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En las sociedades democráticas modernas coexiste una pluralidad de concepciones morales acerca

de lo que es bueno para las personas o las colectividades. La política entendida en términos de una
deliberación que incluya - ya sea a través de representantes y de consultas directas a la ciudadanía
- a todos los destinatarios de los acuerdos que se adoptan en ella (normas jurídicas y prácticas
políticas) puede dar una nueva base de sustentación a la idea de encontrar una actitud cívica
común.

La Democracia Deliberativa como herramienta de la sociedad civil

Cuando a la ciudadanía se le habla de política su reacción va, en muchas ocasiones, en dos líneas
estrictamente ligadas. Y es que a menudo la primera conduce a la segunda: la primera es la del
enfado, frustración, el sentirse engañados, manipulados… y la otra puede verse en el camino de la
resignación: nos quejamos, sí, pero seguimos callados. Entre otras cosas porque pensamos que no
está en nuestra mano el poder aportar algo que consiga el beneficio común. Pero no puede y no
debe entenderse política sin discusión ni conflicto. Y no hay que escapar del conflicto ya que este
es positivo en muchos casos. El problema está en la gestión del mismo. El conflicto nos lleva a
intentar llegar a procesos de consenso a través del diálogo (Brugué, 2011) en los que todos/as
podemos/debemos participar y estos, a la democracia deliberativa. Nuestro ideal de política debe
ir en esa dirección, configurando la palabra y el entendimiento como la herramienta fundamental
del progreso. Pero lo que sucede en muchas ocasiones es que el/la ciudadano/a piensa que no
forma parte del sistema, lo cual lo/a sitúa en una situación contraproducente por otras dos
razones: la primera porque es observador de un conjunto de acciones, pautas, normas,
decisiones… que le afectan de forma más o menos directa y ante las cuales siente que no puede
hacer nada. La segunda, y creo que la más perjudicial, porque se sitúa al mismo tiempo en una
situación de comodidad. Seguirá siendo observador/a, continuarán sus quejas y su mal estar, su
frustración… pero esta posición le hace ser pasivo/a de un contexto que reclama su actuación y su
atención. Al final, sumando a todas aquellas personas que mantienen esta filosofía nos
encontramos con que no somos un país que se mueve, sino que sólo lucha puntualmente y que no
es capaz de formar una verdadera red de sociedad civil.

La segunda, y creo que la más perjudicial, porque se sitúa al mismo tiempo en una situación de
comodidad. Seguirá siendo observador/a, continuarán sus quejas y su mal estar, su frustración…
pero esta posición le hace ser pasivo/a de un contexto que reclama su actuación y su atención. Al
final, sumando a todas aquellas personas que mantienen esta filosofía nos encontramos con que
no somos un país que se mueve, sino que sólo lucha puntualmente y que no es capaz de formar
una verdadera red de sociedad civil.

CONDICIONES HISTÓRICO-SOCIALES QUE POSIBILITAN A LA POLÍTICA DELIBERATIVA


La concepción de una política deliberativa supone, en primer lugar, que nos encontramos ante una
sociedad moderna y plural9 donde no se puede apelar a un consenso teológico o metafísico para
justificar la legitimidad de un orden de dominación.

Ello es así porque indisolublemente unido a la idea de modernidad aparecen fenómenos como la
secularización, progreso en el conocimiento y la ciencia (material y metodológicamente), primado
de la razón, ilustración, derecho natural, libertad (tanto personal como económica, de mercado)
igualdad (ante la ley, abolición de privilegios y estamentos), propiedad privada, derechos del
hombre, Estado de Derecho, Soberanía Popular, Constitución, Parlamento, Burocracia y
Centralización.

Democracia deliberativa : propuesta de Habermas2En la democracia consensual-discursiva


(deliberativa) lasoberanía reside en la opinión pública y en el podercomunicativo de la sociedad
civil. Esta propuesta permite unesquema centrado en el diálogoque incluye a la opiniónpública
como inspiradora de un consenso mínimo normativoque alimente los contenidos jurídico-políticos,
buscandofortalecer la democracia participativa, que comprometa lasdiversas culturas, clases y
movimientos sociales. Habermasplantea la democracia bajo el consenso mínimo normativo -nopor
el de la mayoría- proviniendo del poder comunicativo dela opinión pública, con lo cual se pone en
duda el tratamientode la democracia liberal

Ventajas

Permite expresar de manera apura los intereses individuales.

La protección otorgadas a las minorías.

Estimula la participación ciudadana.

Ayuda a las personas a proteger sus propios intereses fundamentales.

Desventajas

Se presta para tomar decisiones a titilo personal.

Manipulación del gobierno en turno, que pueden facilitar recursos a sus partidarios y le niegan o
retardan cualquier proyecto social o solicitud.

El principio de mayoría en que se apoyan estos instrumentos ponen en peligro los derechos de las
minorías.

Sus mecanismos pueden llegar a ser controlados por grupos de intereses poderosos que
encuentran en ellos una manera de soslayar los procedimientos legislativos normales.

Puede ser un mecanismo lento y costoso y pueden crear en los ciudadanos apatía y fatiga.

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