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Juntas hacemos más: El arte de la calle, sus retos

y el porvenir.
La mujer salvaje es la salud de todas las mujeres. Sin ella, la psicología femenina carece
de sentido. La mujer salvaje es la mujer prototípica; cualquiera que sea la cultura,
cualquiera que sea la época, cualquiera que sea la política, ella no cambia. Cambian sus
ciclos cambian sus representaciones simbólicas, pero en esencia ella no cambia. Es lo
que es ella y ella es un todo.
Clarissa Pinkola.

El festival “Juntas hacemos más” me recordó la frase de La mujer salvaje,


que describe Clarissa Pinkola en su libro Mujeres que corren con lobos porque
cada experiencia compartida en una pinta de mujeres consiste en sanar, poco a
poco en lo emocional, pues no se trata sólo del hecho de ir a pintar o ser
espectadora e incluso organizadora, sino de conocer e integrarse con otras morras
que están igual que tú, abriéndose camino en un mundo sumamente varonil y
sobre todo en el arte de calle.
Juntas hacemos más es un festival que se llevó a cabo a finales de abril
del presente año. Las organizadoras Nia Fase, Hera, Key, Karina Kif, y Dita
tienen una trayectoria de más de quince años en el arte de las calles y desde su
experiencia es que lograron reunir a más de ciento quince chicas que están
interviniendo el espacio público desde diferentes prácticas artísticas desde la
intervención visual en muro que va desde el grafiti, esténcil y pintura en gran
formato hasta otras disciplinas de la cultura urbana como el breaking, el rap.
Tuvieron, además, una exposición colectiva e intercambio de stickers. HERA
describe:
Bueno, quisimos hacer algo un poco más complejo. Obviamente,
combinar street art, grafiti y muralismo. Pero también quisimos meter
disciplinas como: el break dance y el rap pues no podemos negar
que son parte de la cultura del arte de la calle y del hip hop.
También se impartieron talleres, un conversatorio y se mostró el archivo
fotográfico de Paty Guevara quien, a lo largo de más de 25 años ha registrado el
grafiti en la CDMX y su periferia, recuperando así la memoria histórica de toda una
vida trabajando en el arte de las calles. Esta presentación creó nostalgia entre los
asistentes, pues muchos se sintieron identificados como parte de un movimiento
cultural que cada día está siendo más reconocido.
El festival logró reunir a mujeres de todas las edades y con distintas
trayectorias en cuatro días de convivencia, ya sea creando pintas e
intercambiando stickers además de las actividades antes mencionadas. Cuatro
días en los que crearon vínculos y redes.
Juntas hacemos más fue un festival institucional, pues contó con el apoyo
de varios patrocinios y de la alcaldía Venustiano Carranza en CDMX. Aunque
existen otros eventos del mismo tipo como referencia, éste cobró fuerza por su
gran impacto y por su no relación con el feminismo. Nía Fase dice:
Nosotros no quisimos, precisamente, hacerlo en marzo para que no sea
únicamente por esos temas. La mujer está aquí y lo único que este festival
busca o que se diferencia de otros es precisamente del fomento a la unión y
el trabajo en equipo. Sabes trabajar en producciones, trabajar para que nos
importe lo que hace la de al lado. Para que mi trabajo y el de ella luzca bien,
que no sea una expo donde únicamente buscamos un trabajo individualista
y brillar una artista por sí sola y yo hasta aquí. Yo cambio el fondo y vamos
con otro color; o sea vamos a tratar de que esto sea algo que distinga al
festival.

Es importante destacar que casi todas estamos preocupadas por compartir y


romper con patrones culturales establecidos, como la competencia entre nosotras;
y es que por eso cada vez más los festivales de morras han ido en aumento, tal
vez algunos más locales o foráneos, pero por muy pequeños que sean todos
están preocupados por darle voz a las chicas que están en la escena del arte de
calle.
El festival también reunió a chicas de diferentes latitudes, por ejemplo,
estuvo presente una chica de Brasil, otras de España, Argentina y Chile. La mayor
participación fue de Colombia y Estados Unidos, logrando reunir a ocho chicas por
país. Todas ellas viajaron desde sus lugares de origen con el único fin de convivir
y aprender, además de pintar. Desde luego no podían faltar las nacionales. Es
importante señalar que en los últimos años, en América Latina el arte de calle
está a la vanguardia.

Experiencias vividas.

Para narrar la experiencia, las organizadoras parten de sus propias vivencias y


asistencia a otros festivales. Nía Fase, de quien surge la iniciativa del festival,
menciona:
Eh, pues mira, hace un año, por fechas de mayo (2021), tuvimos la
oportunidad de organizar un evento en Ciudad Neza (en el parque del
pueblo) a donde acudieron cincuenta chicas participantes y ahí fueron puras
nacionales. Yo creo que de ahí salió la inquietud. En donde, pues ya
tenemos un ratito en esto de los eventos y no como organizadoras, sino
únicamente, como participantes y nos damos cuenta de que las mujeres
nunca figuramos más que el 10% en los eventos. Entonces que haya
habido la convocatoria anterior, en el que cincuenta chicas estuvimos
reunidas pintando en ciudad Neza nos motivó a querer hacer un festival a
nivel internacional.

Pues en este tipo de eventos son pocas mujeres las que se hacen
presentes y no es porque no existan, sino que en los festivales mixtos se observa
poca participación, aunque cada vez es más frecuente observarlas. Karina Kif
comenta:
Creo que es, muy importante realizar estos festivales de mujeres, pero
sobre todo [desde] una organización internacional como estamos
intentando. Porque hay trabajo de muchísimas mujeres en todo el mundo y
a veces no se conoce el trabajo de todas. O a veces, entre nosotras nos
conocemos el trabajo de otras colegas, pero no hay como esta verdadera
unión y es lo que estamos tratando hacer que ”Juntas hagamos más”.

Por lo que esa frase de “Juntas hacemos más” debe ser entendida como
unión y fuerza, que hagan que cada una de las morras en el arte de las calles
pueda ir tomando espacios, cíclicamente, y así se vaya renovando aunque, al
mismo tiempo, una tiene que aprender a trabajar en colectivo; sobre todo como
mujer que compara su trabajo con el de las compañeras y es capaz de entender y
escuchar. Y esto se debe reflejar también en la organización de eventos que
permitan el trabajo donde se reconozca a la otra. Dita reflexiona:
A mí me gustaría decir: aprovechando este auge, que se está tomando en
este tiempo histórico de la mujer. Pues, aprovecharlo en la ideología de la
cero competencia porque, casi, siempre había mucha competencia entre
otras; pues, justo como dice Fase la morra ya le puso tal fondo. O un
montón de cosas y prejuicios que nos crea la sociedad ¡sabes! Este sistema
como ya sabemos. Pues, es justo dejar de lado, todo eso rescatar toda esa
ideología un poco. Bueno un mucho sorora de poder crear entre nosotras.
Todo un muro o sea algo que se vea equilibrado entre todas que no nada
más sea una pinta individual porque es justamente lo que se transmite el
individualismo; entonces justo crear esa comunidad para poder crear un
mundo, un muro en conjunto. Entonces, pues es justo crear algo en
comunidad y en conjunto de nosotras las mujeres.

Esto último es la parte más difícil porque primero tenemos que sanar
nosotras de manera individual para poder entender que el otro es sólo un reflejo
de lo que somos a lo largo de nuestras vidas y por eso el arte de calle nos está
liberando a todos, pero sobre todo a las mujeres que lo único que buscan es
pintar.

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