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E L L L A M A D O A

C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N

D í a 22
Un rebaño que restaura
10
Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo
que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi
Padre celestial.12 ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le
extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve en las colinas
para ir en busca de la extraviada? 13 Y, si llega a encontrarla, les
aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa
y nueve que no se extraviaron. 14 Así también, el Padre de ustedes que
está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
Mateo 18:10-14
D í a 22 Un rebaño que restaura

Afuera hay mucha gente ¿por qué habrían de estar aquí con nosotros?, ¿qué tenemos para
ofrecerles?, ¿vale la pena que vengan y se hagan de nosotros?

Un día pasó un hombre frente al templo, justo cuando terminaba el culto, al ver salir
a tanta gente alegre, saludando a unos y otros, sintió curiosidad y se acercó a preguntar:
“¿Qué están dando allí dentro?”. Buena pregunta ¿no? ¿Qué tiene la Iglesia que ofrecer al
mundo?

Cuando nuestro Señor Jesucristo habló de la oveja perdida, quiso enseñarnos


algunos valores importantes de Su Reino, que de seguirlos como iglesia estaríamos de
acuerdo con el plan de Dios: un rebaño donde las personas perdidas sanaran sus heridas.
Una comunidad que restaura.

Antes de estudiar estos valores del Reino, sería bueno reconocer las ideas que el
pasaje NO nos enseña:

 No dice que debemos mimar a los que se alejan, ni dice que debemos rogarles para que
regresen, porque no está hablando de cristianos rebeldes o deprimidos, sino de
personas que no encuentran un camino para llegar al rebaño. En Mateo 18:17, veremos
un caso diferente para los cristianos en problemas; pero aquí se nos habla de ovejas
perdidas, no de chivos saltones. Es muy fácil culpar a los pastores de los pecados de un
cristiano problemático que no acepta la autoridad pastoral o eclesiástica. A quien se
refiere Jesús, es a una oveja deseosa de regresar al rebaño que reconoce el error de
haber perdido el camino y anhela con todo el corazón ser hallada.
 No dice que la oveja perdida vale más que las que están en el redil, sino que hay
preocupación por la que falta.
 No dice que debemos descarriarnos para disfrutar del amor de Dios. El amor de Dios es
eterno y para todos y siempre que queramos disfrutarlo haciendo su voluntad, lo
podemos hacer.
 No habla solamente a los pastores, sino al rebaño completo. A menudo hay gente que
quiere aplicar este pasaje solo a los pastores, pero el Pastor de esta historia es Cristo y
solo Él puede ser, no hay manera de aplicar este pasaje a un pastor terrenal. Él fue quien
descendió del cielo y busca a las ovejas perdidas. Cuando un pastor terrenal va hacia
donde está un perdido es porque El Señor ya fue con él, e impulsa a ese pastor a traerle
al rebaño.

El pasaje es un discurso para todos los que estaban presentes y estaban confundidos
en cuanto a quién sería el mayor, a la responsabilidad de los tropiezos, etc. Para Jesús fue
una oportunidad de enseñar a su Iglesia el perfil que debe tener comparándola con un
rebaño.

Para ser una comunidad que restaura, es necesario:

Reconocer la naturaleza divina de cada ser humano


D í a 22 Un rebaño que restaura

No menospreciéis a uno de estos pequeños, dijo El Señor y argumenta que sus ángeles en
el cielo ven siempre el rostro del Padre. Podemos interpretar que hay ángeles cuidando a
cada ser humano, que los niños tienen “ángel de la guarda”, que nuestro Señor se puso a
su nivel, en cuanto a su doctrina de los ángeles. O bien, podemos concluir sin complicarnos
la vida, que El Señor está hablando del valor eterno de cada ser humano por pequeño que
éste sea.
El Señor está tratando de dar a su pueblo, un principio fundamental: en cada ser
humano está Dios, amarle es amar al ser humano (1 Juan 4:20; Romanos 13:8; Marcos
12:30-31). No importa si es creyente o no. Hay algo de su naturaleza divina en cada uno,
puesto que fuimos hechos conforme a su imagen y semejanza (Génesis 1:27).
Una iglesia que reconoce la naturaleza divina, Su amor y plan en cada ser humano,
se convierte en una comunidad restauradora. En un rebaño donde los perdidos pueden
encontrar descanso en Dios. Seamos esa comunidad que restaura.

Recordar que la prioridad de Jesús es alcanzar a los perdidos


El templo y la comodidad son importantes, pero no son la prioridad de una iglesia. Es triste
ver que en el mundo evangélico en ocasiones la doctrina, el orden, la tradición, el poder o
control, vienen a ser más importantes que los perdidos a los que Jesús quiere salvar. Hay a
quienes tristemente les duele gastar dinero en estrategias para alcanzar a los que necesitan
de Dios, pero no se conduelen en gastar mucho para su comodidad dentro del templo.
El Señor contó esta historia en una época en la que ser pastor de un rebaño era una
profesión muy bien definida. Era un honor el traer al redil a todas y cada una de las ovejas.
En el caso de que una fuera atacada por una fiera salvaje, debía traer por lo menos los
huesos y la piel para probar que la había buscado hasta encontrarla. La Iglesia es una
comunidad que busca a las ovejas perdidas, porque valora a cada ser humano como El Señor
mismo lo hace. Y esta es su tarea prioritaria. Recordemos nuestra prioridad y cumplámosla
primero.

Reimplementar la movilidad del Reino más allá del templo


Dice El Señor que aquel hombre con cien ovejas deja las 99 y va a los montes a buscar a la
que se ha perdido. Primero debemos recordar la oveja que se perdió, posiblemente
buscando alimento sin darse cuenta donde estaba el rebaño y al querer volver ya era tarde.
En Palestina por su geografía no era extraño que las ovejas se perdieran, así que no se trata
de una oveja escondiéndose, sino de una bramando para ser encontrada, pero el dueño no
la esperó, sino que fue a buscarla porque difícilmente por sí solas regresan al redil.
La iglesia primitiva creció explosivamente sin templos dónde reunirse. Eran una
comunidad restauradora no por los edificios, sino por los valores que vivían. En cada lugar
donde un cristiano habitaba, allí estaba la Iglesia de Dios y los hogares fueron templos
dinámicos que integraban, no excluían como los de ahora. Alcanzaban a las personas con
las que se relacionaban, porque entendían el valor de cada ser humano, la prioridad era
evangelizar. Reimplementemos la movilidad más allá del templo.

Renovar nuestra celebración en el cumplimiento de la misión


D í a 22 Un rebaño que restaura

Imaginemos esta escena típica de aquella época: Los rebaños eran comunitarios, así que
había pastores y ayudantes, podemos decir que regresan a la aldea juntos, los niños y
mujeres salen al encuentro de ellos después de un día de trabajo. De pronto se dan cuenta
que falta uno de ellos, se informa que se perdió una oveja y que la está buscando. La tarde
empieza a declinar y todos miran de vez en cuando por la ventana para ver llegar por los
montes a quien todos esperan. De pronto surge entre las sombras una figura: es alguien
con un bulto en sus hombros y pese a que todavía está lejos para distinguir quién es, ya
saben que la oveja ha sido encontrada y hacen fiesta por ello.
La iglesia debe alegrarse en las alabanzas, la predicación, el compañerismo de un
culto en honor a Dios, pero si no hay ovejas encontradas, no hay razón para celebrar. Si Dios
concede un valor elevado a los que no le conocen, si la prioridad de Jesús es alcanzar a los
perdidos. Entonces nuestra celebración debe ser con ovejas encontradas. Celebremos
juntos los frutos de nuestro trabajo.

Reforzar nuestra permanencia como rebaño unido


Es muy probable que nuestro Señor dijo esta parábola en varias ocasiones con el mismo
propósito de hacer ver lo importante que es una sola persona para Él, pero no se aclara
cómo le hizo para qué al regresar con la descarriada al redil, no encontrara a las 99
descarriadas también. En Lucas 15:4 (RVR1960) dice que las deja en el desierto, algunas
traducciones de Mateo 18:12 señalan que deja a las 99 en los montes y sale a buscar a la
perdida. La gente de entonces entendía el trabajo de pastoreo, así que todos entendieron
que las dejaba al cuidado de otros ayudantes o pastores, dueños o trabajadores de él. Esto
nos enseña que hace falta un rebaño seguro donde las ovejas juntas se ayuden
mutuamente, se den seguridad unas a otras y puedan ser traídas por el Pastor Jesús.
Somos ese rebaño, no importa la opinión de nadie propio o ajeno, somos esa
comunidad que Dios utiliza, y debemos creerlo, proclamarlo y manifestarlo más y más cada
día. No se trata de que logremos serlo, ya lo somos, solo tenemos que ser conscientes y
afinarnos en aquello que no esté en su lugar para seguirlo siendo. Reforcemos nuestra
unidad de rebaño.

Jesús comenzó con un Mirad que no ... Esta es una advertencia, con desafío para
reconocer el valor de cada ser humano, recordar la prioridad de la evangelización,
reimplementar la movilidad del Reino y de renovar la celebración por alcanzar a los
perdidos.
Una simple historia cargada de enseñanzas y principios que deben ser los valores
que nos den la condición de Reino de Cristo nos desafía a ser una comunidad que restaura.
Seámosla viviendo los valores del Reino, la próxima vez que pase alguien por aquí y
pregunte: “¿qué están dando allí dentro?” digámosle esta verdad: que están dando la
oportunidad de ser encontrado por el Pastor Jesucristo y ser incorporado a un pueblo
santo, una iglesia llena de amor, una comunidad restauradora donde vivirán una vida de
felicidad plena y seguridad espiritual en este mundo en crisis.
D í a 22 Un rebaño que restaura

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N

LLAMADOS A PESCAR
D í a 23
Cuarta semana
EL LLAMADO A LA COMUNIÓN
El origen de la comunidad de fe
Día 23
32
Todos los creyentes eran
El origen decomunidad
de la un solo de
sentir
fe y pensar. Nadie
consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían.
33 Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna
32
Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de
de sus posesiones, sino que las compartían. 33 Los apóstoles, a su vez, con gran poder
la resurrección
seguían del Señor
dando testimonio Jesús. La del
de la resurrección gracia
Señorde Dios
Jesús. se derramaba
La gracia de Dios se
abundantemente sobre todos ellos, pues
34 34
no había ningún
derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado necesitado
en la
en la comunidad.
comunidad. Quienes
Quienes poseían casas oposeían
terrenos casas o terrenos
los vendían, llevaban los vendían,
el dinero de las
llevaban el dinero de las ventas y lo entregaban a los apóstoles para
ventas 35 y lo entregaban a los apóstoles35para que se distribuyera a cada uno según su
que se distribuyera anecesidad.
cada uno según su necesidad.
36
José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban
36 José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que
Bernabé (que significa: Consolador[a]), 37 vendió un terreno que
significa: Consolador ), 37 vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso a
[a]

poseía, llevó el dinero y lo puso


disposición a apóstoles.
de los disposición de los apóstoles.
Hechos 4:32-37
Hechos 4:32-37

Una expresión muy usada por la gente, cuando ya no le quedan esperanzas es: “Solo un
milagro lo puede cambiar”. Sin embargo, cuando estudiamos este pasaje, podemos
reconocer que, en medio de una gran necesidad de transformación, la única esperanza es
el milagro de la Iglesia.

