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Diócesis de Málaga

PRIORIDADES PASTORALES
CURSO 2022-2023

Málaga, 8 de septiembre de 2022


Nihil obstat
Antonio Jesús Coronado Morón
Vicario General

PRIORIDADES PASTORALES
CURSO 2022-2023

Edita: Obispado de Málaga

Tfno: 952 22 43 86
Fax: 952 22 43 82

C/ Sta. María 18-20


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29071 Málaga

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C/ Sal Marina, 3. Pol. Ind. Alameda
29006 Málaga
Índice

INTRODUCCIÓN..................................................................................... 7

1. Insertos en el proceso sinodal.......................................................... 7


2. Diálogo sincero y participación de los fieles................................ 8
3. Detección de algunas sombras........................................................ 9
4. Evaluación de las prioridades pastorales del curso anterior...... 9
5. Selección de las prioridades para el próximo curso pastoral.... 10

PRIMERA PRIORIDAD
Caminar juntos después del Congreso.
Primer anuncio y acompañamiento...................................................... 13

6. Continuar haciendo una realidad el Congreso de laicos


«Pueblo de Dios en salida»............................................................. 13
7. Poner en acción los itinerarios........................................................ 14
8. Contexto sinodal................................................................................ 15
9. Conversión personal y comunitaria............................................... 16
10. Necesidad del primer anuncio........................................................ 17
11. Los laicos, protagonistas del primer anuncio.............................. 19
12. El acompañamiento en el proceso de fe........................................ 21
13. ¿Cómo acompañar?........................................................................... 22
1) ¿Qué es y qué no es acompañar?
2) ¿Por qué y para qué el acompañamiento?
3) Perfil del acompañante
14. Ser sal y luz......................................................................................... 24
15. Revisión de nuestra misión............................................................. 25
1) Reconocer
2) Interpretar
3) Elegir
16. Algunas acciones concretas para la primera prioridad.............. 26
a) Conocer
b) Celebrar
c) Vivir
4

SEGUNDA PRIORIDAD
Ser cristianos en el espacio público.
Renovación de la pastoral familiar....................................................... 29

17. Anunciar el Evangelio de la familia.............................................. 29


18. Una pastoral renovada de la vida conyugal................................. 30
1) Transversalidad
2) La sinodalidad
3) La continuidad
19. Acompañar a las familias................................................................. 32
20. Acompañamiento en la preparación al matrimonio................... 32
1) Preparar mejor al matrimonio y a la vida familiar
2) Dedicar tiempo
3) Llenar las lagunas pastorales
21. Un estilo «catecumenal» para la vida matrimonial.................... 35
22. Requisitos para ese «catecumenado»............................................ 36
1) Duración
2) Centralidad
3) Organización
4) Elementos
23. Fases del «catecumenado»............................................................... 37
En una perspectiva pastoral a largo plazo
el esquema sería el siguiente:
1) Fase pre-catecumenal.
2) Fase intermedia.
3) Fase catecumenal:
24. Acompañar a las familias en crisis................................................. 38
25. Modo de acompañamiento.............................................................. 39
1) ¿Quiénes acompañan?
2) ¿A quién se acompaña?
3) ¿Cómo se les acompaña?
26. Propuesta concreta de acompañamiento
a matrimonios en crisis.................................................................... 40
27. Discernir la situación concreta........................................................ 41
28. Caminar juntos en familia y con las familias.............................. 42
29. Integrar en la comunidad cristiana................................................ 44
30. La familia en la parroquia............................................................... 44
5

31. Acciones concretas para la segunda prioridad............................ 46


a) Conocer
b) Celebrar
c) Vivir

TERCERA PRIORIDAD PASTORAL


Parroquia: conversión, corresponsabilidad y misión........................ 53

32. Actualidad de la parroquia.............................................................. 53


33. Valor de la parroquia en el contexto contemporáneo................. 54
34. Dimensión eclesial de la parroquia............................................... 55
35. La parroquia, comunidad de fieles que celebran la fe............... 57
36. Superar la «parroquia de mantenimiento».................................. 58
37. Parroquia misionera.......................................................................... 59
38. Características de una parroquia misionera................................. 60
39. Objetivo fundamental: Anunciar a Jesucristo............................. 61
40. Cada cristiano debe asumir su compromiso bautismal............. 62
41. Parroquia corresponsable................................................................ 63
42. Peligros ante la corresponsabilidad............................................... 65
43. Órganos de corresponsabilidad en la parroquia......................... 66
1) Consejo pastoral parroquial
2) Consejo parroquial de economía
3) Asambleas parroquiales
4) Diversos ministerios
44. Propuestas para el ámbito parroquial........................................... 70
45. Algunas acciones concretas para la tercera prioridad................ 71
a) Conocer
b) Celebrar
c) Vivir

AGENDA PASTORAL 2022-2023......................................................... 73


7

INTRODUCCIÓN

1.- Insertos en el proceso sinodal

El papa Francisco nos invitó a implicarnos en el proceso


sinodal con motivo de la convocación de la Asamblea general
de Obispos, prevista para octubre de 2023 sobre el tema «Por
una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Este
camino sinodal se inició con una apertura solemne con el Santo
Padre que tuvo lugar los días 9 y 10 de octubre de 2021 en el
Vaticano, y el 17 de octubre en las Iglesias particulares.

Nuestra Diócesis se unió gozosamente a este proceso


durante todo el pasado curso pastoral, resultando una gracia de
Dios, un tiempo de bendición (kairós) y una oportunidad para
crecer en comunión.

Esta experiencia nos ha enriquecido y nos ha ayudado


a «caminar juntos» con mayor conciencia de ser Iglesia. Es un
estilo que debemos continuar viviendo, para ser más fieles a la
misión que el Señor nos confía.

Para vivir la sinodalidad se necesita de una espiritualidad,


que nos ayude a caminar junto a Cristo y a escuchar al Espíritu
Santo. La sinodalidad precisa el discernimiento y la apertura al
Espíritu para ver los signos de los tiempos y saber cómo aplicar
el Evangelio, al tiempo que precisa del diálogo mutuo.
8

No ha sido necesario crear nuevas estructuras para


el proceso sinodal, sino aprovechar las que ya teníamos:
arciprestazgos, consejos, grupos de trabajo (catequistas,
visitadores de enfermos, etc.).

2.- Diálogo sincero y participación de los fieles

Se ha insistido mucho en que todos formamos la Iglesia


de Cristo y en ella todos tenemos nuestra voz y nuestro
compromiso personal. La consulta realizada ha servido para
sentirnos libres a la hora de expresar cómo es nuestra adhesión
a la Iglesia y cuál es nuestra participación real en ella.

Los laicos han pedido mayor participación en la vida


eclesial; no sólo ser escuchados (cercanía, acompañamiento y
tiempo de escucha), sino ser agentes de la misión y ser atendidos
en aquello que legítimamente piden.

Hay una estima por el culto, especialmente, la Eucaristía;


pero echan de menos mayor preparación de las homilías y más
adaptación a la situación actual de la sociedad. Desean unas
celebraciones más vivas, exentas de rutina y pasividad.

Asimismo reconocen que necesitan más espiritualidad


y formación para poder asumir tareas en la Iglesia y vivir su
vocación laical en una sociedad muy secularizada, que necesita
el testimonio vivo de los creyentes.

Muchas de las propuestas son ya una realidad, aunque


no en todos los ámbitos y parroquias: consejos pastorales
y económicos, participación en decisiones diocesanas,
revitalización de los arciprestazgos, escuelas teológicas y otras
iniciativas diocesanas que no todos conocen.
9

3.- Detección de algunas sombras

En las aportaciones han aparecido también algunas


sombras. Entre ellas se encuentran: el silencio de temas
fundamentales de la vida moral; la conversión personal y
comunitaria; la poca práctica del sacramento de la Reconciliación;
la comprensión errónea de la llamada adaptación de la Iglesia
a la sociedad; la concepción de que los criterios de la sociedad
deben ser asumidos por la Iglesia.

Hay que reflexionar y discernir desde la luz del Evangelio


sobre cómo debe ser la adaptación a los tiempos modernos y qué
se entiende por modernidad. El cristiano no puede renunciar
al Evangelio, como criterio válido para cualquier reforma en la
Iglesia.

Ciertamente hay que escuchar a la sociedad, pero no


para seguir gregariamente sus criterios ni sus postulados, sino
para descubrir en ella la llamada que el Espíritu nos hace para
inculturar el Evangelio, sin perder su perenne novedad, como
han hecho los grandes santos reformadores de la Iglesia. Solo
así el sínodo podrá ser una poderosa luz que nos guíe en el
camino de la evangelización, que necesita nuestra sociedad tan
carente de referencias trascendentes, espirituales y morales.

4.- Evaluación de las prioridades pastorales del curso


anterior

Existe el parecer común de que fue muy positiva la


presentación simultánea de las Prioridades pastorales del
pasado curso en varios puntos de la Diócesis. De ese modo se
ha conseguido que la mayoría de los fieles pudieran conocer
mejor las Prioridades propuestas.
10

Respecto a la Primera Prioridad (Caminar unidos después


del Congreso. Primer anuncio y evangelización) se ha planteado
cómo tratar de vivir el primer anuncio en situaciones de
abandono religioso. En las distintas revisiones del pasado curso
pastoral se puso de manifiesto que las comunidades cristianas
han podido profundizar y trabajar poco esta prioridad, a pesar
de haber sido objeto de una jornada de formación.

En cuanto a la Segunda Prioridad (Ser cristianos en el


espacio público. Custodios de la belleza de la familia) se ha detectado
cierto desconocimiento de las herramientas y recursos que se
ofrecen en la Diócesis, particularmente a través de la Delegación
de Pastoral Familiar.

También se subrayaba que la Pastoral familiar no se debe


limitar a la preparación para el matrimonio, sino que hay que
plantear cómo recuperar la identidad cristiana en las nuevas
familias desde el testimonio y el ejemplo de la familia cristiana.

Según las evaluaciones de los distintos organismos


(arciprestes, consejos) se trabajó bastante la Tercera Prioridad
(Un camino sinodal), convirtiéndose en un auténtico kairós en
nuestra Diócesis, que ha potenciado todas las realidades de la
misma y ha supuesto una base necesaria para una pastoral más
concreta.

5.- Selección de las prioridades para el próximo curso


pastoral

En los diálogos mantenidos en las diversas reuniones y


encuentros de los distintos consejos y grupos se ha manifestado
de manera constante la necesidad de repetir en cierto modo las
prioridades del pasado curso, que no pudieron llevarse a cabo;
11

aunque naturalmente, deben ser abordadas desde matices y


perspectivas diversas.

Recordamos que el Congreso de Laicos Pueblo de Dios


en salida de 2020 propuso cuatro itinerarios: primer anuncio,
acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida
pública.

El primer anuncio lo hemos abordado con interés, pero


necesitamos profundizarlo más, para que forme parte de
nuestro estilo pastoral, al que con tanto ahínco nos invita el papa
Francisco. Junto al anuncio del Evangelio queremos comenzar
en este curso el acompañamiento, para ir adentrándonos en este
método tan necesario para la educación en la fe de los fieles.

El tema del testimonio en el espacio público lo hemos ido


desgranando en campos diversos en años anteriores: educación,
cultura, paz, diálogo ecuménico, trabajo, asociaciones... En el
presente curso, en continuidad con el anterior, lo volveremos
a tratar desde la realidad familiar, que tan denostada está en
nuestra sociedad, con la intención de renovar la pastoral familiar.

Y, finalmente, abordaremos la parroquia desde su misión


en la Iglesia y en la sociedad. La Congregación para el Clero
publicó en 2020 el documento La conversión pastoral de la
comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la
Iglesia, donde se nos exhorta a llevar a cabo una conversión
misionera en las parroquias, que deseamos llevar a cabo.
13

PRIMERA PRIORIDAD
Caminar juntos después del Congreso.
Primer anuncio y acompañamiento

6.- Continuar haciendo una realidad el Congreso de


laicos «Pueblo de Dios en salida»

En febrero de 2020 se celebraba el Congreso Nacional


de Laicos Pueblo de Dios en salida, del que emanaron cuatro
itinerarios pastorales para la Iglesia de España hoy, que ahora
recordamos:
1) Primer anuncio: manifestación explícita de la fe a
quienes no conocen a Cristo.
2) Acompañamiento: procesos de acogida de personas
que, en camino de búsqueda, desean vincularse más
fuertemente a la Iglesia.
3) Procesos formativos: progresiva identificación personal
con Cristo, que nos conduce a ir dando forma a toda
nuestra vida, configurándola con Él.
4) Presencia misionera en la vida pública: compromiso
de transformación evangélica de la realidad, dando
testimonio de fe ante quienes no conocen a Cristo.

Siendo fecundos los frutos de dicho Congreso, no


podemos obviar que la pandemia provocada por la Covid-19
produjo en nuestras Iglesias locales una desaceleración de todo
14

lo previsto tras este Congreso, provocando también que muchas


de las actividades tuvieran que ser paralizadas o suprimidas en
nuestras comunidades; también provocó una menor asistencia
de los fieles a la liturgia y menor colaboración en general.

Considerando la importancia de los itinerarios


presentados y la necesidad de ponerlos en acción, queremos
proseguir el camino emprendido en las prioridades del curso
pasado, con el deseo de que todos los bautizados seamos
auténticos «discípulos misioneros».

7.- Poner en acción los itinerarios

Los cuatro itinerarios son totalmente complementarios,


ya que, en su conjunto, son expresión del proceso natural de
vivencia de la fe; y, al mismo tiempo, cada uno de ellos nos
conduce al resto y existen múltiples conexiones entre ellos. De
ahí que priorizar cada uno no implicará dejar de lado los demás,
sino que todos estarán conectados1.

En nuestra diócesis de Málaga ya comenzamos el


curso pasado reflexionando y trabajando el primer anuncio
en una de las prioridades. Este curso, por la importancia del
mismo, y por la petición de los distintos consejos diocesanos
y de los responsables arciprestales sinodales, continuaremos
profundizando en el itinerario del primer anuncio, y añadiendo
algunas pistas sobre el segundo itinerario que nos propone el
Congreso de Laicos: el acompañamiento.

