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"AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL"

 
   UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ   

TRABAJO FINAL   
 
ENSAYO
 

Neuropsicología de la Inteligencia 
  
 
DOCENTE: 

 
Catalina Miluska Lazo Chicoma  

  
GRUPO: 07  
  
 
   INTEGRANTE:    
 
 
  Echevarria Miranda, Amy Brigyte Johana                      cod. 21223815 

 
 
 
 

2022 
 
1. Introducción

La inteligencia es la capacidad que permite a todo ser humano actuar


racionalmente, así como comprender ideas, cumplir propósitos, resolver problemas, pensar
futuramente, tratar de interactuar y adaptarse a los diferentes ambientes en los que vivimos,
como también ser capaz de adquirir nuevos conocimientos. Dándonos a conocer que la
inteligencia está presente en los diversos escenarios de desarrollo que pasa un individuo.

Para Jean Piaget, la inteligencia es la capacidad de mantener una constante


adaptación de los esquemas del sujeto al mundo que lo rodea (López, 2011). Sin embargo,
para Vygotsky, la inteligencia es un producto histórico cultural, es decir, puede modificarse
mediante la actividad, además considera que la inteligencia es heredada, pero también
puede desarrollarse (Arias, 2013). Ante esta situación planteamos la siguiente pregunta:
¿Será importante estudiar la neuropsicología de la inteligencia?

En el presente ensayo explicaremos el gran impacto causado por la inteligencia


hacia el ser humano, dando a conocer lo muy importante que es seguir estudiando la
inteligencia desde un punto neuropsicológico. Como pudimos presenciar anteriormente
vemos que las personas somos capaces de pensar antes de actuar, suceso que solo ocurre en
los seres humanos, esto nos permite tanto cumplir todo aquello que nos propongamos. 

Así mismo, nuestro presente ensayo estará conformado por dos siguientes
secciones: en la primera parte mostraremos y explicaremos qué es la neuropsicología de la
inteligencia, definiendo de manera conceptual que es la neuropsicología y la inteligencia,
además de explicar cómo son las funciones y el desarrollo de está misma. Y en la segunda
parte se presentan diagramas que nos ayudarán a ver como es la inteligencia. 
2. Marco Teórico

La inteligencia definida desde la manera tradicional es “la capacidad para resolver


problemas”, “la habilidad de llevar a cabo el pensamiento abstracto” o “la habilidad para
comprender”. Esta se asocia de manera única al pensamiento y a la cognición del ser
humano. El término de la inteligencia ha ido cambiando a lo largo de los años. Según la
teoría de Charles Spearman (1965) la inteligencia ha sido reemplazada por teorías
multidimensionales, por ejemplo, Cattell planteo la distinción entre la inteligencia
cristalizada y la inteligencia fluida. Mientras que Guilford menciono que la inteligencia está
compuesta por un conjunto de habilidades intelectuales (operaciones, productos y
contenidos) (Arias, 2013). En la actualidad, la inteligencia empezó a desplegarse de
manera múltiple desde las teorías llevadas por Gardner hasta la inteligencia emocional de
Goleman, cuyas teorías llevaron a tener una nueva idea de ella.

Por otro lado, la inteligencia no parece tener un correlato neuroanatomico que la


sostenga, es decir, que podemos encontrar las pruebas del porque se producen
modificaciones en las diferentes estructuras cerebrales que causan daños cerebrales, pero no
podemos determinar qué es lo que permite el funcionamiento de esta misma. De igual
forma existen daños neurológicos que no afectan el desempeño en las pruebas de
inteligencia (como es el caso del denominado síndrome prefrontal) observada solo en casos
excepcionales donde las capacidades intelectuales tienden a mejorar, luego de una lesión
cerebral.

Para Vygotsky, la inteligencia humana es una propiedad del binomio pensamiento-


lenguaje que favorece la adaptación del individuo, tanto en el mundo físico como en la
esfera de las relaciones sociales. La inteligencia depende del pensamiento, porque no es
como cualquier otro constructo psicológico que existe por sí mismo. La inteligencia carece
de contenido, y de ahí su polifacética apariencia, que a entender de Gardner se fracciona en
múltiples inteligencias (Arias, 2013).

Wechsler, autor de varias de las pruebas de inteligencia más populares hoy día,
define la inteligencia como “el agregado o la capacidad global del individuo para actuar
hacia la consecución de un propósito, pensar racionalmente e interactuar efectivamente con
su ambiente”. En esta definición Wechsler evita asumir alguna posición con respecto a si el
constructo de inteligencia está constituido por un solo factor o por distintos factores que
interactúan entre sí; aspecto que se constituye en uno de los elementos medulares sobre el
cual aún hoy día existe poco consenso (Barrera, 2002).
Además, se ha tratado de ver a la inteligencia desde un punto de vista conductista
que desde la perspectiva de la psicología cognitiva que posee un valor muy limitado al
concentrarse básicamente en los aspectos meramente descriptivos. Por ello, Cronback
plantea la existencia de al menos dos enfoques en relación con la inteligencia: el
psicométrico y el experimental. El primero se interesa más por las diferencias individuales
de rendimiento entre las personas, sin mucho interés por las estructuras y procesos
cognitivos internos subyacentes. En cambio, el enfoque experimental se interesa por estos
procesos básicos de la cognición y el aprendizaje.

Entonces, habría que decir que la mayoría de las pruebas de amplio uso para
determinar el C.I. de una persona, incluyen dentro de sus definiciones aspectos como la
capacidad de alcanzar un determinado resultado, o la posibilidad de planear. Sin embargo,
en el desarrollo de su medición, no se incluyen sub pruebas que midan estos aspectos. En
otras palabras, consideran la función ejecutiva como un aspecto esencial de la inteligencia,
pero no desarrollan instrumentos para medirla.

