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Trauma Abdominal
Trauma Abdominal
Los traumatismos son la principal causa de muerte durante las primeras cuatro décadas de la vida.
Todo paciente con un traumatismo abdominal debe ser considerado como un traumatismo grave.
1. Abdomen anterior: Margen costal anterior a crestas iliacas entre las líneas axilares
anteriores.
2. Abdomen intratorácico: Cuarto espacio intercostal anterior que corresponde a la línea de
las tetillas y séptimo espacio intercostal en la región posterior que corresponde a la punta
escapular inferior.
3. Flancos: Punta escapular inferior a la cresta iliaca entre las líneas axilares anteriores y
posteriores.
4. Región lumbar: Punta escapular inferior a la cresta iliaca entre las líneas axilares
posteriores.
5. Región pélvica: Cresta iliaca superior y lateral, pliegue inguinal medialmente y en la parte
inferior las tuberosidades isquiáticas.
6. Región glútea: Cresta iliaca en la parte superior, los trocánteres mayores lateralmente y
los pliegues glúteos en la parte inferior.
Podemos definir al trauma abdominal a la entidad clinica que resulta de la accion violeta de
agentes que producen lesiones de diferente magintud y gravedad, en los elementos que
constituyen la cavidad abdominal, sean estos la pared o las visceras
Son multiples las causas de trauma abdominal, siendo las mas frecuentes los accidentes
automovilisticos, caidas, producto de violencia, etc.
Las causas de muerte producto de un trauma abdominal: por hemorragia o por sepsis
Clasificación:
Este es causado más frecuentemente por armas blancas como cuchillos, navajas, puñales, chuzos,
empalamientos y por proyectiles de arma de fuego o esquirlas por granadas de fragmentación.
Las heridas por arma blanca y por empalamiento son usualmente debidas a penetraciones de baja
velocidad y la mortalidad esta relacionada directamente con el órgano comprometido. Los efectos
secundarios, como la infección está relacionados con la naturaleza del arma y los materiales que
esta transporta dentro de los tejidos, por ejemplo: trozos de ropa, cuerpos extraños y otros
agentes. La infección también se relaciona con el derrame del contenido de visceras huecas dentro
de las cavidades corporales a partir de una lesión. No suelen requerir una laparatomia de entrada,
sin embargo, es obligatorio que el paciente permanezca hospitalizado
Las heridas por arma de fuego tienen una incidencia ocho mayor de lesiones intraabdominales que
las heridas por arma blanca. Tradicionalmente se ha institucionalizado que toda herida por arma
de fuego en abdomen necesita de una exploración quirúrgica abdominal, al igual que las heridas
torácicas por debajo del 5° espacio intercostal anterior, o por arriba de este espacio con orificio de
salida en abdomen.
En líneas generales debe practicarse una laparotomía exploradora por incisión mediana,
independientemente del orificio de entrada del proyectil, ya que es impredecible la trayectoria
seguida por el mismo al chocar con cualquier superficie. En los casos que el estado hemodinámica
del paciente lo permita, puede practicarse radiología de tórax y abdomen.
Los organos mas afectados en los traumas abiertos son: I. delgado 60%, Colon 40%, Higado 24%
Su morbimortalidad es más alta que la del trauma abdominal penetrante. Su alta incidencia en la
actualidad está relacionada con el desarrollo y cada vez más utilizados vehículos de motor. Los
síntomas y signos son poco específicos, y en muchos casos, pacientes con un primer examen físico
satisfactorio, requieren intervención quirúrgica de emergencia posterior.
Son vanos los mecanismos de lesión que se ven involucrados en el traumatismo abdominal
cerrado, así por ejemplo tenemos que:
Es importante tener presente, que para el correcto manejo del trauma abdominal cerrado,
debemos conocer muy bien su mecanismo de producción.
