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La República Oligárquica (1810 a 1891) – Fernando Muñoz

Introducción

El período de la Republica oligárquica se ve desencadenada por la abdicación de Bayona.


Carlos IV y su heredero Fernando VII en 1808 pierden el trono. Producida por el general
francés Napoleón Bonaparte en beneficio de su hermano José Bonaparte. Los españoles logran
conformar en 1808 la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino, que luego es disuelto por
las fuerzas napoleónicas y establece el Consejo de Regencia de España y de Las Indias en 1810.
Sin embargo, en Septiembre se logran reunir las Cortes, como órgano político representante de
España, con carácter de asamblea constituyente, reunión de diferentes ideologías, conformada
por 77 representantes de la península y 33 representantes de la colonia, que da origen en la
ciudad de Cádiz a una constitución liberal promulgada en 1812. Fernando VII en 1813 retoma el
poder. Disuelve las Cortes, deroga la constitución y sus leyes, y busca para sus autores la cárcel
y el exilio.

En Chile, el gobernador de la Conquista, Francisco Antonio García Carrasco, comenzó a regir


en contra de medidas conspirativas y fue obligado a renunciar tras realizar conductas criminales
y corruptas. Es designado Mateo de Toro y Zambrano el 16 de Julio 1810, quien redacta un 18
de Septiembre el Acta del Cabildo abierto, presidido por el mismo. Hizo posible los primeros
intentos de dirección en el país, logrando conformar el Reglamento Provisional de la Junta
Gubernativa, cuyo contenido establecía funciones jurisdiccionales y gubernamentales de la
Junta. Conformada por seis vocales interinos mientras se reúnen los Diputados de todas las
provincias para regir en lo que sucede. El 15 de Diciembre se dicta un Texto de Convocatoria
para la reunión de 42 diputados.

La primera elección fue llevada a cabo el 4 de Julio de 1811, y llega a su fin con el golpe de
Estado de José Miguel Carrera el 2 de Diciembre de 1811.

El 14 de Agosto el Congreso había promulgado un Reglamento para el arreglo de la Autoridad


Ejecutiva Provisoria de Chile en el que se dicta: “se delega interinamente el conocimiento de
negocios y transgresiones particulares de la ley a un cuerpo colegiado que se instalará con el
título de Autoridad Ejecutiva Provisoria de Chile”. El segundo texto constitucional de la época,
denominado Reglamento Constitucional Provisorio, aquel promulgado durante el gobierno de
Carrera el 26 de Octubre de 1812, en el que reconoce al rey, pero se le asigna el deber de
reconocer la constitución chilena “en el modo mismo que la de la Península”. De este modo,
este segundo Reglamento conforma un órgano de gobierno autónomo llamado Junta Superior
Gubernativa, compuesta por un triunvirato, y un senado con 7 vocales con funciones consultivas
y jurisdiccionales.

Las “críticas circunstancias del día” que se vivía en la Patria Vieja lleva a la concentración del
poder ejecutivo en una sola persona, ejerciendo por primera vez el cargo de Director Supremo
Francisco de la Lastra, quien llevo a cabo una comisión constituyente que plasmo su labor en la
creación de un Reglamento para el Gobierno Provisorio el 17 de Marzo de 1814, el cual su
artículo 1 señalaba que ante la necesidades de concentrar el poder Ejecutivo en un individuo, se
le investía a aquel de las absolutas facultades de la Junta de Gobierno, las cuales son
“amplísimas e ilimitadas”, salvo materias puntuales relativas al estado de guerra e impuestos. El
texto pierde su vigencia tras otro derrocamiento por Carrera.
En 1814 las fuerzas independentistas sufren una grave derrota, situación revertida con el triunfo
del ejército libertador en 1817. En 1818, Bernardo O´Higgins en calidad de director supremo
dicta la Proclamación de la Independencia de Chile y Manifiesto que Hace a las Naciones el
Director Supremo de los Motivos que justifican su Revolución y la Declaración de su
Independencia. Este segundo texto estaba influido por la ideología contractualista, poniendo de
manifiesto que: “la institución de los gobiernos no conoce otro origen que el de procurarse a los
hombres un apoyo a su seguridad y a la prosperidad de la asociación”.

