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BLOQUE II. TEMA 2.

LA RELACIÓN JURÍDICO
ADMINISTRATIVA
La Constitución Española expone, a lo largo de su articulado, la existencia de
Administraciones con personalidad jurídica:

La Administración General del Estado.

Las Comunidades Autónomas.

Las Entidades Locales.

Las Entidades de Derecho Público con personalidad jurídica propia que dependan
de cualquiera de las Administraciones Públicas también serán consideradas como
Administración Pública.

artículo 103 CE

“La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de
acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización,
desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho

Los órganos de la Administración del Estado son creados, regidos y coordinados


de acuerdo con la ley”

artículo 137 CE

“El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las


Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de
autonomía para la gestión de sus respectivos intereses”

Ley 39/2015 del procedimiento administrativo común


Artículo 3. Capacidad de obrar.

A los efectos previstos en esta Ley, tendrán capacidad de obrar ante las
Administraciones Públicas:

• a) Las personas físicas o jurídicas que ostenten capacidad de obrar con arreglo a
las normas civiles.

• b) Los menores de edad para el ejercicio y defensa de aquellos de sus derechos


e intereses cuya actuación esté permitida por el ordenamiento jurídico sin la
asistencia de la persona que ejerza la patria potestad, tutela o curatela. Se
exceptúa el supuesto de los menores incapacitados, cuando la extensión de la
incapacitación afecte al ejercicio y defensa de los derechos o intereses de que se
trate.

• c) Cuando la Ley así lo declare expresamente, los grupos de afectados, las


uniones y entidades sin personalidad jurídica y los patrimonios independientes o
autónomos.

Artículo 4. Concepto de interesado.

1. Se consideran interesados en el procedimiento administrativo:

• a) Quienes lo promuevan como titulares de derechos o intereses legítimos


individuales o colectivos.

• b) Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan
resultar afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

• c) Aquellos cuyos intereses legítimos, individuales o colectivos, puedan resultar


afectados por la resolución y se personen en el procedimiento en tanto no haya
recaído resolución definitiva.

2. Las asociaciones y organizaciones representativas de intereses económicos y


sociales serán titulares de intereses legítimos colectivos en los términos que la Ley
reconozca.

3. Cuando la condición de interesado derivase de alguna relación jurídica


transmisible, el derecho-habiente sucederá en tal condición cualquiera que sea el
estado del procedimiento.
Artículo 5. Representación.

1. Los interesados con capacidad de obrar podrán actuar por medio de


representante, entendiéndose con éste las actuaciones administrativas, salvo
manifestación expresa en contra del interesado.

2. Las personas físicas con capacidad de obrar y las personas jurídicas, siempre
que ello esté previsto en sus Estatutos, podrán actuar en representación de otras
ante las Administraciones Públicas.

3. Para formular solicitudes, presentar declaraciones responsables o


comunicaciones, interponer recursos, desistir de acciones y renunciar a derechos
en nombre de otra persona, deberá acreditarse la representación. Para los actos y
gestiones de mero trámite se presumirá aquella representación.

4. La representación podrá acreditarse mediante cualquier medio válido en


Derecho que deje constancia fidedigna de su existencia.

A estos efectos, se entenderá acreditada la representación realizada mediante


apoderamiento apud acta efectuado por comparecencia personal o
comparecencia electrónica en la correspondiente sede electrónica, o a través de la
acreditación de su inscripción en el registro electrónico de apoderamientos de la
Administración Pública competente.

5. El órgano competente para la tramitación del procedimiento deberá incorporar


al expediente administrativo acreditación de la condición de representante y de
los poderes que tiene reconocidos en dicho momento. El documento electrónico
que acredite el resultado de la consulta al registro electrónico de apoderamientos
correspondiente tendrá la condición de acreditación a estos efectos.

6. La falta o insuficiente acreditación de la representación no impedirá que se


tenga por realizado el acto de que se trate, siempre que se aporte aquélla o se
subsane el defecto dentro del plazo de diez días que deberá conceder al efecto el
órgano administrativo, o de un plazo superior cuando las circunstancias del caso
así lo requieran.

7. Las Administraciones Públicas podrán habilitar con carácter general o específico


a personas físicas o jurídicas autorizadas para la realización de determinadas
transacciones electrónicas en representación de los interesados.

Dicha habilitación deberá especificar las condiciones y obligaciones a las que se


comprometen los que así adquieran la condición de representantes, y
determinará la presunción de validez de la representación salvo que la normativa
de aplicación prevea otra cosa. Las Administraciones Públicas podrán requerir, en
cualquier momento, la acreditación de dicha representación. No obstante,
siempre podrá comparecer el interesado por sí mismo en el procedimiento.

Artículo 6. Registros electrónicos de apoderamientos.