¿Qué es un milagro? Es una intervención divina para saciar una necesidad humana
y provocar un gran bien.
¿Un milagro es una violación de las leyes naturales? Para nada, más bien es la
aplicación de algunas leyes que no conocemos aún y que Dios maneja soberanamente.
Así que, si ponemos atención, la vida cristiana está llena de milagros. Sin embargo,
uno de estos milagros, y tal vez el más significativo, después del milagro de la salvación, es
la creación de la comunidad de fe o Iglesia. Estudiemos el pasaje y seamos parte del
milagro:

El milagro de la creación de una nueva vida


El Señor Jesús lo había profetizado cuando le dijo a Pedro: …y sobre esta piedra edificaré
mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18.
Ahora, el caminar de la comunidad de fe es poderoso y va destruyendo los obstáculos uno
a uno. No hay nada que pueda detener su marcha. Seres humanos de los más diversos
estratos de la sociedad se le unen y encuentran sentido para sus vidas. Podemos decir, sin
temor a equivocarnos, que ha surgido una nueva vida: La Iglesia. ¿Podemos darnos cuenta
de lo importante del asunto? El Cuerpo de Cristo.
D í a 23 El origen de la comunidad de fe

El Señor se refiere a su Iglesia como “El Cuerpo de Cristo”, también como “La Esposa
del Cordero”. En todos los casos, se trata de un organismo viviente, y no solamente de una
organización de personas. Ya no solo existen los individuos, los cristianos solitarios, los
discípulos que caminan en pos de Jesús, ahora existe una persona que se conforma con
todas las individualidades que se unen y se entrelazan en un milagro de amor y de propósito
divino.
Ser la Iglesia de Cristo es cosa seria. Seamos parte del milagro.

El milagro del éxito de los siervos de Dios


El texto nos da a entender que, como resultado de este milagro, los apóstoles tenían éxito
en su ministerio. El versículo 33 nos dice tres cosas:
Lo que hacían, lo hacían con gran poder. Su trabajo no era cualquier cosa, se trataba de un
ministerio lleno de señales y prodigios.
Lo que hacían era dar testimonio de la resurrección del Señor. Su principal ministerio era
dar fe y hacer patente que El Señor Jesús había muerto por todos, y había vencido a la
muerte. Los falsos apóstoles del día de hoy se empeñan en dar testimonio de ellos mismos,
se exaltan y exigen las ofrendas del pueblo para su provecho.
Y lo que hacían daba como resultado un derramamiento extraordinario de la gracia de
Dios. “Por los frutos se conoce el árbol”. Respecto a los pastores, dice La Palabra:
7Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál

fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe. Hebreos 13:7. La cosa es sencilla: hay
que analizar el resultado de su conducta, y si los frutos son buenos, hay que seguirlos. A mí
me gustaría que todos me evaluaran a la luz de esta sentencia, en lugar de criticarme o
alabarme solo movidos por el odio o por el cariño.
De cualquier manera, una cosa es clara en el pasaje: el éxito de los siervos, pastores
y apóstoles no depende solamente de su trabajo apasionado, sino del milagro de ser
comunidad. Por muy capaces que sean los pastores, por muy brillantes, no son nada sin la
comunidad. El éxito de una iglesia no es un asunto de un solo hombre, ni de un grupo
selecto de hombres, es el resultado de la experiencia comunitaria que alienta, anima,
bendice y potencializa el trabajo de los siervos de Dios. Seamos parte del milagro.

El milagro del contentamiento


El versículo 34 dice algo demasiado especial: …pues no había ningún necesitado en la
comunidad. ¿No es esa una declaración extraordinaria? ¿Cómo es posible tal cosa? El
milagro de la Iglesia incluye un proceso de transformación de la gente que la integra, de tal
manera que pasan por lo menos tres cosas:
Se desarrolla el concepto de una nueva prosperidad. La pobreza no tiene que ver con tener
o no algo, sino con sentirse perdido si no se tiene ese algo. Y la prosperidad no es tener
mucho, sino estar satisfecho y disfrutar lo que ya se tiene. El cristiano se sabe millonario,
porque disfruta la gracia de Dios.
Se desarrolla una nueva dinámica de interacción. En términos prácticos, los cristianos de
aquella primera comunidad de fe compartían lo que tenían los unos con los otros, de
manera que, se abatía la injusticia y se satisfacían las necesidades básicas de todos. Algunos
D í a 23 El origen de la comunidad de fe

llaman a esto “comunismo primitivo”. Dios lo llama Iglesia, Cuerpo de Cristo, Esposa del
Cordero.
Se desarrolla una nueva riqueza. Riqueza es disfrutar, gozar y sacar provecho de la vida, y
eso fue lo que los primeros cristianos aprendieron a hacer con sus vidas. Todo el libro de
los Hechos nos habla de la Iglesia como gente feliz y plena.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que, si queremos solucionar los problemas
del país y del mundo, debemos evangelizarlos a todos.
Esta idea nos confronta con un desafío: debemos vivir la auténtica experiencia de
iglesia: el contentamiento comunitario.
Tenemos que reconocer que hay comunidades de fe que se dicen cristianas, que
viven malos ejemplos y torcidas experiencias religiosas que hacen escándalo, pero no han
cambiado nada en el mundo. Es triste, pero, se habla de algunos países como los más
evangelizados en Latinoamérica y, sin embargo, esos países son también aquellos en donde
hay más injusticia, pobreza e ignorancia. Tenemos que reconocer que algunos movimientos,
a pesar de los grandes números que manejan, no están estableciendo el Reino de Cristo, y
no son la verdadera Iglesia del Señor.
La Iglesia del Señor produce el milagro de la prosperidad. Seamos parte del Milagro.

El milagro del desprendimiento


En aquel primer siglo, igual que, en nuestro tiempo, el corazón del hombre estaba lleno de
egoísmo y materialismo. Sin embargo, el milagro de la comunidad hizo que muchos
vendieran sus propiedades y las pusieran a los pies de los apóstoles. ¿Acaso eran gente de
otra clase?, ¿acaso la cultura de aquella época no valoraba las cosas materiales? ¡Eran gente
igual que nosotros! ¿Qué fue lo que pasó entonces? Experimentaron el milagro de tener
una razón para ofrendar sus vidas. Podemos decir que: la más grande pobreza es no tener
una razón para dar. Cuando somos parte de la Iglesia del Señor, una de las primeras cosas
que cambia en nuestro corazón es nuestra relación con la materia. El dinero ya no es lo más
importante, las cosas materiales ya no son indispensables, y nuestra vida ya no gira en torno
al verbo “tener”. Podemos incluso evaluarnos ¿soy de verdad parte del milagro? La
respuesta está en nuestros diezmos, ofrendas, primicias y limosnas. Si no podemos ser fieles
en esas cosas básicas, claramente expresadas en la Palabra ¿cómo podremos ser fieles en
la entrega total que nos pide El Señor? Seamos parte del milagro.

El milagro del surgimiento de los héroes


Una cosa maravillosa que nos enseña este pasaje es: el nacimiento de los hombres y
mujeres que dejan huella. Bernabé no era predicador, no era pastor y no sabía nada de
misiones en ese momento, sin embargo, se convirtió en un punto de referencia para los
demás, a causa de su acción. Y recordemos, su acción consistió en dar.
El milagro de la comunidad no solo convierte al pecador en santo, también convierte
al tacaño materialista, en un dador.
Dios nos salva del pecado, y la comunidad nos convierte en héroes. Seamos parte
del milagro.
D í a 23 El origen de la comunidad de fe

La diferencia entre un fracasado y un triunfador no está en las oportunidades que


han tenido, sino las oportunidades que han aprovechado.
El Señor limpió a 10 leprosos y solo uno regresó a entregar su vida y a ser limpiado
del corazón. Alimentó a 5 mil, y solo 120 estaban en el día del Pentecostés. Murió por todos,
pero no todos son parte de su Iglesia.
La Iglesia es un milagro, pero algunos prefieren permanecer al margen. ¿Qué les
pasa?, ¿tienen miedo?, ¿creen que nadie los merece?, ¿huyen al compromiso?, ¿se
consideran indignos?
Cierta familia de la iglesia me comentó lo siguiente: Fueron a un restaurante tipo
bufete y se dispusieron a comer. El papá les explicó que ya todo estaba pagado, que podían
comer lo que quisieran y servirse todas las veces que fuera necesario. La niña se levantó
entusiasmada ante la noticia y cuando regresó a la mesa, traía un bolillo al que le había
embarrado frijoles. Los padres le dijeron, “¡¿pan con frijoles?! ¿Qué te pasa? debes comer
otras cosas”. Pero la pequeña no estuvo dispuesta a dejar de comer lo que más le gustaba.
Los padres pensaron que eso era un gran desperdicio, ya que frijoles hubiera podido comer
en su casa.
Independientemente de los gustos de cada uno, este ejemplo me recuerda que:
mucha gente vive comiendo “pan con lo mismo” en lugar de disfrutar de las maravillas
del Señor. No despreciemos la oportunidad de ser parte de la Iglesia del Señor. No
queramos ser más sabios que El Señor, queriendo vivir de acuerdo con nuestras propias
opiniones y no de acuerdo con sus designios. Seamos parte del milagro.

