1.1. Introducción La edad se puede definir como el período de tiempo que media entre su nacimiento y el momento objeto de consideración. Se trata de un concepto jurídico que coincide con el biológico. Desde la óptica jurídica, han existido y existen diferentes sistemas que contemplan la edad de la persona física. Vamos a dar somera noticia de cada uno de ellos. - Sistema en que se prescinde de la periodificación. En este supuesto, el OJ lo que hace es señalar una multitud de edades a las que casuísticamente se les liga determinada capacidad de obrar. Este es el sistema empleado por las legislaciones de finales del s. XVIII y principios del s. XIX, teniendo su reflejo en España en los arts. 55 a 70 del Proyecto de 1821, que entre los 7 y 70 años establecía más de 20 edades diferentes con consecuencias jurídicas diversas. - Sistema de periodificación dual. Existe una sola edad que es el criterio divisor de las personas físicas entre mayores de edad y menores de edad. - Sistema de periodificación plural. Contempla la edad en función de varios períodos, a los cuales les atribuye una determinada capacidad de obrar. Es el que se recoge en el BGB, y que tuvo su eco en España en el Proyecto de 1836, donde se distinguían 4 períodos: infancia (0-7 años, mínima capacidad); edad pupilar (7-14 ó 16, según fueran mujeres o varones); menor edad (14 ó 16-25); mayoría de edad (más de 25 años). 1.2. El sistema del Código Civil Hemos de analizar ahora, cuál es el sistema recogido por nuestro C.c. En principio, podemos decir que nos hallamos ante un sistema dual, puesto que existe una edad divisoria que determina un estado civil, la mayoría o minoría de edad con su propia capacidad de obrar. Esa edad divisoria, ex art. 315.1 son los 18 años cumplidos, que fue modificado por la entrada en vigor de la CE que establece en su art. 12 tal edad para fijar la mayor edad, puesto que hasta entonces era a los 21 años. Pero además de esa periodificación, se establecen subdivisiones tanto en la mayoría de edad como en la minoría de edad, con lo que -de alguna
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1 manera- reaparece el sistema de periodificación plural. Veámoslo. a) En la minoría de edad: - entre 0 y 7 años, no existe valoración alguna. - 7 años: Hasta la reforma de 15 de octubre de 1990, se tenía en cuenta, en los supuestos de nulidad, divorcio o separación donde no hubiera acuerdo sobre el cuidado de los hijos, los menores de 7 años quedaban a cargo de la madre, salvo previsión del juez en contrario (art. 159 Cc). Hoy en día, se considera una discriminación por razón de sexo con lo cual se deja la decisión en manos del juez. - 12 años. Se le reconoce capacidad para: - consentir la adopción (177.1 Cc); - solicitar la subsistencia de los vínculos familiares con la familia paterna o materna en caso de adopción (art. 178.2.2º Cc) - ser escuchado en diferentes circunstancias: - 92.2 y 159 in fine Cc (separación), - 156.2º Cc (patria potestad) - 231 Cc, 273 Cc (tutela) - 14 años. Se le reconoce capacidad para: - solicitud de la nacionalidad española por opción, carta de naturaleza o residencia (art. 20.2b Cc, 21.3b Cc), siempre asistido por su representante legal; - opción en la determinación de la vecindad civil (14.3.4º Cc); - realizar testamento (663 a contrario); - 16 años. - Es requisito para poder emanciparse - Ser testigo de testamento en casos de epidemia (art. 701). b - En la mayoría de edad, a partir de cuya adquisición se tiene plena capacidad de obrar, existen supuestos extraordinarios: - 25 años, y teniendo 16 más que el adoptando, para poder adoptar (175.1). Hasta la reforma por la Ley 26/2015, de 28 de julio de infancia y adolescencia la diferencia de edad requerida era de 14 años. - 60 años: Hasta la reforma del Código Civil en materia de tutela de 1983, los 60 años eran causa justificativa de exoneración del cargo de tutor o de miembro del consejo de familia. El actual art. 251 se refiere genéricamente de "razones de edad", pero hay que pensar que ese antecedente legislativo puede servir como importante criterio interpretativo.