1. La Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las


Entidades Locales dispondrán de un registro electrónico general de
apoderamientos, en el que deberán inscribirse, al menos, los de carácter general
otorgados apud acta, presencial o electrónicamente, por quien ostente la
condición de interesado en un procedimiento administrativo a favor de
representante, para actuar en su nombre ante las Administraciones Públicas.
También deberá constar el bastanteo realizado del poder.

En el ámbito estatal, este registro será el Registro Electrónico de Apoderamientos


de la Administración General del Estado.

Los registros generales de apoderamientos no impedirán la existencia de registros


particulares en cada Organismo donde se inscriban los poderes otorgados para la
realización de trámites específicos en el mismo. Cada Organismo podrá disponer
de su propio registro electrónico de apoderamientos.

2. Los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos


pertenecientes a todas y cada una de las Administraciones, deberán ser
plenamente interoperables entre sí, de modo que se garantice su interconexión,
compatibilidad informática, así como la transmisión telemática de las solicitudes,
escritos y comunicaciones que se incorporen a los mismos.

Los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos permitirán


comprobar válidamente la representación de quienes actúen ante las
Administraciones Públicas en nombre de un tercero, mediante la consulta a otros
registros administrativos similares, al registro mercantil, de la propiedad, y a los
protocolos notariales.

Los registros mercantiles, de la propiedad, y de los protocolos notariales serán


interoperables con los registros electrónicos generales y particulares de
apoderamientos.

3. Los asientos que se realicen en los registros electrónicos generales y


particulares de apoderamientos deberán contener, al menos, la siguiente
información:

• a) Nombre y apellidos o la denominación o razón social, documento nacional de


identidad, número de identificación fiscal o documento equivalente del
poderdante.

• b) Nombre y apellidos o la denominación o razón social, documento nacional de


identidad, número de identificación fiscal o documento equivalente del
apoderado.

• c) Fecha de inscripción.

• d) Período de tiempo por el cual se otorga el poder.

• e) Tipo de poder según las facultades que otorgue.

4. Los poderes que se inscriban en los registros electrónicos generales y


particulares de apoderamientos deberán corresponder a alguna de las siguientes
tipologías:

• a) Un poder general para que el apoderado pueda actuar en nombre del


poderdante en cualquier actuación administrativa y ante cualquier
Administración.

• b) Un poder para que el apoderado pueda actuar en nombre del poderdante en


cualquier actuación administrativa ante una Administración u Organismo
concreto.
• c) Un poder para que el apoderado pueda actuar en nombre del poderdante
únicamente para la realización de determinados trámites especificados en el
poder.

Cada Comunidad Autónoma aprobará los modelos de poderes inscribibles en el


registro cuando se circunscriba a actuaciones ante su respectiva Administración.

5. El apoderamiento «apud acta» se otorgará mediante comparecencia electrónica


en la correspondiente sede electrónica haciendo uso de los sistemas de firma
electrónica previstos en esta Ley, o bien mediante comparecencia personal en las
oficinas de asistencia en materia de registros.

6. Los poderes inscritos en el registro tendrán una validez determinada máxima de


cinco años a contar desde la fecha de inscripción. En todo caso, en cualquier
momento antes de la finalización de dicho plazo el poderdante podrá revocar o
prorrogar el poder. Las prórrogas otorgadas por el poderdante al registro tendrán
una validez determinada máxima de cinco años a contar desde la fecha de
inscripción.

7. Las solicitudes de inscripción del poder, de revocación, de prórroga o de


denuncia del mismo podrán dirigirse a cualquier registro, debiendo quedar
inscrita esta circunstancia en el registro de la Administración u Organismo ante la
que tenga efectos el poder y surtiendo efectos desde la fecha en la que se
produzca dicha inscripción.

Artículo 7. Pluralidad de interesados.

Cuando en una solicitud, escrito o comunicación figuren varios interesados, las


actuaciones a que den lugar se efectuarán con el representante o el interesado
que expresamente hayan señalado, y, en su defecto, con el que figure en primer
término.

Artículo 8. Nuevos interesados en el procedimiento.

Si durante la instrucción de un procedimiento que no haya tenido publicidad, se


advierte la existencia de personas que sean titulares de derechos o intereses
legítimos y directos cuya identificación resulte del expediente y que puedan
resultar afectados por la resolución que se dicte, se comunicará a dichas personas
la tramitación del procedimiento.

Artículo 13. Derechos de las personas en sus relaciones con las Administraciones
Públicas.

Quienes de conformidad con el artículo 3, tienen capacidad de obrar ante las


Administraciones Públicas, son titulares, en sus relaciones con ellas, de los
siguientes derechos:

• a) A comunicarse con las Administraciones Públicas a través de un Punto de


Acceso General electrónico de la Administración.

• b) A ser asistidos en el uso de medios electrónicos en sus relaciones con las


Administraciones Públicas.

• c) A utilizar las lenguas oficiales en el territorio de su Comunidad Autónoma, de


acuerdo con lo previsto en esta Ley y en el resto del ordenamiento jurídico.