Valoracion primaria
El proceso inicial corresponde al ABCDEF del trauma e incluye los pasos siguientes que se deben
hacer en forma ordenada y a veces simultanea:
V (ventilación)
C (circulación)
El acceso al sistema circulatorio se consigue mediante una vía vascular, venosa en gran parte de
los casos, aunque en ocasiones puede ser arterial y por excepción intraósea, alternativa aceptable
ante una situación de extrema urgencia. Lo primordial consiste en lograr una vía de acceso para
reponer la sangre perdida en el trauma.
El volumen circulante se repone con líquidos y electrólitos, de preferencia en la fase inicial del
tratamiento del paciente lesionado, o de sangre total en situaciones específi cas
Se debe aprovechar el momento del acceso vascular para tomar muestras de sangre a fi n de
efectuar estudios de laboratorio básicos, fundamentalmente citología hemática, grupo sanguíneo
y factor Rh, y tal vez para llevar a cabo pruebas cruzadas de sangre donador-receptor en previsión
de que se llegara a necesitar una transfusión de sangre o paquete globular. Según el caso, se
pueden ordenar otros estudios, como química sanguínea, amilasa, prueba de embarazo y otros
más, según se requieran. Además, la vía idónea para la administración farmacológica es la
vascular; en esta grave situación de urgencia los medicamentos se administran de preferencia por
vía endovenosa para lograr un efecto óptimo a breve plazo.
Es prioritario evitar la pérdida de sangre, lo que se logra mediante las diferentes técnicas de
hemostasia. “Cerrar la llave” representa el primer paso, y la reposición del volumen circulante, el
segundo, lo ideal simultáneamente, con la participación de un grupo de rescate, paramédico,
médico, enfermera.
Cuando se reduce el volumen circulante, en el caso del paciente traumatizado, en primer lugar por
hemorragia disminuye el gasto cardiaco y en consecuencia la irrigación cerebral, lo que se traduce
de inmediato en alteraciones del estado de conciencia, que van desde agitación o excitación hasta
letargo y coma, según la pérdida volumétrica. Asimismo, el color de tegumentos y mucosas es de
gran utilidad para valorar la pérdida volumétrica: cuando la palidez de la piel alcanza las
extremidades hace presuponer que la pérdida de volumen circulante se aproxima a 30%. Es
también un valioso parámetro el llenado capilar. Ante ello debe procederse de inmediato a
reposición urgente con cristaloides por una o dos vías venosas con catéteres cortos y de calibre
útil, por ejemplo 16 o 17 Fr cuando se trata de un adulto
De igual manera, el pulso demuestra fielmente las condiciones clínicas del enfermo y se estudia en
cuanto a frecuencia, ritmo e intensidad; la taquicardia suele ser la primera manifestación de
hemorragia. Cuando el pulso es débil y rápido es signo de hipovolemia y la vigilancia constante de
la respuesta del mismo a la terapia hídrica de reposición ayuda a normar el ritmo de
administración.
D (déficit neurológico)
E (exposición)
Se refi ere a descubrir el cuerpo del lesionado en su totalidad con el fin de facilitar la exploración
física, de la cabeza a los pies, y revisar minuciosamente todo el cuerpo desde cráneo y cara, hasta
cuello, tórax, abdomen y extremidades, sin pasar por alto las regiones dorsales y la columna
vertebral, que también son susceptibles de lesiones . Al efectuar esta maniobra exploratoria es
importante cuidar la temperatura del paciente para evitar que vaya a producirse hipotermia. Para
ello, debe atenderse la temperatura ambiente de la sala de exploración y contar con cobertores,
cojines eléctricos, colchón con agua caliente y otros recursos que contrarresten el enfriamiento
del paciente con trauma.
Se refiere a la practica del tacto rectal, vaginal, pelvico, utilizacion de sondas, etc.
