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Le Corbusier siempre ha sido el más moderno, el más fructífero y el más libre, un Picasso de la
arquitectura capaz de reinventarse plástica y conceptualmente en cada época de su vida. En sus
primeras viviendas –la casa que firmó para sus padres, Villa Le Lac en 1924, y la que culminó en París
para el coleccionista Raoul La Roche (1925) con el que comenzó a trabajar antes de denominarse Le
Corbusier, cuando era Charles Édouard Jeanneret– está el origen de trabajos posteriores, como la Villa
Saboya o la casa del médico Pedro Curutchet, en La Plata (Argentina).
Estamos ante el triunfo de la reinvención moderna por encima de la esclavitud que representa el
seguimiento ciego de un estilo, aunque sea aparentemente rompedor. Los bloques de apartamentos
que se hacinan en nuestras ciudades desvirtúan el legado de
l’Unité d’Habitation de Marsella, un inmueble vivo, con terraza
en la azotea, que resume los principios de Le Corbusier: levantar
sobre pilotis, no interrumpir las plantas, ventanas corridas y
zonas de recreo comunes.
3.- CARACTERISTICAS
El estilo arquitectónico de Le Corbusier es parte del racionalismo . A lo largo de su producción
arquitectónica, el principio de mantener la sencillez, deshacerse de toda ornamentación innecesaria y
utilizar materiales prefabricados como el hormigón armado da forma a uno de sus pilares teóricos, el
funcionalismo.
4.- CONTRIBUCION HASTA NUESTROS DIAS DE LE CORBUSIER
En 1927 Le Corbusier presenta un documento manuscrito donde expone en forma sistemática sus ideas
arquitectónicas: los llamados «cinco puntos de una nueva arquitectura» representan una importante
innovación conceptual para la época, aprovechando las nuevas tecnologías constructivas, derivadas
especialmente del uso del hormigón armado (hasta entonces este material se usaba en viviendas y
monumentos disfrazándosele de piedra esculpida con molduras):
Sus 5 puntos de la nueva arquitectura se basaron en la planta baja sobre pilotes, la planta libre, la
fachada libre, la ventana alargada y la terraza-jardín, conceptos que transformaron por siempre la forma
en que se concibe la arquitectura.
La planta baja sobre pilotis: para Le Corbusier, la planta baja de la vivienda, al igual que la calle,
pertenecía al automóvil, ya sea para circulación o aparcamiento, por este motivo la vivienda se
elevaba sobre pilotes para permitir el movimiento de los vehículos.
La planta libre: a partir de la estructura independiente, aprovechando la tecnología del
hormigón armado genera una estructura de pilares en la que apoyan losas, de esta forma el
arquitecto decide dónde poner los cerramientos, siendo independientes de un nivel al otro.
La fachada libre: el corolario del plano libre en el plano vertical. La estructura se retrasa respecto
de la fachada, liberando a esta de su función estructural y permitiendo libertad en su
composición independientemente de la estructura.
La ventana alargada: por el mismo motivo del punto anterior, también los muros exteriores se
liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación
con el exterior y permitiendo un mejor asoleamiento de los espacios interiores.
La terraza-jardín: para Le Corbusier la superficie ocupada a la naturaleza por la vivienda debía
ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del edificio, convirtiendo el espacio sobre la
vivienda en un ámbito aprovechable para el esparcimiento, que además permitía mantener
condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón.
5.- FILOSOFIA
Claramente, la filosofía de Le Corbusier era tanto funcional como formal. Gran parte de su trabajo se
centró en cómo la buena arquitectura puede afectar también a los paisajes sociales. Sus principios de
“Unité d'Habitation” esbozaron su visión: grandes bloques de apartamentos que ofrecían viviendas
espaciosas, espacios sociales sombreados, jardines en los tejados, calles comerciales y otros servicios.
Estas serían casas para que las masas no sólo habiten, sino que también vivan en ellas.