La década de 1820 se caracterizó por el surgimiento de distintos proyectos orgánicos y por la


inestabilidad de la identidad gubernativa. Esto cesó tras la batalla de Lircay, en el que el grupo
cercano a Diego Portales con la intención de ejecutar un proyecto político que según el
historiador Alberto Edwards pretendía crear una sociedad “disciplinada y obediente” para crear
un ambiente político e institucional apto para el desarrollo en el ámbito económico y cultural.
Este período será designado como la República Autoritaria, que comprende el gobierno de José
Joaquín Prieto (1831-1841), Manuel Bulnes (1841-1851) y Manuel Montt (1851-1861). Ciclo
de transformaciones constitucionales y legislativas, educacionales y administrativas que
generaron una apertura en esos ámbitos. En esta etapa en la que nacen los partidos políticos,
comienzan a participar en la presidencia cada vez menos poderosa, partidarios de partidos
liberales, por lo que el período será nombrado como período de la República Liberal. La
tendencia a desplazar el poder del poder Ejecutivo al Congreso se ve ratificada con la guerra
civil de 1891, en la que el presidente José Manuel Balmaceda es acusado de actuar
inconstitucionalmente por aprobar la ley de presupuestos del año anterior frente al bloqueo de
su gobierno por la mayoría opositora del poder legislativo. Consolidó un período marcado por
una cultura parlamentarista que tuvo que lidiar con la “cuestión social” y las demandas del
movimiento obrero.

2 El Republicanismo Excluyente

El primer texto constitucional de Bernardo O´Higgins fue la Constitución de 1818. Postulaba


que los hombres, por su naturaleza, los hombres gozan de un derecho inajenable e inamisible a
su seguridad individual, su honra, su hacienda, e igualdad social, así mismo como “deberes del
hombre social (segundo capítulo)” en el que se exigía “completa sumisión a la Constitución del
Estado” indicando diversas virtudes cívicas, religiosas, éticas, para ser considerado un
verdadero patriota.

En su segundo texto, la Constitución de 1822, incluía “garantías individuales”, como la libre


disposición de bienes, rentas, trabajo e industrias. Libertad de expresión, libre circulación de
escritos de distinto idioma, inviolabilidad de las Cartas.

Cae en desuso tras el fin de su gobierno. Un Reglamento Orgánico Provisional convoca una
Junta Gubernativa Interina el 29 de Enero de 1823, reemplazada por función del Acta de Unión
del Pueblo de Chile por el general Ramón Freire, con el cargo de director supremo el 30 de
Marzo de 1829. Freire convocó a elecciones para un Congreso, el cual presidido por el jurista
Juan Egaña, aprueba un proyecto constitucional sugerido por él. Es promulgado el 29 de
diciembre de 1823, conocida como “constitución moralista”, derogada el 10 de enero de 1825
por una ley dada su escaza viabilidad.

El vacío dejando por el fracaso de la constitución del 23 permitió un espacio de


experimentación social. El 4 de Julio de 1826 se convoca un Congreso Constituyente, presidido
por José Miguel Infante, procurador del cabildo de Santiago al momento de la primera Junta
Gubernamental, que buscaba regir Chile mediante un sistema federalista: “la República de Chile
se constituye por el sistema federal, cuya Constitución se presentará a los pueblos para su
aceptación”. Esto se vio expresado por la promulgación de una ley el 11 de Julio en que se
conocería esta intención por el pueblo para su aceptación. El 9 de Julio se reemplaza el término
de “director supremo” acuñado por ideologías bonapartistas, a “Presidente de la República”
título ejercido por primera vez por Manuel Blanco Encalada.

