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MANUAL DE PREVENCION DE RIESGOS

LABORALES PARA OPERADORES


DE VEHICULOS Y MAQUINARIA
DE MOVIMIENTO DE TIERRAS

INDICE:

1. DEFINICION DE LOS TRABAJOS


1.1. Tipos de máquinas. Maquinaria de transporte camión,
dumper, maquinaria de movimiento de tierras y
compactación: bulldozer, pala cargadora,
retroexcavadora, motoniveladora, «jumbo»,
entendedora/compactadota asfálticas, etc.
1.2. Identificación de riesgos (atropello, vuelco de la
máquina, atropamiento, electrocución, explosión,
incendio, proyección de partículas, ruido,
vibraciones, estrés térmico, fatiga, etc.)
1.3. Medidas preventivas aplicables por los operadores
de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras.

2. TECNICAS PREVENTIVAS ESPECIFICAS


2.1. Aplicación del plan de seguridad y salud en el uso de
la máquina o del equipo de trabajo concreto.
Evaluación de riesgos en el caso de que no exista
plan.
2.2. Protecciones colectivas (colocación, usos,
obligaciones y mantenimiento).
2.3. Protecciones individuales (colocación, usos,
obligaciones y mantenimiento).
2.4. Formación especifica del operador. Autorización de
uso.
2.5. Señalización.
2.6. Conducciones enterradas (eléctricas,
telecomunicaciones, gas, sanitarias, etc.)

3. MEDIOS AUXILIARES, EQUIPOS Y HERRAMIENTAS


3.1. Útiles de la máquina o del equipo de trabajo.
3.2. Mantenimiento y verificaciones, manual del fabricante,
características de los principales elementos,
dispositivos de seguridad, documentación, sistemas
de elevación, etc.

4. VERIFICACION, IDENTIFICACION Y VIGILANCIA DEL


LUGAR DE TRABAJO Y SU ENTORNO
4.1. Riesgos y medidas preventivas necesarias.
4.2. Construcciones colindantes. Protecciones
perimetrales.
4.3. Conocimiento del entorno del lugar de trabajo.
Planificación preventiva de las tareas
4.4. Tránsito por la obra (zanjas, desniveles).
4.5. Consideraciones respecto al estudio geotécnico.

5. INTERFERENCIAS ENTRE ACTIVIDADES


5.1. Actividades simultáneas o sucesivas.
5.2. Señalización y tránsito.

6. DERECHOS Y OBLIGACIONES
6.1. Marco normativo general y específico.
6.2. Organización de la prevención.
6.3. Fomento de la toma de conciencia sobre la
importancia de involucrarse en la prevención de
riesgos laborales.
6.4. Participación, información, consulta y propuestas.
MANUAL DE PREVENCION DE RIESGOS
LABORALES PARA OPERADORES DE
VEHÍCULOS Y MAQUINARIA DE
MOVIMIENTO DE TIERRAS

ODUC
1. DEFINICION DE LOS TRABAJOS

1.1. Tipos de máquinas. Maquinaria de transporte camión,


dumper, maquinaria de movimiento de tierras y
compactación: bulldozer, pala cargadora, retroexcavadora,
motoniveladora, «jumbo», entendedora/compactadota
asfálticas, etc.

El operador de los vehículos y las máquinas de movimiento de tierras es aquel


trabajador encargado de su utilización, considerando como tal cualquier actividad
referida a la máquina, como; la conducción, la reparación, la transformación, el
mantenimiento y la conservación, incluida, en particular, la limpieza, de acuerdo con la
cualificación profesional del operador.

Se llama "movimiento de tierras" al conjunto de los trabajos necesarios para adecuar el


perfil natural del terreno a las cotas de proyecto, preparándolo para iniciar la
construcción propiamente dicha.

Entre los distintos trabajos de movimiento de tierras cabe citar: limpieza y desbroce,
excavación (desmonte, vaciado, zanjas, pozos, etc.), relleno, explanación, terraplenado,
transporte de tierras, etc.

Estos trabajos se desarrollan tanto en edificación (viviendas, oficinas, edificios


industriales, etc.), como en obra civil (urbanizaciones, carreteras, autovías, vías férreas,
canalizaciones, etc).
Para la ejecución de los referidos trabajos se utilizan equipos de trabajo variados,
desde aparatos de accionamiento manual hasta máquinas de funcionamiento
prácticamente automático.

EI operador de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras es aquel especialista


encargado de la utilización de este tipo de equipos de trabajo, en las actividades de
excavación, relleno, explanación, terraplenado, transporte de tierras, etc.

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A continuación se hace referencia a los equipos de trabajo empleados con mayor
frecuencia en los trabajos de movimiento de tierras, seña-ando los riesgos originados
por dichos equipos y las medidas preventivas que se deben adoptar para evitarlos o, en
su caso, controlarlos.

TIPOS DE MÁQUINAS

En relación con los equipos de trabajo comúnmente utilizados en esta especialidad u


oficio, se pueden diferenciar los destinados al:
• Transporte: camión, dúmper, etc.
• Movimiento de tierras: buldózer, pala cargadora, retroexcavadora, motoniveladora,
"jumbo", etc.
• Extendido y compactación de firmes y pavimentos: extendedora, compactadora, etc.

Maquinaria de transporte

Camión de caja basculante:


También denominado "camión volquete", se emplea para los movimientos de tierras y
el transporte de materiales diversos. Está provisto de una caja basculante (volquete)
que permite el volteo de los materiales cargados.
La capacidad de carga varía entre 3 y 10 toneladas.

Los camiones volquetes o de caja basculante se emplean para |os movimientos de


tierras y el transporte de materiales diversos.

Dúmper:
El dúmper es una máquina autopropulsada sobre ruedas o cadenas con una caja
abierta que, de manera similar al camión volquete, transporta, vuelca o extiende
materiales. Se carga mediante una excavadora o cargadora.

El empleo de estas máquinas se ha generalizado en los trabajos de obra civil.

La utilización de este tipo de vehículos viene determinada por el material que se va a


transportar, la distancia que se ha de recorrer y el tipo de camino existente.

Existen dos variantes o tipos:


- Dúmper articulado, cuando la caja es remolcada por el tractor.
- Dúmper rígido, cuando el tractor y la caja forman un conjunto único.

El dúmper rígido o articulado, cuya masa de trabajo es menor o igual a 4.500 kg, se
conoce como "dúmper compacto", "motovolquete" o "minidúmper". Algunos modelos de
dúmper compacto disponen de un equipo de autocarga integral (por ejemplo, una
cuchara frontal que excava y bascula el material hacia el volquete).

La capacidad de carga varía entre 3 y 10 toneladas.

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Los camiones volquetes o de caja basculante se emplean para los movimientos eje
tierras y el transporte dé materiales diversos.

Maquinaria de movimiento de tierras

Buldózer:
Es una máquina de excavación y empuje con un motor de gran potencia. Está
compuesta de un tractor sobre orugas o sobre dos ejes con neumáticos y chasis rígido
o articulado y una cuchilla horizontal (perpendicular al eje longitudinal del tractor)
situada en la parte delantera y dotada de movimiento de elevación o descenso.
Las orugas están constituidas por piezas metálicas engarzadas mediante articulaciones
formando una cadena o cinta resistente que proporciona a la máquina una gran
superficie de apoyo, disminuyendo con ello su presión sobre el terreno, lo que le
permite circular sobre suelos blandos sin hundirse. Los movimientos de giro se realizan
por rotación desigual de las cintas de rodadura u orugas.
Por su parte, el buldózer sobre neumáticos realiza los giros mediante un sistema o
equipo articulado. Su característica principal es que la hoja de empuje es fija respecto
al eje longitudinal de la máquina y tiene una posición perpendicular al mismo, formando
así un conjunto rígido encargado de empujar o desplazar materiales. El trabajo se
realiza siempre de forma frontal.
En la parte trasera lleva incorporados uno o varios rompedores, denominados "riper",
que se utilizan para disgregar el material del terreno y así poder transportarlo con
mayor facilidad.
El buldózer se usa, preferentemente, para distancias cortas y en terrenos con fuertes
pendientes. Debe trabajar a favor de la pendiente del terreno, de tal manera que
aproveche la fuerza de la gravedad.
Realiza trabajos de gran fuerza, como: despeje de la maleza y de la tierra vegetal (capa
superficial que suele tener una profundidad de 30 o 40 cm), excavaciones,
terraplenados, amontonamientos y extendido de tierras, nivelaciones, etc.
También se utiliza para realizar terraplenes, pedraplenes, etc. mediante el extendido de
material en capas no superiores a 0,50 m que se tienen que compactar o en capas de
0,50 a 1,50 m de espesor (por ejemplo, en escolleras de presas, ataguías y malecones)
que normalmente no se compactan con medios mecánicos sino con el propio tráfico
pesado.
Dentro de la familia de los dózer cabe citar otras máquinas que son variantes de la
primera:
• Angledózer: la hoja de empuje es orientable en el sentido de la marcha. Puede girar
un ángulo máximo de 25° a derechas o a izquierdas. Empuja las tierras
lateralmente. El movimiento de las hojas hay que realizarlo con la máquina parada.
Se emplea en operaciones de extendido de tierras, excavaciones a media ladera y
relleno de zanjas. No se debe utilizar cuando los terrenos son rocosos.
• Tildózer: la hoja de empuje puede girar o pivotar en un plano vertical sobre el eje
longitudinal de la máquina y girar, incluso tumbándola, alrededor del eje horizontal
perpendicular al eje del motor.

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Si al producirse el giro de la hoja la parte superior de la misma se desplaza hacia
atrás, se aumenta la capacidad de corte de la máquina, mientras que si se desplaza
hacia adelante, esta capacidad disminuye.
Las hojas de estas máquinas deben trabajar por empuje y nunca por impacto.
• Trailla: es una máquina en forma de caja remolcada por un tractor que sirve para
excavar, cargar, transportar y verter materiales de consistencia media.
• Mototraílla: de funcionamiento similar a la trailla, se diferencia en que es de mayor
capacidad y, además, automotora.

Pala cargadora:
La pala cargadora está compuesta de un tractor sobre orugas o sobre dos ejes con
neumáticos y chasis rígido o articulado y una pala mecánica.
El tractor realiza los movimientos de traslación y de orientación de la máquina, mientras
que el equipo de trabajo eleva, desciende y voltea la carga mediante la acción de una
serie de cilindros hidráulicos que actúan sobre los brazos sujetos a ambos lados de la
máquina y que soportan el útil de carga (pala).
Se utiliza para mover materiales sueltos y recién excavados, rellenar zanjas y cargar
sobre el camión. Las cargadoras sobre cadenas trabajan en terrenos blandos y las
cargadoras sobre neumáticos en terrenos duros.
La pala es el elemento de la máquina que realiza los trabajos de arranque y carga de
los materiales.
Las palas cargadoras tienen como altura límite de descarga la determinada por la
máxima elevación de los brazos.

Retroexcavadora:
La retroexcavadora es una máquina similar a la cargadora. La diferencia radica en que
en lugar de recoger la tierra por encima del nivel de apoyo de sus orugas o ruedas esta
operación puede realizarse en un plano inferior, por lo que la hace adecuada tanto para
la excavación de zanjas en toda clase de terrenos como para la extracción de
materiales bajo el nivel del suelo.
Esta máquina se usa, preferentemente, en excavaciones de vaciados y de zanjas,
trabajos de demolición, carga sobre vehículos, extracción de materiales bajo el nivel del
suelo y construcción de taludes. Es apropiada para toda clase de terrenos.
La máquina tiene dos movimientos: uno de giro de 360° alrededor del eje vertical y otro
de desplazamiento horizontal para avanzar o retroceder sobre los neumáticos u orugas.
Trabaja a nivel de terreno y a media altura; alcanza una altura que oscila entre 5,50 y
11 m.
Sustituyendo el cazo de la máquina por un martillo hidráulico rompedor o puntero se
puede realizar la excavación y el movimiento de tierras o rocas de consistencia dura.
La rotura de las piedras se produce por el golpeo continuo con el puntero en el mismo
punto de la roca.

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Existen máquinas que conjugan a la vez un equipo cargador (pala) montado en la parte
frontal y un equipo de retroexcavación en la parte trasera dotado, normalmente, de
estabilizadores; se conocen popularmente como "mixtas" y su uso está muy extendido.

Maquinaria de extendido y compactación


Motoniveladora:
La motoniveladora es una máquina autopropulsada dotada de chasis articulado o fijo
que posee una gran capacidad de movimiento. Dispone de una hoja ajustable a modo
de cuchilla situada entre el eje delantero y los traseros. Asimismo, puede estar
equipada con un escarificador montado en la parte trasera que le permite arar o
remover la superficie de una explanada.
Son máquinas muy versátiles que están diseñadas, principalmente, para nivelar, retinar
taludes, excavar cunetas y escarificar mediante el movimiento de la máquina hacia
adelante.
La cuchilla niveladora puede desplazarse lateralmente, ascender o descender y girar en
el plano horizontal, en el plano vertical y alrededor de su propio eje.
No se debe utilizar en suelos rocosos.

Extendedora
La máquina extendedora es un equipo de trabajo que, además de utilizarse en el
extendido de hormigón y aglomerado asfáltico (en el proceso de construcción del
pavimento), puede emplearse para extender otros materiales, como: arena, grava, etc.
La extendedora trabaja sobre superficies planas o en tramos de reducida pendiente,
tanto en ascenso como en descenso.
Tiene una gran estabilidad y puede llegar a pesar más de 20 toneladas.
La extendedora mantiene la regla en perfecta horizontalidad, ya que ésta es la
condición requerida para que el extendido sea exacto.

Apisonadora:
La apisonadora o aplanadora es una máquina pesada que consta de un tractor y de un
cilindro de gran peso situado en la parte delantera. Otros modelos consisten en un
tractor que remolca el cilindro apisonador.
Se utiliza para compactar materiales durante la construcción de carreteras, tanto en la
subbase como en las mezclas asfálticas. Se emplea también para alisar superficies.
La compactación persigue aumentar la capacidad portante del terreno para evitar que
con las presiones o acciones del agua se produzcan asentamientos o deformaciones en
las capas superficiales.

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Máquinas tipo "jumbo":
Por lo general, en las excavaciones de túneles mediante técnicas mineras y el uso de
explosivos intervienen las máquinas tipo "jumbo" para la perforación de los barrenos en
el terreno.
El avance de la excavación en los túneles mediante voladura se lleva a cabo a través
de una serie de trabajos continuos:
1. Perforación de la roca mediante barrenos.
2. Carga y explosión de los barrenos.
3. Reconocimiento y saneo del frente de trabajo.
4. Carga del material arrancado y transporte del mismo.
5. Entibación para el sostenimiento del túnel.

La perforación de los barrenos se realiza con martillos neumáticos de manejo manual o,


como se ha mencionado anteriormente, con máquinas perforadoras tipo "jumbo" que,
para este tipo de trabajos, disponen de 2, 3 o 4 brazos de perforación. Las máquinas
son manejadas mediante unos mandos hidráulicos desde la plataforma, normalmente
autopropulsada, en la que van montados.

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1.2. Identificación de riesgos (atropello, vuelco de la máquina,
atropamiento, electrocución, explosión, incendio,
proyección de partículas, ruido, vibraciones, estrés
térmico, fatiga, etc.)

Los tipos de máquinas que se emplean en los movimientos de tierras se engloban,


fundamentalmente, en dos grupos:

a) Aquellas que trabajan durante el desplazamiento y dejan de trabajar cuando se


detienen, como buldózer, mototraílla, riper, etc.
b) Aquellas que trabajan en estado de estacionamiento, como cargadora,
excavadora, retroexcavadora, etc.
Los operadores de la maquinaria para el movimiento de tierras se consideran
especialistas tanto en el manejo de su máquina como en la forma de realizar el trabajo
o la tarea encomendada. Desde el punto de vista preventivo, se debe tener en cuenta la
posible aparición de una serie de factores que aumentan o agravan los riesgos
existentes durante el manejo de las máquinas.

Los principales riesgos que se presentan en el uso de maquinaria de movimiento de


tierras son debidos, fundamentalmente, a los siguientes factores, agrupados según su
origen.

FACTORES DE RIESGO:

Relacionados con el proceso de trabajo:

- Excavación por debajo de la base de apoyo.


- Excavación a tumbo.
- Naturaleza y condiciones de las pistas utilizadas (grandes pendientes, existencia de
líneas eléctricas aéreas, etc.).
- Trabajos en las proximidades de líneas eléctricas en tensión.
- Cruce de líneas eléctricas de alta tensión.
- Rotura de canalizaciones subterráneas en servicio.
- Zonas de maniobras con obstáculos.
- Varias máquinas trabajando en el mismo espacio.

Relacionados con el tipo de maquinaria empleada

- Defectos en su fabricación, falta de normalización y certificación.

- Utilización de la maquinaria por encima de sus posibilidades o en operaciones


contraindicadas por el fabricante.

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- Falta de mantenimiento de la máquina.

Relacionados con el operario que maneja la máquina

- Falta de formación.

- No prestar atención en el trabajo (distracciones).

- Manejo inadecuado de la máquina al no tener en cuenta las instrucciones del


fabricante.

Relacionados con las condiciones ambientales

- Condiciones climáticas adversas: niebla, lluvia, helada o nieve intensa, tormenta, frío
o calor extremo, entre otras.

- Ambiente polvoriento debido a la actividad de excavación o, en su caso, perforación,


así como a una circulación intensa de vehículos y maquinaria.

- Concentración de gases procedentes de la combustión de los motores en espacios


confinados (por ejemplo, en túneles y galerías subterráneas).

RIESGO MÁS COMUNES:

La maquinaria utilizada para el movimiento de tierras puede generar ciertos riesgos que
son comunes:

- Vuelcos por superar el terreno los desniveles admisibles o por el deslizamiento de


las máquinas al encontrase en un terreno embarrado.
- Quedar atrapado entre máquinas o entre elementos móviles de las mismas
(motores, correas, engranajes, etc.) por la falta de elementos de protección
(carcasas).
- Riesgo de caída a distinto nivel durante el ascenso y descenso desde el puesto de
mando.
- Desplomes de frentes de excavación o de taludes sobre las máquinas que se
encuentran en zonas cercanas.
- Golpes.
- Atropellos o colisiones debidos a velocidad inadecuada, insuficiente visibilidad,
deficiente uso, falta de delimitación de las distintas circulaciones, etc.
- Contacto eléctrico en la realización de trabajos en la proximidad de líneas
subterráneas o aéreas de suministro de energía eléctrica.
- Incendio y explosión; por ejemplo, al repostar combustible o al romper una
canalización de suministro de gas enterrada.
- Quemaduras durante la realización de los trabajos de mantenimiento por el contacto
con elementos sometidos a alta temperatura (por ejemplo, determinadas partes del

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motor de la máquina o el tubo de evacuación de los gases procedentes de la
combustión).
- Riesgo físico de hipoacusia (sordera) por la existencia del ruido producido por la
propia máquina y por el conjunto de otras máquinas que trabajan en las cercanías.
- Inhalación de polvo por llevar abierta la cabina de la máquina.
- Estrés térmico por calor extremo. Se puede dar en actividades al aire libre
expuestas a la acción del sol (sobre todo en verano), asociado a una elevada
humedad relativa y a una actividad intensa.
- Riesgo ergonómico derivado de las vibraciones mecánicas transmitidas al
trabajador y generadas por el propio funcionamiento de la máquina y por el tipo de
trabajo realizado (por ejemplo, perforación, compactación y demolición).

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1.3. Medidas preventivas aplicables por los operadores de
vehículos y maquinaria de movimiento de tierras

En una obra se presentan multitud de riesgos que pueden afectar a los trabajadores
que intervienen en la ejecución de la misma. Por supuesto, los operadores de vehículos
y maquinaria de movimientos de tierras también están expuestos a los riesgos de su
propia tarea, del entorno de la obra y de otros gremios.

Hay riesgos generales que afectan a la totalidad de los trabajadores que intervienen en
la obra y que se dan, independientemente de la tarea específica, por las condiciones
que presentan el acceso, los lugares de tránsito y la ubicación en la que se realiza la
tarea.

En el caso de los vehículos y la maquinaria de movimiento de tierras hay que tener en


cuenta que se presentan riesgos intrínsecos a las mismas, pero también se generan
otros riesgos diferentes como consecuencia de su utilización. Por lo tanto, existen
ciertas condiciones que esta maquinaria debe cumplir e, igualmente, determinadas
medidas preventivas que los operarios de las mismas han de seguir.

De forma general, las máquinas tendrán que estar equipadas con:

- Señalización acústica automática de marcha atrás.


- Faros para los desplazamientos de marcha hacia adelante y hacia atrás.
- Retrovisores a ambos lados.
- Extintor portátil de 6 kg. de polvo seco.
- En su caso, estructura de protección para vuelco (ROPS) y estructura de protección
contra la caída de objetos o de materiales (FOPS).

El Real Decreto 1215/1997 establece, en el marco de la Ley 31/1995, de Prevención de


Riesgos Laborales, las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización
de los equipos de trabajo empleados por los trabajadores.

Por otra parte, para que una máquina pueda ser comercializada en la Unión Europea
(UE) se debe garantizar que cumple los denominados "requisitos esenciales de
seguridad y salud" relativos al diseño y la fabricación de la misma. Dichos requisitos
tratan de asegurar la protección del usuario de la máquina, considerándose como tal la
persona o personas encargadas de su instalación, manejo, regulación, mantenimiento,
limpieza, reparación o desplazamiento.

En este sentido, las directivas (disposiciones europeas) tratan de armonizar las


diferentes legislaciones de los estados miembros para evitar diferentes criterios en la
aplicación de normas de seguridad en las máquinas.

El cumplimiento de dicha normativa europea se refleja mediante el marcado CE y la


correspondiente declaración CE de conformidad del fabricante, suministrador o
importador.

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Asimismo, si una máquina tiene el mencionado marcado "CE" y dispone de la referida
declaración "CE" de conformidad del fabricante, existe una fuerte presunción de que
cumple toda la normativa vigente que le sea de aplicación, incluso, en principio, las
disposiciones mínimas aplicables a los equipos de trabajo establecidas en el antes
citado Real Decreto 1215/1997. No obstante, para que estos equipos de trabajo
mantengan las debidas condiciones de seguridad, el uso y mantenimiento de las
mismos deben ser adecuados.

No obstante, existen máquinas que no disponen de marcado "CE" ni de la declaración


CE de conformidad del fabricante por haber sido comercializadas y puestas en uso con
anterioridad al 1 de enero de 1995 (fecha a partir de la cual era obligatorio el
cumplimiento de la referida normativa europea de armonización). Sin embargo, tras la
entrada en vigor del Real Decreto 1215/1997 estas máquinas debían ser adaptadas por
las empresas usuarias de las mismas en un plazo (ya transcurrido) con el objeto de que
cumplieran las disposiciones mínimas aplicables a los equipos de trabajo.

