Abby Fichtner

Harvard i-lab - Discovering the Right

Product for Your Startup

Definición de producto

La definición del producto de nuestra startup es crucial. Ninguno de

nosotros queremos invertir tiempo, recursos y esfuerzos en
desarrollar un superproducto que nadie use.

Recordatorio inicial

Recordatorio inicial: Una startup se convierte en un negocio cuando entra más

dinero del que sale. En otro caso estaremos hablando de un hobby caro.

Preguntas y orden en que debes hacértelas para construir un

producto para tu startup

¿Puedo hacer/desarrollar mi proyecto? ¿Puedo ganar dinero con mi proyecto?

¿Puedo dar a conocer mi proyecto? ¿Puedo dar a conocer mi proyecto?

¿Puedo ganar dinero con mi proyecto? ¿Puedo hacer/desarrollar mi proyecto?

Lanza una startup en 4 pasos

PASO 1
Encuentra un problema que merezca la pena ser resuelto: Experimenta, no te pongas a construir
la solución todavía, valida que la idea que has tenido realmente resuelve un problema
(landing page sin producto, test de precios, crowdfunding,...). Si generas interés,
pasa al siguiente paso. Es respuesta a la pregunta: ¿Puedo ganar dinero con mi proyecto?

PASO 2
Conoce a tu cliente: Descubre quién es tu cliente, cuáles son sus problemas, qué hace para
solucionarlos. Céntrate en aquellos clientes a los que les guste lo que haces. Cuanto más
pequeño sea el mercado (nicho) más fácil será identificar a ese cliente. Una vez identifiques
sus problemas principales, pasa al siguiente paso. Es respuesta a la pregunta:
¿Puedo dar a conocer mi proyecto?

PASO 3
Encuentra una solución: Es hora de construir algo. Lo que sea. Hazlo de forma manual, haz algo
que represente el servicio/solución que estás ofreciendo aunque sea de forma muy artesanal.
Si descubres que has dado con la solución, tendrás tiempo de ponerte a desarrollarlo de verdad.
Si descubres que no lo es, podrás iterar sin haber malgastado tiempo y dinero.
Es respuesta a la pregunta: ¿Puedo hacer/desarrollar mi proyecto?

PASO 4

Lanza tu producto en cuanto consigas un mínimo de utilidad. Lo que Paul Graham de

Y Combinator denominó el ‘quantum of utility’.