Las funciones del Congreso Constituyente fueron la elaboración materia de elección de


gobernadores, cabildos y párrocos. También la división de Chile de tres intendencias coloniales
(Santiago, Coquimbo y Concepción), a siete provincias (Coquimbo, Aconcagua, Santiago,
Colchagua, Concepción, Valdivia, Maule y Chiloé). Y crearon asambleas provinciales dotadas
de poder administrativo. Cesaron en Mayo de 1827. El presidente Francisco Antonio Pinto tras
percibir un rechazo a esta ideología parlamentarista promulgó una ley en Agosto que suspendía
la aplicación de leyes federalistas.

En Enero de 1828 se entrega la comisión a otro Congreso Constituyente de crear un texto


político que entró en vigencia el 8 de Agosto de 1828, con el Título de “Constitución Política de
la República de Chile”, conocida como la “Constitución liberal”. Su principal autor fue el jurista
José Joaquín de Mora, dirigente de un colegio de Santiago y activo participante de la discusión
intelectual y política de Chile. Se legitimizó tanto por el proceso político como por la calidad de
su diseño institucional, la que permitió un violento estallido que acabo con su vigencia.

Este diseño permitió a los pipiolos, en la reunión bicameral para la calificación de las elecciones
de mayo de 1829, en la que Francisco Antonio Pinto obtuvo una clara mayoría de 118 votos,
elegir a José Joaquín Vicuña, quien obtuvo la cuarta mayoría de 48 votos.

La respuesta de los pelucones, aliados con el círculo de estanqueros dirigidos por Diego
Portales, quienes culpaban a la “anarquía” del período por las malas condiciones del mercado,
fue la organización de un ejército organizado por uno de los candidatos derrocados, José
Joaquín Prieto. El 30 de Abril de 1830 ocurre la guerra de Lircay, con el triunfo conservador y
con Diego Portales al mando, quien ejerce las medidas más duras, para restablecer el orden,
como la represión y la persecución a las ideas liberales y federalistas, y convocó a las figuras
peluconas para dar forma a su texto constitucional. Mariano Egaña, Andrés Bello y Manuel
Montt, para reemplazar la anterior por Constitución de 1833.

Portales desconfía de la Constitución como instrumento político. La piensa como un límite a la


represión estatal. Señala en la carta a su amigo Garfias en 1834 una crítica al habeas corpus,
opción presentada en el informe entregado a Portales por Mariano Egaña.

Por encima de las disposiciones constitucionales expresas, durante el gobierno de Prieto se


aprueba la Constitución de 1833 y las “leyes marianas” en 1837, que reglamentaban
importantes aspectos orgánicos de la actividad judicial.

Se aprobaron más de setenta leyes desde el 1 de febrero de 1837 hasta el 31 de mayo de 1839,
puestas en vigencia por el presidente en virtud de una amplísima ley de facultades
extraordinarias dictada por el Congreso el 31 de Enero de 1837 con razón de la guerra contra la
Confederación Perú-Boliviana.

Importante aporte de Bello y Egaña.

Leyes Marianas.
Código civil (redactado por Bello como “Códigos Legislativos que necesita Chile” y enviado al
presidente del Senado).

Constitución de 1833.

En cuanto a la producción de normas, estos juristas buscaron posicionar el poder legislativo


sobre el judicial. Esto quería decir que la facultad de crear normas radicaba en el poder político
y se restringiera la discrecionalidad judicial, tendencia de los Estados europeos desde el S.
XVII. Al parecer el Código Civil establece sobre sus primeras líneas que el poder de crear
derecho (permitir, mandar o prohibir mediante una expresión de voluntad soberana), se hallaba
remitido en la ley, y el criterio de los jueces debía basarse en la interpretación tenor literal de la
ley, excepto cuando esta presenta pasajes oscuros o contradictorios, a deficiencias de la técnica
legislativa.