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N

D í a 24
LLAMADOS A PESCAR
La amistad que salva
Cuarta semana
20
y en seguida se dedicó a EL predicar
LLAMADO enAlas sinagogas, afirmando que Jesús es
LA COMUNIÓN
el Hijo de Dios. Todos los que le oían quedaban asombrados, y
21

preguntaban: ¿No es este el que en Jerusalén Día 24 perseguía a muerte a los que
invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y
La amistad que salva
entregarlos a los jefes de los sacerdotes? 22 Pero Saulo cobraba cada vez más
20 y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de
fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que
Dios.
Jesús Todos
21 los que le23oían
es el Mesías. quedaban
Después asombrados,
de muchos días,y preguntaban:
los judíos se¿No es este el
pusieron deque
en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí
acuerdo para hacerlo desaparecer, 24 pero Saulo se enteró de sus
para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes? 22 Pero Saulo cobraba
maquinaciones. Día y noche vigilaban de cerca las puertas de la ciudad con
cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles
el fin de eliminarlo. 2523Pero sus discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron
que Jesús es el Mesías. Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para
en unhacerlo
canasto por una abertura en la muralla.
desaparecer, pero Saulo se enteró de sus maquinaciones.
24
26
Cuando llegóDíaa Jerusalén,
y noche
trataba
vigilaban de de
juntarse
cerca lascon los discípulos,
puertas de la ciudad con pero todos
el fin tenían miedo
de eliminarlo. 25 Perodesusél, porque
discípulos
no creían se loque de veras
llevaron de noche fuera bajaron en un Entonces
y lo discípulo.
27
canasto porBernabé
una abertura lo tomó
en la a su
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muralla. y 26
loCuando
llevó allególos aapóstoles. Saulo les
Jerusalén, trataba describió
de juntarse conen
losdetalle
discípulos,cómo
peroen el
todos
camino
tenían miedo había de visto al Señor,
él, porque el cual
no creían que dele veras
había hablado,
fuera y cómo
discípulo. 27 en Damasco
Entonces Bernabé lo
había tomópredicado
a su cargocon y lo libertad
llevó a losen el nombre
apóstoles. Saulode lesJesús.
describió Así
28
que secómo
en detalle quedó con
en el
ellos,camino
y andaba había visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había el
por todas partes en Jerusalén, hablando abiertamente en
nombre
predicadodel conSeñor.
libertad29en Conversaba
el nombre deyJesús.
discutía con los judíos de habla griega,
28 Así que se quedó con ellos, y andaba por

pero
todas ellosenseJerusalén,
partes proponían eliminarlo.
hablando abiertamente
30
Cuando se enteraron
en el nombre del Señor. de29ello los
Conversaba
hermanos,
y discutía con se lolosllevaron a Cesarea
judíos de habla griega,ypero
de allí
elloslosemandaron a Tarso. Cuando
proponían eliminarlo. Mientras se
30
31

enteraron de ello los hermanos, se lo llevaron a Cesarea


tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, y de allí lo mandaron a
Tarso.
GalileaMientras
31
y Samaria, tanto,pues
la iglesia
vivíadisfrutaba
en el temorde pazdel a laSeñor.
vez queEseibaconsolidaba
creciendo enen
toda
Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del
número, fortalecida por el Espíritu Santo. Señor. E iba creciendo en número,
fortalecida por el Espíritu Santo.
Hechos 9:20-31
Hechos 9:20-31

Si preguntamos: ¿Para qué sirve la Iglesia?, ¿es importante congregarnos con la Iglesia?,
¿qué tan grave es dejar de congregarnos por cosas como el estudio, el trabajo, la familia, el
cansancio?, ¿no es la Iglesia un asunto anticuado que en esta nueva época debe ser abolido?
Estas y otras preguntas que se hacen muchas personas el día de hoy, incluso creyentes que
influenciados por la post modernidad prefieren vivir de una manera ligera, cómoda con
respecto al mundo y bastante superficial, podrían resolverse con una sencilla idea: somos
una comunidad que salva.
En el libro de Los Hechos encontramos no solo la conversión del apóstol Pablo, sino
su integración a la Iglesia. Es decir, no fue salvado para estar solo, sino para hacer equipo
con otros cristianos.
Estudiemos lo que este texto nos dice y aprendamos a valorar las bendiciones que
Dios quiere darnos por medio de su Iglesia.
D í a 24 La amistad que salva

20 y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de


Dios. 21 Todos los que le oían quedaban asombrados, y preguntaban: «¿No es este el que
en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para
llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?» 22 Pero Saulo cobraba cada
vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús
es el Mesías. Hechos 9:20-22.
La conversión de Saulo de Tarso es sin duda un ejemplo perfecto de lo que Dios
puede hacer en la vida de un ser humano. Se opera una transformación radical que ayuda
a encontrar un nuevo y mejor propósito de vida. Saulo no era una persona sin propósito,
sin embargo, su propósito cambió después de su encuentro con Jesús y ahora se dedicaba
a predicar su Evangelio. La gente que le escuchaba estaba sorprendida de su
transformación. Después de su conversión entró en contacto con la Iglesia de Damasco y
seguramente se convirtió en un hambriento discípulo que inició un veloz crecimiento
espiritual. La integración de un nuevo creyente a la Iglesia ubica, da sentido a la vida,
disciplina y ordena las ideas. Es triste, pero hay mucha gente que valora poco la importancia
de la comunidad de fe en la vida de los creyentes. Pero es verdad que asistir o no asistir a
los cultos y a las estrategias educativas de la Iglesia hace una gran diferencia en la vida de
la gente. Aquellos que están bien integrados, que establecen el hábito de una vida
congregacional sana, tienen herramientas de vida que les ayudan a enfrentar el mundo y
sus ataques, pero aquellos que no viven así son presa fácil de la contaminación y el pecado.
¿Qué hubiera sido de Pablo sin la comunión de la Iglesia? Tal vez su fe hubiera decaído, o
tal vez hubiera crecido en una dirección equivocada y hubiera fundado una secta herética,
pero la relación con la Iglesia le ubicó, le ayudó a entender la verdad de Dios, le ayudó a
encontrar su razón de vivir. No podemos encontrar nuestro ministerio de vida sin
integrarnos al Cuerpo de Cristo. Es en el contexto del plan de Dios en donde somos
integrados y no podemos servir a Dios fuera de sus planes. Peca de una gran necedad quien
cree que cada quien debe tener su propia religión o su propia e individual estrategia de vida
cristiana. Dios nos enseña en muchos lugares de la Biblia que la fe es un asunto comunitario.
Valoremos la importancia de la comunidad de fe.

Ser iglesia nos salva para realizar nuestra misión de vida


23 Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para hacerlo
desaparecer, 24 pero Saulo se enteró de sus maquinaciones. Día y noche vigilaban de cerca
las puertas de la ciudad con el fin de eliminarlo. 25 Pero sus discípulos se lo llevaron de
noche y lo bajaron en un canasto por una abertura en la muralla. Hechos 9:23-25.
El concepto salvación en la Biblia tiene varios matices, no siempre se refiere a vida
eterna en los cielos, hay ocasiones en las que se refiere a salud, otras a prosperidad y por
supuesto que muchas veces se refiere a preservación de vida. Podemos decir que la iglesia
de Damasco salvó al apóstol Pablo en todos estos sentidos. Fue un miembro de la Iglesia de
Damasco que le predicó a Pablo y le enseñó los primeros pasos de la fe, fue la iglesia de
Damasco que le bautizó y le integró al plan de propagación de la fe; y aun, fue la Iglesia de
Damasco la que salvó la vida de este discípulo en pleno crecimiento. Es probable que alguien
de la iglesia haya pensado que no merecía que se le ayudara a escapar del peligro de
muerte, recordemos que para ellos aún era Saulo de Tarso, el legalista recalcitrante,
D í a 24 La amistad que salva

perseguidor que había llegado a Damasco, precisamente para perseguirles. ¿Valía la pena
arriesgarse por causa de él?, se preguntaban. Pero la Iglesia hizo lo que tenía que hacer y
preservó la vida del más prolífico escritor del Nuevo Testamento y de uno de los personajes
centrales del libro de Los Hechos. En la Iglesia nos cuidamos las espaldas los unos a los otros,
o por lo menos eso es lo que deberíamos hacer los unos por los otros. En este mundo hay
gente que tiene una gran familia en la carne que les apoya y les soporta, otros tienen un
potencial económico o una trayectoria profesional en la que se sienten fundamentados;
pero también existen personas, como Pablo en aquellos momentos, que todo lo que tienen
para sentirse protegidos y sostenidos es la Iglesia, su equipo espiritual. En la Iglesia se suplen
necesidades de compañerismo, de amor, de enseñanza, de apoyo material, de consuelo, de
protección y de salvación física. No vivamos la fe en solitario, seamos Iglesia, ¡salvemos a
otros!

Ser iglesia nos motiva para realizar nuestra misión de vida


26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos tenían
miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo. 27 Entonces Bernabé lo tomó a
su cargo y lo llevó a los apóstoles. Saulo les describió en detalle cómo en el camino había
visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con libertad
en el nombre de Jesús. 28 Así que se quedó con ellos, y andaba por todas partes en
Jerusalén, hablando abiertamente en el nombre del Señor. 29 Conversaba y discutía con
los judíos de habla griega, pero ellos se proponían eliminarlo. 30 Cuando se enteraron de
ello los hermanos, se lo llevaron a Cesarea y de allí lo mandaron a Tarso.31 Mientras tanto,
la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria,
pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu
Santo. Hechos 9:26-31.
¡Qué interesante¡, los apóstoles no creían en su conversión, pero Bernabé, un
diácono lleno de gracia y misericordia lo introdujo a este importante grupo de liderazgo.
La amistad de Bernabé con Pablo. Bernabé defendió la veracidad de la conversión
de Pablo y arriesgó su reputación y su ministerio diaconal como si supiera la gran bendición
que llegaría a ser este apóstol tan especial.
Un amigo arriesga su vida por ti. Imaginemos este evento: llega Bernabé a una
reunión en donde están los apóstoles del Señor, y les dice:
—¿saben qué?, se convirtió Pablo, —algunos lo voltean a ver incrédulos, tal vez Tomás le
dice: —yo hasta no ver no creer, —quizás Pedro le declara:
—cuidado, Bernabé, tal vez se trata de una trampa para apresarnos a todos, recuerda que
tiene cartas de las autoridades para perseguirnos. Bernabé les dice con voz clara:
—pues ni modo, de algo habremos de morir y ¿saben qué?, le traje para que le den la
bienvenida, —en eso sale del cuarto aquel y se dirige a Pablo que esperaba temeroso en la
puerta, y le dice—: Pablo que entres, que se mueren de ganas de conocerte, pásale, hermano
—y así de improviso se los presenta.