• d) Al acceso a la información pública, archivos y registros, de acuerdo con lo


previsto en la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la
información pública y buen gobierno y el resto del Ordenamiento Jurídico.

• e) A ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y empleados


públicos, que habrán de facilitarles el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento
de sus obligaciones.

• f) A exigir las responsabilidades de las Administraciones Públicas y autoridades,


cuando así corresponda legalmente.

• g) A la obtención y utilización de los medios de identificación y firma electrónica


contemplados en esta Ley.

• h) A la protección de datos de carácter personal, y en particular a la seguridad y


confidencialidad de los datos que figuren en los ficheros, sistemas y aplicaciones
de las Administraciones Públicas.

• i) Cualesquiera otros que les reconozcan la Constitución y las leyes.


Estos derechos se entienden sin perjuicio de los reconocidos en el artículo 53
referidos a los interesados en el procedimiento administrativo.

Artículo 53. Derechos del interesado en el procedimiento administrativo.

1. Además del resto de derechos previstos en esta Ley, los interesados en un


procedimiento administrativo, tienen los siguientes derechos:

• a) A conocer, en cualquier momento, el estado de la tramitación de los


procedimientos en los que tengan la condición de interesados; el sentido del
silencio administrativo que corresponda, en caso de que la Administración no
dicte ni notifique resolución expresa en plazo; el órgano competente para su
instrucción, en su caso, y resolución; y los actos de trámite dictados. Asimismo,
también tendrán derecho a acceder y a obtener copia de los documentos
contenidos en los citados procedimientos.

• Quienes se relacionen con las Administraciones Públicas a través de medios


electrónicos, tendrán derecho a consultar la información a la que se refiere el
párrafo anterior, en el Punto de Acceso General electrónico de la Administración
que funcionará como un portal de acceso. Se entenderá cumplida la obligación de
la Administración de facilitar copias de los documentos contenidos en los
procedimientos mediante la puesta a disposición de las mismas en el Punto de
Acceso General electrónico de la Administración competente o en las sedes
electrónicas que correspondan.

• b) A identificar a las autoridades y al personal al servicio de las Administraciones


Públicas bajo cuya responsabilidad se tramiten los procedimientos.

• c) A no presentar documentos originales salvo que, de manera excepcional, la


normativa reguladora aplicable establezca lo contrario. En caso de que,
excepcionalmente, deban presentar un documento original, tendrán derecho a
obtener una copia autenticada de éste.

• d) A no presentar datos y documentos no exigidos por las normas aplicables al


procedimiento de que se trate, que ya se encuentren en poder de las
Administraciones Públicas o que hayan sido elaborados por éstas.
• e) A formular alegaciones, utilizar los medios de defensa admitidos por el
Ordenamiento Jurídico, y a aportar documentos en cualquier fase del
procedimiento anterior al trámite de audiencia, que deberán ser tenidos en
cuenta por el órgano competente al redactar la propuesta de resolución.

• f) A obtener información y orientación acerca de los requisitos jurídicos o


técnicos que las disposiciones vigentes impongan a los proyectos, actuaciones o
solicitudes que se propongan realizar.

• g) A actuar asistidos de asesor cuando lo consideren conveniente en defensa de


sus intereses.

• h) A cumplir las obligaciones de pago a través de los medios electrónicos


previstos en el artículo 98.2.

• i) Cualesquiera otros que les reconozcan la Constitución y las leyes.

2. Además de los derechos previstos en el apartado anterior, en el caso de


procedimientos administrativos de naturaleza sancionadora, los presuntos
responsables tendrán los siguientes derechos:

• a) A ser notificado de los hechos que se le imputen, de las infracciones que tales
hechos puedan constituir y de las sanciones que, en su caso, se les pudieran
imponer, así como de la identidad del instructor, de la autoridad competente para
imponer la sanción y de la norma que atribuya tal competencia.

• b) A la presunción de no existencia de responsabilidad administrativa mientras


no se demuestre lo contrario.

Artículo 14. Derecho y obligación de relacionarse electrónicamente con las


Administraciones Públicas.

1. Las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las
Administraciones Públicas para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través
de medios electrónicos o no, salvo que estén obligadas a relacionarse a través de
medios electrónicos con las Administraciones Públicas. El medio elegido por la
persona para comunicarse con las Administraciones Públicas podrá ser modificado
por aquella en cualquier momento.

2. En todo caso, estarán obligados a relacionarse a través de medios electrónicos


con las Administraciones Públicas para la realización de cualquier trámite de un
procedimiento administrativo, al menos, los siguientes sujetos:

• a) Las personas jurídicas.

• b) Las entidades sin personalidad jurídica.

• c) Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación


obligatoria, para los trámites y actuaciones que realicen con las Administraciones
Públicas en ejercicio de dicha actividad profesional. En todo caso, dentro de este
colectivo se entenderán incluidos los notarios y registradores de la propiedad y
mercantiles.

• d) Quienes representen a un interesado que esté obligado a relacionarse


electrónicamente con la Administración.