La historia del texto de 1833 se da gracias al artículo 133 de la Constitución anterior, la cual
señalaba que debía realizarse en 1836 una gran Convención con el único objeto reformar y
añadir al texto. Sin embargo, el 17 de febrero de 1831, la capitular Municipalidad de Santiago
envió una comunicación al Ejecutivo, que luego la envió al Senado. Este comunicado decía que
debía realizarse con anterioridad esta Convención, para “corregir los defectos que el tiempo i la
experiencia nos han hecho conocer” y para equilibrar los poderes del Estado. Para complacer
esta solicitud, el presidente del senado el 8 de junio postuló un proyecto de ley para realizar esta
Convención, la que se hizo ley el 1 de octubre. El disgusto por la presencia en el Congreso de
los partidarios de Mariano Egaña causó rechazo y los reunidos se retiraron de las sesiones.
Egaña redacta una proyecto Constitucional, el “Voto Particular” de Egaña, el cual provee al
Presidente de amplias facultades. Entre ellas, la de dejar sin vigencia la Constitución sin
procesos que contrapesen contra él. Se rechazó la idea de un senado formado íntegramente por
senadores representes de instituciones como lo son la iglesia, la universidad, las fuerzas armadas
y el Poder Judicial.

A fines de 1832 queda redactado este proyecto. El 17 de Mayo de 1833, la Convención, tras su
discusión 80 aprueba este proyecto y lo promulga el 25 de Mayo de 1833 con el nombre de
Constitución de la República Chilena, y entra en vigencia como una reforma al texto de 1828

Art 1°. El territorio de Chile comprende desde el desierto de Atacama hasta el Cabo de Hornos,
y desde la Cordillera de Los Andes hasta el mar Pacífico, comprendiendo el Archipiélago de
Chiloé y sus islas adyacentes, hasta el Archipiélago de Juan Fernández.

Art 2, 3 y 4. Chile consta de una democracia popular representativa. Chile es una República
indivisible. Su soberanía recae en la Nación, la cual la delega a las instituciones establecidas
legítimamente por la Constitución.

Art 5. Las religión oficial era la Católica, Apostólica, Romana, con exclusión del ejercicio
público de cualquier otra.

Se establecía un régimen de ciudadanía censitaria, disponible para el sector masculino


alfabetizado, con buena situación económica. La especificación sobre el patrimonio aumenta
aplicabilidad del Reglamento. A diferencia de la anterior, esta Constitución indica que se debe
saber leer y escribir para votar, requisito que no fue incluido anteriormente a modo de excluir al
sector campesino y pobre urbano.
La regulación de las leyes permitió al presidente percibir las elecciones como una mera
ritualidad, en el que intendentes y gobernadores poseían el control de elecciones, quienes eran
de confianza exclusiva y dependencia directa del presidente, y se aseguraban de elegir
parlamentarios cercanos al mismo. Según Bernandino Bravo, existía un poder
extraconstitucional que convertía al presidente en gran elector.

Las garantías consitucionales se hallaban repartidas en los capítulos V “Derecho Público


Chileno” y X “de las Garantías y seguridad de propiedad”

- V: igualdad de la repartición de cargas públicas


- Capacidad de libre movimiento en el territorio y salir de este
- Inviolabilidad de las propiedades
- Derecho a presentar peticiones a las autoridades constituidas.
- Libertad de prensa (el abuso de esta libertad sería calificado previamente en el juicio
por jurados)
- La privación de una propiedad solo podría llevarse a cabo mediante una resolución
judicial, o en el caso en que una ley califique la función del Estado en el uso o
enajenación de un bien, previamente indemnizando al dueño de este bien en una medida
que se ajuste a él o al criterio de “hombres buenos” que avaluaren. De esta manera, no
podrían privar de bienes un grupo armado.
- Inviolabilidad de la “casa de la persona” (asilo inviolable)
- Inviolabilidad a la Correspondencia Epistolar (solo el Congreso puede exigir
contribuciones directas e indirectas)
- Ningún grupo armado puede requisar o exigir auxilio.
- Permitir realizar cualquier trabajo o industria, a menos que se oponga al bien nacional.
- Propiedad exclusiva

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