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El Buen Vivir para las comunidades indígenas, su significado y sus

conceptos

Autor: Nicolas Méndez Barahona

El concepto del Buen Vivir, también conocido como Sumak Kawsay en


quechua y suma qamaña en Aymara, es una filosofía de vida arraigada en las
culturas indígenas de América Latina. Este enfoque holístico y sostenible ha
despertado un gran interés en el mundo occidental, ya que desafía los
paradigmas del desarrollo y propone una forma de vida más equilibrada y en
armonía con la naturaleza. En este ensayo, exploraremos el significado del Buen
Vivir para las comunidades indígenas, su relevancia trascendencia.

El buen vivir para las comunidades indígenas

Para las comunidades indígenas, el Buen Vivir implica una cosmovisión


que reconoce la interconexión entre los seres humanos, la naturaleza y el
cosmos. Se enfoca en el bienestar colectivo y en el cuidado mutuo, promoviendo
la solidaridad, la cooperación y la reciprocidad dentro de la comunidad.

El Buen Vivir valora y respeta la naturaleza como un ser vivo y sagrado.


Las comunidades indígenas reconocen la importancia de cuidar y proteger los
recursos naturales, adoptando prácticas sostenibles y respetuosas con el medio
ambiente. Esto implica un uso responsable de los recursos, la preservación de
la biodiversidad y la promoción de la agricultura y la producción de alimentos
orgánicos.

Además, el Buen Vivir destaca la importancia de la diversidad cultural y el


respeto por las diferentes formas de vida y conocimientos tradicionales. Se
reconoce que cada comunidad tiene su propia cosmovisión, prácticas y sabiduría
ancestral, y se valora la diversidad como un elemento fundamental para el
desarrollo humano.
Dentro de las coincidencias sobre el Buen vivir como concepto que
aglutina a la mayoría de pueblos y nacionalidades indígenas es importante
adentrarnos en algunos factores que coinciden, especialmente en aquellos
situados en territorios andinos a nivel de América, coincidencias que derivan en
la relación con la naturaleza, las costumbres ancestrales y tradiciones y la vida
en comunidad y reciprocidad.

Para entender de mejor manera los conceptos planteados en líneas


anteriores es preciso detallarlos. La relación de los pueblos y nacionalidades
indígenas con la naturaleza va más allá de un mero sentir ambientalista o
conservacionista, estos difieren mucho con un sentir occidental de
responsabilidad o moda pues se valora y respeta la naturaleza como un ser vivo
y sagrado que es al mismo tiempo es parte de y no un componente individual; el
Buen Vivir implica vivir en armonía con la tierra, cuidando y protegiendo los
recursos naturales.

As lo afirma lo reconoce el Manual Básico Estado y Cosmovisión tomando


de referencia a los conceptos de Luis Macas ex legislador indígena del Ecuador:

“La cosmovisión indígena se fundamenta principalmente en la experiencia


vivida en relación íntima con la naturaleza y con la comunidad; la naturaleza
constituye la casa, más aún la madre generadora de vida y de toda la cultura, de
este modo las prácticas con relación a ella intentan ser lo más armonioso y
respetuoso posible” (Atupaña, 2017)

Partiendo de esta apreciación hay que entender que dentro de la


cosmovisión indígena la naturaleza es la vida misma y representa un concepto
mucho mas amplio relacionado con todo lo que existe y convive a la que se la
denomina Pachamama.

Continuando con el análisis de los factores del Buen Vivir he de referirme


a las costumbres ancestrales y tradiciones que son el ADN de los pueblos y
nacionalidades indígenas, lo que nos permite conocer su historia y su manera de
ver mundo y su forma de relacionarse.

Las costumbres y tradiciones ancestrales de los pueblos y nacionalidades


indígenas son un tesoro invaluable que ha sido transmitido de generación en
generación. Estas prácticas culturales reflejan la sabiduría y la conexión
profunda que estas comunidades tienen con la tierra, la naturaleza y sus
antepasados. A través de sus costumbres y tradiciones, los pueblos indígenas
preservan su identidad, fortalecen sus lazos comunitarios y mantienen vivas sus
raíces históricas. A continuación, exploraremos algunas de las costumbres y
tradiciones más destacadas de los pueblos indígenas.

La espiritualidad es un aspecto fundamental en las comunidades


indígenas. Estas culturas tienen una profunda conexión con lo sagrado y lo
espiritual. Sus tradiciones religiosas y ceremoniales son una parte integral de su
vida diaria. A través de rituales, rezos, danzas y cantos, los pueblos indígenas
honran a sus dioses y espíritus, y buscan mantener un equilibrio armonioso con
el mundo natural que los rodea.

La ancestralidad también debe ser entendida desde un sentido de


pertenencia, es decir un sentido de territorio que conlleva al lugar que
históricamente a sido la base de sus propios valores culturales. Tomando las
palabras del Dr. Julio Cesar Trujillo el concepto es mucho más complejo: “La
tierra es para los pueblos indígenas mucho más que uno de los factores de la
producción y, como tal sujeto a las leyes de mercado” (Trujillo, 2000)

Siguiendo la misma línea la conceptualización de la catedrática Andrea


Galindo recoge con mayor precisión este concepto: el territorio ancestral es el
espacio en el que se desarrollan su cosmovisión y sus prácticas espirituales, de
justicia y administrativas. Lejos de estar relacionado con la valoración
económica, el espacio físico, tiene una dimensión espiritual pues es vida, en él
se desarrolla y es necesario para conservar la existencia de la comunidad y su
entorno. (Galindo, 2020)