• e) Los empleados de las Administraciones Públicas para los trámites y


actuaciones que realicen con ellas por razón de su condición de empleado público,
en la forma en que se determine reglamentariamente por cada Administración.

3. Reglamentariamente, las Administraciones podrán establecer la obligación de


relacionarse con ellas a través de medios electrónicos para determinados
procedimientos y para ciertos colectivos de personas físicas que por razón de su
capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede
acreditado que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos
necesarios.

Artículo 15. Lengua de los procedimientos.

1. La lengua de los procedimientos tramitados por la Administración General del


Estado será el castellano. No obstante lo anterior, los interesados que se dirijan a
los órganos de la Administración General del Estado con sede en el territorio de
una Comunidad Autónoma podrán utilizar también la lengua que sea cooficial en
ella.
En este caso, el procedimiento se tramitará en la lengua elegida por el interesado.
Si concurrieran varios interesados en el procedimiento, y existiera discrepancia en
cuanto a la lengua, el procedimiento se tramitará en castellano, si bien los
documentos o testimonios que requieran los interesados se expedirán en la
lengua elegida por los mismos.

2. En los procedimientos tramitados por las Administraciones de las Comunidades


Autónomas y de las Entidades Locales, el uso de la lengua se ajustará a lo previsto
en la legislación autonómica correspondiente.

3. La Administración Pública instructora deberá traducir al castellano los


documentos, expedientes o partes de los mismos que deban surtir efecto fuera
del territorio de la Comunidad Autónoma y los documentos dirigidos a los
interesados que así lo soliciten expresamente. Si debieran surtir efectos en el
territorio de una Comunidad Autónoma donde sea cooficial esa misma lengua
distinta del castellano, no será precisa su traducción.

Derecho de petición Ley Orgánica 4/2001, de 12 de


noviembre, reguladora del Derecho de Petición.
Los actos jurídicos del administrado

Los actos jurídicos son considerados como la manifestación de la voluntad


humana susceptible de producir efectos jurídicos. Para que esta manifestación de
la voluntad produzca efectos jurídicos, es preciso que se realice de acuerdo con
los requisitos legales previamente establecidos para cada caso. Por tanto,
podemos considerar actos del administrado aquellas declaraciones de voluntad,
conocimiento, etc. realizadas por un administrado y dirigidas a la Administración a
las que el Derecho otorga efectos jurídicos. La regulación de estos actos
corresponde al Derecho administrativo, aunque en numerosos aspectos se remite
a las normas del Derecho civil. En la relación jurídico administrativa, el
administrado aparece como sujeto pasivo, soportando las prerrogativas y
potestades de la Administración. Aunque, a pesar de ello, nuestro ordenamiento
jurídico reconoce al administrado una serie de derechos y potestades que inciden
en la relación jurídico administrativa.

Artículo 29

1. Todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por


escrito, en la forma y con los efectos que determine la ley.

2. Los miembros de las Fuerzas o Institutos armados o de los Cuerpos sometidos a


disciplina militar podrán ejercer este derecho sólo individualmente y con arreglo a
lo dispuesto en su legislación específica.

Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, reguladora del


Derecho de Petición.
Artículo 1. Titulares del derecho de petición.

1. Toda persona natural o jurídica, prescindiendo de su nacionalidad, puede


ejercer el derecho de petición, individual o colectivamente, en los términos y con
los efectos establecidos por la presente Ley y sin que de su ejercicio pueda
derivarse perjuicio alguno para el peticionario. No obstante no resultarán exentos
de responsabilidad quienes con ocasión del ejercicio del derecho de petición
incurriesen en delito o falta.

Artículo 2. Destinatarios.

El derecho de petición podrá ejercerse ante cualquier institución pública,


administración, o autoridad, así como ante los órganos de dirección y
administración de los organismos y entidades vinculados o dependientes de las
Administraciones públicas, respecto de las materias de su competencia,
cualquiera que sea el ámbito territorial o funcional de ésta.

Artículo 3. Objeto de las peticiones.

Las peticiones podrán versar sobre cualquier asunto o materia comprendido en el


ámbito de competencias del destinatario, con independencia de que afecten
exclusivamente al peticionario o sean de interés colectivo o general.
No son objeto de este derecho aquellas solicitudes, quejas o sugerencias para
cuya satisfacción el ordenamiento jurídico establezca un procedimiento específico
distinto al regulado en la presente Ley.

Artículo 4. Formalización.

1. Las peticiones se formularán por escrito, pudiendo utilizarse cualquier medio,


incluso de carácter electrónico, que permita acreditar su autenticidad, e incluirán
necesariamente la identidad del solicitante, la nacionalidad si la tuviere, el lugar o
el medio elegido para la práctica de notificaciones, el objeto y el destinatario de la
petición.

2. En el caso de peticiones colectivas, además de cumplir los requisitos anteriores,


serán firmadas por todos los peticionarios, debiendo figurar, junto a la firma de
cada uno de ellos su nombre y apellidos.

