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TEMA: A1B2.

Factores Ambientales

Indaga en el Internet los conceptos de los Factores Ambientales poniendo


un especial interés en los Factores Ambientales Bióticos y Abióticos.,
Población, Comunidad, Ecosistema, Bioma y Biosfera.

Factores Ambientales Bióticos


Factores bióticos son los organismos que vivos que interactúan con otros
organismos, refiriéndose a la flora y la fauna así también las interacciones con
otros organismos vivos o seres vivos de un ecosistema.

Características de los factores bióticos


Las principales características de los factores bióticos:
-Son aquellos que tienen vida.
-Normalmente se refieren a la flora y fauna, sus formas de vida y sus relaciones
intraespecíficas y relaciones interespecíficas.
-Tienen un comportamiento específico y presentan adaptaciones para sobrevivir
en el medio en el que viven.
-Los seres vivos compiten por alimento, el espacio u otros recursos.
-Cuentan con estrategias de reproducción.
Existen diversos métodos por los cuales son capaces de obtener la materia y
energía del medio físico. De esta manera, se clasifican en tres grandes grupos:
productores, consumidores y descomponedores.
Clasificación de los factores bióticos
Los factores bióticos o seres vivos pueden clasificarse de dos formas principales:
según la organización ecológica y según su posición en la cadena trófica o
alimentaria.
Por un lado, en la clasificación de los factores bióticos según los distintos niveles
de jerarquía o de organización ecológica podemos encontrar:
Individuo: organismo unitario, estructural y fisiológicamente independiente, bien
sea unicelular o pluricelular, que presenta la capacidad de sobrevivir sin necesitar
a otros seres vivos, en un ambiente determinado.
Población: según Odum (1972) este concepto hace referencia a la agrupación de
individuos de una misma especie, que comparten espacio y tiempo, por lo que
actúan frente a los mismos factores ambientales y se relacionan libremente entre
sí (alimentación y reproducción)
Comunidad o biocenosis: es el conjunto de distintas poblaciones y, por tanto, de
distintos grupos de especies, que habitan un mismo lugar o territorio (biotopo). Las
comunidades en su interacción con el medio físico o biotopo en el que viven y que
les rodea forman los diferentes ecosistemas.
Por otro lado, en la clasificación de los factores bióticos según su posición en la
cadena alimentaria o los distintos niveles tróficos del ecosistema que habitan
podemos encontrar:
Productores: los organismos autótrofos o productores son aquellos que, a partir
de la energía que captan y de las sustancias inorgánicas y minerales
proporcionadas por el medio físico, elaboran sus componentes orgánicos, en los
procesos de fotosíntesis o quimiosíntesis. Ambos procesos, que presentan la
misma finalidad, se diferencian en la fuente de origen de la energía que los
organismos necesitan y extraen para llevarlos a cabo. En el primero de los casos,
la energía procede de la luz del sol y, en el otro, de reacciones químicas.
Consumidores: los consumidores son organismos heterótrofos, es decir, se
alimentan de la materia orgánica elaborada (consumidores primarios que
consumen productores) o procedente de otros organismos (consumidores
secundarios, terciarios y cuaternarios y que consumen a otros consumidores) y la
transforman en su propia materia orgánica. Los consumidores primarios o
herbívoros se alimentan directamente de los organismos productores. Los
consumidores secundarios se alimentan de otros consumidores empleando
diferentes estrategias trópicas. Algunas de estas son: el carnivorismo, el
parasitismo, la omnivoría, el detritivorismo (carroñeros, saprófagos, coprófagos).
Se considera consumidores terciarios y consumidores cuaternarios a los
superdepredadores.
Descomponedores: estos organismos, en su mayoría microscópicos, constituyen
el último de los niveles tróficos. Se encargan de reciclar la materia orgánica,
transformándola en materia inorgánica para, así, devolver al medio algunos de sus
compuestos. En este otro post puedes conocer más sobre Cuáles son los seres
vivos descomponedores con ejemplos.
Factores Ambientales Abióticos

Los factores abióticos son la estructura sobre la cual se alzan los ecosistemas.
Hay factores abióticos físicos y factores abióticos químicos y no poseen vida, pero
caracterizan el territorio y modelan las comunidades presentes, siendo su
combinación más o menos favorable para la supervivencia de determinadas
especies. A su vez, son perturbados y modificados por los seres vivos. Los
factores abióticos, los bióticos y las relaciones que existen entre ellos constituyen
los ecosistemas.
Los factores abióticos de un ecosistema son todos los componentes que
determinan el espacio físico o biotopo en el que se desarrolla la biocenosis; esto
es, donde viven, se alimentan, se relacionan y se reproducen los seres vivos.