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2 - 75 años: Acorta el plazo requerido para la declaración de fallecimiento, en vez de 10 años, bastan 5 desde la desaparición o últimas noticias (193.1.2º). 1.2.1. Cómputo de la edad en el C.c. La clave nos la proporciona el art. 315.2: "Para el cómputo de los años de la mayoría de edad se incluirá completo el día del nacimiento". Debiéndose incluir, evidentemente, los días inhábiles, ex art. 5.2 ("En el cómputo civil de plazos no se excluyen los días inhábiles"). Pero esa regla del art. 315 supone una excepción al art. 5.1 ("Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de uno determinado, quedará éste excluido del cómputo, el cual deberá empezar el día siguiente"). Ese cómputo de la edad, se contrapone al sistema de computación administrativo (art. 30. Ley 39/2015, de 1 de octubre de procedimiento administrativo común) en que no se tienen en cuenta los inhábiles; y al sistema de cómputo natural, que es el transcurso exacto de unidades de tiempo (horas, minutos, ...). 1.2.2. La mayoría de edad. Concepto y transcendencia. Es un estado civil cuyo contenido en principio es la plena independencia de la persona, en cuanto le dota de la plena capacidad de obrar. Tiene una base biológica que se plasma en la exigencia de tener 18 años cumplidos. El OJ entiende que a partir de ese momento el individuo tiene aptitud para autogobernarse (art. 200 in fine a contrario) o suficiente grado de discernimiento (art. 287 in fine a contrario). Lo que ocurre es que la determinación del momento a partir del cual se tiene esa aptitud de autogobierno o grado de discernimiento es contingente, pues históricamente se ha pasado de 25 a 18 años, de forma paulatina. La trascendencia jurídica de la mayoría de edad se plasma en una serie de consecuencias: - Supone la ruptura del vínculo de sujeción que tiene todo menor, ya sea a la patria potestad (154 y 314.1) o a la tutela (222.1º y 276.1). - Implica la aptitud para contraer obligatoriamente obligaciones y disponer de los derechos de los que se es titular, "salvo las excepciones establecidas en casos especiales por este código" (art. 322). Precisamente, este último inciso permite establecer una distinción dentro de la situación de mayoría de edad: . mayor de edad con plenitud de status: son aquellos mayores de 18 años que no están incapacitados ni han sido declarados pródigos. . mayor de edad sin plenitud de status. Aquel mayor de 18 años
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3 declarado incapaz (modificación judicial de capacidad) o pródigo -286.3º. Esa situación de falta de plenitud puede graduarse, ya que es la sentencia que la decreta la que tiene que establecer el grado de incapacitación. Lo que sí es común a todas esas situaciones de no plenitud es su carácter excepcional, ya que el OJ tiende a que sean provisionales, a la espera de la recuperación del discernimiento (art. 269.3: "El tutor está obligado: a promover la adquisición o recuperación de la capacidad del tutelado y su mejor inserción en la sociedad") excepción hecha de las enfermedades físicas o psíquicas irreversibles. 2. LA MINORÍA DE EDAD. La minoría de edad es un estado civil de la persona que se caracteriza por tener restringida su capacidad de obrar. Siempre tiene un sentido protector, ya que el sujeto por su grado de discernimiento podría resultar perjudicado en los negocios jurídicos que llevara a cabo. En palabras de Domat: "La intención de las leyes no es prohibir sino impedir que se engañen y sean engañados". Es decir, se trata de una incapacidad para obrar que se establece en su propio beneficio. Ahora bien, conviene matizar inmediatamente que no se trata de una carencia absoluta de capacidad de obrar, sino de una restricción de la misma, teniendo ese individuo una capacidad de obrar restringida, ya que se le permite actuar válidamente en numerosos actos jurídicos. De forma tal, que se puede decir que el menor de edad puede ser titular de derechos y obligaciones, ya que tiene capacidad jurídica, y además puede realizar actos que engendren derechos. 2.1. Las razones que abogan en favor de la restricción de capacidad. A - Entender que el menor es un sujeto falto del conocimiento natural, aunque ello no implica que no pueda tener capacidad natural. Simplemente es una presunción de que carece del suficiente grado de autogobierno. B - Es un sujeto carente de independencia, por lo cual es necesario que esté bajo la dirección de otro individuo que no puede estar en su misma situación, sino que en general debe ser mayor de edad. Las instituciones que el OJ prevé para el ejercicio de esa dirección son: - la patria potestad (tradicionalmente para los hijos menores de edad (154 Cc), pero tras la reforma del Código Civil de 1981 también cabe la prórroga y la rehabilitación en relación a hijos mayores de edad incapacitados (171 Cc): tienen el deber de representación, administración -154 y 162 por excepción; - órganos tutelares, que actúan en defecto de la patria potestad:
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4 -tutela (222 Cc, es el representante legal: 267 Ccy 270 Cc); -curatela (286.1º y 2º -habilitación judicial por edad-: no se trata tanto de la representación como de un auxilio o ayuda, ya que es el menor el que decide actuar); -defensor judicial (299 Cc y 163 Cc). C - Como consecuencia de la falta de conocimiento y de la carencia de independencia, ese menor requiere protección jurídica, por lo cual los criterios que rigen la patria potestad y los órganos tutelares son siempre los de búsqueda del beneficio del menor (154, 216). 2.2. Plasmación legal de esas razones que abogan por la restricción. 1 - Existencia en el C.c. de la prohibición de que realicen, en general, actos obligatorios: se parte de la presunción de falta de capacidad natural. Algunos ordenamientos como el alemán se señala precisamente que la capacidad natural surge a los 7 años, con lo cual cualquier contrato realizado por un menor de 7 años es nulo. En nuestro OJ se somete al mismo régimen cualquier contrato realizado por un menor, con independencia de su edad: se trata de un acto viciado pero no inexistente. Ahora bien, si se demuestra que, además, ese menor carecía de la capacidad natural, el régimen jurídico aplicable será el de los actos nulos al entender que no es que exista un vicio del consentimiento sino que nos hallamos ante una inexistencia de consentimiento. 2 - Ante la falta de independencia, el individuo que ostenta la patria potestad o la tutela complementa la capacidad del menor (154 y 267: representante del menor). 3 - Como individuo protegido, el menor no puede realizar actos que por su trascendencia sean firmes e irrevocables con independencia de que resulten o no beneficiosos para él: - no puede aceptar la herencia (992 Cc-272.1 Cc), - no puede pedir la partición de la herencia (1052.2 Cc y 271.4 Cc), - no puede pedir la división de la cosa común (406 Cc y 271.4 Cc), - no puede pedir la disolución de la sociedad (1708 Cc, que remite a las normas de partición de herencia). 4 - Es civilmente irresponsable por los actos dañosos que cometa, siendo su representante el responsable: art. 1903. 2 y 3 Cc. En resumen, el menor es un sujeto que carece de capacidad para realizar actos de disposición inter vivos y para obligarse, pero puede realizar actos de indiferencia patrimonial siempre que tenga la capacidad natural, así como
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5 también puede realizar actos que engendren derechos para él o supongan la adquisición de derechos, siempre que sean revocables. 2.3. Régimen jurídico de los actos del menor realizados sin asistencia del complemento de capacidad. - Si carece de capacidad natural: se trata de un acto nulo de pleno derecho al no existir consentimiento. - Si tiene capacidad natural. Es un acto claudicante o anulable: art. 1300 Cc (“siempre que adolezca de algún vicio que lo invalide de acuerdo a la ley”) y 1301.4 Cc (plazo de 4 años desde que saliera de la tutela o patria potestad. Obviamente su representante ya podría haberlo impugnado antes). Los capaces que contratan con menores, nunca podrán alegar esa falta de capacidad del menor para anular el contrato, y sólo lo pueden impugnar el menor o su representante (1302 Cc). Si el contrato es anulado, el menor -1304- sólo está obligado a restituir aquello en lo que se enriqueció con la cosa o el precio: se sanciona al que contrató con él y se protege al menor. 2.4. Normativa sobre protección de menores La Ley Orgánica 1/1996 de 15 de enero de protección jurídica del menor (LOPJM) - Modificó una serie de preceptos del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil - La Ley pretende resaltar la adquisición gradual de la capacidad de obrar de los menores - Reconoce a los menores determinados derechos, que quizá no sería necesario de acuerdo con nuestro sistema constitucional pero lo resalta: 1.Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, art. 4. 2.A la libertad ideológica, art. 6 3.A la libertad de expresión, art. 7 4.A ser oídos, art. 9 La Ley Orgánica 8/2015, de 22 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia. Tiene como objetivo principal introducir cambios jurídico-procesales y sustantivos necesarios en aquellos ámbitos considerados como materia orgánica al incidir en los Derechos fundamentales y libertades públicas establecidos en los artículos 14, 15, 16, 17.1, 18.2 y 24 de la Constitución Española.