3. El peticionario podrá dar cuenta del ejercicio de su derecho a institución u


órgano diferente de aquél ante quien dirigió la petición, remitiéndole copia del
escrito sin otro efecto que el de su simple conocimiento.

4. Los peticionarios podrán exigir la confidencialidad de sus datos.

Artículo 5. Utilización de lenguas cooficiales.

1. En el ámbito territorial de las Comunidades Autónomas cuyos Estatutos


establezcan la cooficialidad lingüística, los peticionarios tendrán derecho a
formular sus peticiones a la Administración General del Estado o a los organismos
públicos vinculados o dependientes de ella en cualquiera de las lenguas oficiales y
a obtener respuesta en la lengua de su elección.

2. En aquellas peticiones que se dirijan a las instituciones autonómicas y entidades


locales, el uso de la lengua se ajustará a lo previsto en la legislación autonómica
correspondiente.

3. La institución, administración u órgano instructor deberá traducir al castellano


los documentos, expedientes o partes de los mismos que deban surtir efectos
fuera del territorio de la Comunidad Autónoma y los documentos dirigidos a los
interesados que así lo soliciten expresamente. Si deben surtir efectos en el
territorio de una Comunidad Autónoma donde sea cooficial esa misma lengua
distinta al castellano, no será precisa su traducción.

Artículo 6. Presentación de escritos.

1. El escrito en que se deduzca la petición, y cualesquiera otros documentos y


comunicaciones, podrán presentarse ante cualquier registro o dependencia
admitida a estos efectos por la legislación reguladora del Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

2. La administración, institución pública o autoridad que reciba una petición


acusará recibo de la misma y lo comunicará al interesado dentro de los diez días
siguientes a su recepción. Esta actuación se llevará a efecto por el órgano
correspondiente de acuerdo con la norma organizativa de cada entidad.

Artículo 7. Tramitación de peticiones. Subsanación.

1. Recibido el escrito de petición, la autoridad u órgano al que se dirija procederá


a comprobar su adecuación a los requisitos previstos por la presente Ley, previas
las diligencias, comprobaciones y asesoramientos que estime pertinentes. Como
resultado de tal apreciación deberá declararse su inadmisión o tramitarse la
petición correspondiente.

2. Si el escrito de petición no reuniera los requisitos establecidos en el artículo 4, o


no reflejara los datos necesarios con la suficiente claridad, se requerirá al
peticionario para que subsane los defectos advertidos en el plazo de quince días
con el apercibimiento de que, si así no lo hiciera, se le tendrá por desistido de su
petición, notificándose entonces su archivo con expresión de la causa.

3. Asimismo se podrá requerir al peticionario la aportación de aquellos datos o


documentos complementarios que obren en su poder o cuya obtención esté a su
alcance y que resulten estrictamente imprescindibles para tramitar la petición. La
no aportación de tales datos y documentos no determinará por sí sola la
inadmisibilidad de la petición, sin perjuicio de sus efectos en la contestación que
finalmente se adopte.
Artículo 8. Inadmisión de peticiones.

No se admitirán las peticiones cuyo objeto sea ajeno a las atribuciones de los
poderes públicos, instituciones u organismos a que se dirijan, así como aquéllas
cuya resolución deba ampararse en un título específico distinto al establecido en
esta Ley que deba ser objeto de un procedimiento parlamentario, administrativo o
de un proceso judicial.

Tampoco se admitirán aquellas peticiones sobre cuyo objeto exista un


procedimiento parlamentario, administrativo o un proceso judicial ya iniciado, en
tanto sobre los mismos no haya recaído acuerdo o resolución firme.

Artículo 9. Declaración de inadmisibilidad. Plazo.

1. La declaración de inadmisibilidad será siempre motivada y deberá acordarse y


notificarse al peticionario en los cuarenta y cinco días hábiles siguientes al de
presentación del escrito de petición.

Cuando la inadmisión traiga causa de la existencia en el ordenamiento jurídico de


otros procedimientos específicos para la satisfacción del objeto de la petición, la
declaración de inadmisión deberá indicar expresamente las disposiciones a cuyo
amparo deba sustanciarse, así como el órgano competente para ella.

2. En otro caso, se entenderá que la petición ha sido admitida a trámite.

Artículo 10. Decisiones sobre competencia.

1. Siempre que la declaración de inadmisibilidad de una petición se base en lafalta


de competencia de su destinatario, éste la remitirá a la institución, administración
u organismo que estime competente en el plazo de diez días y lo comunicará así al
peticionario. En este caso, los plazos se computarán desde la recepción del
escrito, aplicándose lo dispuesto en el artículo 6.2.

2. Cuando un órgano u autoridad se estime incompetente para el conocimiento de


una petición remitirá directamente las actuaciones al órgano que considere
competente, si ambos pertenecieran a la misma institución, administración u
organismo.
Artículo 11. Tramitación y contestación de peticiones admitidas.

