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Textos y mapas tema 6

RESOLUCIÓN 1199, de 23 de septiembre de 1998 Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Tras un periodo de relativa calma en Kosovo, en septiembre de 1998, ante el agravamiento de


la situación, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 1199. En esta resolución se exige
tanto a la República Federal Yugoslava como a los líderes albano-kosovares el cese de la
violencia y el inicio de un proceso político. En los puntos 11 a 16, se pide la colaboración de los
Estados Miembros para que favorezcan el cumplimiento de esta resolución.

Afirmando que el deterioro de la situación en Kosovo, República Federal de Yugoslavia,


constituye una amenaza para la paz y la seguridad de la región,

Actuando bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,

1. Exige que todas las partes, grupos e individuos detengan inmediatamente todas las
hostilidades y que mantengan un alto el fuego en Kosovo, República Federal de Yugoslavia, el
cual mejoraría las perspectivas de un diálogo significativo entre las autoridades de la República
Federal de Yugoslavia y los líderes albano-kosovares, además de reducir el riesgo de catástrofe
humanitaria;

2. Exige también que las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y los líderes albano-
kosovares tomen medidas inmediatas para mejorar la situación humanitaria y para alejar la
inminente catástrofe humanitaria

3. Pide a las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y los líderes albano-kosovares


que establezcan immediatamente un diálogo significativo sin condiciones previas y de
implicación internacional, y que dediquen tiempo para encontrar un camino que lleve al final
de la crisis y a una solución política negociada para el tema de Kosovo, y da la bienvenida a los
actuales esfuerzos que apunten a facilitar este diálogo.

4. También exige que la República Federal de Yugoslavia, además de las medidas solicitadas
bajo la resolución 1160 (1998) aplique inmediatamente las siguientes medidas concretas para
conseguir una solución política para la situación de Kosovo. Estas medidas son contenidas en la
declaración del 12 de junio de 1998 del Grupo de Contacto:

(a) detener toda acción de las fuerzas de seguridad que afecte a la población civil y ordenar la
retirada de las unidades de seguridad utilizadas para la represión de civiles;

(b) permitir un control internacional efectivo y continuo en Kosovo por parte de la Misión de
Control de la Comunidad Europea y de misiones diplomáticas acreditadas en la República
Federal Yugoslava, incluyendo el acceso y una total libertad de movimientos de estos controles
tanto de entrada como de salida y también dentro del mismo Kosovo, sin impedimento alguno
por parte de las autoridades de gobierno, así como también la expedición de documentos de
viaje adecuados para el personal internacional que contribuye a los controles.
(c) Facilitar, de acuerdo con UNHCR y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la vuelta
en términos de seguridad de los refugiados y deportados a sus hogares, y permitir un libre
acceso y sin trabas a las organizaciones humanitarias y a las provisiones.

(d) Realizar un progreso rápido en relación con el diálogo con la comunidad albano-kosovar,
diálogo mencionado en el parágrafo 3 y que se pide en la resolución 1160 (1998), con la
finalidad de acordar medidas que contribuyan a la confianza y de encontrar una solución
política a los problemas de Kosovo;

(.../...)

11. Solicita a los Estados que persigan los medios consistentes con su legislación nacionales y
sus leyes internacionales pertinentes para evitar que se reunan fondos en su territorio
destinados a contravenir la resolución 1160 (1998);

12. Pide a los Estados Miembros y a otros implicados que proporcionen recursos adecuados
para la asistencia humanitaria en la región y que respondan rápida y generosamente a la
llamada de la Inter-Agencia Consolidada de las Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria
Relacionada con la Crisis de Kosovo;

13. Pide a las autoridades de la República Federal de Yugoslavia, a los líderes de la comunidad
albano-kosovar y a todo aquel que esté implicado, que colaboren plenamente con el Fiscal del
Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia en la investigación de posibles violaciones
dentro de la jurisdicción del Tribunal;

14. Subraya también la necesidad de que las autoridades de la República Federal de Yugoslavia
entreguen a la justicia aquellos miembros de las fuerzas de seguridad que hayan estado
involucrados en maltratos de civiles y en la destrucción deliberada de propiedades;

15. Solicita que el Secretario General proporcione regularmente informes al Consejo, cuando
sea necesario, sobre su valoración del cumplimiento de esta resolución por parte de las
autoridades de la República Federal de Yugoslavia y de todas las partes de la comunidad
albano-kosovar, incluyendo sus informes regulares sobre el cumplimiento de la resolución
1160 (1998);

16. Decide, en caso de que las medidas concretas exigidas en la presente resolución y en la
resolución 1160 (1998) no sean adoptadas, considerar el tomar acciones y medidas adicionales
para mantener o restaurar la pa y la estabilidad en la región;
RESOLUCIÓN 1244 (1999) Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 4011ª sesión,
celebrada el 10 de junio de 1999.

