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B IB LIOTECA U N IVERSITARIA La decisión judicial

Ciencias Sociales y Humanidades


El debate Hart - Dworkin

Colección dirigi.da por Cristina Motta

Estudio preliminar
CésarRodrígrez

COMITÉ EDITORIAL
Daniel Bonilk
Manuel loé Ceped,a
Mauricio García
Arlos Gaviria
Cristina Motta

Universidad de los Andes


Facultad de Derecho

/
Siglo del Hómbre Editores
COMO EL DERECHO SE PARECE
A I,A LITERATLIRA
RonaldDworkín

Intentaré demostrar aqui que la práctica juridica es


un ejercicio de interpretación y esto no sÓlo cuando
un abogado interpreta un documento, una ley o un
código especÍfico sino de manera general. El deredro,
asi concebido, es una cuestión profusa y profi:nda-
mente política. Abogados y jueces no pueden eütar lo
político tal y como lo entiende, en términos generales,
la teorÍa políüca. No obstante, las leyes, el derecho,
tampoco son un asunto de polÍtica personal o parti-
dista, y una critica del derecho que no enüenda esta
diferencia ayudará muy poco en la comprensión del
problema y servirá muchisimo menos como guia.
Propongo pues, que podemos mejorar nuestra om-l ,.,ürÉ[
prensión del derecho si se compara la interpretación ll r' '
t

jurídica con la interpretación en otros campos del co- ll


nocimiento, en parLicular en la literatura. También-|
sospecho que el derecho, cuando sea mejor entendi- |
do, nos otorgará un mejor entendimiento de lo que Ia I
interpretación significa en general. )

r43
I.AS LEYES Y EL DERECHo
presencia de tres testigos", entonces la proposición
it ' '^ trl problema principal de la jurisprudencia ana-lítica jurídica de que un testamento en Illinois necesita
. tres testigos parecería ser cierta sólo en ürtud de
ies et siguiente: ¿qué sentido debe dársele al terto de ese suceso histórico.
i . ' il^ ley? Con esto quiero decir las muchas interpreta_
:ciones y aseveraciones que los abogados hacen al in_ Pero en casos más complicados dicho análisis se
rlbrmar sobre lo que derrumba. Considérese la proposición de que un
la t.y." ,."p.?io a esto o aque_ plan específlco de discriminación positiva _que no
, - llo. El contenido de la ley puecle ier muy abstracio y
ú"':' general, como la- tey aq.rlda .;il;"" ha sido aún puesto a prueba en una Corte_ sea
se alirma que, constitucional¡ente valido. Si esto es cierto, no lo es
,en los Estados de la Unión, es decir, en los
trstaáos únicamente en virtud del texto de la Consütución y
Unidos, cuando se t¡ate de proveer con senricios bá_
sicos a sus ciudadanos, no se puecle discriminar de previas decisiones tomadas en alguna Corte, por_
ra_ que entre abogados sensatos, que conocen bien la
r._ cialmente. O dicho contenido puede tanbién ser más
.-.
5' Constitución y los historiales de las cortes, aun entre
,". o mg:os concreto como aquel mandato en el que se ellos, podríal no estar de acuerdo en que dicha pro_
establece que quien aceptá un cheque en el curso
,normal de una negociación, sin previo aüso de irre_ posición sea necesariamente cierta. (Es más, tengo
igularidad alguna por parte ctel titular, está en su mis dudas respecto a la validez del analisis positiüs_
áe_ ta incluso en el caso sencillo del testamenLo, pero ese
!- -, también ser muy concreto, como aquello es un asunto distinto que aqui no interesa.)
'r:' ,en la que se esiablece que el propo"i"iór,
senoix clebe pagar la ¿Qué otras opciones surgen? Una serÍa suponer
suma de $1.15O dólares por daños y perjuicios ocu_ que toda proposición jurÍdica polémica, como Ia del
rridos sobre el señor y, aI resbalar éste lrente a la plan de discriminación positiva, no es para nada des_
resbalosa acera del primero, ocasionando fractura criptiva sino más bien expresión de lo que su vocero
de quisiera que la ley fuese. Otra opción, más amt¡icio_
cadera. En cada uno cle los casos surge un interro_
gante. ¿Sobre qué trata el contenido áe ley? sa, se¡ía la siguiente: las proposiciones polémicas
der¡onios hace que una ley sea cierta o falsai ¿eué son intentos por describir alguna ley natr_rral u objeti_
_r
'f va que existe en viflud de una verdad moral antes
i - r-a pregunta sufge porque los enunciados de la que en ürtud de una decisión histórica. En ambos
. 1' ' ley parecen ser descriptivos _suelen tratar sobre
"- , casos se necesitarían varias declaraciones jurídicas
, c-ómo son las cosas frente a Ia ley y no sobre cómo
para llegar a hacer una mera evaluación que no luera
;- 1 deberian ser- y, sin embargo, frá Li¿o sumamente descriptiva: una de dos, la formulación expresaria la
, dilicil establecer cle manera precisa qué es lo que
prelérencia del vocero posición polÍiica perso_
¡ describen. I-os juristas positMstas consideran que, nal- o 1o que éste cree-su
' en electo, las proposiciones juridicas son integral_ que son los réquisitos nece_
: mente descripüvas: pedazos de historia. para ellos sarios que constituyen los principios cle una moral
una proposición juúdica sólo es cierta en el caso de politica ideal. Ninguno de los clos caminos es convin_
que un hecho, de alguna manera legislativo, haya cente porque alguien que afirma que un plan de dis_
Itenido lugar, de lo contrario no. Esto, aparentemen_
criminación positiva no probado en una cor_
Ite funciona muy bien en casos en extremo te- es constitucional,-aún
lo que está hacienclo es descri_
iii

sencillos. bir la ley como es antes de como quisiera o cree que,


Si la asamblea legislativa del estado de Illinois pro_
mulga que "Ningún testamento será válido siñ la en el mejor de los mundos posibles, clebeúa ser. pue_ ii
de incluso llegar a decir que el plan es constitucional

t44 ttll/
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ll
a su pesar y que cree que, de acuerdo con la mejof
años, que un conductor irresponsable que atropelló a
teoria moral, no debería serlo.
un niño, era responsable del dano moral que sufrió
Existe otra alternativa mejor: las proposiciones ju-
la madre de la criatura que presenciÓ el accidente, y
rídicas no son meras descripciones de la historia del
que esto cobija también a la tÍa que supo del acci-
derecho, en un sentido literal, ni tampoco son sim-
dente. Ahora pensemos en una tía que demanda a
ples evaluaciones de alguna manera separadas de di-
otro conductor irresponsable por danos y peduicios
cha historia. Son siempre interpretaciones de la his-
rlorales cuando supo, gracias a una llamada telefó-
toria jurídica, con elementos tanto descriptivos como
nica, del accidente, ocurrido a cientos de millas de
valorativos, pero disüntas de ambas. Esta sugerencia
distancia, en el que su sobrina había sido arrollada.
la aceptarán, por 1o menos en primera instancia, mu-
chos abogados y filósofos del derecho. Están acos- ¿Tiene la tia el derecho a ser compensada por el
dano? l-os abogados suelen decir que éste es Lln pro-
tumbrados a decir que las leyes son una cuestión de
blema que consiste en interpretar, de manera colrec-
interpretación. Ahora, esto es cierto pero sólo porque,
quizá, entienden el término interpretación de alguna
ta, la sentencia original. ¿Acaso, entonces, la teoría
jr-rrídica sobre la que se respaldó el primer juez aJ
manera especÍfica. Cuando una ley la Constitu- tomar su decisión sobre la madre que presenció el
ción- no es clara en aIgún pr;nto, ya-osea porque Lrn
accidente, co.bUa también a la [ia que supo del acci-
término crucial resulte vago o una oración ambigua,
clente por teléfono? De nuevo, muchos escépticos se-
entonces los abogados dicen que la ley debe interpre-
ñalan que es muy improbable que el primer juez tu-
tarse y proceden a aplicar lo que ellos llaman "técni-
viera en mente Llna teoría 1o suficientemente elabora-
cas de interpretación jurídica". Casi toda la literatura
que existe asume que la interpretación de un docu- da como para decidir también en el caso de la tía, de
manera que el segundo juez, aquél que "interpreta" Ia
mento especÍfico es una cuestión de descubrir lo que
sentencia primera, 1o que en efecto hace es crear,
sus autores legislan o los delegados a una
-quienes sobre la marcha, nueva legislación de la manera que
asamblea constitucional- quisieron decir al utiliz-ar
él o ella considera la mejor.
los términos que utilizaron. Sin ernbargo, los aboga-
La idea cle interpretatión no puede servir para dar'l
dos admiten en muchísimos casos que el autor no
cuenta, de un modo general, de la naturalez-a o el
tuvo ni ésta ni aquella intención y que aun en otros ,

valor cle verdad cle una proposición juridica..' a me-i


casos es simplernente imposible descubrir la inten-
nos que se separe completamente de cualquier aso-i
ción. Otros toman posiciones más escépticas. AIir-
ciación relativa a la intención o sentido que hubiera
rnan que siempre que un juez pretende haber descu-
podiclo tener un vocero específico. De lo contrario se
bierto la intención detrás de algún parágraIo de legis-
convertiúa en otra versión más de la tesis positivista
lación, lo único que está haciendo es levanta¡ una
que sostiene que las proposiciones jurÍdicas no son .
cortina de humo detrás de la cual el juez impone sr_r
más que decisiones por escrito tomadas en el pasaclo{
punto de üsta personal sobre 1o que considera que Ia
ley deberia ser.
por personas o instituciones. Si la interpretacion
pasa a conformar la base de una teoría cliferente y
La interprel.ación como instrumento de análisis '

jurídico es mucho menos frecuente cuando se trata más viable sobre las proposiciones jurídicas, debe- i
ri. " mos entonces desarrolla¡ una explicaciÓn más global
del derecho consuetudinario, aunque aun allí no esté
sobre qué es la interpretación. Esto si§nifica que los
ausente del l-odo. Supongamos que la Corte Suprerna
abosados no deben seguir tratando la interpretación
del estado de Illinois hubiera decidido. hace varios jurídica como una acüüdad sui generí-s. Debemos es-

