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TEXTOS DE HISTORIA DE ESPAÑA

Segunda parte del temario (ocho últimos temas)


Universidad de Castilla-La Mancha. PAU 2007

TEMA 9: La crisis del Antiguo Régimen.

Documento 1
La Constitución de 1812.

Art. 1. La Nación española es la unión de todos los españoles de todos los


hemisferios.
Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la nación, y por lo mismo pertenece a
ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Art. 12. La religión de la nación española es y será perpetuamente la Católica,
Apostólica y Romana.
Art. 14. El Gobierno de la nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en
los tribunales establecidos por la ley (…)

Documento 2
Mapas: ocupación de la Península por los franceses (1811) y retirada
francesa (1813)
Documento 3.
Decreto del 1 de octubre de 1823 (Reinado de Fernando VII 1814-1833).

“Bien públicos y notorios fueron a todos mis vasallos los escandalosos sucesos que
precedieron, acompañaron y siguieron al establecimiento de la democrática Constitución de
Cádiz en el mes de marzo de 1820: la más criminal traición, la más vergonzosa cobardía, el
desacato más horrendo a mi Real Persona, y la violencia más inevitable, fueron los
elementos empleados para variar esencialmente el gobierno paternal de mis reinos en un
código democrático, origen fecundo de desastres y de desgracias. Mis vasallos
acostumbrados a vivir bajo leyes sabias, moderadas y adaptadas a sus usos y costumbres, y
que por tantos siglos habían hecho felices a sus antepasados, dieron bien pronto pruebas
públicas y universales del desprecio, desafecto y desaprobación del nuevo régimen
constitucional (…).
Gobernados tiránicamente, en virtud y a mi nombre de la Constitución, y espiados
traidoramente hasta en sus mismos aposentos, ni les era posible reclamar el orden ni la
justicia, ni podían tampoco conformarse con leyes establecidas por la cobardía y la traición,
sostenidas por la violencia, y productoras del desorden más espantoso, de la anarquía más
desoladora y de la indigencia universal. El voto general clamó por todas partes contra la
tiránica Constitución; clamó por la cesación de un código nulo en su origen, ilegal en su
formación, injusto en su contenido; clamó finalmente por el sostenimiento de la Santa
Religión de sus mayores, por la restitución de sus leyes fundamentales, y por la
conservación de mis legítimos derechos, que heredé de mis antepasados, que con la
prevenida solemnidad habían jurado mis vasallos.
No fue estéril el grito general de la Nación: por todas las Provincias se formaban
cuerpos armados que lidiaron contra los soldados de la Constitución (…)
a Europa entera, conociendo profundamente mi cautiverio y el de toda mi Real
Familia, (…) determinaron poner fin a un estado de cosas que era el escándalo universal,
que caminaba a trastornar todos los Tronos y todas las instituciones antiguas cambiándolas
en la irreligión y en la inmoralidad.
ncargada la Francia de tan santa empresa, en pocos meses ha triunfado de los
esfuerzos de todos los rebeldes del mundo, reunidos por desgracia de la España en el suelo
clásico de la fidelidad y lealtad. Mi augusto y amado primo el Duque de Angulema al frente
de un Ejército valiente, vencedor en todos mis dominios, me ha sacado de la esclavitud en
que gemía, restituyéndome a mis amados vasallos fieles y constantes.
Sentado otra vez en el trono de S. Fernando (…), deseando proveer de remedio las más
urgentes necesidades de mis pueblos, y manifestar a todo el mundo mi verdadera voluntad
en el primer momento que he recobrado la libertad; he venido a declarar los siguiente:
…) Son nulos y de ningún valor todos los actos del gobierno llamado constitucional
(de cualquiera clase y condición que sean) que ha dominado mis pueblos desde el día 7 de
marzo de 1820 hasta hoy, día 1° de octubre de 1823, declarando, como declaro, que en toda
esta época he carecido de libertad, obligado a sancionar las leyes y a expedir las órdenes,
decretos y reglamentos que contra mi voluntad se meditaban y expedían por el mismo
gobierno (…)”.
Gaceta de Madrid, 7 de octubre de 1823
Hernández J.A. y otras. “Historia de España 2º de Bachillerato”. Libro de materiales.
Akal. Madrid 1.998. Págs. 49 y 50.
TEMA 10: La construcción del Estado Liberal.

Documento 4
Mapa: Primera Guerra Carlista (1833-1840).

Documento 5
Constitución de la Monarquía española (23 de mayo de 1845).