Valoracion secundaria
La evaluación secundaria se inicia una vez la evaluación primaria se ha completado y las maniobras
de reanimación han sido implementadas. En este momento se debe reunir la información
detallada sobre el mecanismo del trauma, condición del paciente en la escena del accidente,
historia médica pasada y presente. Por lo general el paciente no esta en condiciones de brindar
esta información, por lo cual se debe interrogar al personal paramédico, testigo del accidente o
familiares
Es esencial realizar un examen físico rápido pero sistemático anotando los hallazgos encontrados
en la historia clínica. Un examen neurológico detallado incluyendo la escala de coma de Glasgow y
la función medular, es de suma importancia dadas las implicaciones de orden diagnóstico y de
manejo que tiene este grupo de pacientes. El paciente debe estar completamente desnudo y la
inspección debe incluir todo el torso superior, las axilas y el periné. No se debe olvidar de registrar
los pulsos periféricos, el tacto rectal y el examen genital. Una radiografía lateral de columna
cervical se debe obtener de todo paciente con trauma severo del torso superior, cuello y
craneoencefálico. La columna cervical se asume como inestable hasta cuando no se visualicen en
forma satisfactoria las siete vértebras cervicales y la primera torácica en la radiografía y en el
examen clínico no revele dolor. Mientras esto sucede el paciente debe permanecer con el collar
cervical protector. La inmovilización de fracturas disminuye el dolor y minimiza el daño tisular
adicional y la pérdida sanguínea. La colocación de una sonda nasogástrica tiene implicaciones
terapéuticas al descomprimir el estómago, previniendo vómito y broncoaspiración y diagnóstico
dado que en ausencia de trauma facial con sangrado, la recuperación de sangre del aspirado
puede ser indicativa de lesión gástrica o duodenal.
En presencia de fracturas facia les o de la base del cráneo existe riesgo de introducir la sonda en la
cavidad craneana, en este caso la sonda se debe pasar oralmente. La radiografía de tórax es el
medio más sensible para detectar patologías pleural, fracturas costales y sangrado mediastinal. Se
obtendrá una radiografía pélvica si hay hallazgos al examen clínico de fractura pélvica.
Examen fisico
Durante la evaluación secundaria se debe realizar un examen meticuloso del abdomen, el cual
debe incluir los pasos tradicionales semiológicos, es decir, inspección, percusión, auscultación y
palpitación. Para realizar la inspección, es necesario desvestir completamente al paciente y hacer
un reconocimiento completo, incluyendo las regiones posteriores, axilares y perineales. El examen
puede revelar orificios de entrada y de salida de proyectiles, laceraciones, abrasiones, distensión
abdominal, evisceraciones, empalamientos y ocasionalmente proyectiles alojados en el tejido
celular subcutáneo. A veces es posible predecir el órgano u órganos comprometidos según la
trayectoria o el sitio anatómico en el cual se encuentra la herida.
La razón principal para realizar percusión abdominal después de un traumatismo es producir dolor
de rebote indicativo de irritación peritoneal. La palpación abdominal es la maniobra evaluadora
más importante durante el examen físico y ofrece información tanto objetiva como subjetiva. El
propósito fundamental es identificar signos de peritonitis: Dolor lejos del sitio de la herida, rigidez
involuntaria y dolor de rebote. La hipersensibilidad en el sitio del trauma puede existir sin daño a
ningún órgano subyacente.
Mientras más difusa la hipersensibilidad ésta tiene un valor más significativo. La palpación de la
pelvis busca signos de fractura y se hace aplicando presión en las espinas iliacas antero-superiores
y en sínfisis púbica.
El examen rectal es una parte muy importante en la evaluación del abdomen. La presencia de
sangre es indicativa de trauma colorrectal y la pérdida del tono del esfínter de trauma
raquimedular. Una próstata flotante hace sospechar ruptura de uretra. En la mujer se debe
examinar la vagina, la cual debe resultar comprometida en heridas penetrantes o por fragmentos
óseos prominentes en las fracturas pélvicas. En el hombre el examen del pene y perineo sirve para
identificar lesiones uretrales y de los testículos.