Existen distintos tipos de factores abióticos o elementos abióticos.


Estos pueden ser de carácter geográfico o topográfico (latitud, longitud, altitud,
orientación, pendiente...), climático (temperatura, luz solar, humedad relativa,
viento, presión atmosférica, precipitaciones, concentración de partículas en
suspensión...), edáfico (composición y estructura del suelo) y químico
(componentes del aire, agua y suelo).

Junto con los organismos vivos y las interacciones que guardan en el medio, estos
factores constituyen una pieza clave en la configuración de los ecosistemas. En el
conjunto de los ecosistemas (biosfera), es posible identificar tres tipos de
ambientes diferentes: terrestre, dulceacuícola (zona costera, marismas, estuarios,
ríos...) y marino, a partir de la configuración de factores abióticos.

Características de los factores abióticos

Las características más importantes de los factores abióticos:

 No tienen vida.
 Su naturaleza puede ser natural (p.ej.: agua) o artificial (p.ej.: plásticos).
 Son limitantes, ya que influyen en el crecimiento y la expansión de los
organismos.
 La combinación específica de factores abióticos determina las especies
de flora y fauna que habitan los distintos espacios naturales.
 Son modificados por los seres vivos.
 Estas combinaciones y alteraciones son responsables de las diversas
adaptaciones que incorporan los organismos.

Ejemplos de factores abióticos

Estos son algunos ejemplos de factores abióticos:


 Los bosques son muy importantes por los servicios y bienes que proveen.
Su distribución está sujeta a factores abióticos de tipo topográfico. Por
ejemplo, la taiga o bosque boreal, ubicada entre los 50ºN y 60ºN de latitud,
presenta temperaturas en invierno próximas a los 20 ºC y de unos -30 ºC
en invierno.

 Los bosques tropicales húmedos se sitúan alrededor de los 10ºN y 10ºS,


donde las temperaturas son mucho mayores (25-27 ºC). Las condiciones
en ambos casos son diferentes, por lo que también los es la flora y fauna
propias. Además de la temperatura, también son factores abióticos del
bosque tropical los suelos, la intensidad de la luz y la humedad relativa.

 Los desiertos vienen modelados por factores abióticos extremos. Por


ejemplo, entre los factores abióticos del desierto vemos que el agua y la
luz solar son elementos determinantes. La vegetación está adaptada a la
escasez de agua. De hecho, la mayoría de las plantas son CAM, es decir,
realizan una fotosíntesis diferente al resto de plantas (C3).

 Entre los factores abióticos de la selva, destacan la luz solar, la humedad,


la temperatura y el cielo. Estos ecosistemas están muy expuestos a la
radiación solar. A fin de evitar la pérdida de agua, las plantas presentan
hojas muy pequeñas, excepto en zonas bajas de las selvas en que las
hojas son grandes para captar más luz, debido a que les llega menos que
a las partes altas. Esta adaptación es un ejemplo de cómo influyen estas
condiciones en la biocenosis.

 En los ecosistemas acuáticos, podemos decir que entre los factores


abióticos acuáticos vemos que la temperatura también juega un papel
clave. Con el cambio climático la temperatura superficial de mares y
océanos está aumentando, lo que provoca cambios en los patrones de
distribución de las especies marinas.

 En las zonas de costa, las actividades humanas han aumentado la turbidez


del agua. Esto da lugar a que especies que dependen de una buena
iluminación como la Posidonia oceánica, actualmente estén en Régimen
de Protección Especial.

 Los humedales costeros son uno de los ecosistemas acuáticos más


vulnerables a cambios en los factores fisicoquímicos. Ejemplo de ello son
los cambios de salinidad que han convertido a albufera de València en un
lago dulce, pese a sus orígenes salinos.

