciGn entre ps Portantes estaban marcadas por la obsesion y los celos, el de. seode unin yreciprocidad, tna fuerte atracctén sexual'y los extremos emocionales, ‘Ambivalente Fgospautas de crianza han sido asociadas al desarrollo psico- t = ectivo de los hijos, lo cual esté intimamente asociado a los Categorias estilos de apego, ae Parker, Tupling y Brown (1979) desarrollaron un cuestio- © stonome: | pseudo- | exige%e aa shuaci 4 | Exgente vio | Des : suscion | oxpera | hdpanent | coene 2 | Oe so autoalcado, arent Boning rsirument PB) po fos padres, | controlador g ze medir dos dimensiones de las pautas de crianza: el cwida- extraios ens, Condveta de | cartioso mas 1) (entendido como preocupacién contra indiferencia [nia Rectctva | rechaz0) ) (conductas contra los Parental ~ - oe thls de ndependenci deli) gus jo peribe en Categorias Segura’ | Evtatvoy sus padres, referido a sus 16 primeros afios de vida, aunque inrerse | Auténono | Disancado | roses | ategen evahia actitudes percibidas en la actualidad, Sobre la base de seego Preooipas uetio | ~ estos factores, se construye una tipologia de los vinculos pa- rentales percibidos: NNawatva | Coherents | mcoherante: | incoherente: Incoherente 12 Optimo (alto cuidado, baja sobreprotecci6n). | ogacién | preocupacién | con sus usente 0 débil (bajo cuidado y baja sobreproteccién). deldoker | por el | psi i oe y ‘oi a pesado [pasado | Betas, (alto cuidado y alta sobreprotecetén). Esti Sensbley |rechazte |oigonona [yen 10 (bajo cuidado y alta sobreproteccién). Parental | caroso ratos (alounos) Alestar este cuestionario fntimamente ligado a las pautas buena parentales de crianza, vamos a describirlo en detalle aqui dolacranes Consta de 25 items de los cuales 13 forman la subescala de dele cranes ‘onsta de 25 items de los cuales 13 forman la subescala de Reiatinws 7 L | 4 sobreproieccidny 12 la de cuidado, con cuatro opciones de res \Ostancie | Libr ge (eee puesta (Muy de acuerdo, Acuerdo moderado, Desacuerdo mo: vor TY {Dstante | Agobiante | Conficto deradoy Muy en desacuerdo), con puntuaciones de 0a 3, Ca- Aeotcamentoy |] da ftem debe ser contestado, en forma retrospectiva o actual, Estiio | Adaptable. | Des eee Para el padre y para la madre. apsgo. | Agu frarseosonal | Meriene el | Evtala’” | Goad. / Cubteo Laescala decuidado (CUD hace referencia a: calidez emo- contacto” Jcercania | mane cional, preocupacién por el bienestar del hijo y valoracién po- (2 3 preocupacion p i | psteeke sitiva del mismo, frente a rechazo e indiferencia, Mientras que | ninguna la escala de sobreproteccién (SOB), a: control, sobreprotec Unites ‘eatrategia . cién, intrusién, contacto excesivo, infantilizacién y prevencién isc | comin de la conducta independiente, que tienen alto valor en sobre- | roles emumareat proteccién frente a fomento de la independencia, que tienen inversos | miedo.o f= bajo indice de sobreproteccién. —L_Jimtentanasustar || Otros autores (Kendler, 1996; Martin et al,, 2004) han ha- Pare lado tres factores: el cuidado (compuesto por los mismos Estrategia | Responde al ‘compartida | nifio cuando lonscesita 67 stems que en el de Parker et al. [1979), y la sobreproteccién que se divide en dos factores: autoritarisino (Kendler, 1996) restriccién (Martin et al,, 2004) y sobreproteccién (Kendley 1996) o intrusién (Martin et al, 2004), Parker (1983) encontré en una muestra australiana que Jas puntuaciones medias para cuidado materno eran de 27,0 y 13,5 para sobreproteccién, mientras que las puntuaciones ‘medias para los padres eran de 24,0 en cuidado y 12,5 en so. = breproteccién. En una muesira del Pafs Vasco (Espina et al 1996) encontramos en un grupo control sin patologia las si guientes puntuaciones medias: cuidado materno 29,19, so breproteccidn materna 16,50; cuidado paterno 21,56 y sobré: proteccién paterna 16. : La fiabilidad de la escala, en cuanto a la consistencia in- tema, informada por el autor es muy buena (Parker, 1983): de 0,88 para cuidado y 0,74 para sobreproteccién); mientras que Ja labilidad interjuieces mostrs indices de r = 0,78 para cuide- doy r= 0,49 para sobreproteccién, Parker (1984) resume los - estudios realizados sobre la fiabilidad test-retest de la escala en distintas muestras clinicas y no clinicas. Los resultados eran buenos para ambas y mejores para la escala de cuidado res- pecto a la de sobreproteccién. La validez concurrente ha sido, asi mismo, ampliamente estudiada (Parker, 1984 y 1986; Ka- zarjanet al, 1987; MacKinnonet al, 1991). En resuimen, los re- sultados de estos trabajos seftalan que el PBT es una medida vé- lida de las caracterfsticas