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La educación en Colombia y a nivel mundial ha sufrido una gran variedad de

cambios, entre los que sobresalen cambios tanto sociales como tecnológicos

quienes han hecho una modificación significativa en la ideología y en la forma de

vivir de los seres humanos.

En los últimos años con el aparecer de las nuevas tecnologías y con la rapidez

que se adquiere la información han hecho que muchos aspectos hayan cambiado,

pero el acceso a la información es el que ha generado grandes cambios en el

proceso enseñanza del estudiante de forma radical en su desempeño de dicho

proceso (Gordillo y Osorio, 2003).

Cuando se habla de formación basada en competencias, se referencia al proceso

enseñanza y aprendizaje que es orientado a que el estudiante adquiera

habilidades, destrezas y conocimientos con la implementación de actitudes o

procedimientos que mejoren el desempeño en el estudiante y lograr alcanzar las

metas establecidas.

Partiendo de lo anterior, el proceso de formación por competencias debe ser de

forma continua y permanente para que el alumno adquiera nuevos conocimientos

para su formación académica.

Por ello el aprendizaje basado en competencias es una oportunidad para ayudar a superar

algunas de las dificultades inherentes a los modelos tradicionales de aprendizaje, basados el

aprendizaje aleatorio, viéndose a menudo obstaculizado en la vida real.

La propuesta pedagógica a la cual hago referencia se está enfocando en el aprendizaje por

competencias en dos puntos muy importantes plasmados en un modelo educativo. El


primero es hacer que el estudiante sea el responsable principal del aprendizaje y hacer que

este (el alumno) busque constantemente dicho aprendizaje y el segundo hacer de la

enseñanza-aprendizaje un proceso donde el estudiante se sienta capaz de aplicar todo lo que

conoce.

En razón de lo anterior, el proceso de enseñanza-aprendizaje no solo se enfoque hacia el

contexto escolar, sino que se debe estar también vinculado a la vida diaria. Donde se

busque un desarrollo integral del estudiante por medio del saber conocer (interiorización

del conocimiento), del saber hacer (dominio de los métodos y técnicas) y del saber ser

(desenvolvimiento emocional en la búsqueda del conocer bien sea de forma individual o

grupal), teniendo en cuenta el aprendizaje por competencias donde el estudiante se sienta

capaz de aplicar su conocimiento.

Por otro lado lo que se pretende con las competencias hacen que los alumnos se fortalezcan

con conocimientos, actitudes y valores, destrezas, habilidades por medio de programas

educativos flexibles y que estén acordes a su medida.

Con esto se busca no solo difundir al alumno contenidos educativos de forma pasiva, sino

hacer que el alumno tome el protagonismo de su aprendizaje, para lo cual debemos

planificar y orientar las estrategias adecuadas para hacer o formar un estudiante autónomo,

que se comprometa con su propio aprendizaje y que sea lo suficientemente competente para

resolver problemas de situaciones especiales de acuerdo al conocimiento adquirido.


Con todo lo anterior no se pretende hacer creer que las competencias sean una panacea y

que con ellas se busque dar soluciones a todos los baches que se tiene hoy en día en la

educación, pero es en este punto donde el docente debe asumir el rol de facilitador de los

aprendizajes significativos como garantizador del logro de las competencias personales.

Cuando el docente asume el rol de facilitador en el aprendizaje, puede ver con claridad

cuáles son las competencias de mayor relevancia y como a través de ellas se logran

alcanzar las metas propuestas en el proceso de la enseñanza.

De acuerdo a las competencias planteadas por Tobón (2010), trabajo en equipo, planeación

del proceso educativo, evaluación del aprendizaje, pensamiento crítico y la gestión de la

calidad del aprendizaje, las estrategias anteriores son las que se plantean la práctica

pedagógica y ¿porque hacen parte? Por qué cuando se trabaja en equipo se observa la

relación de liderazgo y se involucra la capacidad para trabajar con los alumnos de manera

más activa.

Al tener una buena planeación del proceso le permite al docente definir qué hacer, de qué

manera hacerlo, que recursos debe emplear para lograr alcanzar las metas propuestas. Con

la evaluación del aprendizaje se busca obtener información de los aspectos cognitivos

(saber), técnicos (saber hacer) y metacognitivos (por qué lo hace). El pensamiento crítico

como el proceso de analizar y evaluar el pensamiento, que conlleve al alumno a obtener

sus propias conclusiones.


Por último al implementar la gestión de la calidad del aprendizaje dentro de la práctica se

está llevando al alumno hacia una educación crítica reflexiva que permita al alumno

insertarse en la sociedad de una forma más fácil.

En fin la enseñanza para un futuro debe enseñar a pensar, a saber pensar, a saber hacer y a

saber convivir con la ayuda de las competencias que generen una mayor autonomía para la

formación integral del alumno donde abarque la parte académica y social del individuo.

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