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LEY N°30490 - LEY DE LA PERSONA ADULTA MAYOR

Las personas adultas mayores son aquellas que tienen 60 años a más, según la legislación

nacional. Existen situaciones de riesgo que afectan sus derechos a la vida, salud, integridad,

dignidad, igualdad y la seguridad social, entre las que se encuentran la pobreza, el maltrato, la

violencia, el abandono y la dependencia. También la discriminación por la edad genera

condiciones de desigualdad que impiden que continúen participando activamente en la

sociedad.

Por ello, la ley de la persona adulta mayor considera a las personas adultas mayores como

uno de los grupos de atención prioritaria y las funciones que cumplen los centros integrales de

atención al adulto mayor (CIAM) son: Promover estilos de vida saludables y práctica del

autocuidado, coordinar actividades de prevención de enfermedades con las instancias

pertinentes, prestar servicios de orientación socio legal para personas adultas mayores, entre

otras también importantes.

Con respecto a los deberes del Estado, este garantiza en todos sus niveles de gobierno, la

promoción, protección y el ejercicio de los derechos de las personas adultas mayores sin

discriminación de ningún tipo para lo cual, promueve acciones para un envejecimiento digno,

activo, productivo y saludable a lo largo del curso de vida y dicta las medidas afirmativas y

los ajustes razonables que sean necesarios para asegurar la plena integración social,

económica, educacional, política y cultural de la persona adulta mayor.

Y otro artículo importante es el que trata del buen trato a la persona adulta mayor, que

considero que la predisposición a ser cuidadosos al dirigirnos a una persona mayor ayuda a

crear una relación de confianza, pero la cortesía es la clave para mantener una conversación

sin crear situaciones de conflicto evitando abordar posibles temas sensibles. Por otro lado, es

distinta la responsabilidad del conjunto de la sociedad para con nuestros mayores. Debemos

respetar sus derechos y deberes, garantizar la autonomía para la toma de decisiones, velar por

el bienestar y calidad de vida, asimismo no aislar a nuestros mayores de sus círculos: familia,
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amigos o vecinos, y solidaridad entre una y otra generación, los mayores tienen mucho que

enseñar a los más jóvenes y esto es positivo para construir una sociedad que sea de todos y

sobre todo escuchar con empatía, no discriminar por los estereotipos de la edad.