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Esquema propuesto para el rezo del Santo Rosario

ORACIONES INTRODUCTORIAS
V. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios
nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
ACTO DE CONTRICIÓN Todos lo rezan en voz alta.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber
pecado, porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, pero sobre todo
porque te ofendí a ti, que eres bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia, enmendar y evitar las ocasiones próximas
de pecado, confesarme y cumplir la penitencia. Confío en que me perdonarás, por
tu infinita misericordia. Amén.
A continuación, se lee un extracto del Mensaje del Santo Padre.
Lector: MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA
MUNDIAL DE LAS MISIONES 2022 «Para que sean mis testigos» (Hch 1,8)
Queridos hermanos y hermanas:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y recibirán su fuerza, para que sean mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra»
(1,8)
3 puntos clave:
“Para que sean mis testigos”: Señala que la misión, debe realizarse de manera
conjunta y no individualmente ni a iniciativa propia; lo deberá hacer siempre en
comunión con la Iglesia que lo ha enviado.
Jesús no sólo envía a sus discípulos a “realizar” la misión, sino a “vivir” la “misión”
que Él les ha confiado; es decir, no sólo a dar testimonio, sino a ser testigos de Él.
“Exhorto a todos a retomar la valentía, la franqueza, esa parresía de los
primeros cristianos, para testimoniar a Cristo con palabras y obras en cada
ámbito de la vida”.
“Hasta los confines de la tierra”: “La indicación ‘hasta los confines de la tierra’
-señala el Santo Padre en su mensaje- deberá interrogar a los discípulos de Jesús
en todo tiempo e impulsarlos a ir siempre más allá de los lugares habituales para
dar testimonio de Él”.
“La Iglesia de Cristo fue, es y será siempre en salida hacia nuevos
horizontes geográficos, sociales y existenciales…
“El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes y recibirán su fuerza”: Sobre el tercer
y último punto de su mensaje, el Papa Francisco explica que Cristo, al anunciar a
los discípulos la misión de ser sus testigos, les prometió también la gracia del
Espíritu Santo para una responsabilidad tan grande.
Por eso -señala el Papa Francisco-, todo discípulo misionero de Cristo está
llamado a reconocer la importancia de la acción del Espíritu Santo, a vivir con Él
en lo cotidiano y a recibir constantemente su fuerza e inspiración.
“Queridos hermanos y hermanas -finaliza el Papa Francisco-, sigo soñando
con una Iglesia totalmente misionera… Ojalá todos nosotros fuéramos en la
Iglesia lo que ya somos en virtud del Bautismo: profetas, testigos y
misioneros del Señor. Con la fuerza del Espíritu Santo y hasta los confines
de la tierra. María, Reina de las misiones, ruega por nosotros”.
INVOCACIONES AL ESPÍRITU SANTO
V. Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
R. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía tu Espíritu Creador
R. Y renueva la faz de la tierra.

V. «¡Oh Dios Padre Todopoderoso!, tú que enviaste a tu único Hijo, quien con su
sacrificio, muerte y resurrección nos ha dado la oportunidad de saber que sí
somos merecedores de la salvación eterna, te pedimos Dios nuestro nos
concedas, al venerar estos misterios del Santo Rosario de la Virgen María, que
nos llene su palabra y meditando en su contenido podamos imitar su mensaje y
podamos ser merecedores de lo prometido». «Por Jesucristo nuestro Señor».
Todos dicen: «Amén».