Es importante utilizar cada máquina para el trabajo para el cual ha sido diseñada. Por
ello, es necesario elegir los equipos de trabajo adecuados a la tipología del terreno y a
la operación que se va a realizar.

Para hacer frente a los riesgos derivados de la utilización de la maquinaria y de los


vehículos empleados para el movimiento de tierras hay que tener en cuenta las
medidas preventivas que se detallan en los siguientes puntos.

1. MEDIDAS PREVENTIVAS COMUNES A TODOS LOS VEHÍCULOS Y MÁQUINAS


Además de destacar algunas de las disposiciones mínimas de seguridad y salud
aplicables a los equipos de trabajo móviles utilizados para el movimiento de tierras, se
señalan seguidamente algunas normas de seguridad que deberían ser adquiridas como
hábitos en el día a día en la mayoría de los trabajos. Estas prácticas o hábitos no atajan
un riesgo en concreto sino que son de carácter general y pueden evitar posibles
sucesos no esperados.

1. Para evitar los riesgos de atropellos o golpes


Conforme a lo establecido en el Real Decreto 1215/1997, los equipos de trabajo
móviles automotores cuyo desplazamiento pueda ocasionar riesgos para los
trabajadores deberán contar con:

- Los medios que permitan evitar una puesta en marcha no autorizada (por ejemplo la
llave de contacto que debe reservarse únicamente a personas autorizadas.)
- Un dispositivo de frenado y parada (por ejemplo, el pedal de frenado).
- Dispositivos auxiliares adecuados que mejoren la visibilidad cuando el campo directo
de visión del conductor sea insuficiente para garantizar la segundad. Estos
dispositivos auxiliares pueden consistir en un simple retrovisor o en un sistema de
cámara con monitor.
- Si están previstos para su uso nocturno o en lugares oscuros, un dispositivo de
iluminación adaptado al trabajo que deba efectuarse que garantice una seguridad
suficiente para los trabajadores.

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- Una señalización acústica de advertencia cuando la movilidad de! equipo de trabajo o
la de las cargas que desplacen puedan suponer un riesgo, en las condiciones de uso
previstas, para la seguridad de los trabajadores.

Asimismo, se tendrán que adoptar medidas de organización para evitar que se


encuentren trabajadores a pie en la zona de trabajo de los equipos de trabajo
automotores.

Para prevenir el riesgo de atropello es preciso separar las vías de circulación y las
zonas de trabajo de los peatones así como los lugares en los que operan los equipos
de trabajo móviles. Dicha separación puede consistir en una señalización apropiada y,
si es necesario, por medios materiales (por ejemplo, una barrera física).

Cuando tal separación no se pueda realizar, hay que adoptar medidas que minimicen
los riesgos de contacto entre los equipos en movimiento y los peatones, tales como: la
supervisión de las maniobras por personal auxiliar, la utilización de advertencias
sonoras o visuales (rotativo luminoso), el establecimiento de instrucciones especiales
(por ejemplo, para las máquinas que circulen o maniobren frecuentemente marcha
atrás), etc.

Por su parte, el operador del equipo de trabajo móvil tiene que observar una serie de
normas de seguridad, entre las que cabe señalar las siguientes:
1. Antes de iniciar los trabajos se comprobará que todos los dispositivos de la máquina
funcionan correctamente y están en perfecto estado: frenos, cadenas, sistema
hidráulico, intermitentes, etc.
2. El operador no debe dejar nunca que una persona ajena manipule los mandos sin
estar autorizada para ello.
3. El conductor no abandonará la máquina sin estar en función de parada,
inmovilizada y con sus equipos de trabajo en reposo sobre el suelo.
4. Cuando una máquina esté trabajando no se permitirá el acceso a la zona
comprendida por su radio de acción y de desplazamiento o la que pueda abarcar
mientras permanece estática.
5. Cuando alguien deba guiar al maquinista no le perderá de vista en ningún momento.
6. Antes de iniciar los trabajos tiene que comprobarse que alrededor o bajo los
vehículos no se encuentra ninguna persona.
7. En todo momento se respetarán la señalización de la obra, el código de circulación
y las órdenes de las personas encargadas de realizar la señalización.
8. No se debe usar el teléfono móvil, excepto si se dispone de manos libres.
9. No hay que ingerir bebidas alcohólicas antes o durante el trabajo.
10. No se debe trabajar con la máquina en situación de avería.

2. Para evitar los riesgos de vuelco


Como se ha mencionado anteriormente, el Real Decreto 1215/1997 establece una serie
de disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los
trabajadores de los equipos de trabajo.

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Entre dichas disposiciones se determina, de manera general, que los equipos de
trabajo deberán ser instalados y utilizados de tal forma que no puedan caer, volcar o
desplazarse incontroladamente poniendo en peligro a los trabajadores. Para ello se
debe seguir siempre el manual de instrucciones del fabricante y, en su caso, prever
medidas adicionales (bases para el apoyo de estabilizadores sobre el terreno,
inmovilización de ruedas mediante tacos, etc.).
Un ejemplo de las medidas adicionales que se han de prever son los topes de final de
recorrido que se colocan para impedir el avance de la máquina cuando es necesario
acercarse al borde de las excavaciones para descargar materiales.

La prevención del riesgo de vuelco durante el uso de una máquina o un vehículo móvil
pasa, en primer lugar, por la elección adecuada del equipo en función de los trabajos
que se van a realizar.

No obstante, el citado riesgo de vuelco no depende solamente del equipo de trabajo


móvil, sino también de las condiciones de utilización.

Las causas principales de vuelco son las sobrecargas del propio vehículo, el tránsito
por pendientes, las inclinaciones excesivas del terreno, el estado del mismo, las
velocidades excesivas y los choques con obstáculos.

Por este motivo, cuando se realicen trabajos en pendiente se circulará a una velocidad
moderada y se maniobrará con suavidad, en especial cuando la máquina esté cargada.

A tal efecto, es preciso que el operador de la maquinaria conozca las posibilidades y los
límites indicados en el libro de instrucciones, y en particular el espacio necesario para
maniobrar así como las pendientes máximas por las que la máquina puede circular con
seguridad.

Además, para asegurar la estabilidad de la máquina, no se utilizarán accesorios o


implementos más grandes de lo que indique el fabricante. Igualmente el peso del
material cargado en la cuchara será inferior al valor de carga máxima indicada en el
libro de instrucciones de la máquina.

La adopción de una medida preventiva consistente en una estructura de protección


frente al vuelco no se requiere, cuando el equipo de trabajo móvil se encuentre
estabilizado durante su empleo o su diseño haga imposible la inclinación o el vuelco del
mismo. Por lo tanto, la necesidad de emplear, por ejemplo, una cabina o un arco de
seguridad se determinará en la evaluación de los riesgos correspondiente.

Por su parte, el fabricante de una máquina móvil tiene que determinar si la utilización
usual de ésta es susceptible de presentar un riesgo de vuelco, con el objeto de prever
durante el diseño el montaje de un dispositivo antivuelco.

Con el fin de reducir el riesgo de vuelco de la máquina o del vehículo cabe señalar las
siguientes medidas preventivas:
1. Colocar balizas visibles en los límites de las zonas de evolución del equipo de
trabajo móvil cuando se trabaje en la proximidad de desniveles o zonas peligrosas.
2. Mantener las pendientes y las crestas de los taludes limpias antes de iniciar el
trabajo en las proximidades de éstas, con el fin de favorecer la percepción del
desnivel o la pendiente por parte del maquinista.

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3. No sobrecargar el equipo de trabajo por encima de la carga máxima especificada
por el fabricante.
4. Alejar la circulación de vehículos y maquinaria de los bordes de la excavación, de
forma que se mantenga una distancia de seguridad que dependerá del tipo de
terreno, de la pendiente de sus taludes y de su profundidad.
5. Revisar diariamente los elementos de protección colectiva y de señalización al
objeto de que se mantengan en buen estado (entre otros, mallas de balizamiento,
delimitación de las zonas de acopio de material y topes de final de recorrido).

3. Para evitar el riesgo de aplastamiento


La instalación de una estructura de protección puede no resultar suficiente para
prevenir los riesgos derivados de un vuelco, como ocurre, por ejemplo, cuando a
consecuencia del citado vuelco el conductor es desplazado del puesto de conducción y
queda atrapado entre partes del equipo de trabajo y el suelo.

En este sentido, el referido Real Decreto 1215/1997 dispone que, cuando en caso de
inclinación o vuelco exista riesgo de aplastamiento para un trabajador transportado,
deberá instalarse un sistema de retención del trabajador o, en su caso, de los
trabajadores transportados.

El sistema de retención puede consistir en un cinturón de seguridad apropiado que


permita prevenir el riesgo de desplazamiento y sea compatible con el soporte del
asiento, de manera que permita soportar los esfuerzos ejercidos por el sistema en caso
de vuelco.

Además, se debe evitar la realización de trabajos o maniobras que impliquen que el


conductor saque el cuerpo fuera de la máquina, con el fin de prevenir el riesgo de
aplastamiento en caso de vuelco.
Asimismo, es aconsejable emplear una ropa de trabajo ceñida y despojarse de
cadenas, pulseras, anillos o relojes que puedan engancharse con algún elemento o con
los controles de la propia máquina.

Por otra parte, se establece que los equipos de trabajo móviles con trabajadores
transportados deberán adaptarse de manera que se reduzcan los riesgos para dichos
trabajadores durante el desplazamiento. Entre estos riesgos tienen que incluirse los de
contacto de los trabajadores con ruedas y orugas y el de aprisionamiento por las
mismas.

4. Para evitar el riesgo de sepultamiento


El riesgo de sepultamiento puede ser debido a derrumbamiento de los taludes sobre la
máquina cuando se realizan trabajos próximos a taludes inestables; o bien, por caídas
de objetos por desplome dentro de las zanjas generadas por los trabajos que se estén
realizando en las proximidades de las mismas y que impliquen una sobrecarga
excesiva sobre el terreno.

Además, se evitará excavar en la parte inferior de los taludes o en sus proximidades, ya


que el talud se podría descalzar y originarse un corrimiento de tierras que sepulte la
máquina.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 14


Para evitar el riesgo de sepultamiento en operaciones de carga de camiones, si la
cabina de éstos no posee una estructura tipo FOP5 (protección frente a caída de
objetos), el operador de la maquina debe asegurase que el conductor se encuentra
fuera de la cabina del camión y de la zona de trabajo de la máquina.

Además, aunque los vehículos de carga posean una estructura tipo FOPS, el operador
de la máquina tiene que evitar pasar el cucharón por encima de la cabina el camión.

Durante la operación de carga hay que asegurarse que el material queda


uniformemente distribuido en el camión, que la carga no es excesiva, y que se deja
sobre la caja del camión con cuidado (no bruscamente).

La máquina no se puede emplear como grúa para introducir piezas, tuberías, etc. en el
interior de zanjas, salvo que disponga de implementos auxiliares previstos por el
fabricante para el uso del que se trate. El gancho estará provisto de una válvula
antirretorno.

Por último, se evitará que la cuchara o la pala se sitúen sobre las personas. Para ello
no se puede permitir la presencia de otras personas en la zona de trabajo de la
máquina; si es necesario, se acotará la zona. A este fin se aconseja una distancia de
segundad de 5 m. Todo el personal que no esté dentro de la máquina usará el casco de
seguridad.

5. Para evitar los riesgos de caída de personas desde altura


Los trabajadores tienen que poder acceder y permanecer en condiciones de seguridad
en todos los lugares necesarios para utilizar, ajustar o mantener los equipos de trabajo.
Para ello se debe hacer uso de las plataformas y de los medios de acceso (por ejemplo,
peldaños y asideros) permanentes que a tal efecto disponga la máquina.

Asimismo, ha de hacerse un uso correcto de los equipos teniendo en cuenta, entre


otras, las siguientes normas:
1. No se accederá a las máquinas por zonas donde no se encuentren los peldaños.
Dicho acceso se realizará de frente a los mencionados peldaños y agarrándose a
los referidos asideros. Además, el conductor usará calzado de seguridad
antideslizante y se limpiará el mismo antes de utilizar la escala de acceso a la
cabina.
2. El operador del vehículo no saltará nunca directamente desde la cabina al suelo, a
no ser que exista un peligro que se presente de forma inmediata.
3. -No se debe transportar a personas en el útil de trabajo de las máquinas (cuchara,
pinzas, etc.), por ejemplo: excavadora, retroexcavadora, cargadora, etc.

6. Para evitar los riesgos por contacto eléctrico


En relación con la máquina hay que verificar, entre otros aspectos, que en todas las
partes bajo tensión de su instalación eléctrica existe protección contra los contactos
eléctricos.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 15


En el caso de presencia de líneas eléctricas aéreas se recomienda realizar un estudio
detallado de la situación, analizando los movimientos de máquinas que pudieran entrar
en contacto con los elementos en tensión o invadir las zonas de peligro.

Si los resultados obtenidos lo hacen necesario, se deben prever las actuaciones


oportunas para delimitar o restringir los movimientos y desplazamientos de las
máquinas, de manera que éstas trabajen dentro de unos lugares seguros sin invadir las
zonas de peligro en las situaciones más desfavorables (máximas elevaciones o
desplazamientos de las partes móviles).

Entre las medidas preventivas encaminadas a restringir los movimientos de las partes
móviles de las máquinas con la finalidad de lograr el control del riesgo eléctrico
generado en aquellas situaciones en las que los equipos pudieran alcanzar la zona de
peligro o los elementos en tensión debido a una falsa maniobra, cabe citar, a modo de
ejemplo, tanto la colocación de barreras de eficacia protectora garantizada entre las
líneas eléctricas y las máquinas, como la instalación de dispositivos en los propios
equipos que limiten la amplitud de los movimientos de sus partes móviles.

Sin embargo, en ambos casos es esencial considerar la presencia de un trabajador


autorizado que vigile las operaciones críticas con el fin de anticipar las situaciones de
riesgo y advertir de ello al operador que realiza la maniobra.

En el caso de que algunos vehículos de la obra tuvieran que circular bajo el tendido
eléctrico aéreo en tensión, se recomienda tanto señalizar tal circunstancia durante el
tiempo que dure esta situación, como instalar, por ejemplo, pórticos de seguridad que
impidan el acceso de aquellos vehículos cuya altura sea susceptible de generar
accidentes por contacto con la línea eléctrica o por la generación de un arco eléctrico.

7. Para evitar los riesgos por exposición al polvo


Este riesgo puede ser debido al polvo producido al manipular diferentes materiales,
especialmente en las estaciones secas y calurosas del año.

Siempre que sea posible, se trabajará de espaldas al viento, para que el polvo no
impida la visibilidad del operario.

Las zonas por las que se mueven o trabajen la maquinaria y los vehículos de
movimiento de tierras se mantendrán lo suficientemente húmedas. Eso sí, este riego no
será excesivo para evitar que se produzca barro.

Además, en caso necesario, se usarán mascarillas con filtro mecánico.

8. Para evitar los riesgos por exposición al ruido y a las vibraciones mecánicas
La mayoría de la maquinaria utilizada en la actividad de movimiento de tierras produce
ruido y vibraciones mecánicas.

Se debe intentar minimizar la trasmisión de dicho ruido y vibraciones a través de la


adopción de una serie de medidas técnicas y métodos de trabajo, comenzando por la
aplicación de medidas en el foco emisor (la máquina); si ello no es posible, se actuará
sobre el medio de transmisión y, por último, si no se ha conseguido reducir la exposi-
ción a niveles no perjudiciales para el trabajador, se actuará sobre el trabajador.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 16


Las principales medidas de control en la fuente generadora (equipo de trabajo) son:

1. Adquirir máquinas cuyo nivel de emisión de ruido y de vibraciones sea lo más bajo
posible.
2. Mantener adecuadamente las máquinas para evitar que se deterioren y generen un
mayor nivel de emisión de ruido y de vibraciones.

Las medidas de control en el medio de transmisión pueden consistir en instalar


materiales absorbentes en techos y paredes o, en su caso, intercalar dispositivos de
suspensión entre el conductor y la fuente (con especial atención a los neumáticos); y
suspensión del chasis, de la cabina y del asiento.

Una de las medidas preventivas más importantes es que el asiento de la máquina se


encuentre en correctas condiciones con el fin de prevenir lesiones de espalda y
cansancio físico. El asiento estará diseñado anatómicamente y se regulará a la estatura
y peso del conductor nada más subir éste a la máquina.

Es indispensable realizar el programa de mantenimiento de la máquina. Verificar la


presión de los neumáticos, revisar los sistemas de dirección y frenado así como el
juego de articulación del equipo para evitar vibraciones. Además, se utilizarán en todo
caso los útiles adecuados para el tipo de trabajo a realizar.

A la hora de trabajar se hará de forma suave y se utilizará el sistema anticabeceo, sí


existe.

Cuando la máquina esté provista de dispositivo electrónico antibacheo, se activará el


sistema durante las operaciones de traslado por carretera y de transporte de material
suelto sobre terreno desigual.
Las medidas preventivas de tipo técnico se podrán complementar con otras de tipo
organizativo con el fin de limitar el tiempo de exposición y con el uso de equipos de
protección individual apropiados.

Además, debe procurarse que todas las tapas y carcasas protectoras de la máquina
estén correctamente colocadas ya que, además de evitar atrapamientos con ciertos
mecanismos, atenúan el ruido.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 17


2. MEDIDAS PREVENTIVAS CONCRETAS EN FUNCIÓN DEL TIPO DE VEHÍCULO
O MÁQUINA
Después de haber incidido sobre algunas medidas preventivas que pueden
considerarse comunes a la mayoría de la maquinaria de movimiento de tierras que se
utiliza en las obras de construcción, los epígrafes siguientes describen algunas medidas
concretas según la máquina que se esté empleando.

1. Camiones y dúmperes:

Para evitar los atropellos:


1. No se abandonará la cabina del camión o dúmper sin haber parado el motor.
Asimismo, se deberá dejar el freno de mano activado.

2. La circulación y las maniobras deben ser lentas, teniendo en cuenta el estado del
terreno y la carga que se está transportando; asimismo, estarán coordinadas
durante el ciclo de trabajo.
3. Las zonas se mantendrán lo suficientemente húmedas para evitar la presencia de
polvo y la consiguiente falta de visibilidad.
4. Deberá vigilarse el estado de presión de los neumáticos de los camiones y
dúmperes.
5. A l bascular en el vertedero y en las proximidades de zanjas, o si por cualquier
circunstancia tuviera que detenerse en rampas de acceso, se utilizarán topes o
cuñas que impidan un desplazamiento incontrolado. Asimismo, para esta operación
deberá estar aplicado el freno de estacionamiento.

Para evitar los contactos eléctricos


1. No se circulará con la caja levantada. Después de efectuar la descarga, y antes del
inicio de la marcha, deberá bajarse el basculante.

Para evitar las caídas de objetos en manipulación


1. A l efectuarse las operaciones de carga, en aquellos vehículos dotados de visera
protectora, el conductor podrá permanecer dentro de la cabina.
2. En los vehículos que no estén provistos de esta protección, el conductor se situará
en el exterior a una distancia conveniente que impida el riesgo de caída de material
sobre sí mismo.

2. Buldózer:
1. Durante el ciclo de trabajo la circulación y las maniobras deben ser lentas y
coordinadas para evitar atropellos.
2. La zona de trabajo tiene que ser lo suficientemente amplia para no interferir en el
trabajo de las diferentes máquinas y vehículos que se encuentren en las cercanías.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 18


3. Motoniveladora:
1. No es conveniente realizar trabajos con estas máquinas en terrenos con pendientes
superiores al 40%.
2. Hay que hacer hincapié en que no se deben realizar trabajos o maniobras sacando
el cuerpo fuera de la máquina.

4. Compactador:
1. Teniendo en cuenta la monotonía que pueden ocasionar las operaciones con estas
máquinas, serán necesarias rotaciones del personal o establecer los descansos
necesarios durante la jornada.
2. S e guiará el pisón en avance frontal ya que los desplazamientos laterales pueden
provocar el descontrol de la máquina.

5. Pala cargadora:
1. Como ya se ha comentado anteriormente, cada máquina debe utilizarse en aquellos
trabajos para los cuales ha sido diseñada. Por lo tanto, las palas se utilizarán para
las operaciones de carga y no en las de excavación.
2. Según su tipología, deben comprobarse periódicamente el tensado de las cadenas
o la presión de los neumáticos.
3. Excepto en caso de emergencia, no se empleará el cazo u otro elemento o
accesorio para frenar.

6. Excavadora y retroexcavadora:
1. Utilizar la excavadora o retroexcavadora adecuada al trabajo que se va a realizar
(por ejemplo, sobre orugas en terreno blando y sobre neumáticos en terreno duro).
2. Es Imprescindible verificar periódicamente el tensado de las cadenas o la presión
de los neumáticos, según corresponda.
3. Esta máquina está diseñada tanto para cargar, como para excavar. Tiene que estar
dotada del equipo adecuado para cada trabajo, ya que son equipos propicios al
vuelco si se omiten las medidas de seguridad.
4. Las máquinas que dispongan de estabilizadores deberán apoyarlos en tableros o
tablones de manera que las cargas que se transmitan al terreno se repartan, al
objeto de asegurar su estabilidad durante la realización del trabajo.
5. En general, y salvo casos justificados, no se trabajará sobre pendientes superiores
al 20% en terrenos húmedos y al 30% en terrenos secos que sean deslizantes.
Durante el descenso por una pendiente el brazo de la cuchara estará situado en la
parte trasera de la máquina.
6. Se evitará elevar o girar el equipo bruscamente o frenar de repente.
7. La conducción se realizará siempre con el brazo y el cazo plegado y con los
puntales de sujeción colocados, si el desplazamiento es largo.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 19


8. Si se están realizando labores de excavación no se trabajará bajo el saliente o
voladizo que se forma. Se eliminará éste con el fin de evitar posibles derrumbes
sobre la máquina.
9. En el caso de la retroexcavadora, es necesario retroceder la misma cuando la
cuchara comienza a excavar por debajo de la superficie de apoyo, al objeto de
evitar su cabeceo y vuelco.
10. Al cargar los camiones la cuchara nunca debe pasar por encima de la cabina de los
mismos.
11. No se abandonará la retroexcavadora sin dejar apoyado el cazo en el suelo.
Tampoco se dejará la pala con la cuchara bivalva sin cerrar, incluso aunque quede
apoyada en el suelo.
12. En los trabajos de construcción de zanjas es preciso prestar especial atención a la
coordinación con la entibación, con el fin de evitar los derrumbamientos de tierras.

