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La sexualidad no son solo los genitales y la capacidad reproductiva; es todo nuestro cuerpo,
sentimientos, emociones y cómo disfrutamos del contacto físico o verbal. La autoestima es un
factor fundamental dentro de la sexualidad pues nos permite desarrollar un valor hacia
nosotros mismos. Quienes no se valoran así mismos tienden a rechazarse y son más propensos
a establecer relaciones no saludables.
Una baja autoestima genera rechazo a sí mismo y hasta podría desencadenar disfunciones
sexuales. Cultivar una buena relación con tu cuerpo permite explorarlo, conocerlo, entenderlo,
descubrir qué nos da placer y compartir nuestra sexualidad libremente sin culpas ni vergüenza.
Es importante trabajar en nuestra autoestima día a día, creando hábitos que nos ayuden a
mejorar la percepción de nosotros mismos mediante la autoaceptación, autoconocimiento y
autoexploración.
- No te compares con el resto, cada uno de nosotros es diferente y eso nos hace únicos.
- Desnúdate frente al espejo y observa cada parte de tu cuerpo, no te centres en los que
no te agrada, enfócate en lo que te gusta. Realizar esta práctica diariamente te
ayudará a redescubrir tu cuerpo, te permite generar seguridad y aceptación.
- La masturbación es poderosa, tiene una enorme influencia positiva en la autoestima
sexual ya que te ayuda a descubrir tus centros de placer. Explorarte te hace
responsable de tu propio placer.
- Expresa lo que te gusta y cómo te gusta. Si es necesario establece límites, toda práctica
sexual debe ser bajo consentimiento de ambas partes.
- Toma el control de tu salud sexual, protégete. Recuerda que el único método
anticonceptivo que te protege tanto de embarazos no deseados como de ITS es el
preservativo, llévalo siempre contigo.
- Si lo ves necesario, busca ayuda profesional.
La buena autoestima será el punto de partida para vivir una sexualidad sana y segura
permitiéndote tomar decisiones y gozar plenamente.