1 Cf. Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida (Celfv), Nuevos fru-
tos para un Pueblo de Dios en camino, 21-22.
15

8.- Contexto sinodal

El curso pasado toda la Iglesia, acogiendo la invitación


a la participación, comunión y misión que el papa Francisco nos
hizo, se puso a reflexionar en clave sinodal. Analizábamos la
presencia del cristiano en el mundo, quiénes eran nuestros
compañeros de camino, cómo anunciábamos el Evangelio a los
nuestros, cómo nos formábamos, de qué manera nos sentíamos
corresponsables.

En definitiva, seguir caminando juntos, como Iglesia


sinodal, sobre la base de los distintos itinerarios, ha de ser
nuestro estilo y nuestra guía. Salir de nuestras comunidades
para anunciar a Jesucristo, acompañar a los hombres y mujeres
de hoy, fortalecer nuestra fe y contribuir al bien común con
nuestro aliento.

Todo ello en clave de discernimiento2, abriéndonos al


Espíritu Santo en la doble escucha del Señor y de los deseos
y gemidos de nuestros contemporáneos y desde la comunión
del Pueblo de Dios, cada uno según su condición, pero con el
convencimiento de que hemos de seguir construyendo juntos el
camino presente3.

Caminamos hacia una Iglesia en salida4, que significa que la


Iglesia necesita una conversión no solo personal5, sino también

2 Cf. Conferencia Episcopal Española (Cee), Fieles al envío misionero Aproxima-


ción al contexto actual y marco eclesial; orientaciones pastorales y líneas de acción
para la Conferencia Episcopal Española (2021-2025), 38.
3 Cf. Celfv, Nuevos frutos..., 23.
4 Cf Papa Francisco, Evangelii Gaudium (EG). 20-24.
5 Unas palabras de Benedicto XVI en su discurso al Pontificio Consejo para los
Laicos (25.11. 2011) nos iluminan: «A veces nos hemos esforzado para que la
presencia de los cristianos en el ámbito social, en la política o en la economía
resultara más incisiva, y tal vez no nos hemos preocupado igualmente por
16

de las estructuras6. Tiene que salir de sí misma, pero no para ir


a buscar a gente para que vengan a la Iglesia; porque la Iglesia
no es el centro, sino Jesucristo; puesto que la Iglesia no crece
por proselitismo, sino por atracción. Nuestra misión es que las
personas conozcan a Jesucristo vivo y resucitado y tengan un
encuentro personal con Él, que transforme sus vidas y descubran
que les da sentido, y que les hace felices. En definitiva, se trata de
que estemos centrados en Cristo y bien unidos en su cuerpo, la
Iglesia, pero «des-centrados» de nosotros mismos para la misión.

9.- Conversión personal y comunitaria

El proceso sinodal implica una conversión personal y


comunitaria:
1) volver a nuestros orígenes, a las fuentes, a descubrir
a Jesucristo como el centro de nuestra vida. Por eso
es fundamental que tengamos un encuentro personal
con Cristo vivo y resucitado, y que lo tenga la gente,
porque sólo esto es lo que transforma a una persona y
a la Iglesia;
2) cambiar de mentalidad en todos los bautizados.
Tenemos que estar abiertos a la conversión, al cambio,
a abandonar la autocomplacencia, la comodidad, la
autorreferencialidad, el inmovilismo, que nos lleva a
seguir haciendo lo que siempre se ha hecho, porque
«siempre se ha hecho así»;

la solidez de su fe, como si fuera un dato adquirido una vez para siempre
(…) La primera respuesta al gran desafío de nuestro tiempo es la profunda
conversión de nuestro corazón, para que el bautismo que nos ha hecho luz
del mundo y sal de la tierra pueda realmente transformarnos».
6 Cf. Congregación para el Clero (Cl), La conversión pastoral de la comunidad
parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia, 2020. Cap. VI.
17

3) mayor celo apostólico, también en los sacerdotes, que


muchas veces se pueden dejar llevar de la apatía, el
desánimo, la desesperanza y se pueden convertir en
funcionarios del culto.
4) revitalizar de las estructuras sinodales, para que se
tenga en cuenta la voz del pueblo; de lo contrario,
estaremos realizando una pastoral sin sentido, y
dando respuesta a preguntas que nadie se hace.
Por eso es tan importante escuchar: ¿cuáles son las
necesidades y las expectativas espirituales de nuestro
pueblo? ¿Qué se espera de la Iglesia?
5) mayor valoración y responsabilidad de los fieles
laicos, evitando la concentración de la misma en los
pastores.
6) mayor aprecio de la vida consagrada y de los dones
carismáticos.

10.- Necesidad del primer anuncio

En la primera prioridad pastoral del curso pasado


desarrollamos suficientemente en qué consistía el primer
anuncio, quiénes eran sus destinatarios, los ámbitos en los que
se había de desarrollar y cómo tendría que asumir el laicado el
protagonismo de esta acción evangelizadora7.

Las pistas que aportamos en este curso son simplemente


recordatorios y complementos de lo ya dicho, ya que la
tarea principal del presente curso ha de ser el desarrollo y la
puesta en marcha de esta prioridad en nuestras comunidades
parroquiales, movimientos y asociaciones.

7 Cf. Diócesis de Málaga, Prioridades Pastorales 2021-2022, 15-30.


18

Hemos de volver a insistir y recordar que la Iglesia existe


para evangelizar8. Es su única razón de ser. No puede haber
auténtica evangelización sin la proclamación explícita de que
Jesús es el Señor y sin que exista un primado de la proclamación
de Jesucristo en cualquier actividad de evangelización9.

La evangelización ha de animar a que se pueda decir


plenamente: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en
mí» (Gal 2,20). Con estas palabras incisivas, el papa Francisco
exhorta a una revisión radical de la evangelización. Asimismo,
dice que el primer anuncio del Evangelio debe provocar también
un camino de formación y maduración. La evangelización
también busca el crecimiento, que lleva a cada persona a tomar
en serio el proyecto que Dios tiene sobre ella. Todo ser humano
necesita a Cristo10; son palabras llenas de significado que no
pueden dejarnos indiferentes.

La evangelización, es decir, el anuncio explícito de


Jesucristo muerto y resucitado, será fecunda en la medida en
que cada persona tome en serio el proyecto que el Señor tiene
para ella. Anunciar el Evangelio significa mostrar al hombre de
hoy su vocación fundamental: experimentar que «Dios te ama»11,
«Cristo te salva»12 y «Él vive»13, con la acción del Espíritu Santo,
que es quien «mantiene viva esa experiencia de salvación»14.

En un ambiente de secularización y pluralismo,


caracterizado por la indiferencia o el desconocimiento hacia

8 Cf. Papa Pablo VI, Evangeli nuntiandi (EN) 14.


9 Cf. EG 110.
10 Cf. EG 160.
11 Papa Francisco, Christus vivit (ChV), 112.
12 ChV, 118.
13 ChV, 124.
14 ChV, 130.
19

la persona de Jesús, la propuesta cristiana sigue siendo hoy


imprescindible para el hombre de hoy. Es un tesoro que los
creyentes hemos de compartir desde la experiencia de nuestro
testimonio personal y comunitario. Asimismo, podemos
ayudar a redescubrir la necesidad de hacernos presentes, tanto
a nivel personal como comunitario, en la vida de las personas
para escucharlas, acompañarlas en sus anhelos y necesidades y
anunciar el kerigma con lenguajes adecuados a las personas con
las que nos encontramos en el camino de la vida15.

11.- Los laicos, protagonistas del primer anuncio

El papa Francisco dirigió estas palabras a los participantes


en el Congreso de Laicos:

«Es la hora de ustedes, de hombres y mujeres


comprometidos en el mundo (…), que con su modo de vivir
sean capaces de llevar la novedad y la alegría del Evangelio
allá donde estén. Los animo a que vivan su propia vocación
inmersos en el mundo, escuchando, con Dios y con la Iglesia,
los latidos de sus contemporáneos, del pueblo (…). Por lo tanto,
no tengan miedo de patear las calles, de entrar en cada rincón
de la sociedad, de llegar hasta los límites de la ciudad, de tocar
las heridas de nuestra gente (…); esta es la Iglesia de Dios, que
se arremanga para salir al encuentro del otro, sin juzgarlo, sin
condenarlo, sino tendiéndole la mano, para sostenerlo, animarlo
o, simplemente, para acompañarlo en su vida. Que el mandato
del Señor resuene siempre en ustedes: «Vayan y prediquen el
Evangelio» (Mt 28, 19)».

El redescubrimiento del papel del primer anuncio o kerigma


pone de manifiesto un aspecto, entre otros, del sacerdocio común

15 Cf. Celfv, Nuevos frutos…, 37.


20

de los fieles recuperado del olvido por el Concilio Vaticano II16.


Cuando se afirma que el bautizado es  sacerdote, profeta y rey,
el primer anuncio es una forma de ejercer ese profetismo de la
Palabra siempre precedido y acompañado del mejor testimonio
de vida. El laicado debe ser protagonista del primer anuncio17.

En Evangelii gaudium el papa Francisco habla de los laicos


como: «evangelizadores con Espíritu», describiendo lo que les
caracteriza18: la vitalidad, el coraje, la determinación, la ternura,
el cariño que inocula el Espíritu, por un lado; y, al mismo tiempo,
son los que actúan como dique de contención, acompañando a
los suyos, para que el mundo de hoy sepa abandonarse a Él
en momentos de gran tribulación, tempestades y huracanes
interiores. Por ello afirma que ser «evangelizadores con Espíritu
quiere decir evangelizadores que se abren sin temor a la acción
del Espíritu Santo»19.

Igualmente advierte y señala con claridad que en la vida


evangelizadora no sirven ni las propuestas místicas sin un fuerte
compromiso social y misionero; ni discursos y praxis sociales o
pastorales sin momentos detenidos de adoración, de encuentro
orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, puesto
que las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos
por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga20. Como
recordaba el papa Pablo VI: «El hombre contemporáneo escucha
más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan (…)
o, si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio»21.

16 Cf. Lumen Gentium (LG), 31.


17 Cf. Celfv, El primer anuncio en cinco puntos.
18 Cf. EG 262-282.
19 EG 259.
20 Cf. EG 262.
21 Pablo VI, EN 41.
21

Para activar este primer anuncio necesitamos de un laicado


que, con las diversas formas de apostolado organizado, llegue
con garra evangelizadora a los ambientes cotidianos y ayude a
la tan necesaria transformación de la sociedad en la dirección
del Reino de Dios22.

12.- El acompañamiento en el proceso de fe

El anuncio del Evangelio quedaría sin fruto si la comunidad


cristiana no acompañara al destinatario en su proceso de fe.

La Iglesia, como madre, no solo engendra hijos adoptivos


de Dios, sino que los alimenta, los cuida, los dirige y los
acompaña: «La Iglesia no ha dejado nunca de cumplir la misión
que Cristo le ha encomendado, anunciando a los hombres
la salvación, incorporándolos a la participación de la vida
trinitaria23 en la comunidad que nace de ella, y enseñándoles a
vivir según el Evangelio24. En este sentido la Iniciación cristiana
es la expresión más significativa de la misión de la Iglesia y,
como se ha indicado ya, constituye la realización de su función
maternal, al engendrar a la vida a los hijos de Dios»25.

Nuestros obispos han remarcado últimamente la


importancia del acompañamiento: «El acompañamiento es
expresión del ser materno y fraterno de la Iglesia. Todos
podemos ser acompañantes y todos hemos de ser acompañados.
Acompañar es cuidar del otro»26.

22 Cf. X. Morlans, Primer anuncio, 5.


23 Cf. Concilio Vaticano II, LG 8.
24 Cf. EN 14.
25 Asamblea Plenaria de Obispos de la Conferencia Episcopal Española, La
iniciación cristiana. reflexiones y orientaciones, 13.
26 CEE, Fieles al envío misionero…, 53.
22

El papa Francisco lo describe muy bien en los siguientes


pasajes: «La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos
misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan,
que fructifican y festejan (…). La comunidad evangelizadora
experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado
en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse,
tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a
los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a
los excluidos. (…) Luego, la comunidad evangelizadora se
dispone a “acompañar”. Acompaña a la humanidad en todos
sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de
esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene
mucho de paciencia, y evita maltratar límites»27.

«La Iglesia tendrá que iniciar a sus hermanos —sacerdotes,


religiosos y laicos— en este “arte del acompañamiento”, para
que todos aprendan siempre a quitarse las sandalias ante la
tierra sagrada del otro (cf. Ex 3, 5). Tenemos que darle a nuestro
caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada
respetuosa y llena de compasión pero que al mismo tiempo
sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana»28.

Estos textos recogen la importancia y el protagonismo del


acompañamiento en nuestro contexto histórico, ya que pone en
acción la misión que ha recibido todo creyente: hacer presente
al Señor y anunciar su Reino.

13.- ¿Cómo acompañar?


1) ¿Qué es y qué no es acompañar? Acompañamiento no es
sinónimo de confesión, ni terapia psicológica; no es un

27 EG 24.
28 EG 169.
23

diálogo de amistad ni una bonita relación personal.


Tampoco una relación entre alguien que sabe y alguien
que no sabe29. El acompañamiento es, sobre todo, ayudar
a descubrir a Dios presente en cada persona y en toda
situación; ayudar a crecer; y lo realizamos en un tú a tú
y en comunidad30; y desde la comunidad con el Espíritu,
verdadero acompañante.
2) ¿Por qué y para qué el acompañamiento? Porque «en el ámbito
del servicio a la misión evangelizadora los discípulos
misioneros acompañan a los discípulos misioneros»31. Todo
esto lo vivimos en el mutuo acompañamiento cuando
salimos al encuentro del otro y nos dejamos encontrar,
ofreciéndonos el testimonio de nuestras búsquedas,
alegrías y dificultades. Y esto para «llevar más y más a Dios,
en quien podemos alcanzar la verdadera libertad»32.
3) Perfil del acompañante. Para ser auténticos acompañantes se
necesitan creyentes con autoridad, con una clara identidad
humana, una sólida pertenencia eclesial, una visible
cualidad espiritual, una vigorosa pasión educativa y una
profunda capacidad de discernimiento33. Que busquen la
unidad, sean servidores de la verdad, que estén animados
por el amor a Dios y a los demás, que se sientan llamados
a formarse para acompañar y vivir esta llamada como una
vocación y que, al mismo tiempo, se dejen acompañar.
Que sean conscientes de que cada persona tiene su propia

29 Seguimos en este punto la conferencia pronunciada por Covadonga Orejas


en el Congreso de Laicos de 2020 Vivir en modo acompañamiento.
30 Un modelo ejemplar de acompañamiento personal y en comunidad es san
Pablo. Ampliamente desarrollado en A. Crespo Hidalgo, Querido Timoteo…,
PPC, Madrid 2021, 35-50.
31 EG 173.
32 EG 170.
33 Cf. Documento de preparación al XV Sínodo de los obispos sobre los jóvenes,
la fe y el discernimiento vocacional.
24

historia, sus propios condicionantes familiares y sociales,


sus propias señas de identidad; y que sepan querer,
conocer, proponer y acompañar a cada uno respondiendo
a su realidad específica. Que se sepan mediadores, para
ponerlos en contacto con Dios y, luego, aprender a retirarse;
que generen vínculos fraternos, enseñando a mirar y a
escuchar a Jesús para empaparse de su forma de hacer y
de decir.