7. Máquinas tipo "jumbo":


1. Es importante que el operador de esta máquina domine desde su posición todas las
zonas de trabajo.
2. En el caso de trabajos de voladura, la perforación y la carga de los barrenos no
podrán realizarse simultáneamente en un mismo frente o tajo.
3. Los barrenos fallidos serán debidamente señalizados de forma adecuada y visible.
4. No se debe, en ningún caso, reprofundizar los barrenos fallidos o utilizar fondos de
barrenos para continuar la perforación.

8. Entendedora:
1. E s conveniente que todas las maniobras de la extendedora sean dirigidas por un
responsable del equipo de tendido (por ejemplo, el extendido de suelo-cemento)
que, además, verifique la correcta sincronización entre la extendedora y el camión
que la alimenta. Los operarios del equipo de tendido mantendrán una distancia de
seguridad respecto a la máquina.
2. E l operador de la máquina la controlará únicamente desde el puesto de mando.
Debe mantener el contacto visual permanente con los equipos de obra que estén en
movimiento y con los trabajadores situados en las inmediaciones.
3. Los trabajadores no deberán acceder a la regla vibrante durante las operaciones de
extendido. No se pondrán los pies entre las extensiones de la regla extensible
durante la ejecución de los trabajos.
4. En terrenos con pendientes se debe trabajar en sentido longitudinal, nunca
transversalmente.
5. S e estacionará la extendedora en zonas adecuadas, en terreno llano y firme, sin
riesgos de desprendimientos o inundaciones. Hay que activar poner los frenos,
sacar las llaves de contacto, cerrar el interruptor de la batería y cerrar la cabina así
como el compartimento del motor.

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3. MEDIDAS PREVENTIVAS NECESARIAS DURANTE LAS TAREAS DE
MANTENIMIENTO
De manera general, el Real Decreto 1215/1997 dispone que las operaciones de
mantenimiento, ajuste, desbloqueo, revisión o reparación de los equipos de trabajo que
puedan suponer un peligro para la seguridad de los trabajadores se realizarán tras
haber parado o desconectado el equipo, haber comprobado la inexistencia de energías
residuales peligrosas y haber tomado las medidas necesarias para evitar su puesta en
marcha o conexión accidental mientras esté efectuándose la operación.

La desconexión de una máquina, según corresponda, consiste básicamente en:

1. Separar todas las fuentes de energía: eléctrica, neumática, hidráulica o mecánica.


2. Enclavar los dispositivos de separación cuando existe peligro de restablecimiento
inesperado de l a energía.
3. Disipar las energías acumuladas.
4. Verificar la ausencia de energías.

La disipación de las energías acumuladas en las máquinas debe poder efectuarse


fácilmente sin comprometer la seguridad de los trabajadores.

Para intervenir sin riesgo en una máquina mediante una parada o desconexión en
especial para las operaciones de mantenimiento, reparación y limpieza, deben aplicarse
instrucciones elaboradas para el operario encargado de las mismas. Dichas consignas
tienen que regular la forma de realizar la separación de las energías en condiciones de
seguridad (por ejemplo, purga de los circuitos hidráulicos y neumáticos o
consignaciones eléctricas).

Cuando la parada o desconexión y, en su caso, la disipación de energía no sea posible


se adoptarán las medidas necesarias para que estas operaciones se realicen de forma
segura o fuera de las zonas peligrosas como, por ejemplo, establecer procedimientos
de trabajo específicos y recurrir a personal especializado.

Debe mantenerse actualizado el diario o libro de mantenimiento reglamentario de la


máquina, así como llevar un registro de todas las intervenciones que se realicen en la
misma.

En las tareas de mantenimiento aparecen algunos riesgos característicos que se deben


tener en cuenta. Por ello, se tienen que adoptar precauciones al objeto de minimizarlos,
como las siguientes:

1. Antes de efectuar cualquier tipo de reparación, para evitar las lesiones debidas a
movimientos inesperados, hay que activar el freno de mano, bloquear la máquina y
parar el motor extrayendo la llave de contacto.
2. S i para la realización de reparaciones fuera necesario que ciertas partes de las
máquinas se mantengan en posición levantada o extendida, deben colocarse los
topes o mecanismos de bloqueo que impidan el movimiento inesperado de los
elementos móviles como el cazo de una excavadora, el basculante de un camión,
etc.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 21


3. S i se precisa manipular en el sistema eléctrico, hay que parar el motor y
desconectarlo. A tal fin se extraerá la llave de contacto.
4. Debe procurarse no realizar ajustes con la máquina en movimiento o con el motor
en marcha.
5. No deben guardarse recipientes con combustible ni trapos grasientos en la
máquina.
6. A n t e s de soldar las tuberías del sistema hidráulico es necesario vaciarlas y
limpiarlas de aceite.
7. Los líquidos de las baterías desprenden gases inflamables, por lo que durante su
manipulación no se debe fumar ni acercar llamas. Asimismo, tienen que utilizarse
guantes para evitar el contacto con el líquido corrosivo, así como gafas
antiproyecciones.
8. El cambio de aceite del motor y del sistema hidráulico se realizará conforme a las
instrucciones del fabricante.
9. Debe procurarse no levantar la tapa del radiador cuando el mismo esté caliente.
10. No se liberarán los frenos de la máquina en posición de parada si antes no se han
instalado tacos de inmovilización.
11. Para la realización de trabajos de mantenimiento en vehículos de gran altura se
utilizarán plataformas adecuadas; éstas tendrán una anchura mínima de 60 cm y, si
se encuentran a más de 2 m de altura, estarán provistas de barandillas de
protección. El acceso a las mismas se realizará mediante una escalera incorporada.
12. Las herramientas manuales empleadas en estas tareas deben tener las
características y el tamaño adecuados a la operación que se va a realizar. Éstas se
transportarán en bolsas o cajas portaherramientas y se conservarán
adecuadamente.

4. ACCESOS PARA VEHÍCULOS Y PERSONAS

Antes de iniciar la ejecución de una obra deben planificarse ciertas operaciones


previas, como las ubicaciones de las casetas de obra y los accesos a la misma.

Hay que tener presente que para realizar el movimiento de tierras se requieren grandes
máquinas y relativamente poco personal. Sin embargo, puede darse el caso de que
diversos trabajadores estén efectuando otras operaciones, como instalaciones de gas,
saneamiento, etc. que necesitan disponer de un acceso a la obra. Por lo tanto, en la
planificación inicial que se lleve a cabo deben preverse los accesos a la obra tanto para
el personal, como para los vehículos y la maquinaria móvil.

Para la correcta planificación de los accesos de la obra se deben considerar, entre


otros, los siguientes requisitos de seguridad:

1. El número de accesos será variable dependiendo tanto del tipo de obra, como de la
cantidad de personas, vehículos y maquinaria que deban acceder a ella.
2. Con carácter general, se recomienda que los accesos para personas y vehículos
sean independientes.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 22


3. Cuando no sea posible tal independencia se podrán adoptar, entre otras, las
siguientes medidas:
- Interponer una barrera física que separe la zona de tránsito de peatones de la
destinada a vehículos y maquinaria móvil.
- -Controlar las entradas y las salidas de vehículos y personas mediante la
presencia de un trabajador responsable de regular el acceso de unos y otros.
4. La adopción de una u otra medida dependerá de, entre otros aspectos, la frecuencia
con la que los trabajadores y los vehículos accedan a la zona en la que se ejecuten
los trabajos.
5. La anchura libre mínima recomendada para las vías de circulación de vehículos y
de peatones será de 3,50 m y 0,80 m, respectivamente.
6. Los puntos establecidos para la entrada y la salida de los vehículos serán, en la
medida de lo posible, distintos.
7. Con el objeto de evitar la circulación desordenada de personas, vehículos y
maquinaria por la obra es aconsejable que los accesos se dispongan lo más cerca
posible de los puntos de destino (áreas de trabajo, zonas comunes, etc.).
8. Es recomendable que los accesos a la obra sean los mismos desde el inicio hasta
el final de la misma.
9. Se evitará la existencia de accesos próximos a las zonas de carga y descarga de
material así como a las zonas de acopios, talleres de fabricación y de reparación,
etc., con el objeto de evitar la exposición de los trabajadores a los riesgos existentes
en dichas zonas.
10. Los accesos de vehículos y maquinaria a la obra deben tener un firme resistente y
no deslizante. Además, se tienen que evitar las fuertes pendientes. Se recomienda
no superar el 12% en los tramos rectos y el 8% en los tramos curvos. La anchura de
una vía única debe tener, al menos, 4,50 m.

Asimismo, y con el fin de garantizar que sólo las personas y los vehículos autorizados
puedan acceder a la obra, es recomendable que los accesos permanezcan vigilados o
cerrados.

En algunas obras puede darse el caso de que para el transporte de tierras, materiales,
etc. sea necesario invadir la vía pública. Si ello ocurre, se designará a un operario que
controle y facilite el tránsito tanto de vehículos, como del personal que transite por las
cercanías o entre y salga de la obra.

Se colocarán las señales oportunas en las diferentes entradas o accesos que puedan
existir, tales como: "Se prohíbe el acceso a toda persona ajena a la obra".

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2. TECNICAS PREVENTIVAS ESPECÍFICAS

2.1. Aplicación del plan de seguridad y salud en el uso de la


máquina o del equipo de trabajo concreto. Evaluación de
riesgos en el caso de que no exista plan

El plan de seguridad y salud en el trabajo es un documento en el que se describen y


analizan los productos, equipos y procedimientos de trabajo que se van a utilizar,
incluidas las diferentes máquinas y vehículos de movimiento de tierras como:
retroexcavadoras, palas cargadoras, etc.

Asimismo, en el referido documento se identifican los riesgos que pueden ser evitados,
indicando las medidas técnicas necesarias para ello, y se analizan los que no pueden
eliminarse, especificando las medidas preventivas y de protección tendentes a controlar
y reducir dichos riesgos, entre ellos los derivados de la utilización de los vehículos y las
máquinas de movimiento de tierras en relación con el entorno de la obra en la que se
encuentran.

En este sentido cabe citar, entre otras, las siguientes condiciones de trabajo que
pueden influir en la utilización de estos equipos de trabajo:
- Las condiciones de los accesos y vías de acceso a la obra.
- La existencia de líneas eléctricas aéreas en tensión.
- La presencia de conducciones enterradas.
- Las interferencias con edificaciones próximas y estado de las medianeras.
- La presencia de tráfico rodado y de peatones (por ejemplo, trabajos en o próximos a
carreteras o vías férreas).
- Las condiciones climáticas y ambientales.
- Las condiciones orográficas.
- La realización de trabajos en el interior de cauces de ríos o en el mar.
- La ejecución de trabajos en zonas de montaña.

Los trabajadores, antes del inicio de los trabajos, han de recibir una información
adecuada que haga referencia a los riesgos relativos a su propia actividad profesional,
a los correspondientes al puesto de trabajo que van a desempeñar, así como a los
restantes riesgos existentes en la obra que les pueden afectar (por ejemplo, los que
conlleva el trabajo en el interior de un espacio confinado) y a las medidas preventivas
implantadas para su eliminación o reducción.

En este sentido, los operadores de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras


deben ser informados del contenido del plan y podrán consultar en éste, por medio
de sus representantes legales, los riesgos y las medidas preventivas de las tareas

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 24


concretas que van a ejecutar. A tal efecto, dicho plan se tiene que encontrar permanen-
temente en la obra.

El plan de seguridad y salud en el trabajo podrá ser modificado por el contratista en


función del proceso de ejecución de la obra, de la evolución de los trabajos y de las
posibles incidencias o modificaciones que puedan surgir a lo largo de la obra. En este
caso, el operador de un equipo de trabajo empleado para el movimiento de tierras debe
recibir, a través de sus representantes legales, la información sobre las modificaciones
que le afecten.

Las empresas que realicen el movimiento de tierras y los representantes de los


trabajadores pueden presentar, por escrito y de forma razonada, las sugerencias y
alternativas que estimen oportunas.

EVALUACIÓN DE RIESGOS EN EL CASO DE QUE NO SEA OBLIGATORIA LA


ELABORACIÓN DEL PLAN

Para los supuestos en los que no sea obligatoria la redacción del plan de seguridad y
salud en el trabajo, debe realizarse la correspondiente evaluación de riesgos. Cada
empresa que participa en una obra tiene que disponer de la evaluación de riesgos de
sus trabajos y adaptarla a las situaciones concretas que se producen en cada obra.

La citada evaluación es un proceso mediante el cual se identifican los riesgos de un


puesto de trabajo (en este caso el de operador de vehículo y maquinaria de movimiento
de tierras) y se valoran los mismos en función de su gravedad y probabilidad. De este
modo se obtiene la información necesaria para que el empresario esté en condiciones
de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y,
en tal caso, sobre el tipo de medidas que tienen que adoptarse.

El documento en el que se detalla la evaluación de los riesgos para la seguridad y salud


de los trabajadores tendrá en cuenta, con carácter general, la naturaleza de la actividad
y las características de los puestos de trabajo existentes así como la de los
trabajadores que deban desempeñarlos.

El empresario tiene que consultar a los trabajadores y permitir su participación en el


marco de todas las cuestiones que afecten a la seguridad y a la salud en el trabajo. En
este sentido, debe solicitar la opinión de los representantes de los trabajadores, o de
los propios trabajadores en ausencia de representantes, acerca del procedimiento de
evaluación que se va a utilizar.

Una vez realizada dicha evaluación, la empresa la dará a conocer a sus propios
trabajadores. Éstos tienen derecho a efectuar propuestas al empresario así como a los
órganos de participación y representación dirigidas a la mejora de los niveles de
protección de la seguridad y la salud en la empresa.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 25


2.2. Protecciones colectivas (colocación, usos, obligaciones y
mantenimiento)

Cuando no sea posible evitar los riesgos laborales, la acción preventiva consistirá en la
adopción de un conjunto de medidas entre las que puede encontrarse la instalación de
sistemas de protección colectiva para reducir o controlar los riesgos que no se hayan
evitado.

Las medidas de protección pueden ser individuales o colectivas. Las colectivas tienen
prioridad sobre las individuales ya que protegerán a varios trabajadores frente a un
determinado riesgo. Entre las primeras cabe citar, por ejemplo, la instalación de
barandillas o vallas alrededor de una zona en la que están trabajando las máquinas
para evitar atropellos a los diversos operarios.

Las máquinas y los vehículos empleados para el movimiento de tierras suelen disponer
de una serie de protecciones colectivas concebidas en su diseño y fabricación, tales
como:

• DEFENSAS Y RESGUARDOS: un resguardo es un dispositivo que impide el acceso a


las zonas peligrosas o la ejecución de maniobras inadecuadas. Pueden clasificarse en:
- Fijos: se mantienen en su posición (cerrados), sea de forma permanente
(soldadura) o por medio de elementos de fijación (tornillos) que impiden que puedan
ser retirados o abiertos sin el empleo de una herramienta.
- Móviles: resguardos articulados o guiados que es posible abrir sin utilizar
herramientas. Para garantizar su eficacia protectora deben ir asociados a un
dispositivo de enclavamiento, con o sin bloqueo.
- Regulables: resguardos fijos o móviles que son regulables en su totalidad o que
incorporan partes regulables. Cuando se ajustan a una cierta posición, sea de forma
manual (reglaje manual) o automática (autorregulable), permanecen en ella durante
la realización de una operación determinada.
En general, no es necesario acceder a los elementos de transmisión de los equipos de
trabajo o de las máquinas cuando están en movimiento, por lo que la solución más
sencilla para impedir que se puedan alcanzar consiste en colocar resguardos fijos.
Si es preciso acceder a ellos con frecuencia, en general será necesario emplear
resguardos móviles asociados a un dispositivo de enclavamiento, con el fin de asegurar
la inmovilización de las partes móviles mientras el resguardo se encuentra abierto.

• ESTRUCTURA ANTIVUELCO: el fabricante de una máquina tiene que determinar si


la utilización de la misma puede conllevar un riesgo de vuelco. En caso afirmativo,
dicho fabricante está obligado a prever durante el diseño de la máquina en cuestión
que esté equipada con una estructura de protección contra el vuelco (ROPS).
- Estructura contra la caída de objetos: igualmente, determinadas máquinas
están equipadas con estructuras (FOPS) concebidas para proteger al operador y,
en su caso, a los ocupantes de los efectos de una caída de objetos o materiales
sobre la máquina.
- Barandillas: algunas máquinas disponen de barandillas y, en su caso, plataformas
de trabajo integradas en su estructura, con el fin de proteger a los trabajadores

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 26


que se sitúen sobre las mismas en determinados puestos de trabajo en altura; por
ejemplo, para la realización de operaciones de mantenimiento.

Además, cabe señalar otras protecciones colectivas dispuestas al objeto de eliminar o


controlar los riesgos derivados de la ejecución de las operaciones de movimiento de
tierras y de las condiciones del entorno. Entre dichos medios de protección se
encuentran los siguientes:

- Sistemas de contención de los cortes de terreno: se emplean para contener las


paredes que presentan riesgo de derrumbe (por ejemplo, la estabilización de taludes
mediante gunitado).
- Barreras delimitadoras de las vías de circulación para vehículos y maquinaria: se
trata de barreras físicas instaladas en la proximidad de los bordes de los cortes de
terreno para evitar el riesgo de caída de los vehículos y de la maquinaria de
movimiento de tierras.

La naturaleza del terreno y las solicitaciones a las que el mismo se encuentre sometido
(vías de acceso, circulación y maniobras, etc.) condicionan la distancia a la que debe
instalarse este tipo de protección.
- Topes de final de recorrido: son dispositivos u obstáculos fijados al suelo, junto a
los bordes de zonas de vertido, con la resistencia y altura suficientes para impedir el
avance de las ruedas de los vehículos que efectúen dicho vertido.
- Barreras y dispositivos que limiten la amplitud de movimientos de ia parte
móvil de los equipos: en el caso de que se realicen trabajos con equipos en la
proximidad a líneas eléctricas aéreas en tensión (por ejemplo, máquinas
excavadoras, camiones volquete, etc.), se instalarán barreras que impidan el
acceso de cualquiera de los elementos de dichos equipos a la zona de proximidad
(distancia de seguridad para evitar el contacto eléctrico).

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2.3. Protecciones individuales (colocación, usos, obligaciones y
mantenimiento)

Cuando las medidas técnicas y organizativas destinadas a eliminar los riesgos en su


origen o a proteger a los trabajadores mediante protecciones colectivas se revelan
insuficientes, se impone la utilización de equipos de protección individual.

Un equipo de protección individual (EPI) es cualquier equipo destinado a ser llevado o


sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan
amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio
destinado a tal fin. Dicho de otra forma, estos equipos, como el casco, el arnés
anticaídas, el calzado de seguridad o las gafas de seguridad, son la última barrera entre
la fuente de daño y el trabajador.

Los equipos de protección individual se utilizarán, en todo caso, como medida


complementaria a las de carácter colectivo y se deberán usar siempre y cuando la
situación lo requiera y quede marcado en la evaluación de riesgos o en el plan de
seguridad y salud en el trabajo de la obra o cuando la señalización obligue a la
utilización de los mismos. Por lo tanto, la existencia de protecciones colectivas no
exime de la necesidad de emplear equipos de protección individual.

Los equipos de protección individual que utilicen los trabajadores en la obra deben
disponer de marcado CE que asegura que dichos equipos cumplen con la normativa
vigente.

Un EPI debe reunir una serie de condiciones. Tiene que ser eficaz, adecuado al riesgo,
práctico y de fácil mantenimiento.

Según la normativa vigente, los trabajadores están obligados a usar correctamente los
equipos de protección facilitados por la empresa de acuerdo con las instrucciones
recibidas. Además, los deberán utilizar y cuidar correctamente para garantizar su
función protectora durante su vida útil. Después de su uso se colocarán en el lugar
indicado para ello. Asimismo, los trabajadores informarán de inmediato a su superior de
cualquier defecto, anomalía o daño apreciado en el equipo de protección individual que
pueda entrañar pérdida de eficacia.

Como se detalla a continuación, existen diferentes tipos de equipos de protección.

1. Protectores de la cabeza
Los protectores de la cabeza se definen como aquellos que protegen,
fundamentalmente, la parte superior de la cabeza contra los impactos producidos por
objetos que caigan sobre ella o ante golpes contra objetos inmóviles.

Aunque durante la ejecución de las tareas habituales que realiza el operador de


vehículos y maquinaria se encuentra en el interior de la cabina, es indispensable que
disponga de un casco, ya que lo requerirá cuando esté en el exterior de la misma.

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Existen diferentes tipos de protectores de la cabeza, como:

- Cascos de seguridad (obras públicas y construcción, etc.).


- Cascos de protección contra choques e impactos.
- Prendas de protección para la cabeza (gorros, gorras, sombreros, etc.), de tejido, de
tejido recubierto, etc.
- Cascos para usos especiales (fuego, productos químicos, etc.).

Conviene tener en cuenta que gorras antiimpacto, gorros, sombreros, etc. no pueden
sustituir en ningún caso al casco de seguridad, ya que no previenen contra los riesgos
de choques o impacto.

Durante la realización de aquellas tareas en las que no exista riesgo de sufrir choques o
impactos en la cabeza se pueden emplear gorras, gorros, sombreros, etc. que protegen
frente ai frío o al calor (estrés térmico).

El casco de seguridad se debe utilizar ante cualquier riesgo de impacto en la cabeza;


en caso de recibir uno, éste debe ser sustituido.

2. Protectores auditivos
Los protectores auditivos atenúan el sonido, en mayor o menor medida, en función del
material con el que se hayan fabricado. Protegen el sistema auditivo reduciendo los
efectos del ruido.

Se debe tener en cuenta que el ruido generado por el funcionamiento de los vehículos y
de la maquinaria de movimiento de tierras es importante y, generalmente, sobrepasa
los niveles establecidos.

Los protectores auditivos más habituales son de los siguientes tipos:


- "Tapones", que se introducen en la cavidad de la oreja con el fin de bloquear la
entrada de ruido. Pueden ser: desechables o reutilizables.
- "Orejeras", son casquetes que cubren las orejas y se adaptan a las mismas mediante
unas almohadillas; éstas están forradas con materiales que absorben el sonido.
Están unidos entre sí por una banda de presión, por lo general metálica o de plástico.
También se pueden acoplar a los cascos de protección.

El operador de vehículos y maquinaría de movimiento de tierras tendrá que ser


informado por parte de la empresa del nivel de ruido al que está expuesto y de si debe
utilizar la protección auditiva. Además, deberá estar señalizada la obligación de su uso
cuando se exceda de los 85dB(A).

