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PARA CRUZAR LA NOCHE

Para Cruzar la noche es una Obra de tres movimientos, compuesto cada uno en un lenguaje
distinto. El primero, “Perturbación”, es la introducción a la obra, un movimiento breve que
intenta reflejar un momento de ruptura, un quiebre inesperado. Creado para quinteto de
cuerdas, al componerlo utilice el lenguaje serialista de Arnold Schönberg. Una serie O y sus
variantes presentadas en un juego contrapuntístico de “dialogo” entre voces que poco a
poco encuentran unidad.

El segundo movimiento, “Transformación” compuesto para Piano y Violín, representa el


cambio inevitable luego de una perturbación. Su desarrollo es lento y melancólico. Para
lograr la sonoridad que buscaba utilice, principalmente, el lenguaje propuesto por Oliver
Messien en su libro “Técnicas de mi lenguaje Musical”. La melodía está estructurada en uno
de sus modos. También están inspirados en su música los saltos melódicos de sexta
descendente, la armonía con cuartas aumentadas y sextas, los acordes “tensionantes” de
ocho notas. Por su parte, utilice también técnicas contrapuntísticas para crear la melodía,
como la retrogradación y la imitación y para el movimiento de las voces internas en los
acordes, que no necesariamente están tomadas de su técnica. Lo mismo podría decirse de
los bloques en que la armonía se desarrolla en acordes por cuartas o por quintas.

En cuanto al tercer movimiento, de nombre “El viaje”, el cual fue compuesto para orquesta
y por este motivo no será interpretado en vivo, lo compuse utilizando un lenguaje
minimalista, inspirado en la música de Philip Glass. Elegí este tipo de sonoridad porque me
pareció la adecuada para crear la atmosfera que buscaba. Un ambiente sonoro que
represente el paso a lo nuevo, el fin de la trasformación dándole lugar al optimismo de lo
que está por delante.

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