Agradecemos la iniciativa en nuestra diócesis de la


«Escuela de Acompañantes», que la Acción Católica General ha
puesto en marcha.

14.- Ser sal y luz

Somos invitados a ofrecer el acompañamiento personal y


comunitario; a formar comunidades que acogen y acompañan;
que priorizan a los últimos, que no se cansan de ayudar a
provocar el encuentro con Dios. Y esto se activa por contagio,
porque se nos nota alegría, serenidad, convicción, paz, aun en
medio de situaciones complicadas o difíciles. Acompañamos
con el Espíritu en comunidad y creatividad, siendo conscientes
de ser sal que da sabor y luz que ilumina vidas.

Así, también el papa Francisco nos recuerda en Fratelli


tutti: «He ahí un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra
vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida
aisladamente. […] Se necesita una comunidad que nos sostenga,
que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar
hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos se
corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay;
los sueños se construyen juntos»34 .

34 Papa Francisco, FT 8.
25

Por lo tanto, todos estamos invitados a esta tarea. Nosotros,


como miembros de la Iglesia, no podemos auto-recluirnos en
nuestras parroquias o comunidades. El Señor nos pide salir sin
miedo e invitar a todos cuantos nos encontremos a compartir
el tesoro de la fe que tenemos en nuestras vasijas de barro. El
fruto es suyo, ciertamente, pero la tarea y la responsabilidad es
nuestra. Salgamos juntos a los caminos35.

15.- Revisión de nuestra misión

1) Reconocer
– Respecto del itinerario del primer anuncio: ¿Está mi vida
orientada a anunciar a Jesucristo? ¿En qué medida
nuestras comunidades y nuestras estructuras están
impregnadas de la cultura del primer anuncio? ¿Cómo
anunciamos a Jesucristo en nuestras parroquias,
asociaciones y movimientos?
– Respecto de las relaciones entre primer anuncio y los
demás itinerarios: ¿Cómo acompañamos y nos sentimos
acompañados en nuestra responsabilidad de anunciar el
kerigma? ¿Cómo nos formamos para asumir esta tarea?
¿Cómo integramos el primer anuncio desde nuestra
presencia en la vida pública?

2) Interpretar: ¿Qué llamadas experimentamos en nuestra realidad


–personal y comunitaria– a la luz del mandato de anunciar a
Jesucristo?

35 Cf. Celfv, Nuevos frutos…, 42.


26

3) Elegir: ¿Qué pasos concretos nos comprometemos a dar, tanto


personal como comunitariamente, para avanzar hacia una
comunidad que anuncia a Jesucristo?

16.- Algunas acciones concretas para la primera prioridad

a) Conocer
1. Relectura en los Consejos de Pastoral Parroquial y/o en
reuniones de formación desde la perspectiva de primer
anuncio y de la renovación pastoral en clave sinodal de:
– Papa Francisco, Evangelii gaudium.
– Congregación para el Clero, La conversión pastoral
de la comunidad parroquial al servicio de la misión
evangelizadora de la Iglesia.
– Papa Francisco, Fratelli tutti.
– Comisión de Laicos, Familia y Vida de la CEE, Nuevos
frutos para un Pueblo de Dios en camino.
2. Formación de catequistas desde el nuevo Directorio para la
Catequesis (2020).
3. Dar a conocer iniciativas y experiencias eclesiales de primer
anuncio, que puedan ser válidas para nuestras comunidades
y nuestra Diócesis. Unido a la luz de las experiencias
diocesanas del curso 2021-2022, en el trabajo de la fase
sinodal y las propuestas –arciprestales y parroquiales- que
han surgido del mismo.
4. Participar en la Jornada de formación para los fieles laicos
(14 de enero de 2023).
27

b) Celebrar
5. Presentar las Prioridades Pastorales 2022-2023 a los
Consejos pastorales parroquiales y a los distintos agentes
de pastoral, para que sean conocidos por todos los fieles.
Sabiendo que nuestras comunidades –parroquias y laicos-
sólo podrán ser agentes activos de la evangelización en
la medida que conozcan y caminemos juntos. Resaltando
la necesidad de la implicación del párroco, como eslabón
que une a toda la Iglesia diocesana. (La presentación de las
Prioridades Pastorales del presente curso en las distintas
zonas de la Diócesis tendrá lugar el día 24 de septiembre de
2022 –Málaga– y 1 de octubre –Melilla–).
6. Participar en el Encuentro de Apostolado Seglar (28 de mayo
de 2023), que manifieste nuestro deseo de caminar unidos
en la misión evangelizadora.
7. Promover ámbitos y ocasiones de oración comunitaria en
nuestras comunidades, que propicien el encuentro íntimo
con el Señor. Participar en el retiro de cuaresma para los
fieles laicos (4 de marzo de 2023) y/o en las diversas tandas
de ejercicios espirituales promovidos por Acción Católica
(marzo y abril de 2023).
8. Organizar a lo largo del curso algunas convivencias con las
familias de la catequesis parroquial, en las que se ofrezca a
los adultos un espacio para acoger el Evangelio.
9. Celebrar la fiesta de la parroquia entorno al domingo del
Buen Pastor.
10. Participar en el Curso básico de acompañantes (7-9
octubre 2022) y/o en las distintas sesiones de la Escuela de
acompañantes (Acción Católica).
28

c) Vivir
11.
Realizar un esfuerzo de creatividad en nuestras
comunidades para poder ofrecer, junto al mejor testimonio
de amor y caridad efectiva, propuestas específicas de
primer anuncio dirigidas a los lejanos y a los alejados.
Los destinatarios de nuestra invitación podrían ser los
padres de los niños de catequesis, los cofrades, los miembros
de movimientos eclesiales, los adultos que vienen a pedir
la catequesis de confirmación, los destinatarios de nuestra
acción socio-caritativa, los vecinos. Igualmente se podría
ir introduciendo este planteamiento en las catequesis
prebautismales y, dependiendo de las circunstancias, en los
cursos de preparación al matrimonio y a la vida familiar.
12. Acoger a las personas que solicitan la catequesis o algún
sacramento, especialmente quienes se acercan por primera
vez a la parroquia, que vienen de otros lugares o comparten
alguna celebración litúrgica especial o algún momento de
la vida de la comunidad.
13. Concienciar a los agentes de pastoral, que ya están
desempeñando en la parroquia tareas diversas, de la
necesidad de reubicar el anuncio del kerigma en el centro y
como base de toda acción pastoral.
14. Necesidad de formar personas y equipos responsables del
primer anuncio.
15. Continuar evaluando el modo en que llevamos adelante
los itinerarios formativos ordinarios, sabiendo incluir en
ellos las líneas transversales necesarias en cada edad y
circunstancia, y teniendo en cuenta la acogida del itinerario
de primer anuncio.
29

SEGUNDA PRIORIDAD
Ser cristianos en el espacio público
Renovación de la pastoral familiar

17.- Anunciar el Evangelio de la familia

En continuidad con la segunda prioridad del curso


pasado: «Ser cristianos en el espacio público: custodios de la
belleza de la familia», consideramos que la familia, de nuevo, ha
de ser una de las prioridades de nuestra misión evangelizadora.

En el documento Nuevos frutos para un pueblo de Dios en


camino ofrece la Comisión episcopal para los Laicos, Familia y
Vida de la Conferencia Episcopal un camino para dinamizar
una conversión pastoral y misionera en el laicado. Se intenta
con ello concretar un modo de desarrollar los cuatro itinerarios
del Congreso de Laicos y la experiencia de la fase diocesana del
Sínodo.

Asimismo, se propone profundizar durante un bienio en


el primero de ellos: el Primer Anuncio. Teniendo esto presente,
no podemos olvidar que en muchas ocasiones el primer anuncio
comienza cuando acuden las personas a la Iglesia para solicitar
un sacramento, frecuentemente el matrimonio, o el bautismo
de los hijos.

De ahí la importancia de la acogida de la comunidad


parroquial y la coordinación con las distintas realidades
30

pastorales para hacer del «anuncio cristiano relativo a la familia


verdaderamente una buena noticia»36. Este anuncio, que es a la
vez una invitación o llamada, debe hacerse realidad cada día
de forma nueva, especialmente con los jóvenes, presentándoles
la belleza y la abundancia de gracia que encierra el sacramento
del matrimonio y la vida familiar. Ser custodios de esta buena
noticia es, por tanto, un don y una tarea, que supera un curso
pastoral y se hace permanente.

Desde este planteamiento se propone para este curso


continuar con una renovación de la pastoral de la vida conyugal,
que irá fundada en el acompañar y caminar juntos. Recordemos
que «acompañar» es otro de los itinerarios emanados del
Congreso de Laicos, y que la experiencia de la fase diocesana
del Sínodo nos ha señalado la sinodalidad, es decir, caminar
unidos, como la forma en que hemos de acometer nuestros
proyectos pastorales.

18.- Una pastoral renovada de la vida conyugal

Las recientes orientaciones del Dicasterio para los Laicos,


la Familia y la Vida quieren impulsar una renovación de la
pastoral de la vida conyugal. Esta pastoral renovada de la
vida conyugal y, por tanto, de la familia, parte de tres «notas»
específicas: transversalidad, sinodalidad y continuidad37.

1) Transversalidad significa que la pastoral de la vida


conyugal no se limita al ámbito restringido de
la «preparación al matrimonio», dejando ya por

36 Al 1.
37 Cf. Dicasterio para los laicos, la familia y la vida (Dicasterio-Lfv), Iti-
nerarios catecumenales para la vida matrimonial. Orientaciones pastorales para las
iglesias particulares (15.06.2022), 12-14.
31

obsoletos los «cursillos prematrimoniales». La


transversalidad «atraviesa» muchos otros ámbitos
pastorales y se tiene siempre presente en ellos. De
este modo, es posible que, entre todos, mejoremos
nuestro acompañamiento a quienes se preparan para
el matrimonio y a las familias de nuestra diócesis. Con
ello, haremos más patente una perspectiva vocacional,
que unifica y da coherencia al camino de fe y de vida
de las personas.

2) La sinodalidad define el modo de ser y de trabajar


en la Iglesia. La pastoral de la vida conyugal debe
vivirse con estilo sinodal, realizando la comunión
en el caminar juntos, en la coordinación de todos los
ámbitos pastorales y en la activa participación de
todos sus miembros en su misión evangelizadora38.
Esto debe ser asumido corresponsablemente por
todos en la Iglesia y debe abarcar todos los ámbitos
pastorales.

3) La continuidad, que apunta hacia un acompañamiento


«prolongado en el tiempo» –incluso se podría
decir «permanente»– a la vida conyugal. Esto nos
permite establecer itinerarios pedagógicos que,
en las distintas etapas del crecimiento –humano y
de la fe–, acompañen a los niños y a los jóvenes al
descubrimiento gradual de su vocación: ya sea al
matrimonio, al sacerdocio o a la vida religiosa39.

38 Cf. Comisión Teológica Internacional (Cti), La sinodalidad en la vida y la


misión de la Iglesia, 2.03.2018, 6.
39 Cf. AL 206.
32

Estas notas nos permitirán centrarnos durante este año


en mejorar nuestro acompañamiento y nuestro caminar juntos
como Iglesia.

19.- Acompañar a las familias

Al acompañar mostramos el ser materno y fraterno de la


Iglesia. Todos podemos ser acompañantes y todos hemos de ser
acompañados. Acompañar es cuidar del otro. Al mismo tiempo, el
hecho de abrirnos al acompañamiento provoca en nosotros un
encuentro personal con Cristo, que se nos revela en la persona
acompañada, a través de la cual nos llama, nos interpela, nos
ilumina40.

Por eso, acompañar es aprender a caminar juntos. Como


nos señala el Papa, se trata de caminar junto al otro como hizo
Jesús, con verdad, paciencia y misericordia, sabiendo que él
«nos acompaña hoy en nuestro interés por vivir y transmitir
el Evangelio de la familia»41. «Dios ha gestado un camino para
unirse a cada uno» de nosotros42. Acompañemos a cada miembro
de la familia para que sepa dar respuesta a su vocación al amor.

20.- Acompañamiento en la preparación al matrimonio

Este acompañamiento conlleva tres retos: preparar,


dedicar, llenar.

40 Cf. CEE, Fieles al envío misionero…, 53.


41 AL 60.
42 Cf. EG 113.
33

1) Preparar mejor al matrimonio y a la vida familiar

Desde el inicio de su pontificado en la diócesis de Málaga


(2009) nuestro Obispo nos ha animado a renovar la pastoral
familiar, sobre todo la preparación al matrimonio. En el curso
pastoral 2013-2014 propuso como prioridad iniciar la renovación
de la pastoral familiar, continuando esta reflexión en los años
sucesivos hasta 2017-2018.

El Santo Padre Francisco ha expresado en reiteradas


veces su preocupación por una mejor preparación para el
matrimonio, insistiendo en la necesidad de un itinerario
relativamente amplio, inspirado en el catecumenado bautismal,
que les permita vivir más conscientemente el sacramento del
matrimonio, a partir de una experiencia de fe y de un encuentro
con Jesús43. Esta tarea pastoral se lleva aplicando en nuestra
Diócesis desde hace tiempo, aunque no en todas las parroquias.

La Iglesia es experta en acompañar a los jóvenes en su


respuesta a la vocación al amor. Por ello, es consciente de que
el sacramento del matrimonio exige un especial cuidado en su
preparación, a través del acompañamiento responsable de la
comunidad y de unas catequesis suficientemente prolongadas,
en las que se tenga en cuenta la situación personal y de fe de los
novios44. Todo ello, puede ayudar a preservar de los traumas de
la separación y a que no pierdan nunca la fe en el amor.