“DOÑA ISABEL II, por la gracia de Dios y de la Constitución de la Monarquía


española, Reina de las Españas; a todos los que la presente vieren y entendieren, sabed:
Que siendo nuestra voluntad y la de las Cortes del Reino regularizar y poner en
consonancia con las necesidades actuales del Estado los antiguos fueros y libertades de
estos Reinos, y la intervención que sus Cortes han tenido en todos tiempos en los negocios
graves de la Monarquía, modificando al efecto la Constitución promulgada en 18 de junio
de 1837, hemos venido, en unión y de acuerdo con las Cortes actualmente reunidas, en
decretar y sancionar la siguiente:
CONSTITUCIÓN DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA (…).
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin
previa censura, con sujeción a las leyes.
Art. 3. Todo español tiene derecho de dirigir peticiones por escrito a las Cortes y al
Rey, como determinen las leyes.
Art. 4. Unos mismos códigos regirán en toda la Monarquía (…).
Art. 6. Todo español está obligado a defender la Patria con las armas cuando sea
llamado por la ley, y a contribuir en proporción de sus haberes para los gastos del Estado.
Art. 7. No puede ser detenido, ni preso, ni separado de su domicilio ningún español,
ni allanada su casa, sino en los casos y en la forma en que las leyes prescriban.
Art. 9. Ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el Juez o
Tribunal competente, en virtud de leyes anteriores al delito y en la forma que éstas
prescriban (…).
Art. 11. La Religión de la Nación española es la Católica, Apostólica, Romana. El
Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros.
Art. 12. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 13. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, iguales en
facultades: El Senado y el Congreso de los Diputados.
Art. 14. El número de senadores es limitado: su nombramiento pertenece al Rey
(…).
Art. 17. El cargo de Senador es vitalicio.
Art. 20. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las Juntas
Electorales en la forma que determine la ley. Se nombrará un diputado al menos por cada
cincuenta mil almas de población. (…).
Art. 22. Para ser diputado se requiere ser español, del estado seglar, haber cumplido
veinticinco años, disfrutar la renta procedente de bienes raíces o pagar por contribuciones
directas la cantidad que la ley electoral exija. (…).
Art. 45. Además de las prerrogativas que la Constitución otorga al Rey, le
corresponde (…) Expedir los decretos, reglamentos e instrucciones que sean conducentes
para la ejecución de las leyes (…) Decretar la inversión de los fondos destinados a cada uno
de los ramos de la Administración pública (…) Nombrar y separar libremente los ministros.

Fuente: De Esteban, J. Las Constituciones de España. Centro de Estudios Políticos


y Constitucionales. Madrid 1997, pp 175-187.

Documento 6.
El manifiesto de Manzanares (7 de julio de 1854).
Españoles: La entusiasta acogida que va encontrando en los pueblos el ejército
liberal; el esfuerzo de los soldados (…) tan heroicamente mostrado en los campos de
Vicálvaro (…) aseguran desde ahora el triunfo de la libertad y de las leyes, que hemos
jurado defender.

Dentro de poco días la mayor parte de las provincias habrá sacudido el yugo de los
tiranos; la nación disfrutará los beneficios del régimen representativo (…) Nosotros
queremos la conservación del Trono, pero sin camarilla que lo deshonre, queremos la
práctica rigurosa de las leyes fundamentales, mejorándolas, sobre todo la ley electoral y la
de imprenta; queremos la rebaja de los impuestos, fundada en una estricta economía (…);
queremos arrancar a los pueblos de la centralización que los devora, dándoles la
independencia local necesaria para que conserven y aumenten sus intereses propios; y como
garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas bases la Milicia Nacional (…)
Las Juntas de Gobierno que deben irse constituyendo en las provincias libres; las Cortes
generales, que luego se reúnan; la misma Nación, en fin, fijará las bases definitivas de la
regeneración liberal a la que aspiramos.

Cuartel General de Manzanares, a 7 de julio de 1854. El General en Jefe del Ejército


Constitucional, Leopoldo O¨Donnell, Conde de Lucena.
Sánchez Ortega D. “Historia de España 2º de Bachillerato”. Editex. Madrid 1999.
Pág.254,.

Documento 7
Manifiesto de “España con honra” Cádiz, 19 de septiembre de 1868.

¡Españoles!: la ciudad de Cádiz, puesta en armas con toda su provincia, con la armada
anclada en su puerto y todo el departamento marítimo de La Carraca, declara solemnemente
que niega su obediencia al Gobierno que reside en Madrid, asegura que es leal
intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no deponer las armas hasta que la nación
recobre su soberanía, manifieste su voluntad y se cumpla.
¿Habrá algún español tan ajeno a la desventura de su país que nos pregunte las
causas de tan grave acontecimiento? (...)
Hollada (pisoteada) la ley fundamental, convertida siempre antes en celada (oculta)
que en defensa del ciudadano, corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno,
dependiente la seguridad individual, no del derecho propio, sino de la irresponsable
voluntad cualquiera de las autoridades; muerto el municipio, pasto la Administración y la
Hacienda de la inmoralidad y el agio (del negocio), tiranizada la enseñanza, muda la
prensa... ¡Españoles!, ¿quién la aborrece tanto que se atreva a exclamar “Así ha de ser
siempre”?
(...) Queremos vivir la vida de la honra y de la libertad.
Queremos que un Gobierno Provisional que represente todas las fuerzas vivas de su
país asegure el orden en tanto que el Sufragio Universal eche los cimientos de nuestra
regeneración social y política.
Contamos para realizarlo (...) con el concurso de todos los liberales, unánimes y
compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán
que de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de especuladores y favoritos
(...) con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones
pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados
antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo
y con la aprobación...
Acudid a las armas no con la furia de la ira, siempre débil, sino con la solemne y
poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada.
¡Viva España con honra!
Cádiz, 19 de septiembre de 1868. Generales Juan Topete, Dulce, Serrano, Rafael
Primo de Rivera...
Fuente: ARMESTO SÁNCHEZ, J. AGUILERA CASTRO, MARÍA DEL C. (et. Al.),
Historia de España. Comentario de Textos Históricos, Granada 1.997. pág. 132.
TEMA 11: El régimen de la Restauración.

Documento 8
Constitución de la Monarquía Española (30 de junio de 1876).