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6 La Ley 26/2015, de 28 de julio que modifica el sistema de protección a la infancia y a la adolescencia Estas leyes modifican de forma transversal instituciones y normas relacionadas con los menores con el objetivo y finalidad de reforzar sus derechos y salvaguardarlos en situaciones de riesgo o de especial vulnerabilidad. Dichas leyes sustituyen la idea de “suficiente juicio” de los menores por la idea de “madurez”, es decir, de ahora en adelante se deberá constatar la madurez de los menores para que puedan actuar en el tráfico jurídico económico y ser partícipes de las decisiones que les puedan afectar. Y, particularmente el art. 2.1 LOPJM establece: “Las limitaciones a la capacidad de obrar de los menores se interpretarán de forma restrictiva y, en todo caso, siempre en el interés superior del menor”. Se otorga al menor una capacidad progresiva para ejercer sus derechos, es decir, cuanta más edad y madurez podrá participar más activamente en las decisiones que le afecten. 2.5. El interés superior del menor (favor filii) La Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas de 1989 establece la triple óptica del interés del menor: “el interés del superior del menor será un derecho sustantivo del menor, un principio interpretativo y una norma de procedimiento”. Por consiguiente, recoge tres ámbitos de dicho concepto jurídico indeterminado de orden público que se plasman en el actual art. 2 LOPJM (es preceptiva su lectura). El Preámbulo de la LOPJM establece: “Los cambios introducidos por la LOPJM desarrollan y refuerzan el derecho del menor a que su interés sea prioritario”. Este “interés del menor” debe ser valorado y considerado como primordial en todas las actuaciones y decisiones que le afecten tanto en el ámbito público como privado. Véase Art. 2 LOPJM, en particular: los criterios y los elementos de ponderación a los efectos de valorar el interés del menor. Criterios: a) Protección del derecho a la vida, supervivencia y desarrollo del menor y la satisfacción de sus necesidades básicas, tanto materiales, física y educativas como emocionales y afectivas. b) La consideración de los deseos, sentimientos y opiniones del menor. c) La conveniencia de que su vida y desarrollo tenga lugar en un entorno familia adecuado y libre de violencia. d) La preservación de la identidad, cultura, religión, convicciones, orientación e identidad sexual o idioma del menor.
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7 Elementos: a) La edad y madurez del menor. b) La necesidad de garantizar su igualdad y no discriminación por su especial vulnerabilidad. c) El irreversible efecto del transcurso del tiempo en su desarrollo. d) La necesidad de estabilidad. e) La preparación del tránsito a la edad adulta e independiente. f) Aquellos otros elementos de ponderación que, en el supuesto concreto sean considerados pertinentes y respeten los derechos de los menores. (Para un mayor conocimiento sobre la materia se puede consultar la monografía: VERDERA IZQUIERDO, Beatriz, La actual configuración jurídica del menor. De la discrecionalidad a la concreción, editorial Aranzadi, 2019). 2.6. La emancipación. Puede ocurrir que un sujeto menor de edad, sin tener la plena capacidad de obrar, vea ampliado el ámbito de ésta, su capacidad. El mecanismo a través del cual se instrumenta esa ampliación de la capacidad del menor es la denominada "emancipación". Por tanto, podemos decir que la emancipación estriba en el logro de una independencia jurídica, al suponer la extinción de las instituciones de dependencia del menor: - patria potestad, que finaliza con la emancipación ex art. 169.2 Cc, - y la tutela, que se extingue por la concesión del beneficio de la mayor edad (art. 276.4 Cc). Pero esa independencia no es plena puesto que continúa parcialmente sometido: - se requiere la asistencia del que tenía la patria potestad -323.1 Cc- - o queda sujeto a la asistencia del curador -en los supuestos de emancipado que estaba sometido a tutela o en el supuesto de fallecimiento de los padres -art. 286. 1 y 2 Cc-. 2.6.1. Clases de emancipación. A. Al margen del C.c.: La emancipación por concesión de la patria. Se trata de una figura recogida por el DL de 7 de marzo de 1937 en que se desarrolla una corriente jurídica que tiene su origen en Dº romano: Se asimila el entrar al servicio de las armas con la adquisición de la plena capacidad. Su art. 2º dice que "quien en tiempo de guerra, fuera mayor de 18 años (los 16 de hoy) se haya alistado o se alistare en los ejércitos nacionales obtiene los mismos efectos previstos en el art. 323 del C.c. actual". El problema que se plantea es el de la vigencia o no de esa norma. Como