43 Cf. Papa Francisco, Discurso con ocasión de la inauguración del Año judicial del
Tribunal de la Rota Romana (21.01.2017); cf. también Discurso con ocasión de la
inauguración del Año judicial del Tribunal de la Rota Romana, (29.01.2018); AL
205-211).
44 Cf. AL 205-216.
34

2) Dedicar tiempo

«Dedicar tiempo es una señal de amor». El Papa nos


señala que «la Iglesia dedica mucho tiempo, varios años, a la
preparación de los candidatos al sacerdocio o a la vida religiosa,
pero dedica poco tiempo, solo unas semanas o un fin de semana,
a los que se preparan para el matrimonio». Consciente de que los
matrimonios constituyen la gran mayoría de los fieles; que son
pilares en las parroquias, grupos de voluntarios, asociaciones y
movimientos; verdaderos «guardianes de la vida», y de donde
nacen las vocaciones, es un deber de justicia para la Iglesia
madre dedicar tiempo y energías a preparar a quienes el Señor
llama a una misión tan grande como la familia45.

3) Llenar las lagunas pastorales

En muchas ocasiones, constatamos en nuestras parroquias


que hay largos períodos de «abandono pastoral» de ciertas fases
de la vida de las personas y de las familias, que lamentablemente
provocan el alejamiento de la comunidad y, a menudo, también
de la fe: pensemos, por ejemplo, en los padres después de las
catequesis prebautismales o en los niños después de la primera
comunión.

Es tarea nuestra colmar estas «lagunas pastorales»


con itinerarios vocacionales específicos como continuación
de la formación catequética de base y de otros itinerarios
de acompañamiento, para que los padres puedan seguir el
crecimiento espiritual de sus hijos durante la infancia y la
adolescencia y se sientan apoyados por una comunidad con la
que puedan compartir sus reflexiones y experiencias; y la pastoral
de la familia y de los jóvenes deben ir unidas46.

45 Papa Francisco, Prefacio (cf. Dicasterio-LFV, Itinerarios catecumenales…).


46 Cf. Francisco, Discurso en el encuentro con los fieles durante la visita a Loreto
(25.03.2019).
35

Para realizar estos tres retos proponemos una especie de


«catecumenado» para la vida matrimonial.

21.- Un estilo «catecumenal» para la vida matrimonial

El papa Juan Pablo II recomendaba una preparación


de los jóvenes al matrimonio y a la vida familiar análoga
al catecumenado47. El papa Francisco nos ha aconsejado
la necesidad de un nuevo catecumenado en preparación al
matrimonio, como un antídoto para evitar la proliferación
de celebraciones matrimoniales nulas o inconsistentes48; este
proceso debería incluir las etapas del camino sacramental, los
tiempos de la preparación al matrimonio, la celebración y los
años inmediatamente sucesivos49.

El catecumenado matrimonial no pretende ser una mera


instrucción, ni transmitir una doctrina. Pretende hacer resonar
entre los cónyuges el misterio de la gracia sacramental, que les
corresponde en virtud del sacramento: hacer que la presencia
de Cristo viva con ellos y entre ellos50. Es necesario recorrer con
ellos el camino que los lleva a tener un encuentro con Cristo
y a hacer un auténtico discernimiento de la propia vocación
nupcial51.

El documento del Dicasterio para los Laicos, la Familia y


la Vida sobre los Itinerarios son una herramienta pastoral para

47 Cf. Familiaris consortio, 66.


48 Cf. Francisco, Discurso a la Rota Romana, 21.01.2017.
49 Cf. Francisco, Discurso a los participantes en un curso sobre el proceso matrimo-
nial, 25.02.2017.
50 Cf. FC 51: «Dios que ha llamado a los esposos al matrimonio, continúa a lla-
marlos en el matrimonio».
51 Cf. AL 207; 211.
36

dar respuesta a la necesidad de un nuevo catecumenado en la


preparación al matrimonio.

Nuestra Diócesis debe repensar el itinerario de


preparación al matrimonio inspirándonos en el catecumenado
prebautismal.

22.- Requisitos para ese «catecumenado»

Para su elaboración se tendrán en cuenta ciertos aspectos:


1) Duración: el tiempo suficiente para que los interesados
puedan reflexionar y madurar.
2) Centralidad: en la fe y el encuentro con Cristo, partiendo
de la experiencia concreta del amor humano.
3) Organización: por etapas, marcadas por ritos de paso
celebrados en la comunidad.
4) Elementos: debe incluir formación, reflexión, diálogo,
confrontación, liturgia, comunidad, oración y fiesta.

El papa Francisco pone el fin de la evangelización de


las familias en hacer que los esposos sean protagonistas de su
familia52. Nuestro acompañamiento debe tomar la iniciativa de
la misma vida de las familias, acompañando a cada persona en
el descubrimiento de su propia vocación. Esto permite entender
la división según los tiempos propios de la familia que propuso
la Familiaris consortio53: preparación al matrimonio (remota,
próxima e inmediata), celebración y pastoral postmatrimonial.

52 Cf. AL 218.
53 Cf. N. 66-69.
37

23.- Fases del «catecumenado»

En una perspectiva pastoral a largo plazo el esquema


sería el siguiente:
1) Fase pre-catecumenal: coincidiría prácticamente con el
largo tiempo de «preparación remota» al matrimonio
que comienza en la infancia. Por ello, se hace necesaria
la estrecha colaboración con la Delegación de Infancia
y Juventud.
2) Fase intermedia (algunas semanas): en la que tiene lugar
la acogida de los candidatos, que podría terminar con
un rito de entrada en el catecumenado matrimonial.
3) Fase catecumenal:
– Primera etapa: preparación próxima (aproximada-
mente un año).
– Rito del compromiso (al final de la preparación
próxima).
– Breve retiro de entrada a la preparación inmediata.
– Segunda etapa: preparación inmediata (varios meses).
– Breve retiro de preparación para la boda (unos
días antes de la celebración).
– Tercera etapa: primeros años de vida matrimonial
(2-3 años).
38

24. Acompañar a las familias en crisis

El título del capítulo VIII de Amoris laetitia–Acompañar,


discernir e integrar la fragilidad- nos señala el proceso por el que
debemos atender y cuidar a quienes son más frágiles, marcados
por el amor herido y extraviado, dándoles de nuevo confianza
y esperanza.

En la historia de todo matrimonio puede haber momentos


en los que la comunión conyugal disminuye y los cónyuges se
encuentran con periodos, a veces largos, de sufrimiento, fatiga
e incomprensión, pasando por verdaderas «crisis» conyugales.
Si estas fases se superan pueden ayudar a los cónyuges a ser
felices de una manera nueva, a partir de las posibilidades que
abre una nueva etapa, haciendo que madure aún más «el vino
de la unión»54.

Para evitar que la situación de crisis se agrave hasta


convertirse en irremediable, es aconsejable que la parroquia o
la comunidad disponga de un servicio pastoral de acompañamiento
de los matrimonios en crisis. Prevenir las rupturas es un factor
decisivo hoy en día para evitar las separaciones, que pueden
deteriorar y dañar irremediablemente el vínculo matrimonial.

La luz de Cristo inspira a la Iglesia el cuidado pastoral,


desde un adecuado discernimiento, de quienes viven su relación
de modo imperfecto (matrimonio civil, divorciados vueltos a
casar)55. La parroquia puede ofrecer la principal contribución
en este campo56.

54 AL 232.
55 Cf. AL 78.
56 Cf. AL 202.
39

25.- Modo de acompañamiento


1) ¿Quiénes acompañan? Conviene que – además del
sacerdote– sean los cónyuges, especialmente los que
han vivido una crisis después de haberla superado,
los que se conviertan en «acompañantes» de los
matrimonios en dificultad o ya divididas. Ellos serán
la «comunidad de acompañamiento». De aquí la
urgencia de ofrecer una adecuada formación con el
fin de crear las condiciones para un servicio pastoral
que responda a las necesidades de las familias.
2) ¿A quién se acompaña? La atención debe ser doble: a
los cónyuges en dificultad, pero también a los hijos,
cuando los haya.
3) ¿Cómo se les acompaña? La exhortación apostólica
Amoris laetitia nos pide acompañar con gran respeto57;
con atención y cuidado a sus hijos más frágiles58;
con paciencia y delicadeza59; en el camino del
discernimiento60; con misericordia y paciencia, sin
disminuir el valor del ideal evangélico61; acompañar en
la evolución hacia el sacramento del matrimonio62. Se
trata de garantizar un acompañamiento personalizado
no solo psicológico, sino también espiritual, para
recuperar, con un camino mistagógico gradual y
personalizado y con los sacramentos, el significado
profundo del vínculo y la conciencia de la presencia
de Cristo entre los cónyuges.

57 Cf. AL 243.
58 Cf. AL 291.
59 Cf. AL 294.
60 Cf. AL 300.
61 Cf. AL 308.
62 Cf. AL 293.
40

26.- Propuesta concreta de acompañamiento a


matrimonios en crisis

El documento del Dicasterio para los Laicos, la Familia y


la Vida que estamos siguiendo sugiere, a modo de ejemplo, un
itinerario para matrimonios en crisis63, inspirado en el pasaje de
Jesús con los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13 y 35). También
pueden basarse en otros «modelos bíblicos»: el encuentro
del samaritano con el hombre malherido (Lc 10,25-37); el hijo
perdido que vuelve con su padre (Lc 15,11-32); el vino agotado
y de nuevo abundante en las bodas de Caná (Jn 2,1-12); el
encuentro de la samaritana con Jesús y el descubrimiento del
agua viva que sacia toda sed (Jn 4,1-43).

Este camino de acompañamiento de los esposos en crisis


puede seguir también el estilo del itinerario catecumenal
de preparación al matrimonio propuesto. La metodología
ha de superar las simples conferencias y la transmisión de
conocimientos, facilitando una experiencia de cercanía humana
y espiritual, con la implicación de la comunidad cristiana,
alternando momentos de profundización en la fe y momentos
de encuentro, de oración, de escucha, de compartir, con gestos
rituales, celebración de los sacramentos, marcados por etapas
progresivas de crecimiento, invitando al discernimiento y
haciendo un anuncio kerigmático.

El equipo de la Delegación diocesana de Pastoral Familiar,


en colaboración con el Centro de Orientación Familiar (COF)
Afama, está elaborando un servicio pastoral de acompañamiento de
matrimonios en crisis: «Proyecto Alianza».

63 Cf. Dicasterio-LFV, Itinerarios catecumenales…., 91-92.


41

Aquellos matrimonios que no hayan superado la crisis


conyugal, a pesar del acompañamiento y ayuda de la Delegación
de Pastoral Familiar y el COF, podrán ser recibidos por el
Tribunal eclesiástico, tras una investigación previa realizada
por estas instituciones en las que, ayudados por técnicos en
Derecho matrimonial canónico que no sean miembros del
Tribunal, puedan orientar con seriedad y rigor en la búsqueda
de una posible nulidad matrimonial, sin perjuicio del posterior
trabajo que se desarrolle en el Tribunal y su consiguiente
resultado. El Tribunal eclesiástico actúa de modo independiente
y autónomo, en nombre de la Iglesia, para determinar la verdad
del matrimonio.

27.- Discernir la situación concreta

El discernimiento nos pide mirar la realidad con los ojos


de quienes son discípulos misioneros de Jesucristo. Para ello,
hemos de reavivar el encuentro vivo con Él que nos llena de luz,
de fortaleza y de esperanza64.

El discernimiento no es una moda, ni solo una metodología,


sino, sobre todo, una actitud interior que tiene su raíz en un
acto de fe65 y que consiste en intentar descubrir a nivel personal
y comunitario el plan de Dios, su voluntad, su llamada a ser
discípulos misioneros. Este discernimiento eclesial no se reduce
ni a un análisis de la realidad, ni a un ejercicio meramente
personal66.

En la práctica se trata de crear espacios y caminos capaces


de introducir a las personas en el arte del discernimiento en la

64 CEE, Fieles al envío misionero, 33.


65 Cf. GE 166.
66 Cf. Cee, Fieles al envío misionero…, 39.
42

vida cotidiana, para poder reconocer a tiempo situaciones de


sufrimiento, ocasiones de peligro que hay que evitar, inmadurez
y heridas que hay que superar.

En los casos en los que la separación pueda llegar a ser


incluso moralmente necesaria, aunque debe considerarse como
un remedio extremo67, es indispensable un discernimiento
particular para acoger y acompañar pastoralmente a los
separados, divorciados, abandonados y maltratados. El perdón
por la injusticia sufrida no es fácil, pero es un camino que la
gracia hace posible. De aquí la necesidad de ofrecer una pastoral
de la reconciliación y de la mediación, a través de centros de escucha
especializados habilitados en nuestra Diócesis68.

28.- Caminar juntos en familia y con las familias

Para todo este precioso camino es necesario caminar


juntos en la transversalidad, sinodalidad y continuidad de
una renovada pastoral conyugal que nos permitirá superar
una concepción demasiado sectorial y reduccionista del
acompañamiento a las familias. Se trata de un acompañamiento
cuyo centro es la familia69, y dirigido a que ella misma adquiera
conciencia de su propio ser y misión, y obre en consecuencia70.
Porque el deseo de la Iglesia «es acompañar a cada una y a
todas las familias» para que puedan superar los obstáculos
del camino71. Esta solicitud corresponde a la familia en cuanto
sujeto de la pastoral.

67 Cf. AL 241.
68 Cf. AL 242.
69 Cf. Cee, Directorio de la pastoral familiar en la iglesia en España (21.11.2003), 65.
70 Cf. FC 17; CEE, Instrucción Pastoral La familia, santuario de la vida y esperanza
de la sociedad (27.04.2001),166.
71 Cf. AL 200.
43

Ello conlleva una fuerte imbricación entre los sujetos


activos de la pastoral: sacerdotes y familias, entre parroquias,
entre delegaciones… Para ello, es tarea de la Delegación
diocesana de Pastoral Familiar coordinar a los responsables
arciprestales de pastoral familiar, los grupos de matrimonios
parroquiales, los movimientos y asociaciones familiares que
existan en nuestra Diócesis, los itinerarios catecumenales
de preparación al matrimonio, para unir esfuerzos en la
consecución de los objetivos propuestos, potenciando y
apoyando la creación de nuevos grupos. Al mismo tiempo,
tratará de caminar junto con otras delegaciones diocesanas para
elaborar y realizar proyectos comunes72.

Para hacer creíble que la Iglesia es familia de familias,


la tarea pastoral de cada delegación debe acometer un
discernimiento comunitario en lo que cada una puede aportar
en el ámbito de la familia, desde su perspectiva vocacional y
misionera.