El Consejo de Seguridad, Teniendo presentes los propósitos y principios de la Carta de las


Naciones Unidas, y la responsabilidad primordial del Consejo de Seguridad respecto del
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales,

Recordando sus resoluciones 1160 (1998), de 31 de marzo de 1998, 1199 (1998), de 23 de


septiembre de 1998, 1203 (1998), de 24 de octubre de 1998, y 1239 (1999), de 14 de mayo de
1999, Lamentando que no se hayan cumplido cabalmente las disposiciones de esas
resoluciones,

Resuelto a solucionar la grave situación humanitaria de Kosovo (República Federativa de


Yugoslavia) y a lograr el regreso libre y en condiciones de seguridad de todos los refugiados y
las personas desplazadas a sus hogares, Condenando todos los actos de violencia contra la
población de Kosovo, así como los actos terroristas de todas las partes, …

Reafirmando el derecho de todos los refugiados y personas desplazadas a regresar a sus


hogares en condiciones de seguridad, Recordando la competencia y el mandato del Tribunal
Internacional para la ex Yugoslavia, S/RES/1244 (1999) …

Reafirmando la adhesión de todos los Estados Miembros al principio de la soberanía e


integridad territorial de la República Federativa de Yugoslavia y los demás Estados de la región,
expresada en el Acta Final de Helsinki y en el anexo 2,

Reafirmando el llamamiento formulado en resoluciones anteriores en favor de una autonomía


sustancial y una verdadera administración propia para Kosovo,

Determinando que la situación en la región sigue constituyendo una amenaza para la paz y la
seguridad internacionales,

Resuelto a velar por la seguridad del personal internacional y por el cumplimiento por todos
los interesados de sus obligaciones con arreglo a la presente resolución, y obrando con esos
propósitos en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas…

Exige en particular que la República Federativa de Yugoslavia ponga fin, de forma inmediata y
verificable, a la violencia y a la represión en Kosovo y emprenda y concluya el retiro gradual
verificable de Kosovo de todas las fuerzas militares, policiales y paramilitares con arreglo a un
calendario rápido, con el que se sincronizará el despliegue de la presencia internacional de
seguridad en Kosovo…

5. Decide desplegar en Kosovo, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, presencias
internacionales, una civil y otra de seguridad, con el equipo y el personal que sea necesario, y
acoge con beneplácito que la República Federativa de Yugoslavia esté de acuerdo con esas
presencias

7. Autoriza a los Estados Miembros y a las organizaciones internacionales competentes a


establecer la presencia internacional de seguridad en Kosovo mencionada en el punto 4 del
anexo 2 con todos los medios necesarios para que cumpla las obligaciones enunciadas en el
párrafo 9 infra; 8. Afirma la necesidad del despliegue rápido y temprano de presencias
internacionales civil y de seguridad efectivas en Kosovo y exige que las partes cooperen
cabalmente en ese despliegue; 9. Decide que las obligaciones de la presencia internacional de
seguridad que se desplegará y desarrollará actividades en Kosovo incluirán las siguientes
actividades: a) Disuadir a las partes de que reanuden las hostilidades, manteniendo y, en caso
necesario, imponiendo la cesación del fuego, y asegurar el retiro y evitar el regreso a Kosovo
de las fuerzas militares, policiales y paramilitares de la Federación y de la República, excepto
según lo previsto en el punto 6 del anexo 2; b) Desmilitarizar el Ejército de Liberación de
Kosovo (ELK) y otros grupos armados de albaneses de Kosovo como se establece en el párrafo
15 infra; c) Establecer un entorno seguro de modo que los refugiados y las personas
desplazadas puedan regresar a sus hogares en condiciones de seguridad, la presencia
internacional civil pueda desarrollar sus actividades, se pueda establecer una administración
de transición y se pueda prestar ayuda humanitaria;

Autoriza al Secretario General a establecer, con la asistencia de las organizaciones