146 r47
tudia¡ la interpretación como una actiüdad general, terpretación sobre el sentido de una obra en su con-
como un modo de conocer, ocupándose de otros con- junto. trstas disquisiciones algunas veces se convier-
tertos que dicha actiüdad conlleva. ten en aseveraciones sobre algún personaje: que
A los abogados les vendría bien estudiar interpre- Hamlet en verdad amaba a su madre, por ejemplo, o
taciones literarias y artísticas. Puede no parecer un que en realidad la odiaba, o qtre en verdad no hay
buen consejo de Guatemala para meterse en ningún fantasma y éste no es más que una manifes-
Guatepeor- ya -salir
que los mismos criticos están muy tación esquizofrénica de Hamlet. Otras veces se tra-
diüdidos en cuanto a lo que la interpretación literaria ta de aseveraciones sobre los acontecimientos que
es, cosa que no mejora en las otras artes. Sin embar- subyacen aI argumento: que Hamlet y Ofelia eran
, go, precisamente por eso los abogados debeúan co- amantes antes de iniciarse \a pieza que no lo
1 nocer dichos det¡ates. No todas las batallas que se eran-. Con mayor frecuencia nos ofrecen -o de mane-
han librado entre la crítica literaria han sido edifican- ra directa hipótesis sobre el "punto", o el "tema", o el
tes y a veces ni siquiera inteligibles, pero se han de- "sentido y significado" o el "tono" de la pieza en con-
fendido muchas más teorías de la interpretación en junto: que Hamlet trata sobre la muerte, por ejem-
la literatura llue en el derecho, y aquí se incluyen plo, o sobre las disüntas generaciones o sobre politi-
teorías que ponen en entredicho la distinción llana ca. Tales interpretaciones quizá tengan una función
entre la descripción y la evaluación que tanto ha de- práctica. Pueden servir de guía a un director que
bilitado la teoria del derecho. piensa hacer un nuevo montaje de la obra, por ejem-
plo. Pero también pueden tener una importancia
más general, como ayudamos a entender de mejor
LITERATURA marrera aspectos importaltes de nuestro entorno
cultural. Ahora, por supuesto que ciertas dificulta-
La hipótesis estética cles que pueden surgir sobre el sentido que tiene
una palabra en el texto, inciden sobre asuntos más
'Para que los abogados puedan sacar provecho de globales. Pero, estos últimos, finalmente, tratan del
una comparación entre lo que es la interpretación significado de la obra como un todo más que del sig-
juridica y la literaria, es menester que vean la se- nificado de una frase específica.
gunda desde cierta perspecüva. En esta sección in- Los criticos no coinciden en la forma de responder
tentaré decir cual es esta perspecüva. (Preferiría que a tales preguntas. Quiero, en lo posible, no tomar
lo que aquí se afirma sobre la literatura no provoca- partido sino intentar aprehender los desacuerdos de
ra polémica entre los académicos de esa disciplina, un modo 1o suficientemente general pa-ra intentar
aunque me temo que sí la provocará.) Los estudian- describi¡ en qué no coinciden. Mi sugerencia aparen-l
tes de literatura realizan muchos trabajos bajo títu- temente traral -1ue he llamado la "hipótesis estéti- r'tr..,
los como "interpretación" y "hermenéutica" y unos y ca"- es la siguiente: 1o que la interpretación de un i
otros casi siempre también los llaman "descubrir el texto literario busca es mostrar qué lectura voz o
sentido de un texto". Sólo me interesa incidental- dirección, o actuación- es capaz de revelarnos-o el
mente algo que dichos estudiar-rtes hacen y que con- texto como una verdadera obra de arte. Distintas teo- ,
siste en intentar descubrir el senl.ido en el que algún rías y escuelas de interpretación no están de acuerdo
autor utilizó tal palabra o frase. Me interesar-r, por el con esa hipótesis porque asumen muy dilerentes teo-
contrario, los razonamientos que ofrecen alguna in- rías normativas, preceptivas, respecto a qué es la 1i--,

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'teratura y para qué sirve y qué hace que una obra Todas las teorías de interpretación contemporá-
literaria sea mejor que otra. neas parecen utilizar como parte de su respuesta aI
t - Casi con seguridad, esta sugerencia, con todo y su requisito arriba mencionado, la idea de un texto ca-
'" raparente debilidad, será rechazada por muchos aca_ nónico partitura en el caso de la música, u objeto
ldémicos porque, dirán, confunde la crítica
con la in- -o en el caso
fisico único de casi todo el arte plásüco-.
terpretación, o de cualquier modo, porque resulta re_ Dicho tex'to establece una estricta limitación en lol r .
latiüsta a ultranza y por lo tanto se lrataría de un que a su identidad concierne: todas las palabras allíl
trabajo escéptico que, en el fondo, lo que hace, es contenidas deben ser tenidas en cuenta y ningunal l'.'..
negar la posibilidad de hacer interpretación. En efec_ puede cambiarse para así hacer de ella
to, la hipótesis estética puede no ser más que refor_ -la obra-l
una supuesta mejor obra de arte. (Por aceptada que \
mular de nuevo una teoría ahora en boga en la que esta limitación sea, no es tan inexorable. Un chiste,*
se dice que, como la interpretación es la que crea la por ejemplo, no deja de ser el mismo chiste aunque
obra de arte y esto sólo desde el punto de üsta o se cuente de distintas maneras, ninsuna de ellas ca-
dogma de una comunidad de críticos específica, en_ nónica. Una interpretación del chiste escoserá una
tonces sólo existen interpretaciones de poemas o no_ manera parLicular de conta¡lo y puede, incluso, ser
velas o piezas de teatro especificas, pero ninguna es completamente original, todo para resaltar su punto
mejor que otra. Con todo, la hipótesis estética no es clave, "real", o para devela¡ por qué es en 'Verdad,,
tan desmañada, ni tan débil ni tan irremediablemen- gracioso.) De manera que el modo de interpretaciónl
,., §te relativista como puede parecer en un primer mo_ que asume cualquier critico se verá afectado por susr
,: mento. creencias teóricas respecto a la naturalezay a Ia ne-,
I-o que la interpretación de un texto pretencle es cesidad de un texto canónico
mostrar "la obra" como la mejor obra cle arte que -o nG-.
Un modo o estilo interpretativo también se verá
"puede ser". El éntásis en la obra, se hace para seria_
a[ectado o incidido por los conceptos que el intérpre-
l¿rr la diferencia entre explicar una obra cle arte y te tenga sobre la coherencia o la integridad en el arte.
simplemente convertirla en otra obra clistinta. euizá Una interpretación no podrá aumenta¡ la importan:'
Shakespeare hubiera podido escribir una mejor pieza cia de una obra de arte si hace que gran parte del
utilizando las mismas fuentes que usó, y que en esa t.exto que la compone resulte irrelevante, o si mucho
mcjor pieza el héroe hubiera sido un hombre más cle lo qr.r6 ocurre en ella resulta accidental o si mu-
decidido para la acción. De esto no se clesprencle que chos tropos o cuesüones de estilo parecen desinte-
e\ Hamlet que en efecto escribió, en realidad trate de grados y respondiendo a estándares aislados cle lo
un hombre decidido para la acción. trs obüo que una que se considera escribir bien. De aquí que, de la
teoría de la interpretación debe contener una subteo_ hipóLesis estética, no se desprende que porque una
ría sobre 1o que constituye la identidad de una obra novela filosófica tenga más valor estético que una no-
de arte para que le sea posible ver la cliferencia entre vela de misterio, entonces una novela de Agalha
interpretar y simplemcnte cambiar, trastocar la obra. Christie sea en realidad un tratado sobre 1a muerte.
(Cualquier teoria útil sobre dicha idenüclad será polé_ Una interpretación así, fracasa no sólo porque una
mica, de modo que esta sería la manera obüa en Ia novela de Agatha Christie, tomada como un tratado
que los desacuerdos respecto a Ia interpretación, van sobre la muerte, seria un tratado muy pobre y con
a depender de desacuerclos más generales conteniclos rrrenos valor que una buena historia de misterio, sino
en una teoría estética.) por que esta interpretación hace estragos con Ia no-

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vela: excepto una o dos frases en toda la novela, to- las son menos sutiles porque no tratan estos aspec-
das las demás devenirian irrelevantes al supuesto tos c¿¿asi formales del arte sino más bien su ñmción
tema; la organización, el estilo, las figuras retóricas o asunto como arte en sí, de marlera más amplia.
¿Se
no serían las apropiadas para una novela filosófica puede decir que la literatura ----en principio o de ma-
sino para un género completamente distinto. Con nera sustancial- tiene un núcleo cognoscitivo? ¿Se
todo, algunos libros originalmente ofrecidos al públi- lrata de mejor arte cuando éste es de alguna manera
co como novelas de misterio o policiacas instructivo, cuando aprendemos de él algo sobre el
pensadas como tales por los misrnos autores-, -incluso
han modo de los hombres o el mundo? De ser así y si el
sido en efecto "reinterpretadas" como algo cle mayor psicoanálisis es verdad la manera tan cru-
pretensión. El interés de la critica actual por Ray- -excusen
da de plantearlo-, entonces una interpretación psi-
mond Chandler es un ejemplo. pero que esta reinter- coa¡alítica de una obra literaria podría mostrar por
pretación funcione en el caso de Chandler y no en el qué se trata de un arte que cumplió no- con
de Christie ilustra las limitaciones o exigencias de la éxito su cometido. ¿Será bueno el arte en-o tanto logre
coherencia y la integridad. comunicar su susodicho cometido con éxito en un
trxiste, sin embargo, mucho espacio para la discu- sentido sencillo? En este caso entonces la buena in-
sión entre los críticos respecto a lo que se puede con- terpretación se centraria en las intenciones del autor
siderar como unidad o coherencia, respecto a qué porque la comunicación no puede llamarse exitosa a
tipo de unidad serÍa deseable y cual irrelevante o no menos de que exprese 1o que quien habla quiere ex-
deseable. ¿Si se puede hablar en verdad de una ven- presar. ¿O más bien, será que el arte es bueno cuan-
taja cuando se le pide aI músculo de la lengua clel do expresa en un sentido distinto, en tanto sea capaz
lector que aI leer un poema o una natración, ,.imite,' de estimula¡ o informa¡ las vidas cle quienes se acer-
los moümientos y/o direcciones que le exige el texto can a él? En este caso entonces la interpretación co-
tal y como está expresado en el poema o la narra- locarÍa al lector escucha o espectador- en el pri-
ción? ¿Acaso Ia coherencia mejora agregando un ele- mer plano. Desde -o esta perspectiva la lectura de la
mento más a toda la coordinación? ¿Será una venta- obra sería lo más importante.
ja cuando ocurre que ciertas conjunciones y los Iina- Las teorías estéticas no existen aisladas de la fito-
les de los versos se arreglan de modo que el lector, sofia, la psicología, la sociología, y la cosmologÍa. Un
mientras "negocia" con el poema, va elaborando su- creyente probablemente tenga una teoria sobre el
posiciones y lecturas contradictorias que harán que, a¡te clistinta de la de un agnóstico. Hemos visto ade-
al terminar su lectura, lo que comprende sea rnuy más cómo las más recientes teorías crÍticas subrayan
distinto de lo que comprendió en tanto avatzaba en lo muy susceptible que es la interpretación frente a lo
la lectura? ¿l,e agrega esto otra dimensión de com- que se entiende por significado, referente y otros as-
plejidad a la unidad del todo, o será más bien que pectos técnicos de la filosolia del lenguaje. pero la
pone en peligro tal unidad porque una obra literaria hipótesis estética no pretende ni asume que cual-
debería ser capaz de mantener su signilicado e im- qlrier pcrsona que interprete literatura tenga una
portancia aI ser sometida a una segunda lectr.ra? teoria estética completa y conscientemente desarro-
Distintas escuelas interpretativas surgirán y clesapa- llada. Ni que todo aquel que interprete clebe estar
recerán contestando a estas preguntas, que es preci- suscrito a una de las escuelas aqui reseñadas de ma-
samente lo que la hipótesis estéLica propone. nera escueta. A mi modo de ver, los rnejores criticos
Las grandes diferencias entre las distintas escue- niegan la existencia de una única función o propósito