DON ALFONSO XII, por la gracia de Dios, Rey constitucional de España; a todos
los que las presentes vieren y entendieren, sabed: Que en unión y de acuerdo con las Cortes
del Reino actualmente, hemos venido en decretar y sancionar la siguiente
CONSTITUCIÓN DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
“(…) Art. 11. La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación
se obliga a mantener el culto y sus ministros.
Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el
ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana.
No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas
que las de la religión del Estado.
(…) Art. 13. Todo español tiene derecho:
De emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito,
valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a la censura
previa.
De reunirse pacíficamente.
De asociarse para los fines de la vida humana.
De dirigir peticiones individual o colectivamente al Rey, a las Cortes y a las
autoridades.
El derecho de petición no podrá ejercerse por ninguna clase de fuerza armada.
Tampoco podrán ejercerlo individualmente los que formen parte de una fuerza
armada, sino con arreglo a las leyes de su instituto, en cuanto tenga relación con éste.
(…) Art. 18. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 19. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, iguales en
facultades: el Senado y el Congreso de los Diputados.
Art. 20. El Senado se compone:
1°.- De senadores por derecho propio.
2°.- De senadores vitalicios nombrados por la Corona.
3°.- De senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores
contribuyentes en la forma que determine la ley.
El número de los senadores por derecho propio y vitalicios no podrá exceder de
ciento ochenta.
Este número será el de los senadores electivos.
(…) Art. 27. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las
Juntas electorales, en la forma que determine la ley. Se nombrará un Diputado a lo menos
por cada cincuenta mil almas de población.
Art. 28. Los diputados elegirán y podrán ser reelegidos indefinidamente por el
método que determine la ley.
Art. 50. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se
extiende a todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior y a la
seguridad del Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y a las leyes.
(…) Art. 75. Unos mismo Códigos regirán en toda la Monarquía, sin perjuicio de las
variaciones que por particulares circunstancias determinen las leyes.
En ellos no se establecerá más que un solo fuero para todos los españoles en los
juicios comunes, civiles y criminales.
Art. 82. En cada provincia habrá una Diputación provincial, elegida en la forma que
determine la ley y compuesta del número de individuos que ésta señale.
Art. 83. Habrá en los pueblos alcaldes y Ayuntamientos. Los Ayuntamientos serán
nombrados por los vecinos a quienes la ley confiera este derecho. (…) . ”

Fuente: De Esteban, J. Las Constituciones de España. Centro de Estudios Políticos y


Constitucionales. Madrid 1.997, pp 241-255

Documento 9
Gráfico del “turno pacífico” 1875-1902.
Gobiernos y número de representantes en el Congreso de los Diputados.
Documento 10
Tratado de París entre España y EE.UU. 10-XII-98.

Artículo 1º. España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba.
En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los
Estados Unidos, éstos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las
obligaciones que, por el hecho de ocuparla, les impuso el derecho internacional (…)
Artículo 2º. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás
que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el
archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Artículo 3º. España cede a los Estados Unidos el archipiélago conocido por las islas
Filipinas (…).
Artículo 5º. Los Estados Unidos, al ser firmado el presente tratado, trasportarán a
España, a su costa, a los soldados españoles que hicieron prisioneros de guerra las fuerzas
americanas al ser capturada Manila.
PICHARDO, H.. Documentos para la Historia de Cuba. La Habana, 1971, tomo 1.
TEMA 12: Alfonso XIII: la crisis de la Restauración.

Documento 11
“La cuestión social y la tierra” de Joaquín Costa, 1902.

El pueblo gime en la misma servidumbre que antes, la libertad no ha penetrado en


su hogar, su mísera suerte no ha cambiado en lo más mínimo, como no sea para empeorar,
(...) el régimen liberal ha hecho bancarrota.
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la
“Gaceta”, creyendo que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole
cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago; en el cerebro, mejorando y universalizando
la instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación honda de la agricultura,
que la haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las subsistencias, y,
mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de
terratenientes.
Se contentaron con la sombra, olvidando la verdadera sustancia de la libertad y su
verdadera garantía, que se hallan en la escuela y en la despensa; y el fracaso era inevitable.
No vieron que la libertad sin garbanzos no es libertad. No vieron que por encima de todas
las Constituciones y de todos los derechos individuales y de todas las urnas electorales, el
que tiene la llave del estómago tiene la llave de la conciencia, y, por tanto, que el que tiene
el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a donde quiere, no puede hacer lo
que quiere, no puede pensar como quiere; no puede el día de las elecciones votar a quien
quiere; no reflexionaron que le que no sabe es como el que no ve, y que el que no ve tiene
que ir conducido por un lazarillo a donde el lazarillo quiere llevarle, que raras veces es a
donde el ciego le conviene, que casi siempre es donde le conviene al lazarillo.
COSTA, Joaquín. La cuestión social y la tierra. 1902. Trabajos Prácticos de
Historia de España de 3º de BUP Editorial Akal. Págs. 52-55.

Documento 12
La crisis de 1917.

(…) En el reinado de Alfonso XIII, el año 1917 representa una fecha crucial, como
lo es, para la Segunda República, la del año 1934. En uno y otro caso, lo que quiebra son
los fundamentos mismos del sistema, los supuestos en que este descansa (…).

