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Intimidación: Cuando una persona o grupo lastima repetidamente a alguien a

propósito, puede ser físico, social y/o verbal.

Espíritu de intimidación: Es un espíritu demoniaco, como el espíritu de temor.


Se presenta a través del temor al hombre. Este espíritu hace que nuestros dones
adormezcan. Si no lo ejercitamos porque hay un espíritu que lo intimida, lo vamos
a desaprovechar. Nosotros tenemos dones y autoridad para ejercer en estos
dones.
Es nuestra responsabilidad mantenerlo. Este espíritu nos impide ejercer nuestra
autoridad a través de la mentira, diciendo que no podemos o que somos menos
que  él.
 
1. Tu lugar de autoridad: Para que no perdamos nuestra posición en Cristo
Jesús,
 A todo creyente se le ha dado un lugar en el espíritu. Se nos ha dado una
habitación (en lo espiritual). Un lugar de habitar en el espíritu.
 Hay que habitar a través de la comunión con el Espíritu Santo.
 En el Salmo 91
 Efesios 2:6. Y asimismo nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo.
 Debo reconocer que tengo un lugar celestial.
 Si no conocemos cual es nuestro lugar celestial no podemos funcionar bien.
o Una planta de piña no puede funcionar como una planta de uva.
 Hay muchos que fracasan en las iglesias porque quieren ejercer y ser como
otras personas.
 A nuestra posición en los lugares celestiales lo acompaña dones y talentos,
nuestra función y la autoridad.
 
Tu posición de Autoridad
 
 Tu posición de autoridad puede ser perdida o robada.
 Pero ¿Cómo puede eso pasar? A través de la transgresión.
 Hechos 1:20.
“¡Que su casa se quede vacía!
¡Que nadie viva en ella!
¡Que otro haga su trabajo!”
 Génesis 2:16. Dios le encomienda a Adán que no se coma del fruto del árbol
del conocimiento del bien y del mal. La transgresión es a través de Adán y no
de Eva, porque la encomienda era de él y no de ella.
 Cuando Adán transgrede, el diablo le roba la autoridad… y por eso el mundo
está como está, porque la autoridad del mundo se la ha entregado Adán al
diablo.
 Lucas 4:
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los
reinos de la tierra. 
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque
a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
 Cuando Jesús vino a la tierra, después de su muerte, el recupera la autoridad
perdida. Él era el único que podía hacerlo porque era 100% hombre y 100%
Dios.
 Mateo: 28:
18 Pero él se acercó y les dijo:
 «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.
Dios nos da el privilegio de hacernos partícipes de los lugares celestiales.
 Efesios 1:19-20
19 y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los
creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y
potencia 20 cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo,
 Y nos da autoridad sobre todas las cosas:
 Efesios 1:21-23
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre
que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia, 
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
 
Y lo mismo que hizo el diablo con Adán, lo quiere hacer con nosotros… que
transgredamos las leyes de Dios.
Debemos tener cuidado para no perder la autoridad, ni que nos la roben.
Dice la Biblia que no debemos darle lugar al diablo. Y lo hacemos siempre
cuando hay un pecado de por medio.
Jesús vino, nos devolvió la autoridad, pero el hombre vuelve a darle lugar al
diablo, y le cede la autoridad.
Debemos pedirle al Señor que podamos pensar como Él, para que
funcionemos bien, y usemos la autoridad como él lo hace.
 
Hay dos maneras de perder la autoridad,
1. A través de la transgresión…
2. A través de la intimidación…
 
La intimidación
 
 Para poder contrarrestar este espíritu, no basta solo con reprenderlo.
Tenemos que tener sabiduría y el carácter correcto.
 Lo primero que debemos fijarnos de nuestro carácter es que sea puro,
honesto, sincero, como Timoteo. Filipenses 2:19-22
 Lo primero que busca el Señor en un carácter es un corazón puro.
 Cada uno de nosotros tenemos que trabajar para que Dios cambie nuestro
carácter.
 Debemos luchar para tener un buen carácter para que haya un equilibrio
entre nuestros dones y nuestro carácter.
 No solo debemos buscar los dones, sino que también la sabiduría de Dios
para administrar bien los dones que el Señor nos ha dado.
 Debemos orar como el rey David, y pedirle al Señor que nos dé un corazón
como el suyo.
 Debemos procurar el carácter antes que el poder.
 Un ejemplo claro: Judas Iscariote como los demás discípulos, hacía milagros,
sanaba y tenía el mismo poder en Cristo. Sin embargo, Judas no tenía
carácter y eso lo llevó a la perdición.
 Debemos tratar con nuestro hombre interior.
 Filipenses 3:8-15 (Como el Señor forma nuestro carácter).
 Si nuestra meta es conocer a Cristo, el formará nuestro carácter y nos
mostrará las cosas que debemos de cambiar. Nos hará ver las cosas como
Él quiere que las veamos.
 Lo que anhela el Señor es que lo conozcamos más.
 No vamos a alcanzar la madurez espiritual hasta que no estemos en una
mayor intimidad con el Señor.
 Por eso hay muchos líderes y miembros que fracasan en la iglesia, porque no
tienen intimidad con el Señor.
 Por lo tanto, el corazón puro y limpio y la transformación de nuestro carácter
es un requisito que debemos tener para batallar contra el espíritu de
intimidación.

La intimidación debe ser encarada con confianza y seguridad en el Espíritu Santo.


2ª Timoteo 1:7, "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio".

Filipenses 1:28 No se dejen, pues, intimidar por los enemigos; Dios ha dispuesto
que lo que para ellos es señal de perdición, sea para ustedes señal de salvación.

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