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4*
en el arte. Una novela o una pieza de teatro pueden Por el contrario, como lo que la gente considera que
ser valiosas de muchísimas maneras, algunas de las lo que hace que el arte se constituya en buen arte es
cuales aprehendemos al leer, o ver, o escuchar sin por naturaleza algo subjetivo, la hipótesis estética no
que medie una preüa reflexión al¡stracta sobre 1o que tiene la menor esperanza de rescatar objetiüdad al-
el buen arte debiera ser. guna en la interpretación excepto, quizás,
'i' Con todo, quienquiera que interpreta una obra de entre
aquellos que piensen de manera parecida, lo que no
larte cuenta con algunas opiniones de naturaleza teó- ayuda mucho.
rrica acerca de la identidad, la coherencia y otros as- Sin lugar a dudas la hipótesis estética resulta ba-l
,pectos formales de la obra de arte, asi como con al- nal en más de una manera importante: tiene que serr
'gunos conceptos más específicamente preceptivos so- abstracta para poder dar cuenta de las amplias clis-l
bre 1o que es bueno en el arte. Ambas creencias o crepancias que existen entre las muchas teorías...
preconceptos están detrás del juicio de que ésta o pero quizá no sea tarr débil clespués de todo. t^a hipó- i '".
aquella lectura es más apropiada que otra para bene- tesis tiene la importancia de haber incidiclo en que a
ficio del texto. Tales opiniones o creencias no tienen las teorías interpretativas académicas ya no se les
porqué estar a¡ticuladas, pueden ser "tácitas". Esto considere como Io que con frecuencia ellas mismas
no las hace menos genuinas meras "reaccio- alegan ser, a saber, analisis de la idea misma cle la
nes"- ya que su fuerza en acción-ni la puede percibir
interpretación, sino más bien como posibles canclida-
cualquier lector o critico no sólo en una única cir- tas para dar la mejor respuesta posible a la presunta
cunstancia interpretativa aislada sino en cualquier sustantiva que la interpretación plantea. Asi, la inter-
número de eslas circunstar-rcias. Además, porque en pretación se conüerte en un concepto detrás del cual
efecto circulan y son capaces de convencer. las distintas teorías son conceptos rivales. De aqui se
Todo esto no afecta para nada la queja mayor que desprende que en realidad no existe una diferencia
anticipé contra la hipótesis estética: que es triviat. radical sólo una en el nivel de abstracción-,
Obvio que se podria decir que distinlos modos de in- -sÍnouna
entre ofrecer teoría de la interpretación y ofrecer
terpretación descansan sobre distintas teorías res- la interpretación de una obra de arte especílica. Es
pecto a lo que el arle debiera ser, para qué sirve y más, la hipótesis niega que existan las disünciones
qué lo convierte en buen arte. El asunto es tan banal, contrastadas que algunos académicos han cultivado.
que bien podría plantearse al contrario: las distintas Ya no existe una división tajante entre la interpreta-
teorias estéticas provienen de distintas teorías inter- ción, concebida como descubrir el significado real cle
pretativas. Si a-lguien considera que la estilistica es una obra, y la critica, entendida como algo que eva-
fundamental para la interpretación, pensará que una lúa su éxito o importancia. Alguna dil'erencia persis-
obra de arte es mejor porque integra enunciación, te, claro, porque no es lo mismo decir qué tan buena
pronunciación y tropo. Si alguien está muy interesa- puede llegar a ser una obra especilica y clecir qué tan
clo en la deconstrucción, hará caso omiso del referen- bueno es hacer eso. Sin embargo, en ambos casos se.
te en el sentido convencional de la palabra y conside- hace un juicio de valor a la obra de arte.
rará que no tiene mayor importarcia al dar cuenta La objetivic.lad es otro asunto. para mi, establecefl ' ,

del lenguaje. Esta exposición de mi hipótesis tampo- si se pueden alirma¡ como verdaderos o falsos, váli-
co ayudará en manera alguna a arbilrar entre las dos o inválidos, los juicios que hacemos sobre el arte,
,l
distintas teorías interpretativas ni a refutar los car- es una pregunta abierta. Este asunto hace parte del
gos que se le pueden hacer de nihilista o relativista. problema filosófico más amplio respecto a la objetiü-'

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r55
dad, cuestión hoy por hoy muy debaücla, tanto por la tra la hipótesis estética. No defenclienclo aquí ningu-
ética como por la filosofia del lenguaje y nadie que na explicación específica en cua¡rto a cómo la gente
estudie el caso del juici.o estético en si, puede tomar puede llegar a tener ya sea teorÍas interpretativas o
una posición al respecto. Por supuesto que ninguna estéücas, sólo alego algo sobre las conexiones en el
valoración estética de importancia puede ser "demos- modo de argumentar entre ta_les teorias sin importar
itrada" como verdadera o falsa. trs imposible crear los de dónde su¡'al. Claro que aun al nivel en él qre
rargumentos que sostengan cualquier
interpretación polemizan o discurren, ambas teorías se refuerzan
dada de manera que ésta sea universalmente acata- mutuamente. Esto da pie para dudar sobre cualquier
da, ni siquiera entre los entendidos. Si esto es lo que teoría que trate sobre qué constituye un objeto en
se quiere decir cuando se afirma que los juicios esté- arte, ya que todo lo que dicha teoría genere es Llna
ticos son subjetivos no pueden demostrar-
-quePero se
entonces son subjetivos. esto no implica, por lo
teoría de la interprelación a todas luces tonta. Mi1
punto es precisamente que la conexión es recíproca, I
tanto, que ninguna teoria normativa, preceptiva, so- cle manera que cualquier persona que salga a defen-
bre el arte pueda ser mejor que otra ni que una teoría der una aproximación particular al problema cle la,
no pueda ser la mejor hasta ahora generada. interpretación, estaría obligado a recurrir a aspectos
I-a hipótesis estética invierle bien, pienso más generales de una teoria estética, esté consciente
ycF- Lrna conocida estrategia. B.D. -para
Hirsch, por ejem- cle ello o no. Y esto puede ser cierto aunque lo con_
plo, arguye que sólo Lrna teoda como la suya puecle tra¡io, hasta cierto punto, también lo sea. euiero
hacer de la interpretación algo objetivo y darle validez agregar que seria un error considerar este hecho de
a las interpretaciones particulares. Tal aseveración la mutua dependencia como algo que ofrece, en si
me parece un error en dos sentidos próximos. kr in- mismo, cualquier razón que dé cabida para hablar
terpretación es una empresa, una institución pública sobre escepticismo o relativismo en lo que concier_
y no es correcto, por lo tanto, asumir a priori que las ne a la interpretación. Esta parece ser la esencia cle
propuestas claves de cualquier empresa, por pública frases como "la interpretación crea el tex-to',, pero,
que sea, tengan que tener validez. Tampoco es co- de manera inmediata, no hay más implicaciones es_
rrecto asumir demasiado respeto a lo que la validez cépticas en la idea de cómo debería comportarse
en tales empresas debería ser si la
-por ejemplo,
validez exige como requisito la posibiliclad cle que se
aquello que consideramos una obra de arte, en rela-
ción a lo que consideramos que debe ser la interpre_
pueda demostrar. Me parece mejor procecler, en este tación cle una obra de arte, que la idea análoga de
caso, de manera más empírica. Se debiera, antes que que 1o que consideramos que clcbe ser un objeto clebe
nada, estudiar una serie de actividades en las que la ajustarse a nuesLra teoúa del conocimiento... siem_
gente asurne que üene buenas razones para decir lo pre y cuando agreguemos, en ambos casos, que la
que dice y que considera son ciertas de manera gene- conexión sigue siendo cierta en el caso contrario.
ral y no sólo en lo que va de uno a otro punto de
vista indiüdual. Entonces se podría juzga_r qué es- La intención del
tánda¡es acepta esta gente, en la práclica, al pensar
autor d;. 4
qt-le poseen razones de esta indole. l,a prueba cle fuego de la teoria estética no resicle]='l'
Tampoco el asunto de la reversibilidad Llna pues, en su capacidad para defenclerse cle estos ata_,
-que
teoría estética puede depender de una interpretación ques sino en su capaciclad explicativa y, muy par_
y üceversa- puedc utilizarse como argumento con- ticularmente, en su capacidacl criüca. Si coinciclimos-