internacionales competentes, una presencia internacional civil en Kosovo a fin de que Kosovo
tenga una administración provisional bajo la cual su pueblo pueda gozar de una autonomía
sustancial en la República Federativa de Yugoslavia y la cual se encargará de administrar la
transición al tiempo que establecerá y supervisará el desarrollo de instituciones provisionales
de gobierno democrático autónomo a fin de crear condiciones propicias para que todos los
habitantes de Kosovo puedan vivir una vida pacífica y normal; 11. Decide que entre las
principales responsabilidades de la presencia internacional civil estarán las siguientes: a)
Promover el establecimiento, hasta que se llegue a una solución definitiva, de una autonomía y
un autogobierno sustanciales en Kosovo, teniendo plenamente en cuenta el anexo 2 y los
acuerdos de Rambouillet (S/1999/648);…
DUBY, Georges. Atlas histórico mundial. Madrid Debate 1987.
MOISÉS NAÍM. ¿QUÉ PASÓ EL 28 DE MARZO? El País, 23 de junio 2012
Cada vez parece más claro que ninguna nación va a ser la potencia dominante en
el mundo que viene
Fue uno de esos días importantes que, sorprendentemente, pasó casi inadvertido
en los medios de comunicación del mundo. Resulta que, según los cálculos del
Departamento del Tesoro de Australia, el 28 de marzo pasado las economías de los
países menos desarrollados en su conjunto superaron en tamaño a las de los países más
ricos. “Ese día terminó una aberración que duró un siglo y medio”, escribió el
columnista australiano Peter Hartcher, refiriéndose al hecho de que, hasta el año 1840,
China había sido la mayor economía del mundo. “Los chinos ven esto y dicen: lo único
que pasó es que tuvimos un par de siglos malos”, señala el experto en Asia Ken
Courtiss, también citado por Hartcher. Courtiss añade: “Lo que está ocurriendo es que,
en un abrir y cerrar de ojos, en tan solo una generación, el poder se ha mudado de
Occidente a Oriente. Y con el tiempo veremos que no se trata solo de un movimiento
del poder económico y financiero, sino que también migrará a Oriente el poder político,
cultural e ideológico”.
¿Será así? Los comentarios de los lectores de la columna de Hartcher ofrecen
una espontánea pero reveladora síntesis de un debate que también consume a
gobernantes, políticos, militares y académicos en todas partes: ¿cuál será el país más
poderoso en el mundo? Derek, por ejemplo, afirma desde Canberra: “No tenemos por
qué preocuparnos. En el papel, China e India aparecen como potencias, pero en realidad
la mayoría de sus ciudadanos no tienen acceso a servicios sanitarios o a electricidad”.
Otro lector que se identifica como Barfiller añade: “No olvidemos estas realidades de
los países emergentes: conflictos fronterizos y enfrentamientos por el control del agua y
otros recursos; débil protección de patentes y propiedad intelectual; diferencias étnicas,
religiosas e ideológicas; desavenencias históricas y culturales, etc., etc. Los países
emergentes no lo tienen nada fácil”. A su vez, David insiste en la necesidad de tomar en
cuenta “la mala distribución de la riqueza entre la población de estos países. La
diferencia entre la riqueza del chino promedio y sus más privilegiados camaradas del
partido es una brecha insalvable. Y esa misma brecha existe en la India. En China se
debe a una profunda corrupción controlada desde arriba y en India es causada por
indelebles divisiones de clase basadas en la religión y la cultura”.
Así, según estas opiniones, China e India son países demasiado debilitados por
sus divisiones y otros problemas internos como para ser las potencias rectoras del
mundo.
Pero los problemas de estos grandes países en ascenso ya no solo les incumben a
ellos. Caledonia, una lectora que escribe desde Sidney, cree que los otros comentaristas
no se dan cuenta del peligro que les acecha: “Si la economía de China sufre un crash,
ustedes se van a encontrar en las filas de los desempleados y podrán darse por
afortunados si consiguen un trabajo limpiando baños”.
Detrás de todas estas observaciones subyacen importantes suposiciones acerca
de lo que hace que una nación llegue a ser tan poderosa como para imponerle su
voluntad a otras. Esto antes era privilegio de los imperios. Después lo fue de las dos
superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Y tras el hundimiento de esta
última, se puso de moda suponer que entrábamos en una era unipolar en la cual una sola
superpotencia, Estados Unidos, dominaría el mundo.
Esta percepción duró poco. El ascenso de China y otros países, sumado a los
problemas de EE UU, hicieron que la idea del mundo unipolar fuese perdiendo
vigencia. Pero si no es el mundo bipolar de soviéticos y norteamericanos, ni el unipolar
donde EE UU reina solo, ni el multipolar dominado por la influencia de América,
Europa y un Asia en ascenso, ¿entonces qué tipo de mundo es el que está naciendo?
En los últimos años, las respuestas a esta pregunta han estado influidas por el
despegue económico de los países emergentes y la crisis financiera en Europa y EE UU.
Pero ahora, a medida que los emergentes entran en una más lenta y difícil situación
económica que inevitablemente alimentará la turbulencia social y política, y Europa
sigue sumida en la crisis, el debate va a cambiar de nuevo. Y cuanto más rebotan de un
lado a otro las opiniones acerca de qué nación será la potencia dominante del mundo
que se nos viene, más claramente comienza a perfilarse la respuesta: ninguna.
https://elpais.com/elpais/2014/02/20/media/1392918448_333243.html

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