«El discernimiento comunitario necesita de una mirada


pastoral. Quizás estamos muy acostumbrados a proyectar
juntos, pero estamos menos habituados a discernir juntos. En
el discernimiento reconocemos una manera de vivir, un modo
de estar en el mundo, pero, también, un método de trabajo, un
camino para recorrer juntos»73. En este caminar juntos, se ha de
evitar acompañar a las familias desde distintos compartimentos
estancos, ya sea desde distintos ámbitos pastorales, edades,
situaciones, y dirigir nuestro empeño hacia reducir esfuerzos y
dar más frutos. Y todo esto ha de verse reflejado en la parroquia.

72 Cf. CEE, Directorio de la pastoral familiar en la iglesia en España (21.11.2003), 268.


73 Celfv, Nuevos frutos…, 29.
44

29.- Integrar en la comunidad cristiana

El papa Francisco recuerda que «la Iglesia debe tener un


especial cuidado para comprender, consolar, integrar» a las
personas y familias que viven situaciones difíciles, como una
madre que está llamada a acercar la misericordia de Dios74.
«Se debe ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de
participar en la comunidad eclesial»75.

También nos alienta a acompañar a las personas


divorciadas que no se han vuelto a casar, para que encuentren
en la Eucaristía el alimento que las sostenga en su estado76.

Es necesario descubrir dentro de la Iglesia el protagonismo


pastoral de los fieles separados, que pueden desempeñar
papeles significativos en la comunidad y a su vez ser de ayuda
a los demás; y al mismo tiempo, hemos de crear procesos y
espacios para acompañar en el discernimiento a los divorciados
vueltos a casar.

30.- La familia en la parroquia

La parroquia tiene un papel fundamental por ser la


familia de las familias77 y ser «el sujeto activo más inmediato y
eficaz»78 para este acompañamiento. No podemos acompañar
a las familias sin contar con ellas; de ahí la importancia de la
«conversión parroquial» a la que estamos llamados en aras de
una corresponsabilidad efectiva.

74 Cf. AL 49.
75 AL 297.
76 Cf. AL 242.
77 AL 202.
78 FC 70.
45

Cuando el evangelio entra por entero en las familias, estas


se convierten en misioneras, apóstoles y guías de otros esposos,
dando así testimonio propio y cotidiano de cómo viven su
vocación. Es la vocación misionera de la familia cristiana79, cuya
actitud generará nuevas familias misioneras.

Benedicto XVI incidió en este punto al hablar del


sacerdote: «El párroco no puede hacerlo todo. Es imposible, […]
necesita la ayuda de otros agentes pastorales. […] El párroco
no debe actuar él solo; debe también delegar. Debe aprender a
integrarse realmente en el trabajo común de la parroquia»80. El
mismo sacerdote es acompañado en la familia para luego acompañar
a las familias con las familias.

Como la familia no puede vivir sola, como si fuera una


isla, la primera propuesta es crear una red de familias, a las que hay
que formar adecuadamente. Se debería partir de matrimonios
con experiencia, preparados para acompañar a otros, sobre todo
a los novios y en los primeros años de casados. Desde aquí debe
crearse el Grupo de matrimonios parroquial, que abra «espacios de
acompañamiento»81 en los acontecimientos familiares naturales,
haciéndose presente en ellos de una manera significativa.
Conviene atraer a los matrimonios jóvenes, dando facilidades
para que se incorporen a la parroquia; redoblar esfuerzos
con los padres de los niños de la catequesis de infancia y de
prebautismales82.

Se puede crear un Equipo de pastoral familiar parroquial,


dispuesto a desarrollar el acompañamiento familiar en la
parroquia, que debe estar en comunicación constante con los

79 Cf. AL 208, 230.


80 Benedicto XVI, Encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Albano (31.08.2006).
81 AL 230.
82 Cf. Catalá J., Formación en la fe. Proyecto diocesano (2020), 27-28; cf. AL 229.
46

responsables de pastoral familiar del arciprestazgo, y estos


con la Delegación de Pastoral Familiar; y viceversa. Una unión
pastoral entre sacerdote y matrimonios, como ya hiciera san
Pablo con Aquila y Priscila (cf. Hch 18,2), que es el modelo
magistral de la fecundidad de esta coordinación de carismas
en una misma misión83. Para su formación previa se podría
contar con Equipos itinerantes de pastoral familiar diocesanos,
que les presentarán las directrices de la pastoral familiar y los
asesorarán en todo lo que necesiten.

31.- Acciones concretas para la segunda prioridad

Algunas acciones concretas, que aquí se sugieren, retoman


acciones propuestas ya el año anterior, y que necesariamente se
potenciarán en años sucesivos.

Celebramos que, mientras acompañamos y somos


acompañados, seguimos caminando juntos.

Podemos ser custodios y testigos de la belleza de la familia


mientras hacemos acompañamiento caminando juntos.

a) Conocer
1. Promover el conocimiento en profundidad de los últimos
documentos que pueden ayudarnos a acompañar
caminando juntos:
– CEE, Fieles al envío misionero. Aproximación al contexto
actual y marco eclesial; orientaciones pastorales y líneas
de acción para la Conferencia Episcopal Española (2021-
2025), Edice, Madrid 2021.

83 Cf. Benedicto XVI, Audiencia general, 7.02.2007.


47

– CEE (Subcomisión Episcopal para la Familia y


Defensa de la Vida), La ancianidad: riqueza de frutos y
bendiciones. Orientaciones para la pastoral de las personas
mayores, Edice, Madrid 2022.
– Dicasterio para los laicos, la familia y la vida,
Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial.
Orientaciones pastorales para las iglesias particulares
(15.06.2022).
2. Ofrecer formación específica a las familias y a quienes
las acompañan84. Animar procesos formativos de carácter
integral y permanente que ayuden a la unión fe-vida.
Deberá ayudar a descubrir y a cultivar la vocación propia
y capacitar para la misión. La formación compartida en la
comunidad es un camino de futuro para la Iglesia sinodal85.
Para esta formación destacaremos la formación de:
– Monitores acompañantes en el Itinerario catecumenal
para la vida matrimonial: de educación afectivo-sexual;
de Escuela de novios +Q2; de preparación inmediata;
de acompañantes en los primeros años de casados.
– Dinamizadores de la pastoral del adulto mayor.
– Acompañantes de familias en crisis y dificultades.
– Responsables de pastoral familiar arciprestales,
agentes de pastoral, seminaristas, sacerdotes jóvenes
y familias en general por medio de Jornadas de
formación sobre matrimonio y familia.
3. Difundir y promover los proyectos más recientes de la
Delegación:

84 Cf. Catalá J., Formación en la fe…, 39.


85 Cf. CEE, Fieles al envío misionero…, 54.
48

– La Escuela de novios +Q2, animando a los sacerdotes


a que envíen a jóvenes novios para que realicen la
preparación próxima al matrimonio.
– La página web de la Delegación de Pastoral Familiar86,
desde donde se ofrecerán los materiales e itinerarios
concretos para el nuevo tipo de formación que se
ofrece; los distintos proyectos en marcha; noticias,
etc.
4. Consolidar las redes de comunicación y coordinación
de la Delegación diocesana de Pastoral Familiar: Red
arciprestal (con sus responsables de pastoral familiar); Red
de Movimientos y Asociaciones; Red de familias de centros
educativos.
5. Establecer un diálogo para la promoción de la «cultura de la
vida» con plataformas implicadas e instituciones del ámbito
sanitario. Durante este curso se pondrá en marcha el Foro
de Bioética Dr. Gálvez Ginachero, en el que colaborarán
distintas delegaciones diocesanas.
6. Profundizar en el papel de la familia en la parroquia.

b) Celebrar
7. Potenciar en las parroquias las celebraciones de la
Sagrada Familia (30.12.2022), las relativas a la Semana
del Matrimonio (13-19 febrero), la Jornada por la Vida
(25.03.2023) y la Jornada por los abuelos y las personas
mayores (23.07.2023), como una oportunidad de mostrar la
belleza del matrimonio cristiano y de la fecundidad creativa
de la que somos custodios.

86 http://pastoralfamiliar.diocesismalaga.es/
49

8. Promover Retiros para familias con la participación de los


hijos (19.11.2022 y 11.02.2023).
9. Celebrar Jornadas:
– Día de los novios. Realizar entre los novios experiencias
de oración y vivencia de la riqueza de la vocación
matrimonial (celebraciones litúrgicas, retiros…)
organizado junto a la Escuela de novios +Q2.
– Día de los recién casados. Celebrar jornadas de revisión
matrimonial de los casados en su primer aniversario,
para orientarlos en su camino.
10. Promover las celebraciones parroquiales de las Bodas de
Oro y Plata matrimoniales.
11. Promover la oración personal y familiar, fomentando y
profundizando en la espiritualidad familiar. Rezar por las
familias en la oración de los fieles de la Misa.

c) Vivir
12. Desarrollar e implantar el nuevo Itinerario catecumenal para
la vida matrimonial, ofreciendo al menos uno en todos los
arciprestazgos, o facilitando su implantación gracias a la
coordinación arciprestal.
13. Promover la cultura de las vocaciones en la Iglesia, así como
los procesos de discernimiento vocacional en colaboración
con las delegaciones de Pastoral Vocacional y de Infancia y
Juventud.
14. Animar a la participación en los Encuentros de novios en el
marco de la Escuela de novios de Málaga +Q2.
50

15. Animar a los novios y a los recién casados a integrarse en


los grupos de matrimonios y/o movimientos familiares,
que los ayuden en este camino de vocación matrimonial
e invitarlos a las celebraciones diocesanas y parroquiales
relacionadas con la familia.
16. Fomentar grupos de matrimonios parroquiales, que puedan
acoger a matrimonios jóvenes y sean punto de referencia y
de acompañamiento de los que contraen matrimonio.
17. Fomentar los encuentros y la tarea compartida con
los responsables de pastoral familiar de los distintos
arciprestazgos.
18. Invitar a las familias a la participación en el Mes de la Familia
y la Semana el Matrimonio durante el mes de febrero.
19. Promover la cultura de la vida y la familia, aprovechando
las distintas celebraciones sacramentales o asociaciones
cristianas (cofradías, hermandades, movimientos), como
una oportunidad de nueva evangelización.
20. Promover itinerarios para familias de rutas marianas,
conventuales, en colaboración con la Delegación de
Peregrinaciones, Santuarios y Turismo.
21. Acompañar y asistir desde las parroquias más próximas a las
familias en situación de precariedad o exclusión social, en
colaboración con la Delegación de Migraciones y Gitanos.
22. Ayudar a las familias en situaciones de fragilidad, a través
de las iniciativas especializadas presentes en la diócesis
como el Proyecto Alianza.
23. Acoger e integrar en la vida parroquial a los separados y
divorciados.
51

24. Orientar por medio de personas especializadas, peritos en


Derecho matrimonial canónico y que no sean miembros del
Tribunal Eclesiástico, a aquellos esposos cuyo matrimonio
se ha roto, ha fracasado, o dudan sobre la validez del mimo,
a conocer la realidad de su unión y aconsejar sobre la
conveniencia de iniciar una causa de nulidad matrimonial
en el Tribunal Eclesiástico, para que este determine.
25. Diseñar una pastoral del adulto mayor para acompañarlos
y que descubran su papel como auténticos sujetos activos
de la pastoral, en colaboración con distintas delegaciones.
26. Invitar a las diversas delegaciones diocesanas a que
participen en un encuentro final donde se exponga la
transversalidad de la familia y se recojan las propuestas de
todas las delegaciones en un camino de sinodalidad para
incorporar a la familia en un ámbito que es imprescindible
para la nueva evangelización. Las propuestas han de
dirigirse a distintos ámbitos pastorales: parroquial,
arciprestal, diocesano.
53

TERCERA PRIORIDAD PASTORAL


Parroquia: conversión, corresponsabilidad y misión

32.- Actualidad de la parroquia

El papa Francisco, en su exhortación apostólica Evangelii


gaudium, afirmaba al referirse a la parroquia: «La parroquia
no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una
gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que
requieren la docilidad y la creatividad misionera del pastor y
de la comunidad (…). La parroquia es presencia eclesial en el
territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento
de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad
generosa, de la adoración y la celebración (…). Es comunidad
de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber
para seguir caminando, y centro de constante envío misionero.
Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y
renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes
frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que
sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten
completamente a la misión»87.

La parroquia es una realidad en la que confluyen, de una


manera explícita o implícita, todos los problemas históricos
de la pastoral eclesial. Es un espacio que plantea muchas
dificultades y desafíos; pero, al mismo tiempo, es un espacio

87 EG 28.
54

privilegiado para plantearse la búsqueda de caminos de futuro


para la renovación de la pastoral.

Junto a la invitación del papa Francisco en Evangelii


gaudium, hacemos nuestra la Instrucción de la Congregación del
Clero: La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio
de la misión evangelizadora de la Iglesia (2020), que nos guiarán en
el ejercicio de nuestra prioridad pastoral.

33.- Valor de la parroquia en el contexto contemporáneo

La parroquia es un puente entre la situación del mundo


contemporáneo y la misión de la Iglesia. Esto hace que sea un
espacio privilegiado para establecer un diálogo entre la fe y
la cultura, entre el cristiano y el pagano o el creyente en otra
religión.

En el mundo contemporáneo continúa siendo necesaria


la aportación de Iglesia como servicio público de fe. A partir de
esta necesidad, hemos de afirmar la necesidad de la parroquia88
como casa de la fe, de puertas abiertas al mundo y a las
personas89.

88 Cf. Juan Pablo II, Discurso a los Participantes en la Plenaria de la Congregación


para el Clero (20.10.1984), 3-4: «La parroquia ha de ser perfeccionada e integrada
en muchas otras formas, pero ella sigue siendo todavía un organismo indispensable
de primaria importancia en las estructuras visibles de la Iglesia», para «hacer de
la evangelización el pivote de toda la acción pastoral, cual exigencia prioritaria,
preeminente y privilegiada»
89 El papa Benedicto XVI durante la Misa de inauguración de la Iglesia de Santa
María Stella, en el barrio romano de Torrino: «la parroquia es un faro que irradia
la luz de la fe y así responde a los deseos más profundos y verdaderos del corazón del
hombre, dando significado y esperanza a la vida de las personas y de las familias».
55

La parroquia debe ponerse a la altura de la situación


social, cultural y religiosa del momento presente, mirando con
fe y confianza en el Señor.

