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EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE 3 | ACTIVIDAD 1 | VI CICLO 1. er y 2.

° grado
RECURSO 1

Respeto y buen vivir

La vivencia en las comunidades andinas y amazónicas coexiste en equivalencia y


armonía con la naturaleza. Esto quizá es el rasgo más conocido de la opción de bienestar
culturalmente específica. Se trata de un estar con y en la naturaleza, sin considerarla como
un recurso que se explota, sino como a un pariente que se cría al tiempo que este nos cría.

Esta relación está teñida de ritos entre humanos, naturaleza y deidades, existiendo
momentos donde se intensifica este apego y cariño entre los miembros del ayllu. Una
correlación de este tipo genera enriquecimiento de la naturaleza. Por ejemplo, de unas
cuantas especies y variedades de papas silvestres, que, por la crianza humana, alcanzan
ahora más de 3000. Lo mismo ha sucedido y sucede con la oca, el algodón, las calabazas,
el maní, el ají y otros cultivos.

Este trato lo entienden los comuneros como crianza recíproca. Criar es un verbo que se
escucha en cada circunstancia de la vida chacarera. Hace referencia a una relación afectiva
y de cariño entre humanos, deidades y la naturaleza. Está asociada a los verbos: alimentar,
amamantar y sustentar, que expresan relaciones de cuidado, complementariedad, cultivo
y hospitalidad recíprocos. Crío al tiempo que soy criado.

La crianza se expresa en un ambiente de comunidad y teje comunidad. Comunidad es un


sentido amplio, no es solo relaciones de parentesco humano. Parientes son también los
cultivos, la Pachamama, la Yacumama, los apus, que los agrupamos en tres colectividades:
humanos, naturaleza y deidades. Los vínculos de cariño y respeto entre estos constituyen
el ayllu, una asociación que vive en una pacha o territorio vivo que los cobija y cría. La
comunidad proporciona así el marco de amparo donde habita la vida bonita.

Relacionadas a estas ideas existe la del respeto entre humanos, de los humanos con la
naturaleza y de los humanos hacia las deidades. Respeto, para los andinos y amazónicos,
es saber hacer bien las cosas en su momento y lugar. Respetar al otro obliga a que los
actos de cualquiera de sus miembros, estén en sintonía con los actos de los demás; de
modo que la vida se recree en armonía. Si la naturaleza es diversa, su regeneración debe
ser compatible con esta vocación. Cada momento exige una trama diagonal específica y
un lugar que no corresponde y origina el desequilibrio, el vuelco del mundo, la crisis y el
caos.

Podemos pensar entonces que una persona vivencia el buen vivir cuando:

• Siente a la naturaleza como persona y vive en armonía con ella.

• Cría y se deja criar con respeto y cariño por todo lo existente.

• Vive en comunidad sirviendo y compartiendo con los demás.

• Posee capacidades para resolver internamente los conflictos.

Fuente: Adaptado de Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas (Pratec) (2020). Respeto y buen vivir (1.a ed.).

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE - SECUNDARIA

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