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8 el DL no ha sido expresamente derogado y sus términos son muy genéricos, cabe entender que si actualmente España entra en guerra, podría ser aplicado. El Dr. Carlos Lasarte considera que dicho precepto está derogado. B. Por matrimonio del menor: el 314.2 CC actualmente derogado por la Disposición Derogatoria única Ley 15/2015, de 2 de julio de Jurisdicción voluntaria, concretaba que el menor quedaba emancipado por ministerio de la ley por el hecho de contraer matrimonio. Si una vez contraído, se producía la disolución del mismo, ello no afectará a la emancipación pues el precepto habla de emancipación "por" matrimonio, no "durante" el matrimonio. En los supuestos de nulidad del matrimonio, nos encontramos con un matrimonio que no ha existido, con lo cual no podría existir emancipación, pero el art. 79, al regular el matrimonio putativo, establece que "el matrimonio nulo no invalidará los efectos del mismo respecto de los hijos o del contrayente de buena fe". Si el que obtiene la emancipación por matrimonio actuó de buena fe, no deja de serlo. C. Por concesión de quienes ejercen la patria potestad. Previsto por el art. 314.2 Cc, y desarrollado por el art. 317 Cc. - Debe existir una declaración de voluntad de los titulares de la patria potestad de querer emancipar al menor. - Se realiza mediante escritura pública o comparecencia ante el Juez encargado del Registro civil. - El menor, con 16 años cumplidos, debe consentir en la emancipación, art. 371 Cc. La existencia de un acuerdo de voluntades (de los titulares de la patria potestad y del menor) no nos ha de hacer suponer que nos hallamos ante un contrato, puesto que no se trata de una confluencia de voluntades que origina el nacimiento de unas obligaciones, sino que estamos ante un: Acto jurídico unilateral, constituido por la declaración de voluntad de quienes detentan la patria potestad, siendo el consentimiento del menor un mero requisito de eficacia. De ello se deduce que la muerte de los padres, una vez han manifestado su voluntad, pero antes de que el menor preste su consentimiento no impide que éste a posteriori lo manifieste. - Se trata de un acto de concesión irrevocable, ex art. 318.2 Cc. Como negocio jurídico unilateral que es, se encuentra a caballo entre el derecho de persona, en cuanto aumenta la capacidad de obrar del menor, y el derecho de familia, por cuanto la patria potestad es una institución de la cual
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9 deriva esa facultad de sus titulares de conceder la emancipación. D. Por concesión judicial. Previsto en: Art. 314. 3 Cc, y desarrollado por el art. 320 Cc. Y, Ley de Jurisdicción voluntaria, art. 53 a 55. - Debe existir la solicitud, por parte del menor mayor de 16 años al juez. - El juez debe dar audiencia a los padres para conocer su opinión al respecto. - Deben concurrir alguna de las tres circunstancias siguientes: a) Que quien ostenta la patria potestad vuelva a contraer matrimonio o conviva maritalmente con quien no es el otro progenitor del menor, art. 320.1 Cc; b) exista separación, incluso de hecho, de los padres del menor, art. 320.2 Cc; c) que concurra una causa grave entorpecedora del ejercicio de la patria potestad -sin que se determine exactamente cuál pueda ser, quedando al arbitrio judicial-. - El juez dicta la resolución por la cual declara la emancipación, con lo que el menor queda automáticamente emancipado. El juez debe trasladar testimonio al Registro civil para su inscripción -art. 318.1 Cc y 55.3 LJV E. Concesión del beneficio de mayor edad. Art. 321. Supuesto de menor mayor de 16 años sometido a tutela. - Petición del menor sometido a tutela al Juez. - Informe del Ministerio fiscal. - Si se dicta sentencia estimatoria de la petición, el menor queda sometido a curatela ex art. 286.2 y se inscribe en el Registro civil en virtud del testimonio judicial de la sentencia. 3.6.2. Efectos de la emancipación. A. Principio general. La emancipación “habilita al menor como si fuera mayor de edad: la persona y los bienes del emancipado quedan sometidos al régimen del mayor de edad” -323.1-, permitiendo incluso que comparezca por si solo en juicio -323.2- (anteriormente, el 317 exigía el auxilio de los titulares de la patria potestad o del tutor). B. Excepciones al principio general. 1 - Tomar dinero a préstamo. Se le intenta proteger frente a operaciones que pueden poner en peligro su patrimonio, aunque no se puede cuantificar