«Se percibe, sin embargo, una clara fractura entre Iglesia


y sociedad. Aquélla es vista como una institución reaccionaria
y poco propositiva, alejada del mundo de hoy. En parte,
consideramos que la responsabilidad es nuestra, porque no
sabemos comunicar bien todo lo que somos y hacemos. Esta
imagen de la Iglesia nos duele –porque la amamos– y, en cierto
sentido, la sensación de que no llegamos a la sociedad y de que
los prejuicios contra la Iglesia son insalvables nos conduce a un
profundo desánimo que dificulta la presencia evangelizadora y
transformadora de la realidad»90.

Lo que emerge en este momento actual, sobre todo, es


la urgencia de una renovación misionera, de una conversión
pastoral de la parroquia, para que vuelva a descubrir ese
dinamismo y esa creatividad que la llevan a estar siempre «en
salida», con la contribución de todos los bautizados, aportando
cada uno su propio ser.

El gran desafío actual de la parroquia es encontrar


modalidades de cercanía y proximidad para acompañar la vida
de la gente en sus situaciones concretas.

34.- Dimensión eclesial de la parroquia

La parroquia, aunque vive la globalidad del misterio


eclesial, no agota la eclesialidad, cuya totalidad subsiste en
la Iglesia local. Por tanto, una parroquia sin referencia a la
Iglesia local pierde su fundamentación teológica. La referencia

90 Cee, Documento final de la Asamblea sinodal, II-B (11.06.2022).


56

diocesana no es estratégica ni práctica, para suplir aquellos


elementos que la parroquia no tiene, sino que es una referencia
teológica.

En la parroquia los cristianos viven la vida de la Iglesia,


pero la parroquia no es la Iglesia. Por eso, la parroquia tiene
que abrir a los cristianos a realidades superiores. Asimismo,
la parroquia ha de convivir también con asociaciones y
movimientos diocesanos o internacionales, dándoles cabida y
respetando su trayectoria cristiana. Por tanto, la parroquia es
uno de los elementos más válidos de la pastoral, pero no es el
único, y por ello se debe encontrar con los otros en la formación
de una misma Iglesia local.

En los diversos encuentros y asambleas arciprestales y


diocesanas del pasado curso pastoral se ha visto conveniente,
fruto de las reflexiones sinodales, incluir como prioridad en
nuestra diócesis de Málaga una reflexión sobre la parroquia de
cara a seguir creciendo en corresponsabilidad.

La parroquia es un espacio importante para la renovación


de la institución eclesial; pues es necesaria su conversión para
ser más fiel a su misión.

La vida de la parroquia debe situarse en lo esencial: co-


munidad convocada en torno a la Mesa de la Palabra y de la Eu-
caristía; y abierta a la acción del Espíritu Santo, que ha de ser el
animador de su vida y de su constante discernimiento sobre sí
misma. Es el Espíritu quien muestra el rostro de la Iglesia como
Pueblo de Dios y como hogar en medio de las casas.

Constantemente se nos recuerda una certeza que es


necesidad: en la Iglesia hay lugar para todos y todos pueden
encontrar su lugar, en el respeto de la vocación de cada uno.
57

35.- La parroquia, comunidad de fieles que celebran la fe

La Comisión Teológica Internacional definía así la


parroquia: «Es la comunidad de fieles que realiza en forma
visible, inmediata y cotidiana el misterio de la Iglesia. En la
parroquia se aprende a vivir como discípulos del Señor en
el interior de una red de relaciones fraternas en las que se
experimenta la comunión en la diversidad de las vocaciones y
de las generaciones, de los carismas, de los ministerios y de las
competencias, formando una comunidad concreta que vive en
sólido su misión y su servicio, en la armonía de la contribución
específica de cada uno»91.

Esta es la definición, ofrecida como camino para preparar


la Asamblea del Sínodo de los Obispos que se celebrará en
octubre de 2023, anima a realizar subrayados urgentes sobre la
importancia de la renovación de la parroquia.

«Desde la perspectiva de la vivencia y celebración de la


fe, se valora mucho la parroquia como principal espacio para
el ejercicio de la vida cristiana, como lugar de comunión, de
cercanía, que ayuda a superar el individualismo, a conocerse, a
quererse. También, más en particular, la pertenencia a un grupo
de referencia. Somos Iglesia de muchos modos y, en ocasiones,
muy diversos entre sí. Pero esa pluralidad ha de ser asumida en
clave de complementariedad y hemos de ser capaces de lograr
la unidad sin caer en la tentación de imponer la uniformidad.
Percibimos, en cierto sentido, que hemos de recuperar el valor
de la comunión eclesial sobre la vivencia de lo particular o
grupal, que puede llegar a ser excluyente. Aunque apreciamos
la riqueza de las distintas realidades eclesiales, tenemos la
sensación de que no nos conocemos y andamos divididos»92.

91 Cti, La sinodalidad…, 83.


92 Cee, Documento final, II-A.
58

36.- Superar la «parroquia de mantenimiento»

En los últimos años muchos fieles han ido abandonando


la Iglesia, la presencia en la parroquia, los sacramentos, porque
no han encontrado el anuncio kerigmático ni el testimonio
personal de evangelizadores que les hayan llevado a un
encuentro personal, profundo e intenso con Jesucristo; porque
no han experimentado una vida de comunidad relevante en
la que sentirse valorados, queridos y aceptados; porque no
han encontrado la posibilidad de un crecimiento formativo y
espiritual que les lleve a la madurez de su fe; o porque no han
sido llamados a un compromiso misionero que les mueva a
encontrar a aquellos que están fuera de la familia de Dios.

Para que las parroquias no mueran es necesaria


la evangelización, evitando la autopreservación, la
autorreferencialidad y las esclerotizaciones93. No se trata de
dar de beber a los que no tienen sed, sino de recordar más bien
que los cristianos somos por definición los enviados a difundir
una buena noticia, basada en el anuncio de la Palabra de Dios,
la vida sacramental y el testimonio de la caridad. La Iglesia
está diseñada para ir, para caminar. Es hora de dejar atrás la
comodidad y abandonar lo de siempre. Es hora de recordar que
la Iglesia es misión.

Y esa misión nos corresponde a todos los bautizados.


No podemos ser espectadores pasivos. Hemos de redescubrir
constantemente que se nos ha dado una buena nueva,
comprenderla con el corazón y alegrarnos hasta que no
podamos hacer otra cosa que compartirla.

Nuestro objetivo no es que la gente se acerque a la


parroquia, sino que se acerque a Jesucristo. Por eso, tenemos

93 Cf. Cl, La conversión…, 17.


59

que pasar de una parroquia de mantenimiento, centrada en el


cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así», que
únicamente cuida a «los de siempre», centrada especialmente
en la iniciación cristiana y en ser «dispensario de sacramentos»,
que camina desde el clericalismo y que corre el riesgo de
funcionar como «algo de unos cuantos».

37.- Parroquia misionera

«No somos Iglesia para nosotros mismos, sino para


los demás. Desde esta perspectiva, se insiste claramente
en la necesidad de abandonar la visión de una Iglesia de
mantenimiento para avanzar hacia una auténtica Iglesia en
salida, aunque suponga asumir algunos riesgos. Transformar
la pastoral de conservación en una pastoral de conversión
y de evangelización constituye una exigencia ineludible en
la actualidad. En coherencia con ello, consideramos que la
comunión ha de conducirnos a un estado permanente de misión:
encontrarnos, escucharnos, dialogar, reflexionar, discernir
juntos son acciones con efectos positivos en sí mismas, pero no
se entienden si no es con el fin de impulsarnos a salir de nosotros
y de nuestras comunidades de referencia para la realización de
la misión que tenemos encomendada como Iglesia»94.

La misión, el anuncio del Evangelio, no será posible si


no somos Iglesia en comunión, una Iglesia corresponsable y
sinodal en la que todos tienen cabida y en la que cada uno tiene
su puesto y su cometido; una Iglesia que aprende a escuchar
la voz de Cristo que habla en el Evangelio proclamado en la
asamblea reunida, y también la voz del Espíritu que se deja oír
a través de toda la comunidad y de cada uno en particular.

94 Cee, Documento final, II-B.


60

La corresponsabilidad en la parroquia será, por tanto, un


impulso a una conversión pastoral activa que haga de nuestras
comunidades centros en los que se impulse el encuentro con
Jesucristo y cauces adecuados para la evangelización del mundo
actual. Naturalmente esto solo se puede hacer si se adopta en la
comunidad cristiana una decidida opción misionera.

38. Características de una parroquia misionera

Hemos de ilusionarnos por ser una parroquia misionera:

– que celebre los sacramentos y vea en ellos una


oportunidad pastoral para propiciar que los más
alejados se encuentren con Jesús de verdad;

– que dé prioridad al Domingo en torno a la Eucaristía


para reunirnos y celebrar juntos la fe y la vida; que
sea hospitalaria, tanto para acoger como para visitar;

– que provoque momentos para construir relaciones;

– una comunidad llena de sentido: con «un solo corazón


y una sola alma», como las primeras comunidades,
donde unos conozcan a otros y recen juntos;

– donde las homilías, las reflexiones o las formaciones


lleven a la alegría del encuentro con Jesús y sean
transformadoras;

– que invite a participar en un proceso de crecimiento


en la fe;

– en la que cada uno colabore en lo que se le da mejor;

– donde se experimente de verdad al Espíritu Santo, sin


miedo paralizante;
61

– que invite a otros de manera natural a ser y sentirse


parroquia;
– que haya una variedad de eventos, no siempre
sacramentales, para ser partícipes de una cultura
del encuentro95, como el contexto que promueve
el diálogo, la solidaridad y la apertura a todos,
resaltando «la centralidad de la persona»;
– que sea un «lugar» que favorezca el «estar juntos» y el
«arte de la cercanía».

En definitiva, que la parroquia sea comunidad de


comunidades, con tres características concretas: inclusiva,
evangelizadora y atenta a los pobres96.

39.- Objetivo fundamental: Anunciar a Jesucristo

Tenemos el importante reto de anunciar a Jesucristo. La


Iglesia no es el resultado de una suma de individuos, sino una
unidad entre quienes nos alimentamos de la única Palabra de
Dios y del único Pan de vida.

Para desarrollar esta tarea hay que alentar la formación,


elemento imprescindible para la vivencia de la fe y premisa
del testimonio y del compromiso público. Al mismo tiempo,
constituye una de las urgencias de la Iglesia misionera. Sólo así
la Iglesia será más evangelizadora

Estamos llamados a ser una Iglesia en salida, que anuncie


el mensaje de la Buena Noticia de Jesús, que acompaña, que se

95 Cf. Cl, La conversión…, 25-26.


96 Cf. Cl, La conversión…, 27-33.
62

sigue formando para la misión y que está presente en el espacio


público. Todos nos necesitamos para ser esta Iglesia en salida
que anuncia el gozo del Evangelio.

Es la hora de que la parroquia abandone sus prejuicios


sobre sí misma, para transformarse en el cauce adecuado de
anuncio del Evangelio y mantener viva la llama de la esperanza.

40.- Cada cristiano debe asumir su compromiso


bautismal

El Espíritu Santo da a todos los bautizados carismas


y ministerios para la construcción de la Iglesia y para la
evangelización del mundo. Por el bautismo, somos llamados y
enviados a la misión, a vivir la comunión y la corresponsabilidad,
por eso somos discípulos misioneros. Cada uno de nosotros, en
nuestras comunidades parroquiales debemos ser discípulos
misioneros con la mirada puesta en Jesús y mirando la vida
desde el punto de vista de Jesús; debemos ser conscientes de
nuestra propia vocación, agradeciendo el regalo que nos ha
hecho el Señor, deseosos de vivir en comunión con los cristianos
que tienen otras vocaciones dentro del Pueblo de Dios y con
una vida entregada a los demás.

La experiencia de Dios, la oración profunda y la


transformación del corazón no pueden ser privilegio de unos
pocos. A esto está llamada toda la comunidad cristiana y más
aún los miembros que tienen responsabilidades pastorales. De
lo contrario, se quemarían gastados generando esterilidad. Sin
la experiencia de Dios y sin la transformación del corazón la
acción eclesial se reduce a rituales, tradiciones, organizaciones
burocráticas y mantenimiento de edificios.
63

Como ha señalado el papa Francisco en Evangelii gaudium:


«Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra
conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la
fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una
comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido
y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos
mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan
una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces
implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos,
mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite
sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!»97

No basta con creer o confiar, también hay que actuar.


Cada uno sabrá cómo puede dar testimonio, a quién puede
ayudar, con quién puede ser hospitalario, a quién puede
consolar, abrazar, acoger sin condiciones; cada uno sabrá a
quién puede conmover, cómo mostrar el rostro y la sonrisa
de Dios, su belleza; cada uno sabrá cómo puede transmitir la
alegría interior de la buena nueva.

Es necesario redescubrir, por la fe, el verdadero rostro de


la parroquia: la familia de Dios; una fraternidad animada por el
Espíritu de unidad; una casa de familia, fraterna y acogedora.

41.- Parroquia corresponsable

Partiendo de las diversas conclusiones respecto a la


parroquia, que nos han proporcionado las distintas fases
sinodales, subrayamos ahora la corresponsabilidad.

97 EG 49.
64

Corresponsabilidad98 es responsabilidad compartida. No


significa transferencia de responsabilidades, sino adecuada
repartición de las mismas en un clima de unidad. La realización
de la corresponsabilidad implica asumir, aceptar y coordinar
eficazmente la propia responsabilidad con la de los demás.

La corresponsabilidad se opone a la indiferencia, a


la pasividad, al acaparamiento, al «ordeno y mando», al
protagonismo. Exige interés por colaborar, disposición
comunitaria y solidaria, capacidad para el diálogo, diciendo lo
justo en el momento oportuno y sabiendo escuchar con interés
las razones de los otros; compartir, sabiendo a la vez dar y
recibir, unión armónica, compromiso grupal con las tareas
comunes.

La espiritualidad de comunión es el estilo de nuestra vida


de cristianos. Por ello es muy importante que la diversidad y
la complementariedad sea verdadera entre nosotros y sepamos
trabajar juntos, ayudándonos las personas y las comunidades.
La corresponsabilidad es, sin duda, una de las exigencias y
expresiones más significativas de la comunión.