En 1917, el transaccionismo que había sido la médula de la Restauración, según la


concepción de Cánovas, se vino abajo.
La pacificación social y política que fuera su mejor fruto –al iniciarse la última
década del siglo XIX- quedó liquidada
El turnismo –amenazado desde 1909 y en crisis a partir de 1913- hubo de buscar
ahora una nueva alternativa, aun dentro de la Restauración, a través de los “gobiernos de
concentración” o “gobiernos nacionales” –cuyo último ensayo desembocaría, en 1931, en la
República-.
Los sectores contestatarios al Régimen se hicieron incompatibles con él, y
apuntaron en lo sucesivo, decididamente, a la revolución –para la cual venían estímulos,
cada vez más apremiantes, desde el oriente europeo-.
El Ejército –aparcado en el civilismo logrado por Cánovas y Sagasta-, pero en
inquietud constante desde 1899, aspiró ya, cada vez más decididamente, a asumir el
control de la política.
De hecho, la Corona y el Ejército, las dos instituciones “reecontradas” en 1874,
antes de que Cánovas iniciase la construcción de su gran edificio estatal, serían los dos
únicos bastiones emergentes después del hundimiento de aquel. En consecuencia, la crisis
siguiente -1921- supondría un ataque concentrado contra ambos, y traería por consecuencia
la dictadura militar, apoyada por el Rey.

Seco Serrano C. “La España de Alfonso XIII”. Espasa Calpe. Madrid 2005. pp. 383-384.

Documento 13
Manifiesto del golpe de Estado de Primo de Rivera (13 de septiembre de
1923).

“Al país y al ejército españoles: Ha llegado para nosotros el momento más


temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella
rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso
requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de
los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el
cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con
un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha
cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real, (...)
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar
nosotros y hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías
mansas, que sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que ésta recia y
viril que nos lanzamos por España y por el Rey (...)
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone.
Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y
obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de
gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque quien la
maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando como
pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema nacional,
indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción
agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida
por la política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del
problema de las responsabilidades y... por último, seamos justos, un solo tanto a favor del
Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses, merced a la inagotable bondad del pueblo
español, una débil e incompleta persecución al vicio del juego.
(...) En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá
en Madrid un directorio inspector militar, con carácter provisional encargado de mantener
el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos
oficiales, requiriendo al país para que en breve plazo nos ofrezca hombres rectos, sabios,
laboriosos y probos que puedan constituir ministerio a nuestro amparo, pero en plena
dignidad y facultad, para ofrecerlos al Rey por si se digna aceptarlos (...)
Yahora nuevamente ¡Viva España y viva el Rey!.y recibid todos el cordial saludo
de un viejo soldado que os pide disciplina y unión fraternal en nombre de los días que
compartió con vosotros la vida militar en paz y en guerra y que pide al pueblo español
confianza y orden, en nombre de los desvelos a sus prosperidad dedicados, especialmente
de éste en que lo ofrece y lo aventura todo por servirle.

Miguel Primo de Rivera. Capitán General de la Cuarta Región.


(Barcelona, 13 de Septiembre de 1923).

Armesto Sánchez, J. Historia de España. Comentario de Textos históricos. Granada, 1997.


Pág. 205.
TEMA 13: La II República.
Documento 14
La Constitución de 1931.

(...) España, en uso de su soberanía y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y
sanciona esta Constitución.
Art. 1º. España es un República democrática de trabajadores de toda clase, que se
organiza en régimen de Libertad y de Justicia.
Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios
y las Regiones.
Art. 2º. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art. 3º. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4º. El castellano es el idioma oficial de la República.
Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos
que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. Salvo lo que
se disponga en leyes especiales, a nadie se le podrá exigir el conocimiento ni el uso de
ninguna lengua regional.
Art. 6º. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 7º. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional,
incorporándolas a su Derecho positivo.
Art. 11º. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas,
culturales y económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar
un núcleo poliadministrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con
arreglo a lo establecido en el artículo 12.
Art 21º. El derecho del Estado español prevalece sobre el de las regiones autónomas
en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas en sus respectivos
Estatutos.
Art 26º . Todas las confesiones religiosas serán consideradas como Asociaciones
sometidas a una ley especial. El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no
mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las iglesias, Asociaciones e
Instituciones religiosas.
Art. 27º. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practica libremente
cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las
exigencias de la moralidad pública.
Los cementerios estarán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil. No podrá
haber en ellos separación de recintos por motivos religiosos. (...) Todas las confesiones
podrá ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas del culto habrán de
ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno.
Art. 44º. Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los
intereses de la economía nacional (...) con arreglo a la Constitución y a las leyes.
La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación forzosa por
causa de utilidad social mediante adecuada indemnización, a menos que disponga otra cosa
una ley aprobada por los votos de la mayoría absoluta de las Cortes. Con los mismos
requisitos la propiedad podrá ser socializada.
Los servicios públicos y las explotaciones que afecten el interés común pueden ser
nacionalizadas en los casos en que la necesidad social así lo exija.
El Estado podrá intervenir por ley, la explotación y coordinación de industrias y
empresas cuando así lo exigieran la nacionalización de la producción y los intereses de la
economía nacional.
Art. 52º. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos
por sufragio universal, igual, directo y secreto.
Art. 53º. Serán elegibles para Diputados todos los ciudadanos de la República
mayores de veintitrés años, sin distinción de sexo ni de estado civil, que reúnan las
condiciones fijadas por la ley electoral.

DE ESTEBAN, J. Las Constituciones de España. Madrid. 1983. Pág. 163.

Documento 15
La izquierda y la derecha ante la II República
(Según Edward Malefakis).