No sabemos cómo fue, esto es solo una narración producto de la imaginación, pero
tal vez Lucas pensó que no era tan oportuno contar los detalles porque no ha de haber sido
agradable esta falta de fe de los apóstoles confrontados por Bernabé.
D í a 24 La amistad que salva

Ahora bien, la cosa no era para menos, la verdad es que Bernabé se estaba
arriesgando bastante, pero ¿no es eso lo que hacen los amigos?
Un amigo te permite crecer. Esta no fue la única manera como Bernabé demuestra
su amistad para con Pablo, más adelante lo vemos integrándole a otros ministerios, porque
reconocía sus capacidades: 25 Después partió Bernabé para Tarso en busca de Saulo, 26 y,
cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Hechos 11:25-26a. También es claro que cuando
fueron enviados como los primeros misioneros formalmente organizados, al principio
Bernabé fungía como líder, pero poco a poco Pablo fue escalando y llegó a ser el líder
indiscutible. ¿Pero qué hizo Bernabé? sabía reconocer el liderazgo, no manifestaba ninguna
molestia o enemistad, Bernabé era un amigo insuperable. De hecho, algunos creen que esa
fue la razón por la que Juan Marcos, pariente de Bernabé profirió regresarse y abandonó el
viaje misionero. (Hechos 15:37-39). Sin embargo, Bernabé no manifiesta en ningún sentido
malestar alguno. Su amistad y amor para con lo demás le permitía gozarse en el crecimiento
de cada uno.
Bernabé se destaca en todo el Nuevo Testamento como el que supo ser amigo, el
tolerante, el restaurador, no fue tan famoso como Pablo, ni tan elocuente como Apolos;
pero sin su amistad, Pablo no hubiera llegado a donde llegó y su sobrino Marcos hubiera
sido un fracasado.
Definitivamente Bernabé era un tipazo y tocó a Pablo con su amistad como a Juan
Marcos.
Dios pudo haber usado muchos métodos para edificar la vida del gran apóstol Pablo,
pero quiso usar la amistad de Bernabé para tocar su vida para siempre. Deja que Dios use
tu amistad para salvar a otros.

Ser iglesia nos fortalece para realizar nuestra misión de vida


Pablo era un hombre culto, preparado, capaz, un gran apóstol, así que, pudo haber fundado
su propia Iglesia y su propio movimiento denominacional dentro del cristianismo. Pudo
haberse separado de los otros cristianos e iniciar una nueva Iglesia, de esa manera hubiera
tenido menos problemas de críticas y controversias con los legalistas que se le oponían. Sin
embargo, no fue así, Dios no le permitió hacer nada sin antes integrarse al liderazgo de la
Iglesia cristiana de esos momentos. Estuvo sometido a la enseñanza y liderazgo de la iglesia
establecida. Era muy importante que tuviera comunión con los apóstoles, por eso Dios usó
a Bernabé para ser un puente de comunicación e integración. Es una idea bastante
equivocada el pensar que un cristiano puede vivir sus propios proyectos fuera de la Iglesia.
Todo el Nuevo Testamento habla de la importancia del Cuerpo de Cristo, la Iglesia en el
desarrollo del plan de Dios. Esta es la razón por la que la disciplina o “excomunión” era un
asunto grave en los primeros siglos del cristianismo y debería serlo entre nosotros. Ser parte
de la Iglesia es el plan de Dios para nuestra vida y nuestro desarrollo.

En el mundo cristiano hay gente con una gran capacidad y una voluntad férrea para
hacer las cosas, y en ocasiones prefieren vivir sus propios valores, creencias y doctrinas para
no tener riesgos y problemas en una comunidad, pero olvidan que el plan de Dios no fue
salvar a solitarios, sino a familias, comunidades de fe, equipos del Reino. Recordemos que
cuando le dijo a Pedro: …te haré pescador de hombres…, no se refería a la pesca con
D í a 24 La amistad que salva

anzuelo, sino a la pesca con red. Es en la Iglesia, en la comunidad, en el compañerismo en


donde nos fortalecemos, nos motivamos y nos ayudamos a realizar nuestra misión de
vida.

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N
LLAMADOS A PESCAR

D í AaLA COMUNIÓN
25
Cuarta semana
EL LLAMADO

La amistad Día
que 25 transforma
La amistad que transforma
Hay amigos que llevan a la ruina,
y hay amigos más
Hay amigos quefieles
llevan aque un hermano.
la ruina,
y hay amigos más fieles
Proverbios 18:24que un hermano.
Proverbios 18:24

El apóstol Juan, ya anciano, escribió una tercera carta en donde nos habla con toda la
experiencia de una vida con Dios, de lo que realmente significa vivir para Jesús, y con
ello exalta la auténtica teología cristiana que se expresa en las relaciones
interpersonales. Leamos toda la carta:

Salutación:
1 El anciano, al querido hermano Gayo, a quien amo en la verdad. 2 Querido hermano, oro

para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas
espiritualmente. 3 Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos y dieron testimonio
de tu fidelidad, y de cómo estás poniendo en práctica la verdad. 4 Nada me produce más
alegría que oír que mis hijos practican la verdad.

Elogio de la hospitalidad de Gayo:


5 Querido hermano, te comportas fielmente en todo lo que haces por los hermanos,
aunque no los conozcas. 6 Delante de la iglesia ellos han dado testimonio de tu amor.
Harás bien en ayudarlos a seguir su viaje, como es digno de Dios. 7 Ellos salieron por
causa del Nombre, sin nunca recibir nada de los paganos; 8 nosotros, por lo tanto,
debemos brindarles hospitalidad, y así colaborar con ellos en la verdad.

La oposición de Diótrefes:
9 Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero

entre ellos, no nos acepta. 10 Por eso, si voy, no dejaré de reprocharle su


comportamiento, ya que, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros solo por
hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos, y a quienes quieren
hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia.

Buen testimonio acerca de Demetrio:


11 Querido hermano, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el

que hace lo malo no ha visto a Dios. 12 En cuanto a Demetrio, todos dan buen testimonio
de él, incluso la verdad misma. También nosotros lo recomendamos, y bien sabes que
nuestro testimonio es verdadero.
D í a 25 La amistad que transforma

Doxología:
13 Tengo muchas cosas que decirte, pero prefiero no hacerlo por escrito; 14 espero verte

muy pronto, y entonces hablaremos personalmente. 15 La paz sea contigo. Tus amigos
aquí te mandan saludos. Saluda a los amigos allá, a cada uno en particular. 3 Juan 1

Vivir la amistad verdadera nos convierte en un oasis de amor


Juan nos enseña que la puerta de la Iglesia es la puerta de nuestra casa.
5 Querido hermano, te comportas fielmente en todo lo que haces por los hermanos,

aunque no los conozcas. 6 Delante de la iglesia ellos han dado testimonio de tu amor.
Harás bien en ayudarlos a seguir su viaje, como es digno de Dios. 7 Ellos salieron por
causa del Nombre, sin nunca recibir nada de los paganos; 8 nosotros, por lo tanto,
debemos brindarles hospitalidad, y así colaborar con ellos en la verdad. 3 Juan 5-8.
En el primer siglo la gente viajaba mucho, la actividad comercial les exigía
trasladarse muy seguido de un lugar a otro. Roma había acabado con la piratería, había
construido muchas carreteras que facilitaban el comercio, pero quedó un problema, el
alojamiento. No había hoteles y las posadas o mesones eran de muy baja calidad
especialmente en las ciudades gentiles. Regularmente solo gente muy pobre y de baja
moral llegaba a dichos sitios. Una manera de resolver el problema, eran los pactos
fraternales que se hacían entre algunas familias; el pacto consistía en recibirse
mutuamente en sus respectivas ciudades y casas, cuando un miembro de familia no era
conocido por la otra, se le daba una contraseña. Esto lo hacían comúnmente todas las
gentes. Entre los cristianos el asunto llegó a su máxima expresión, los cristianos se recibían
mutuamente con la única contraseña de la fe o el testimonio que en aquella época no era
fácil suplantar.
Es importante decir, por otro lado, que, en los principios de la Iglesia, había un
ministerio de predicadores (profetas y evangelistas) itinerantes que viajaban de una
ciudad a otra, compartiendo con las iglesias. Es probable que un grupo de estos, era
dirigido por el apóstol Juan para atender la obra en esa región del mundo. Eran iglesias
que Pablo había fundado y debido al crecimiento explosivo de las mismas y a los pocos
maestros que había, se hacía necesaria la participación de muchos, especialmente de los
apóstoles para su atención. Este grupo estaba por llegar a la ciudad de Gayo y
seguramente necesitarían hospedaje, Juan entonces, los recomienda con Gayo por medio
de esta carta y agradece de antemano a Gayo su hospitalidad.
La enseñanza poderosa en este pasaje, radica en el hecho de que nuestra casa, aun
cuando no seamos predicadores o misioneros, puede ser de gran utilidad para la extensión
de la Palabra de Dios. Muchísima gente que no pisaría un templo, puede entrar por la
puerta de nuestra casa a la del templo. Vivir y andar en la verdad, incluye extender los
límites de nuestra vivencia de fe, no solo en los límites del templo al que asistimos, sino
en torno a nuestra comunidad, desde nuestra casa. Ref. José Borras, del monasterio al
ministerio.
Abramos la puerta de nuestra casa al mundo que nos rodea y necesita entrar a la
iglesia.
D í a 25 La amistad que transforma