 El oxígeno disuelto en el agua es esencial para la vida. Su concentración no


solo depende de los procesos de producción y consumo, sino que la
interacción con otros factores abióticos, como la temperatura, provoca
variaciones, afectando a la fauna y flora de estos ecosistemas.

 En los desiertos fríos de las regiones polares, la temperatura, la luz solar


y las precipitaciones son factores abióticos terrestres muy importantes. La
escasez de horas de luz, la falta de precipitaciones y las bajas
temperaturas hacen que las formas de vida vegetales sean simples y
escasas (musgo, líquenes...).

 El aire es un factor abiótico importante, pues hace referencia al conjunto de


gases presentes en la atmósfera. La composición de la atmósfera permite
la vida en el planeta. Sin embargo, los seres humanos, con la emisión de
Gases Efecto Invernadero (GEI), la están alterando, provocando el
calentamiento global.
Población
Una población desde el punto de vista ecológico se define como "el conjunto de
individuos de la misma especie que ocupan un lugar y tiempo determinado, que
además tienen descendencia fértil". Ejemplo: afectan factores como la
disponibilidad o calidad de alimentos, cambio de hábitat, etc.
Los atributos o características que se estudian en todas las poblaciones son:
Mortalidad es el cociente entre el número de individuos que mueren en una
unidad de tiempo dentro de la población y su tamaño.
Natalidad es el cociente entre el número de individuos que nacen en una unidad
de tiempo dentro de la población y el tamaño de la población.
Inmigración es la llegada de organismos de la misma especie a la población. Se
mide mediante la tasa de inmigración que es el cociente entre individuos llegados
en una unidad de tiempo y el tamaño de la población.
Emigración es la salida de organismos de la población a otro lugar. Se mide
mediante la tasa de emigración que es el cociente entre individuos emigrados en
una unidad de tiempo y el tamaño de la población.
Si en una población la suma de la natalidad y la tasa de inmigración es superior a
la suma de la mortalidad y la tasa de emigración su tamaño aumentará con el
tiempo; tendremos una población en expansión y su crecimiento se representará
con signo +.
Si por el contrario la suma de la natalidad y la tasa de inmigración es inferior a la
suma de la mortalidad y la tasa de emigración, la población disminuirá con el
tiempo; tendremos una población en regresión y su crecimiento se representará
con signo -.

Comunidad

Cuando hablamos de comunidad ecológica, o biocenosis, comunidad biótica o


comunidad biológica, nos estamos refiriendo al conjunto de seres vivos que
habitan en un mismo lugar. Este lugar se denomina biotopo (literalmente, lugar
para la vida) y constituye el espacio y el soporte más primario de la comunidad
ecológica.

De este modo, cuando hablamos de comunidad ecológica estamos hablando de


algo que tiene la definición de un grupo de seres vivos de muchas especies y tipos
biológicos (microorganismos, vegetales y animales) que viven de forma
relacionada entre sí en un mismo espacio. Se trata de una estructura que debe ser
entendida en conjunto, y no como una mera suma de seres individuales, ya que es
justamente en esa visión de conjunto, o visión holística, donde la comunidad
ecológica encuentra su valor más elevado.

Qué importancia tiene una comunidad ecológica


Cuando hablamos de comunidad ecológica, el aspecto que requiere una mayor
atención no es el individuo como ser vivo, sino precisamente las relaciones que
establece el individuo con los demás individuos de su biotopo, o lugar en el que
habita. De hecho, el valor que se deriva de entender qué es una comunidad
ecológica viene determinado por la comprensión de que los individuos de una
misma comunidad sobreviven en su conjunto, ya que establecen diferentes
relaciones entre sí y que permite, en conjunto, que la vida sobreviva y prospere en
el biotopo en el que se encuentra.