La tragedia de las izquierdas españolas, y en última instancia de España, era que en


1934 no tuvieron paciencia ni confianza suficiente en sí mismas para superar la crisis, del
mismo modo que las derechas habían conseguido superar la suya en 1931-1933 (…) Lo que
las derechas habían aceptado y asimilado dado su estado de desconcierto general, no podía
serlo igualmente por las izquierdas en su estado de ánimo henchido por las recientes
victorias. En consecuencia, las izquierdas empezaron casi inmediatamente a trazar
peligrosas distinciones entre republicanos “verdaderos” y “falsos”. Contra el nuevo partido
católico, la CEDA, empleó asimismo la técnica que las derechas habían utilizado antes
contra los socialistas: atacar la legitimidad del gobierno en pleno (…) cuya finalidad
supuesta era derrocar el régimen existente y establecer una dictadura. La diferencia estriba
en que las derechas casi nunca habían creído sus propias retóricas, en tanto que algunos
sectores de la izquierda empezaron a creer la suya (…) Lo cual no quiere decir que a las
izquierdas les faltase justificación sicológica. Teniendo en cuenta su historia de repetidas
derrotas por golpes militares, sus tensas relaciones con la mayor parte de las fuerzas
armadas y de orden público y la desfavorable relación de fuerzas en el plano internacional
de los años 30 (…)

Malefakis, E.: Estudios sobre la República y la Guerra Civil. Barcelona, 1973


Sánchez Ortega, D. “Historia de España 2° de Bachillerato”. Editex Madrid 1999. Pág
363.
Documento 16
Programa del Frente Popular.

El programa mínimo aceptado por todos los partidos que intervenían en él, incluía
los siguientes puntos fundamentales:
1.- Amnistía total para los insurrectos de 1934 y par todos los acusados de atentados
político-sociales desde 1933 y procesamiento de todos los culpables de actos de violencia
al reprimir los atentados políticos.
2.- Reposición en sus puestos de todos los trabajadores y empleados públicos
despedidos por causas político y compensación plena de todas las pérdidas sufridas por
ellos.
3.- Reforma del Tribunal de Garantías Constitucionales para excluir la influencia
conservadora; reforma del sistema judicial con el objeto de establecer su independencia,
promulgar la justicia social y acelerar su rapidez y eficacia.
4.- Restauración de la autoridad de todos los apartados de la constitución
republicana; reforma de las cortes y de su estructura de comité; aprobación de la legislación
orgánica que garantice el funcionamiento de los gobiernos provincial y municipal; reforma
de la ley de orden público con el objeto de obtener mayores garantías para los derechos
individuales.
5.- Continuación de la reforma agraria; arrendamientos menores y mayor seguridad
para los pequeños propietarios; reducción de los impuestos y de las tasas de intereses a los
pequeños propietarios; ayuda técnica acrecentada para los pequeños propietarios.
6.- Protección de los pequeños productores y los pequeños empresarios; reforma de
los impuestos y las tarifas industriales; estímulo a la producción; ampliación de las obras
públicas.
7.- Sujeción del funcionamiento del Banco de España al interés público;
reglamentación y mejora del funcionamiento de los bancos y las instituciones de ahorro.
8.- Restauración de toda la legislación social de 1931-1933; aumento de salarios;
amplio programa de viviendas sociales; extensión de la educación a todos los niveles.

PAYNE, S. La revolución española. Barcelona 1977. Pág. 188.


TEMA14: La Guerra Civil.

Documento 17
Proclama del General Mola (5-VI-1936).

Tan pronto tenga éxito el movimiento, se constituirá un Directorio, que lo integrará


presidente y cuatro vocales militares. Estos últimos se encargarán precisamente de los
ministerios de Guerra, Marina, Gobernación y Comunicaciones.
El Directorio ejercerá el Poder con toda su amplitud, tendrá la iniciativa de los
Decretos-Leyes que se dicten, los cuales serán refrendados por todos sus miembros.
Dichos Decretos-Leyes serán refrendados en su día por el Parlamento Constituyente
elegido por sufragio, en la forma que oportunamente se determine.
Los primeros Decretos-Leyes serán los siguientes:
a) La supresión de la Constitución de 1931.
b) Cese del Presidente de la República y miembros del Gobierno.
c) Atribuirse todos los poderes del estado, salvo el judicial, que actuará con arreglo
a las Leyes y Reglamentos preestablecidos que no sean derogados o
modificados.
d) Defensa de la Dictadura Republicana. Las sanciones de carácter dictatorial serán
aplicadas por el Directorio sin intervención de los Tribunales de Justicia.
e) Derogación de las Leyes y Reglamentos y disposiciones que no estén de acuerdo
con el nuevo sistema orgánico del Estado.
f) Disolución de las actuales Cortes.
g) Disolución del Tribunal de Garantías Constitucionales.
h) Restablecimiento de la pena de muerte en los delitos contra las personas (...)

El Directorio se comprometerá durante su gestión a no cambiar en su gestión el


régimen republicano, mantener en todo las reivindicaciones obreras legalmente logradas,
reforzar el principio de autoridad y los órganos de la defensa del estado, dotar
convenientemente al Ejército (...), organizar la instrucción preliminar desde la escuela y
adoptar cuantas medidas estimen necesarias para crear un Estado fuerte y disciplinado.
Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes
posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos
los directivos de los partidos políticos, sociedades y sindicatos no afectos al movimiento,
aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de
rebeldía o huelgas.
Conquistado el poder instaurará una dictadura militar que tenga por misión
inmediata restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar
convenientemente al Ejército, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de
derecho.
Madrid, 5 de junio de 1936. El Director.
Documento 18
Mapa por fases de la Guerra Civil Española.