En función de la evaluación de riesgos, los protectores auditivos se utilizarán,


generalmente, en aquellos trabajos:

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1. Que lleven consigo el uso de dispositivos de aire comprimido, como los martillos
rompedores instalados en las retroexcavadoras.
2. Con ruido continuo, como durante la utilización de diversa maquinaria al mismo
tiempo.

3. Protectores de los ojos y de la cara


Estos equipos protegen los ojos y la cara de partículas proyectadas o que se
encuentran en suspensión, sean sólidas, como un trozo de material, polvo, etc., o
líquidas, como disolventes o resinas.

Si los equipos protegen sólo los ojos, entonces se habla de gafas de seguridad. Existen
varios tipos: de montura "universal", de montura "integral" (uni- o binocular) y de
montura "cazoletas".

Estos EPI se deben utilizar, en general, durante la realización de ciertos trabajos, como:

1. La utilización de máquinas que no dispongan de cabina o cuando ésta no se


encuentre cerrada.
2. La manipulación y utilización de dispositivos con chorro líquido cuando se realizan
refuerzos o consolidaciones del terreno.

4. Protectores de las vías respiratorias


Protegen las vías respiratorias de la entrada de contaminantes, como polvo y partículas
en suspensión, reduciendo la inhalación de éstos.

Los protectores de las vías respiratorias pueden ser:

Cuando, además de proteger los ojos, también protegen la totalidad de la cara, se


habla de pantallas de protección.
- Equipos filtrantes de partículas, sean gases y vapores o ambos.
- Equipos aislantes que proporcionan protección tanto para atmósferas contaminadas,
como para la deficiencia de oxígeno. Pueden ser autónomos o no.

Se utilizarán en trabajos que produzcan y desprendan polvo (operaciones de


movimiento de tierras) tanto durante la excavación, como en el transporte sobre
carreteras o caminos no asfaltados ni tratados.

5. Protectores de las manos y de los brazos


Protegen las manos o una parte de ellas proporcionando una resistencia mecánica y
química adecuada a los trabajos que se van a realizar. En algunos casos, pueden cubrir
parte del antebrazo y del brazo.

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Los protectores de las manos y de los brazos más habituales para los trabajos que
realiza el operador de equipos de maquinaria de movimiento de tierras pueden ser
guantes, manoplas y manguitos. Éstos protegen frente a las:

- Agresiones mecánicas que se generan durante la manipulación de objetos con aristas


cortantes, etc.
- Agresiones químicas que se producen durante la manipulación o utilización de
productos ácidos y alcalinos (disolventes, desinfectantes y detergentes).

Habrá que elegir el guante adecuado en función del tipo de tarea que se realice. Existe
una gran variedad de materiales con los que se fabrican los protectores de las manos y
de los brazos.

6. Protectores de los pies y de las piernas


El calzado de seguridad incorpora elementos de protección, como las punteras
metálicas o plantillas anticlavo, destinados a proteger de los riesgos de impactos o
pinchazos.

Los protectores de los pies y de las piernas (Figura 26) pueden ofrecer un nivel de
protección mayor o menor:

- Calzado de seguridad: calzado de uso profesional que proporciona protección en la


parte de los dedos. Incorpora tope o puntera de seguridad, que garantiza una
protección suficiente frente al impacto y a la compresión.
- Calzado de protección: igual que el anterior pero con un nivel de protección inferior.
- Calzado de trabajo: calzado de uso profesional que no proporciona protección en la
parte de los dedos.
- Calzado y cubrecalzado de protección contra el agua, el frío y el calor.
- Suelas amovibles (antitérmicas, antiperforación o antitranspiración).
- Rodilleras, que proporcionan una protección eficaz contra las lesiones que se puedan
producir en las rodillas como consecuencia d e la realización de trabajos, durante largos
períodos de tiempo, en posiciones de descanso sobre ellas.
Se utilizará calzado antideslizante para ascender o descender de la maquinaria así
como para que no se resbale sobre los pedales maniobra.

7. Protectores de la piel
Son protectores que protegen la piel del medio ambiente más o menos agresivo, como
rayos solares y ultravioletas, productos químicos, etc.
Los protectores de la piel pueden ser cremas y pomadas.
Se utilizarán durante:

- La manipulación de productos que puedan contener sustancias que afecten a la piel o


puedan penetrar a través de ella.
- La realización de trabajos bajo la exposición a la radiación solar prolongada.

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8. Protectores del tronco y del abdomen
Con el fin de evitar lesiones debidas a las vibraciones transmitidas al cuerpo entero,
esfuerzos, posturas, etc., se suelen utilizar cinturones o fajas de protección.

Sin embargo, no existe consenso sobre su utilidad y, en algunos casos, dicho uso
puede constituir en sí mismo un factor de riesgo, ya que pueden provocar alteraciones
en el sistema cardiovascular, limitaciones en la movilidad del trabajador, reducción en la
elasticidad de los músculos y tendones y falsa sensación de seguridad del trabajador,
por lo que cuando existan dudas razonables sobre la idoneidad del uso de fajas o
cinturones antivibraciones la decisión se basará en el criterio médico, especialmente
cuando los trabajadores tengan algún tipo de patología previa.

9. Protección total del cuerpo: ropa de trabajo


La ropa de trabajo será de protección cuando el tejido de la misma reúna
características de protección frente a riesgos concretos, como los mecánicos.

Una ropa de trabajo adecuada, ni demasiado holgada ni demasiado ceñida, puede


evitar que se produzcan enganchones con máquinas, proporcionando al mismo tiempo
confort si se escoge teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas.

Existen prendas de alta visibilidad que protegen al trabajador de manera que éste sea
detectado en condiciones de riesgo, bajo cualquier tipo de luz diurna y bajo un haz de
luz artificial, sin posibilidad de equivocación y en cualquier circunstancia. Pueden ser,
por ejemplo: chalecos de alta visibilidad con señalización retrorreflectante buzos de
trabajo, camisas o camisetas y ropa de protección contra las bajas temperaturas o
fuentes de calor. Las camisetas o ropa con publicidad no se consideran ropa laboral, a
no ser que esté expresamente fabricada para ello.

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2.4. Formación especifica del operador. Autorización de uso

El artículo 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, establece que el


“empresario debe garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y
práctica suficiente y adecuada en materia preventiva, tanto en el momento de su
contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se
produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas
tecnologías o cambios en los equipos de trabajo”.

La formación es un derecho de todo trabajador para el desarrollo de su tarea. Por este


motivo el empresario aplicando estrictamente la ley, debe facilitar una formación
práctica adecuada en materia de protección a sus asalariados. La formación debe estar
centrada específicamente en el puesto de trabajo o función de cada trabajador. Por su
parte, los trabajadores están obligados a recibir esta formación de forma gratuita y a
tener en cuenta en todo momento las normas de seguridad que hayan aprendido a
través de dicha formación.

Esta formación sobre los distintos riesgos a los que está expuesto el trabajador en su
trabajo es importantísima, ya que en gran medida de ella depende la seguridad y salud
del propio trabajador y de sus compañeros.

El REAL DECRETO 171/2004, de coordinación de actividades empresariales establece


entre las obligaciones del empresario principal el deber de vigilancia del
cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales por parte de las
empresas contratistas o subcontratistas de obras y servicios correspondientes a su
propia actividad y que se desarrollen en su propio centro de trabajo. Además, exigirá
que le acrediten por escrito que han realizado para las obras y servicios contratados, la
evaluación de riesgos, la planificación de su actividad preventiva y que han cumplido
sus obligaciones en materia de información y formación respecto de los
trabajadores que vayan a prestar sus servicios en el centro de trabajo. Las citadas
acreditaciones deberán ser exigidas por la empresa contratista, para su entrega al
empresario principal, cuando subcontratara con otra empresa la realización de parte de
la obra o servicio.
El operador de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras deberá contar con el
permiso de conducir correspondiente en el caso de tener que circular o trabajar en vías
públicas.

Cuando las operaciones de movimiento de tierras se ejecuten en un terreno privado,


debidamente acotado y de acceso restringido, no resultaría, en principio, obligatorio
estar en posesión del permiso de conducir para manejar maquinaria móvil por la obra.

Sin embargo, la posesión del permiso de conducir en vigor supone una garantía en
relación con los conocimientos y las aptitudes psicofísicas de sus titulares para la
conducción de un vehículo a motor.

El operador de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras debe ser competente:

- Físicamente: reaccionar correctamente y rápidamente para evitar accidentes.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 33


- Mentalmente: comprender y aplicar reglas, regulaciones y métodos de seguridad
establecidos.
- Emocionalmente: soportar las tensiones y prevenir las faltas.

Además, debe ser una persona experimentada, para lo cual ha de estar formada en el
manejo y mantenimiento de la máquina. Tiene que haber leído y comprendido el
manual de instrucciones y la tabla de régimen de carga y entender las señales
manuales.

Una formación específica podría contemplar los siguientes puntos:

• La legislación vigente relacionada con los vehículos y la maquinaria de movimiento


de tierras.
• Las máquinas que se utilizan generalmente durante la ejecución de las operaciones
de movimiento de tierras, así como las características de las mismas y las normas
de manejo de cada una de ellas.
• Las normas de seguridad, higiene y ergonomía existentes, los riesgos a los que
está expuesto y las medidas preventivas que debe tomar.
• Los EPI que tiene que utilizar en cada momento.
• Los primeros auxilios.

Se recomienda que las empresas dispongan de un sistema de gestión de las


autorizaciones de uso de los equipos de trabajo, de manera que para el desarrollo de
las tareas asociadas a la utilización de los vehículos y la maquinaria para el movimiento
de tierras sea necesaria la autorización expresa y nominativa de la empresa a la que
pertenece el trabajador.

Así, todo operador de vehículos y maquinaria de movimiento de tierras debe contar con
un documento por el que queda autorizado para utilizar la máquina o máquinas que
consten en el mismo.

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2.5. Señalización

Es una técnica de seguridad complementaria que no elimina el riesgo por sí misma.


Por ello su existencia no dispensa en ningún caso de la adopción de las medidas de
prevención que correspondan. Por lo tanto sirve para advertir de la existencia de un
riesgo residual que no haya podido ser eliminado previamente por la aplicación de otras
medidas preventivas.

Para que sea eficaz ha de conseguir:


- Atraer la atención de los destinatarios de la información.
- Dar dicha información de forma clara, sin confusión y con la suficiente antelación.
- Ha de existir la posibilidad real de cumplimiento de las indicaciones expresadas en
la señalización.
La necesidad de señalizar surge cuando, ante la imposibilidad de eliminar o reducir
suficientemente un riesgo aplicando medidas de prevención y de control (de carácter
técnico, organizativo y de protección) y tras haber formado e informado debidamente a
los trabajadores, se debe advertir a éstos de la existencia de dicho riesgo, orientarles o
guiarles sobre las pautas de comportamiento que deben seguir ante cada situación
(obligando, prohibiendo o informando), así como facilitarles la localización e
identificación de determinados medios o instalaciones de protección, evacuación,
emergencia o primeros auxilios.

Por lo tanto, la señalización ha de emplearse como medida complementaria a las


actuaciones de prevención y protección de los riesgos existentes, nunca como medio
para eliminar dichos riesgos.

Con el fin de incrementar la eficacia de las medidas de prevención y protección


adoptadas para el control de los riesgos, la señalización de seguridad y salud se
emplea, entre otras, en aquellas situaciones en las que sea preciso informar a los
trabajadores acerca de:
1. No permitir la utilización de un equipo de trabajo que no reúna las
características necesarias para garantizar su seguridad o la de terceros durante su
permanencia en una zona de riesgo.
En las proximidades de las áreas de abastecimiento de combustible a los vehículos
de la obra se colocarán señales en forma de panel que indiquen a los trabajadores
la prohibición de utilizar equipos generadores de llamas o chispas, ya que éstas
pueden ser origen de un incendio o de una explosión.
2. La obligación de emplear un equipo de protección individual
frente a los riesgos derivados de las tareas que realizan o de los
riesgos existentes en las zonas a las que deben acceder.
En los accesos a aquellas zonas en las que se lleven a cabo tareas que generen un
ruido que supere los valores de exposición permitidos reglamentariamente, se
dispondrán señales que informen de la obligación de usar protectores auditivos por
parte tanto de los trabajadores que realizan dichas tareas, como de aquellos otros
que accedan a estas áreas.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 35


3. La restricción de acceso a aquellas zonas en las que, por la actividad que se realiza
o por el equipo o la instalación que se ubique en ellas, se requiera la entrada sólo
de personal autorizado.
En el acceso a las áreas de almacenamiento de los residuos peligrosos se
señalizará la restricción de entrada al personal no autorizado.
4. La existencia de un riesgo al que pueden quedar expuestos con el objeto de adoptar
las medidas de seguridad oportunas.
En las puertas de los cuadros eléctricos se colocarán señales que adviertan a los
trabajadores de la existencia de riesgo eléctrico, con el fin de evitar manipulaciones
no permitidas sobre dichos cuadros que pudieran generar accidentes por contacto
con las partes activas de la instalación.
5. La ubicación de los equipos de lucha contra incendios, salidas de emergencia y vías
de evacuación, así como el emplazamiento de los locales de primeros auxilios y de
los medios destinados a la asistencia sanitaria primaría de un accidentado.
Los criterios relativos a la selección adecuada de las señales, así como a las
características que deben reunir las mismas, están regulados de forma general por el
Real Decreto 485/1997, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de
seguridad y salud en el trabajo (norma de desarrollo reglamentario de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales).
Las pautas fundamentales que han de tenerse en cuenta para la correcta organización
de la señalización de seguridad y salud de la obra son:
1. Preferentemente, las señales se instalarán a una altura y en una posición
apropiadas (en relación con la visual del trabajador) y cerca del riesgo u objeto que
deba señalizarse o, cuando se trate de un riesgo general, en el acceso a la zona de
riesgo.
2. El lugar de emplazamiento de la señal debe estar bien iluminado y ser accesible y
fácilmente visible. Si la iluminación general es insuficiente, se empleará una
iluminación adicional o se utilizarán colores fosforescentes o materiales
fluorescentes.
3. No se instalarán demasiadas señales próximas entre sí.

En el caso de que se ejecuten actividades de construcción que afectan a una vía de


circulación pública (calle, carretera, etc.), por tratarse de un mantenimiento, una
modificación, un ensanche o un desdoblamiento de la misma, la invasión de la zona de
obras por los vehículos de los usuarios puede dar lugar a riesgos tales como:
- Atropello.
- Choque con maquinaria o vehículos de la obra.
- Vuelco de los propios vehículos de los usuarios, etc.

Entre las medidas preventivas que se tienen que adoptar para evitar este tipo de
accidentes o para disminuir sus consecuencias cabe citar las siguientes:
1. Limitar la velocidad.
2. Cerrar carriles a la circulación.
3. Utilizar elementos de señalización, balizamiento y defensa.

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La señalización establecida en estas actividades deberá:
1. Informar al usuario de la presencia de los trabajos.
2. Modificar su comportamiento adaptándolo a la situación no habitual representada
por los trabajos y sus circunstancias específicas.
3. Ordenar la circulación en la zona afectada.
Con ello se pretende conseguir una mayor seguridad tanto para los usuarios de la vía,
como para los trabajadores.
Además, cuando en la plataforma o en las proximidades de una vía de la red de interés
general del Estado existan circunstancias relacionadas con la ejecución de obras fijas
que pueden afectar a la libre circulación de los usuarios por la misma, debe tenerse en
cuenta que tos criterios en los que tienen que fundamentarse la señalización, el
balizamiento y, en su caso, la defensa de las obras previstas, se describen en la
Instrucción 8.3-IC.
Entre otras consideraciones, la citada instrucción establece que, con carácter general,
no deben iniciarse actividades que afecten a la libre circulación por una vía de la red de
interés general del Estado fuera de poblado sin que se hayan colocado los
correspondientes señalización, balizamiento y, en su caso, defensa.
Dicha señalización, balizamiento y, en su caso, defensa de las obras deben ser
modificados e incluso retirados tan pronto como varíe o desaparezca el obstáculo a la
libre circulación que originó su colocación.
Si la restricción a la libre circulación permaneciera durante el horario nocturno, será
necesario disponer un balizamiento con marcas viales provisionales y captafaros, así
como con elementos luminosos cuyo funcionamiento constante debe ser vigilado.

COLORES DE SEGURIDAD
Cada color de seguridad tiene un significado determinado en relación con la seguridad
y salud en el trabajo.

COLOR SIGNIFICADO

Señal de prohibición.

ROJO Advierte de un peligro-alarma de parada.

Material y equipos de lucha contra incendios.

Señal de advertencia (Atención, precaución, zona de


AMARILLO ANARANJADO
riesgo.)

AZUL Señal de obligación.

Señal de salvamento o auxilio.


VERDE
Situación de seguridad (Vuelta a la normalidad).

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TIPOS DE SEÑALIZACION DE SEGURIDAD
De acuerdo al R.D. 485/1997 de 14 de abril, se instalará, informará a los trabajadores e
instruirá debidamente al conductor de la grúa (fija o móvil) así como al capataz o
persona que ordene las maniobras de las siguientes señalizaciones:
- Paneles.
- Acústica.
- Luminosa.
- Gestual (en maniobras peligrosas).

SEÑALES EN FORMA DE PANEL: Es la forma más habitual y conocida de


señalización. Consisten en la aplicación de un color de seguridad y un pictograma lo
más sencillos posibles.

ADVERTENCIA PROHIBICION OBLIGACION

Protección individual obligatoria


Caída a distinto nivel Entrada prohibida a personas no contra caídas
autorizadas

SEÑALES LUMINOSAS: Su intensidad debe suficiente para ser percibida en el entorno


en las condiciones previstas, pero sin llegar a dar deslumbramiento.

SEÑALES ACÚSTICAS: Igualmente, deben tener un nivel sonoro suficiente (superior


al ruido ambiental) pero sin ser excesivamente molesto.

SEÑALES GESTUALES: Es fundamental que el código utilizado sea adecuadamente


conocido por todos los implicados.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 38


Código de señales gestuales normalizado

SEÑALES GESTUALES GENERALES

Significado Descripción Ilustración

Comienzo:
Los dos brazos extendidos de forma horizontal, las palmas
Atención
de las manos hacia adelante.
Toma de mando

Alto:
El brazo derecho extendido hacia arriba, la palma de la mano
Interrupción
hacia adelante.
Fin de movimiento

Fin de las
Las dos manos juntas a la altura del pecho
operaciones

SEÑALES GESTUALES VERTICALES

Significado Descripción Ilustración

Brazo derecho extendido hacia arriba, la palma de la mano


Izar
derecha hacia adelante, describiendo lentamente un círculo

Brazo derecho extendido hacia abajo, palma de la mano


Bajar
derecha hacia el interior, describiendo lentamente un círculo

Distancia vertical Las manos indican la distancia

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SEÑALES GESTUALES HORIZONTALES

Significado Descripción Ilustración

Los dos brazos doblados, las palmas de las manos hacia el


Avanzar interior, los antebrazos se mueven lentamente hacia el
cuerpo.

Los dos brazos doblados, las palmas de las manos hacia el


Retroceder exterior, los antebrazos se mueven lentamente alejándose
del cuerpo.

Hacia la derecha:
El brazo derecho extendido más o menos en horizontal, la
Con respecto al
palma de la mano derecha hacia abajo, hace pequeños
encargado de las
movimientos lentos indicando la dirección.
señales

Hacia la izquierda:
El brazo izquierdo extendido más o menos en horizontal, la
Con respecto al
palma de la mano izquierda hacia abajo, hace pequeños
encargado de las
movimientos lentos indicando la dirección.
señales

Distancia
Las manos indican la distancia
horizontal

SEÑALES GESTUALES DE PELIGRO

Significado Descripción Ilustración

Peligro:
Los dos brazos extendidos hacia arriba, las palmas de las
Alto o parada de
manos hacia adelante.
emergencia

Los gestos codificados referidos a los movimientos se hacen


Rápido
con rapidez

Los gestos codificados referidos a los movimientos se hacen


Lento
muy lentamente

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 40


2.6. Conducciones enterradas (eléctricas, telecomunicaciones,
gas, sanitarias, etc.)

Las conducciones enterradas están constituidas por tuberías y arquetas. La distribución


de las conducciones lineales se realiza con tuberías y, si es necesario cambiar de
dirección, empalmar tuberías, etc., se construyen las arquetas.

Durante la ejecución de obra pueden quedar conducciones sin acabar que sobresalen
de la cota del terreno. Se debe señalizar su existencia mediante vallas, conos o
elementos reflectantes y proteger la parte superior o el hueco mediante un entablado o
una chapa metálica.

La canalización de tuberías se realiza en zanjas que tienen una altura variable y una
anchura en función del diámetro de la correspondiente tubería.

Una vez instaladas las tuberías se señalizarán mediante cintas con el fin de indicar que
bajo ellas se encuentran las diferentes instalaciones y que, a partir de ese nivel, se
deben extremar las precauciones durante la ejecución de los trabajos de excavación.

Estas conducciones se realizarán según los planos del proyecto y quedará reflejada su
ubicación exacta en previsión de que se realicen posteriormente tareas de excavación
que afecten a alguna de estas conducciones enterradas.

La ejecución de estas zanjas se realiza, generalmente, con las retro-excavadoras. En


función del tipo de terreno se realizará una entibación para evitar que los laterales de
las zanjas se desplomen. Por su parte, la compactación de las tierras se suele realizar
mediante apisonadoras o pisones.

Por otro lado, una de las situaciones más importantes que hay que resolver, con
carácter previo a la ejecución de los trabajos de movimiento de tierras, es la que se
produce por las interferencias debidas a la presencia en la obra de distintas
instalaciones enterradas de suministro de servicios públicos (agua, gas, electricidad,
etc.).

El conocimiento previo de la presencia de canalizaciones subterráneas de suministro de


energía eléctrica, agua, combustibles, etc. permite planificar las medidas preventivas
pertinentes para evitar los riesgos de incendio, explosión o intoxicación en el caso de
que se produzca la rotura de las conducciones de suministro de gas, contacto eléctrico
derivado del deterioro de las conducciones eléctricas, o inundaciones y posibles
desmoronamientos del terreno motivados por la rotura de las tuberías de reparto de
agua (por ejemplo, al realizar excavaciones).

Dichas medidas serán recogidas, necesariamente, en la documentación técnica en


materia de seguridad y salud relativa a la obra.

La primera acción que se ha de considerar ante dicha circunstancia, una vez conocido
el trazado exacto de las instalaciones (a través de los datos obtenidos de las
compañías suministradoras u otros archivos), es determinar, mediante el acuerdo con
el titular del servicio afectado (en general, la compañía suministradora), la solución que

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 41


se ha de adoptar frente a dichas interferencias. El corte del suministro o el desvío de las
instalaciones son las opciones más convenientes.