Como ultimo referente tenemos la vida en comunidad y la reciprocidad


que son valores fundamentales en los pueblos y nacionalidades indígenas. Estas
comunidades han desarrollado a lo largo de los siglos una forma de organización
social basada en la solidaridad, la cooperación y el cuidado mutuo. A través de
la reciprocidad, los miembros de la comunidad se apoyan y se ayudan entre sí,
creando un sentido de pertenencia y fortaleciendo los lazos comunitarios.
En las comunidades indígenas, la vida en comunidad implica compartir
tanto los momentos de alegría como los desafíos y dificultades. Existe una
profunda interdependencia entre los miembros de la comunidad, donde cada
individuo tiene un rol y una responsabilidad en el bienestar colectivo. La toma de
decisiones se realiza de manera consensuada, a través de la participación de
todos los miembros, y se busca el beneficio de la comunidad en su conjunto.

La reciprocidad es un principio clave en la vida comunitaria indígena. Se


basa en la idea de que todo lo que se da debe ser devuelto de alguna manera.
Esta reciprocidad se manifiesta en diferentes aspectos de la vida diaria. Por
ejemplo, en la agricultura, los miembros de la comunidad se ayudan mutuamente
en las labores de siembra, cosecha y cuidado de los cultivos. También se
comparten los alimentos y los recursos de manera equitativa, asegurando que
todos tengan acceso a lo necesario para vivir.

Además, la reciprocidad se extiende a otros ámbitos, como la educación


y la salud. En la educación, los conocimientos y las habilidades se transmiten de
generación en generación, a través de la enseñanza oral y la participación activa
de los ancianos y los líderes comunitarios. En la salud, se brinda apoyo y cuidado
a los miembros enfermos o vulnerables, asegurando que nadie quede
desatendido.

La reciprocidad también se manifiesta en las relaciones con otras


comunidades. Los pueblos indígenas han practicado históricamente el
intercambio de bienes, conocimientos y experiencias con otras comunidades,
estableciendo lazos de solidaridad y colaboración. Este intercambio no solo
fortalece las relaciones entre las comunidades, sino que también permite el
enriquecimiento mutuo a través del intercambio de perspectivas y saberes.

La vida en comunidad y la reciprocidad no solo se limitan a las


interacciones humanas, sino que también se extienden a la relación con la
naturaleza. Los pueblos indígenas reconocen que son parte de un ecosistema
interconectado y dependen de la tierra y los recursos naturales para su sustento.
Por lo tanto, tienen una profunda responsabilidad de cuidar y preservar el medio
ambiente. A través de prácticas sostenibles de agricultura, pesca y caza, los
pueblos indígenas buscan mantener un equilibrio armonioso con la naturaleza,
asegurando la conservación de los recursos para las generaciones futuras.

La vida en comunidad y la reciprocidad son valores que han permitido a


los pueblos indígenas sobrevivir y prosperar a lo largo de los siglos. Estos valores
promueven la solidaridad, la cooperación y la igualdad, creando una sociedad
más justa y equitativa. Además, fomentan un sentido de pertenencia y conexión
con la comunidad y la naturaleza, fortaleciendo la identidad cultural y
preservando las tradiciones ancestrales.

Es importante reconocer y valorar la sabiduría y las prácticas de los


pueblos y nacionalidades indígenas en relación con la vida en comunidad, la
reciprocidad sus tradiciones y su relación con la naturaleza. Estos valores
pueden ser una fuente de inspiración y aprendizaje para construir sociedades
más justas, sostenibles y solidarias. Al promover su entendimiento de lo que es
el buen vivir, podemos cultivar relaciones más armoniosas con los demás y con
nuestro entorno, construyendo un mundo más equitativo y en equilibrio con la
naturaleza.

Si entendemos la interculturalidad como un concepto mas amplio y


contemplamos verdaderamente a la naturaleza como sujeto de derechos desde
el sentir del Sumak Kawsay haríamos un gran avance como una sociedad
occidental con esencia indígena lastimosamente profesa otros conceptos de
“progreso” derivados del sentimiento de inmediatez, acumulación y
sobreexplotación de recursos.

El sumak kawsay es una categoría transversal en nuestra Constitución y


es el resultado de la lucha de las nacionalidades indígenas. Principalmente,
obedece a un nuevo paradigma apartado de visiones occidentales que, si bien
da cuenta de una extrema complejidad, no resulta de imposible realización. Por
tal motivo, si nos tomamos en serio la propuesta posdesarrollista –o como
alternativa al desarrollo– y biocéntrica plasmada por el constituyente, su
construcción resulta indispensable en el marco de nuestro diseño constitucional.
(Barahona & Añazco, 2020)

Desde esa lógica es fundamental que se generen discusiones sobre este


nuevo paradigma, sobre el camino por el cual nos dirigimos como una sociedad
que esta en vías de desarrollo sencillamente por que el modelo de desarrollo que
anhelamos responde a la cultura dominante y no a nuestra descendencia, lo que
con el tiempo genera que se pierda la memoria histórica y nuestra identidad
indígena.

Bibliografía
Atupaña, N. (2017). Estado Y Cosmovisión Manual Básico. Quito: Inredh.

Barahona, A., & Añazco, A. (2020). La naturaleza como sujeto de derechos y su interpretación
constitucional: interculturalidad y cosmovisión de los pueblos originarios. Revista de
Derecho.

Galindo, A. (2020). Limitaciones al reconocimiento del territorio ancestral en Ecuador. Revista


de Derecho .

Trujillo, J. C. (2000). Derechos colectivos de los pueblos indígenas. Quito: Abya Yala.

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