Vivir la verdad por medio de la amistad


¿Es difícil tener amigos?, algunas personas piensan que sí. Hay quienes piensan que la
amistad no existe o que no se puede confiar en nadie, que todos traicionan la amistad,
que no existen los amigos; por otro lado, algunos confunden la amistad con el complot,
con la simbiosis en la que algunos se unen por cierta conveniencia; por ahogar su soledad
o por compartir enfermedades emocionales. Pero el cristianismo que la Biblia nos
presenta nos habla de una fe y una doctrina que se expresa en actitud hacia los demás.
Lo que uno cree no solo debe ser bíblico y correcto, también debe ser manifestado en
nuestras relaciones interpersonales, de esto es de lo que Juan nos habla en esta ocasión.
Los personajes que en la carta se mencionan son interesantes y es bueno definirlos para
entender el mensaje:
Gayo, tiene un nombre común; es un creyente hospedador y amable. Algunos
creen que se le puede relacionar con otros que se mencionan en el Nuevo Testamento con
el mismo nombre (Hechos 19:29, 20:4; Romanos 16:23; 1 Corintios 1:14), pero de igual
manera, la personalidad que esta carta nos presenta es impresionante.
Diótrefes es un mal líder que, enfermo de poder desprecia la autoridad apostólica
de Juan, no hace falta saber más de él, por sí mismo se hace despreciable.
En el caso de Demetrio, el asunto se hace muy especial, es probable que se trate de
Demetrio que se opuso a Pablo en Éfeso: 21 Después de todos estos sucesos, Pablo tomó la
determinación de ir a Jerusalén, pasando por Macedonia y Acaya. Decía: Después de estar
allí, tengo que visitar Roma». 22 Entonces envió a Macedonia a dos de sus ayudantes,
Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba por algún tiempo en la provincia de Asia.23 Por
aquellos días se produjo un gran disturbio a propósito del Camino. 24 Un platero llamado
Demetrio, que hacía figuras en plata del templo de Artemisa, proporcionaba a los
artesanos no poca ganancia. 25 Los reunió con otros obreros del ramo, y les dijo: —
Compañeros, ustedes saben que obtenemos buenos ingresos de este oficio. 26 Les consta
además que el tal Pablo ha logrado persuadir a mucha gente no solo en Éfeso, sino en casi
toda la provincia de Asia. Él sostiene que no son dioses los que se hacen con las manos.
Hechos 19:21-26, o bien de aquel que Pablo dice que se apartó del camino del Señor y al
que apoda Demas, diminutivo de Demetrio: 10 pues Demas, por amor a este mundo, me ha
abandonado y se ha ido a Tesalónica. Crescente se ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia. 2
Timoteo 4:10, y que había sido su colaborador: Los saludan Lucas, el querido médico, y
Demas. Colosenses 4:14. Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis compañeros de trabajo.
Filemón 24, en cualquiera de los casos, estamos ante un hombre transformado. Estos
personajes tienen una gran enseñanza que darnos respecto a la amistad verdadera.

El apóstol Juan estaba contento, no de que Gayo supiera muchas cosas, sino de que
las vivía, andaba en la verdad y, en tanto que tenía una actitud amistosa con los demás,
su amor daba testimonio de la verdad que creía. Por lo que encontramos algunas
características de una verdadera amistad.
 La verdadera amistad tiene al Señor como eje y fundamento.
 La verdadera amistad se goza en el crecimiento espiritual del amigo.
 La verdadera amistad transforma la vida para bien. Es decir, edifica.
 La verdadera amistad no tolera el desvío de la fe de aquel al que se ama.
D í a 25 La amistad que transforma

Vivir la verdad es una elección


9 Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero

entre ellos, no nos acepta. 10 Por eso, si voy, no dejaré de reprocharle su


comportamiento, ya que, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros solo por
hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos, y a quienes quieren
hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia. 11 Querido hermano, no imites lo malo,
sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios. 12
En cuanto a Demetrio, todos dan buen testimonio de él, incluso la verdad misma.
También nosotros lo recomendamos, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero.
3 Juan 9-12.
No todo el mundo vive la verdad, algunos como Diótrefes viven una falsa verdad
y esta se manifiesta en las siguientes características:

Un anhelo enfermizo de prestigio y poder. Quería una autoridad que no le había sido dada
por Dios. Esa clase de personas que se engolosina con algún tipo de poder que
circunstancialmente llega a tener, y lo ejerce con autoritarismo, y no solo no ayuda a
nadie, sino que hace daño a la obra de Dios. Posiblemente se origina en la carencia de
amor y aprecio en su formación, y se caracteriza por una necesidad de reconocimiento
desmedida. Este pecado se sigue dando en nuestras iglesias el día de hoy.

Negación de la autoridad espiritual de otros. No aceptaba la autoridad de Juan, que


provenía de Dios, así que en realidad no aceptaba la autoridad de Dios.
Algunos, el día de hoy hacen lo mismo y sencillamente se justifican diciendo que,
de acuerdo con ellos, la autoridad de alguien no viene de Dios. Sin embargo, podemos
presentarles un argumento irrefutable, los frutos y si no entienden, aun así, solo debemos
orar por ellos.

Desconocimiento de Dios. No conocía a Dios, y este era su problema. Qué lástima que
todavía haya gente que desconoce a Dios, aunque hable de Él y lo mencione, su vida es
una mentira ya que no se relaciona con Él.

Por otro lado, Juan recomienda a Gayo que no imite tal cosa, y menciona a
Demetrio como un ejemplo a seguir, y al mismo tiempo le encarga que lo reciba como
alguien digno de ser hospedado. La señal o contraseña que usa para esto era:
Su vida transformada. Demetrio, independientemente de si era el Demetrio que se opuso
a Pablo o el Demas que le abandonó, en este momento era un siervo de Dios, un hombre
que había sido transformado y ésta, su mejor contraseña, era su testimonio expresado en
buenas relaciones interpersonales. Todos, incluso Juan, daban testimonio del estilo de
vida cristiano de Demetrio, y esto era su mejor contraseña.
Nosotros, como Gayo, tenemos que escoger a quien imitar: a Diótrefes o a
Demetrio.
¡Elijamos vivir la verdad!
D í a 25 La amistad que transforma

Conocer y andar en la verdad es amar y ser amigo


13 Tengo muchas cosas que decirte, pero prefiero no hacerlo por escrito; 14 espero verte

muy pronto, y entonces hablaremos personalmente. 15 La paz sea contigo. Tus amigos
aquí te mandan saludos. Saluda a los amigos allá, a cada uno en particular. .3 Juan 13-
15.
Se le acabó el pergamino a Juan y ya no podía escribir mucho más, así que se
despide brevemente, no sin antes expresar su sincera amistad y amor para aquel que
leería su carta.
 Quería verlo cara a cara, y se lo dijo,
 y además se despide de él en forma muy especial: … Los amigos te saludan.
Saluda tu a los amigos, a cada uno en particular.

Vemos la amistad rondando por donde quiera en esta despedida. Podemos decir
que vivir la verdad es un asunto que se manifiesta y se expresa con una vida amistosa, una
vida llena de amor. Quien no es amigo, o quien no sabe ser amigo, vive cualquier cosa,
pero no la verdad. El cristianismo se expresa en relaciones interpersonales intensas,
fructíferas, edificantes, cercanas y llenas de amor, el cristianismo es amistad con Dios y
con los semejantes, el cristianismo es la vivencia de una verdad que se traduce en amistad.
Ese estilo de cristianismo monótono, legalista, aburrido, sarcástico, corajudo,
bilioso, enojón y cargado de amargura, no es en ningún sentido el cristianismo al que
fuimos llamados. El cristiano que tiene problemas para relacionarse con los demás, no es
la clase de cristiano que esta carta recomienda. El cristiano que Dios desea tener como
seguidor es esa clase de persona feliz, amable y amante que se relaciona con los demás y
los enriquece trasmitiéndoles amor a Dios. La verdadera teología se prueba en las
relaciones interpersonales sanas, edificantes y fructíferas. Vivamos la amistad que edifica
y transforma la vida de otros. ¡Seamos amigos!

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N
LLAMADOS A PESCAR

D í a
Cuarta semana 26
EL LLAMADO A LA COMUNIÓN
El CuerpoDíade
26
Cristo
Ahora bien, ustedes sonEl Cuerpo el cuerpo de Cristo, y cada uno es
de Cristo
miembro de ese cuerpo.
Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.
1 Corintios
1 Corintios 12:27
12:27

La Iglesia fundada por El Señor, no es una organización de personas, ni es una concentración


de voluntades, la Iglesia fundada por El Señor, es un organismo viviente. Los
parlamentarismos, las tradiciones, las leyes y los reglamentos no son lo que nos dan sentido,
sino la vida del Señor que se expresa por medio de nosotros. Somos más que una estrategia
social, somos una estrategia divina, somos el milagro de la presencia de Dios en la Tierra.
Dios está presente en este mundo, encarnado por medio de su Iglesia. Así lo dice Pablo:
22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la

iglesia. 23 Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.
Efesios 1:22-23.
La Iglesia es mucho más que el templo: la Iglesia no es un edificio, es una comunidad
de personas redimidas por Cristo que se relacionan para cumplir con los propósitos del
Señor en la Tierra. El problema es que, muchas veces cuando vamos al templo decimos que
vamos a la Iglesia incluso cuando no es día de culto y la iglesia no está reunida. Tengamos
cuidado de ello y distingamos al edificio de la Iglesia.
Estamos estudiando solo una parte pequeña de un versículo: un cuerpo, pero no
perdamos de vista que la enseñanza y la importancia de la enseñanza es enorme. Se trata
de la esencia del carácter de la Iglesia. Existen algunos errores muy elementales y otros muy
complejos que debemos reconocer.

La Iglesia es mucho más que un club social


La Iglesia tiene propósitos mucho más altos que los de un club social. Ciertamente funciona
como un club espiritual, donde los que somos afines a la fe en Cristo nos congregamos para
desarrollar nuestra vida religiosa, pero buscamos cumplir propósitos mucho más excelentes
que solo eso. Buscamos hacer la voluntad de Dios, transformar al mundo, proclamar su
evangelio, perpetuar la Iglesia y establecer su Reino en el mundo entero.

La Iglesia es mucho más que una institución de beneficencia


La Iglesia tiene la misión de ayudar a los necesitados. El Señor dijo a sus discípulos: —No
tienen que irse —contestó Jesús—. Denles ustedes mismos de comer. Mateo 14:16. Pero
la mejor manera de ayudar a los necesitados es compartiendo con ellos el mensaje del
evangelio. Ahora bien, algunos están tan necesitados que antes de decirles con palabras el
mensaje de salvación, debemos decírselo con hechos. Por eso es que desarrollamos
estrategias de acción social en las que proveemos a la gente de alimento, ropa, atención
D í a 26 El Cuerpo de Cristo

médica, educación social, etc., porque queremos mostrar el amor y el evangelio en acción.
Sin embargo, atender solamente las necesidades físicas de la gente sin considerar el
propósito principal de compartir el mensaje de salvación, es ir en contra de los propósitos
de la iglesia.
Es curioso, pero muchas personas vienen a nuestras reuniones buscando ayuda
económica. Algunos tratan de engañarnos porque solo buscan dinero para seguir con sus
vicios. Algunos nos dicen que están enfermos o que tienen a un familiar enfermo. Hemos
descubierto a algunos que nos dicen que su mamá murió, y nos muestran los mismos
documentos que nos mostraron el año anterior cuando nos contaron la misma historia.