156
t57
en que las teorias interpretativas no son análisis au- trata. ¿Cuál es la pregunta que se propone contestar
tónomos de lo que significa interpretar algo sino que mejor? Con toda seguridad no alguna pregunta sobre
más bien se basan y dependen de teorÍas preceptivas el lenguaje corriente o siquiera alguna sobre el signi-
del arte, debemos entonces aceptar que son vulnera- ficado técnico de las palabras "sentido" o ,.lnterpréta-
bles a los reclamos que se le puedan hacer a Ia pre- ción". Un intencionalista no puede suponer que to_
ceptiva en la que estas teoúas interpretativas des- dos sus críticos y a quienes él mismo crítica, cuando
c¿rnsan. A mÍ, ciertamente, me parece que las más usa¡ la palabra "interpretación" en efecto quieren
acendradas y dogmáticas de las teorías que defien- significar el descubrimiento de la intención del autor.
den la intención del autor son r,'ulnerables en el sen- Tampoco puede aducir que lo que él reivindica des_
tido que acabo de ex?oner. Estas teorías tienen que cribe de manera precisa lo que todo miembro de la
slrponer, respecto a esta hipótesis, que lo que tiene hermandad de cúticos realiza siempre que se hable
valor en una obra de arte, lo que deberia conducirnos de la "interpretación". De ser asi, sus citicas y polé-
a valorar una obra más que otra, está restringido a lo micas devenirían innecesarias. perc, si su teoúa no
que quiera que fuera, en algún estrecho y limitado es semántica ni empírica en estos sentidos, ¿qué cla_
sentido, la intención del autor al poner Io que allí se de teoría es?
puso. Tal alegato presupone, como ya 1o dije, que el Supongamos que un intencionalista nos contesta:
"Dicha teoria señala un asunto muy importante en
arte debe entenderse como una for¡na de comunica-
ción del tipo vocero-auditorio. Pero aun esta sospe- las obras litera¡ias, fundamenta-lmente, ¿qué quiso el
chosa tesis termina, tras un breve examen, contradi- autor que su obra fuera? Una cuesüón a toclas luces
ciendo el presupuesto. importante, aun en el caso de que dicha importancia
I-os intencionalistas objetarían lo alterior. Insisti- sea preliminar a otras cuestiones igual o más impor_
rán en que su teorÍa de la interpretación no es un tantes sobre su significado y valor. De hecho, se trata
informe sobre lo que tiene valor en un libro, un poe- de aquello que la mayoría de la gente, clurante mu-
ma o una piez;r teatral sino sólo una explicación cle cho tiempo, ha dado en llamar una interpretación.
aquello que un libro, poerna o pieza particular sisniti- Sin embargo, el nombre que le den no importa, siem_
ca, y que debemos de antemano entender lo que algo pre y cuando se reconozca la importancia de la acti_
significa antes de entrar a decidir si la cosa tiene va- vidad misma y se sobreentienda que, en principio, los
lor y dónde reside dicho valor. También objetarán acadér¡icos estarían en capaciclad de producir res-
que jamás han dicho que sólo la intención del autor, puestas correctas y objetivas a la pregunta que la
"en algún estrecho y limitado sentido", sea relevante misma actiüdad plantea".
al establecer el significado de su obra. Tal respuesta se puede reclucir a lo siguient", .o"l iYr r , i '
En la primera de estas objeciones, la teoría de la es posible descubrir la intención cle un autor, lo que, ',
._n .,
intención del autor se presenta no como el resultado tenía en menle lo menos sacar conclusionesi i'" "
-por
probables al respecto- y es importante hacerlo,,
I
Ilnal de la hipótesis estética decir, no como la
-es de los paránetros
mejor teoría interpretativa dentro además, por otras razones y propósitos cle tipo lite-l
que estipula tal hipótesis- sino más bien como sr-r ra rio. i

rival, r.ura mejor teoria sobre qué es 1o que es una Pero, ¿por qué importante? ¿eué otros propósi_
interpretación. Sin embargo, resulta en extremo diñ- tos? Cualquiera que sea la respuesta, asumirá qud ir,'J ,¡'

cil entender la teoría de la intención atrtorial como todo valor o signilicación en el arte estará de alguna
rival de cualquier índole de la hipótesis que aquÍ se marlera ligado a la intención del autor por la sencilla
I

158 r59
lcontrario, ¿para qué evalLra_r ro que tal tipo de inier_ Cuando Charles abandonó a Sa¡ah
al borde del acantilado, le
,gretación proclama o¡.á?. ,rt"i c"iáJ., ordené que volüera inmed:
a¡everación de que
i!isea,importaat,: """ *oáo
".. este O. interpretación rr¿o. oe man-eá ;rrñ#ff :::"á lffi T:§;l;!?,T I
descansa en una teorÍa estétic.;;;_ granja. Ah, pero, dirá usted, vamo.s
,ceptiva muy discutida; no en una on".*rJon pLñ_ ""rS;_¿ q""lt"_.",.
de de;" I,Jra"ion É"1'J:'ffi ,"¿3.:'#ffiff;T'ff.'.f; ::m:tAU:,
í*:: lloargiat coherente. tomarse un vaso de leche... volver
ÍNmguna teorÍa interpretaüva viable sqstiene que la 1.
" pá"]üi.§#
ny: yo soy er m Jortes,tiso """"'riti*1"1"" s"_
autor sia irrer..t.. ar!.*áJ :1. :T:r:
-" pareció que provenÍa oe crrarieq
u,o."
i"T:..T,ffi,X3 "i.mpre 11.ruque
soto él ya üene para entonces *o ." ¿JiriL
*""t u"t"orio-_á.y
"o
1: j:ü;: ;:?:;1ffiil.#:lüfr Í ru:: " a.no
r,._
t*1 aÍr¡ ":1H*:
;blema de qué quiso dedr srrat.spea.e iffiT'¿tlHhffi;i§!&ffi "5,:3_f":i,nl":;::l
cuando escri_ quiero que Charles sea real, de verdad.
'Pr: ny"n distinto ae hcnasii.-§in embargo, esto
L
qurt:a lo polémico que sigue
ino siendo .f q"? a"U*_
mos saber si Shakespéare p-ensaba *",3 19 que ocurrió es
jun hombre cuerdo, o ..r,jr-f-**qr.que Hamlet era n 3;oH:" i11^1':"¡'ción'
ifu{oso para decidir q"é t r;;;
pretendía
". pieza tea-
es su
¡,i",*e"*hh*t"""'.XT;ffi:m;L"ffi"$ilS;
jtral. El intencionalista, con t"áá-"ü*iOad, mientras la escribÍa. pero qúá t"_¡ré"
cree que ttiar de parecer respecto ul'rn..f1. o"Oo carn_
jsi necesitamo: t;;;;Lte O'J'i"'rio_r.1, *,r_
:."b..ro por esto su chos años después, com-o se *_or".-[,r.
Jteoria interpretativa.ro ." ,, ¡"J á. h hipótesis en efecto
Itética sino anfss bien un pr.t es_ ocurrió después de que él mismo
al kono que viera lT rrersión ci_
3)cn,r., l.U^
a"teota. "¿il"t. nematográ_üca de su novela.
O"ira ü*"*frs motira_
ciones de Sa¡ah de modo *uy
,, 1o, ,./*^_;9:3,*, segunda objeción conka las teorías in_ guión de Ha¡old pinter o a."p"e"
aistirrio'#as teer el
,1,"r,+rr\11fe¡6ronares resulte más interesante, para Ios inten_ a. vil a Vferyt
Skeep actuando en sr
1,"j",:*';1f:_:1.11og:
mentar gel
4l;. es cruciar para interprerando
",r
nes pudieron haber
r,*.ffi ;TH?"SH::il::E:,7
ciertas complejidades en dicho ocasionado otro c-airl]o
C*{r*t, itlt^J:,-":o,
r mental: en primer lugar, no alcanzan
e"t"áo ta interpretación que a- ** .r,
p.opá-"á.J,.iil Fowles.
: intenciones ,para" a ver cómo las
con una obra y to qra ..cree,,
",
Quizá me equivoque ar suponá q;;:#;;"*.
o frecuencia, pero con segrrridad
j "piensa" que debe ser una otra son "a
álemerrtos qrre ocurre
te frecuencia y me parece importanie con suficien-
"r,
jnf::"",:::.::l:y-.p.,,",,,ao.o,,,"-eüei..,"iaq," J.I ..,
Lr¡
I *""" uuurul yal?
;;";;;;H:
p*? cualquier persona que in_
cuanto a qué es lo ocurre cuarráo."t" "t*o"
o"*J.."v§ lt q,a.d
i.3; "^:'^:y
iI tente crear algo y es 1a de,"""rq;;
_":Ttu
de;;il;;; ..en,, ella El intencionalista quiere qu. opt
;;;.io. oo"ii*Ui*{i;i,
i
-la
obra- áldo a,,o ñ^ sabÍa
-E:P
*g: H..,""
6^Lí^ que
---- estaba aIÍ y no
posibilidades. o er auür d.
que preexistia una ..intención iÁii;'ü ,*r,
"".r. .4p;;J;:;ñJ.
"ñH?;ftil:'ffi "'i'J"LTX!
:?::"n. Tr1 "r¡"orr"i.r,te,, quel
,

i ;'; sólo hasLa ahora descu¡.", o


i
¡
T* !,."- A".r
de que sus personai."
.-,:§XT#:
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orr..".-i;;;;^"'
_ )s,p{egen
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tener vida propia. A
posteriori. Ninguna O1 Ia; dos"u_iiJ ".iirrl..,"ior, .l
me
,

[¡nn{_inr¡¡^¡Á ;i;'u...il##'i",i:.J subconsciente corre el peligro ";ñ;.'"aü,.ii


d.;;;;;"#;;l
", .i.;;prá
I

::lg:::l*l
jpah.r.a"
i
deJohn É;ñ,
d
üón espontánea a menos;. q".-;;;ü;os I

tercera ewidencia, distinta Ilnueva una


3
para que nos sugiera que habÍa ü"iáii.f .rto.,
tenido r._. .,rr, _a"
temprana intención subconscien t.. N";;;;'d;; l