La comunidad ecológica pone de manifiesto la relación que existe entre las


diferentes especies de seres vivos que conviven en un mismo hábitat. Estas
relaciones se establecen en todos los ámbitos, desde la cadena trófica (la cadena
alimenticia), a aspectos mucho más sutiles, como puedan ser las relaciones de
simbiosis que se establecen entre algunas bacterias y algunos animales, entre
vegetales que sirven de refugio para algunos animales, o la manera en que
algunos carnívoros evitan la sobrepoblación de especies herbívoras que afectarían
a la vida vegetal.
Como se puede ver, la palabra que mejor describe y ejemplifica el gran valor de
las comunidades ecológicas es "equilibrio". El equilibrio ecológico hace referencia
a un estado en el que, habiendo movimiento y dinamismo, el conjunto se mantiene
ordenado. Eso es exactamente lo que sucede con las comunidades ecológicas.
Son espacios llenos de vida y de actividad biológica pero que, gracias a que todas
las especies actúan en equilibrio las unas con las otras y con el biotopo que sirve
de soporte a toda la estructura, no se desarrollan de forma autodestructiva o
invasiva. Esto permite un desarrollo continuado y sostenible, que garantiza la
riqueza biológica y el éxito de todas las especies que se integran en la comunidad
ecológica, sin que su actividad individual conlleve la destrucción de otras especies.

Cómo se pueden conservar las comunidades ecológicas


Naturalmente, la especie que más daño causa a las comunidades ecológicas es el
ser humano, ya que su actividad tiende a desestabilizar el equilibrio que
caracteriza este tipo de comunidades. Sin embargo, si se cambia la manera de
relacionarse con la comunidad ecológica, así como estableciendo una serie de
pautas a la hora de llevar a cabo las actividades que como especie realizamos,
podremos minimizar el impacto negativo del ser humano en las comunidades
ecológicas de cualquier tipo:
Evitar la sobrexplotación
La sobreexplotación se define por una explotación de los recursos naturales por
encima de la cantidad que el ecosistema está capacitado para soportar. Llevando
a cabo una explotación responsable de los recursos se protege a la comunidad
ecológica que depende de los mismos.
Evitar la introducción de especies invasoras
Cada comunidad ecológica se ha formado a partir de miles, e incluso millones, de
años de evolución que han llevado al equilibrio actual. La introducción de nuevos
agentes biológicos (microbios, vegetales, animales, etc.) tiende a desestabilizar
cualquier comunidad ecológica, por lo que es importante evitar la introducción de
las especies invasoras en otras comunidades ecológicas.
Crear zonas protegidas de alto valor biológico
No todas las comunidades ecológicas son iguales. Se considera que aquellas que
tienen un mayor número de especies son más importantes que aquellas que
tienen menos, así como aquellas que cuentan con especies autóctonas que no se
encuentran en otros lugares. Estas comunidades requieren una protección mayor
que aquellas en las que la riqueza biológica no es tan especial y particular. De
este modo, la mejor forma de proteger estas comunidades biológicas pasa por
aislarlas de ciertas acciones humanas, lo que se consigue mediante la
determinación de áreas protegidas.

Ecosistema
Un ecosistema es un sistema que está formado por un conjunto de organismos,
el medio ambiente físico en el que viven (hábitat) y las relaciones tanto bióticas
como abióticas que se establecen entre ellos. Las especies de seres vivos que
habitan un determinado ecosistema interactúan entre sí y con el medio,
determinando el flujo de energía y de materia que ocurre en ese ambiente.

Existe una gran diversidad de ecosistemas en el planeta. Todos están formados


por factores bióticos (seres vivos) y factores abióticos (elementos no vivos, como
el suelo o el aire). Existen, además, distintos tipos de ecosistemas: hay marinos,
terrestres, microbianos y artificiales, entre otros ejemplos.

Un ejemplo de las relaciones que tienen lugar entre los seres vivos de un
ecosistema son las relaciones alimentarias. Las cadenas
tróficas o alimenticias son representaciones sencillas de las relaciones
alimentarias que existen entre las especies que forman parte de un ecosistema
determinado. Por lo general, en los ecosistemas las cadenas tróficas se
interrelacionan formando redes tróficas.

Se dice que hay una relación trófica entre dos organismos cuando uno de ellos es
consumido por el otro. A su vez, el organismo consumidor puede ser
el alimento de otro que forma parte del mismo ecosistema. Así, se forma una
conexión entre varios eslabones y se constituye una cadena trófica. Cada uno de
los eslabones de una cadena representa un organismo que “come a otro” o “es
comido por otro”.

Componentes de un ecosistema
Un ecosistema está integrado por dos tipos de elementos o factores:

 Elementos bióticos. Son aquellos elementos de un ecosistema que


poseen vida, es decir, todos los seres vivos que lo habitan, Por
ejemplo: la flora y la fauna.
 Elementos abióticos. Son aquellos factores sin vida que forman parte de
un ecosistema. Por ejemplo: condiciones climáticas, relieve, variación
del pH, presencia de luz solar.