En cierta ocasión, vino alguien que decía que era de Centroamérica, que era
cristiano, incluso que predicaba el evangelio en una iglesia de su país. Solo para estar
seguros, le preguntamos: —¿Qué dice Juan 3:16?, —esperando que nos dijera el versículo,
pero él respondió con la seguridad y la convicción que da la ignorancia: —que les manda
muchos saludos—. Por supuesto que le ayudamos. Lo hacemos con todos, pero algunos no
necesitan dinero para su droga o alcohol, sino el mensaje del evangelio.
Pero, lo más interesante es lo que descubrí recientemente: uno de esos necesitados
que viene buscando apoyo económico me dijo que era católico y me mostró un folleto que
hablaba de la virgen, aproveché para decirle: ¿por qué no va a la parroquia católica a que
lo ayuden? Y dijo lo siguiente: —de ahí vengo, pero el padre me dijo que no podía ayudarme
y él fue el que me mandó con ustedes. Esos sí te ayudan, me dijo—.
Ayudamos al prójimo, pero nuestra misión tiene que ver con la eternidad más que
con la materia, con las almas más que con los cuerpos.

La Iglesia es mucho más que una empresa


La Iglesia es una empresa espiritual que busca establecer el Reino de Cristo y el Reino de
Cristo incluye Justicia, Paz, Bienestar y Plenitud de vida. Ciertamente, los creyentes
progresan cuando se entregan a Cristo y cuando viven en comunidad, porque la conversión
incluye la transformación del ser humano y uno de los cambios que se operan tiene que ver
con la mayordomía. Un discípulo de Cristo es sabio en el manejo de sus bienes, y al honrar
a Dios con sus diezmos, ofrendas y primicias, experimenta también la bendición de las
promesas de Dios: …y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes
bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10c.
Sin embargo, debemos tener cuidado de no confundir la Iglesia con una empresa
multinivel, como hacen algunos en el mundo evangélico de nuestros días. La Iglesia no
puede casarse jamás con fábricas de productos, marcas, compañías, proveedores de
servicios, etc., porque tarde o temprano se quedará viuda, además, la Iglesia ya tiene
esposo.

Debemos distinguir la Iglesia de todas estas ideas: templo, club social, institución de
beneficencias, empresa, porque cuando entendemos lo que es la Iglesia, podemos ser parte
de ella de manera integral.
D í a 26 El Cuerpo de Cristo

La Iglesia es el Cuerpo de Cristo


Esto nos habla de por lo menos tres características:
- Visión, Misión y Metas en común. Estamos unidos y sabemos a dónde vamos y nos
dirigimos en esa dirección todos juntos. De la misma manera que a un cuerpo humano lo
dirige la cabeza, a nosotros nos dirige Cristo.
- Diversidad y coordinación. Aunque todos somos distintos, como son distintos los
miembros de un cuerpo humano, trabajamos unidos, como trabajan unidos los miembros
de un cuerpo.
- Nutrición espiritual. Un cuerpo humano debe alimentarse y todos los miembros del
cuerpo y cada parte de él, funcionan en armonía para que el alimento llegue hasta la última
célula del mismo. En el Cuerpo de Cristo, somos alimentados espiritualmente y todos
participamos de la tarea y del beneficio de la misma. Crecemos y sanamos por la Palabra
para cumplir nuestra misión. Seamos parte del Cuerpo de Cristo y busquemos la
pertenencia en unidad.

La Iglesia es un pueblo con un propósito divino


No existe grupo en la historia de la humanidad más heterogéneo que los doce apóstoles del
Señor Jesucristo, sin embargo, se unieron en torno al Señor. El número 12 en la cultura judía
es símbolo de la comunidad de fe, o la religión organizada, de ahí que se usa el doce o sus
múltiplos como referencias al pueblo de Dios: doce patriarcas, doce tribus, muchas veces
se usaron doce piedras, doce apóstoles y los 24 ancianos, solo por dar algunos ejemplos.
Pues bien, usemos este número para definir las causas de la unidad que podemos encontrar
en este himno a la unidad escrito por Pablo. Se trata de una carta circular, dicen la mayoría
de los eruditos. Sin embargo, alguien en Éfeso se la quiso atribuir a su congregación,
¡hagamos lo mismo nosotros! Las iglesias de la que formamos parte necesitan de la unidad
para seguir adelante y cumplir con su misión. Alinearnos, unirnos, integrarnos, coincidir y
trabajar juntos es la demanda y el desafío que se nos presenta. Sin duda que hay quienes
solo entienden la unidad en referencia a sí mismos; es decir, opinan que todos debemos
creer como ellos, que debemos hacer lo que hacen ellos y debemos vivir como ellos viven.
Si todos pensamos así estamos condenados al fracaso. Pero si vamos a la Biblia como
hacemos hoy, podemos encontrar principios y claves para la verdadera unidad. Por eso yo,
que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del
llamamiento que han recibido. Efesios 4:1.

Todo ser humano fue creado con necesidad, capacidad y voluntad para relacionarse
con otros. Además, los que hemos nacido de nuevo, hemos sido llamados para la
integración de una comunidad ejemplar que demuestre al mundo que sí se puede vivir en
una sana interacción humana. Pablo nos exhorta a actuar de acuerdo a nuestra naturaleza.
Nos exhorta a hacer de acuerdo a nuestro ser.
La unidad no es una opción, y no solo es una cosa recomendable, la unidad es
nuestra naturaleza, es el rasgo más claro de la presencia del Señor en nuestra vida.
D í a 26 El Cuerpo de Cristo

Podemos decir que una iglesia está unida por naturaleza. No tenemos que unirla, si
de verdad es una iglesia, ya lo está. Lo que debemos hacer es unirnos a ella, porque tal vez
somos nosotros, los que individualmente no estamos unidos a ella.
Pablo dice que hemos sido llamados a estar unidos y conforme a ese llamamiento,
en nuestra versión se dice “vocación”, debemos vivir.
Ser Iglesia, esencialmente es estar juntos, y no solo juntos sino relacionados, y no
solo juntos y relacionados, sino integrados, y no solo juntos, relacionados e integrados;
sino comprometidos para cumplir los propósitos de Dios.

La Iglesia es una comunidad de súbditos del Reino de Dios


Los no creyentes se sorprenden de nuestro deseo y pasión por congregarnos. Les parece
demasiado que pasemos más de una hora en un culto, y casi se desmayan de la impresión
si les contamos que además asistimos a una clase de estudio bíblico, además de ello, nos
reunimos con un grupo celular entre semana y en ocasiones a una reunión con nuestro
departamento: Jóvenes, Mujeres, Varones, +30s, Matrimonios, Mujeres Victoriosas, Fuego
Nuevo (los mayores de 52 años), y grupo de trabajo, entre otras actividades. Sin embargo,
no les sorprende que alguien pueda pasar toda la noche en un antro, o todo un día en un
casino, o toda la mañana o la tarde o el día completo en el Facebook, pero sí les sorprende
que nosotros nos gocemos en la comunión cristiana. La razón es muy sencilla, es cuestión
de naturaleza. Las nutrias son felices en el río, los venados en el bosque, los tiburones en el
mar y los súbditos del Señor Jesús en el Reino. Y seguramente un venado piensa, no sé cómo
soporta esa nutria estar todo el día metida en el agua y la nutria jamás comprenderá que el
venado se la pase comiendo pasto. En este pasaje no nos exhorta a hacer nada
extraordinario, solo nos pide que nos portemos como lo que somos, y ¿qué somos? Somos
gente llamada por Jesús para congregarnos en un Pueblo, una Familia, un Reino.
Eso es lo que hace El Señor en la vida de un creyente que se entrega a Él. Le da una
nueva identidad y lo une a otros que tienen la misma identidad.

Asignatura
 Reflexione con sinceridad como puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
L A C O M U N I Ó N
LLAMADOS A PESCAR
D Cuarta
í a semana
27
EL LLAMADO A LA COMUNIÓN
La fiesta de la Comunión
Día 27
14
Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. 15
La fiesta de la Comunión
Entonces les dijo: —He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con
ustedes antes
14 Cuando llegó hora, Jesús ypues
delapadecer, 16
les digo se
sus apóstoles que no volveré
sentaron a comerla
a la mesa. 15 Entonceshasta que
les dijo:
tenga su —Hepleno
tenidocumplimiento
muchísimos deseosen eldereino
comerde Dios.
esta
17
PascuaLuego tomó antes
con ustedes la copa,
de dio
graciaspadecer,
y dijo:16—Tomen esto
pues les digo y no
que repártanlo entre ustedes.
volveré a comerla
18
hasta que tengaLes digo que no
su pleno
volveré a beber
cumplimiento del fruto
en el reino de Dios.de la
17 vidtomó
Luego hastala que
copa,venga el reino
dio gracias y dijo:de—Tomen
Dios.19 esto
También
y repártanlotomó entrepan y, después
ustedes. de dar
18 Les digo que gracias,
no volverélo partió,
a beber delse lo dio
fruto de laavidellos y
hasta
dijo:
que —Este
venga pan es mi
el reino cuerpo,
de Dios. 19 entregado
También pory,ustedes;
tomó pan después de hagan esto en
dar gracias, memoria
lo partió, se
de mí. lo dioDe
20
la misma
a ellos manera
y dijo: —Este pantomó la copaentregado
es mi cuerpo, despuésporde ustedes;
la cena,hagan
y dijo: —Esta
esto en
copa esde
memoria elmí.
nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.
20 De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: —Esta

copa es el nuevo pacto en Lucas 22:14-20.


mi sangre, que es derramada por ustedes.
Lucas 22:14-20.

La celebración de la Santa Cena era el anhelo del Señor durante todo su ministerio, y
especialmente en la última semana de su encarnación. Él deseaba celebrar esa última
Pascua para establecer la Santa Cena, y con ello, dejarnos una herramienta para recordar
la herencia gloriosa de su obra a nuestro favor.

Reflexionemos en la razón teológica y práctica de la celebración de la Santa Cena.


 Surge en el contexto de la Pascua: una fiesta que se hacía cada año.
Él les respondió que fueran a la ciudad, a la casa de cierto hombre, y le dijeran: El
Maestro dice: Mi tiempo está cerca. Voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis
discípulos. Mateo 26:18.

 Su propósito es recordar algo. Es un Memorial.