160

161
con esto que todos los rasgos en una obra de arte, de
un nuevo plan. Cierto que cambió una vez más str
los que su autor no está consciente, sean accidentes
üsión después de ver la película, 1o que de nuevo, no
del azar. Por el contrario. Si una novela resulta a la
fue el descubrimiento en retrospectiva de una nueva
vez más interesante y más coherente si asumimos
intención ni eI redescubrimiento de una más üeja.
clue los personajes üenen motivos clistintos a los que
Fue otra interpretación.
el novelista pensó cuando escribía si los y
-o a sí tropos
el estilo de un poeta tienden a reforzarse mismos
Un autor es capaz de clesligar sus intenciones y
preceptos originales de 1o que en efecto ha escrito,
de manera que el poeta no pudo percatarse mientras
es capaz de trata¡lo como un objeto en sí. También es
los escribia-, en ese caso, la causa de toclo esto clebe
capaz de llegar a conciusiones nuevas sobre su traba-
descansar en el talento del artista. Hay mucho miste_
rio por resolve¡ en la psicología del acto creador. pero -jo respaldándose en juicios estéücos, por ejemplo: que
su libro, después de una lectura de alguna marera
suponer unas intenciones subconscientes sin otro
distinta a la que tuvo en mente mientras lo escribia,
respaldo de los que cualquier psicoanalista exigiría,
no sólo Ie resulta más coherente sino qtre le parece un
me parece que no resuelve ningún misterio y que no
mejor análisis de temas aun más importantes.
da ninsuna erplicación. Sin embargo, es1.o tampoco Creo que este hecho es muy significativo por va-
es crucial para el problema, porque haya o no teniclo
rias razones, pero por el momento sólo quiero hacer
Fowles Ia intención subconsciente cle hacer a Charles
énfasis en una. Cualquier descripción de lo que quie-
o a Sarah distintos a Io que creía tener diseñaclos en
ra que fuera la "intención" de Fowles cuando se clis-
su "plan cuasi diüno", sus últimas decisiones y opi_
puso a escribir ltt mtler del teniente r[rancés, debe
niones no consisten ni se basan en ningún clescubri_
incluir dentro de ella intención- la de proclucir
miento de tal intención anterior. Surgen al confron_
algo susceptible cle ser-la
Lrataclo de tal rnanera por él y
tar, no su ser arterior sino la obra que ya proc,lujo.
por otros, es decir, la intención de crear algo inde-
,Asi como ninguna nueva idea que Fowles se haga pendiente de su intención. Cito de nuevo a Fowles, y
sobre sus personajes nos Io susiere la segun_
-como de nuevo, antes como testigo que en razón de su me-
da hipótesis intencionalista-, tampoco será una tafisica: "Una sola cosa compartimos todos nosotros
nlreva intención diferenciada. No se t¡ata de una in_
tención respecto a qué tipo de personaje debía crear flos novelistas]: queranos crear mundos tant reales
como, pero clisfíntos de, eL nundo tal crtcrl es. O fue.
porqLle este caso- se trata de una opinión o
c¡eencia-en
Por eso es que no podemos planilicar... También sa-
sobre qué tipo de personajes creó. Tampoco
bemos que Ltn mundo genuinamente creado tiene
es Lrna intención sobre cómo deben los demás enten_
que ser auLónomo respecto a su creador".
der el libro, aunque pueda implicar nG- alguna
-o Sospecho que considerar algo que uno mismo ha
expectativa en esa linea.
producido como una novela, un poema o una píntura
Fowles cambió su visión mientras escribía su Ii_
antes que como una simple serie de proposiciones o
bro, pero 1o hizo, como él mismo insiste, confrontan_
señales, "depende" de que se le considere como algo
do el texto que ya había escrito, tratalclo a sus per_
que puede ser desligado e interpretado en el sentido
sonajcs como si fueran cle verdad, reales en el senti_
que acabo cle señalar. l¿.s intenciones de los autores
do de que podía desligarlos de su plarttilla original,
no cumplen una simple función conjuntiva como la
en pocas palabras, interprel.ando é1 misr¡o sr-r obra y
que desempeña una lista de mercado para quien va
no mediante una exploración en las profunclidades
de compras, sino que están estructuradas de manera
strbconscientes de un plar.l anterior o clcscubriendo
que, entre más conscientes sea¡ las intenciones, por

t62
163
ejemplo, las intenciones respecto a las motivaciones 4u
de trn personaje particr.rlar en una novela, más con_ El crÍtico, por su parte, crea al tiempo que lnter- l.l :
tingentes serán en lo que concieme a opiniones inter_ preta. Además, ar.rnque está obligado o,."t irrgtdo Ae
lli,.
pretativas cuya solidez varÍa dependiendo de lo que alguna manera por la naturalva. de su trabajó en Ef f
*
produce y que puede cambiar rádicalmente de ya predefinido por las partes más académicas y for_
tiem_ I

po en tiempo. males de su particular teorÍa estética, el aspecto


prácüco de su sentido artisüco está comprornetido
,

PodrÍamos quizá aislar el conjunto completo de las I

creencias y opiniones interpretativas qué un autor con la responsabilidad que tiene de decidir qué pers-
üene en un momento dado eiemplo cuando en_
pectiva o qué lectura hará posible mostrar la obra
vÍa sus galeradas finales a -por
laimpienta_ y declarar, que tiene en frente como una mejor obra de a¡te. Aun
de manera solemne, que tales creencias, á., así, existe una diferencia entre interpretar al tiempo
"r, "orr_
creción ópüma, defineñ lo que la novela es o sigpilica. que se crea y crear al tiempo que se interpreta y por
Pero aun en el caso de que lo tanto una marcada diferencia entre el artista y el
-equivocadamente_ lla-
memos este conjunto particular de creencias ,.inten_ critico.
ciones", esta¡Íamos, al escogerlas, iggrorando otro , ,Quiero uLilizar la inteprgtqc-Lóq*UkrSlg*ornq rno¡ Í1.'J,, ,
üpo o nivel de intención que ei la de clea¡ una obra delo para el método fundamental aé ñdcei&Uq¡llo¡ei , ;,
cuya naturaleza o significado no está definido asÍ, j"q4@, lo que me obliga a mostrar cómo esta di6- l
porque se trata de una obra de arte, por esto mismo rencia entre artista y critico puede desvanecerse bajoi
considero que la escuela intencional del autor, tal ciertas circt¡nstancias. Imaginemos un s¡upo de no_
como la entiendo, pone a girar el valor del a¡te dentro velistas que ha sido llamado a realizar un proyecto y
de una perspectiva estrecha y limitada de lo que que éstos se sortean el orden en el que van a interve_;
quiera que sea la intencionalidad del autor. nir. Quien saque el número menor escribe el primeri
capÍtulo de una novela, cuyo autor en seguidaLnüa_.
rá al siguiente para que éste escriba un segundo *¿*¡.
+
DERECHo Y LITERATURA pitulo en el entendimiento de que estará ágregando ""_ ^,)i#,
lr".* ^
un capitulo a esa novela y no empezando una,rre-r* ü,,ef c,
La cadena legislativa y así sucesivamente. Asi las cosas, todos los novelis_
tas excepto el primero tienen la doble responsabü_
Quizá estos comentarios a lr:elo de pajaro sobre la dad de interpretar y crear porque cada uná de ellos
interpretación literaria hayan dejado ñ impresión de debe leer todo lo que se ha elaborado con anteriori_,
que existe una distinción demasiado tajante entre dad para así establecer, en el sentido interpretativo,j
el
papel que-juega el artista aI crear s, -ob.a y aquel en qué consiste la novela hasta ese momento creada,,
,l ,-L,,-** Cada uno de ellos o ellas tendrá que decidir cómo
cumple más tarde el cútico al interpretarla. El
:J1; :. lque
ol..,rnn' son los personajes "realmente"; qué motivaciones los,
prtista no puede crear sin ir interpretandó a medida
\.ñ4 {f
' fque trabaja. Además, como lo que tiene en mente es
guían; qué asunto o tema kata la novela en marcha;t
qué tanto contribuye tal o cual recurso o figura para:
iproducir una obra de arte, debe tener, aunque sea de
jmanera lograr dicho propósito y si tal elemento debe prolon-
tácita, una teorÍa sobre porqué lo que produ_ I

ice es a_rte y
porqué será como tal _como obra de garse o pulirse o podarse o incluso ser abandonado;
mejor gtracias a este giro de su pluma, pincel o para asÍ poder adelantar la novela en esta direccióntl
i"rt-
:clncel, antes que este otro. antes que en esta otra. Debe tratarse de una inter_ \
t pretación de un tipo que no esté atada a la intencio- ]

164 d
r65
I
4',
inalidad porque, por lo menos para
todos los novelis_
'tas después del seguldo, yu rá.ri"t. un único autor
Juez es como uno de los novelistas en ra cadena.
etta debe repasar y reer lo q".
J ,.1 '"
Bl
cuyas intenciones pueda intérprete ot;"1;;"*-trr?,"áJ i"i. ,"
, rar decisivas porque
algtrno
"or;il;_
asÍ lo est^ablecen las reglas
minado en el pasado no sólo p*u l , -, n
];uego.
del "ou.iárJ¡ni"t
cho, ni su estado menfa-l ul p.o",_"i*J
De hecho, algunas novelas han ";;;;"J
este modo _e1tre sido escritas de
ellas la novela pseudopornográfica ff§fl :.r*i'tri":i#;:n;TJihffi H:H§
uno de nuestros nover-stas se fue forma_ád;;;;";;,1
Noked Came tru^ftranOe._, .*-ql.
con un propósi_ niórr sobre qué era la novela hasta
to iconoclasta. Ciertoslu.go" a. ese ;;;;"
_."a
lluüosos en la campiñ" i.,S-l."a-po"een
para los dias crita. Cualquier juez obligado . p.on*"i*";^;; J' I
i ra simitar. ulra estructu_ pleito encontrará, si buscá bien ;i
;_;i;;rcicio imaginario,
Sin emÉargo, ios ..gr-"t ."i;_illi
, se espera que los novelistas ,"rrr.L chísimos casos relativamente parecid;"
, responsabiliaad con seriedad su que se ha pasado sentencia a tavés , Jot;"'i;i
y que reconozcan su aemr ae c.ear, a" áe""a"_ vli
I hasta donde les seá posible, u.ra-i.rica veces hasla centtrrias por parte
de olros ia,""a"
, novela unifi_ eslilos y. fi losofias polil_icas distintas,
_:i9i, coherente antés que
de cuentos bre_ dos de distinta ortodoxia pro".Oi*".,i.i
d;;i;;;;j "o.,
""" "..i.
ves y autónomos con personajes
que llevan to" _i"_ f, Oi"u.rt.",
convenciones jurÍdicas. Cada juez
mos nombres. d.!.;..I"g- ;;
Tal vez se trate de una tarea irrealizable. remo,_al_qqulqeiar_un--¡ruev-ó-iáso,
proyecto esté condenado a producir euizá el "o*o r¡¡l- e"f J_jj
bérrenla.eomptqja_.cadena.d.;;;p;;;;i;"A.I
no sólo Ltna no, tod¿g_-aquellasjnnurBeral¡les ser.rte¡cias."á.*"i"ior.",,
vela mala sin
ya que r.,,,affi tffi 1ffi1ilH":3n:,H..T:.h es.tlucturas,_corrv-enciones y prác_ücgs
Su responsabilidad
sü h historia. ;
autor único, o si se trata de más .. h;;;;;
debe tener algún controf
cle uno, cacla uno "o,urr'r*;ñ;.t#
fu[uro gracias a su labo¡ t.,oy. .o.n.;;;r;;; ]r,.r
conjunto. pero, b
¿qué ocurre co¡ las leyendas"ot..-"i
y los chistes? No quiero
extenden¡e sobre esto porqrá to lirtad de hacer progresar esa empresa
¡rrico que me inte_ manos antes que tomar de golpe por n""
ará"""JÍ[L
resa es subrayar_que la taréa
tiene senüdo, que cada p.opio"._ili
uno de los novelistas que co.rfo.mL no. De maflera que debe.rtuUl""i., ",
la cadena a_l_ propiojuicio, hasta dónde habían "";;;;;;;l
canza a entender *3s o menos lo que llegado h" il"i"i.:l
se espera de él nes preüas, cuá_l era el asunto primórdial
o ella, sin imRortar las reservas qr," o tema der
p.,.aun guardar la prácüca hasta ese punto y todo esto
sobre el valor o el ca¡ácter ae
ro est"
iue p-".-p*j,i_ un conjunto integral.
t._J;;;;,
_cirse. El juez, en el caso hipotético antes
I

