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INTRODUCCIÓN
Considerando que en otro tiempo no éramos pueblo (1Pedro 2:10), y que sin Cristo, estábamos lejos de los pactos de la promesa,
sin esperanza y sin Dios en el mundo, pero a través de Cristo, por medio de su sangre, hemos sido acercados a Él (Efesios 2:12-
13). Recordemos que fuimos llamados de las tinieblas a la Luz Admirable, y que el Señor nos llamó por su gracia con diferentes
propósitos, siendo uno de ellos anunciar el Evangelio. Por gracia fuimos salvos, ahora nos toca dar de gracia. La Palabra de Dios
a parte de enseñarnos nuestro deber de compartir lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, también nos enseña la forma adecuada
de hacerlo. En este estudio aprenderemos según la Biblia: Que es evangelizar, las diferentes clases de evangelismo, donde
debemos evangelizar, como debemos de evangelizar, cuando debemos de evangelizar, a quien debemos evangelizar y quienes
deben o pueden evangelizar.
DESARROLLO
El evangelismo no solamente es un deber o una responsabilidad que tenemos como hijos de Dios, también es un gran privilegio ya
que a través de este trabajo, muchas personas llegan al conocimiento de Dios, por medio del arrepentimiento que es producido por
la Fe que viene como consecuencia de haber oído la predicación del Evangelio. Dice la Palabra del Señor que cuando un pecador
se arrepiente hay gozo en los cielos (Lucas 15:7-10). Sin embargo el evangelismo es un trabajo que debe de hacerse con
entendimiento, teniendo la debida preparación para poder hacerlo eficientemente. Veamos a la luz de la Escritura en qué consiste
este privilegio tan hermoso:
¿QUE ES EVANGELIZAR?
La palabra evangelizar es traducida a nuestro idioma de la palabra griega euangelízo (G2097) y quiere decir: anunciar buenas
nuevas y/o evangelizar (específicamente el evangelio), también se puede traducir como noticia, nueva, predicar, evangelio y
anunciar. Básicamente evangelizar entonces, es testificar, predicar, anunciar, declarar, dar a conocer, proclamar: las buenas
nuevas del Evangelio. Lo interesante de esto es que la Biblia nos enseña que hay diferentes facetas en el evangelismo, ya que hay
un proceso de evolución en la forma de cómo debemos de anunciar el Evangelio. Existen diferentes niveles de predicación y esto
es importante entenderlo, ya que vemos ejemplos en la Biblia de personas que al haber sido alcanzados por el Señor,
inmediatamente empezaron a anunciar (evangelizar), pero por otro lado vemos al Señor Jesucristo, quien envió a sus discípulos a
predicar (evangelizar), después de haberlos preparado; y más adelante vemos al Señor Jesucristo advirtiéndole a sus apóstoles que
no salgan a testificar (evangelizar), sin haber sido investidos con el poder de lo alto. Esto pareciera ser antagónico, pero no lo es.
Lo que sucede es que todos como iglesia en general hemos sido llamados a anunciar las buenas nuevas (evangelizar), pero no
todos hemos sido llamados a predicar. La Escritura nos enseña que no es lo mismo predicar y testificar. Es por eso que el Señor
cuando dio la comisión diciendo Id, vemos que a los creyentes se les dice “id” para hacer algunas cosas determinadas, por
ejemplo “Id y contad” Mateo 11:4, pero a los discípulos se les comisiona para otras cosas por ejemplo: “Id y desatad” Mateo
21:2, siendo enviados a libertar, sin embargo a los ministros que ya habían sido formados es decir que avanzaron de discípulos a
siervos el Señor en la gran comisión les dice “Id y predicad” Marcos 16:15, y vemos que al nivel de predicación que se refería el
Señor, que está explicado en Hechos 1:8 cuando les dice “recibiréis poder y me seréis testigos” entendiendo que el Señor los
estaba enviando a testificar. Considerando esto podemos decir que el evangelismo está dividido en tres partes: 1. El Evangelismo
del Atrio. 2. El Evangelismo del lugar Santo, 3. El Evangelismo del Lugar Santísimo.