Es muy importante tener en cuenta que las relaciones que se establecen entre los
elementos bióticos y abióticos también son consideradas un elemento más que
forma un ecosistema determinado.

Tipos de ecosistema
Existen diversos tipos de ecosistema que se clasifican de acuerdo al hábitat en el
que se ubican:
 Ecosistemas acuáticos. Se caracterizan por la presencia
de agua como componente principal y son el tipo de ecosistema más
abundante: constituyen casi el 75 % de todos los ecosistemas
conocidos. En este grupo se incluyen los ecosistemas de los océanos y
los de las aguas continentales dulces o saladas, como ríos, lagos y
lagunas.
 Ecosistemas terrestres. Tienen lugar sobre la corteza terrestre y fuera
del agua en diversos tipos de relieve: montañas,
planicies, valles, desiertos. Existen entre ellos diferencias importantes
de temperatura, concentración de oxígeno y clima, por lo que la
biodiversidad de estos ecosistemas es grande y variada. Algunos
ejemplos de este tipo de ecosistemas son los bosques, los matorrales,
la estepa y los desiertos.
 Ecosistemas mixtos. Son ecosistemas que se ubican en zonas de
“intersección” de distintos tipos de terrenos, por ejemplo, en los que se
combinan el medio acuático y el terrestre. Los ecosistemas mixtos
también llamados híbridos, comparten características tanto de
ecosistemas terrestres como de los acuáticos, y se los considera zonas
de transición entre ambos tipos de ecosistemas mencionados. Los seres
vivos que habitan en este tipo de ecosistemas (como los anfibios) pasan
la mayor parte del tiempo en uno de los dos ecosistemas, pero
requieren del otro para reposar, alimentarse o procrear. Algunos
ejemplos de este tipo de ecosistemas son los manglares, los esteros y
las costas.
 Ecosistemas microbianos. Son ecosistemas formados por organismos
microscópicos que habitan en prácticamente todos los ambientes, tanto
acuáticos como terrestres, e incluso dentro de organismos mayores,
como es el caso de la flora microbiana intestinal.
 Ecosistemas artificiales. Son aquellos ecosistemas creados y/o
intervenidos por el ser humano, por lo cual también se los conoce como
ecosistemas antrópicos. Algunos ejemplos de estos ecosistemas, que
son cada vez más comunes en nuestro planeta, son los ecosistemas
urbanos, los embalses y los ecosistemas agrícolas.
Características de un ecosistema

-Están formados por factores bióticos y abióticos que se interrelacionan de forma


dinámica a través de las cadenas tróficas, es decir, el flujo de materia y energía.
-Varían en tamaño y estructura según su tipo.
-Pueden ser terrestres (en relieves como el desierto, la montaña,
la pradera), acuáticos (de agua dulce o salada) o mixtos (como los que pueden
encontrarse en humedales).
-Pueden ser naturales o artificiales (creados y/o intervenidos por el ser humano)
-Existe en muchos de ellos una gran biodiversidad.
-Son ambientes dinámicos y variables que experimentan cambios naturales o
artificiales y un constante flujo de energía y nutrientes entre los factores (tanto
bióticos como abióticos) que los constituyen. Se denomina “ecotono” a la zona de
transición entre un ecosistema y otro.
-La fuente principal de energía en los ecosistemas es la que proviene de
la radiación solar. Esta energía es aprovechada por los productores (que son el
primer nivel trófico de las cadenas alimentarias) para fijar la materia inorgánica en
orgánica.
-Son sistemas complejos debido a las interacciones entre sus miembros. A mayor
biodiversidad, mayor complejidad del ecosistema.
-Pueden ser alterados de manera natural (como las catástrofes naturales) o por la
acción del hombre (como la deforestación, la contaminación y la pesca
indiscriminada). Las alteraciones por acción del hombre pueden causar daños
irreversibles en los ecosistemas, ya que muchas veces las especies que allí
habitan no pueden adaptarse a los cambios producidos en el medio.