en,derecho c?sos-dificil_es-.s-e,.parece mencionado


"r,,r. 1 ^^:l"YT un que trataba sobre el daño morat
ae fa ua, áLUe deci_
dir cuál es el tema central no sólo a.f práü."t.
ntr :::l: _Tá"en.T^1:1,.
," , pronuncia casos
cuando un juez poncrera y se
relativos
la mldre que presenció el accidenb,
;i";á;1.dos
a"
at dárechó tos
n
]-r
{ , nario. es decir, ninguna ;;;" escrita
"or"rat,rAi_
accidentes, incluyendo el que pr;".d;,
;mo un
,cuando juega todo. puede verse obligado a escoger,
llr papel
ii sión importante en el a"sunto;.r.iAi"o y la discu_
entre las dos teorías aquÍ expuesd ft. e¡ernpto,
gira en torno
a qué principio"'o rro.*." jurÍdicas el ..senti_
] "subyacen', o *están detia"" a. I." áecisiones toma_
do" o "significado,, de iu ¿. ";;;;
aüliJr.". o.
por otros jueces en el pasado. "rá..r.
acuerdo a la primera, Ios conductor""
io."forsables
Udas En ese caso, cacla deben responder ante quienes
en
", "o*po.tuirrento
r66
767
toda probabilidad es posible que cause dano fisico, il
les como individuales, o en asegurar que se haga jus- l
pero en efecto deben responder ante ellos por cual- ticia entre los ciudadanos y entre ellos y el estado oj
quier perjuicio o moral- que en efecto hayan cualquier combinación posible entre estos elementos.j
causado. De ser-fisico
este el principio correcto, entonces la (Esta caracterización es en si misma una interpreta-f
- ..t3 diferencia crucial entre ese primer caso y el de la tía ción, por supuesto, pero permisible ahora porqre re-l
W\n-. sólo consiste en que la tía no estaba en peligro de sulta relativamente imparcial.) Asi las cosas, Ia inter-i .l:
"fu{
b,[,-{, sufi:ir dano fisico y por lo tanto no puede exigir com- pretación de cualquier cuerpo o división del derecho,l¿p ñ::
&Lg*" pensación. Ahora, si se üene en cuenta la segunda debe mostrar el valor de tal cuerpo jurÍdico en térmi-i i:: f
i'',i1.. tgorta, los conductores irresponsables deben respon- nos politicos, demoskando mostrando- el mejorl iE, ;. . =,
.tt i' der por cualquier daño que, de manera razonable, de los principios que dicho-o cuerpo debe tener paraf pxj tr r;
hubiera podido preverse si hubieran pensado en las prestar un servicio. )
posibles consecuencias de su comporbamiento con Sabemos del razonamiento paralelo hecho sobre
anterioridad. De ser este el principio coirecto, enton- la literatu¡a, que esta descripción de la interpretación
ces la tia puede exigir compensación. Todo gira en en derecho no le da licencia a cada juez para encon-
torno a si es lo suficientemente previsible que una trar en la historia de la doctrina jr"rrídica lo que quie-
criatura tenga parientes, distintos a sus padres, que ra que él o ella cree que debe encontrar, Lo mismo
puedan sufrir un trauma emocional cuando sepan debe decirse respecto a la diferencia entre interpreta-
del accidente. Eljuez a cargo del caso de la tia debe ción e ideal. El deber de un juez es interpretar la
decidir cuál de los dos principios es la mejor ,'lectura, historia que encuentra, no inventarse una historia
de la cadena de decisiones que é1, además, debe con- mejor. Ciertas dimensiones de ajuste marcarán algu-.
tinuar. nas restricciones. No existe, por supuesto, rúngún al-l
¿Acaso es posible decA, de alguna manera gene- goritrno que pueda resolver cuándo tal interpretación ]
ral, cuál es el desacuerdo que existe entre aquellos se ajusta o no lo suficientemente bien a la historia en
que no llegan a un consenso respecto a cuál es la consideración. Siempre que un estatuto o una cons-
I

mejor manera de interpretar los procedimientos judi- titución o cualquier otro documento jurídieo haga
ciales anteriores? He dicho que la interpretación lite- parte de la doctrina del derecho, el significado que el
raria busca mostrar cómo la obra en cuestión puede vocero le dé a un asunto jugará un papel. pero la
verse en su mejor luz en tanto obra de arte, y por lo opción respecto a cuál de los varios y distintos senti-
tanto interpretación- debe cuidar de rasgos dos posibles que pueden estar detrás de la intención
-dicha
formales de unidad, idenüdad y coherencia asi como del vocero o de la legislación es el correcto, no puede
consideraciones sustantivas de valor artÍstico. Una remitirse a la intención particular de nadie y debe ser
interpretación üable de la prácüca del derecho debe decidida, por quienquiera que esté encargado, como
til. m ]también, de manera análoga, pasar un examen de un asunto de teoría políüca. En el caso del derecho
a,*n jdoble filo: debe ajustarse a dicha práctica y debe consuetudinario la cuestión del ajuste es más com-
,*:1... mostrar un val.or, un punto. pero el valor o pr-rnto en
I pleja. Cualquier hipótesis particular sobre el punto
dliltsi(ü / este caso
no puede ,rti"u"o porque el derecho no central de una serie de decisiones decisiones
I
l" tq. , I es una labor afÍstica. ".i Ia" ley es una empresa política establecen el principio de que nadie-'estas
puede reclamar
s",o [,*,' cuyo asunto más general, aL existir alguno, descansa
i compensación por da_ño moral si no estaba cerca de
rv:l'íc"{; i en la coordinación de los esfuerzos del indiüduo y
los \a zona donde pudo ocurrir el daño fisico en perso-
lde Ia comunidad, o en resolver disputas tanto socia- na"- es muy probable que encuentre, si no ejemplos
t
168 169
I
rtajantes por er contrario en casos anteriores, 1,, ,i,
menos encontrará disct,rsos o argumentos
por ro
que pare_ dere adecuada, ésta no podrá nunca generar ,lr,l , r-
un¿r i¡r-
lo contrario. De modo que cuarquier terpretación única. [,a diferenci" ..rt
I;; :::^:5:Tinterpretativa con- E tácilcs y
diliciles en derecho quizá sea p.."i"...r"rrie
iJ\ .. llPcton útil debe una doctri_ "u"os I¿r cli[e_;
q",. para el error"orrt..r..
_así como la debe
, .r ir,l 1r^1 }e llargen
rener la teoria interpretativa :..r"1" entre aquellos de interprÁtación única y aqr_r(:_
llos
de cualqúera de de interpretación plural.iasi
velistas que conforman la cadena. los no_
aigrr.." veces un distintas de un poema pueden, "orr.;;" Iecturas
I razonamiento jurÍdico acata¡á de manera explicita encontrar suficiente respaldo en""dr;;u;;
un únicá t*i; ""iá1,"
I

tales errores: .,En tanto que los ;;;; i


y coherencia, así dos principios
d. e ,..",Ir-e
"."o" lo contrario, y
C-uers¿rs D pudieran t.t...""r.r.tto otsuntos ":pueden
T:_:TA l:ld"denconLrar argumentos
suficienles
l
,
es_
taban, a nuestl en.los casos del pasado para iatisfa""id;;';;;;:
serán tenido"
ü:fl:#üyilTí"::Jf
doctrina del precedente no da ffi#
a esta aproxi-
3:i.j.:1":
oe
r,r,able y apropiada. En rat
.r p.lui
"""r, (At iglral
la [eor¡a políüca jugará un papel decisivo.
f

mación tan cruda y requiere del".¡ia.