Anunciar también se traduce de la palabra griega G518 apangélo de G575 y la base de G32; anunciar:-avisar, dar
aviso, contar, decir, declarar, dar las nuevas, hacer saber. Esta palabra se aplica en el sentido de contar y hacer saber
algo que hemos visto y oído, por ejemplo, cuando los discípulos de Juan vinieron a Jesús para saber si él era el que habría
de venir el Señor les contestó: “Id y contad a Juan lo que oís y veis:” Mateo 11:4 El Señor no les dio argumentos, ni
explicaciones si no que les dijo “Id y contad” lo mismo sucedió con las mujeres que llegaron al sepulcro al tercer día de
la muerte del Señor, cuando un ángel se les apareció y les dijo que Jesús había resucitado. “Y ellas, alejándose a toda
prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos” Mateo 28:8 Este tipo de
evangelismo se basa en anunciar lo que ha sucedido, aun cuando no tengamos la explicación. Quizás las mujeres no
entendían lo sucedido, sin embargo fueron y contaron lo que habían visto y oído. Muchos tienen temor de evangelizar al
considerarse faltos de conocimiento de las Escrituras, sin embargo existe este tipo de evangelismo por medio del cual
anunciamos sin la mayor explicación las buenas nuevas. El anunciar el evangelio es una comisión que Dios les da a
todos los creyentes.
La palabra predicar en la Biblia, en su gran mayoría, se traduce de la palabra griega G2784 kerússo y significa
proclamar (como proclamador público), específicamente verdad divina (el evangelio) y se traduce como predicar,
pregonar, proclamar, publicar, heraldo, divulgar.
Como parte de la actividad ministerial que nuestro Señor Jesucristo realizó, la predicación juntamente con la enseñanza
fue su forma de vida. “Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.” Mateo 4:17 Nuestro Señor y Salvador, fue ungido y enviado para anunciar y predicar el evangelio:
“EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO
A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS…” Lucas 4:18 Antes de
su ascenso, el Señor Jesucristo envió a sus discípulos diciendo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.” Marcos 16:15 la predicación del evangelio es una comisión que Dios le da a los que han sido discípulos de
Cristo. Es importante aclarar que no necesariamente quien predica debe ser considerado un ministro de orden primario,
de la misma manera como existe el don de la enseñanza (Romanos 12:6-7) también existe el ministerio de maestro
(Efesios 4:11). De esta misma manera existe el don de la predicación que no necesariamente es el ministerio de
evangelista. En otras palabras no todo el que predica el evangelio es un evangelista, pero un evangelista verdadero tiene
que predicar y debe predicar.
La palabra testigo según el DRAE: persona que presencia o que adquiere directo y verdadero conocimiento de algo.
Aun cuando nosotros no presenciamos físicamente o literalmente, la muerte y resurrección del Señor Jesucristo, podemos
ser testigos al haberlo recibido por revelación por medio de la fe, y esto fue lo que le sucedió al apóstol Pablo quien
aunque no lo presencio dice “Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es
según el hombre. Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de
Jesucristo.” Gálatas 1:11-12. Quiere decir entonces que el evangelio no debe ser solamente aprendido, también tiene
que ser revelado, es decir que son aquellas cosas que se nos han hecho rhema las que vamos a poder hablar con
convicción. Solamente lo que hemos entendido por la gracia de Dios, vamos a poder hablarlo con firmeza y seguridad.
Testificar según el DRAE es: afirmar o probar de oficio algo con referencia a testigos o documentos auténticos. Declarar,
explicar y denotar con seguridad y verdad algo. Estos significados nos dan a entender que un testigo o quien testifica,
debe de comprobar o demostrar fehacientemente aquello que predica, teniendo convicción firme de lo que habla, pero
también teniendo la facilidad para explicar aquello que declara. Esto nos recuerda al apóstol Pablo como un testigo
quien decía “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el
poder de Dios.” 1Corintios 2:4-5 la predicación en esta faceta va acompañada de poder.