1. Una vez admitida a trámite una petición, la autoridad u órgano competente


vendrán obligados a contestar y a notificar la contestación en el plazo máximo de
tres meses a contar desde la fecha de su presentación.

Asimismo podrá, si así lo considera necesario, convocar a los peticionarios en


audiencia especial.

2. Cuando la petición se estime fundada, la autoridad u órgano competente para


conocer de ella, vendrá obligado a atenderla y a adoptar las medidas que estime
oportunas a fin de lograr su plena efectividad, incluyendo, en su caso, el impulso
de los procedimientos necesarios para adoptar una disposición de carácter
general.

3. La contestación recogerá, al menos, los términos en los que la petición ha sido


tomada en consideración por parte de la autoridad u órgano competente e
incorporará las razones y motivos por los que se acuerda acceder a la petición o
no hacerlo. En caso de que, como resultado de la petición, se haya adoptado
cualquier acuerdo, medida o resolución específica, se agregará a la contestación.

4. La autoridad u órgano competente podrá acordar, cuando lo juzgue


conveniente, la inserción de la contestación en el diario oficial que corresponda.

5. Anualmente la autoridad u órgano competente confeccionará una memoria de


actividades derivadas de las peticiones recibidas.

Artículo 12. Protección jurisdiccional.

El derecho de petición es susceptible de tutela judicial mediante las vías


establecidas en el artículo 53.2 de la Constitución, sin perjuicio de cualesquiera
otras acciones que el peticionario estime procedentes. Podrán ser objeto de
recurso contencioso-administrativo, por el procedimiento de protección
jurisdiccional de los derechos fundamentales de la persona, establecido en los
artículos 114 y siguientes de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la
Jurisdicción Contencioso-Administrativa:
a) La declaración de inadmisibilidad de la petición.

b) La omisión de la obligación de contestar en el plazo establecido.

c) La ausencia en la contestación de los requisitos mínimos establecidos en el


artículo anterior.

Real Decreto 951/2005, de 29 de julio, por el que se establece


el marco general para la mejora de la calidad en la
Administración General del Estado.
Programa de quejas y sugerencias

Artículo 14. Definición.

Los órganos y organismos incluidos en el ámbito de aplicación de este real decreto


determinarán la unidad responsable de la gestión de las quejas y sugerencias con
objeto de recoger y tramitar tanto las manifestaciones de insatisfacción de los
usuarios con los servicios como las iniciativas para mejorar su calidad. Dicha
unidad deberá, asimismo,ofrecer a los ciudadanos respuesta a sus quejas o
sugerencias, informarles de las actuaciones realizadas y, en su caso, de las
medidas adoptadas.

Artículo 15. Presentación y tramitación de las quejas y sugerencias.

1. La ubicación, dentro de cada órgano u organismo, de la unidad a la que se


refiere el artículo anterior se señalizará de forma visible y será la más accesible
para su localización y utilización por los usuarios.

2. Los usuarios podrán formular sus quejas o sugerencias presencialmente, por


correo postal y por medios telemáticos. Las quejas y sugerencias presentadas por
correo electrónico o a través de Internet deberán estar suscritas con la firma
electrónica del interesado.

3. Si las quejas o sugerencias se formulan presencialmente, el usuario


cumplimentará y firmará el formulario o registro diseñado a tal efecto por el
órgano u organismo al que vayan dirigidas. Los usuarios podrán, si así lo desean,
ser auxiliados por los funcionarios responsables en la formulación de su queja o
sugerencia. La Secretaría General para la Administración Pública definirá el
contenido mínimo que debe constar en dichos formularios.

4. Formuladas las quejas y sugerencias de los modos señalados en los apartados


anteriores, los usuarios recibirán constancia de su presentación a través del medio
que indiquen.

5. Para identificar los motivos que originan las quejas y sugerencias y los aspectos
a los que se refieren, las quejas y sugerencias se clasificarán de modo que
suministren información relevante sobre la prestación y mejora del servicio. La
clasificación se adaptará a la estructura básica de códigos que se determine al
efecto.

Artículo 16. Contestación.

1. Recibida la queja o sugerencia, la unidad a la que se refiere el artículo 14


informará al interesado de las actuaciones realizadas en el plazo de 20 días
hábiles.

2. El transcurso de dicho plazo se podrá suspender en el caso de que deba


requerirse al interesado para que, en un plazo de 10 días hábiles, formule las
aclaraciones necesarias para la correcta tramitación de la queja o sugerencia.

3. Si, transcurrido el plazo establecido, no hubiera obtenido ninguna respuesta de


la Administración, el ciudadano podrá dirigirse a la Inspección General de
Servicios del departamento correspondiente para conocer los motivos de la falta
de contestación y para que dicha Inspección proponga, en su caso, a los órganos
competentes la adopción de las medidas oportunas.

Artículo 17. Actuaciones de las unidades responsables.

