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El documento describe las características de la generación de energía eléctrica en Argentina. Explica que el país posee un complejo y extenso sistema interconectado que genera electricidad de diversas fuentes como hidroeléctrica, eólica, solar, gas natural y energía nuclear. Destaca que la energía nuclear es una fuente importante que genera electricidad las 24 horas del día y representa actualmente el 4.9% de la capacidad de generación total del país a través de tres centrales nucleares operativas.
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Título original
Características de la generación de energía eléctrica
El documento describe las características de la generación de energía eléctrica en Argentina. Explica que el país posee un complejo y extenso sistema interconectado que genera electricidad de diversas fuentes como hidroeléctrica, eólica, solar, gas natural y energía nuclear. Destaca que la energía nuclear es una fuente importante que genera electricidad las 24 horas del día y representa actualmente el 4.9% de la capacidad de generación total del país a través de tres centrales nucleares operativas.
El documento describe las características de la generación de energía eléctrica en Argentina. Explica que el país posee un complejo y extenso sistema interconectado que genera electricidad de diversas fuentes como hidroeléctrica, eólica, solar, gas natural y energía nuclear. Destaca que la energía nuclear es una fuente importante que genera electricidad las 24 horas del día y representa actualmente el 4.9% de la capacidad de generación total del país a través de tres centrales nucleares operativas.
Características de la generación de energía eléctrica
¿Podemos imaginarnos un mundo sin energía? Es difícil. El uso
continuo de la energía está tan presente en nuestras vidas que no podemos imaginar cómo estas serían sin electricidad, sin gas natural o combustibles líquidos. Desde que nos despertamos a la mañana y calentamos el agua sobre una hornalla, tomamos el transporte público o el auto para ir a la escuela o el trabajo, usamos la computadora, cargamos el celular o simplemente encendemos una lamparita, la energía está ahí siempre presente. Nos damos cuenta de su importancia solo cuando nos falta: se corta la luz y tenemos que subir cinco pisos por escalera, o se acaba la batería del celular y no tenemos donde enchufar el cargador, por poner ejemplos. Por eso, todas las sociedades modernas se organizaron para aprovechar de manera masiva los recursos energéticos y al mismo tiempo proveerlos al conjunto de la sociedad. Una muestra es que nuestro país tiene alrededor de 44 millones de habitantes, extendidos a lo largo de 2,8 millones de km2 y la red eléctrica llega a casi el 98%1 de la población. Es, sin lugar a duda, el complejo productivo más grande, extendido y sofisticado que existe en Argentina: más de 600 máquinas que generan electricidad, todas girando al mismo tiempo, a la misma velocidad (3000 revoluciones por minuto, lo que es equivalente a los 50 Hz que caracteriza los ciclos de nuestra red) constantemente. Esas máquinas están esparcidas en todo el territorio nacional, desde los molinos eólicos de 1 MWe de potencia de la Patagonia, hasta las 20 turbinas que suman casi 3000 MWe de potencia en Yacyretá, Corrientes, en el norte. Y desde los cientos de paneles solares en San Juan que suman 8 MWe de potencia, hasta las dos centrales nucleares en Zárate, que suman más de 1000 MWe. Todas unidas por más de 35.0002 kilómetros de líneas de alta tensión, y de más de 450.000 3 kilómetros de líneas de media y baja tensión, todo esto para llevar la electricidad hasta 12 millones de hogares, y más de 2 millones de comercios, empresas, oficinas y lo que se imaginen. Este sistema recibe el nombre de Sistema Interconectado Nacional (SIN) y agrupa diferentes actores que cumplen roles distintos. Están los generadores, que producen la electricidad, y los transportistas, que se encargan del mantenimiento y operación de esos 35.000 kilómetros de líneas de alta tensión; al final de la cadena están los distribuidores y subdistribuidores que toman esa energía y la distribuyen hasta la puerta de cada casa, comercio, industria y un largo etcétera. Toda esta operación es coordinada por CAMMESA, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima; una compañía del Estado de la cual forman parte todos los integrantes del sistema (generadores, distribuidores, transportistas y grandes usuarios) para asegurar que se contemplen todos los aspectos de cada decisión que se tome, salvaguardando todos los intereses. Haciendo foco en la generación, la hay de las más diversas formas y fuentes en lo que se llama un parque de generación. Las características de este tipo de parque dependen de una serie de factores, entre los que podemos destacar la disponibilidad de recursos que posea cada país o región. Si existen grandes ríos, habrá disponibilidad para poner centrales hidroeléctricas. Si hay lugares ventosos, habrá disponibilidad eólica. Si hay mucho sol, habrá disponibilidad para poner paneles solares, y así prácticamente con cualquier tecnología. En nuestro país, hay un marcado desarrollo de centrales térmicas que queman gas natural, debido al gran desarrollo que históricamente tuvo ese recurso en nuestro territorio. Pero hay una fuente energética que se diferencia de las otras porque su principal recurso no es natural, sino intelectual (por la tecnología invertida), y es la energía nuclear. Se dice que una matriz con muchas fuentes energéticas es diversa, siendo la diversidad una característica positiva. Así, si alguna fuente falla, el resto puede cubrirla sin grandes exigencias. Entonces, en un año con sequía las centrales hidroeléctricas se verían afectadas, pero pueden ser reemplazadas con otros recursos como viento, sol, gas o uranio. Así como en un día nublado, la baja producción solar pueda ser compensada por otras fuentes. Es la versión eléctrica del viejo dicho de “no poner todos los huevos en una misma canasta”. Por supuesto, cada fuente presenta sus ventajas y desventajas al momento de producir energía eléctrica. El sol y el viento son recursos que no se pueden controlar, se presentan de manera aleatoria y tienen lo que se llama una variabilidad inherente a estas mismas fuentes. Otras fuentes energéticas no tienen ese problema, pero tienen otros. Por ejemplo, en invierno el gas natural se utiliza principalmente para la calefacción de hogares, creando algunas restricciones para su uso en centrales eléctricas. En el caso de las centrales nucleares, su principal característica es que deben estar funcionando en forma permanente. Es lo que se llama energía “de base”, genera las 24 horas del día, todos los días del año. Realizan un gran aporte a la diversificación, ya que no hacen un uso masivo de recursos; además, el uranio es un elemento relativamente abundante en el mundo (más de 10 veces que la plata o 1000 veces que el oro) y 1 kg de combustible contiene tanta energía como 10.000 kg de petróleo. Otra ventaja es que no emiten gases de efecto invernadero, cuya reducción se presenta como el mayor desafío del mundo moderno. Además, si nos guiamos por los números, es la fuente de generación energética más segura del mundo, aun incluyendo los accidentes por todos conocidos (Three Mile Island, Chernobyl y Fukushima), y una de las industrias más reguladas. En nuestro país existen tres centrales nucleares operativas que son Atucha I, Atucha II y Embalse, además de un reactor de potencia en construcción (prototipo) llamado CAREM. Entre las tres centrales suman unos 1755 MWe, que representan el 4,9% de la potencia de nuestro parque de generación, pudiendo aportar entre las tres ─por su capacidad máxima instalada─ hasta un 10% de la energía que consumimos los argentinos.
1: Datos del censo 2010, actualmente se estima un poco más.