parentales percibidas, asf como de las caracteristicas parentales actuales. Ademés, el PBI no se ve afectado por el ambiente familiar, «percepcién compartida». La validez predictiva, en cuanto a diferenciar muestras clini- cas y sujetos normales, asf como para predecir el curso de una enfermedad, ha sido investigada por Parker (1979 y 1981) en Jos trastornos de ansiedad y depresivos. En diferentes tipos de pacientes psiquiétricos han sido investigados por numerosos autores (Espina y Purmar, 1999). En toxicomanias, el PBI ha si | do utilizado por Schweitzer y Lawton (1989). Schweitzer y Lawton (1989) estudiaron la p diente el de Parker et al, “{1978) en una muestra de 63 adietos a opiiceos yun grupo con- olde sD estudiantes con una edad semejante. Entre sus resul- | tacos destaca que en el grupo de toxicémanos predominaba el Mpoulo de control sin afecto, mientras que en el grupo control, J viaculo Sptimo. Este control sin afecto debe considerarse un, {silo de parental de alto riesgo y se caracteriza por frialdad, re- “Chavo, indiferencia, controle intrusién en la vida del hijo, y una falta de estimulo para la autonomia. Espina eral. (1996), apli- cando ¢l PBI a toxicomanos hallaron que también el v inculo de control sin afecto era el mas frecuente en éstos, mientras que el finiculo dptimo era el ms frecuente en el grupo control. Espina, Fernandez y Pumar (2000), utilizando una adap- tacién infantil del PBI, encontraron que el vinculo de control sin afecto era el mas frecuente en nifios con trastornes de] ha- dlay del lenguaje. ‘Humphrey y Stern (1988), basandose en Ja teorfa de las relaciones objetales, proponen que las familias en las que apa- _ yecen trastornos de la alimentacién experimentan fallos a la hora de proporcionar un ambiente parental contenedor. Fs- tos autores creen que estos fallas son transmitidos de una ge- —nreraci6n a otra. Muchos de los estudios empiricos sobre los stilos parentales en los trastomnos de la alimentaci6n estan ~ basados en el Parental Bonding Instrument (PBI) (Parker, Tu- pling y Brown, 1979). Los datos de los estucios empfricos son variables y no concluyentes. Gomez (1984) queria comprobar si el desarrollo psicose- xual estaba relacionado con los problemas con la bebida. Pa- ra ello comparé pacientes gue referfan problemas con el al- cohol con sujetos controles sin ningiin tipo de patologta y con pacientes con trastomnos alimentarios. Con dicho fin utiliz6 el PBLy encontré que, eo la percepei6n de la figura materna, las buliimicas no diferian de las controles; las anoréxicas pum- tuaban a sus madres significativamente més bajo en cuidado yy més alto en proteccién. En cambio, no diferfan de las con- troles en la percepeién de la figura paterna, mientras que las bulimicas mostraban una significativa falta de cuidado. Pole, Waller, Stewart y Parkin-Feigenbauin (1988) hal Ton que mujeres bulimicas puntian significativamente bajo en cuidado con respecto a sus madlres que las contra (75% vs. 47%, respectivamentey; las puntuaciones para los py res son similares, aungue se acercan a la significacion ex distica. Bl cuadrante que més distingue a los grupos es eld vinculacién éptima, al que pertenece un 43% de las contro frente al 5,4% de las bulimicas. Concluyen que los sintowas bulimicos estarfan disfrazando un desarrollo del ego defic tario relacionado con una pobre empatia parental mas que un problema basico de autocontrol, Rhodes y Kroger (1992) comp: {as de crianza entre adolescentes con trastornos alimentariog yun grupo control libre de sintomas. Concluyen que el contra sin afecto maternal, caracterizado por la sobreprotecci6n, ins hibicion de la individuacisn, intrusismo, infantilizacien y la fale ta de calidez emocional, se asocia en mayor medida que la pa tema con los trastomos alimentatios. Ademés, encuentran que las pacientes puntéian alto en ansiedad de separacién, bajo en separacion saludable, alto en ansiedad a ser wengullido» y alta en negaci6n de la independencia. Es decir, aparece un mode: {o enel que cuando se mueven lejos sienten ansiedad de sepa: raci6n pero cuando estén cerca temen ser engullidos, Russel ef al, (1992) aplicaron el PBI a anoréxicas, otras pacientes psiquiatricas yun grupo normativo, y hallaron que en las pacientes anoréxicas y en el grupo control era mas fre- cuente el vinculo éptimo y en las otras pacientes el de control sin alecto, Vandereycken (1994) aplic6 el PBI a anoréxicas y asus padres y encontré que las madres percibieron un vincw- lo de control sin afecto en ambos padres; los padres perci bieron a sus padres como neutrales y a sus