Desde el punto de vista judío:
- La Pascua conmemoraba la liberación de la esclavitud de Egipto.
- Les recordaba el dolor de la esclavitud.
- Les recordaba el poder de Dios y su amor por el pueblo.
- Les recordaba su identidad de Pueblo Santo.
- Les recordaba la necesidad de la intermediación.
- Les profetizaba la intervención de Dios por medio de su Hijo.

Desde el punto de vista de la Iglesia:


También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: —Este pan
es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí. Lucas 22:19.
- Nos recuerda su sacrificio que nos trajo vida.
- Nos recuerda el derramamiento de su sangre que nos trajo perdón.
D í a 27 La fiesta de la Comunión

- Nos recuerda que solo hay una fuente de salvación.


- Nos recuerda que somos un Cuerpo.
Se trata entonces de un rito, una ordenanza que nos fue dada para que recordemos
el fundamento de nuestra fe.

 Se trata de un símbolo. Es una dramatización de un evento espiritual y eterno.


El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día
final. Juan 6:54. No es posible interpretar este pasaje, sino es simbólicamente.
- Los elementos no son lo importante, lo importante es lo que representan.
- Las enseñanzas encerradas en la ordenanza se pueden recordar, aun sin contar con
los elementos, porque las enseñanzas son superiores a las cosas materiales que lo
representan.

 Se trata de un asunto muy serio.


- Pablo redefinió la celebración como una experiencia espiritual.
20 De hecho, cuando se reúnen, ya no es para comer la Cena del Señor, 21 porque

cada uno se adelanta a comer su propia cena, de manera que unos se quedan con
hambre mientras otros se emborrachan. 22 ¿Acaso no tienen casas donde comer y
beber? ¿O es que menosprecian a la iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que
no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a elogiarlos por esto? ¡Claro que no! 1 Corintios
11:20-22.
Es probable que la Iglesia del primer siglo celebrara la Santa Cena cada
domingo o cada vez que se reunían, incluso (cada culto), sin embargo, es evidente
que esta práctica, al no ser tomada con la seriedad que correspondía, tal vez se
convirtió en una costumbre, y en algunos se pervirtió su significado y propósito, y
por eso Pablo les exhorta y la redefine y se instituye una manera correcta de
celebrarla. Lo que les enseña es que:
- Debe ser la fiesta de la unidad. Debe proclamarse y vivirse la unidad de la fe.
- Debe recordarse la obra del Señor. Es decir que se trata de un método de enseñanza,
una manera de proclamar.
- Es decir que, se trata de una estrategia de discipulado y no de un ritual que imparte
gracia, ni de una estrategia de magia o de derramamiento de poder.

 Se trata de una estrategia de enseñanza/discipulado.


La enseñanza implícita es que celebremos y recordemos al Señor cada vez que
comamos.
Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el
partimiento del pan y en la oración. Hechos 2:42.

 Se trata de un discipulado que afecta toda nuestra vida.


30
Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo
dio. 31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. Lucas
24:30-31.
D í a 27 La fiesta de la Comunión

Igual que el templo o el sábado, la celebración no es objeto de adoración, sino una


estrategia, enseñanza o camino para nuestra adoración.
 El Señor no ordenó la creación del templo para que adoráramos al templo, sino
para que se usara como instrumento para adorarlo a Él.
 El Señor no ordenó guardar el sábado para que adoráramos al sábado, sino para
que se usara como instrumento para adorarlo a Él.
 El Señor no nos dio las ordenanzas para que se convirtieran en objetos de nuestra
alabanza o adoración, sino para que por medio de ellas aprendiéramos,
proclamáramos y mostráramos nuestra adoración.

Por todo esto, podemos decir que: Podemos experimentar la bendición del
Memorial, aun sin realizarlo de manera práctica, porque la bendición es recordar, crecer,
madurar, aprender, tomar decisiones, etc. ¡Experimentemos entonces la bendición!

Vivamos en comunión por el amor que nos anhela


15Entonces les dijo: —He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes

antes de padecer, 16 pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno
cumplimiento en el reino de Dios. La Palabra nos enseña, que no solo en la ocasión de la
Santa Cena, El Señor manifestó su anhelo por nosotros. Leamos este otro texto: ¿O creen
que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en
nosotros? Santiago 4:5.
Independientemente de los muchos anhelos que tenemos ahora mismo, debemos
saber que El Señor, nos anhela a nosotros, anhela nuestra comunión. Y no es que nos
necesite, Él es Perfecto, y nosotros no le aportamos nada, pero, en su amor y misericordia,
Él quiere bendecirnos.
La Santa Cena es un Memorial, porque Dios sabe cuán desmemoriados somos, y nos
la dejó para que no olvidemos su amor, su obra a nuestro favor, y la profunda necesidad
que tenemos de mantenernos en comunión con Él.
Pongamos en primer lugar nuestro anhelo de estar en comunión con Dios y que
toda nuestra vida se rija por este anhelo, y viviremos en equilibrio y a plenitud.

Vivamos en comunión por la hermandad que nos une


17 Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: —Tomen esto y repártanlo entre ustedes. La
Celebración de la Santa Cena es una experiencia colectiva, plural. Lo individual está
totalmente fuera de este Memorial. No podemos Celebrar esta ordenanza en soledad.
En todas las narraciones que existen de la celebración original, se puede ver la
participación de la comunidad apostólica. Y, aunque la pascua era una celebración familiar,
no hay evidencia en el Nuevo Testamento de que la iglesia del primer siglo haya celebrado
la Santa Cena como algo familiar. Desde que El Señor la estableció, se entendió que era una
experiencia eclesiástica.
En aquella ocasión solo había un pan que se repartió entre todos, y posiblemente
todos bebieron de la misma copa. Esto nos habla de que somos uno, y que hemos sido
salvados por la misma única fuente de salvación.
 Fortalezcamos nuestra comunión.
D í a 27 La fiesta de la Comunión

 Permanezcamos juntos.
 Reunámonos.
 Seamos responsables de la mayordomía integral de nuestra vida.

Vivamos en comunión por su presencia que nos bendice


Él nos prometió su presencia permanente: Y les aseguro que estaré con ustedes siempre,
hasta el fin del mundo. Mateo 28:20.
Él no miente, Él nunca incumple sus promesas, así que, con pandemia o sin
pandemia, con reuniones presenciales o sin ellas, Él está con nosotros.
De manera que, deberíamos estar más atentos y percibirlo en donde quiera que
estemos.
No nos vaya a pasar lo que a los confundidos caminantes de Emaús que convivieron
con Él por horas, y no se daban cuenta del milagro. 15 Sucedió que, mientras hablaban y
discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; 16 pero no lo
reconocieron, pues sus ojos estaban velados. Lucas 24:15-16.

Se quejaron, manifestaron sus tristezas y también su ignorancia sobre las escrituras,


Él los exhortó, les dio un curso intensivo de todo el Antiguo Testamento, y no eran
conscientes de que era Él. Pero, veamos lo que sucedió:
30 Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo

dio. 31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 32 Se decían
el uno al otro: —¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el
camino y nos explicaba las Escrituras? Lucas 24:30-32.
¡Qué maravilloso! Cuando le vieron partir el pan, descubrieron que era Él: ¿Por la señal
de los clavos en sus manos?, ¿por la forma como Él partía el pan? o porque ¿la celebración
de la Santa Cena les hizo recordar las enseñanzas? Tal vez fueron todas esas cosas juntas, o
tal vez fue Dios quien quiso sanarles su mirada espiritual y se les reveló claramente.
Hermanos:
 Con o sin pan, con o sin fruto de la vid, reunidos presencialmente o cada quien, en
su casa, podemos experimentar la presencia del Señor en nuestra vida.
 Y podemos descubrirlo como parte de nuestra vida, cuando partimos un pan o una
tortilla, cuando nos servimos la sopa, cuando hacemos un café, porque todo eso,
es su gracia derramada sobre nosotros.
 Y por su presencia, podemos recordar las cosas que Él quiere que recordemos:
 Que entregó su vida para salvarnos.
 Que derramó su sangre para darnos perdón.
 Que nos salvó a todos de la misma manera: por gracia.
 Que nos unió en un cuerpo que es su Iglesia.
 Que un día celebraremos esta Cena con Él en los cielos.
 Que mientras tanto debemos compartir con todos, este mensaje.

Nada ni nadie nos puede impedir que cumplamos con la ordenanza, porque Él dijo:
Haced esto en memoria de mí…, y es en memoria de Él que hacemos todo lo que hacemos.
D í a 27 La fiesta de la Comunión

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17:21.
E L L L A M A D O A
C u a r t a s e m a n a
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LLAMADOS A PESCAR
D Cuarta
í a semana28
EL LLAMADO A LA COMUNIÓN
La necesidad de la Comunión
Día 28
27
Por lo tanto, cualquieraLaque coma de
necesidad el la
pan o beba de la copa del Señor de
Comunión
manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del
Señor. 27 28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan
Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera
y indigna
beber de serálaculpable
copa. 29 dePorque el que
pecar contra come yy la
el cuerpo bebe sin del
sangre discernir
Señor. 28el
Asícuerpo come
que cada uno
y bebe
debe su propia
examinarse mismo antes Por
a sícondena. 30
eso hay
de comer entre
el pan ustedes
y beber muchosPorque
de la copa. 29
débiles y
el que
enfermos, e incluso varios han muerto. Si nos examináramos a nosotros
come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe
31 su propia condena. 30 Por eso hay entre

mismos, no se nos
ustedes muchos juzgaría;
débiles y enfermos,
32
pero, si nos
e incluso juzga
varios hanelmuerto.
Señor,31nos disciplina
Si nos para
examináramos
a nosotros mismos, no no
que se nos juzgaría;
seamos
32 pero, si nos
condenados conjuzga el Señor, nos disciplina para
el mundo.
que no seamos condenados
1 Corintios 11:27-32 con el mundo.
1 Corintios 11:27-32

El día de ayer, reflexionamos en el evento en el que El Señor Jesús estableció la Ordenanza


de la Comunión, es decir, la Santa Cena. Ahora abordaremos este pasaje en donde se nos
narra cómo una iglesia del primer siglo la celebraba inadecuadamente, y cómo el apóstol
Pablo les corrigió para celebrarla de acuerdo con la voluntad de Dios y honrar al Señor
estando unidos.
La celebración de la Comunión, es decir, la Ordenanza que nuestro Señor nos dejara
como un memorial para la vida de la Iglesia no es solo un ritual de unos minutos, sino un
desafío a una vida digna. Lo importante, según este pasaje, no es quién la celebra, sino con
qué actitud se celebra. La palabra “indignamente” no es un adjetivo sino un adverbio. No
tiene que ver en cómo somos, sino en cómo queremos ser. No tiene que ver con qué hemos
hecho, sino qué estamos dispuestos a aceptar. No tiene que ver con quiénes somos, sino
cómo actuamos y cómo estamos dispuestos y comprometidos a vivir.
He aquí, siete principios necesarios para celebrar la Comunión dignamente.