Todos estamos llamados a vivir la corresponsabilidad


real. Hemos de ser actores de la vida eclesial y no simplemente
destinatarios. Hemos de pasar de la colaboración a la
corresponsabilidad, haciendo crecer el sentido de pertenencia
al Pueblo de Dios, el compromiso con la misión de la Iglesia

98 El Papa emérito Benedicto XVI decía sobre la corresponsabilidad: «Al mismo


tiempo, es necesario mejorar los planes pastorales para que, respetando las
vocaciones y las funciones de los consagrados y de los laicos, se promueva
gradualmente la corresponsabilidad de todos los miembros del pueblo de
Dios. Esto exige un cambio de mentalidad, en particular por lo que respecta a
los laicos, pasando de considerarlos «colaboradores» del clero a reconocerlos
realmente como ‘corresponsables’ del ser y actuar de la Iglesia, favoreciendo
la consolidación de un laicado maduro y comprometido» (Discurso durante la
inauguración de la Asamblea Eclesial de Roma, 2009).
65

y la participación proactiva en la evangelización. Todos somos


Iglesia y todos hacemos la Iglesia. Formamos parte de un pueblo
vertebrado en diversos ministerios y servicios, en el cual cada
miembro tiene su tarea y todos juntos realizan la única misión
de la Iglesia: hacer llegar al mundo la salvación de Jesús.

Una cultura de corresponsabilidad puede transformar


verdaderamente las parroquias, posicionándolas con confianza
hacia al futuro. Los feligreses son los verdaderos artífices de
la parroquia. Esto significa asumir la propia parroquia como
algo más que un lugar donde ir a Misa, o donde sólo se acude a
recibir «servicios religiosos».

La corresponsabilidad hay que organizarla. Sin un


mínimo de institucionalización, la corresponsabilidad es
simplemente una palabra vacía. Hay que fomentar al máximo
los instrumentos que favorezcan la corresponsabilidad eclesial,
que hagan posible la Iglesia que proclama el Concilio Vaticano
II, servidora de la humanidad. Todos los caminos que se abran
en esta línea nos conducirán hacia una Iglesia más comunitaria,
más fraterna y solidaria.

42.- Peligros ante la corresponsabilidad

Existen varios peligros que corroen la corresponsabilidad.


Uno de ellos es el clericalismo, que, lejos de dar impulso a las
diversas propuestas y contribuciones, va apagando poco a
poco el fuego profético del que la Iglesia está llamada a dar
testimonio. Para evitar el peligro del clericalismo es necesario
que se produzca una conversión pastoral, que nos lleve a
abandonar la inercia. El clericalismo es un peligro tanto para
los sacerdotes como para los laicos, porque ambos pueden verlo
como algo natural y porque no debe confundirse el poder y con
el servicio. 
66

Otro peligro es que los laicos experimenten con fuerza


la tentación de querer hacerse con el control y dominio que,
en ocasiones, se ha reprochado al clero. Y también se puede
manifestar en el «clericalismo de los laicos», que pretende
asumir la responsabilidad y las taras propias de los clérigos.

Un tercer peligro es caer en el individualismo, en la


competitividad, en la rigidez, en la negatividad y el pesimismo,
que asfixian la llamada a la santidad en el mundo actual. Para
evitar esta tentación hay que poner la atención en la escucha, el
diálogo, la empatía y acogida, incluso del que piensa diferente,
porque la diversidad nos complementa.  

43.- Órganos de corresponsabilidad en la parroquia

La Iglesia, en su larga y profunda experiencia pastoral,


ha ido concretando en documentos y normas las formas de
corresponsabilidad eclesial. En la Iglesia local, y por ende en
las comunidades parroquiales, se detecta cierta lentitud en el
proceso sinodal y se aprecian obstáculos estructurales que no
favorecen la corresponsabilidad.

Pero existen ya unos órganos eclesiales, que son


verdaderos cauces ordinarios y estables e instrumentos de
corresponsabilidad, que es necesario revalorizar y actualizar
para fomentar la corresponsabilidad. Nos detenemos en los
más importantes.

1) Consejo pastoral parroquial

El consejo de pastoral es el principal organismo de


participación y corresponsabilidad en la pastoral parroquial.
Lo preside el párroco y lo forman representantes de todos los
67

grupos, comunidades, y tareas pastorales que se desarrollan


en la parroquia. Se reúne periódicamente y, además de
dialogar sobre aspectos generales de la marcha de la vida
parroquial y de la dimensión misionera de la misma, elabora
el proyecto pastoral a seguir y toma las decisiones oportunas
sobre cualquier campo pastoral. Todos los miembros deberán
llevar a las reuniones del consejo las opiniones de sus grupos o
comunidades a quienes representan, y devolver a los mismos
las decisiones y las orientaciones que se hayan aprobado.

El Código de Derecho Canónico establece que es facultad del


Obispo diocesano, oído el Consejo Presbiteral, la constitución
en cada parroquia de un consejo pastoral que presidirá el
párroco «y en el cual los fieles cristianos, junto con aquellos
que participan por su oficio en la cura pastoral de la parroquia,
presten su colaboración para el fomento de la actividad
pastoral»99. Dicho Consejo tiene voto consultivo y se ha de regir
por aquellas normas que establezca el Obispo100.

En este sentido el Decreto de los Estatutos de los Consejos


Pastorales Parroquiales de la diócesis de Málaga, del 4 de junio
de 2017, establece que «en todas las parroquias de la Diócesis
de Málaga se constituya el Consejo Pastoral, que deberá regirse
por los estatutos adjuntos». En dichos estatutos se encuentran
recogidas las funciones del Consejo Pastoral Parroquial, su
funcionamiento, así como su estructura y miembros.

El papa Francisco nos dice que «el fin de este Consejo


no será principalmente la organización eclesial, sino el sueño
misionero de llegar a todos»101, buscando propuestas prácticas
en orden a lo relativo a la parroquia. Hay que evitar un doble

99 Canon 536 §1.


100 Ibid., c. 536 §2.
101 EG 31.
68

peligro: que el párroco presente al Consejo decisiones ya


tomadas, o que lo convoque por compromiso; y, por otro lado,
que el párroco sea un miembro más del consejo, privado de su
rol de guía de la comunidad.

2) Consejo parroquial de economía

«El Consejo de Asuntos Económicos Parroquial (CAE) es


un órgano eclesial parroquial que presta su ayuda al párroco en
la administración de los bienes de la Parroquia. El CAE presta su
ayuda al párroco en la administración de los bienes temporales
de la parroquia, aplicándolos a sus fines propios y ejerciendo
la solidaridad ante las necesidades de otras parroquias, de la
diócesis y de la Iglesia universal»102.

Este Consejo es un órgano de colaboración, decisión y


control, de constitución imperada por el Derecho Canónico103,
que trabaja sobre las mediaciones más materiales para el
funcionamiento de la comunidad. Se trata de un modus agendi
imprescindible para la credibilidad de la Iglesia. Este Consejo
tiene que estar impregnado del celo evangelizador y del espíritu
misionero necesario para la conversión pastoral.

Al mismo tiempo su función es sensibilizar a los fieles,


para que contribuyan voluntariamente a las necesidades de la
parroquia, que son suyas propias y de las cuales es bueno que
aprendan espontáneamente a responsabilizarse.

102 Estatutos base del Consejo de asuntos económicos parroquial, art.1-2.


103 «En toda parroquia ha de haber un consejo de asuntos económicos que se
rige, además de por el derecho universal, por las normas que haya estableci-
do el Obispo diocesano, y en el cual los fieles cristianos, elegidos según esas
normas, prestan su ayuda al párroco en la administración de los bienes de
la parroquia, sin perjuicio de los que prescribe el c. 532». C. 537, Código de
Derecho Canónico.
69

Este Consejo ha de estar formado, junto con el párroco,


por técnicos y por algún representante de la vida pastoral de la
comunidad.

Su objetivo es poder responder con una rendición de


cuentas cada vez más completa y exhaustiva. Este ejercicio
ha ido normalizando en nuestra diócesis de Málaga con la
implementación de métodos contables y de gestión, acordes
a los estándares de transparencia actuales, puesto que la
transparencia es también evangelización.

3) Asambleas parroquiales

La asamblea parroquial es una convocatoria dirigida al


pueblo de Dios para dialogar sobre los problemas comunes,
fijar y determinar los criterios orientadores de la marcha de la
comunidad, presentar las prioridades pastorales, programar
las actividades comunitarias o concretar cuáles son los servicios
específicos, que deben organizarse en la parroquia de una
manera participativa.

4) Diversos ministerios

La corresponsabilidad parroquial implica también


una verdadera promoción de los ministerios dentro de la
comunidad. Eso se puede ir logrando en la medida en que
haya conciencia de las diversas necesidades comunes y que se
interpele a toda la comunidad para dar respuestas personales a
estas necesidades comunes; y también en la medida en que haya
servicios adecuados, para poder acompañar la maduración y el
discernimiento de los diversos carismas.
70

44.- Propuestas para el ámbito parroquial

Una forma de seguir creciendo en sinodalidad es propiciar


espacios de oración, retiros y encuentros comunitarios, así
como encuentros interreligiosos. Para hacer crecer este caminar
juntos es importante dar espacio a los laicos, formarlos sin
clericalizarlos, estar abiertos a sus opiniones, sin paternalismo,
y darles protagonismo. También es importante salir a la calle a
escuchar para evitar la autorreferencialidad.

Aportamos aquí algunas propuestas que pueden


potenciarse en nuestras parroquias:
1) Promover una nueva forma de estar en el territorio.
El mapa parroquial actual ha ido cambiando, porque
en muchos lugares la parroquia ya no es una realidad
pastoral viva, sino un territorio de misión. Hay que
organizar una nueva forma de presencia de la Iglesia
con sinergias en la vida parroquial y un mayor
compromiso de los fieles laicos.
2) Renovar los consejos pastorales parroquiales y los
de asuntos económicos, que deben estar en todas las
parroquias de nuestra Diócesis, como ya se ha urgido
en varias ocasiones. Si están aletargados es preciso
reanimarlos, haciendo de ellos verdaderos espacios
sinodales; espacios donde todos puedan hablar con
libertad y se tengan en cuenta los posibles proyectos
para trabajar y caminar juntos.
3) Discernir los temas que los consejos parroquiales o de
economía pueden decidir con la participación de los
laicos. Ambos consejos se consideran instrumentos
fundamentales de sinodalidad.
71

4) Favorecer los pequeños grupos de fe que se alimentan


a diario de la Palabra y que juntos profundizan en su
vivencia cristiana. Han de cuidarse y alimentarse,
ya que constituyen un fermento que hará crecer la
semilla de la fe104.

45.- Algunas acciones concretas para la tercera prioridad

a) Conocer
1. Lectura y reflexión sobre los siguientes documentos:
– Congregación para el Clero, La conversión pastoral
de la comunidad parroquial al servicio de la misión
evangelizadora de la Iglesia, Roma 2020.
– Papa Francisco, Evangelii gaudium. Roma 2013.
– Estatutos de los Consejos pastorales parroquiales y
Estatutos base de los Consejos de economía parroquiales,
de nuestra Diócesis.

b) Celebrar
2. Participación de todos los Consejos pastorales parroquiales
en la presentación de las prioridades diocesanas (24.12.2022).
3. Invitación a participar en los Cursos organizados por la
Delegación de Liturgia para Lectores y Acólitos (fecha por
determinar).
4. Celebración de una Asamblea Arciprestal en torno a revisar
nuestros modelos de parroquia (final de curso).

104 Cf. CEE, Documento final, V-1.


72

5. Ofrecer en la parroquia, o en el arciprestazgo, espacios para


la oración y los retiros (tiempos fuertes).

c) Vivir
6. Realizar una Asamblea parroquial a principio y a final de
curso, para favorecer la comunicación y corresponsabilidad
entre los diversos grupos o personas de la parroquia.
Constará de cuatro momentos: la oración en común,
la reflexión, la formación y la comida compartida
fraternalmente.
7. Revitalizar los Consejos pastorales parroquiales.
8. Revitalizar los Consejos parroquiales de economía.
9. Potenciar la transparencia en la administración de los
recursos económicos, para crecer en una más profunda
y efectiva comunión de bienes. Ofrecer una información
frecuente y periódica sobre la economía de la parroquia.
10. Nombrar a un laico como interlocutor para las relaciones
con la Administración diocesana.
11. Realizar al comienzo del curso una presentación de los
miembros de los Consejos Parroquiales en la eucaristía
dominical, o en un ámbito comunitario.
12. Crear un equipo de acogida, que atienda a las personas que
vienen solicitando la celebración de algún sacramento o la
inscripción en catequesis, o a las celebraciones litúrgicas.
AGENDA PASTORAL
2022-2023
75

SEPTIEMBRE 2022
1 J Jornada Mundial de la Oración por el Cuidado de la Creación
2 V
3 S
4 D XXIII Domingo del Tiempo Ordinario
5 L
6 M
7 X
8 J Santa María de la Victoria, Patrona de Málaga
9 V
10 S Delegación de Liturgia: Reunión del Equipo Diocesano
11 D XXIV Domingo del Tiempo Ordinario
12 L
13 M
14 X
Jornada Sacerdotal: Inicio Año Pastoral
15 J Delegación de Misiones: Consejo Diocesano
C.A.E. Permanente
16 V Acción Católica General: Inicio de Curso-Jornada de Coordinadores
interparroquiales
Delegación de Pastoral Penitenciaria: Semana Diocesana de sensibilización y
17 S oración sobre la realidad de los presos
Delegación de Infancia y Juventud: Consejo Diocesano
XXV Domingo del Tiempo Ordinario
18 D Jornada Mundial del Turismo
19 L Delegación de Catequesis: Reunión Comisión Diocesana Catequesis
20 M
21 X
22 J Dpto. Migraciones-Gitanos: Vigilia Jornada Mundial Emigrante y Refugiado
23 V Centro de Estudios Teológicos: Solemne Apertura del Curso
Presentación Prioridades Pastorales 2022-23
24 S Ntra. Sra. de la Merced, Patrona de las Instituciones Penitenciarias
Envío de los Profesores cristianos (Catedral)
XXVI Domingo del Tiempo Ordinario
25 D Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado
26 L
27 M
28 X
29 J Vicaría de Acción Caritativa y Social - Reunión de Capellanes Sanitarios
30 V 30-1 Delegación de Catequesis: Encuentro de Formación Catequistas
76