Los misterios que vamos a meditar son los Misterios Gozosos> Meditar
estos misterios, significa adentrarse en los motivos últimos de la
alegría cristiana y en su sentido más profundo. Significa fijar la mirada
sobre lo concreto del misterio de la Encarnación y sobre el preanuncio
del misterio del dolor salvífico.
Guía: Primer misterio: “La Anunciación del Ángel a María”.
En este misterio pidamos al Señor por intercesión de la Santísima Virgen María,
por todo el continente de África, para que pueda superar el sufrimiento provocado
por el hambre, la pobreza, las continuas guerras y las desigualdades raciales.
Del Evangelio de San Lucas:
Lector: En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de
David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella
estaba y le dijo: ““Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. (Lc 1, 26-28)
Padre Nuestro, diez Ave María, un Gloria.
María Reina de las Misiones: Ruega por el continente Africano.
Canto:
Guía: Segundo misterio: La visitación de la Virgen María a su prima Santa
Isabel.
Oremos a Dios Padre por nuestro continente de América, para que, siendo
conscientes de nuestro ser de bautizados abramos el corazón a la luz de su
Palabra y no nos dejemos engañar por las vanidades del mundo y ayudemos a
nuestros hermanos para crecer en la fe y juntos podamos hacer un continente
más justo, más humano, donde reina la paz y el amor.
Del Evangelio de San Lucas:
Lector: En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las
montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto
ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó
llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las
mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi
Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo
en mi seno. (Lc 1, 39-44).
Padre Nuestro, diez Ave María, un Gloria.
María Reina de las Misiones: Ruega por toda América
Canto:
Guía: Tercer misterio: El Nacimiento de Jesús.
En este tercer misterio recordamos donde vive el Vicario de Cristo, el Papa
Francisco, pidamos por él, por todas sus necesidades y por todo el continente de
Europa, para que recupere su vitalidad cristiana y para que siga habiendo frutos
de entrega en las vocaciones misioneras.
Del Evangelio de San Lucas:
Lector: Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba
un censo de todo el imperio. Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia
ciudad; así es que también José, perteneciente a la casa y familia de David, se
dirigió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada
Belén, para empadronarse, juntamente con María, su esposa, que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo
primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo
lugar para ellos en la posada (2, 1-7).
Padre Nuestro, diez Ave María, un Gloria.
María Reina de las Misiones: Ruega por toda Europa
Canto:
Guía: Cuarto misterio: La Presentación de Jesús en el templo.
Meditemos en este cuarto misterio la humildad y sencillez de María y José. Y,
pidamos al Padre por el continente de Oceanía, para que lleguen a él más
misioneros que evangelicen y conozcan la Palabra de Dios y crezca el número de
bautizados.
Del Evangelio de San Lucas:
Lector: Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés,
ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con
lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también
para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones. (2, 22-24).
Padre Nuestro, diez Ave María, un Gloria.
María Reina de las Misiones: Ruega por todo el continente de Oceanía.
Canto:
Guía: Quinto misterio: Jesús encontrado entre los doctores del templo.
El quinto misterio nos lleva a contemplar a Jesús cumpliendo la voluntad del
Padre. Pidamos por todo el continente de Asia, para que permanezcan abiertos al
anuncio del Evangelio proclamado por los misioneros.
Del Evangelio de San Lucas:
Lector: Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades
de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la
costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin que sus padres lo supieran (2, 41-43).
Padre Nuestro, diez Ave María, un Gloria.
María Reina de las Misiones: Ruega por toda Asia
Canto:
Pidamos por las intenciones del Papa Francisco
Padre nuestro….
Bendícenos oh María, hija del Eterno Padre, no permitas que ofendamos a Dios
con pensamientos, en tus manos ponemos nuestra fe para que la aumentes. Dios
te salve María…
Bendícenos oh María, Madre del Eterno Hijo, no permitas que ofendamos a Dios
con palabras, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes.
Dios te salve María…
Bendícenos oh María, esposa del Espíritu Santo, no permitas que ofendamos a
Dios con obras y deseos, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la
inflames, nuestras almas para que las salves y nuestras necesidades para que las
remedies. Dios te salve María…
Bendícenos ahora y siempre, oh María, templo y sagrario de la Agustísima
Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original. Dios te salve Reina y Madre de
misericordia vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los
desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito
de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración a María, Reina de las Misiones
María, Reina de las Misiones, soberana del mundo entero, Virgen purísima
escogida entre millares, mírame con ojos piadosos postrado a tus pies para
implorar tu maternal ternura tu auxilio eficaz en favor de millones de hombres y
mujeres que no conocen a tu Hijo, a quienes Él nos ha enviado a proclamar la
Buena Noticia. Están sumidos en la impiedad e idolatría y gimen y lloran envueltos
en las garras de la cultura de la muerte. Mira como sus almas sufren por no
conocer al Dios Verdadero.

¡Madre mía! No conocen a Jesús, tu Hijo divino. No saben que, por salvarlos,
derramó toda su sangre redentora. No saben que, por mejor esperarlos, sigue allí
clavado, extendidos sus brazos divinos, abierto el costado y sangrando el
Corazón, mientras les dice: “¡Vengan a mi Corazón todos!”.

¡Reina y Madre mía! Intercede por ellos ante tu divino Hijo, y alcanza con tu
inmenso poder que la luz del Evangelio se derrame por el mundo entero. Que no
haya religión, ni pueblo, ni hogar, ni siquiera un corazón que no adore a Cristo,
fruto bendito de tus purísimas entrañas, y que no le honre como a su Rey y Señor.

Míranos, Madre amada, Reina de las Misiones, suplicándote reunidos en tu


presencia, no tenemos otro refugio ni otra ayuda que la tuya. Amén

LETANÍAS MISIONERAS
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros

Jesucristo, ten piedad de nosotros


Jesucristo, ten piedad de nosotros

Señor, ten piedad de nosotros


Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos Jesucristo óyenos
Dios Padre que quieres que todos nos salvemos
Ten piedad de nosotros
Dios hijo redentor del mundo, que sufriste muerte de cruz por toda la humanidad.
Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, que atraes a la humanidad al conocimiento de la verdad.
Ten piedad de nosotros
Respondemos: Ruega por el Ruega por Europa
Mundo San Vicente de Paul
San Daniel Comboni
Santa María Reina de las Misiones
San Bonifacio de Alemania
San Pedro
San Agustín de Canterbury
San Pablo San Francisco Javier
San Patricio de Irlanda
Sta. Teresita del Niño Jesús
Santa Teresa de Calcuta
San Juan Pablo II
Ahora Ruega por África
Santos y beatos del viejo mundo
San Marcos
San Agustín
Ruega por Oceanía
Beato Carlos y Stos. Mártires de
San Damián de Molokai
Uganda
San Pedro Chanel
Beata Clementina Anaurite
María, Estrella del Mar
Santos y beatos de las innumerables
Ruega por América
islas
Santa Rosa de Lima
Santa Mariana de Jesús
Ruega por Asia
San Pedro Claver
San Andrés
San Juan Diego
Santo Tomás
San Martín de Porres
San Juan Brito
Santo Hermano Pedro de
Santos Mártires de Corea
Bethancourt
Santos y beatos Mártires de China y
Santos Mártires Mexicanos
Japón

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.


Perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.

ORACIÓN FINAL

Mira la abundancia de tu mies y envíale operarios para que anuncien el Evangelio


a toda Criatura; y todo pueblo, congregado por la palabra que da vida y sostenido
con la fuerza de los sacramentos, avance por el camino de la salvación y del amor.
Por nuestro Señor Jesucristo tu hijo que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. AMÉN

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