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MARCO TEÓRICO

La transición en el proceso de las actividades económicas en el Altiplano Central


de México durante el siglo XX con la llegada del periodo presidencial de Carlos
Salinas de Gortari y hasta la culminación del sexenio de Ernesto Zedillo presenta
una gran importancia económica y social para dicha zona, en dónde el
neoliberalismo, es el principal motivo de esta, y a su vez representa, un modelo
económico contrario a los modelos establecidos con anterioridad que presentaban
un sentido conservador en cuanto a la intervención del estado en la economía,
cuyos cambios principales fue el establecimiento de los monopolios, fomentando la
propiedad privada y teniendo este sector un mayor peso en las actividades de
comercialización, dejando a tras al estado como pilar de la economía nacional
cambiando la forma de las actividades económicas.

Siendo una nueva fase en la manera de producción, las actividades económicas, el


estado da por terminado la parte agraria y como lo establece Durand Leticia

Sé instrumentaron mecanismos legales para la privatización y

desagregación1 de las tierras colectivas en el centro de México; se permitió

la compra de tierras a empresas nacionales o extranjeras, y la asociación

comercial entre ellas y los ejidos”, (párr.11)

este nuevo cambio fue el factor influyente en el cambio de la manera de producción


de las empresas de alimentos, más específicamente del altiplano central que incluye
al Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Puebla, Tlaxcala y
Morelos; estados pertenecientes a la región con más población y mayor actividad
económica cuyos procesos se vieron alterados, pues al existir un aumento de
competencia por diversas empresas de la industria aunado a la innovación
tecnológica que ofrecía este nuevo mercado, el alimento que se procesaba
resaltaba la importancia de la industria dentro del sector; basado en la calidad de
su producción, de consumo y las exportaciones que realizan, lo cual de manera
conjunta permitía que continuara existiendo una empresa dentro de la industria de
alimentos ya que como lo indica Mónica Blanco (2014):

1
Desagregación: Desglose de las observaciones dentro de una rama común de una
jerarquía.
las empresas buscan mejorar continuamente el suministro 2 de alimentos

procesados, ya sea de forma local o internacional, principalmente por dos

razones: la primera es para mantener abastecidas las líneas de producción y

así poder cumplir con la demanda de alimentos en el mercado, y la segunda

razón es para crearse una ventaja que les permita ser líderes en el mercado

al ofrecer productos diferenciados. (párr. 30)

El proceso neoliberal, que comenzó a cobrar mayor importancia con el periodo


gubernamental de Carlos Salinas, también se vio impulsado por la liquidez de
aquellas empresas sin aportación importante a la economía y que solo generaban
gastos al gobierno, conocido como la privatización de empresas paraestatales,
provocando reformas fiscales y una liberalización comercial fomentada por el capital
privado y la inversión extranjera que se encargaron de hacer útiles a las empresas
mexicanas, generando más empleos, más competencia y menos centralización del
estado en la economía, así mismo

Con la operación de múltiples tratados de libre comercio, particularmente el

TLCAN, [Se permitió] el ingreso al país de productos manufacturados en

condiciones de competencia muy desigual y desfavorable para los productos

locales, particularmente para la pequeña y medianas empresas; igualmente,

ha impulsado la sustitución de proveedores de insumos locales por extranjeros

y desarticulado las cadenas de valor. (PADILLA, 2016, párr. 22).

Lo cual se vio reflejado en el PIB ya que de acuerdo con Duran (2014) "El producto

interno bruto sólo se incrementó 57 veces (0.57%) en el periodo 1983-2000, al

2
Suministro: La mercancía a ser fabricada y distribuida a través del proceso denominado
crecer a una tasa media de 2.5% anual, lo cual implicó un aumento de apenas 11.7%

en el PIB per cápita” (párrs.11 y 12).

Aspectos que nos permiten entender el desequilibrio que causó la llegada de este
proceso neoliberal en la economía de las empresas de alimentos del Altiplano
Central y sustentando la necesidad de investigar las afecciones de este proceso en
el entorno económico.