como: ,.se estableció que las consideraciones más sltanciales i

f\i! que, en E uers¿¿s tr, H cua-I, pero


el caso dio lugar a rito artÍstico.) De manera sucinta, .r, .fdr;;i";;-'l
. .".*, problemas { y
muy especiajes de'be p". L t .t" perrna_
necer como un caso aislado en sÍ
.¡.r"ff", f"""*"a.^iul
legislación sobre accidentes, por
i"terpre_
tación_ en Ia que se considerá que-et
mismo,,, Io que no
es tan poco sincero como en un principio ponsable debe responder ante áquellos
árrár"to. i..."_
recer,
puede pa_
perJ'uicio sustancial y preüsibli
q".
"rfri.rorl
." prob.nt"rn.rrt.
' Esta flexibilidad puede da¡ la impresión
de me_
una mejor interpretación, aunque sOlo to
sea porque
noscaLrar la diferencia sobre la qr. qri.ro insisti¡, a enuncia un principio de justicia más
sólido que aI_
saber, la que existe entre la §ún principio-que haga la oiferencia"iO., .rrie On ro"
iat..p..á"iOn en estricto
sentido y una decisión nueva, hápia, nstcos y morales, u otro que haga
que hace úabu_ depender la posibi-
la rasa sobre lo que la ley deberiá lidad de una demanda por perjúcios
sér. Co., todo, no morales de la
se puede negar la existencia de cantidad de peligro lisico en la
esta limitante primor_
di1l. Lo que cualquier juez consid..; q". [r" prao esta¡ ef ae_
mandante. (euisiera agregar qr. ."t.
es el meollo problema, en_
o la función esencial de la ley, tendido como un probtemá de moral p"iiti"",
sobre el que es muy
dependerán todos y cada uno de "f.Á.rr-to complejo y que muchísimos jueces y
los aspectos de su ánog.áo" distin_
peculiar manera de acercarse a guidos han tomado uno y otro partido.) -'
una interpretación,
incluirá o implicará, de-algr_rna rnn r..á, Podemos resumir el asuntó asi: los jueces
una concep_ desa_
ción sobre la integridad y-coherencia rrolla¡r su particular enfoque respecto
áe h ley como o i. irrt.rp..t._
institución y esta concepción a su vez guiará, ción juridica, construyenáo y ..firrrrao
de ciertos lirnites, su manera de
dentro
política sensible a aquellos aáuntos táa teo¡,
la ley. En otras palabras,
entenJer el ajuste a ;;;.;"
interpretación dependerá en los casos particula¡es. que Ia
"""de"o"i""ioies respecto a
cuánto, cómo y qué paries la ley u.rt..io. deben Esto lo llaman su filosofia juridica o
del ierecho. tn_
,ser releva¡tes aI elaborar su interprátación. cluirá tanto rasgos eslructürales como l;"
El para_ á;. se ela_
llelo con la interpretación literaria ffif-sienOo valao boran para suplir el requisito general
len este caso.
de cómo una
interpretación debe ajustarse a=ta
doctrina histórica
dejg de verse, sin embargo, asl como aJirmaciones de peso sobre fines
J^^_T^: 9.!:
cua] sea la leoria parLicular
que sin im_
principios de justicia. Así las cosas, socia_les y
*porlar que"utr juez consi_
cualquier juez sobre cua-l es la mejor
la opinión de
V inieriretación,
170
t7t
$
I será el resultado de creencias que otros jueces pue- ciones que hice sobre la subjeüüdad y la ob¡eUvidadf
¡ aen o no comparLir. Si un juez considera que el pro- en la interpretación literaria. En el recuento que hice I
pósito fundamental de un sistema jurÍdico, la meta a sobre la interpretación en el derecho no hay ninguna
la que debe servir, es de natu¡aleza económica, en- razon clara para poner en duda la bondad de-una l
I

tonces verá en el historial de casos de accidentes una interpretación respecto a otra, ni que pueda haber
/
estrategia para minimizar los costos en general de una que sea mejor que todas. eue esto sea asÍ, Uene {
tales accidentes. Otrosjueces, que encuentren lo an- que ver más con problemas filosóñcos generales que
terior como una pésima visión del derecho, no verán f
no le son peculiares ni a la literatura ni al derecho-. y f
en el historial del pasado nada parecido a esa estra- nos vendrÍa muy bien, al considerar estos problemas
tegia sino, más bien, quizá, un intento por fortalecer generales, hacerlo sin empezar con ideas d;r." y pr.- l
f

la moral convencional en 1o que a la culpa y la res- concebidas sobre las condiciones necesariás v sufi_
ponsabilidad
I r ---------. concierne. Si insistimos en la importan_ cientes de la qhjetiü{ad
-comoser ejemplo q". "n_
por
I cia de un alto grado de neutralidad aI describir la guna teorÍa del derecho puede sólida y sensata, a
1

I interpretación juridica, creo que no se puede hacer


I

menos de que logie convencer a una piedra_. Mien_ \


i una descripción más concreta que la que aqui hemos tras tanto podemos, razonablemente, Lruscar desa_ l
l_realizado. rrollar distintos niveles de una concepción del dere_ I

cho por y para nosotros mismos, para llegar . ,rr. {


La intención autorial en eI derecho interpretación de una práctica importantÍslm^ y q,r.
/
| ,-,.].¿ nos parezca, alavez una interpretación correctaln i
Quiero más bien considerar varias objeciones que 1o que al derecho concierne y correcta también
',l';;
*: . I podrian hacérsele, no a los detalles de mi razona- una interpretación de este tipo.
/
"or.,oJ :^l ,.^,t
'/I
I miento, sino a su tesis fundamental de que la jnter_ Veamos pues con más detalle una úlüma y distin- ,§r1:
j pretación en el derecho es esencialmente politica. ta objeción: que mi hipótesis política sobre ia inter_ it'- ''
Dejo a un lado, por lo tanto, la objeción geneá ya pretación jurídica, al igual que la hipótesis estética
mencionada: que tal manera de entender el derecho sobre la interpretación artÍstica,
I

lo conüerte, de manera irremediable e irreducütrle, -no d4 cr¿Cnla_ade_ |

cuada de la-iL+teneión autoria_I. eue no


en un problema subjetivo, una mera cuestión de qué en cuenta et rrecni-Tffie1á¡¡Igap5etelsfó";; ". *o a..r.]
U.r. i
| il'tr.
:",_-,
es lo que un juez particular considera mejor o que chQ=e§- §-i$plemente
cha=e§_ §-implemente una,,c,Uestió_n de-ir descub.i..,á., I1 il
url? _,c,u9Stió_n "d.e_iL-dsscub.i.rráo tr.
f depende de lo que tomó en el desa¡runo. eara algu- lo-qgq yq¡ro.§
lctoreS del proqqsqjwÍdreo
I nos abogados y académicos del derecho lo anterior constituciona-les, miembros del Congreso -Oelágados
V á*_
I

I no constituye pa_ra nada una objeción sino sólo los bleas lesislativas, jueces y funcionarios administrati- iI
j €iérmenes de una sabidurÍa escéptica sobre el dere- vos-tenÍan en me-4!e. De nuevo, es muy importante J .
I cho. Pero sÍ es fi.mdamenta_l a mi razonamiento aque_ ver lo que aquí está en juego.*I¿ !!pOte¡¡" pi¡6ü.ii h,,.,;,
f
f Uo ae que, la diferencia tajante entre la descripción y da cabida al problerna rteJa-irtención_auto¡afeomo i f,,,, '
1a evaluación sobre el que dicho escepücismo se
,UEa-xalqcqBsiég_4e !a interpretacién,.{.rna--conccpclOn j i¡
asienta diferencia entre simplemente encontrar que-ggqy§ que-]a"mqior.teorÍa.poliücale .oJqrgaa'la
.

-la"ahi"
el derecho en la historia o inventarlo todo de i, - . I
iqtencién_ de- .leglslador-es. .y J'.ueces' err" el p.asado_un
nuevo- no tiene lugar aqui ya que la interpretación .

es algo distinto en ambos casos. -papeiaecislej!_la intsfp.reiaci{sn. Visto así, la teoria


de la intención autorial no cuestiona la hipótesis po_
Por tanto, quisiera repetir algr.mas de las observa_ litica sino que antes bien respaldada su autoridad. Sl

t73
ésta otrjeción constituye en verdad una objeción al teoría sobre la intencionalidad legislativa. Si acepta- d
razonamiento hasta ahora expuesto, entonces, 1o que mos la primera descripción, entonces un juez que I
rarguye, debe entenderse de otro modo, proponiendo, quisiera respaldar las intenciones del delegado, pero
por ejemplo, que el "sigpificado" mismo de la inter- \ que considera que la educación es un asunto de inte-
pretación en derecho requiere sólo que dichas inten- rés fundamental, encontrará la segregación inconsti-
*r,t* ciones oficiales sean tenidas en cuenta o por lo me- tucional. Si aceptamos la segunda, no encontrará in- i
nos que exista un consenso entre los abogados con constitucional la segfegación. La opción entre las dos
tal efecto. Ambos alegatos son tan tontos como los descripciones no puede hacerse mediante más refle-
ialegatos paralelos sobre la idea o la práctica de la xiones sobre lo que quiera que la intención sea en
interpretación en el a¡te. verdad. La opción debe tomarse decidiendo sobre
r Supongamos, por lo tanto, que en efecto concebi- una de las dos descripciones, aquélla que sea más
rnos la teoria de la intención autorial como una con- adecuada en virtud de una mejor teoría sobre lo que
,cepción antes que como una explicación de la inter- es una democracia representativa o algún otro terre-
pretaciónjuridica. Asi, Ia teoría parece reposar sobre no decididamente politico. (Podria agregar que no ha
Itierra más firme, como ya lo habia sugerido, cuando su-rgido aún ningún argumento convincente para
tla interpretación es interpretación de un textojurídi- considerar en favor de las intenciones más concretas
co canónico como lo es una cláusula de la Constitu- de un delegado, y que esto es de la mayor imporLan-
ción, o una sección de ley, o la disposición de un cia siempre que se trate de discusiones sobre si la
contrato o un testamento. Pero así como señalamos "intención original" de los artÍfices debe suprimirse,
ique la intención de t¡n novelista es un asunto com- por ejemplo, la discriminación racial o la pena de
¡plejo y estructurado de modo que avergonzaría a una muerte.)
teorÍa de la intención autorial simplista en literatura, Cuando se consideran los problemas interpretati-
debemos ahora señalar que la intención de quien le- vos en relación al derecho consuetudinario, la teoria
;gisla es compleja de manera similar. Supóngase que de la intención autorial resulta aun peor favorecida.
,run delegado a una asamblea constituyente opta por Y no se trata de un simple problema probatorio. Qui-
.una cláusula que garantiza" la igualdad de trato sin zá podamos descubrir qué tenían "en mente" todos
distinción de raza en asuntos que atañen los intere- los jueces que sentenciaron en casos de accidentes
ses fundamentales de la persona... pero que conside- en un momento dado en nuestra historia jurÍdica.
'ra que la educación no es un interés fundamental y Podríamos quiza también descubrir
que, por lo tanto, considera que la tal cláusula no -o especular-
algo sobre las ex¡rlicaciones psicodinámicas, o econó-
hace de los colegios racialmente segregados algo in- micas, que pudieran informar el porqué cada juez
,constitucional. Podemos distinguir aqui una inten- pensó lo que pensó. Sin duda el resultado de toda
lción abstracta y otra concreta:á delegado pretende esta investigación
prohibir la discriminación en lo que quiera que sean -o especulación- se convertiría
en una masa de datos psicológicos en esencia distin-
lintereses fundamentales pero también intenta no ta para cada uno de los jueces incluidos en el estu-
;prohibir los colegios segreg;dos. No se trata de inten- dio, y podrÍa d¿irsele cierto orden a toda esta informa-
iciones diferenciadas y aisladas. PodrÍamos decir que ción, ta] vez, únicamente mediante sumarios estadís-
,inuestras descripciones describen la misma intención ticos en cuanto a la proporción dejueces que, en un
de maneras distintas. Ahora, lo que si es muy impor- período histórico, probablemente opinaba qué cosas
,tante es cuál descripción acepta como canónica una y estaba sujeta a qué influencias. Pero esta masa de

