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DERECHOS DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

Las niñas y niños son titulares de todos los derechos reconocidos por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y los tratados y convenciones internacionales que
los desarrollan.
Además, debido a su vulnerabilidad y necesidad de protección especial y
cuidado, los menores de edad (18 años) tienen garantizados los derechos
específicos recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN) aprobada el 20 de noviembre de 1989 por las Naciones Unidas.

La Convención es el tratado de derechos humanos más ratificado de la


historia: 195 países, todos los del mundo menos Sudán del Sur y
Estados Unidos. La CDN tiene rango de ley y su carácter vinculante la
hace de obligado cumplimiento.

Los países firmantes deben incluir todos los aspectos de la Convención


sobre los Derechos del Niño en sus leyes nacionales sobre derechos y
protección a los niños, niñas y adolescentes menores de edad. Pese a ello,
millones de menores son víctimas de violaciones de sus derechos
fundamentales en diversos ámbitos y en numerosos lugares del mundo.

Los derechos del niño y de la niña


La Convención sobre los Derechos del Niño, que define a los menores
como todo ser humano menor de 18 años, contempla tres tipos de
derechos:
• Derecho a la protección, como el derecho a la vida, a la convivencia
familiar o contra todo tipo de abuso, violencia o explotación
laboral.
• Derecho a la provisión, como el derecho a cuidados sanitarios, a un
medio ambiente saludable o a los recursos para un adecuado
desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
• Derecho a la participación, como el derecho a una identidad y
nacionalidad, y el derecho a recibir información o a opinar con
libertad.
Estos derechos se basan a su vez en cuatro principios fundamentales:
la no discriminación; el interés superior del menor; el derecho a la
vida, la supervivencia y el desarrollo; y el derecho a la participación.

A diferencia de otras normas internacionales, la Convención sobre los


Derechos del Niño incluye de forma explícita y con gran claridad los
derechos económicos, sociales y culturales de los niños y niñas. Los
principales derechos son:

• Derecho a la salud, a la educación y a la protección a través del


acogimiento institucional o familiar cuando el menor no tiene
familia o esta no puede asumir su cuidado.
• Derecho a la justicia y a la presunción de inocencia.
• Derecho a no ser reclutado o reclutada para participar en
conflictos armados.
• Derecho a las tradiciones sociales, culturales o religiosas no
interfieran en su salud.
• Derecho a un nivel de vida adecuado para su pleno desarrollo
personal.
Los principios fundamentales de los derechos
del niño y de la niña
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes se basan a su vez
en cuatro principios fundamentales:

• La no discriminación.
• El interés superior del menor.
• El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo.
• El derecho a la participación.

La CDN cuenta con un Comité de los Derechos del Niño como organismo
de vigilancia y control para que los Estados cumplan sus obligaciones
hacia la protección de la infancia. El Comité recibe periódicamente
informes nacionales para poder evaluar el cumplimiento de la
Convención y hacer recomendaciones.

La normativa ha sido ampliada con tres Protocolos Facultativos de la


Convención de los Derechos del Niño relativos a la participación de
niños en conflictos armados (en vigor desde el 12 febrero de 2002), a la
venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la
pornografía (vigente desde el 18 de enero de 2002) y a un procedimiento
de comunicaciones (en vigor desde el 14 de abril de 2014).
Tras superar su primer cuarto de siglo, la Convención ha servido para
conseguir importantes avances en la especial protección de los derechos
y condiciones para la población menor de 18 años. Pero todavía
persisten graves violaciones de los derechos humanos de la
infancia. Sobre todo en capítulos como la pena de muerte, en el que
algunos países como Irán o Pakistán contemplan la pena máxima contra
menores. O como la violencia sexual contra niños y, sobre todo, niñas, que
recorre la geografía mundial con diversas formas pero la misma crudeza,
mientras se incumplen los derechos sexuales y reproductivos de la
infancia y adolescencia.

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