En consecuencia, reiterar que es importante ponerse en contacto con las compañías


suministradoras o con los propietarios de las instalaciones subterráneas.

En el caso de trabajar en las proximidades de las tuberías de gas es necesario seguir


las recomendaciones siguientes:

1. Realizar lentamente el ciclo de la operación de excavación.


2. Tener a una persona encargada de hacer las señales. La única responsabilidad de
esta persona es observar, desde la posición más ventajosa, si cualquier parte de la
excavadora o el equipo de carga se aproximan a la tubería. La persona encargada
de las señales debe estar en contacto con el operador y éste tiene que prestar una
total atención a sus indicaciones.
3. Es responsabilidad del usuario y de la empresa comprobar que se han tomado las
precauciones necesarias.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 42


3. MEDIOS AUXILIARES, EQUIPOS Y HERRAMIENTAS

3.1. Útiles de la máquina o del equipo de trabajo

Dentro de este apartado se trata una serie de útiles o equipos de trabajo que permiten a
la máquina realizar labores distintas según empleemos uno u otro. Asimismo, se hace
referencia a las herramientas manuales que, aunque conocidas por todos, son origen
de accidentes laborales.

Por ejemplo, en el caso de las retroexcavadoras, entre los útiles, accesorios o equipos
intercambiables que pueden acoplarse a la máquina con el objeto de modificar la
función de la misma, cabe citar:

Cuchara, cazo o cucharón:


Pueden ser de distintos tamaños (por ejemplo, entre 0,2 y 0,7 m3 de capacidad). El
número de dientes es variable y depende de la anchura del cazo.

Martillo rompedor:
Denominado también trituradora hidráulica o martillo hidráulico. Puede trabajar de dos
formas: por penetración (por ejemplo, en la excavación masiva de material estratificado
o blando), siendo la pica que se va a utilizar del tipo lápiz o cincel; o por impacto, en
terrenos duros, quebradizos o abrasivos o para romper piezas de gran tamaño,
empleándose en estos casos picas con puntero romo.

Es aconsejable que el martillo forme un ángulo de unos 90° respecto a la superficie del
material que se quiere romper.

No se debe realizar palanca con la pica enterrada en el material ni empujar la misma en


un ángulo distinto del recto respecto al citado material.

Pinzas quebrantadoras o demoledoras:


Se utilizan en trabajos de demolición de paredes y muros de hormigón, mampostería o
piedra y se seleccionan en cuanto a tamaño y peso en función de la máquina a la que
se quieren acoplar. Disponen de cuchillas o cizalla para la rotura de las varillas
existentes en el hormigón armado.

En la realización de estas operaciones debe tenerse en cuenta que la pinza


quebrantadura tiene mayor peso que la cuchara de la máquina y, por lo tanto, la
estabilidad de esta última puede quedar disminuida.

En los trabajos con este útil se tiene que utilizar la máquina sobre una superficie lo más
horizontal y estable posible; no se empleará para elevar ni cargar escombros triturados.
La quebrantadura debe manejarse con la máquina de frente y nunca de costado, ya
que se pueden producir vuelcos.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 43


Pinzas de agarre o de escollera:
Utilizadas para la colocación de material en pedraplenes y para el movimiento de
piedras de gran tamaño. Estas pinzas pueden tener cuatro o más brazos que abrazan
la piedra. Se seleccionarán el tamaño y el peso de acuerdo con la máquina a la que se
quieren acoplar.
El cambio de útiles y herramientas en las máquinas de movimiento de tierras se
realizará con la máquina parada y sin que exista posibilidad de movimiento o de
funcionamiento imprevisto.

Cuando se cambie de útil o accesorio, se colocarán los tapones o sombreretes en las


extremidades de los conductos hidráulicos (latiguillos) del brazo y del accesorio para
evitar la entrada de polvo.

Todos los equipos de trabajo y las herramientas deben cumplir los requisitos de
seguridad establecidos en la normativa vigente. Además, se tendrá en cuenta el manual
de instrucciones del fabricante, donde figuran las indicaciones de uso correcto y de
mantenimiento de los equipos y herramientas.

Asimismo, para llevar a cabo las tareas de mantenimiento el operador puede manejar
ciertos equipos o herramientas, como:

Taladro eléctrico:
Es una herramienta provista de una punta aguda o cortante, llamada broca, que se
emplea, principalmente, para realizar agujeros. Este equipo también tiene la función de
atornillar o aflojar las diferentes piezas (tuercas y tornillos) que componen las partes de
una máquina.
El taladro eléctrico, al igual que el resto de máquinas portátiles, debe disponer de:
• Declaración CE de conformidad.
• Marcado CE, colocado normalmente en la placa de identificación o en las
proximidades de ésta.
• Manual de instrucciones de uso y mantenimiento suministrado por el fabricante o
suministrador. El equipo ha de utilizarse de acuerdo con las instrucciones y
especificaciones indicadas en dicho manual.
Tanto el taladro portátil como el resto de herramientas portátiles eléctricas utilizadas en
obras de construcción, y en general en el exterior, deberán ser de Clase II (con doble
aislamiento) o de Clase III (alimentadas con muy bajas tensiones de seguridad, no
superiores a 24 voltios en corriente alterna). El doble aislamiento de la máquina se
identificará con el pictograma correspondiente.
La utilización incorrecta de estas herramientas o su mal estado de conservación son
causa de un elevado número de accidentes laborales, muchas veces con
consecuencias graves. Con el fin de evitar o, en su caso, controlar las situaciones de
riesgo que puedan derivarse del empleo de las herramientas manuales o portátiles, es
necesario adoptar medidas preventivas.
En el caso del taladro eléctrico, cabe citar las siguientes:
1. Seleccionar la broca adecuada para el tipo de material que se va a perforar.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 44


2. La conexión eléctrica se realizará mediante una clavija normalizada. Se evitarán los
empalmes o conexiones con cables pelados.
3. Antes de iniciar la perforación debe comprobarse que no existen cables eléctricos,
conductos de fluidos u otros servicios que puedan estar ocultos en la zona que se
va a taladrar.
4. Durante la utilización del taladro es conveniente usar gafas de seguridad en
previsión de posibles proyecciones de material.

Gatos hidráulicos:
Son equipos que sirven para levantar una determinada carga o parte de un vehículo
para proceder a la reparación de una o varias piezas (por ejemplo, para sustituir un
neumático pinchado) o para la realización de determinadas tareas de mantenimiento
(por ejemplo, el cambio de aceite).

Al igual que el resto de máquinas, los gatos hidráulicos deben disponer de:

• Declaración CE de conformidad.
• Marcado CE, colocado normalmente en la placa de identificación o en las
proximidades de ésta.
• Manual de instrucciones de uso y mantenimiento suministrado por el fabricante o
suministrador. El equipo ha de utilizarse de acuerdo con las instrucciones y
especificaciones indicadas en dicho manual.
El gato hidráulico deberá situarse en los puntos de la máquina indicados por el
fabricante. Se elegirá una zona de trabajo lo más llana y resistente posible. Si ello no es
posible se utilizarán planchas de nivelación y se bloquearán las ruedas o las cadenas
de la máquina.

Herramientas manuales:
Dentro de este apartado se agrupan: martillos, destornilladores, alicates, cinceles,
cortafríos, llaves, sierras, limas, formones, rascadores, cuchillos, cizallas de mano,
tenazas, etc.; es decir, todas las herramientas cuya única fuente de energía es la fuerza
humana y que el operador de vehículos o de maquinaria pueda necesitar para la rea-
lización de distintas operaciones. A pesar de ser de todos conocidas, el uso de las
herramientas manuales provoca numerosos accidentes laborales.

En relación con el uso de las herramientas manuales, cabe destacar las siguientes
medidas preventivas:
1. Seleccionar herramientas de buena calidad.
2. Emplear la herramienta adecuada para el trabajo que se va a realizar y para el cual
fue concebida. Por ejemplo, no utilizar los destornilladores como cinceles, los
alicates como martillo, las limas como palancas, etc.
3. Verificar su buen estado y conservarlas adecuadamente. Los mangos y las asas se
mantendrán siempre bien fijos.
4. Transportarlas de forma segura, en un cinturón, bolsa o caja portaherramientas.
5. Guardarlas ordenadas, limpias y en lugar seguro.

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3.2. Mantenimiento y verificaciones, manual del fabricante,
características de los principales elementos, dispositivos
de seguridad, documentación, sistemas de elevación, etc.

MANTENIMIENTO Y VERIFICACIONES
Para que los vehículos y la maquinaria de movimiento de tierras se encuentren en
buenas condiciones de uso, se seguirán las instrucciones dadas por el fabricante.
El mantenimiento tiene que ser realizado por trabajadores capacitados y autorizados
para ello. Las labores de mantenimiento se pueden efectuar en la obra o en el taller. En
ambos casos se seguirán, entre otras, las siguientes recomendaciones:

1. Situar la máquina en terreno llano. Bloquear las ruedas o las cadenas.


2. Colocar la cuchara o la pala apoyada en el suelo. Si se debe mantener dicho útil de
trabajo levantado, se inmovilizará adecuadamente (por ejemplo, colocando puntales
para evitar una posible caída del mismo).
3. No fumar cuando se realicen las operaciones de mantenimiento.
4. -Desconectar la batería para impedir un arranque súbito de la máquina.
5. No colocarse entre las ruedas o sobre las cadenas, bajo la cuchara o el brazo sin
haber inmovilizado completamente la máquina o el vehículo.
6. No colocar nunca una pieza metálica encima de los bornes de la batería.
7. Utilizar un medidor de carga para verificar la batería.
8. No utilizar nunca un mechero o cerillas para inspeccionar el motor; a tal efecto, se
emplearán portalámparas adecuados.
9. Conservar la máquina en buen estado de limpieza (parabrisas, accesos, sistema
hidráulico, etc.).

Además, en el taller o parque de maquinaria se seguirán, entre otras, las siguientes


pautas:
1. Antes de iniciar las reparaciones es conveniente limpiar la zona que se va a reparar.
2. No limpiar nunca las piezas con gasolina.
3. Cuando se trabaje en lugares cerrados, comprobar, antes de poner el motor en
marcha, que existe buena ventilación.

4. -Antes de comenzar las reparaciones, quitar la llave de contacto, bloquear la


máquina y colocar las señales y los avisos necesarios para advertir que no se
manipulen los mecanismos.
5. Si varios mecánicos trabajan en la misma máquina, sus respectivas tareas deberán
ser conocidas por todos y coordinadas entre ellos.
6. Dejar enfriar el motor antes de quitar el tapón del radiador.

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Se realizarán las verificaciones y los controles que indique el fabricante. Asimismo, es
aconsejable realizar periódicamente (por ejemplo, al inicio de cada jornada de trabajo)
una revisión general para verificar que:

1. Todos los dispositivos respondan correctamente y se encuentran en perfecto estado


(mandos, cables, frenos, neumáticos, orugas, etc.).
2. Los extintores de los que disponga la máquina o, en su caso, el vehículo de
movimiento de tierras han sido revisados en tiempo y están con la carga y presión
adecuadas.
3. Las luces funcionan correctamente, en especial las de marcha atrás.
4. Todas las rejillas, carcasas y protecciones de los elementos móviles están
correctamente instaladas.

Además del mantenimiento y la verificación de la maquinaria podrá darse el caso de


que por necesidades o por averías deba producirse un cambio de máquina. En tales
circunstancias, se tendrán en cuenta las siguientes directrices:

1. Elegir un emplazamiento llano.


2. Bajar el útil de trabajo (cuchara, cuchilla, pala, etc.) al suelo, en caso de tratarse de
excavadoras, cargadoras o buldózer. Recoger el brazo y el cazo en caso de
retroexcavadoras.
3. Parar el motor y colocar el freno, siempre que ello sea posible. En caso necesario,
colocar unos calces.
4. Colocar las señales adecuadas para indicar la avería de la máquina.
5. Si se para el motor hay que detener inmediatamente la máquina, ya que se corre el
riesgo de quedarse sin frenos ni dirección.
6. Para cualquier avería, actuar según las instrucciones del manual del fabricante. No
hay que hacerse remolcar nunca para poner el motor en marcha.
7. Las piezas desmontadas se retirarán del lugar de trabajo.
8. Antes de desconectar los circuitos hidráulicos se debe bajar la presión de los
mismos.
9. Para el manejo de las piezas, utilizar guantes.
10. No servirse nunca del útil de trabajo (por ejemplo, la pala en el caso de cargadoras)
para levantar la máquina.

Cuando se realiza el transporte a la obra, al taller o al parque de maquinaria, se utilizan,


generalmente, vehículos semirremolques.

Tanto en la carga como en la descarga de las máquinas o de los vehículos sobre ¡os
semirremolques es aconsejable seguir, entre otras, las siguientes pautas:

a. Se comprobará que la longitud del remolque es la adecuada para


transportar la máquina.

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2. -Se constatará que las rampas de acceso pueden soportar el peso de la máquina.
Además, tendrán una altura suficiente y formarán una rampa con una pendiente
adecuada.
3. No se sobrecargará la plataforma del vehículo de transporte. El equipo se situará
centrado para evitar poner en peligro la estabilidad del citado vehículo.
4. En cuanto se haya subido la máquina al remolque, se bajará la pala, cuchilla o
cuchara, según corresponda, apoyándose sobre la plataforma.
5. Si el útil de trabajo no cabe en la longitud del remolque, se desmontará.
6. La llave de contacto del vehículo o de la máquina que se va a transportar será
retirada una vez que esté sobre el semirremolque.
7. Las ruedas serán sujetadas firmemente a la plataforma del vehículo.
8. La carga y descarga se realizarán en terreno llano.
9. Cuando se realicen operaciones de carga o de descarga de vehículos o máquinas,
debe comprobarse que no se encuentra personal ajeno en las proximidades.

MANUAL DEL FABRICANTE

Es un documento que entrega el fabricante de la máquina o del vehículo al adquirir


éste. Tiene contenidos dirigidos al operador y al personal de mantenimiento. Además
de los conceptos básicos, se plasman los esquemas eléctricos e hidráulicos y las
características técnicas de la máquina o del vehículo.

El manual, teniendo en cuenta que a efectos prácticos no hay gran diferencia entre las
diferentes máquinas, puede contener los siguientes aspectos:

➢ Consejos de seguridad

En este apartado del manual se reseñan unas instrucciones de seguridad aplicables:

Antes de utilizar la máquina: por ejemplo, no use la máquina si está cansado;


inspeccione alrededor de la máquina antes de ponerla en funcionamiento, etc.

Durante la utilización de la máquina: por ejemplo, usar el asidero y los peldaños para
subir y bajar de la máquina; no suba ni baje dando un salto; prohibir el acceso de
personal al área de trabajo y de movimiento de tierras; nunca se debe excavar un
terraplén alto, ya que los bordes pueden hundirse; etc.

Durante las operaciones de mantenimiento: por ejemplo, no retirar el tapón del radiador
si el motor está caliente; no trabajar debajo de una máquina si antes no se han
colocado los soportes de seguridad adecuados; manipular el combustible con cuidado;
antes de repostar, parar siempre el motor; etc.

-Durante el transporte: por ejemplo, utilizar un camión adecuado para el transporte de la


máquina; se cargará o descargará sobre una superficie firme y horizontal; utilizar un
muelle o rampa adecuado, etc.

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➢ Señalización de seguridad

En este apartado se presentan y explican todas las señales de las que está dotada la
máquina y se indica dónde van situadas. Por ejemplo, la señal triangular que identifica
el peligro de electrocución si la máquina se acerca demasiado a un tendido eléctrico y,
a su lado, la señal que índica mantenerse a una distancia segura, se ubican en la
cabina.

➢ Datos técnicos

Se realiza una descripción, entre otros, de los:

- Componentes principales de la máquina: por ejemplo, brazo pluma, rodillos de


oruga, neumáticos, motor de desplazamiento, radiador, cucharón, contrapeso,
cabina, etc.
- Especificaciones: por ejemplo, capacidad de las cucharas o cazos, peso, longitud,
anchura, altura, etc.
- Alcance los trabajos: por ejemplo, qué alcance máximo de excavación puede
realizar una máquina; hasta qué profundidad puede llegar; etc.
- -Dispositivos de control: por ejemplo, dispositivos de la cabina: palancas, claxon,
interruptores, pedal, cajas de fusibles, etc.; de la consola, como: indicadores de
combustible, temperatura, aceite, tacómetro, reloj, etc.
- Mantenimiento: instrucciones de mantenimiento que se va a realizar; listado de
comprobación (diaria, cada 50, 250, 500,1.000 y 2.000 h).
- -Almacenamiento: por ejemplo, retraer los cilindros hidráulicos, en caso de no
poder recubrirlos con grasa; lubricar los puntos de engrase, etc.
- Guía de resolución de problemas con sus causas y soluciones: por ejemplo, el
motor gira pero no arranca; una de las causas podría ser que no tenga
combustible. La solución sería cargar combustible y purgar el circuito para eliminar
el aire de su interior.

CARACTERÍSTICAS DE LOS PRINCIPALES ELEMENTOS


En las máquinas que operan en el movimiento de tierras y que se han analizado
anteriormente se pueden encontrar unos elementos que son similares a todas ellas,
como:

- Capó: cubierta abatible del motor que protege los diversos componentes del mismo
contra agua, polvo, etc., así como a los trabajadores de la posibilidad de contactar
con elementos móviles o zonas calientes.
- Puesto de conducción: dispondrá de: un asiento ergonómico con respaldo elevado,
ajustable y dotado con un sistema amortiguador al objeto de reducir la transmisión
de vibraciones mecánicas; volante, palancas y mandos de desplazamiento, según
corresponda; indicadores de funcionamiento; en su caso, panel monitor, etc. El
acceso al mismo se realiza mediante peldaños con superficie antideslizante y
asideros resistentes y bien posicionados. Asimismo, el habitáculo que sirve de

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 49


puesto de trabajo o de operaciones debe estar protegido (por ejemplo, mediante
barandillas, zócalos, etc.) cuando exista riesgo de caída desde altura del usuario.
- Cadenas de orugas con rueda motriz y rueda guía: elementos de desplazamiento
que se apoyan en unos rodillos guía y que se ponen en movimiento mediante una
rueda motriz que, normalmente, es la trasera; en este caso, la rueda delantera es la
que ejerce como guía.
- Neumáticos: de gran importancia en las máquinas y los vehículos de movimiento de
tierras, ya que son los elementos que se encuentran en contacto con el terreno y
contribuyen a la suspensión, la tracción y el guiado de estos equipos de trabajo.
Tienen una vida útil muy corta debido a su gran desgaste. De la adecuada elección
y mantenimiento de los neumáticos dependerá, en gran medida, el rendimiento que
obtengamos de ellos.
- Cuchilla u hoja de empuje: pieza metálica de dimensiones variables situada en la
parte frontal de la máquina que sirve para desplazar la tierra longitudinalmente.
- Cilindros hidráulicos: elementos que, por medio de su extensión y retracción, hacen
girar o moverse en un sentido u otro las distintas piezas, como cucharas, hojas,
brazo, etc.
- Escarificador o Riper: pieza metálica que se instala en las máquinas de movimiento
de tierras y que sirve para arañar y romper distintos materiales del terreno. Se ubica
en la parte trasera de la máquina.
- Retrovisores: pequeños espejos colocados en la parte delantera de los vehículos y
las máquinas de movimiento de tierras, de manera que el conductor pueda ver lo
que está detrás de él.
- Faros: cada uno de los focos delanteros de los que disponen los vehículos y las
máquinas de movimiento de tierras.
- Girofaro: foco que proporciona un haz de luz giratorio y que sirve para advertir a los
demás de su posición.
- Latiguillos: conductos por los que circuían fluidos (aceite) que hacen funcionar a los
cilindros hidráulicos.
- Cama o caja de camión o dúmper: por lo general, es de acero de gran resistencia y
tiene forma trapezoidal. Puede llevar incorporada, en su parte delantera, una visera
de protección.
- Cuchara: pieza que realiza la excavación, recoge y traslada las tierras y, como se
ha comentado anteriormente, dispone de un número de dientes y unas dimensiones
variables, según los trabajos que haya que realizar y la potencia de la máquina.
- Contrapeso: pieza o peso con el que se lastra una máquina para equilibrarla.
- Corona de giro: elemento que permite posicionarse a la torreta (cabina y elementos
de excavación) en cualquier situación, en función del trabajo que se va a realizar.
- Brazo: elemento de unión entre la pluma y la máquina retroexcavadora; o, en el
caso de la pala cargadora y el buldózer, cada uno de los elementos que,
accionados por cilindros hidráulicos y sujetos a ambos lados de la máquina,
soportan y mueven el útil de carga (pala).
- Pluma: elemento que une el brazo de una máquina retroexcavadora con el útil
elegido (cuchara, martillo, etc.).

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DISPOSITIVOS DE SEGURIDAD
Los vehículos y las máquinas de movimiento de tierras para su comercialización y
utilización deben disponer de declaración CE de conformidad, marcado CE y manual de
instrucciones.

Algunas máquinas de nueva fabricación están equipadas con estructura antivuelco


(ROPS) o, en el caso de pequeña maquinaria, estructura contra el basculamiento
(TOPS) y estructura contra las caídas de objetos (FOPS).

Los vehículos y las máquinas de movimiento de tierras deben disponer de señalización


acústica de marcha atrás (alarma de desplazamiento) incorporada para advertir al
personal que pueda encontrarse en el área de movimiento de la máquina de los
posibles atropellos.

Pueden llevar incorporadas, en algunos casos, cámara de TV en la parte trasera y


pantalla en la cabina.

Cada equipo de trabajo tiene que estar provisto de los órganos de accionamiento
necesarios que permitan su parada total en condiciones de seguridad. Esta orden de
parada debe tener prioridad sobre cualquier orden de puesta en marcha.

Cada equipo o máquina dispondrá de uno o varios dispositivos de parada de


emergencia que irán señalizados en color rojo y serán fácilmente identificables y
accesibles.

Salida de emergencia: si el operador de la máquina no puede abrir la puerta de la


cabina en caso de emergencia, la vía de salida será abriendo la ventanilla delantera y,
si resulta difícil la apertura, se utilizará la herramienta de emergencia de la que va
provista la máquina.

En cualquier caso, para conocer los dispositivos de seguridad de un vehículo o de una


máquina de movimiento de tierras, el operador estudiará a fondo el manual del
fabricante.

Los vehículos y las máquinas de movimiento de tierras deben disponer de señalización


acústica de marcha atrás (alarma de desplazamiento) incorporada para advertir ai
personal que pueda encontrarse en él área de movimiento de la máquina de los
posibles atropellos.

