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TEORIA DE LA ARGUMENTACIÓN

LOGICA

FUNCION FACTICA

USO DIRECTIVO LENGUAJE

ARGUMENTAR RACIONALMENTE

DESTREZA ARGUMENTAL

ARGUMENTAR

BUEN ENSAYO

AD VERECUNDIAM

Falacia Ad Verecundiam o magister dixit. Otro de los tipos de falacias que debes conocer es el


argumento Ad Verecundiam. También conocida como Falacia de autoridad, esta falacia vincula
la veracidad a la autoridad de quien defiende una premisa.

Detectar una falacia no implica refutar la conclusión del otro sino invalidar el razonamiento
que ha utilizado para llegar a ella. Por ejemplo, podría decir que: Nunca he oído una palabra de
queja de mis vecinos así que todos deben considerarme un buen vecino.

Las premisas son aquellos enunciados que pertenecen a un argumento y son proposiciones de


las que deriva una conclusión. Por ejemplo: Los pájaros cantan al amanecer (premisa 1), el
gorrión es un pájaro (premisa 2); por lo tanto, el gorrión canta al amanecer (conclusión).

En Lógica, entimema (< latín enthymēma < griego ἐνθύμημα o enthumēma [en + thumos


(mente) - 'que ya reside en la mente']) es el nombre que recibe un silogismo en el que se ha
suprimido alguna de las premisas o la conclusión, por considerarse obvias o implícitas en el
enunciado.

Premisa implícita es aquella que no se formula explícitamente en el enunciado sino que se da


por sentada.

Presente sus ideas en un orden natural (Ponga primero la conclusión seguida de sus propias


razones, o exponga primero sus premisas y extraiga la conclusión al final). ... Parta de Premisas
fiables (Aun si su argumento, desde la premisa a la conclusión, es válido, si sus premisas son
débiles, su conclusión será débil).

El lenguaje emotivo o lenguaje emocional es aquel, que a través de la elección de palabras,


provoca emociones en el lector. ... no solo influyen en el valor del mensaje a trasmitir, sino
también en las emociones que despierta en la persona que lo lee.

Un argumento inductivo es el que, a partir de la observación de una propiedad definida en un


número suficiente de individuos de una clase determinada, generaliza en la conclusión la
propiedad observada y la atribuye a todos los miembros de esa misma clase.

Un argumento deductivo es aquel cuya conclusión deriva de manera necesaria de sus


premisas, a esta propiedad exclusiva de este tipo de argumento se le denomina validez.
Silogismos categóricos son silogismos compuestos por tres proposiciones categóricas. Son un
tipo de argumento deductivo, es decir, un argumento en el cual la conclusión se sigue
necesariamente de las premisas (suponiendo que el argumento es válido).

El razonamiento analógico es uno de los métodos más comunes por los que los seres humanos
tratan de entender el mundo y tomar decisiones. Cuando una persona tiene una mala
experiencia con un producto y decide no comprar nada más del mismo fabricante, a menudo
se trata de un caso de razonamiento analógico.

El silogismo disyuntivo es aquel cuya premisa mayor establece una disyunción exclusiva, de
manera que los dos miembros no pueden ser simultáneamente verdaderos, ni
simultáneamente falsos.

Si no voy a trabajar, entonces no me pagan mi sueldo. Por lo tanto, si no me despierto,


entonces no me van a pagar mi sueldo. El silogismo hipotético está estrechamente relacionado
al silogismo disyuntivo, ya que también es un tipo de silogismo, y también es el nombre de una
regla de inferencia.

El modus tollendo tollens (latín: "el modo que, al negar, niega", conocido como modus tollens,
negación del consecuente o ley de contraposición) es una forma de argumento válida y una
regla de inferencia en lógica proposicional.

El argumento de la reducción al absurdo se define en el mundo del Derecho como


aquel que permite rechazar un significado de un enun- ciado normativo de entre las
teóricamente (o prima facie) posibles, por las consecuencias absurdas a las que conduce.

El silogismo disyuntivo es aquel cuya premisa mayor establece una disyunción exclusiva, de


manera que los dos miembros no pueden ser simultáneamente verdaderos, ni
simultáneamente falsos. Ejemplo: "Todo círculo es una curva o una recta; es una curva; luego,
no es una recta".

Los argumentos condicionales son razonamientos deductivos cuya primera premisa es una


proposición condicional. En una proposición condicional se distinguen dos partes: antecedente
y consecuente. a. el antecedente, o condicionante expresa una condición suficiente, esto es,
que si se cumple justifica el consecuente.

Un argumento ad populum, argumentum ad populum o sofisma populista es una falacia que


implica responder a un argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta opinión que
de ello tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí mismo.

El razonamiento por analogía es un tipo especial de razonamiento inductivo según el cual se


utilizan similitudes perceptibles como base para inferir alguna otra similitud que aún no se puede
percibir. El razonamiento analógico es uno de los métodos más comunes por los que los seres
humanos tratan de entender el mundo y tomar decisiones. Cuando una persona tiene una mala
experiencia con un producto y decide no comprar nada más del mismo fabricante, a menudo se
trata de un caso de razonamiento analógico. También está implícito en gran parte de la ciencia; por
ejemplo, los experimentos con ratones de laboratorio por lo general parten de la base de que
algunas semejanzas fisiológicas entre los ratones y los seres humanos implican alguna otra similitud
(p. ej., posibles reacciones a un medicamento).

El razonamiento circular (en griego κύκλωι δείκνυσθαί) es un tipo de argumentación mediante la


que se puede comprobar la validez de un silogismo inductivo (un razonamiento por el que se llega a
una generalización a partir de casos particulares), pero también es un razonamiento mediante el
cual se puede hacer más evidente lo cierto del silogismo demostrativo, en el que premisas y
conclusiones son necesariamente verdaderas.

Las falacias de ambigüedad se cometen por un mal uso o abuso del lenguaje, particularmente


de algunos términos que constituyen las proposiciones dentro del argumento, tanto en las
premisas como en la conclusión. La falta de claridad en el lenguaje es lo que les vale el nombre
de falacias de ambigüedad.

Las falacias formales siempre lo son de forma objetiva, mientras que en el caso de


las informales suele generarse un debate acerca si hay o no error de argumentación, dado que
su naturaleza siempre depende del contexto en el que son usadas.

Las falacias de atinencia son aquellas cuya incorrección o invalidez está en que la conexión


entre las premisas y conclusión no es lógicamente adecuada, no es pertinente, y la conclusión
no se sigue o infiere de las premisas. La falta de claridad en el lenguaje es lo que les vale el
nombre de falacias de ambigüedad.

No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos» también está cometiendo
una falacia accidental. Para refutar tal afirmación, alguien más solo necesita refutar el cliché en
sí, o proporcionar un ejemplo de una situación que va en contra del significado de la
declaración.

Ad hominem: Palabra que se utiliza en la expresión latina ad hóminem, que se aplica a un tipo de
razonamiento que se funda en las opiniones o actos de la persona misma a quien se dirige, para
confundirla o tratar de convencerla.

Se aplica al razonamiento o argumento que trata de confundir al adversario oponiéndole sus


propias opiniones o actos, o, más frecuentemente hoy, al argumento que va dirigido contra la
persona y no contra sus tesis:

En la falacia ad hominen circunstancial se busca atacar a una persona por la circunstancia en la


que se encuentra (sea esta verdadera o no). Estos serían unos ejemplos: No podemos aceptar
los argumentos de político X porque está financiado por los rusos.

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