Por
un lado,
el

criterio de funcionalidad de la inteligencia, lleva a pensar no en uno sino en varios tipos de


inteligencia, que pueden hacer que una persona sea funcional en un contexto y no en otro.
Así por ejemplo Gardner propone la existencia de siete clases distintas: la inteligencia
lingüística, la inteligencia lógico matemática, la inteligencia musical, la inteligencia
espacial, la inteligencia cenestésico-corporal y dos formas de inteligencia personal: una,
dirigida hacia los demás, y otra, que apunta hacia la propia persona (Gardner, 1987 citado
por Sierra y Quevedo, 2001).

Todo lo anterior, lleva a plantear la necesidad de reformular el concepto de


inteligencia desde una perspectiva neuropsicológica para lo cual se considera importante
tener como punto de partida el concepto de Sistema funcional, el cual se constituye en uno
de los pilares sobre los cuales Luria, desarrolló su modelo de trabajo en neuropsicología. El
concepto surgió de la fisiología, ante la evidencia arrojada por trabajos como los de Parlov,
en los cuales se observó que la actividad nerviosa está conformada por un mosaico de
excitaciones e inhibiciones nerviosas, que dan lugar al cumplimiento de una función
determinada.

Esto llevó al planteamiento de Anojin, quien distinguió dos usos distintos del
término función: el primero alude a la actividad que desarrolla un órgano o tejido (ejemplo
de esta definición es la función de secretar insulina, actividad que se desarrolla en las
células beta de los islotes de Langerhans). El segundo uso hace referencia a una actividad
compleja del organismo, encaminada a la realización de cualquier tarea fisiológica o
psicológica.

En este sentido se distingue la función de locomoción o la función respiratoria las


cuales son realizadas gracias a una amplia variedad de procedimientos, todos orientados por
la tarea que debe enfrentar el organismo. De esta forma surge el término de sistema
funcional, el cual, en palabras de Luria (1983) “...está encaminado a la realización de una
tarea biológica conocida y determinada que se abastece de un conjunto de actos
mutuamente relacionados que, en resumidas cuentas, conducen a la consecución del efecto
biológico correspondiente. El rasgo distintivo del sistema funcional consiste en que éste,
por regla general, se apoya en una constelación dinámica y compleja de eslabones que están
situados a diferentes niveles del sistema nervioso, y que dichos eslabones, en función de la
realización de la tarea concreta, pueden cambiarse, al tiempo que la propia tarea permanece
invariable.” (pp. 50).

Finalmente, es importante considerar que se debería de incluir un criterio de


funcionalidad, que puede ser aplicable a cualquier cultura o subcultura y a su aplicación en
distintas situaciones, como un carácter único que puede presentarse de forma diferente en
su ejecución. Esto llevaría a considerar la evaluación de la inteligencia, mediante el
desarrollo de dos etapas distintas: la primera encaminada a evaluar las funciones
individuales de forma separada, para lo cual se puede hacer uso de las pruebas
neuropsicológicas con que se cuenta en la actualidad y una segunda etapa encaminada a
evaluar la forma en que las personas integran estas habilidades.

3. Conclusiones
 En conclusión, la inteligencia es la capacidad de percibir el mundo de manera
racional, ya que permite a todo ser humano tener la intuición de pensar antes de
actuar, como también comprender diferentes ideas para tratar de cumplir diversos
propósitos. Intelecto que solo es adquirida por el ser humano.

 Desde un punto neuropsicológico la inteligencia es de suma importancia, ya que


puede ser estudiada mediante pruebas, como vimos las pruebas de inteligencia de
Wechsler, que trata de conocer el constructo de esta misma y sus elementos. Todo
ello, no ayudara a poder encontrar la causa de algunas modificaciones en el cerebro
que dicho sea de paso causan los daños cerebrales. Para un futuro, poder evaluar el
tratamiento hacia la lesión cerebral.

 El criterio de funcionalidad de la inteligencia, nos lleva a pensar en los tipos de


inteligencia, como las siete distintas inteligencias propuestas por Gardner: la
inteligencia lingüística, la inteligencia lógico matemática, la inteligencia musical, la
inteligencia espacial, la inteligencia cenestésico-corporal y dos formas de
inteligencia personal: una, dirigida hacia los demás, y otra, que apunta hacia la
propia persona.

 Finalmente, cabe recalcar que la inteligencia puede ser evaluada tanto de manera
individual y de forma separa o integrada.

4. Referencias Bibliográficas
Arias, W. (2013). Teoría de la Inteligencia: Una aproximación neuropsicológica desde el
punto de vista de Lev Vygotsky. Cuadernos de Neuropsicología, 1(7), 1-16.
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
41232013000100002#:~:text=De%20manera%20tradicional%20se%20ha,al
%20pensamiento%20y%20la%20cognici%C3%B3n. 

Barrera, M. (2002). El concepto de la inteligencia desde la perspectiva neuropsicológica.


Revista Universidad San Buenaventura.
https://www.researchgate.net/publication/342314346_EL_CONCEPTO_DE_INTE
LIGENCIA_DESDE_LA_PERSPECTIVA_NEUROPSICOLOGICA

López, D. (2011). La valoración de la “inteligencia” humana según Jean Piaget.


Pedagogía, 43(1), 35-57.
https://revistas.upr.edu/index.php/educacion/article/view/16573 

Sierra O. y Quevedo J. (2001). La teoría de las inteligencias múltiples: contexto


neurocognitivo adecuado para la hipótesis neuropsicológica sobre los factores y
mecanismos de la superioridad. REV NEUROL 2001, 33(11) 1060-1064.
https://www.neurologia.com/articulo/2000301

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