Fuente: Elaboración coordinación a partir de CARR, R. España, 1808-1936. Barcerlona, 1979.


Documento 19
Evolución política de ambas zonas.

Los 13 puntos de Negrín. El Decreto de Unificación.


1 de Mayo de 1938 19 de abril de 1937
“El gobierno de unión nacional, apoyado (…) Llegada la guerra a punto muy
en la confianza de todos los partidos y de avanzado y, próxima la hora victoriosa,
todas las organizaciones sindicales que urge acometer la gran tarea de la paz.
representan la totalidad de los ciudadanos Cristalizando en el estado nuevo el
españoles, dentro del cuadro de la legalidad pensamiento y el estilo de nuestra
constitucional, declara solemnemente a sus Revolución Nacional. Unidos por un
compatriotas y al mundo entero que los pensamiento y una disciplina común, los
objetivos de la lucha que se persiguen son españoles todos han de ocupar su puesto en
los siguientes: la gran tarea. Esta unificación que exijo en
I.- Asegurar la independencia absoluta y la el nombre de España (…) no quiere decir ni
integridad total de España (…) conglomerado de fuerzas, ni mera
II.- Liberar nuestro territorio de las fuerzas concentración gubernamental, ni unión
militares extranjeras que lo habían invadido pasajera (…),
(…)
III.- Establecer una República del pueblo, Dispongo:
representada por un Estado vigoroso,
basado en los principios de la democracia Art. 1° Falange Española y Requetés, con
pura (…) sus actuales servicios y elementos, se
IV.- La estructura jurídica y social de la integran, bajo Mi Jefatura, en una sola
República estará determinada por la entidad política de carácter nacional, que de
voluntad nacional, libremente expresada por momento se denominará Falange Española
medio de un plebiscito (…) Tradicionalista y de las JONS.
V.- Respeto de las libertades regionales, sin Esta organización, intermedia entre la
que sea comprometida la integridad de la Sociedad y el Estado, tiene la misión
unidad española (…) principal de comunicar al Estado el aliento
VI. El Estado español garantizará a todos del pueblo y de llevar a éste el pensamiento
los ciudadanos la plenitud de sus derechos de aquél a través de las virtudes político-
en la vida civil y social, la libertad de morales, de servicio, jerarquía y hermandad.
conciencia y el libre ejercicio de las (…). Quedan disueltos las demás
convicciones y prácticas religiosas. organizaciones y partidos políticos (…).
VII. El Estado garantizarán la propiedad
legal legítimamente adquirida, en el cuadro Art. 2°.- Serán órganos rectores de la nueva
de los límites dictados por los intereses entidad política nacional el Jefe del Estado,
superiores de la nación y la protección de un Secretariado o Junta Política y el
los elementos productores. (…) Consejo Nacional (…).
VIII. Una reforma agraria radical con el fin Art. 3°. Quedan fundidas en una sola
de liquidar la vieja propiedad aristocrática y Milicia Nacional las de Falange Española y
semifeudal (…). La España nueva será de Requetés , conservando sus emblemas y
establecida sobre la amplia y sólida base de signos exteriores. A ella se incorporarán
una democracia rural y será dueña de las también, con los honores ganados en la
tierras que cultive. guerra, las demás milicias combatiente.
IX. El Estado garantizará los derechos de La Milicia Nacional es auxiliar del
los trabajadores (…) ejército (…).
X. El mejoramiento cultural, físico y moral
de la Raza. Dado en Salamanca, a 19 de abril de 1937.
XI. El Ejército español, al servicio de la Francisco Franco. (BOE Burgos, 20 de
Nación, estará libre de tendencia y partido abril de 1937).
(…)
XII. (…) renunciación a la guerra como
instrumento de política nacional (…)
XIII. Una amplia amnistía para los
españoles que quisieren colaborar al
inmenso trabajo de reconstrucción y
mejoramiento de España (…).

Ballarini A. M. y otros “Trabajos prácticos


de Historia de España” . Akal Editor.
Madrid 1983. Págs 159-160.
TEMA 15: España durante el franquismo

Documento 20
Consecuencias de la Guerra Civil
(La represión de los vencidos).

“Al llegar la posguerra, los vencedores aún no sienten segura la consecución de sus
objetivos: han desarticulado los partidos y las organizaciones obreras, pero falta la
aniquilación completa. Han caído ya, con la victoria militar, las instituciones democráticas,
pero falta la demolición total del movimiento obrero, del que aún se teme que sea capaz de
reverdecer y reorganizarse. Esto es lo que el franquismo pretende evitar con una feroz
persecución: la reorganización futura del oponente político. La represión se hace para el
presente y para el futuro.

La violencia fue un elemento estructural del franquismo. La represión y el terror


subsiguiente no eran algo episódico, sino el pilar central del nuevo Estado, una especie de
principio fundamental del Movimiento. La deseada paz para todos lo fue sólo para algunos,
para los vencedores y sus adeptos. Muchos de los vencidos creyeron las vagas promesas de
que no tenían nada que temer quienes estuviesen libres de delitos de sangre. No fue así en
modo alguno. A las personas de izquierda, a los vencidos, que anhelaban reconstruir sus
vidas, se les negó por completo tal derecho y se les condenó a la humillación y a la
marginación (social, económica, laboral). El franquismo les negó la consideración de
personas.