DOCUMENTACIÓN
Para realizar trabajos con vehículos o con maquinaria de movimiento de tierras es
necesario disponer de la siguiente documentación:

- Declaración CE de conformidad que entrega el fabricante.

- Manual del operador o usuario de la máquina proporcionado por el fabricante.

- Manual técnico o manual de despiece entregado por el fabricante. Generalmente, se


encuentra depositado en las oficinas de la empresa.

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- Libro de mantenimiento en el que se describen las revisiones que tienen que llevarse
a cabo.

SISTEMAS DE ELEVACIÓN
Al menos una de sus funciones es el desplazamiento de una carga con cambio
significativo de nivel sin que esté unida de forma permanente a la máquina.

Por cambio significativo de nivel se entiende cuando al levantar la carga se puedan


generar riesgos derivados de un fallo en la sujeción de la misma, como caída de tierras
desde la cuchara o de tuberías suspendidas de la pluma de una retro excavadora.

Estos equipos no permanecerán parados con la carga suspendida, salvo en casos


puntuales y por breves períodos de tiempo, y siempre asegurándose de que no existe
personal en la vertical de la carga.

Los accesorios de elevación son componentes o equipos de trabajo no unidos a la


máquina y situados entre ésta y la carga o encima de la carga que permiten la prensión
de la misma, como: eslingas, pinzas, ganchos, etc. Estos accesorios deberán estar
marcados de tal forma que se puedan identificar las características esenciales para un
uso seguro (por ejemplo, una placa que indique la carga nominal).

Si el equipo de trabajo no está destinado a la elevación de trabajadores y existe


posibilidad de confusión, deberá fijarse la señalización adecuada de manera visible.

Cuando se están realizando las operaciones de elevación de cargas, el operador de la


máquina debe controlar todo el campo de actuación; si ello no es posible, dispondrá de
un encargado de señales en permanente comunicación con el fin de guiarle.

Se comprobarán las cargas máximas admisibles fijadas por el fabricante.


Si se usa la máquina para el desplazamiento e izado o la bajada de materiales, se
deberán tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

- No mover las cargas bruscamente.


- Evitar en todo momento la presencia de personal en el radio de acción de la máquina
y de la carga.
- No enganchar cadenas ni eslingas a los dientes de la cuchara; utilizar para este fin el
gancho existente en el brazo.

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4. VERIFICACION, IDENTIFICACION Y VIGILANCIA
DEL LUGAR DE TRABAJO Y SU ENTORNO

4.1. Riesgos y medidas preventivas necesarias

Hasta ahora se han estudiado las tareas propias del operador de vehículos y de
maquinaria de movimientos de tierras, los materiales, los medios, los útiles y, en
general, los equipos de trabajo que se utilizan para llevarlos a cabo, los riesgos ligados
a todos ellos, las medidas preventivas que deben aplicarse, así como las protecciones
colectivas que se deben implantar y los equipos de protección individual que hay que
utilizar para evitar o minimizar la posibilidad de sufrir un daño.

Una vez conocido todo lo anterior, el operador de vehículos y de maquinaria de


movimiento de tierras, con carácter previo al inicio de su actividad, deberá revisar y
verificar el estado del lugar de trabajo y de su entorno con el fin de identificar los
riesgos que puedan existir en las zonas donde va a desarrollar las tareas. De esta
manera, podrá determinar las medidas que considere oportunas para llevar a cabo
dichas tareas de una manera segura.

Antes de excavar es necesario localizar las instalaciones de gas, teléfono, electricidad,


saneamiento y agua existentes en la zona de actuación.

En caso necesario, se pueden utilizar detectores para la localización de las


conducciones enterradas.

Si es posible, se retirará el tendido eléctrico aéreo o se instalarán pórticos limitadores


de altura en las zonas de paso de la maquinaria.

Asimismo, durante la realización de trabajos de reparación y mantenimiento en aquellas


industrias en las que continúa el desarrollo de actividades, el operador de vehículos y
de maquinaria de movimiento de tierras debe ser informado por un responsable de la
citada industria tanto sobre los riesgos del lugar de trabajo y de su entorno como de las
medidas preventivas que tiene que adoptar.

1. Trabajos en las proximidades de instalaciones de suministro de servicios


públicos
Una de las situaciones más importantes que hay que resolver con carácter previo a la
ejecución de los trabajos es la que se produce por las interferencias debidas a la
presencia en la obra de distintas instalaciones de suministro de servicios públicos
(agua, gas, electricidad, etc.).

La primera acción que se ha de considerar ante dicha circunstancia, una vez conocido
el trazado exacto de las instalaciones (a través de los datos obtenidos de las
compañías suministradoras u otros archivos), es determinar, mediante el acuerdo con

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 53


el titular del servicio afectado (en general, la compañía suministradora), la solución que
se debe adoptar frente a dichas interferencias. El corte del suministro o el desvío de las
instalaciones son las opciones más convenientes.

Cuando no sea posible la anulación o el desvío de la instalación afectada, se


considerarán las alternativas encaminadas a la protección de los trabajadores frente a
las situaciones de riesgo que se puedan derivar. En este sentido, cabe mencionar las
siguientes medidas:

a. Líneas eléctricas aéreas


La realización de los trabajos no eléctricos en la proximidad de instalaciones en tensión
y el consiguiente riesgo de contacto con elementos bajo tensión accesibles conlleva un
alto grado de peligrosidad que, unido a unas condiciones atmosféricas desfavorables,
potencia el hecho de que se produzcan accidentes laborales.

El riesgo es particularmente grave si, además de no percibirse con la suficiente


antelación la existencia de dichas conducciones, no se adoptan a tiempo las medidas
preventivas pertinentes.

Al comenzar los trabajos y, sobre todo, si se utiliza maquinaria móvil que pueda
alcanzar grandes alturas, conviene determinar siempre, con la suficiente antelación, si
existen riesgos derivados de la proximidad de líneas eléctricas aéreas.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 54


Por ello, ante la presencia de líneas eléctricas aéreas se recomienda realizar un estudio
detallado de la situación, analizando los movimientos de máquinas, equipos y materiales
que pudieran entrar en contacto con los elementos en tensión o invadir las zonas de
peligro.

Si los resultados obtenidos lo hacen necesario, se deben prever las actuaciones


oportunas para delimitar o restringir los movimientos y desplazamientos de las
máquinas, de manera que éstas trabajen dentro de unas zonas seguras, sin invadir las
zonas de peligro en las situaciones más desfavorables (máximas elevaciones o
desplazamientos de las partes móviles), teniendo en cuenta también las mayores
oscilaciones de los cables y de las cargas suspendidas.

Para la delimitación de las zonas de trabajo seguras se fijan unas distancias máximas de
seguridad que se recomienda no sobrepasar durante la realización de aquellas tareas en
las que las máquinas, los equipos o los materiales empleados en ellas tengan una
longitud suficiente para entrar en contacto con elementos en tensión o generar un arco
eléctrico entre ellos. Estas distancias tienen un valor diferente en función de que los
trabajos se lleven o no a cabo con la supervisión de un trabajador autorizado.

Límite de aproximación
con vigilancia de un

Delimitación de la zona de trabajo de una máquina que trabaja en la proximidad de una línea aérea en
tensión, según la Guía técnica para la evaluación y prevención del riesgo eléctrico (INSHT)

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 55


En el caso de que no exista vigilancia por parte de un trabajador autorizado, la distancia
(DPR0X.2) hasta el límite exterior deja zona de proximidad (espacio de seguridad
establecido alrededor de cualquier elemento en tensión) de una línea eléctrica aérea de
alta tensión que no debe ser rebasada por ningún trabajador, sea con su cuerpo o con
las herramientas, equipos de trabajo (por ejemplo, maquinaria y vehículos de
movimiento de tierras), dispositivos o materiales que manipula, no será inferior a:
• 3 m, si la tensión nominal de la instalación es menor o igual a 66.000 voltios (V).
• 5 m, si la tensión nominal de la instalación es superior a 66.000 V e inferior o
igual a 220.000 V.
En el caso de una instalación de baja tensión (inferior a 1.000 V en corriente alterna),
esta distancia límite de proximidad entre los elementos en tensión y los equipos o
máquinas manejados por personas será como mínimo de 3 m.
Asimismo, pueden adoptarse medidas preventivas encaminadas a restringir los
movimientos de las partes móviles de las máquinas con la finalidad de lograr el control
del riesgo eléctrico generado en aquellas situaciones en las que los equipos pudieran
alcanzar la zona de peligro o los elementos en tensión debido a una falsa maniobra.

1. Pórtico de señalización y protección F=D-d


2. Señalización D = Altura mínima de la línea al suelo
3. Límites de acceso señalizado d = Distancia mínima de seguridad
F = Altura libre

Pórticos limitadores de altura

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 56


El operador de vehículos o de maquinaria de movimiento de tierras alertará de
cualquier anomalía en las protecciones previstas al responsable de la obra.

b. Conducciones enterradas
El conocimiento previo de la presencia de canalizaciones subterráneas de suministro de
energía eléctrica, agua, combustible, etc. permite planificar las medidas preventivas
pertinentes para evitar los riesgos de incendio, explosión o intoxicación en el caso de
rotura de las conducciones de suministro de gas, contacto eléctrico derivado del
deterioro de las conducciones eléctricas o inundaciones y posibles desmoronamientos
del terreno motivados por la rotura de tuberías de reparto de agua (por ejemplo, al
realizar excavaciones).

De forma general, antes del comienzo de los trabajos, es preciso identificar los servicios
que puedan quedar afectados por las obras y señalizar sus trazados (en lo que
respecta a su longitud y profundidad). Para ello pueden seguirse las siguientes pautas
de actuación:

a) Localizar el trazado mediante la realización de catas. Cuando la profundidad a la que


se encuentra la conducción sea superior a 1 m, pueden emplearse medios
mecánicos de excavación hasta alcanzar una cota de 1 m por encima de la tubería;
a continuación se procede a excavar con medios manuales hasta descubrir la cana-
lización.
b) Señalizar el trazado con medios duraderos que indiquen el tipo, la dirección y la
profundidad de las conducciones afectadas, así como el área de seguridad
establecida.

Los servicios más actuales (de más reciente instalación) pueden identificarse a partir de
los colores de las bandas de plástico que cubren las conducciones. El color amarillo
señaliza la existencia de una instalación de gas o de electricidad (esta última suele
llevar además una señal de advertencia de riesgo eléctrico), mientras que el color azul
identifica una tubería de suministro de agua.

En cualquier caso, tienen que observarse las especificaciones que para cada tipo de
suministro (gas, agua, electricidad, etc.) se indiquen en otros documentos de aplicación
(recomendaciones, normas no reglamentarias, procedimientos de las compañías, etc.).

No obstante todo lo anterior, es importante tener en cuenta que la intervención sobre


los servicios afectados debe realizarla la compañía titular de cada sistema de
distribución o, en su defecto, bajo su supervisión, considerando los procedimientos que
aquélla determine.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 57


4.2. Construcciones colindantes. Protecciones perimetrales

Antes de iniciar la obra es necesario efectuar una serie de trabajos previos de


acondicionamiento que permitan comenzar la construcción de acuerdo con el proyecto
previsto: análisis del terreno; identificación de las posibles interferencias con elementos
ajenos; preparación de los accesos; ejecución del cerramiento perimetral;
establecimiento de las vías de circulación; realización de las instalaciones provisionales
de suministro y reparto de energía; montaje de las instalaciones auxiliares (por ejemplo,
planta de machaqueo y clasificación de áridos, de elaboración de hormigón o de
aglomerado asfáltico); dotación de servicios higiénicos (locales de descanso o, en su
caso, de alojamiento, vestuarios, duchas, lavabos y retretes); así como de locales para
primeros auxilios, etc.

Previamente a la ejecución de los trabajos debe delimitarse físicamente el área de


ocupación de los mismos con el objeto de impedir el acceso a personas y vehículos
ajenos.

En función de las particularidades de cada obra, el cerramiento empleado puede ser de


tipo continuo, abierto o de señalización.

El cerramiento continuo es el más utilizado en las obras de edificación. Se compone de


vallas de una altura comprendida entre 1,50 y 2 m estabilizadas, normalmente,
mediante postes anclados al suelo o a peanas de hormigón situadas, generalmente,
cada 3 m. Su solidez y resistencia deben garantizar que este cerramiento sólo pueda
ser sobrepasado de manera intencionada.

En las obras de ingeniería civil el cerramiento más empleado para delimitar la zona
afectada por los trabajos es de tipo abierto o de señalización. Suele estar formado por
barreras de seguridad rígidas tipo "New Jersey", módulos de vallas autoestables (tipo
"ayuntamiento") o hileras de conos de balizamiento.

Asimismo, es recomendable prever que dicho cerramiento perimetral disponga, en


aquellas zonas que lo precisen, de una iluminación artificial suficiente y adecuada (que,
entre otras condiciones, no suponga un riesgo de accidente por deslumbramiento o que
el color utilizado no altere la percepción de las señales).

Para evitar el paso de personas y de vehículos no autorizados a las obras se han de


adoptar las medidas necesarias de señalización y control en los puntos de acceso.

Asimismo, antes del comienzo de los trabajos es necesario considerar la proximidad de


las construcciones colindantes y las características de la cimentación de dichas
construcciones. También se debe tener en cuenta la proximidad de carreteras,
transporte subterráneo, etc. que puedan producir vibraciones que se transmitan a las
zonas de trabajo.

Se comprobará sobre el terreno si la obra que se va a construir está exenta o tiene


medianeras, cuántas y en qué condiciones se encuentran; si existen líneas aéreas de
telefonía o de electricidad; y si las construcciones aledañas son más altas o más bajas
que la que se va a construir.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 58


En la mayoría de las ocasiones existirán medianerías, por lo que habrá que tener en
cuenta la necesidad de realizar apeos para evitar hundimientos o asentamientos de los
edificios colindantes. Asimismo, debe plantearse la realización de estos apeos en otras
construcciones, como: carreteras, vías férreas, etc. También puede optarse por
mantener un talud natural en los cortes de excavación que se realicen en el terreno.

La excavación junto a otras construcciones se realizará mediante el sistema de


bataches, es decir, excavando unas zonas, dejando otras sin excavar intercaladas con
las anteriores y, una vez hormigonadas las primeras, actuar en las segundas, y así
sucesivamente hasta terminar con la excavación y consolidación de la zona colindante.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 59


4.3. Conocimiento del entorno del lugar de trabajo.
Planificaciones preventiva de las tareas

El operador de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras, antes de iniciar los


trabajos, debe revisar el lugar de trabajo y su entorno para identificar los riesgos
existentes.

De acuerdo con las tareas que se van a realizar, con los riesgos que se generan, y
teniendo en cuenta también los riesgos existentes en el lugar de trabajo y su entorno, el
operador de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras comunicará a los
responsables de la obra las deficiencias que puedan existir y, junto con éstos, plani-
ficará la ejecución de las tareas desde el punto de vista preventivo con el objeto de
eliminar, controlar o reducir dichos riesgos.

Esta planificación del trabajo puede ser diferente en cada situación, pero nunca deberá
iniciarse la actividad sin implantar las medidas preventivas suficientes.

EJEMPLO:
Se ha ele realizar una excavación en zanja para instalar unas tuberías que se han
almacenado a menos de 2 m del que va a ser el borde de dicha zanja, por lo que
pueden caer al fondo de la misma una vez ejecutada la excavación y atrapar a los
trabajadores que puedan estar realizando en su interior tareas de limpieza o de
preparación del terreno.

El operador de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras, antes de comenzar


el trabajo, comunicará esta situación al encargado. A continuación, ambos valorarán la
situación con el fin de planificar el trabajo de manera preventiva. Es factible, en este
caso, desplazar el acopio de las tuberías a un lugar más alejado para poder ejecutar el
trabajo de un modo seguro.

De igual manera, si el operador, por ejemplo, tiene que realizar excavaciones a


diferentes niveles, ante la posibilidad de que los materiales o las herramientas puedan
caer de un nivel a otro e incluso volcar la máquina, se planificarán las tareas desde el
punto de vista preventivo teniendo en cuenta que:

1. No se iniciarán trabajos dentro de la misma vertical. Se realizarán otras tareas


alternativas.
2. Complementariamente, una vez comenzada la tarea, se evacuarán, a lo sumo
diariamente, los escombros y cascotes.

Los operadores de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras deben


comprobar, periódicamente, que las condiciones seguras del entornó se mantienen
intactas.

En el caso de que para la realización de las tareas sea preciso alterar dichas
condiciones, se comunicará al encargado, al jefe de obra, al delegado de prevención o
al responsable de seguridad al objeto de volver a planificar las tareas, de tal manera
que se evite la existencia de condiciones inseguras en el entorno de trabajo.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 60


Para la realización de trabajos de especial peligrosidad el operador contará con la
presencia de personal capacitado y competente, así como de los recursos preventivos
del contratista.

Dicha presencia es una medida preventiva complementaria destinada a comprobar la


adecuación de las actividades preventivas planificadas a los riesgos que pretenden
prevenirse o a la aparición de riesgos no previstos.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 61


4.4. Tránsito por la obra (zanjas, desniveles)

La adecuada organización de las vías de circulación tanto de vehículos y de maquinaria


como de personal es necesaria para evitar o reducir los riesgos de vuelco, atropello y
golpe.

En aquellas actividades en las que se genera un gran movimiento de vehículos y de


maquinaria (por ejemplo, en el movimiento de tierras) es muy importante establecer un
circuito adecuado, debidamente señalizado, para la circulación de los vehículos
evitando, en lo posible, el paso de peatones por el mencionado circuito.

Igualmente, es preciso analizar con detalle el trazado de las vías de circulación con el
fin de que el movimiento de las máquinas y de los vehículos se realice de la manera
más coordinada posible.

Para lograr una correcta organización de las vías de circulación se deben contemplar,
entre otros, los siguientes aspectos:

a) Por lo general, los vehículos y demás equipos de trabajo móviles circularán por vías
distintas de las destinadas al personal.
b) Estas vías deben estar situadas, acondicionadas y preparadas para que su
utilización resulte fácil, sencilla, segura y conforme al uso previsto, de forma que los
trabajadores que pudieran estar presentes en las proximidades de dichas vías no
estén expuestos a riesgo alguno derivado de la circulación existente en ellas.
c) La circulación (sentido del movimiento, prioridades de paso, etc.) tiene que
establecerse bajo la óptica de la seguridad de los trabajadores.
d) Deben contar con la correspondiente señalización reguladora del tráfico, así como,
en caso necesario, con semáforos, espejos, seña-listas u otros medios de eficacia
contrastada.
e) Debe disponerse, en la medida de lo posible, de una iluminación artificial adecuada
durante la noche y cuando la luz natural sea insuficiente.
f) Las rampas empleadas para la circulación y el acceso de los vehículos a las zonas
de excavación deben reunir las características adecuadas en cuanto a su pendiente
y dimensiones con el fin de garantizar el tránsito seguro a través de ellas y evitar el
vuelco de los vehículos.

Los caminos necesarios para el acceso de la maquinaria y de los vehículos de


movimiento de tierras a los distintos tajos de la obra se planificarán teniendo en cuenta
que han de disponer de:

1. Un ancho adecuado (al menos 4,50 m en rampas, ensanchándose en las curvas,


conforme a las recomendaciones técnicas de aplicación) que permita la
maniobrabilidad y, en su caso, el cruce de vehículos.
2. Una pendiente adecuada (inferior al 12% en recta y al 8% en curva, conforme a las
recomendaciones técnicas de aplicación).

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 62


3. Barreras delimitadoras de las vías de circulación que eviten aproximarse al borde de
los desniveles.
4. Señalización conveniente (límite de velocidad, sentido de la circulación, zonas de
estacionamiento, etc.).
Asimismo, debe efectuarse un mantenimiento adecuado de las vías de circulación
(tratamiento superficial, riegos, limpieza, parcheados, etc.).

El tránsito de vehículos por las proximidades de las zanjas se separará a una


determinada distancia que será función del tipo de terreno existente, de la profundidad
de las mismas, de la existencia de talud natural en las paredes de la zanja o de la
existencia de una entibación.

Dicha distancia se señalizará mediante conos, cintas, mallas de balizamiento, etc.

Se dispondrá de personal auxiliar que dirija a los conductores en las maniobras de


descarga de material (tierras o piedras) al objeto de evitar una aproximación peligrosa
al borde de los desniveles. En su ausencia, hay que instalar "topes de final de
recorrido".

Por otra parte, la obra lineal exige un desplazamiento continuo de vehículos y


trabajadores de un tajo a otro a través de accesos difíciles y escarpados que pueden
originar atropellos, colisiones, vuelcos, caídas a distinto nivel, polvo, ruido, etc.

Todos esos riesgos pueden deberse, en gran parte, a:


- Una planificación defectuosa del tráfico interno.
- Una señalización deficiente.
- Las interferencias con el tráfico externo.
- Unas pendientes muy acentuadas.
- Un exceso de velocidad.
- La falta de visibilidad.
- La realización de maniobras de marcha atrás.
- El mantenimiento inadecuado de las máquinas.
- La falta de mantenimiento de las vías de circulación.

Para minimizar las consecuencias de las deficiencias anteriores, será necesario;


1. Señalizar y balizar los recorridos, las salidas y entradas de vehículos y maquinaria,
así como los bordes estables de los taludes.
2. Limitar la velocidad acorde a la realidad del riesgo.
3. Asignar la presencia de un señalista encargado de regular la circulación en las
zonas de cruce y de paso frecuente.
4. Evitar la permanencia de trabajadores fuera del radio de acción de la máquina.
5. Conservar los trazados y controlar la presencia de polvo mediante riego y, si es
necesario, utilizar la luz de cruce.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 63


4.5. Consideraciones respecto al estudio geotécnico

La excavación en profundidad lleva aparejada la formación de paredes en el terreno


cuya estabilidad debe quedar asegurada. En este sentido, a la hora de decidir las
medidas preventivas que se han de adoptar es necesario considerar tanto las
características geotécnicas del terreno como la influencia de factores externos (lluvia,
sobrecargas derivadas de una circulación intensa en los alrededores o del acopio de los
materiales depositados al borde, etc.).

En función de la cohesión, la humedad y las presiones intersticiales del terreno, entre


otros aspectos, y con el fin de asegurarla estabilidad de los desmontes, se deben
determinar, según corresponda, tanto las condiciones de desagüe superficial y de
drenaje subterráneo como la inclinación, altura y protección de los taludes.

La existencia de diferentes clases de terreno condiciona la excavación. Por ejemplo, en


las excavaciones subterráneas con terrenos poco cohesivos deben extremarse las
medidas de estabilización y de sostenimiento.

