UAEM / Instituto de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades. / CICSER.

Licenciatura en Historia. / 1er. semestre.

Asignatura: Historiografía y Procesos Históricos (Antigüedad clásica –
Ilustración).
Nombre: Abel Eduardo Guzmán Orzuna
Fecha: 16/10/22

Cuestionario 3:
Instrucciones: Contesta amplia y correctamente las siguientes preguntas.
Extensión máxima: una cuartilla, a renglón seguido, Arial 12, márgenes normales,
párrafos justificados y con sangría inicial en cada párrafo. No citas textuales.
Consignar página(s) en las respuestas. En caso de plagio, la calificación será
CERO.
Con base en el texto La Ciudad de Dios, de San Agustín, refiere:
1) Propósito del autor al escribir su obra.

Para defender la “ciudad de Dios”. Justifica que es para el conocimiento del

pecador e iluminar con su verdad a los que profanan con adorar a otros dioses y
no a Dios mismo (p. 1).

2) Su visión de Roma y los romanos.

Para él es un lugar lleno de riquezas, deleites, festines, codicioso, vicioso y

poderoso, lleno de regalos y tratos. Era un imperio perfecto y hermoso, un lugar
patriótico con gobiernos muy interesantes (p. 31).

3) La historia de Lucrecia desde la perspectiva de la moral cristiana.

Lucrecia ¿inocente o culpable?, a ella la ven como adultera y como víctima

por el suicidio y la violación que le hizo Sexto Tarquino. Sabemos que el pueblo
cristiano la veía como o una adultera y otros como víctima (pp. 21-22).

4) 2 características de “la ciudad de Dios”.

Podemos observar que en “la ciudad de Dios” se rige de dos cosas: que las
personas solamente le reconocerán, adorarán y amarán a un líder, este solo será
Dios. También como segunda característica parte de que “la ciudad de Dios”
busca la paz y la tranquilidad terrena al igual que “la ciudad terrena” (p. 580).

5) 2 características de “la ciudad terrena”

Conocemos que “La ciudad terrena” tiene el ateísmo de por medio, pero
dos de sus características son: busca la paz terrenal con esto también obediencia,
respeto, soberanía y poder sobre las personas para crear una igualdad en la vida
terrena, la segunda es gobernar y administrar la vida terrena y acodarla para una
planificación excepcional (p. 580).