Signos de importancia:
Signo de Jobert: presencia de gas en la cara superior del hígado en la perforación gástrica
libre, con desaparición de la matidez hepática.
Signo de Ballance: Matidez desplazable en los flancos. Se considera de valor en la ruptura
esplénica. Hay matidez en ambos flancos, fija en el lado izquierdo y desplazable en el
derecho.
Signo de Kehr: Consiste en la aparición de dolor referido a los hombros, especialmente en
el izquierdo cuando se palpa la región superior del abdomen, y caracteriza clásicamente a
la ruptura esplénica
Examenes de laboratorio
Algunas pruebas de laboratorio son útiles si empezamos haciendo una advertencia: aunque una
prueba anormal puede añadir algo al diagnostico, podemos tener una prueba anormal aun cuando
exista una condición grave.
La utilidad del hematocrito seriado puede estar limitada por varios factores, como el valor previo a
la lesión, la velocidad de la perdida sanguínea, el efecto de dilución de los líquidos endovenosos y
la variable intensidad de las desviaciones de los líquidos intersticiales hacia el espacio intra
vascular. En general, un valor de hemoglobina baja al ingreso (inferior a 8 mg/dl), es un buen
indicador de una hemorragia grave y progresiva. En los caos de pacientes con trauma cerrado
candidatos para manejo conservador, a quienes se ha diagnosticado una lesión de víscera sólida
mediante una TAC y se encuentran hemodinámicamente estable las mediciones seriadas del
hematocrito pueden brindar información acerca del sangrado persistente. La elevación de
recuento leucocitario es muchas veces una reacción inespecífica en los traumatismos múltiples y
no puede emplearse como un indicador diagnostico ni pronostico.
Los estudios de más utilidad en el trauma abdominal son citología hemática, grupo sanguíneo y
factor Rh, y de acuerdo con las sospechas diagnósticas, las pruebas cruzadas de sangre de
donador-receptor, pues en los casos traumáticos es cuando se llega a requerir con más frecuencia
transfusión sanguínea total o de concentrado globular
También se valoran la cuenta blanca y la diferencial, que suelen resultar alteradas cuando, por
ejemplo, ocurre estallamiento de víscera hueca, con el consecutivo derramamiento de su
contenido a la cavidad abdominal, con contaminación y peritonitis. Esto es casi una constante en
aquellos pacientes que tardan varias horas en llegar al centro hospitalario y que incluso ya han
desarrollado choque séptico.
Otros estudios que se solicitan, según cada caso, pueden ser los de química sanguínea, amilasa y
prueba de embarazo, esta última en toda paciente en edad reproductiva que sufre trauma
abdominal.
Estudios por imágenes
La radiología del tórax es de utilidad para establecer la integridad de la caja torácica ósea como de
las visceras torácicas y/o intraabdominales. La presencia de un mediastino ensanchado sugiere la
lesión de grandes vasos (aorta); la ubicación torácica de una sonda nasogástrica, implica la ruptura
del hemidiafragma izquierdo. Al igual una víscera hueca. Al igual una víscera hueca rota deja
escapar aire, el cual puede observarse fácilmente en la bóveda diafragmática, más fácilmente
sobre la sombra hepática signo radiológico conocido como neumoperitoneo.
En la radiología abdominal se debe prestar mucha atención a la distribución normal del gas
intraluminal, es decir, cámara gástrica, marco colonice, asas intestinales delgadas y otras visceras
sólidas: sombra hepática, siluetas renales, línea del psoas. La presencia de aire libre en la cavidad
regularmente tiende a distorsionar esta imagen normal, el borramiento de la línea de los músculos
psoas sugiere lesión renal, vena cava inferior, en la presencia de hematoma duodenal en el ámbito
de la segunda porción, se observa la imagen de una burbuja de aire, que resulta de la dilatación de
la cámara gástrica y el resto del intestino delgado distal, el neumograma renal, es decir, el riñón
derecho rodeado de aire, Índica ruptura del duodeno en la cara posterior.
