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Casa de la Cultura Carlos Gauna y los títeres en el Estado Portuguesa

Prof. Cruz Alvarado


C.I. 3868548

El 13 de junio del año 1965 cuando se crea la Casa de la Cultura de Acarigua Araure no se
pensó en una Cultura de rancho, se pensó en el progreso, se pensó en esa Venezuela que
despuntaba una vez caída la dictadura Perejimenista.

A partir de allí, nuestro país inicia una etapa de recuperación en todos los aspectos, nuestro
estado y en especial Acarigua y Araure no podían escapar de esta realidad. Periodistas,
medios de comunicación, empresarios, trabajadores, clero y pueblo comienzan a disfrutar
de una nueva Venezuela.

Para esa época, en el Estado Portuguesa un hijo de esta tierra, y con suficiente sensibilidad
social, con un gran espíritu emprendedor es escogido para dirigir los destinos de nuestra
región y buscar las mejoras en las áreas de mayor prioridad como la salud, educación,
vivienda y sobre todo el desarrollo económico a través de la agricultura, principal fuente de
trabajo y signo de identificación de nuestra región. Es el Dr. Pablo Herrera Campins, quien
es seleccionado para esta tarea, tarea que realiza con especial acierto, ejecutando obras de
beneficio colectivo.

Ya existía para entonces el club Páez, sitio obligado para el encuentro de la gente así como
para celebración de los acontecimientos sociales y culturales como velorios de la cruz de
mayo, fiestas al patrono San Miguel Arcángel, exposiciones de pintura, conciertos, así
como también las celebraciones con motivo del natalicio de José Antonio Páez donde se
realizaban rumbosos bailes con los Melódicos y la Billos Caracas Boys.

El gobernador Pablo Herrera, con fecha 5 de diciembre de 1963 decreta la construcción de


la Casa de la Cultura manteniendo el criterio de que, paralelo a su progreso material, los
pueblos deben disponer de oportunidades para desarrollar y consolidar su Cultura.

Como algo curioso y que nunca se cumplió, en el decreto citado, en su articulo 1º dice
textualmente “se decreta la Casa de la Cultura de Acarigua-Araure para que sirva de sede a
la seccional de la Federación Venezolana de Maestros (casa del educador) y al ateneo de
Acarigua-Araure en promoción en esas ciudades”.

La inauguración de la Casa de la Cultura se verificó el 13 de junio de 1965, día de José


Antonio Páez, con presencia del Gobernador Herrera Campins y es a partir de esta fecha
cuando comienza el peregrinar del arte portugueseñ por una ruta organizada y dirigida por
esa doña que sin ser artista la dirigio por muchos años como lo es la Señora Carmen Aurora
de Monsalve quien innovó lo que hoy dia se llama el trabajo cultural.

Pero, como la cultura y su desarrollo, es uno de los factores más importantes para la
consolidación de la democracia y teniendo en cuenta la grave situación por la que atraviesa
el nivel y el desarrollo de la Educación y la Cultura en nuestro país, es que tenemos la
obligación, como todos aquellos que trabajamos y dedicamos la vida a esta difícil y dura
responsabilidad social de expresarnos públicamente en este delicado asunto.
Aunque, es casi general pensar que la creatividad y el quehacer artístico, es una especie de
“deporte” o “recreación”, con poca gravitación en la vida ciudadana, sin embargo, la verdad
es que del nivel de educación y cultura de un país, depende absolutamente el desarrollo
general de una nación.
Si cualquier persona con sentido común, se detiene a pensar en los grandes problemas que
tenemos; como la corrupción, delincuencia, especulación, ausentismo laboral y escolar,
burocracia, etc. Todos se derivan de la falta de Educación y Cultura.
El acceso a la Cultura para nuestros pueblos es una lucha lenta y difícil, con muchos
enemigos internos y externos.
Muchos de los que laboran en organismos públicos solo conciben la cultura como un
trampolín para el reconocimiento social, sin importarles la calidad de lo que producen y
olvidando que ella encierra valores morales e intelectuales que dicen de una manera de
mirar al mundo, de aceptar o transformar la realidad de los productos espirituales o de
sentido, quienes así conciben la cultura difícilmente podrán ir más allá de la cultura del
petardo la cual propone, dice, pero jamás acompaña. Sabe que tiene el compromiso de
presentar cifras, de rendir cuentas, de decir “hicimos” y ya… pero nunca conocerá de
críticas sino solo de halagos, pues si acaso se les pretende hacer observaciones o enmiendas
no tardaran en descalificarlos, en acusarlos de superficiales, de francotiradores, de
enemigos del arte y de la cultura y difícilmente podrán ir más allá de la cultura del petardo.
Lo que ocurre es que en la actualidad la cultura es un pedazo de poder que adquiere la
forma de tribuna o de inmunidad tras la cual suelen refugiarse quienes no teniendo
suficientes fuerzas económicas o políticas, se identifican con quienes sí la tienen y les
representan sus intereses y se los reproducen en otras esferas de la vida.
Es necesario combatir la cultura del petardo, del farandulerismo, del escalamiento
fácil y al mismo tiempo contraponer la cultura de unos principios distintos a los del
mercantilismo, donde prevalezca el hombre y se le pueda mantener en el centro de todos los
proyectos creativos.

Prof. Cruz Alvarado


Cedula: 3.868548

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