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10 exactamente cuál puede ser el peligro del préstamo para el patrimonio, pero indiscutiblemente es una situación de riesgo para el mismo. Cuando habla de préstamo, hay que entender incluidas operaciones con repercusiones económicas similares al mismo: cuenta corriente de crédito, libramiento de letra de cambio para conseguir un préstamo, etc. Pero, por contra, no hay que incluir dentro de esa limitación el dar o prestar dinero en préstamo, ya que nunca puede ser negativo para el patrimonio. O recibir en préstamo cualesquiera otros tipos de bienes distintos al dinero. 2 - Gravar o enajenar bienes inmuebles, establecimientos mercantiles o industriales y bienes muebles de extraordinario valor. Gravar o enajenar incluye: 1) como títulos de transmisión: contratos -venta, permuta-, donaciones. 2) como modos transmisivos: la entrega o tradición. 3) la constitución de derechos reales limitados -uso, usufructo, servidumbre-. 4) modificaciones o renuncias sobre un derecho real del que se es titular. No se pueden gravar o enajenar: - Inmuebles -prohibición tradicional, que era la única hasta la reforma de 1981- que incluye los 10 números del art. 334; - Establecimientos mercantiles o industriales; - Objetos de extraordinario valor: nos hallamos ante un concepto jurídico indeterminado que se deja al arbitrio judicial, puesto que se plantea cual es el significado de "extraordinario valor": o Si se entiende relativamente, se deberá atender a cual sea el patrimonio del menor (uno podrá vender unos bienes que no supongan nada para él mientras otro no podría al ser su único activo patrimonial); o lo más lógico es que se entienda en términos absolutos, fijando un límite para cualquier menor y no tener que establecerlo de forma casuística. - Forma de superar esas limitaciones que establecen las excepciones: Debe actuar el complemento de capacidad, que deriva en: . Asistencia de los padres, si aún los conserva: 323.1: "sin consentimiento de los padres". . Asistencia del curador: “a falta de ambos”, art. 323.1, en los supuestos del art. 286.1 y 2, "sin otro objeto que la intervención del curador
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11 en los actos que el menor no pueda realizar por sí solo" ( 288). - Excepción a la excepción. Es el supuesto del menor casado, previsto por el art. 324, y que está equiparado al menor emancipado. Pues bien, este sujeto para realizar los actos prohibidos por el art. 323 tiene unas reglas especiales: . si el bien pertenece exclusivamente a él, regla general. . Si el bien pertenece a ambos cónyuges, y el otro es mayor de edad, basta el consentimiento de éste sin necesidad de complemento de los padres. . Si ambos son menores y pertenece a ambos: consentimiento del otro cónyuge y de los padres o curadores, aunque al no ser el beneficio de mayor edad no es tan evidente- de ambos. - Consecuencias de actuar el emancipado sin el complemento de capacidad en los casos en que se exige. Supone el juego del régimen jurídico de la anulabilidad: la acción durará 4 años si se refiere a contratos celebrados por menores o incapacitados, desde que salieran de la tutela, o sea a partir de que cumplan 18 años; y en caso de estar sometidos a curatela: art. 293 "Los actos jurídicos realizados sin la intervención del curador, cuando ésta sea preceptiva, serán anulables a instancia del propio curador o de la persona sujeta a curatela, de acuerdo a los arts. 1301 y ss". 3.7. La vida independiente del mayor de 16 años. Se trata de un supuesto en que la eficacia jurídica es idéntica a la que tienen los actos del emancipado. Ese hijo mayor de 16 años con vida independiente, se equipara a todos los efectos al emancipado, con lo cual su capacidad de obrar tiene también las limitaciones del art. 323. Los requisitos que el C.c. exige para que se pueda producir esa situación son los siguientes: 1 - Se debe tratar de un sujeto de vida independiente, a efectos económicos. Lógicamente, puede convivir con los padres, y debe tener un trabajo u ocupación que le permita esa situación de independencia. 2 - Debe existir una exteriorización objetiva de tal independencia. 3 - Consentimiento de los padres a tal independencia. Tal consentimiento se puede expresar de cualquier forma, expresa o tácitamente. En general, suele consistir en la conducta permisiva de los padres, lo que supone una aceptación tácita de tal independencia. Ese consentimiento paterno es siempre revocable (319 in fine), lo que permite distinguir esa situación de la emancipación por concesión de la patria potestad, en que el consentimiento es irrevocable (318.2).
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12 En relación con ese consentimiento paterno, puede suceder que los padres no quieran consentir esa independencia o bien que una vez consentida, lo revoquen contra la opinión del hijo. En tales hipótesis, el menor puede acudir al auxilio del defensor judicial, ex art. 299.1 Cc: "Se nombrará un defensor judicial que represente y ampare los intereses de quienes se hallen en alguno de los siguientes supuestos: Cuando en algún asunto exista conflicto de intereses entre los menores o incapacitados y sus representantes legales o el curador".