1. La Inspección General de Servicios de cada departamento hará el seguimiento


de las quejas y sugerencias relativas a los órganos, unidades y organismos de su
ámbito, tanto centrales como periféricos.
2. El seguimiento de las quejas y sugerencias de los servicios periféricos
integrados en las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno corresponderá a
la Inspección General de Servicios del Ministerio de Administraciones Públicas.

3. A estos efectos, la unidad a la que se refiere el artículo 14 remitirá a la


Inspección General de Servicios de su respectivo ministerio, en el mes de enero de
cada año, un informe global de las quejas y sugerencias recibidas en el año
anterior, estructurado conforme a la clasificación prevista en el artículo 15.5 y en
el que se incluirá una copia de las contestaciones dadas a las quejas y sugerencias.

Artículo 18. Seguimiento.

La información de seguimiento de las quejas y sugerencias recibidas, así como de


las respuestas y medidas adoptadas, en su caso, se incorporará al informe
conjunto al que se refiere el artículo 3.4.

Artículo 19. Efectos.

Las quejas formuladas conforme a lo previsto en este real decreto no tendrán, en


ningún caso, la calificación de recurso administrativo ni su presentación
interrumpirá los plazos establecidos en la normativa vigente. Estas quejas no
condicionan, en modo alguno, el ejercicio de las restantes acciones o derechos
que, de conformidad con la normativa reguladora de cada procedimiento, puedan
ejercer aquellos que en se consideren interesados en el procedimiento.

Reclamaciones

Las reclamaciones, podemos entenderlas en sentido estricto, que serán aquellas


que se formulen en el ámbito del procedimiento administrativo, y podemos
entenderlas en sentido amplio, que serán aquellas que se conciben como una
colaboración del ciudadano en la valoración y evaluación del funcionamiento de
los servicios y unidades administrativas, junto con las quejas, iniciativas y
sugerencias.

El interesado puede formular reclamación contra un acto de trámite adoptado en


un determinado procedimiento administrativo y este acto del administrado tendrá
que ser tenido en cuenta en la resolución definitiva de la Administración.
En este caso, como la reclamación se presenta contra actos de trámite y no contra
actos definitivos, no tienen la consideración de recurso administrativo previo a la
vía jurisdiccional.

El interesado puede formular reclamación para corregir defectos de tramitación


en un determinado procedimiento administrativo, en los siguientes casos:

• Paralización.

• Infracción de los plazos preceptivamente señalados.

• Omisión de trámites que puedan subsanarse antes de la resolución definitiva del


asunto.

• No se exige ningún requisito especial para presentar una reclamación; la forma


usual es que se realice mediante un escrito, que tiene que ir firmado y con
indicación del domicilio. Dichas alegaciones podrán dar lugar, si hubiera razones
para ello, a la exigencia de responsabilidad disciplinaria.

Actos de aceptación

Se puede definir la aceptación como la intervención del administrado consistente


en aceptar el contenido de un acto administrativo que afecta a sus derechos o
intereses legítimos. El administrado puede aceptar el acto administrativo a través
de un escrito dirigido a la Administración. En este caso, el administrado aceptaría
el acto administrativo de forma expresa. Por otro lado, se considera que el
administrado ha aceptado el acto administrativo de forma presunta cuando no ha
interpuesto recurso administrativo en la forma y plazo establecido. La aceptación
del acto administrativo, ya sea de forma expresa o presunta, funciona, a veces,
como condición de la eficacia pero no de su validez, ya que puede ser
perfectamente válido pero que no produzca plenos efectos a causa de la falta de
aceptación por el administrado. Por ejemplo, la aceptación del nombramiento de
los funcionarios públicos. En este caso, el acto de nombramiento no produce
efectos hasta que el interesado lo acepte mediante la toma de posesión.

Renuncia y desistimiento
Podemos definir la renuncia como un acto del administrado que permite poner fin
a un procedimiento administrativo, abandonando de forma simultánea, tanto el
procedimiento como el derecho utilizado, sin que pueda volver a invocar dicho
derecho con posterioridad. Podemos definir el desistimiento como un acto del
administrado que permite poner fin a un procedimiento administrativo,
abandonado el procedimiento, pero sin abandonar el derecho utilizado, que lo
podrá volver a invocar más adelante.

La renuncia y el desistimiento están regulados en el artículo 94 de la Ley 39/2015,


de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones
Públicas. Todo interesado podrá desistir de su solicitud o, cuando ello no esté
prohibido por el ordenamiento jurídico, podrá renunciar a sus derechos.

En los casos en que el escrito de iniciación se hubiera formulado por dos o más
interesados, el desistimiento o la renuncia sólo afectará a aquellos que la
hubiesen formulado. Tanto el desistimiento como la renuncia podrán hacerse por
cualquier medio que permita su constancia, siempre que incorpore las firmas.