El neoliberalismo trajo consigo el desempleo una consecuencia por la

históricamente conocida ineficiencia interna del sistema capitalista (especialmente

cuando se trata del capitalismo "periférico" o subdesarrollado)

Para lograr el pleno empleo y eliminar los efectos del subdesarrollo y la pobreza en

este sector, tales como la falta de formación de gran parte de la mano de obra

potencial o real, la mala alimentación, la falta de transporte adecuado, adecuado y

barato, etc., ahora hay que sumar otras causas del proyecto neoliberal. entre estos

1. El proceso de privatización y de supuestos ajustes para “Mejorar la

productividad y la competitividad” produjo numerosos despidos masivos.

2. La apertura hacia el exterior afecto en varios sentidos a la planta productiva

y a los trabajadores en México: la elevación de la competitividad está

exigiendo la introducción de tecnologías modernas. Esto defiere que la

competencia con los productos extranjeros ya ha ocasionado el cierre de

fábricas, microindustrias, talleres, restaurantes, etc.

El agravamiento de esta situación se gestó en el sexenio pasado. En vísperas de

celebrar el 10 de mayo de 1988 (día del trabajo y de los trabajadores), estos datos

describen, con bastante claridad, un primer resultado de la im- plantación del


modelo neoliberal en México por el Secretario del sistema de planeación y

presupuesto (SPP), Carlos Salinas de Gortari y bajo la presidencia, que ya llegaba

a su término, de Miguel de la Madrid: en ese sexenio hubo "4,165,819 despidos, el

cierre de cerca de 1,000 empresas, la violación sistemática del derecho de huelga

y la condena a las mayorías a vivir con los salarios más bajos de la historia. El

desempleo creció 4 veces en el actual gobierno y supera el 17% de la P E A

calculada en 26.5 millones de trabajadores. En el espinoso camino que, a lo largo

de estos últimos 5 años han seguido los asalariados, su dirigencia sindical fue

dejando sindicatos, contratos colectivos de trabajo, conquistas que llevó años

lograr, demandas nunca escuchadas, pactos violados (...). (García, 1992, p.84).

Conjunto a estas consecuencias se dio un cambio de política, lo que se denomina

como "política social" comprende dos aspectos: uno que se refiere a las

prestaciones contractuales o prestaciones sociales, que viene a ser como un

complemento a los trabajadores asalariados (seguro social, despensas, guarderías

para los hijos pequeños, descuentos en útiles escolares, transporte, primas

vacacionales, aguinaldo, etc.). (García, 1992, p.97).

Durante el sexenio de Portillo -el "boom petrolero"- fue uno de los proyectos que
más impulso recibió. Sin embargo, desde 1983, esta política de aumento del
bienestar no sólo se ha detenido, sino que también ha sufrido reveses. Las razones
aducidas giran en torno a la difícil situación económica de estas empresas y el
riesgo de que muchas de ellas quiebren. Luego, cuando se renovó el tratado, se
empezó a trabajar para modificar, recortar o eliminar las disposiciones asistenciales,
todo ello con el apoyo explícito de directivos débiles o corruptos, en particular las
autoridades del Departamento del Trabajo. y Seguridad Social (STPS), órganos de
mediación y arbitraje locales y federales, etc. Como tal, es una política social
implícita ya veces explícita: acabar con los subsidios, las prestaciones, los
populismos, etc. Todo ello catalogado ideológicamente como "condescendiente".
Se trata de una política concluida con la celebración del "acuerdo" en el que se
acordó un "límite habitacional".
La política social no tiene como objetivo crecer y producir más para vivir mejor y
aparte tener mejores niveles de vida. No, ahora, "la política social aparece como un
mecanismo de compensación de las insuficiencias del mercado", como afirma
Manuel Canto Chac.