Reconoce la indignidad personal


Discutía un cero grande con un cero pequeño respecto al valor de cada quien: —yo soy más
valioso que tú —dijo el cero grande hinchándose mientras hablaba; el pequeño, que no
quería que lo hicieran menos dijo: —yo seré pequeño, pero también tengo mi valor, ¿no has
oído que el perfume caro se coloca en frasco chico? —De pronto aparece un uno y les dice:
—¡cállense los dos! La verdad es que ustedes valen justamente cero, su valor depende de
quién les acompaña y no de ustedes mismos, resulta un insulto oírlos discutir de valor,
cuando no valen nada—. El orgullo y la soberbia siempre llevan al hombre y la mujer a hacer
el ridículo. Este era el problema que desde los capítulos anteriores Pablo está tratando de
contrarrestar. Es absurdo, pero aun en la Iglesia de Aquel que lavó los pies de sus discípulos,
aun en la iglesia de Aquel que dijo: yo vine a servir... todavía hay quien se cree con más
derechos y privilegios que los demás. La celebración de la “Cena Conmemorativa” debía ser
una fiesta de compañerismo y amor, y resultaba en una oportunidad para acrecentar las
D í a 28 La necesidad de la Comunión

diferencias y ampliar los abismos de división entre hermanos. El apóstol habla de llevar a
cabo la celebración dignamente, habla de probarse a uno mismo, todo ello nos apunta a
una importante pregunta y a una contundente respuesta: ¿Quién es digno de participar en
la Cena del Señor? Aquel que reconoce su indignidad, aquel que confiesa sus pecados,
aquel que se avergüenza de su pecado y se siente incómodo con su estilo de vida y clama
ante la gracia de Dios por el perdón. No se trata de buenas obras, ni de herencia familiar,
mucho menos de puestos y jerarquías, se trata de asuntos que tienen que ver con la primera
Bienaventuranza: Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.
Mateo 5:3. Esto se aplica no solo a la celebración de la Cena Conmemorativa sino a toda la
vida. Por eso es tan peligrosa la soberbia y tan dañino el orgullo, quien hipócritamente se
siente más que los demás, come y bebe juicio para sí. Tanto en la celebración de la
Ordenanza como en la vida diaria, el reconocimiento de nuestra indignidad ante nuestro
tres veces Santo Dios es indispensable.
Un domingo de Santa Cena el Pastor observó a una hermana que dudaba en tomar
el pan que representa el Cuerpo de Cristo, con cariño lo miró a los ojos y le dijo: —adelante
hermana es para pecadores como nosotros —. Si hay algo que impida que una persona
participe de la Ordenanza, esto debe ser su orgullo y soberbia. Reconozcamos nuestra
indignidad y celebremos y vivamos con dignidad.

Reconoce la comunidad de fe
Los hermanos de Corinto no tenían problema con entender que el pan representaba el
Cuerpo de Cristo, más bien tenían problema en entender que todos y cada uno de ellos eran
el Cuerpo de Cristo. Su problema no era doctrinal sino ético, su teología podía estar bien,
pero sus relaciones estaban deterioradas. En el versículo 29, donde habla de discernir el
cuerpo, en nuestra traducción se incluye la explicación del Señor, pero esto no está en los
originales, parece claro que discernir el cuerpo no se refería al simbolismo del pan, sino a la
práctica de la fraternización entre hermanos. Pecamos cuando celebramos la Ordenanza de
la Comunión sin tener comunión. Pecamos cuando partimos el pan que representa el
Cuerpo de Cristo, y dividimos el Cuerpo de Cristo (La Iglesia) con nuestras diferencias y
elitismos. Esto se aplica no solo a la celebración de la Santa Cena sino a la vida misma. Vivir
dignamente la fe cristiana incluye reconocer a los demás creyentes y miembros de la
comunidad de fe. No tenemos que ser iguales, de hecho, necesitamos ser diferentes para
estar unidos como son diferentes los miembros de un cuerpo y se mantienen unidos.
Unámonos en medio de nuestra diversidad.

Reconoce la relación del espíritu y el cuerpo


El pasaje incluye una sentencia que algunos se esfuerzan por eludir. De acuerdo con Pablo,
la equivocada y pecaminosa manera de celebrar la Ordenanza (divisiones, elitismos, etc.)
había provocado enfermedades, debilidad (física o espiritual) y hasta la muerte de algunos
de los hermanos de la Iglesia. De hecho, el apóstol habla de castigo y condenación. No
podemos opacar o maquillar el significado de este pasaje, definitivamente hay una relación
muy directa entre la salud del cuerpo y la salud del espíritu de un ser humano. No podemos
decir que toda enfermedad física es producida por un pecado, pero sí podemos decir que
todo pecado trae consecuencias sobre el cuerpo. Podemos decir que hay una salud integral
D í a 28 La necesidad de la Comunión

que todos necesitamos y que incluye: el cuerpo, el alma y el espíritu (1 Tesalonicenses 5:23).
Los médicos y psicólogos pueden corroborar esta relación. Luego entonces, la celebración
de la Santa Cena se lleva a cabo en una dimensión espiritual, pero tiene repercusiones sobre
la salud física. Y no solo la celebración de la Ordenanza, sino cualquier vivencia espiritual
tiene relación con nuestro cuerpo. Por eso, seamos sanos en espíritu y sanos en el cuerpo.

Reconoce la diferencia de la fe con el mundo


“Para que no seamos condenados con el mundo” dice Pablo. Más grave que ser condenados
(juzgados, reprendidos) es ser puestos al mismo nivel que el mundo. Es decir, cuando
necesitamos una reprensión divina, nos rebajamos al nivel del mundo contaminado. Así
que, una vida digna y una celebración de la Ordenanza con dignidad incluyen santidad. El
“yo no puedo”, el “todo mundo lo hace”, el “la tentación es más fuerte que yo” deben ser
cambiados por el He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.
Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe... Gálatas 2:20.

Reconoce la importancia de las relaciones interpersonales


La frase ...esperaos unos a otros, no tiene ninguna complicación para ser entendida. Ni
siquiera tiene manera de que la convirtamos en una gran disertación filosófica, como les
gusta hacer a los imprácticos “esnobistas” de la teología. Se trata de una expresión muy
práctica y clara. Nos habla de una acción deliberada que procura las buenas y sanas
relaciones humanas. Nos habla de fraternidad cristiana. Ya hemos hablado de la
importancia de reconocer la comunidad de fe que nos rodea, ahora Pablo, una vez más nos
explica lo importante que son las relaciones interpersonales en la Iglesia. Nuestra relación
con Cristo es algo muy personal, pero no es individualista. Cuando nos entregamos a Dios,
su Santo Espíritu nos integra a un pueblo, una familia, un cuerpo. Nuestra relación con los
demás miembros del Cuerpo de Cristo es de vital importancia, y de ello depende nuestro
crecimiento. Cuando celebramos la Ordenanza de la Comunión, magnificamos la
fraternidad. Nunca estamos tan unidos, como cuando compartimos el pan y la copa de la
Comunión. Pero, cuando ejercemos la fe en la cotidianidad de la vida, el simbolismo de la
comunión sigue presente y debe expresarse en sanas relaciones interpersonales entre
todos los que recordamos su muerte, predicamos su resurrección y proclamamos su
segunda venida. Las secuoyas son árboles enormes que crecen juntos en los bosques, sus
raíces no son muy profundas como se supone que deberían ser para árboles de su talla,
pero tienen un secreto, las entrelazan por debajo de la tierra hasta que se compactan y dan
sostenimiento para toda la comunidad, imitémosles. Procuremos las sanas relaciones
entre nosotros, es decir, esperémonos unos a otros.

Reconoce la prioridad del amor sobre la materia


Pablo también habla del hambre y de comer en casa. Otra vez, asuntos bastante prácticos
como para pasarlos de largo. La celebración de la Comunión, como toda la vida cristiana
tienen un valor prioritario: El amor. El Señor nos habló del gran mandamiento que tiene
que ver con el amor a Dios y de uno semejante que tiene que ver con el amor al prójimo.
En toda la Biblia y particularmente en el discipulado del Señor para los doce, la demanda
del amor por sobre cualquier otra cosa es clara. Poner la atención en detalles distintos al
D í a 28 La necesidad de la Comunión

amor y dejar por ello de pensar en el hermano y sus necesidades, es ir en contra del sentido
de la Ordenanza y es ir en contra del sentido de la vida cristiana. Amar es más importante
que comer. Amemos para no morir de inanición.

Una fe completa
El apóstol habla de otras cosas que pondrá en orden después. Esto deja bien claro que los
principios de los que nos ha hablado, no solo se aplican a la celebración de la Santa Cena,
sino a toda la vida. Así que la verdadera comunión es un símbolo de la verdadera vida. La
dignidad con la que celebramos el ritual memorial que nos dejó El Señor es un símbolo de
la dignidad con la que nos comportamos cada día. He aquí un desafío entonces para que
celebremos y vivamos con dignidad: reconozcamos nuestra indignidad, tengamos presente
nuestra comunidad de fe, no olvidemos la relación del cuerpo y el espíritu; seamos santos,
sanemos nuestras relaciones interpersonales, hagamos del amor nuestra prioridad y
aceptemos el desafío a una vida íntegra en la dignidad de la fe. Reconozcamos la necesidad
de la Comunión, celebrando y viviendo dignamente.

Asignatura
 Reflexione con sinceridad cómo puede profundizar sus relaciones fraternales en la
comunidad de fe de la que forma parte y propóngase mejorar en esa área de su
vida.
 Sea intencional, y realice alguna acción que imparta bendición a algún hermano
de su comunidad de fe que necesita apoyo fraternal.
 Aproveche la primera oportunidad que tenga, para usar sus puentes relacionables
para compartir el evangelio a quien lo necesite.
 Ore para que Dios perfeccione su carácter y le permita ser una persona que ama y
comparte vida en sus relaciones interpersonales.

Para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos
también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
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