(...) Quienes habían combatido al lado de la República no eran españoles, sino


antiespañoles, escoria comunista. Un superviviente del campo de concentración de
Albatera... declaró a Granada TV en 1983: ”No se nos consideraba seres humanos; éramos
cosas”.

(Santos Juliá (coord.)(1999). Víctimas de la Guerra Civil, 3ª parte:


Francisco Moreno, La represión en la posguerra. Ed. Temas de Hoy. Madrid.
pp.277-278

Documento 21
Condena de las Naciones Unidas
(12de diciembre del 1946).
‰ “A) Por su origen, naturaleza, estructura y comportamiento general, el régimen
de Franco es un régimen fascista, organizado e implantado en gran parte merced
a la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia fascista de Mussolini.
‰ B) Durante la larga lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y Mussolini,
Franco prestó una ayuda muy considerable a las potencias enemigas, a pesar de
las continuas protestas de los aliados (...).

La Asamblea General de las Naciones Unidas, convencida de que el Gobierno fascista


de Franco en España (...) no representa al pueblo español (...), recomienda que se prohíba al
Gobierno de Franco pertenecer a los organismo internacionales creados por las Naciones
Unidas o relacionados con ellas, y participar en conferencias y otras actividades que puedan
concertar las Naciones Unidas, o dichos organismos, hasta que se forme en España un
Gobierno nuevo y adecuado.
Además (...) recomienda que, si dentro de un plazo razonable, no se establece en España un
gobierno cuya autoridad proceda de sus gobernados y que se comprometa a respetar la
libertad de expresión, de religión y de reunión, y a celebrar cuanto antes elecciones en las
que el pueblo español pueda expresar su voluntad, libre de coacción y de intimidación (...),
el Consejo de Seguridad estudie las medidas para remediar tal situación. Asimismo, la
Asamblea recomienda que todos los Estados miembros de las Naciones Unidas retiren
inmediatamente los embajadores y ministros plenipotenciarios que tienen acreditados en
Madrid “.

Resolución de la Asamblea General de la ONU, Nueva York, 12 de diciembre de


1946.

Documento 22
El Plan de Estabilización de 1959.
Al final de la Guerra de Liberación, la economía española tuvo que enfrentarse con
el problema de su reconstrucción, que se veía retardada en aquellos momentos por la
insuficiencia de los recursos y los bajos niveles de renta y ahorro, agravados por el
desequilibrio de la capacidad productiva como consecuencia de la contienda.
La guerra mundial y las repercusiones que trajo consigo aumentaron estas
dificultades y cerraron gran parte de los mercados y fuentes de aprovisionamiento
normales, lo que motivó una serie de intervenciones económicas al servicio de las tareas del
abastecimiento y de la reconstrucción nacional. Sin embargo, a través de estas etapas
difíciles, España ha conocido un desarrollo sin precedentes en su economía.
Gracias a ese rápido proceso, nuestra economía se ha modificado profundamente.
Resueltos un sinfín de problemas, hay que enfrentarse ahora con otros derivados, tanto del
nivel de vida ya alcanzado, cuanto de la evolución de la economía mundial, especialmente
la de los países de Occidente, en cuyas organizaciones económicas está integrada España.
Para ello son imprescindibles unas medidas de adaptación que, sin romper la
continuidad de nuestro proceso económico, aseguren un crecimiento de la producción
respaldada por una política de ahorro y de ordenación del gasto.
La solución que se pretende dar a aquellos problemas debe hacerse desde un
planteamiento global y panorámico de los mismos, de tal manera que ni la apertura de
nuestra economía hacia el exterior, ni las medidas de orden interno, produzcan efectos
secundarios desfavorables.
Por otra parte, es necesario que la nueva ordenación económica esté dotada de la
debida flexibilidad para que sea susceptible de sufrir los reajustes necesarios y las
revisiones oportunas que los aconseje la experiencia y los postulen las circunstancias.
En este aspecto, el Decreto-ley que a continuación se articula establece la
liberalización progresiva de la importación de mercancías y paralelamente, la de su
comercio interior; autoriza la convertibilidad de la peseta y una regulación del mercado de
divisas; faculta al Gobierno para modificar las tarifas de determinados impuestos y al
Ministerio de Hacienda para dictar normas acerca del volumen de los créditos.
Es indudable que las medidas restrictivas de emergencia entrañaban un carácter
transitorio. Superadas aquellas circunstancias, ha llegado el momento de iniciar una nueva
etapa que permita colocar nuestra economía en una situación demás amplia libertad, de
acuerdo con las obligaciones asumidas por España como miembro de pleno derecho de la
O.E.C.E. La mayor flexibilidad económica que se establecerá gradualmente no supone en
ningún caso que el Estado abdique del derecho y de la obligación de vigilar y fomentar el
desarrollo económico del país. Por el contrario, esta función se podrá ejercer con mayor
agilidad suprimiendo intervenciones hoy innecesarias. La nueva etapa de nuestra vida
comercial traerá sin duda consigo una relación adecuada de costos y precios, de acuerdo
con las circunstancias reales de la demanda y la producción.
De este modo, se espera obtener la estabilidad interna y externa de nuestra
economía, el equilibrio de la balanza de pagos, el robustecimiento de la confianza en
nuestro signo monetario y, en suma, la normalización de nuestra vida económica.

Nueva Ordenación de la Economía española. (B.O.E. del 20 de julio de 1959).