Esta política empezó en el sexenio de la Madrid, aunque en forma titubeante, no


con tanta claridad como en el actual sexenio. Y si consideramos que el secretario
de la SPP del régimen anterior y responsable de la política económica es el actual
presidente de la República, me parece que hay que responsabilizarle al Lic. Salinas
de Gortari la paternidad de este giro en la política social. Bajo este aspecto, en
realidad, los dos últimos sexenios forman una especie de unidad. "La naturaleza y
metas de toda política económica son económicas en sentido estricto, o sea, (que)
se refieren a la adopción de criterios para producir y asignar recursos, en oposición
a la política social, donde los propósitos son de carácter meta económico (como la
elevación del nivel de vida, del bienestar, etc.). Mientras el carácter de la política
social es propositivo, el de la política económica es adaptativo respecto de una
variedad de objetivos y eminentemente instrumental. En términos de la formulación
de un modelo de desarrollo, es lógico suponer, entonces, la subordinación de la
política económica a los propósitos de la política social. Sin embargo, observamos
en el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988 que la política social aparece como
una derivación, como una parte de la política económica general (...). De igual
manera, pero más claramente, el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 subordina
y limita seriamente la política social a la política económica." Este iluminador párrafo
de Pedro H. Moreno Salazar expone con nitidez tanto el cambio de jerarquías de
una y otra política, como la unidad —llamémosle así— de criterios y orientaciones
de ambos sexenios (García, 1992, p.99).

Cabe mencionar que existió una consecuencia de suma importancia con la llegada
del neoliberalismo referente a una crisis en sector agrícola cuya relacion es de las
más directas con el enfoque de las empresas de alimentos del Altiplano central;
dicha crisis fue dada por una disminución de la demanda interna de alimentos pues
comenzó a cobrar fuerza el consumismo, la rentabilidad de las inversiones agrícolas
y la acumulación de este capital, pues los inversionistas preferían invertir en la parte
de la propiedad privada dedicada a la industria; cabe mencionar que de acuerdo
con las investigaciones de Calva (1998):
Las políticas económicas del Estado a partir de 1982 determinaron: 1) la brusca

caída de la inversión pública en irrigación, fomento agrícola y crédito rural – de 1982

a 1990, el Estado le redujo a los ejidatarios los recursos económicos y financieros

en un 600 %; 2) la contracción de la demanda interna de alimentos y materias primas

agropecuarias; y 3) la evolución de las relaciones de precios desfavorables a la

agricultura.

Cuyo reflejo de este proceso se aprecia en el PIB agrícola hasta el fin de la década
de los noventa cuyas variaciones pueden apreciarse en la figura 1 donde se puede
observar que es a un nivel bajo con respeto a la época pasada (Ver figura 1).

También al verse reducida la producción de alimentos, agudizó el proceso de


migración de los campos rurales hacia la parte urbana, cuyo beneficio se dio en las
empresas ubicadas en el centro del país por su mayor nivel de desarrollo, lo cual
afecto a la misma población por el aumento de la demanda de empleo y la baja
oferta que había con respecto a esta por lo que las empresas de alimentos
aprovecharon en medida de lo posible estas situaciones para una mejora y
mantener un lugar en el mercado aunado a esto las entidades económicas se vieron
obligadas a cambiar la estructura de organización que manejaban, ya que al existir
un periodo de crisis el nivel de productividad se redujo, provocando una disminución
de empleados y por tanto una nueva adaptación al mercado.

Con lo anterior se da pauta para analizar las consecuencias y de cierto modo los
beneficios que se obtuvieron con la llegada del neoliberalismo, radicando en el
proceso de la obtención de materia prima para la elaboración de productos así como
las medidas que se adquirieron para mantener a flote la economía de las empresas,
cabe mencionar al contrastar estas consecuencias los resultados arrojan que no
existe una gran diferencia debido a que están encaminadas al uso de recursos, la
implementación y afección de nuevas normas y tratados económicos.

ANEXOS
Figura 1: Tasa de crecimiento anual PIB agrícola, 1993-2008

Fuente: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, 2010

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