OCTUBRE 2022
Santa Teresa de Liseux, Patrona de las Misiones
Eucaristía de inicio de Octubre Misionero
1 S
Cáritas: Consejo Diocesano
Delegación de Enseñanza: Encuentro inicio de curso Málaga
2 D XXVII Domingo del Tiempo Ordinario
3 L
4 M
5 X Jornada Ecuménica de Oración por el Cuidado de la Creación
6 J
7-9 Acción Católica General: Curso Básico de Acompañantes de grupos de
parroquias
7 V
Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
Consejo Pastoral Diocesano
8 S
Delegación de Enseñanza: Encuentro inicio de curso Melilla
9 D XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario
10 L Delegación de Apostolado Seglar: Consejo
11 M
12 X Nuestra Señora del Pilar
13 J
14 V C.A.E. Permanente
15 S
XXIX Domingo del Tiempo Ordinario
16 D
Día de la Catequesis
17 L
18 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
19 X
20 J Consejo del Presbiterio
21 V
Sagradas Órdenes – Diaconado
22 S Delegación de Pastoral Familiar: Jornadas de Formación
22-23 Convivencia Seminario Menor
XXX Domingo del Tiempo Ordinario
23 D
Domund. Colecta imperada OMP
24 L
25 M
26 X
77

27 J
28 V
29 S Delegación de Misiones: Encuentro Diocesano Misionero
30 D XXXI Domingo del Tiempo Ordinario
31 L
78

NOVIEMBRE 2022
1 M Todos los Santos (Precepto)
2 X Fieles Difuntos
3 J
4-6 Acción Católica General: Convivencia de jóvenes
4 V Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
Acción Católica General: VIII Encuentro Interparroquial
5 S
Delegación de Liturgia: Curso Diocesano para Lectores
XXXII Domingo del Tiempo Ordinario
6 D
Día de la Iglesia Diocesana. Colecta imperada
Jornada de Formación Permanente del Clero
7 L
Encuentro de Sacerdotes recientemente ordenados
8 M Delegación de Misiones: Consejo Diocesano
9 X
10 J
11-12 Jornadas de Formación Cáritas-Pastoral Social
11 V
Delegación de Pastoral de la Salud: Inicio de curso
Encuentro de Monaguillos
12 S
12-13 Convivencia Seminario Menor
XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario
13 D
VI Jornada Mundial de los Pobres
14 L
15 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
Delegación de Ecumenismo: Encuentro del Sr. Obispo con los Pastores de otras
16 X
Confesiones Cristianas y representantes de otras Religiones
17 J
18 V C.A.E. Permanente
Delegación de Pastoral Familiar: Retiro de familias
19 S
Delegación de Liturgia: Curso Diocesano para Lectores
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo
20 D
Jornada Diocesana de la Juventud
21 L
22 M
23 X
24 J
25 V
26 S Delegación de Infancia y Juventud: Convivencia de Adviento
27 D I Domingo de Adviento
28 L
29 M
30 X
79

DICIEMBRE 2022
1 J
2 V Curso Discernimiento Vocacional
San Francisco Javier, Patrono de las Misiones
3 S Acción Católica General: Encuentro de Adviento de Infancia
Delegación de Liturgia: Reunión del Equipo Diocesano
4 D II Domingo de Adviento
5 L
6 M
7 X Vigilia de la Inmaculada Concepción
Inmaculada Concepción (Precepto)
8 J
Colación de Ministerios de Lectorado y Acolitado
9 V
10 S
11 D III Domingo de Adviento
12 L
13 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
14 X
15 J Retiro de Adviento y felicitación de Navidad del Clero
16 V C.A.E. Permanente
Cáritas: Consejo Diocesano
17 S
Delegación de Misiones: Sembradores de Estrellas
18 D IV Domingo de Adviento
19 L
20 M
21 X
22 J
23 V
24 S
25 D Natividad del Señor (Precepto)
26-29 Convivencia Seminario Menor
26 L
26-29 Delegación de Infancia y Juventud: Campo de trabajo Lázaro
27 M
28 X
29 J
Sagrada Familia Jesús, María y José
30 V
Delegación Pastoral Familiar: Celebración Sagrada Familia
31 S
80

ENERO 2023
1 D Santa María Madre de Dios (Precepto)
2 L
3 M
4 X
5 J
La Epifanía del Señor (Precepto)
6 V
Día del Catequista (IEME)
7 S
8 D El Bautismo del Señor
9 L
10 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
11 X
Delegación de Misiones: Consejo Diocesano
12 J
Vicaría de Acción Caritativa y Social - Reunión de Capellanes Sanitarios
C.A.E. Permanente
13 V Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
Jornada de Formación para Laicos
14 S
Acción Católica General: 1ª Sesión Escuela de Acompañantes
II Domingo Tiempo Ordinario
15 D
Infancia Misionera. Colecta imperada. OMP
16 L Delegación de Apostolado Seglar: Consejo
17 M
18 X 18-25 Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
19 J Encuentro Presbiterio – Seminario
20 V
21 S 21-22 Convivencia Seminario Menor
III Domingo Tiempo Ordinario. Domingo de la Palabra de Dios
22 D
22-27 Primer turno Ejercicios Espirituales para el Clero
23 L
San Francisco de Sales, Patrón de los Periodistas
24 M
Deleg. de Medios de Comunicación: Entrega Premios Card. Herrera Oria
25 X
26 J
27 V Deleg. Ecumenismo: Oración Ecuménica por la Unidad de los Cristianos
28 S
81

IV Domingo Tiempo Ordinario


Vocaciones Nativas. Colecta imperada. OMP
29 D
29-3 Segundo turno Ejercicios Espirituales para el Clero
Deleg. Past. Universitaria: Eucaristía Santo Tomás de Aquino (Catedral)
30 L
31 M
82

FEBRERO 2023
1 X Delegación de Pastoral Familiar: Inicio del mes de la Familia
2 J Jornada de la Vida Consagrada
3-4 Delegación de Liturgia: Curso de Formación para acólitos cofrades
3 V
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
XXXV Jornada Diocesana de Pastoral de la Salud
Delegación de Infancia y Juventud: Jornada de Formación acompañantes de
4 S
jóvenes – Consejo Diocesano
Delegación de Ecumenismo: Jornada Mundial de la Fraternidad Universal
5 D V Domingo Tiempo Ordinario
6 L
7 M
8 X Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas
Departamento de Migraciones-Gitanos: Vigilia Jornada Mundial de Oración y
9 J
Reflexión contra la Trata de Personas
10 V 10-11 XXIV Jornadas Diocesanas de Liturgia
XXXI Jornada Mundial del Enfermo
11 S Delegación Pastoral Familiar: Retiro de familias
Delegación de Infancia y Juventud: Encuentro Diocesano de Infancia
VI Domingo Tiempo Ordinario
12 D
Manos Unidas - Campaña contra el hambre – Colecta imperada
13 L
14 M Delegación de Pastoral Familiar: Inicio de la Semana del Matrimonio
15 X
16 J
C.A.E. Permanente
17 V
Curso Discernimiento Vocacional
18 S Acción Católica General: 2ª Sesión Escuela de Acompañantes
19 D VII Domingo Tiempo Ordinario
20 L Jornada de Formación Permanente del Clero
21 M
22 X Miércoles de ceniza
23 J
24 V
Pastoral Vocacional: Encuentro Samuel
25 S
25-26 Convivencia Seminario Menor
26 D I Domingo Cuaresma
27 L
28 M
* Pendiente de confirmación fecha Reunión de Vicarios y Arciprestes Provincia Eclesiástica de Granada.
83

MARZO 2023
1 X
2 J
Acción Católica General: Encuentro de jóvenes
3 V Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
Retiro de Cuaresma para Laicos
4 S
Delegación de Liturgia: Reunión del Equipo Diocesano
5 D II Domingo Cuaresma
6 L
7 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
8 X
Retiro de Cuaresma para el Clero
9 J
Delegación de Misiones: Consejo Diocesano
10 V
Acción Católica General: 3ª Sesión Escuela de Acompañantes
11 S 11-18 Venid y lo Veréis
11-12 Delegación de Infancia y Juventud: Convivencia de Cuaresma
12 D III Domingo Cuaresma
13 L
14 V
15 X
16 J
C.A.E. Permanente
17-19 Acción Católica General: Primera tanda de Ejercicios Espirituales
17 V
Delegación de Pastoral Universitaria: Atrio de los Gentiles
17-19 Convivencia Seminario Menor
18-19 Acción Católica General: Convivencia de Cuaresma de infancia
18 S
Delegación de Enseñanza: Encuentro de profesores de Religión
IV Domingo Cuaresma
19 D
Día del Seminario. Colecta imperada
20 L
21 M
22 X
23 J Consejo del Presbiterio
24 V 24-26 Acción Católica General: Segunda tanda de Ejercicios Espirituales
Cáritas: Consejo Diocesano
25 S
Delegación de Pastoral Familiar: Día en defensa de la Vida
26 D V Domingo de Cuaresma
84

27 L
28 M
29 X
30 J
31 V Delegación de Pastoral Universitaria: Atrio de los Gentiles
85

ABRIL 2023
1 S
2 D Domingo de Ramos
3 L
4 M
5 X Misa Crismal
Jueves Santo
6 J Día del Amor fraterno. Colecta recomendada Cáritas Parroquial
6-9 Convivencia Seminario Menor
Viernes Santo
7 V
Santos Lugares. Colecta imperada
8 S
9 D Pascua de Resurrección
10 L
11 M
12 X
13 J
C.A.E. Permanente
14 V 14-16 Acción Católica General: Ejercicios Espirituales de Pascua
Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Catequesis: 1ª Jornada de Formación sobre la Discapacidad en
15 S
la vida de la Iglesia
16 D II Domingo de Pascua
17 L Delegación de Apostolado Seglar: Consejo
18 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
19 X
20 J
21 V
Delegación de Infancia y Juventud: XXXVI Encuentro Diocesano
22 S Delegación de Liturgia: Curso Diocesano para Ministros Extraordinarios de la
Comunión
23 D III Domingo de Pascua
24 L Jornada de Formación Permanente del Clero
25 M
26 X
27 J Vicaría de Acción Caritativa y Social - Reunión de Capellanes Sanitarios
28 V 28-29 Centro Estudios Teológicos: Jornadas de Teología y Mundo Actual
29 S Delegación de Enseñanza: Encuentro de profesores de Religión
IV Domingo de Pascua
30 D
Jornada de Oración por las Vocaciones
86

MAYO 2023
1 L
2 M
3 X
4 J
Delegación de Liturgia: Curso de Salmista
5 V Curso Discernimiento Vocacional
Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
6 S
V Domingo de Pascua
7 D
Misión Diocesana Caicara del Orinoco. Colecta imperada
8 L
9 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
10 X
11 J Encuentro Sacerdotal San Juan de Ávila
C.A.E. Permanente
12 V
Delegación de Liturgia: Curso de Salmista
Pastoral Vocacional: Encuentro Samuel
13 S
13-14 Convivencia Seminario Menor
VI Domingo de Pascua
14 D
Pascua del Enfermo
15 L
16 M
17 X
18 J
19 V Delegación de Liturgia: Curso de Salmista
20 S Delegación de Enseñanza: Encuentro final de curso
21 D Ascensión del Señor
22 L
23 M
24 X
25 J
26 V Delegación de Liturgia: Curso de Salmista
27 S Acción Católica General: Adoremus de Pentecostés
Pentecostés
28 D
Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar
29 L
30 M
31 X
87

JUNIO 2023
1 J
2 V Delegación de Infancia y Juventud: Adoremus
Encuentro Diocesano de Cáritas
Delegación de Liturgia: Curso Diocesano para Ministros Extraordinarios de la
3 S
Comunión
Delegación de Infancia y Juventud: Consejo Diocesano
Santísima Trinidad
4 D
Jornada Pro-Orantibus. Colecta imperada
5 L
6 M Reunión de Vicarios y Arciprestes
7 X
8 J
C.A.E. Permanente
9 V 9-10 Acción Católica General: Evaluación Comisión Diocesana y Convivencia
Coordinadoras y Equipos
10 S Delegación de Liturgia: Reunión del Equipo Diocesano
Stmum. Corpus Christi
11 D
Día de la Caridad. Colecta imperada
12 L Delegación de Catequesis: Reunión Comisión Diocesana
13 M
14 X
15 J
Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes
16 V
16-17 Convivencia Seminario Menor
17 S Consejo Pastoral Diocesano
18 D XI Domingo Tiempo Ordinario
19 L
20 M
21 X
Consejo del Presbiterio
22 J
Delegación de Misiones: Consejo Diocesano y Evaluación del curso
23 V
24 S Sagradas Órdenes - Presbiterado
25 D XII Domingo Tiempo Ordinario
26 L
27 M
28 X Delegación de Enseñanza: Encuentro final de curso
29 J
30 V
88

JULIO 2023
1 S Cáritas: Consejo Diocesano
XIII Domingo Tiempo Ordinario
2 D Óbolo de San Pedro. Colecta imperada
2-8 Convivencia Seminario Menor
3 L
4 M
5 X
6 J
7 V
8 S
9 D XIV Domingo Tiempo Ordinario
10 L
11 M
12 X
13 J
14 V C.A.E. Permanente
15 S Delegación de Infancia y Juventud: Eucaristía de envío a la JMJ
16 D XV Domingo Tiempo Ordinario
17 L
18 M
19 X
20 J
21 V
22 S
XVI Domingo Tiempo Ordinario
23 D
Jornada para los abuelos y las personas mayores
24 L
25 M Santiago Apóstol (Precepto)
26-30 Delegación de Infancia y Juventud: Días en las diócesis de Portugal,
26 X previos a la JMJ
27 J
28 V
29 S
30 D XVII Domingo Tiempo Ordinario
Delegación de Infancia y Juventud: Encuentro de las diócesis españolas en
31 L Bela Vista Park (Lisboa)
89

AGOSTO 2023
1 M 1-6 Del. Infancia y Juventud/Del. Pastoral Universitaria: JMJ Lisboa 2023
2 X
3 J
4 V
5 S
6 D XVIII Domingo Tiempo Ordinario
7 L
8 M
9 X
10 J
11 V
12 S
XIX Domingo Tiempo Ordinario
13 D
Jornada Pro-Templos. Colecta imperada
14 L
15 M Asunción de la Virgen María (Precepto)
16 X
17 J
18 V
19 S
20 D XX Domingo Tiempo Ordinario
21 L
22 M
23 X
24 J
25 V
26 S
27 D XXI Domingo Tiempo Ordinario
28 L
29 M
30 X
31 J

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