La Administración aceptará de plano el desistimiento o la renuncia, y declarará


concluso el procedimiento salvo que, habiéndose personado en el mismo terceros
interesados, instasen éstos su continuación. Y en los casos en que la cuestión
suscitada por la incoación del procedimiento entrañase interés general o fuera
conveniente sustanciarla para su definición y esclarecimiento, la Administración
podrá limitar los efectos del desistimiento o la renuncia al interesado y seguirá el
procedimiento.

Requerimientos

Mediante el requerimiento o intimación, el administrado insta a la Administración


para que actúe en la forma legalmente establecida en un procedimiento
administrativo concreto.

Alegaciones

Podemos definir las alegaciones como el documento por el que el interesado en


un procedimiento administrativo aporta a los órganos responsables de éste datos
o valoraciones, de carácter fáctico o jurídico, para su consideración. Los
documentos de alegaciones constituyen el medio principal a través del cual un
ciudadano, en el que concurre la condición de interesado en un procedimiento
administrativo, participa en las diferentes etapas de la tramitación de éste,
influyendo en el proceso de formación de la voluntad del órgano administrativo.
La formulación de alegaciones y la presentación de documentos para que sean
tenidos en cuenta por los órganos que gestionan el procedimiento, es un derecho
de todo ciudadano, reconocido por los artículos 53.e, 76 y 82 de la Ley 39/2015,
de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones
Públicas.

Por lo tanto, la presentación de alegaciones ha de ser admitida siempre que se


efectúe en las fases procesales habilitadas para ello. Hay distintos tipos de
alegaciones:

• Documento ordinario de alegaciones, que es aquél emitido en ejercicio del


derecho a presentar alegaciones y documentos en cualquier fase del
procedimiento anterior al trámite de audiencia.

• No tiene restricción alguna en cuanto a su contenido ni en cuanto al momento


de su presentación, quedando ésta al arbitrio del ciudadano, con la única
limitación de ser anterior a la práctica del trámite de audiencia.

• Documento de alegaciones en el trámite de audiencia. El procedimiento


administrativo (proceso de formación de la voluntad de la organización
administrativa) se estructura en una serie de actuaciones articuladas en trámites.

Cuando el proceso está próximo a finalizar, y se han tomado en consideración


hechos o pruebas distintos de los aducidos o propuestos por el interesado, el
órgano gestor del procedimiento tiene que ofrecer a aquél la oportunidad de
expresar nuevos razonamientos y adoptar otros datos y documentos. La
presentación de alegaciones en el trámite de audiencia es plenamente compatible
con la formulación de documentos ordinarios de alegación.

Denuncias
La denuncia es el documento por el que cualquier ciudadano, en cumplimiento o
no de una obligación legal, pone en conocimiento de un órgano administrativo la
existencia de un determinado hecho que pudiera justificar la iniciación de un
procedimiento administrativo. Al igual que la solicitud, la denuncia también
implica, ordinariamente al menos, la necesaria existencia de actividad
administrativa y, en algunos casos, la iniciación de un procedimiento.

El denuciante será el emisor del documento de denuncia, puede actuar en


cumplimiento de una obligación legal, bien de carácter genérico (afecta a todos
los ciudadanos) o bien de carácter específico, y atribuida a determinados
colectivos de funcionarios públicos (por ejemplo, la Guardia Civil cuando tiene
conocimiento de infracciones a la seguridad vial). La formulación de una denuncia
también puede no obedecer a una obligación legal, realizándose voluntariamente
por el denunciante.

La presentación de una denuncia no implica necesariamente que su autor vaya a


tener participación en el procedimiento administrativo originado por aquélla. Tal
circunstancia sólo se produce si en el denunciante concurre la cualidad de
interesado, es decir, si es titular de derechos o intereses legítimos afectados por
los hechos a que hace referencia la denuncia.

El contenido del documento de denuncia es, dentro del carácter antiformalista de


todo documento emitido por los ciudadanos, el que presenta una mayor
flexibilidad en cuanto a su contenido, sobre todo en los supuestos en que el
denunciante no es interesado.

No obstante, y en todo caso, es conveniente que la denuncia contenga unos


elementos mínimos:

• Identificación de la persona o personas que la presentan.

• Exposición de los hechos que se comunican al órgano administrativo, indicando


el lugar y la fecha en que tuvieron lugar.

• Identificación, en lo posible, de las personas interesadas en el procedimiento


que pudiera iniciarse.
• Solicitud, si así lo estima el denunciante, de que se inicie un procedimiento
administrativo.

• Indicación del medio preferente y del lugar, a efectos de posibles notificaciones.

Recursos

Los recursos administrativos son actuaciones de los particulares en las que se


solicita de la Administración la revisión o revocación de una resolución
administrativa o de un acto de trámite, si éstos deciden directa o indirectamente
el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento,
producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses legítimos,
porque no se consideran acordes con el ordenamiento jurídico o porque están
viciados de desviación de poder. Los recursos administrativos están regulados en
el capítulo II del título V de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento
Administrativo Común de las Administraciones Públicas y serán objeto de estudio
en el siguiente tema.

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