Tipos de ecosistemas terrestres


Los principales tipos de ecosistemas terrestres son 4, que podemos distinguir
entre:
 Bosques y selvas: algunos ejemplos de estos tipos de ecosistemas
terrestres pueden ser las selvas amazónicas, los bosques secos, los
bosques templados de frondosas, los bosques templados de coníferas y
los bosques subtropicales de coníferas y taiga.
 Matorrales: arbustal, xerófilo y páramo.
 Herbazales: pradera, pradera alpina, estepa y sabana.
 Ecosistemas terrestres sin vegetación: puede que sí que la tengan, pero
en estos casos es muy poca o casi inexistente. Nos encontramos con la
tundra, el desierto.
Tipos de ecosistemas acuáticos

Ecosistemas acuáticos marinos o de agua salada

Como definición de ecosistema acuático marino o de agua salada, podemos decir


que se trata de los sistemas acuáticos con un elevado nivel de sal, que se
encuentran en zonas entre contentes y que rodean islas. Los ecosistemas
oceánicos o marinos representan el 70% de la superficie terrestre y el 99% de su
volumen. Hablamos de aguas saladas, como los mares y los océanos, pero no de
otros relacionados, como las marismas, que son considerados ecosistemas
mixtos, que tienen tanto parte de agua como de tierra y, por tanto, de aire y,
además, su nivel de salinidad es menor pero no tan bajo como el del agua dulce,
es decir, son aguas salobres.

Además, los ecosistemas de agua salada se caracterizan por poseer una gran


estabilidad, lo que no significa que no varíen de unos a otros. Por ejemplo, lo
hacen variables como la luz del sol, temperatura y concentración salina, entre
otros factores, sobre todo en función de la profundidad.
A distancias abisales, la mayor parte de los ecosistemas son desconocidos,
precisamente por esa variación en flora y fauna (desde animales microscópicos
hasta crustáceos, tortugas, peces de todos los tamaños y mamíferos marinos,
entre otras criaturas marinas) que se produce a distintas profundidades. Aun así,
puede afirmarse que las zonas costeras son más pobladas, en fuerte contraste
con un prácticamente inhóspito fondo marino, en buena parte debido a que la
cadena alimentaria comienza con el plancton, y este precisa de la luz solar para
crecer.
Te aconsejamos ampliar más este tema yendo a este enlace sobre Cuáles son los
ecosistemas acuáticos de agua salada.

Ecosistemas acuáticos de agua dulce

Como su propio nombre indica, los ecosistemas de agua dulce se encuentran en


lugares donde hallamos aguas dulces, es decir que tienen un contenido bajo en
sales, como los siguientes:

Los ríos.
Las aguas subterráneas.
Los estanques.
Los pantanos.
Las lagunas.
Los lagos.

Lógicamente, pues, el nivel de salinidad de los ambientes acuáticos dulces será


mucho menor y constituyen una fuente de agua de la que beber y con la que regar
los cultivos. A diferencia del ecosistema marino, su profundidad y diversidad de
fauna y flora es menor, aunque también es rica.
Diversos factores, como la climatología (la suma de vectores como la altitud,
temperatura y humedad) y el relieve, determinan las características del hábitat.
Por ejemplo, la flora y la fauna de un lago poco profundo en una montaña del
Norte será muy distinta e incompatible con la propia de un lago poco profundo de
agua cálida en una zona de clima tropical. En cada entorno, en cada ecosistema,
se crean las condiciones idóneas para que esas formas de vida puedan prosperar.
De hecho, cada ecosistema es único.

Aunque cada ecosistema es único, y sufre evoluciones predecibles e


impredecibles, las similitudes que pueden establecerse entre muchos de ellos
permiten conocerlos mejor gracias a estudios científicos que facilitan establecer
pautas comunes de conservación.

Bioma

Un bioma, también llamado paisaje bioclimático o área biótica es una determinada parte del
planeta que comparte el clima, flora y fauna. Un bioma es el conjunto de ecosistemas
característicos de una zona biogeográfica que está definido a partir de su vegetación y de las
especies animales que predominan

Tipos de bioma

Los biomas se clasifican de acuerdo a distintos sistemas, tomando en cuenta las


condiciones físicas, geográficas, climáticas y bióticas que atañen a cada región.
Así, puede hablarse de:

Biomas terrestres. Aquellos que tienen lugar sobre tierra firme, es decir, en


alguna parte de la plataforma continental, sea en
planicies, montañas o desiertos de cualquier naturaleza.