Tomografía axial por computadora (TAC). La tomografía es un excelente estudio que complementa
al lavado peritoneal y cuando se practica en condiciones óptimas tiene mayor especifi cidad. Se
administra medio de contraste por la sonda nasogástrica en dos bolos, el primer bolo es de 500 ml
de material hidrosoluble al 3%, que se comienza a instilar alrededor de 30 minutos antes del
estudio, y el segundo bolo, de 250 ml, se administra en la sala de tomografía.
También se puede efectuar el estudio con medio de contraste por vía intravenosa, que se inyecta
en el momento de efectuar la tomografía; en los adultos se utilizan 100 ml de solución yodada al
6%.
La ecografía abdominal focalizada para trauma abdominal o ecografía FAST (focused abdominal
sonography for trauma) es una herramienta accesible, portátil, no invasiva y confiable para el
diagnóstico de la presencia o ausencia de líquido en el abdomen.
Ventajas:
Precisión
Rápido
No invasivo
Repetible
Portátil
No utiliza medio de contraste ni radiación
Más seguro en embarazo, coagulopatía y cirugías previas
Desventajas:
El LPD ha sido el estándar de oro para el diagnóstico del trauma abdominal cerrado desde su
introducción en 1965 por Root y colaboradores. Sus ventajas principales son se realiza en una
forma rápida, es de bajo costo, tiene una tasa de complicaciones mínimas y es muy sencilla.
Entre las indicaciones para realizar un LPD están la presencia de signos equívocos al examen físico,
la presencia de shock o hipotensión no explicados y cuando la capacidad para interpretar los
hallazgos clínicos esta alterada por deterioro del estado mental del paciente por traumatismo
craneoencefálico, intoxicación con alcohol o sustancias ilícitas, por compromiso neurológico como
en el caso de trauma raquimedular o cuando se requiere el uso prolongado de analgésicos
generales o regionales. La única contraindicación absoluta para realizar el LPD es la indicación para
cirugía (e inestabilidad inmediata y evisceracion). Entre las contraindicaciones relativas se
encuentran la cirugía abdominal previa y obesidad mórbida. Estar en el 2do o 3er trimestre del
embarazo, abdomen distendido y cirrosis avanzadas
La técnica estándar incluye la inserción previa de una sonda nasogástrica y vesical para
descomprimir el estómago y la vejiga respectivamente, una incisión vertical en la pared abdominal
anterior al nivel de la línea alba; infundir un litro de solución salina por gravedad; evacuar el
drenaje de lo infundido también por gravedad y la interpretación del efluente. Al menos de 300 a
400 centímetros cúbicos de fluido se requieren para una interpretación válida.
Los criterios para interpretar un LPD como positivo incluyen la aspiración al momento de insertar
la cánula de la menos 10 cc de sangre y el análisis por el laboratorio de un conteo de glóbulos rojos
mayor de 100.000/mm3, un conteo de glóbulos blancos de 500/mm3 o la detección de bilis,
bacterias o fibras alimentarías.
Indicaciones:
Control de daños:
Este método surgió ante la necesidad de tratar a pacientes con gravísimo trauma abdominal que
requieren para su curación intervenciones de gran envergadura que el paciente debido a una gran
pérdida hemática no es capaz de tolerar por encontrarse en hipotermia, coagulopatía y acidosis.
El término control de daños describe un enfoque sistemático de tres etapas cuya finalidad es
interrumpir la cascada mortal de acontecimientos que culmina con el fallecimiento del paciente
por desangramiento. La primera etapa, llamada parte I del control del control de daños, consiste
en laparotomía exploradora inmediata para el control de la hemorragia y de la contaminación por
las técnicas más simples. Se retrasa la reconstrucción definitiva, y la aplicación de taponamiento
intraabdominal a todas las superficies disecadas y los órganos lesionados va seguido por un cierre
simple rápido.