madres como so- Sptimo con su madre y débil con el padre podido confirmar ver la intima relaci6n entre las pautas de crian- zay la salud mental (Espina, Ochoa de Alda y Ortego, 2007) breprotectoras. Mientras que sus hijas percibfan un vincitlo En un estudio realizado con jévenes del Pais Vasco hemos — Esta forma disfuncional de parentalidad o distorsién per- anal, o ambas, puede ser un epifendmeno de la atmnaera gps fais con trestommos, Lasse relaciones jos, la erénica emocién negativa, puede ser ‘padre e hijos, la © tv, pd ra Por 5, LA TRANSMISION GENERACIONAL EN LAS FAMILIAS 6 icidn del self, re- 1978) habl6 del proceso de diferenciacién del self, Fiuloal reco en quee! eto permanece ono seperede dl ‘orr0. La diferenciaci6n esta asociada con la madurez emo- Gol, mientras que el grado extremo de eee se da ena relacién simbidtica. Las personas poco diferencia as ‘ecesitan constantemente de los otros v no toleran la soleda i f a Ia existencia de © Bl grado de diferenciacién del self determina la exist gb sido ode un pseudosef. Bl self sido se constiuye a ‘ase de creencias, opiniones, convicciones y prineipios vita- Jes definidos con claridad que se incorporan a partir de ex- periencias er aun proceso de anne elec. tual. El pseudoself se gesta, por el contrario, por la presién fmocional del grupo, que exige que el individuo siga los ide- ales y principios asumidos por la cultura grupal, lo cual le ha- ce dependiente en exceso del grupo con los consiguientes pro- bblemas emocionales y relacionales. Las familias en las que no se da un adccuado proceso de diferenciacién tendrian una masa de ego indiferenciada», es decir, estarian fusionadas, aglutinadas, y en la pareja la angustia frente a le fusién pue- de provocar el distanciamiento emocional, Muchas veces, as- Pectos del self no aceptados son fruto de experiencias inade- uadas en la generacién anterior, que han impedido que se dé el proceso de individuacion. Las vinculaciones irresueltas con nm ‘esidad de forjar nuevos compromisos de lealtad y wsafio deberé afrontar el sujeto. ‘Otro concepto utilizado por estos autores es el de sparenta- Jigaciénn, el cual hace referencia a la edistorsi6n subjetiva de una Jacion» en la que se ubica al hijo en el papel del propio padre, _ ye sae Ia fantasia. 0 mediante una actitud de dependencia, Es decir, se recrea la relacién con los padres en la relacién actual ‘con Jos hijos 0 con el propio cényuge. El Mecanismo de defen- ‘ea de identificacién proyectiva juega un papel fundamental en la ‘parentalizaci6n, pues los padres depositan un objeto interno en ‘hijo; por ejemplo, el padre introyectado. Laparentaligacion determina los siguientes roles: 1. Rol de © euidador de los propios padres. 2. Rol sacrificial en el que el su- los padres (Bowen) determinan que cuanto mas bajo es el ni vel de diferenciacién, peor podré el sujeto separarse del pa sado para iniciar su vida en la generacién actual, Boszormenyi-Nagy (1965) también aplica a las relaciong familiares los conceptos de limites, simbiosis, individuacién, proyecciones e identificaciones proyectivas y, més adelante Boszormenyi-Nagy y Sparks (1973) desarrollan una teoriza cién basada en la concieneia moral, el stiper-yo e ideal del yo. aplicado a la familia, Estos autores hablan del libro de citer. tas familiar para referirse a un sistema multigeneracional de obligaciones y deudas que deben pagarse con el tiempo, E] sistema de obligaciones, llamado stiper-yo contrauténomo, permite al grupo subsistir haciendo una atribucién de roles - que sactifica al individuo en aras del bienestar grupal. El sin i : toma surgirfa cuando hay na acumulacién excesiva de ine = jeto renuincia.a su vida por la unién familiar, ya sea siendo soli Justicias en la contabilidad del sujeto que se convierte en pa~ ~~ cito1o mostrandose como «el malo en el que pueden depositar cliente, o cuando Ja lealtad a la familia exige el sacrificio de su todo lo negativo para mantenerse unidos (chivo expiatorio). El autonomizacién. En ambos casos, el paciente designado obs compromiso puede llevar a la indiferenciacién simbistica, al tiene poder a través de los sintomas y culpabiliza a los demas. . En L Boszormenyi-Nagy y J. Frama (eds), Intensive janaly ierayy. Nueva York. Hocber Medical Division, Harper and Row (19650). «Systematic research on family dynamics». Bu 1. Boszor- ‘envi-Nagy y J Framo (eds), intensive family therapy. Nueva York, Hoeber Medical Division, Harper and Row. (1970). «Symptoms from a family transactional viewpoints. En N. ‘Ackerman, J. Lieb y J. 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