Ya no solamente con palabras, si no que con evidencias, demostraciones y pruebas innegables de lo que decimos. Y es
en este nivel de evangelismo cuando se cumple la Palabra que dice “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes,
ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.” Marcos 16:20.
La palabra testificar viene del griego G1263 diamartúromai de G1223 y G3410; atestiguar o protestar fervientemente,
o (por implicación) con exhortación:-encarecer, exhortar, dar (testimonio), testificar, testimonio. Veamos algunos
ejemplos donde se utiliza esta palabra en la Biblia: “Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les
exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.” Hechos 2:40 Aquí vemos al apóstol Pedro después de
haber sido lleno del Espíritu Santo, testificando solemnemente y exhortando a los oyentes, un testimonio tan poderoso
que permitió que tres mil personas se convirtieran al Señor. Veamos otro ejemplo: “Y ellos, después de haber
testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio
en muchas aldeas de los samaritanos.” Hechos 8:25 esto sucedió luego de que Felipe anunciara el Evangelio en
Samaria, descendieron los apóstoles y poniendo sus manos sobre los que habían creído, eran llenos del Espíritu Santo. Si
nos damos cuenta en este versículo, la Palabra nos enseña que los apóstoles anunciaban el evangelio, predicaban la
Palabra y testificaban solemnemente. Veamos este mismo verso en Biblia Latinoamericana 1995 (BL95) “Pedro y
Juan dieron testimonio y, después de predicar la Palabra del Señor, volvieron a Jerusalén. Por el camino
evangelizaron varios pueblos de Samaria.” En el griego podemos ver claramente que lo que hicieron los apóstoles según
este versículo fueron tres cosas distintas, donde esta manifestado el evangelismo del atrio, el evangelismo del lugar santo
y el evangelismo del lugar santísimo:
El verdadero evangelismo consiste en anunciar, predicar y testificar. La Palabra de Dios, es muy clara en instruirnos a cerca de
las cosas que tenemos que hablar. Sin embargo, según la Escritura, hay algunas cosas que deben ser anunciadas, predicadas y
testificadas, como se nos muestra en el siguiente cuadro:
Es muy importante también, que por medio de la Palabra entendamos donde, cuando, como, y a quien debemos de evangelizar,
analicemos estos detalles.
DONDE DEBEMOS EVANGELIZAR
Primeramente en nuestra casa Lucas 8:39
En las ciudades y en las aldeas Lucas 8:1
En todas partes Marcos 16:20
Por todo el mundo Marcos 16:15, Marcos 14:9
En todas las naciones Marcos 13:10
En lugares públicos Hechos 20:20
Donde Cristo no ha sido predicado Romanos 15:20
Por donde pasemos Hechos 8:40
En el templo Hechos 5:42
De casa en casa Hechos 20:20, Hechos 5:42
CONCLUSIONES
Fuimos rescatados de una vana manera de vivir (1Pedro 1:18), y así como Dios tubo misericordia de nosotros, es necesario que
ahora nosotros tengamos misericordia de aquellos que se encuentran sin Dios y sin esperanza, recordemos que hemos sido
llamados para anunciar las virtudes de aquel que nos llamados de las tinieblas a su luz admirable. Debemos de anhelar y buscar
evolucionar en la forma de anunciar las buenas nuevas, adquiriendo la preparación necesaria para predicar la palabra
efectivamente, y sobre todo con la ayuda del Espíritu Santo debemos de buscar la estatura de testigos, alcanzando un buen
testimonio y manifestando en nuestras propias vidas el poder de Dios, convirtiéndose ese poder en una demostración que testifica
de la obra que Dios está haciendo en nosotros.