Por ello, durante la fase previa a la redacción del proyecto de obra es preciso realizar
un estudio geotécnico mediante labores de reconocimiento del terreno (por ejemplo,
estudios de superficie y sondeos), dado que el sistema de ejecución que se adopte
dependerá de las características del mismo.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 64


5. INTERFERENCIAS ENTRE ACTIVIDADES

5.1. Actividades simultáneas o sucesivas

El operador de vehículos y de maquinaría de movimiento de tierras, al dirigirse a su


puesto de trabajo, puede encontrarse con actividades, como excavaciones en zanjas,
elevación y movimiento de cargas suspendidas (por ejemplo, el izado mediante grúas de
vigas para puentes), ejecución de cimientos y estructuras de hormigón o metálicas,
colocación de tuberías y otras muchas situaciones donde se pueden generar riesgos
graves.

Por todo ello, el operador de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras,


cuando realice un desplazamiento por la obra, deberá hacerlo de manera segura
transitando por las vías de circulación que a tal efecto se establezcan y alejándose lo
suficiente del radio de acción de las máquinas. Además, se puede encontrar en su zona
de trabajo con otros gremios que se encuentran también ejecutando otras unidades de
obra.

Durante el proceso de construcción de una obra existen determinadas actividades o


tareas que pueden ¡interferirse al desarrollarse de manera simultánea o sucesiva en una
misma zona de trabajo.

La ejecución de distintos trabajos en una misma zona de actuación deberá planificarse


con el fin de que los riesgos existentes no se vean agravados o modificados por la
concurrencia de operaciones diversas. Ello exige una eficaz labor de coordinación tanto
productiva como en el ámbito de la seguridad y salud.

EJEMPLO:
En el caso de excavar mediante una retroexcavadora una zanja destinada a alojar una
canalización subterránea que, a su vez, precisa ser entibada; para proteger a los
trabajadores que intervienen en la colocación de los conductos del posible desplome de
las paredes de dicha zanja, será preciso que estas operaciones se planifiquen de
manera que !a máquina trabaje fuera del área de actuación del personal que se
encuentre en el interior de la referida zanja y que los trabajos de entibación avancen por
delante de las tareas de colocación de tuberías.

En este sentido cabe señalar que los empresarios (contratistas y subcontratistas), así
como los trabajadores autónomos, están obligados a cooperar entre sí, conforme a lo
dispuesto en el artículo 24 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y en su norma
de desarrollo reglamentario (Real Decreto 171/2004, sobre coordinación de actividades
empresariales).

La coordinación de actividades empresariales exigida por la normativa mencionada


tiene por objeto evitar los riesgos derivados de las actividades que, de manera
simultánea o sucesiva, desarrollan las distintas empresas que se encuentran en un
mismo centro de trabajo.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 65


Para organizar de manera adecuada esta coordinación entre las distintas
actividades empresariales se debe, entre otras previsiones:
1. Identificar las interferencias que puedan darse entre los distintos trabajos y las
pruebas de funcionamiento que se precisa efectuar.
2. Determinar, previa consulta e información a los trabajadores, los métodos de trabajo
que se han de desarrollar y las medidas preventivas que se deben adoptar con el fin
de controlar los riesgos motivados por las interacciones entre actividades.
3. Definir la información y las instrucciones que han de recibir los trabajadores en
relación con los riesgos derivados de la coincidencia de actividades y que pueden
afectarles, así como sobre las correspondientes medidas de prevención, protección
y emergencia que se prevé implantar.
4. Exigir que los trabajadores estén cualificados e instruidos en el trabajo que se va a
desarrollar.

Asimismo, dichas empresas establecerán los medios de coordinación (intercambio de


información, protocolos, presencia de responsables y, en su caso, de recursos
preventivos, etc.) que consideren necesarios, teniendo en cuenta el grado de
peligrosidad de las actividades que se desarrollen, el número de trabajadores y la
duración de la concurrencia de las actividades desarrolladas.

En relación con el desarrollo de actividades simultáneas o sucesivas, se deben


considerar, entre otras, las siguientes medidas preventivas:
1. Evitar, en la medida de lo posible, que las distintas actividades se solapen.
2. Mantener la obra en buen estado de orden y limpieza. Para ello, cada gremio debe
eliminar, lo antes posible o al finalizar el trabajo o la jornada, los residuos que
generen en la zona en la que haya realizado su actividad.
3. No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de
seguridad existentes o que se instalen en los medios relacionados con su actividad
o en los lugares de trabajo en los que ésta tenga lugar.
EJEMPLO:
No deben anularse los elementos de protección colectiva, como barandillas o
barreras rígidas existentes en la coronación de taludes, bordes de zanjas, etc. En el
caso de que algún trabajo conlleve necesariamente su retirada, deberá preverse la
necesidad de adoptar otras medidas de prevención de segundad equivalente. Si ello
fuera preciso, una vez terminados los trabajos, se repondrán los elementos de
protección retirados.
4. Informar de inmediato al superior jerárquico directo o a los responsables de la obra
acerca de cualquier riesgo no previsto que se derive de la interferencia entre
actividades con el fin de que se adopten las medidas de prevención y de protección
adecuadas.

Del mismo modo que el operador de vehículos y de maquinaria de movimiento de


tierras puede poner en peligro a otros trabajadores durante la realización de sus tareas,
él también puede estar expuesto a los riesgos provocados por otras actividades que se
desarrollan en el mismo lugar de trabajo.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 66


A continuación se indican las fases de obra más habituales con las que coincide el
movimiento de tierras y la consiguiente utilización de vehículos, la relación de los
riesgos más significativos que aparecen en ellas, así como las correspondientes
medidas preventivas de aplicación general.

1. Cimentaciones y estructuras:
Es habitual que los operadores de vehículos y de maquinaria de movimiento de tierras
se encuentran trabajando en las proximidades de las zonas de actuación del personal
encargado de la puesta en obra de las armaduras y del vertido del hormigón (por
ejemplo, encofradores y ferrallistas) para la ejecución de cimentaciones (pilotes, muros
pantalla, encepados, zapatas, losas, etc.), así como de elementos estructurales (muros
de contención, pilares, vigas, etc.).

Los principales riesgos a los que están sometidos los operadores de vehículos y de
maquinaria de movimiento de tierras como consecuencia de la realización de estos
trabajos en cimentaciones y estructuras y las medidas preventivas de aplicación
general para la eliminación, el control o la reducción de los mismos son:

- Cortes, pinchazos y punzamientos con la ferralla: se evitará el paso por encima


de la ferralla. Si es necesario, se habilitarán pasarelas con una resistencia
adecuada y de una anchura no inferior a 60 cm. Asimismo, se colocarán setas de
protección en los extremos de los redondos que constituyen las esperas de la
armadura.
- Caída de objetos desde niveles superiores: se impedirá la realización de trabajos
en aquellas zonas en cuya vertical se realicen trabajos en niveles superiores y no se
hayan adoptado medidas de protección contra la caída de materiales, objetos y
partículas (generalmente, viseras).
- Caída de personas al mismo nivel debido al tránsito de ios trabajadores por
terreno irregular, frecuentemente embarrado por las precipitaciones (lluvia) o por la
presencia de agua subterránea, unido a la existencia de esperas de la ferralla y de
camillas de replanteo empleadas en la cimentación: se debe mantener la obra en
buen estado de orden y limpieza y retirar el material sobrante (restos de ferralla,
maderas, etc.). Es preciso, asimismo, acondicionar vías de paso de superficie
regular con el fin de facilitar la circulación de las personas.
- Caída de personas a distinto nivel: se organizarán los trabajos de tal manera que
las excavaciones de pozos o zanjas estén abiertas el menor tiempo posible.
Mientras las excavaciones permanezcan abiertas se mantendrán convenientemente
protegidas y señalizadas.
- Vuelco de máquinas y de vehículos debido a la existencia de excavaciones: se
alejará la circulación de los vehículos y de la maquinaria de los bordes de las
excavaciones, de forma que se mantenga una distancia de seguridad que
dependerá del tipo de terreno, de la pendiente de sus taludes y de su profundidad.
Se dispondré de personal auxiliar que dirija a los conductores en las maniobras de
descarga de material (por ejemplo, vertido directo de hormigón) al objeto de evitar
una aproximación peligrosa al borde de los desniveles. En su ausencia se instalarán
"topes de final de recorrido".
- Atropello por equipos de trabajo móviles debido a la concurrencia de
trabajadores y maquinaria pesada (por ejemplo, pilotadoras, pantalladoras,
homigoneras, etc.): entre otras medidas, se delimitará el área de trabajo de las

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 67


máquinas a fin de evitar, en la medida de lo posible, el acceso de trabajadores al
área de influencia de las mismas. Igualmente, los trabajadores deberán hacer uso
de prendas de alta visibilidad. Asimismo, se controlará que las máquinas dispongan
de señal luminosa y acústica de marcha atrás.
- Radiaciones durante la utilización de equipos de soldadura: se acotarán las
zonas en las que se ejecutan trabajos de soldadura ante la existencia del riesgo de
exposición a las radiaciones. Si se circula en las inmediaciones de las zonas en las
que se estén empleando equipos de soldadura, no se dirigirá la vista al arco
eléctrico, ya que pueden producirse daños en la retina.

2. Instalaciones:
Las tareas de movimiento de tierras pueden interferir también con los oficios
relacionados con la ejecución de las diferentes instalaciones que se precisa ejecutar,
como la red subterránea de saneamiento, la puesta a tierra de la obra y la instalación
eléctrica provisional de obra (por ejemplo, cuadros de obra a la intemperie, cableado
eléctrico tendido sobre el terreno, etc.). Los principales riesgos a los que pueden estar
sometidos los operadores de los vehículos y de la maquinaria de movimiento de tierras
en relación con las instalaciones que se llevan a cabo en el mismo lugar de trabajo y
las medidas preventivas correspondientes son:

- Contacto eléctrico: los elementos en tensión de las instalaciones estarán


protegidos por un doble aislamiento o por un sistema equivalente de protección
contra los contactos eléctricos. Los electricistas instalarán un sistema de corte por
dispositivo diferencial asociado a una toma de tierra para prevenir el contacto
eléctrico indirecto. Se procurará no situar los cables eléctricos sobre elementos
punzantes o cortantes o en zonas de tránsito de vehículos y máquinas. Las puertas
de los cuadros eléctricos deben mantenerse cerradas con llave. La instalación, el
mantenimiento y la reparación de los equipos eléctricos de la obra deberá realizarlos,
exclusivamente, personal especializado y autorizado.
- Quedar atrapado por el desprendimiento de tierras o por el desplome de
prefabricados (por ejemplo, en la ejecución de una galería subterránea destinada a
alojar diversas conducciones mediante la colocación de marcos prefabricados en el
interior de una zanja): no se realizarán trabajos en el interior de las excavaciones
mientras no se encuentren protegidas sus paredes frente al riesgo de
desprendimiento de tierras. El acopio de prefabricados se realizará de manera
estable y ordenada en las zonas habilitadas al efecto.
- Vuelco de máquinas y vehículo: se alejará la circulación de vehículos y de
maquinaria de los bordes de las excavaciones. Se revisarán diariamente los
elementos de protección colectiva y de señalización (entre otros, mallas de
balizamiento y topes de final de recorrido) al objeto de que se mantengan en buen
estado.
- Caída de personas al mismo y a distinto nivel: de igual manera que en las
excavaciones correspondientes a las cimentaciones, se organizarán los trabajos de
modo que las zanjas y los pozos destinados a alojar las canalizaciones subterráneas
estén abiertos el menor tiempo posible. Mientras las excavaciones permanezcan
abiertas estarán convenientemente protegidas y señalizadas. Asimismo, se
mantendrán el orden, la limpieza y una suficiente iluminación en las zonas de
trabajo.

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3. Elevación y transporte de cargas:
Normalmente, en la práctica totalidad de las obras existen equipos de trabajo
destinados a la elevación y el transporte de cargas (grúas torre, grúas móviles
autopropulsadas, manipuladoras telescópicas, etc.) con el fin de limitar el transporte
manual de cargas. Durante la realización de dicho transporte todos los trabajadores,
incluidos los operadores de los vehículos y de la maquinaria de movimiento de tierras,
están sometidos a diversos riesgos producidos por estos equipos. Los riesgos más
importantes y las medidas preventivas correspondientes son:

- Caída de objetos y materiales: el transporte de cargas no se realizará por encima de


los trabajadores. Se establecerán Itinerarios alternativos por los que se transportarán
las cargas y se organizará el trabajo de forma que no existan tajos en dicho recorrido.
- Golpes o atropellos con equipos de elevación móviles: se diferenciarán las vías de
circulación de las máquinas de las de los trabajadores. Además, dichas máquinas
deberán disponer de avisador acústico y luminoso de marcha atrás.

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5.2. Señalización y tránsito

En este apartado se abordan las medidas de prevención, protección y señalización que


se deben implantar cuando las actividades de construcción correspondientes al
mantenimiento, la modificación, el ensanche o el desdoblamiento de una vía de
circulación pública (calle, carretera, etc.) invadan de forma parcial o total dicha vía.

Las medidas preventivas y de señalización necesarias durante la realización de


trabajos en carreteras, autovías o autopistas tanto en las obras de conservación y de
mejora como en las de transformación o de ampliación tienen como objetivo
fundamental que el tránsito a través de ellas o en sus cercanías sea seguro, alterando
lo menos posible las condiciones normales de circulación y garantizando, a su vez,
unas condiciones de trabajo seguras.

Por lo tanto, se requiere que las señales y medidas que se utilicen adviertan de los
peligros y dirijan de forma segura tanto a los operadores de los vehículos y de la
maquinaria de movimiento de tierras y al resto de personal de la obra como a los
usuarios de la vía.

Ello requiere, entre otros requisitos, que la señalización sea instalada solamente en
aquellos lugares donde se justifique y durante el período de tiempo en el que se
ejecuten los trabajos.
Tienen que establecerse una serie de espacios en los cuales el personal de obra, los
operadores de los vehículos y de la maquinaria de movimiento de tierras y cualquier
persona ajena a la obra puedan percatarse de la existencia de obras en la zona por la
que están circulando.

Estos espacios pueden ser los siguientes:


- De advertencia: en esta zona se advierte a los usuarios de que se aproximan a un
tramo de la vía en el que se están realizando obras y que deben modificar la
conducción, disminuir la velocidad, prestar la máxima atención, etc.
- De transición: es la zona donde los usuarios de la vía deben abandonar las calzadas
o los tramos ocupados por las obras que se están realizando. Ello suele regularse
mediante desviaciones o angostamientos suaves, delimitados mediante elementos de
señalización y balizamiento.
- De trabajo: es la zona que está cerrada al personal ajeno a la obra y su tránsito
queda relegado a los trabajadores, a los equipos de trabajo, a los vehículos y a la
maquinaria para el movimiento de tierras.
- De tránsito: es la parte de la calzada, carretera, autovía, etc. a través de la cual es
conducido el tránsito de los diferentes vehículos.

Para cumplir integralmente su objetivo, toda señal de tránsito debe:

a) Ser la estrictamente necesaria.


b) Ser visible y llamar la atención.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 70


c) Ser legible y fácil de entender.
d) Dar tiempo suficiente al usuario para responder adecuadamente.
e) Ser creíble.

En el caso de las señales informativas, el mensaje no siempre se transmite a través de


una sola señal, sino mediante una secuencia de ellas, diseñadas y emplazadas para
ejercer su función de forma conjunta. Las señales informativas de carácter permanente
que se ubiquen dentro de una zona de trabajo y cuyo mensaje no tenga validez
mientras se desarrollen las obras deben ser retiradas o cubiertas, de tal manera que no
confundan a los usuarios de la vía.

Es conveniente que una señal informativa no contenga un texto de más de tres líneas.

Las señales informativas de carácter permanente que se ubiquen dentro de una zona
de trabajo y cuyo mensaje no tenga validez mientras se desarrollen las obras deben ser
retiradas o cubiertas, de tal manera que-no confundan a los usuarios de la vía.

Una correcta señalización debe cumplir unos requisitos mínimos de:

- Diseño: se tendrá en cuenta que el tamaño, la forma, los colores y las dimensiones
de los símbolos y de las letras estén en concordancia con lo que se quiere
señalizar.
- Emplazamiento: la señal debe ser instalada de tal manera que capte
oportunamente la atención de los usuarios y éstos dispongan del tiempo suficiente
para realizar las acciones correspondientes. Asimismo, se cuidará que en el lugar
de emplazamiento de las señales exista una adecuada visibilidad tanto durante el
día como por la noche.
- Conservación: toda señalización tiene una vida útil en función de los materiales
utilizados en su fabricación, de la acción de la intemperie, así como de la
permanencia de las condiciones que la justifican. La señalización debe mantenerse
limpia, legible, visible y en buen estado.
- Uniformidad: la señalización debe tratar siempre situaciones similares de la misma
manera.
- Justificación: en general, se recomienda utilizar un número razonable, dado que el
uso excesivo de las señales reduce su eficacia.

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6. DERECHOS Y OBLIGACIONES

6.1. Marco normativo general y específico

Las principales disposiciones legales que regulan el marco de la prevención de riesgos


laborales son las siguientes:
• Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales que
establece los principios, los derechos-obligaciones y los mecanismos por medio de
los cuales se implanta la prevención en la empresa y los sistemas de participación.
(B.O.E. nº 269, de 10 de Noviembre)
• En diciembre de 2003 entró en vigor la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de
reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales (B.O.E. nº
298, de 13 de diciembre). Uno de los aspectos más importantes para que la
Prevención de los Riesgos Laborales cumpla con sus objetivos es conseguir la
integración de la actividad preventiva en el sistema de gestión de la empresa. Es en
esa línea en la que se ha visto reforzada la Ley de Prevención con su modificación
por la Ley 54/2003.

• Reglamento de los Servicios de Prevención, aprobado por Real Decreto


39/1997 de 17 de enero, el cual desarrolla los instrumentos básicos de la Ley de
prevención, tanto a nivel organizativo (modalidades organizativas), como a nivel de
las técnicas básicas (planificación de la actuación y evaluación de los riesgos) que
son los pilares en los cuales se sustenta la prevención en la empresa. Asimismo, se
establecen mecanismos de control como la acreditación de entidades y auditoria de
los sistemas de prevención de las empresas.
• Real Decreto Legislativo 5/2000 de 4 de agosto, por el que se aprueba le texto
refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS),
dentro de la cual se recogen los distintos tipos de acciones u omisiones
consideradas como infracciones en materia de prevención de riesgos laborales y su
graduación, así como las sanciones que les corresponden.

REGLAMENTOS TÉCNICOS ESPECIFICOS DE PREVENCION DE RIESGOS


LABORALES

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales prevé un conjunto de Reglamentos


Técnicos específicos que desarrollen aspectos concretos relativos a la Seguridad y la
Salud en el trabajo. Estos Reglamentos recogen la obligación, señalada en el artículo
6.1.a de dicha Ley, de desarrollar normativamente los “requisitos mínimos que deben
reunir las condiciones de trabajo para la protección de la seguridad y la salud de los
trabajadores”.

Las principales reglamentaciones técnicas que derivan de la Ley de Prevención de


Riesgos Laborales son las que se relacionan a continuación:
- REAL DECRETO 39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención. BOE 31/01/1997

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- REAL DECRETO 488/1997, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud
relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
BOE 23/04/1997
- REAL DECRETO 487/1997 de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe
riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores. BOE 23/04/1997
- REAL DECRETO 486/1997, por el que se establecen las disposiciones mínimas de
seguridad y salud en los lugares de trabajo. BOE 23/04/1997
- REAL DECRETO 485/1997, sobre disposiciones mínimas en materia de
señalización de seguridad y salud en el trabajo. BOE 23/04/1997
- REAL DECRETO 665/1997 de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores
contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el
trabajo. BOE 24/05/1997
- REAL DECRETO 664/1997 de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores
contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el
trabajo. BOE 24/05/1997
- REAL DECRETO 773/1997 de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de
protección individual. BOE 12/06/1997
- REAL DECRETO 1215/1997, por el que se establecen las disposiciones mínimas
de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de
trabajo. BOE 07/08/1997
- Real Decreto 1216/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de pesca.
BOE 17/08/1997
- REAL DECRETO 1389/1997 de 5 de septiembre por el que se aprueban las
disposiciones mínimas destinadas a proteger la seguridad y la salud de los
trabajadores en las actividades mineras. BOE 07/10/1997
- REAL DECRETO 1627/1997, por el que se establecen disposiciones mínimas de
seguridad y de salud en las obras de construcción. BOE 25/10/1997
- ORDEN de 25 de marzo de 1998 por la que se adapta en función del progreso
técnico el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos
durante el trabajo. BOE 30/03/1998
- REAL DECRETO 216/1999, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en
el trabajo en el ámbito de las empresas de trabajo temporal. BOE 24/02/1999
- RESOLUCIÓN de 8 de abril de 1999, sobre delegación de facultades en materia de
seguridad y salud en las obras de construcción. BOE 16/04/1999
- REAL DECRETO 1124/2000, de 16 de junio, por el que se modifica el Real Decreto
665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. BOE
17/06/2000
- REAL DECRETO 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y
seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes
químicos durante el trabajo. BOE 01/05/2001

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 73


- CORRECCION DE ERRATAS del Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre
protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra riesgos de los agentes
químicos durante el trabajo. BOE 30/05/2001
- REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la
protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente a riesgos eléctricos.
BOE 21/06/2001
- CORRECCION DE ERRATAS del texto del Real Decreto 374/2001, de 6 de abril
sobre protección de la salud y seguridad de los trabajadores con riesgos de agentes
químicos durante el trabajo. BOE 22/06/2001
- REAL DECRETO 349/2003, de 21 de marzo, que modifica el Real Decreto
665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, y por el
que se amplía su ámbito de aplicación a los agentes mutágenos. 05/04/2003
- REAL DECRETO 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la
seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas
explosivas en el lugar de trabajo. BOE 18/06/2003
- REAL DECRETO 171/2004, de 30 de enero, sobre coordinación de actividades
empresariales, por el que se desarrolla el artículo 24 de la Ley 31/1995 de PRL.
BOE 31/01/2004
- REAL DECRETO 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se modifica el Real
Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos
de trabajo, en materia de trabajos temporales en altura. BOE 13/11/2004
- REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la
seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al
ruido. BOE 11/03/2006
- CORRECCIÓN de erratas del Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la
protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición al ruido. BOE 14/03/2006
- CORRECCIÓN de errores del Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la
protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición al ruido. BOE 24/03/2006
- REAL DECRETO 604/2006, de 19 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se
establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de
construcción. BOE 29/05/2006
- REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro
de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se
establecen criterios para su notificación y registro.
- LEY 32/2006 reguladora de la subcontratación en el Sector de la Construcción. BOE
19/10/2009.
- Real Decreto 1109/2007, de 24 de agosto, por el que se desarrolla la Ley 32/2006,
de 18 de octubre, reguladora de la subcontratación en el Sector de la Construcción.
- Real Decreto 2060/2008, de 12 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento
de equipos a presión y sus instrucciones técnicas complementarias.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 74


- Real Decreto 327/2009, de 13 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto
1109/2007, de 24 de agosto, por el que se desarrolla la Ley 32/2006, de 18 de
octubre, reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción.
- Real Decreto 330/2009, de 13 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto
1311/2005, de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la seguridad de los
trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición
a vibraciones mecánicas.