t74 175
información, aun domesticada por la suma estadísti-
T,e PoLÍTICA EN Iá. INTERPRSTACIÓN
ca, no seria de más ayuda para el juez que intenta
dilucidar la pregunta de hasta dónde lo puiden llevar Si mis aseveraciones respecto al papel que la polÍtica'J
todas esas sentencias previas, tomadas en su con_ juega en la interpretación jurídica son razonables,f
junto, que lo que serÍa la información paralela de uno
entonces sería de esperar que encontrásemos opinio_f
de los eslabones en nuestra cadena dé novelistas in_
nes decididamente liberales o radicales o consewado_{
tentando decidir cuál era la novela que los novelistas
ras, no sólo en cuanto a cómo deberían ser nuestrd
anteriores habían escrito entre todos. Dicho juicio, en
Constitución y nuestras ses sino en cuanto a lo quei
cada caso, requiere de una nueva interpretación que
ya son. Y esto es justamente lo que encontramos. Iai
no será el resultado exclusivo de una Étrosera investi_
interpretación de la cláusula que protege la igualdad
gación histórica ni la expresión nueva e ingenua, ta,_
en la Constitución de los Estados Unidos ofréce mu_
bttla rasa" de cómo las cosas debieron ser.
chisimos ejemplos.grálicos. No puede existir ningfuna
Un juez que creyese en la importancia de discernir
interpretación útil de lo que esta cláusula significa,
la intención autoria_l, busca¡Ía eludir este problema
independiente de alguna teoúa so.l¡re qué se entiende
seleccionando un juez parLicular
de jueces- en el pasado -o grupo
ejemptó
pequeño
aquettoi ¡ue_
por igualdad politica y hasta qué punto la justicia
-pordictaminaron sobre un requiere de la igualdad. Es más, los últimos cincuen_
ces que más recientemente
caso parecido aI suyo o el caso que él encuenke más
ta anos de legislación constitucional han sido una
parecido- y se preguntaria qué jurisprudencia seria exploración justamente de estos asuntos de moral y
la que dicho juez o grupo de jueces querian sentar ética políüca. Abogados conservadores han ategadá
para el futuro. Asi, estaría tratando a los julces ante_ sin tregiua no con igual consistencia_ en
riores como personas que sientan legislación y todo favor de un-aunque
tipo de interpretación de esta cláusula
del tipo intencional, y han acusado a otros que uüli_
se convertiría en una invitación pa,ra que entraran a
juzgar los problemas que surgen de la inte4ln:tación zaron otro üpo de interpretación con resultados más
ecuánimes, de haberse inventado la ley antes que in_
I de normas tipificadas incluyendo el problema muy terpretarla. Sin embargo, no eran más que disputas
Epave que acabamos de percibir. pero áun asi, no lo_
grarÍa escamotear los problemas especiales de la a¡_ con las que pretendían ocultar el papel que sus con_
bitración cuando se trata del derecño consuetudina_ ücciones políticas personales jugaban en su halrer
rio, porque el juez que implementara esta teorÍa de la optado por el estilo interpretaüvo. tos grandes deba_
interpretación, tendria que asumir que él mismo po_ tes sobre la cláusula que protege la iguatdad hu_
drÍa busca¡ sólo las intenciones de tal juez parlicular bieran sido muchÍsimo más iluminantes si sólo se
o jueces anteriores, que él mismo seleccionó... cosa hubiera aceptado de modo más seneral que recurrir
que no puede hacer a menos que considere todo el a la teorÍa política no consütuía una corrupción de
asunto como el culmen de la práctica jurÍdica _no la interpretación sino que hacía parte de lo que toda
sólo las intenciones de "otro,, juez, o¡uéces, a¡rterio_ interpretación signifi ca.
res- y que esto es lo que los jueces en su posición ¿Acaso debiera la polÍtica jugar un papel compa- |
deben hacer. raLrle en la interpretación literaria o artistica? ya nos I
hemos acostumbrado a la idea de una politica de Ia I
interpretación. Stanley Fish, en particular, ha pro_ |
mulgado una teoría de la interpretación qr" pr."rpo- |
ne que los debates entre las escuelas rivales de in[er_ j
1l

t76
t77
^-
I pretación literaria tienen más carácter politico que nos directa entre la teoria estéüca y la política. CuaI_
polémico-discursivo: profesores rivales buscando li- quier teoria estética exhausüva debe contener, en su
derazgo. Y por supuesto, hoy por hoy, es r-rna vieja centro, algún tipo de tesis epistemológica, alguna se_
verdad establecida en la sociologÍa de la literatura, y rie de puntos de vista sobre las relaciones perdura_
i no sólo en la contribución marxista a esta disciplina, Lrles entre la experiencia, la autoconciencia v I. p.r_
) O,r.
.t modo o la moda en el arte de la interpretación cepción o formación de valores. De otorgarle al auto-
isiempre ha sido muy sensible a, y eq)resa en sí mis- descubrimiento algún papel en el arte, se necesitarÍa
]ma, estructuras politicas y económicas más amplias. entonces una teoría de la idenüdad personal lo sufi_
lEsas importantes observaciones son externas: tocan cientemente adecuada como pa-ra establecer con cla_
las causas del surgimiento de ésta o aquélla manera
f ridad las fronteras que separan a un indiüduo de su
fde enlocar la literatura y la interpretación. circunstancia y de otros indiüduos, o por lo menos,
Varios de los ensayos que fueron leídos en la con- para negar la existencia de tales fronteras. parecería
ferencia para la que se preparó inicialmente éste, dis- probable también, que cualquier teorÍa exhaustiva
1-cutÍan estos problemas. Pero ahora nos interesa más sobre la justicia social, deberá echar raÍces en con_
I unacuesUón ilterna, más la polÍtica e¡r-Iq-itlflrpleia- vicciones de ésta o similar naturaleza, El liberg§ggrq,
I cíón que-la pslrlSa de le_ m!_e_{p*Ie!eq9&*¿Eeq!g__sue
politicnE cnnla¡ss
por ejemplo, que le da gran importanciaá'Ilautono-
mia, qutzá dependa de una üsión muy particular so_
|
-p::a+o-pueden-prineipios-:norales
I como razona.naientos-válid"og-RqI-a-Uq4 j4tqlpfstadó¡-
/partiq,ulardqum*o!-f +p-'r¡qc¡¡l-e{.9".-c_"_om.o--e1¡fasus.ge=
bre el papel que los juicios de valor juegan en la üda
Ce la gente. Quizá se apoye en Ia tesis de que las
\.,nerql_qJ-p¡s'h-l_ejt;r{e,1+lnlerp¡etacló-qSp"_téJiea?Exis- convicciones de las personas en lo que a los valores
\ te un sinnúmero de posibilidades y muchas de ellas concierne, son en efecto, creencias susceptibles de
) viven como parásitos de algunas de las teorías ex- discusión y cambio antes que simplemente los cons_
\*promiso
puestas en estos ensayos, Se dijo que nuestro com- tituyentes de la personalidad fijados por causas ge_
con el feminismo o que nuestra lealtad para néticas y sociales. Y cualquier teoría política quJle
con la nación o nuestro descontento con el surgi- otorgue importancia a la igualdad, también requiere
miento de la Nueva Derecha tenía que influir en de presupuestos sobre las fronteras entre las perso_
nuestra manera de evaluar y apreciar la l-itcratura, nas, porque debe distinguir entre trata¡ a las per_
En efecto fue una opinión márs o menos generalizada sonas como iguales y simplemente hacer de ellas
no unánime- durante la conferencia, la personas distintas.
-aunque
de que a la crítica profesional le fallaba algo si no le Quizá seúa un proyecto ¡azonable el de, por lo
prestaba atención a tales asuntos políticos. Pero si menos, averiguar si existen o no fundamentos filosó_
nuestras convicciones en lo que atane estos protrle- licos parliculares compartidos por especificas teorÍas
mas políticos específicos pueden contribuir a diluci- políticas y estéücas para que asÍ pudiéramos hablar
dar qué tan buena es una novela o un poema o una con propiedad sobre una estética liberal o marxista o
pieza de teatro, entonces también tienen que pesar al perfeccionista o totalitaria, por ejemplo. eue existan
decidir, entre distintas interpretaciones particulares problemas y preguntas en común, apenas si nos ga_
de dichas obras, cuál es la mejor interpretación. O ratúlzana esto, por supuesto. Se necesitarÍa ver, por
por
1o menos debieran pesar si lo que aquí digo tiene ejemplo, si si es posible rastrear el liberalismo, como
sentido. 1o han supuesto muchos filósofos, a un fundamento
f No es posible tampoco explorar una conexión me- epistemológico único y diferenciado, distinto al de
d
178 t79
otras teorías politicas y luego preguntarse si tal fi;n_
damento podría proyectarse hacia una teorÍa estética
y, allí, producir ella misma un esülo de interpretación
claro y distinto. No sé si tal proyecto pueda tener
éxito. Sólo comunico mi impresión de que 14 politica,
el*arte-y-,el,dpr.echa,.s"eunen,dealgq4am"-4neid-_-enf a
"!.19§ofi..;

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