Documento 23
La oposición política al franquismo. Acuerdo político del Congreso de
Munich (1962).
El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio de
1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todos los
países a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa en
el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y
de la Carta Social Europea, lo siguiente:
1º La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas
que garanticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2º La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los
de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
3º El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
4º El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa
por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios, por el de huelga.
5º La posibilidad de Organización de corrientes de opinión y de partidos políticos
con el reconocimiento de los derechos de la oposición.
El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las
anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un elemento
esencial, y toma nota de que todos los delegados españoles presentes en el Congreso
expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los españoles desean que
esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el
ritmo más rápido que las circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el
compromiso de renunciar a toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del
proceso evolutivo.
Acuerdo político del Congreso de Munich.
TEMA 16: La España democrática.
Documento 15
Gráfico de los resultados de las elecciones legislativas tras la muerte de Franco.

ELECCIONES LEGISLATIVAS Y COMPOSICIÓN DEL CONCREGO DE DIPUTADOS EN LA


TRANSICIÓN POLÍTICA.-
15 DE JUNIO DE 1.977

3% 2% 2% 2%
5%
6%

46%

34%

UCD 165 PSOE 118 PCE 20 AP 16 PDC (CIU) 11 PNV 8 PSP 6 OTROS 6

1 DE MARZO DE 1979

1%1%2%
3% 2% 2%
7%

47%

35%

UCD 168 PSOE 121 PCE 23 CD (AP) 9 CIU 8


PNV 7 PSA/PA 5 HB 3 OTROS 6

Significado de las siglas: UCD (Unión de Centro Democrático), PSOE (Partido Socialista Obrero Español), PCE (Partido
Comunista de España), AP/CD (Alianza Popular / Coalición Democrática), PDC/CIU (Pacto Democrático por Cataluña/
Convergencia i Unió), PNV (Partido Nacionalista Vasco), PSP (Partido Socialista Popular), PSA/PA (Partido Socialista
Andaluz/ Partido Andalucista), HB (Herri Batasuna).

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de PAREDES J. “Historia Contemporánea de España. Siglo XX”. Edit. Ariel.
Barcelona 2.004. Pág. 982.

Documento 25
Ley para la reforma política
(Presentación a Referéndum, 24 de noviembre de 1976).

El artículo décimo de la Ley de Sucesión enumera las leyes fundamentales y


dispone que “para derogarlas o modificarlas será necesario, además del acuerdo de las
Cortes, el Referéndum de la Nación (…)
Se somete a Referéndum de la Nación el Proyecto de Ley para la Reforma Política,
de rango fundamental, aprobado por las Cortes españolas en su sesión plenaria del día 18
del presente mes y cuyo texto literal es el siguiente:
Art. 1°. 1. La democracia en el Estado español se basa en la supremacía de la Ley,
expresión de la voluntad soberana del pueblo.
Los derechos de la persona son inviolables y vinculan a todos los órganos del
Estado.
2. La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona
y promulga las leyes.
Art. 2°. 1. Las Cortes se componen del Congreso de los Diputados y el Senado.
2. Los diputados del Congreso serán elegidos por sufragio universal, directo y
secreto de los españoles mayores de edad.
3. Los senadores serán elegido en representación de las entidades territoriales. El
Rey podrá designar para cada legislatura senadores en número no superior a la quinta parte
del de los elegidos.
4. La duración del mandato de diputados y senadores será de cuatro años (…).
Art. 5°. El Rey podrá someter directamente al pueblo una opción política de interés
nacional, sea o no de carácter constitucional, para que decida mediante referéndum, cuyos
resultados se impondrán a todos los órganos del Estado (…).
Disposición final.
Art. 1°. La presente Ley tendrá rango de Ley Fundamental.
Art. 2°. El Referéndum se efectuará con sujeción al procedimiento que establece en el Real
Decreto de la Presidencia de Gobierno 2636/1976, de 19/XI, y tendrá lugar el quince de
diciembre del año actual.
Art. 3°. La consulta se llevará a cabo formulando la siguiente pregunta: “¿Aprueba el
Proyecto de Ley para la Reforma Política?”.
Dado en Madrid a 24 de noviembre de 1976. El Presidente de Gobierno Adolfo Suárez
González.

García de Cortázar y otros. “Historia de España. 2° de Bachillerato”. Edit. Anaya. Madrid


2001. Pág. 341.
Documento 26
La Constitución de 1978.
“España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna
como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el
pluralismo político”. (Artículo 1.1).
“La soberanía nacional residen en el pueblo español, del que emanan los poderes del
Estado”. (Artículo 1,2).
“La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas
ellas”. (Artículo 2).
“El Rey es el jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera
el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del estado
Español en las relaciones internacionales”
“La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad...” (Art. 56,3)
“Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el
Congreso de los Diputados y el Senado” (Artículo 66, 1)
“...Ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan
la acción del Gobierno...” “...Son inviolables” (Artículo 66, 3)
“El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y
la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria...” (Art 97).
Artículo 137. El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y
en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de
autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.
Artículo 138. 1. El Estado garantiza la realización efectiva del principio de
solidaridad consagrado en el artículo 2 de la Constitución, velando por el establecimiento
de un equilibrio económico adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español,
y atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular.
2. Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no
podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales.
Artículo 139. 1. Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en
cualquier parte del territorio del Estado.
2. Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente
obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de personas y la libre circulación
de bienes en todo el territorio español.

DE ESTEBAN, J. Las constituciones de España. Madrid, 1983. pág. 310.

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