Entre las normas técnicas están, (junto con las normas oficiales, nacionales y
comunitarias):

- las normas UNE de AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación)

- las diferentes guías y criterios de evaluación de los riesgos laborales que elabora el Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene.

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6.2. Organización de la prevención

En relación a la Organización de la Prevención en las empresas, la Ley 31/1995, de 8


de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (BOE de 10 de noviembre de 1995)
y el Reglamento de los Servicios de Prevención aprobado por Real Decreto 39/1997 de
17 de enero (BOE de 31 de enero de 1997), contemplan las siguientes posibilidades:

En principio es el empresario el que debe optar por una de ellas. No obstante, este
derecho viene matizado por razón del volumen de la empresa o por la propia actividad y
sus riesgos que, de concurrir, limitan dicho derecho e imponen una forma determinada.
El empresario también podrá asumir estas tareas personalmente cuando se den las
siguientes circunstancias:
- Que desarrolle habitualmente su trabajo en la empresa.
- Que tenga capacidad suficiente.
- Que la empresa tenga menos de 6 trabajadores.

Las modalidades técnicas son:


1. Designación de uno o varios trabajadores:
- En número suficiente según necesidades.
- Capacidad suficiente.

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2. Servicio de prevención propio:
Tendrá que tener capacidad según lo visto, y concretamente, deberán tener, al
menos dos de las especialidades (Seguridad /Higiene industrial / Medicina de
empresa /Ergonomía y psicosociología aplicada)
Existe la posibilidad de formalizar un servicio de prevención mancomunado para
empresas del mismo sector, o que trabajen en un mismo centro, o con proximidad
geográfica (polígono industrial, edificio, etc.).

3. Servicio de prevención ajeno concertado:


Con entidad especializada que tenga capacidad según lo visto y esté acredita por la
Autoridad Laboral y Sanitaria en las especialidades técnicas de que se trate.

Los empresarios que opten por una modalidad preventiva propia (designación de
trabajadores o servicio propio), deberán someterse a auditorias externas periódicas
cada 4 años o a cada 2 en el caso de las empresas del Anexo I (construcción,
siderometalúrgica, etc.).

En cuanto a la capacidad legal de las distintas modalidades, se regulan en el RSP


como funciones, dividiéndose en básicas, de nivel intermedio y superior:

NIVEL BÁSICO:
- Promover los comportamientos seguros y correcta utilización de los equipos de
trabajo y Epis.
- Promover las actuaciones preventivas básicas.
- Realizar evaluaciones elementales de riesgos.
- Colaborar en la evaluación y control de riesgos.
- Actuar en caso de emergencia.
- Cooperar con los servicios de prevención.
La capacidad requerida es de formación mínima en la materia de 50 horas, si son
actividades incluidas en el anexo I del RSP y de 30 horas en los demás casos, o poseer
formación profesional o académica que capacite para estas funciones, o acreditar una
experiencia no inferior a 2 años en responsabilidades equivalentes.

NIVEL INTERMEDIO:
- Promover la prevención en la empresa.
- Realizar evaluaciones de riesgos no reservadas a nivel superior.
- Proponer medidas para el control y reducción de los riesgos.
- Informar y formar básicamente a los trabajadores.
- Vigilar las condiciones de trabajo que tengan asignadas.
- Participar en la planificación de la actividad preventiva.
- Colaborar con los servicios de prevención.
La capacidad viene determinada por una formación en la materia no inferior a 300
horas y con los contenidos y distribución del anexo V del RSP. Actualmente el nivel
intermedio es un módulo de FP II (enseñanza reglada), por lo que su número de horas
lectivas es muy superior al que marca el reglamento.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 77


NIVEL SUPERIOR:
- Las funciones vistas anteriormente.
- Evaluaciones de riesgos que necesite estrategia de medición o interpretación no
mecánica de criterios de evaluación.
- Formación e información a todos los niveles.
- Planificación de las acciones preventivas.
- Vigilancia y control de la salud de los trabajadores.

Es necesario contar con titulación universitaria adecuada y poseer una formación


mínima en la materia no inferior a 600 horas, con el programa y distribución del anexo
VI del Reglamento de los Servicios de Prevención.
En cualquier caso debe contarse con el instrumental e instalaciones técnicas
adecuadas.

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6.3. Fomento de la toma de conciencia sobre la importancia
de involucrarse en la prevención de riesgos laborales

El compromiso permanente y visible de la Dirección de la Empresa:

La Dirección de la empresa así como toda la línea de mando, deben ser conscientes de
la importancia de la prevención, y asumir un compromiso personal. Visible y
permanente de apoyar la adopción de cuantas medidas sean necesarias para prevenir
y eliminar posibles riesgos para la integridad y la salud de los trabajadores derivados de
su propia actividad laboral.

Fundamentos básicos de la prevención:

Los fundamentos básicos de la prevención, y en los cuales se reflejan los aspectos más
importantes que deben considerarse para alcanzar el objetivo de "0 accidentes" son:
▪ Todos los daños laborales se pueden prevenir y evitar.
▪ La prevención de los daños a la salud de los trabajadores es responsabilidad de
todos.
▪ La prevención de riesgos laborales debe prevalecer sobre cualquier otro tipo de
objetivos (producción, rapidez, etc).
▪ La seguridad en el trabajo es altamente rentable.

Metas y Objetivos de la Política Preventiva en la Empresa:

El objetivo final de todas las empresas en esta materia debe de ser el conseguir
alcanzar la meta de "0 accidentes", es decir el erradicar cualquier posible daño para la
integridad y la salud de los trabajadores. Todos los demás objetivos que se establezcan
forman parte de etapas intermedias necesarias para alcanzar ese objetivo final. Por ello
esos objetivos deben de orientarse a estimular conductas, planificar y orientar los
esfuerzos de mejora y evaluar los progresos logrados.

Organización Basada en la Participación de todos:

La organización de la política preventiva está basada en la existencia de órganos


internos especializados en los que participa todo el personal y facilita la implementación
(puesta en funcionamiento, aplicación de métodos y medidas, etc.) y el seguimiento de
los objetivos preventivos de la empresa, ya que permite:
• Incrementar la base de responsabilidad en la prevención de riesgos laborales, al
hacer partícipes a todos de su propia seguridad y de la de sus compañeros o
terceros.
• Subrayar que la prevención es, dentro de las funciones de la línea de mando, al
menos, tan importante, como cualquier otra.
• Dar fluidez y facilitar la comunicación ascendente y descendente.
• Proporcionar recursos (esfuerzo, dedicación y medios) para aplicar planes a
todos los niveles y lograr objetivos. La prevención es en primer lugar una
responsabilidad de la línea de mando.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 79


• La línea de mando, a sus diferentes niveles, es la que debe coordinar el
desarrollo práctico de los principios preventivos, impulsando acciones
encaminadas a:
• Promover el esfuerzo de toda la empresa para conseguir los objetivos
planteados en esta materia.
• Crear prácticas y procedimientos de trabajo seguros e irradicar las conductas y
pautas inseguras.
• Facilitar la comunicación bidireccional (de los mandos o encargados hacia el
resto del personal, y de esos hacia la dirección).

Organización de apoyo para la Prevención:

Aunque la responsabilidad de la prevención recae, en primer término, en la línea de


mando, para realizar esta actividad debe apoyarse en una organización especializada,
integrada por personal experto en temas preventivos que ejerza funciones de
coordinación y asesoramiento: El Servicio de Prevención o los Técnicos en Prevención.

Normas y procedimientos de Trabajo:

Las prácticas preventivas deben estar perfectamente documentadas y puestas al día a


través de normas, procedimientos e instrucciones de trabajo que garanticen la
uniformidad y reduzcan al mínimo los riesgos laborales. Toda la normativa preventiva,
en cuya elaboración habrá de participar el personal encargado de aplicarla, debería
cumplir los siguientes requisitos:
- Ser Razonable
- Ser Conocida
- Ser Consensuada
- Estar Escrita
- Ser Exigida

Observaciones preventivas realizadas por la línea de mando:

Las observaciones preventivas realizadas por la línea de mando sirven para conocer la
forma en que los trabajadores realizan sus tareas, proporcionando información muy
valiosa, para modificar hábitos, corregir actos inseguros y mejorar las condiciones de
trabajo, en prevención de accidentes, evitando los riesgos laborales, lesiones
corporales y daños materiales.

Comunicación efectiva en todos los sentidos:

La comunicación es un elemento fundamental en la prevención de riesgos laborales, ya


que facilita la trasmisión de información en todas las direcciones y entre todo el
personal de la organización y la línea de mando.

Funciones comunicativas del mando:

El mando se ejerce mediante un continuo ejercicio de comunicación. El modo en que


esta comunicación se ejerza condiciona el éxito de la gestión a realizar.
Las funciones comunicativas son:
Proponer a los colaboradores los objetivos del equipo, asegurarse que los
procedimientos de trabajo son los correctos y que se facilitan los medios necesarios.

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Informar periódicamente de cómo se van cumpliendo los objetivos del equipo. Para ello
tendrá que haber dialogo y crítica constructiva.
Tener en cuenta como persona al colaborador, para ello el mando tiene que desarrollar
su capacidad de escuchar.
Informar sobre como el equipo de colaboradores contribuye a los objetivos generales y
a la marcha de la empresa, involucrándolos en el proyecto de empresa, haciendo que
los colaboradores se sientan parte de la misma.

Formación y adiestramiento:

La formación y el entrenamiento continuo es un elemento esencial del sistema


preventivo en la empresa, en cuanto facilita el conocimiento de cómo deben ejecutarse
los procesos de trabajo y de qué modo pueden ser mejorados. Se debe aplicar a todos
los trabajadores sin excepción (personal experto, empleados nuevos, subcontratados,
mandos intermedios y mandos superiores).

Análisis de accidentes e incidentes:

De acuerdo con el principio de que todos los accidentes se pueden prevenir, el análisis
de los accidentes e incidentes laborales que se produzcan proporciona una información
muy importante para evitar su repetición. Este análisis debe ser inmediato, rápido,
exhaustivo y dirigido a determinar las causas que lo provocaron. Las recomendaciones
derivadas del mismo deben aplicarse de modo inmediato y se ha de comprobar su
eficacia mediante el correspondiente seguimiento.

Motivación progresiva:

La participación activa de todo el personal en la prevención de riesgos, a través de su


integración en la política preventiva de la empresa, ya sea mediante la participación en
comités o subcomités creados, o integrándolos en las actividades preventivas,
mediante solicitud de sugerencias (buzón de sugerencias, etc.), constituyen actos de
motivación que deben ir acompañados de otros, como su consideración en la
evaluación del desempeño de los trabajos, el reconocimiento de la labor bien hecha,
menciones especiales por hechos relevantes, etc.

Prevención Integrada:

La prevención integrada es una forma de organizar el trabajo de una forma segura, y


consiste en considerar que la prevención en el trabajo es un elemento más de la
actividad que debe ser gestionada, igual que la calidad, la producción, los costes y las
relaciones humanas.
Asimismo, supone que aunque las actividades preventivas sean distintas a los
diferentes niveles jerárquicos dentro de la empresa, todas ellas habrán de respetar el
principio de que la prevención de riesgos laborales habrá de ser tenida en cuenta en
cualquier actividad que realicen u ordenen y en todas las decisiones que adopten.
Igualmente, implica que los trabajadores deben velar por su propia seguridad y salud en
el trabajo y por la de aquellas personas a las que puede afectar su actividad profesional
y, además, deben cooperar con los mandos de la empresa para que puedan
garantizarse condiciones que no entrañen riesgos para su seguridad y salud.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 81


Análisis de los factores de riesgo:

El análisis de los factores de riesgo está basado en la elaboración de cuestionarios de


chequeo por personas expertas en prevención de riesgos laborales, que a su vez
tengan un conocimiento profundo de la máquina, equipo, instalación o proceso que se
pretende chequear.

El poder disponer, previamente a su elaboración, de documentación técnica así como


de reglamentación aplicable a la situación que se pretende chequear, tener
conocimiento sobre datos estadísticos de accidentalidad sobre el riesgo y tener la
posibilidad de consultar a expertos para profundizar en el conocimiento del tema, son
aspectos que garantizan su validez y eficacia como herramienta para la identificación
de un riesgo de accidente y su posterior control.
El cuestionario debe enumerar, describiéndolos, una relación de factores de riesgo que
definan la situación de riesgo y que es factible que se den o que se encuentren en la
máquina, instalación o proceso que se va a inspeccionar.

Los factores de riesgo pueden agruparse en cuatro grandes bloques:


AGENTES MATERIALES: Instalaciones, máquinas, herramientas y equipos, así como
los inherentes a los materiales y/o a las sustancias componentes de materias primas y
productos.
ENTORNO AMBIENTAL: Ambiente y lugar de trabajo: Agentes físicos (Iluminación,
ruido...), químicos, biológicos, espacio de trabajo (orden y limpieza...).
ORGANIZACIÓN: Organización del trabajo y gestión de la Prevención (formación,
métodos de trabajo...).
CARACTERÍSTICAS PERSONALES: De carácter individual: Aptitud y actitud del
trabajador para el control de la situación de riesgo.
Es importante que ante cada riesgo que se analice consideren todos los posibles
factores de riesgo que puedan estar implicados, aunque tengan diferente nivel de
incidencia.
El conocimiento individualizado de cada uno de los factores de riesgo que definen la
situación de riesgo y su tratamiento global nos habrán de permitir conocer el nivel de
riesgo existente, aunque sea orientativamente, y, consecuentemente, nos facilitarán la
implantación de las medidas preventivas pertinentes.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 82


6.4. Participación, información, consulta y propuestas

EL DERECHO DE LOS TRABAJADORES A LA PARTICIPACION

La participación de los trabajadores en todas las cuestiones relativas a la protección de


su salud en el trabajo es un derecho de ellos y a la vez una obligación del empresario
intrínseca a su deber de protección. (LPRL arts. 5.1.b y 18.2., LPRL art. 14.2., LPRL art.
31.2.)

En la LPRL se definen dos formas básicas de participación de los trabajadores/as: una


a través de los Delegados de prevención, y otra mediante los Comités de seguridad
y salud (LPRL arts. 33 y 34, LPRL art. 38).

Los DELEGADOS DE PREVENCIÓN son los representantes de los trabajadores con


funciones específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo (artículo 35.1
LPRL)

El numero y forma de designación de los Delegados de Prevención responde al


principio fundamental de que los mismos serán designados por y entre los
representantes del personal, en el ámbito de los órganos de representación previstos
en el TRET, la LORDP y la LOLS.

No obstante pueden ser Delegados de Prevención cualesquiera otros trabajadores de


la empresa si éstos son designados en los convenios colectivos, siempre que se
garantice que la facultad de designación corresponde a los representantes del personal
o a los propios trabajadores (art. 35.4 LPRL).

El COMITÉ DE SEGURIDAD Y SALUD es el órgano paritario y colegiado de


participación destinado a la consulta regular y periódica de las actuaciones de la
empresa en materia de prevención de riesgos.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales viene a reforzar el protagonismo social en


salud laboral y, especialmente, la participación de los trabajadores/as. Con ello se
reconoce que la prevención no es una cuestión exclusivamente técnica sobre la que los
no profesionales no pueden opinar, sino que forma parte integrante de la negociación
de las condiciones de trabajo.

El principio de participación se convierte, así, en una obligación del empresario


intrínseca a su deber de protección de los trabajadores/as frente a los riesgos laborales.
En el mismo sentido, se define el papel de los Servicios de Prevención en términos de
asesoramiento y asistencia técnica al «empresario, a los trabajadores y a sus
representantes y a los órganos de representación especializados». LPRL arts. 5.1.b y
18.2. LPRL art. 14.2. LPRL art. 31.2.

En la ley se definen dos formas básicas de participación de los trabajadores/as: una


autónoma, a través de los Delegados/as de Prevención, y otra colegiada mediante los
Comités de Seguridad y Salud. LPRL arts. 33 y 34. LPRL art. 38.

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 83


El sentido de la participación, sin embargo, depende del punto de vista que se adopte
respecto a qué es salud laboral, quiénes deben intervenir en el proceso de prevención y
qué papel ha de jugar cada cual. Estas son las premisas que permiten responder a la
cuestión:¿participar? ¿para qué?

▪ Participar es tener algo que decir: Si la prevención se entiende simplemente


como la aplicación de criterios técnicos o de normas reglamentarias, el papel de los
trabajadores/as se reducirá a contemplar cómo el experto aplica estos criterios,
cómo el empresario cumple las recomendaciones técnicas o cómo el inspector de
Trabajo hace cumplir la ley. Sólo serán espectadores de una función en la que los
protagonistas son otros. No aportan nada. Simplemente aprueban o desaprueban lo
que hacen los demás. Sin embargo, los trabajadores/as son los que más tienen que
decir sobre su salud y sus condiciones de trabajo

▪ Participar es poder disentir: Defender un punto de vista propio es lo que da


sentido a la participación sindical. El objetivo no puede ser otro que hacer visible la
propia experiencia de los trabajadores/as, su percepción subjetiva de bienestar o
malestar. Hacer patente que los problemas existen aunque no los contemplen las
leyes o no los puedan cuantificar los técnicos. Esta es la aportación sindical
genuina: conseguir que se tenga en cuenta la opinión de quienes sufren los riesgos,
de los que experimentan en sí mismos el éxito o fracaso de la prevención. Aunque
para ello se tenga que discrepar del criterio de los expertos, se tenga que ir más allá
de la ley o haya que oponerse a las alternativas del empresario.

▪ Participar es tomar parte en las decisiones: Estar informados de lo que otros


evalúan o inspeccionan es una condición necesaria, pero no es propiamente
participar. Ser encuestados para que otros analicen nuestros puntos de vista y
saquen sus conclusiones, tampoco lo es. Reducir la participación a aspectos
formales tiene también una escasa utilidad. Es necesario creerse la participación y
que se tomen en consideración las diferentes aportaciones en un plano de igualdad
y con una disposición favorable al acuerdo. La cultura jerárquica de la empresa y las
actitudes prepotentes de los técnicos dificultan objetivamente la participación.

▪ Participar es ya hacer prevención: El riesgo laboral es inadmisible porque es un


riesgo impuesto contra la voluntad del trabajador/a. Por contra, la construcción
colectiva de la salud laboral pasa por aumentar el control sobre las propias
condiciones de trabajo. Un primer paso es reconocerse como grupo y expresar
colectivamente la percepción individual de los problemas. Esto es ya una medida de
salud pero, además, es lo que hace posible un segundo paso: pasar de la expresión
colectiva a la acción colectiva. Aumentar la capacidad de los trabajadores/as para
controlar su propio trabajo y el apoyo mutuo ante condiciones adversas es el
verdadero sentido preventivo de la participación.

EL DERECHO DE LOS TRABAJADORES A LA INFORMACIÓN

El más inadmisible es el riesgo desconocido.

La información sobre los riesgos del propio trabajo es consustancial al derecho a la


salud. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que todo trabajador/a
debería ser informado de forma comprensible por el empresario sobre las siguientes

P.R.L. para operadores de Vehículos y maquinaria de movimiento de tierras 84


cuestiones:

▪ ¿Qué riesgos afectan a su puesto de trabajo y, en general, a la industria o sector


de actividad?, ¿cuáles son los daños a la salud que pueden producirse?, ¿a qué
niveles de riesgo está expuesto en su trabajo?

▪ ¿Cómo se pueden controlar dichos riesgos?

▪ ¿Qué planes y medidas de prevención lleva a cabo o tiene previstos el centro?

▪ ¿Cuáles son las principales disposiciones legislativas aplicables? ¿Qué cláusulas


de salud laboral se incluyen en el convenio colectivo?

▪ ¿Quiénes son las personas y servicios con funciones específicas en materia de


salud laboral? ¿Cómo acceder a ellos? ¿Cómo informar sobre los problemas de
salud laboral que pueda detectar en su trabajo?

▪ ¿Qué tipo de pruebas diagnósticas se proponen para la vigilancia de su salud?

▪ Cuáles son los resultados personales de dichas pruebas y qué significan?

Dicha información debe ser actualizada periódicamente cada vez que la situación lo
requiera y, especialmente, siempre que se introduzcan cambios en su puesto de trabajo
o en las tareas que tiene asignadas.

Los responsables empresariales tienen la obligación general de informar sobre todos


los aspectos relativos a la salud laboral. Para ello, debe asegurarse de que dispone de
la información pertinente.

El tamaño de la empresa o del centro de trabajo, el tipo o la duración del contrato o,


incluso, la inexistencia de representantes de los trabajadores/as no exime a los
empresarios de sus obligaciones de información.

Los derechos de información suelen ser especialmente vulnerados respecto de los


trabajadores/as no plenamente integrados desde el punto de vista del contrato y otras
condiciones de trabajo (subcontratada/os, especialmente si tienen contratos
temporales, autónomos, trabajadores/as a domicilio, etc.). La ausencia de una
adecuada información es uno de los elementos que les configura como colectivo de alto
riesgo. Cuando se recurre a trabajadores externos o se subcontratan trabajos, la
responsabilidad, en última instancia, de dar una información adecuada y suficiente al
alcance de todos los trabajadores/as corresponde al empresario principal.

Por ello, los representantes de los trabajadores deben intentar conseguir que la
empresa incluya en tales contrataciones una clara definición sobre cómo y quién va a
proporcionar información a los trabajadores sobre los riesgos laborales que les afectan
(LPRL, art. 28 y 24).

Sin información es imposible participar.

Los derechos de información son una condición esencial de participación. Sin ellos, la
participación no tiene sentido o, lo que es peor, corre el riesgo de degenerar en
manipulación.

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Para poder cumplir sus funciones, los Delegados/ as de Prevención deben tener acceso
a una información veraz y completa sobre todas las cuestiones relacionadas con la
salud y seguridad en el trabajo.

En general deben conocer los riesgos del conjunto del centro y los que afecten a cada
tarea o puesto de trabajo, así como las correspondientes medidas de prevención
aplicables.

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