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LAS CLÁUSULAS CONTRACTUALES

FORMATIVAS, EXTINTIVAS, RESOLUTORIAS,


ESPECIALES, PENALES, TRANSITORIAS, FINALES

Imagen extraída el 21 de diciembre del 2017 de http://bentojradvogados.com.br/wp-


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Fuentes

Subero Issa, J. (2010). Los Contratos y Cuasicontratos. Tercera edición. Editora Asociación
Hipólito Herrera Billini.

León, A. (s/f). La voluntad y la capacidad en los actos jurídicos.

Vial, V. (s/f). Teoría General del Acto Jurídico. Santo Domingo, R.D.

Barrientos Grandón, J. (2001) Apuntes Sobre Derecho de las Obligaciones. Universidad Diego
Portales. Recuperado de http://www.oocities.org/gwilliam81/obligaciones.pdf

Cada día más se acentúa la tendencia del legislador de someter los actos jurídicos al
cumplimiento de ciertos requisitos, que aunque no exigidos para la validez de los
mismos, si lo son para su mayor eficacia. Estas formalidades en algunos casos tienen por
finalidad reglamentar la prueba o existencia de esos actos y en otros casos persiguen
hacer oponibles a los terceros la transmisión o la contestación de un derecho real.

Formalidades relativas a la prueba. Algunos actos jurídicos solamente pueden ser


probados mediante el cumplimiento de determinados procedimientos. El art. 1315 del
Código Civil establece el principio general de que la prueba de la obligación le
corresponde aportarla al que alega su existencia.

Por su parte el art. 1341 del mismo Código dispone que debe extenderse acta ante notario
o bajo firma privada de todas las cosas cuya suma o valor exceda de treinta pesos, y no se
admite la prueba testimonial, exceptuándose las leyes relativas al comercio. Los arts.
1347 y 1348 establecen excepciones al principio general del art. 1341 en cuanto a la prueba
documental.

Sin embargo, la prohibición de la prueba testimonial no es de orden público y por lo tanto


para que los jueces del fondo puedan desestimar la prueba ofrecida por testigos es
indispensable que el demandado contra quien se pretende hacer la prueba de cosas cuyas
sumas excedan de treinta pesos, se opongan a ello mediante conclusiones formales.

La prueba de la simulación entre las partes debe hacerse por escrito, de conformidad con
el art. 1341 del Código Civil.

En caso de controversia sobre la existencia del contrato de seguro, éste sólo puede
probarse por los instrumentos escritos creados al efecto, o sea la presentación de la póliza
misma.

El Código Civil exige la prueba documental para determinados contratos, entre los cuales
tenemos que citar: la transacción, consagrada por el art. 2044; el arrendamiento todavía
no cumplido, según el art. 1715; la sociedad civil, al tenor del art. 1834; (las sociedades
comerciales se rigen por el Código de Comercio); el compromiso, según lo dispone el art.
1005 del Código de Procedimiento Civil.

Sobre los contratos mencionados anteriormente dice Josserand que se sentiría uno
tentado a calificar de solemnes esos contratos; pero esa opinión es generalmente
rechazada, y se admite que su validez no está subordinada a la redacción de un escrito; se
piensa que todo lo que el legislador ha querido es que la existencia de esos contratos no
se estableciese mediante testigos; es la prueba de testigos la que ha querido proscribirse;
pero la realidad de la convención resultaría perfectamente de la confesión o del
juramento. El escrito se exige ad probatio nem y no ad solemni tatem; como medio de
prueba normal y por desconfianza respecto de la prueba testifical, no como condición de
validez de la operación, la cual es perfecta por el solo consentimiento de las partes.

La jurisprudencia, partiendo del principio de que todos los contratos son consensuales,
considera que en caso de duda, el documento sólo se exige para la prueba.

Los actos constitutivos o traslativos de derechos reales, a fin de que sean oponibles a los
terceros, deben ser sometidos a los requisitos de publicidad, principalmente aquellos
actos que recaen sobre los inmuebles.

Ya los redactores del Código Civil habían afirmado en el art. 1138 que los derechos reales
se transmiten por la sola voluntad (solus consensus). De donde resulta que un derecho
real cualquiera, como el de propiedad, podría ser transmitido mediante un contrato sin el
cumplimiento de ninguna formalidad. Ante esta situación los terceros se encuentran
impedidos de ser informados sobre las operaciones realizadas relativas a la cosa sobre la
cual recae el derecho.
Dentro de cualquier contrato deben de destacarse ciertas cláusulas que le dan razón de
ser al documento. Por ejemplo, el contenido de cualquier contrato deben de conformarlo
ciertas cláusulas que puede ser desde las resolutorias, especiales y hasta las llamadas
cláusulas penales o que contienen alguna penalidad por el eventual incumplimiento de
una de las partes.

Del mismo modo están las transitorias, y por último las finales que serían una especie de
ratificación de la aprobación y donde se cierra el contrato.

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