Biomas marinos. Aquellos que se hallan en los depósitos de agua salada: mares


y océanos, así como las costas continentales.

Biomas de agua dulce. Aquellos que tienen lugar en lagos, ríos y otros depósitos
de agua dulce, así como sus respectivas costas.

Ejemplos de bioma

Desierto. Un bioma predominantemente árido, con pocas precipitaciones y


vegetación xerófita, de haberla. Los hay cálidos, como el que cubre la zona norte
del África (desierto del Sahara) y congelados o polares, como la meseta helada de
la Antártida, tan fría que el agua líquida es inexistente. También suelen darse en
suelos arenosos, rocosos y helados. Casi una tercera parte del planeta está
cubierto por este tipo de bioma: 50 millones de kilómetros cuadrados (53% cálidos
y el resto fríos).

Estepa. Bioma escaso en precipitaciones, de territorio llano y vegetación herbácea


(arbustos y yerbajos a lo sumo) que suele hallarse lejos del mar. Poseen una
amplia variación térmica y suelos ricos en minerales, pero escasos en materia
orgánica y por ende poco fértiles. Se le puede considerar un yermo, es decir, un
desierto frío y rocoso, como las estepas de Asia, de Norteamérica y de la
Patagonia argentina, o la meseta altiplánica de la Puna andina.
Tundra. Bioma de bajas temperaturas y suelos helados, vegetación baja típica de
las zonas polares, ocupa casi un quinto de la superficie total del planeta.
Predominan los musgos, líquenes y los suelos pantanosos, abundante
en turberas. Es frecuente en Siberia, Alaska, Canadá y Groenlandia, así como en
los extremos sur de Chile y Argentina, regiones con climas fríos y verano corto,
cuyas temperaturas máximas no superan los 10 °C. En ocasiones puede darse la
congelación del suelo (permafrost).

Taiga. Llamada a la vez bosque boreal, este bioma es la mayor reserva forestal


del planeta, compuesta casi exclusivamente de coníferas de alto tamaño y hoja
perennifolia, como abetos, arces y pinos, y una abundante fauna herbívora. Son
exclusivas del hemisferio norte: Siberia y la Rusia europea, Alaska y Canadá.

Pradera. Bioma predominante de pastizales y matorrales templados, en zonas de


baja precipitación (alrededor de 300 a 1500mm anuales), incapaces de
albergar bosques, pero sin llegar a ser zonas desérticas. Su suelo es fértil y de
abundantes capas, producto de la corta vida de la vegetación. Idóneo para el
cultivo de plantas alimenticias, con inviernos fríos y veranos cálidos, típicos de las
zonas norteamericanas o de la pampa argentina.

Selva tropical. Este bioma se extiende en la cercanía del ecuador, en Suramérica


(la Amazonía), en África (la selva del Congo), en Asia y Oceanía. Es el de mayor
abundancia en biomasa del planeta: una alta y frondosa vegetación de copa
abundante, que garantiza un suelo fértil y húmedo, con muy frecuentes y
abundantes precipitaciones anuales y un clima cálido, desprovisto de invierno. Son
el gran reservorio de biodiversidad del planeta (50% de todas las especies
conocidas) en una franja menor al 7% de la superficie terrestre.

Biosfera
Cuando hablamos de biosfera nos referimos a la capa de nuestro planeta donde
se desarrolla la vida. Abarca unos diez kilómetros por encima del nivel del mar,
hasta donde llegan algunas aves con su vuelo, y las profundidades marinas hasta
8 kilómetros.
La biósfera es una de las cuatro capas que rodean la Tierra junto con la litósfera
(rocas), hidrósfera (agua), y atmósfera (aire) y es la suma de todos los
ecosistemas. La biósfera es única. Hasta el momento no se ha encontrado
existencia de vida en ninguna otra parte del universo.
La biosfera no solo es importante, sino completamente indispensable para todos
los seres vivos del planeta. Se encarga de proveer alimentos y materia prima,
además de conservar la diversidad biológica. Al mismo tiempo, previene y reduce
la contaminación. Asimismo, es un marcador del cambio climático.

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