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Brexit: la oportunidad para China

La reciente salida de Reino Unido de la Unión Europea, tras los resultados del
Brexit, ha causado un escepticismo global. En Asia existe la incertidumbre y la
cautela ante los impactos económicos causados por la volatilidad que implica este
fenómeno.
Por Eduardo Tzili -

04/07/2016

La reciente salida de Reino Unido de la Unión Europea, tras los resultados del
Brexit, ha causado un escepticismo global. En Asia existe la incertidumbre y la
cautela ante los impactos económicos causados por la volatilidad que implica
este fenómeno.

Para China pareciera que hay mucho en juego, pues el Reino Unido se convirtió en el
principal destino de inversiones en Europa, con un acumulado de 16.6 mil millones de
dólares entre 2000 y 2015. Sin embargo, la realidad es compleja y difusa, por lo que
es menester analizar esta situación con todos sus matices.

La interdependencia retórica entre China y Europa


ante el Brexit

Casi se podría decir que existe una relación en paralelo entre China y el Reino Unido, y
China y la Unión Europea. El Premier Li Keqiang así lo ha dado entender en sus
declaraciones en el Foro de Davos de verano, que se realizó del 26 al 28 de junio en la
ciudad china de Tianjin.
Por un lado, Reino Unido se ha convertido en uno de los principales socios
occidentales de Beijing en tanto fue de los primeros países en promover las
transacciones financieras directamente en yuanes, aunado a ser de los primeros países
en adherirse al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII).

Por otro lado, la Unión Europea es la principal socia comercial de China y un


gran destino de inversiones, además de que es el final de la trayectoria de las
iniciativas de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima. Además, algunos
consideran que el Brexit podría acercar, más política que económicamente y por
separado, a Reino Unido y la Unión Europa al país asiático.

Así, y como establecimos en un estudio previo (Gachúz y Tzili 2016), entre China y
ambos actores existe una profunda interdependencia económica y comercial, no
así en otras latitudes de la relación a pesar de la retórica “interdependentista” entre los
gobiernos. En este sentido, funcionarios chinos han hecho bien en llamar a la cautela al
decir que las consecuencias del Brexit no se sabrán hasta después de mucho tiempo,
ya que la incertidumbre y la especulación avivan los temores financieros por la salida
del Reino Unido de la Unión Europea. En otras palabras: los discursos deben ser
moderados.

Temores de tendencias antiglobalización en


Beijing

Si bien Beijing no teme a las repercusiones económicas –ya que las relaciones
comerciales son sólidas y de menor importancia que China-Asia o China-Estados
Unidos–, si teme a los efectos antiglobalizadores que el Brexit podría causar.

De acuerdo con un think tank chino, “[…]los países experimentarán otra vez cambios
significativos en el panorama político (global), por lo que habrán de hacer reajustes en
sus criterios sobre la gobernanza global”.
En la última visita del presidente Xi Jinping a Reino Unido, en octubre de 2015, éste
llamó por una Europa unida. Beijing ha optado por la integración y la
globalización, pero el reciente acontecimiento le hace sospechar sobre las
plausibilidades de tales cuestiones a nivel mundial.

El Brexit, sin embargo, puede resultar una oportunidad para China. Tal como dice una
nota del periódico oficial chino Global Times, “Mientas los países europeos están
ocupados discutiendo cómo lidiar con la nueva situación, el BAII, una institución
financiera multilateral, ya se está ocupando en atemperar el impacto negativo del
divorcio británico de Europa en Asia”.

Así, China, al frente del Banco Asiático, se esfuerza por calmar los ánimos, lo
que bien le podría valer puntos a favor de su imagen internacional.

Por lo tanto, las relaciones no se verán afectadas, solo un poco entorpecidas por la
burocracia que implicará la salida del Reino Unido de la UE. Ante esto, China, con base
en el BAII, las iniciativas de las Rutas y los esquemas comerciales integradores en Asia,
se podría erigir como el nuevo pilar de la corriente globalizadora de la integración
mundial.

Referencias:
Gachúz Maya, J. C., y Tzili Apango, E. (2016): La retórica de la interdependencia entre
China y la Unión Europea: algunas tendencias para el siglo XXI. Revista Cuadernos de
Trabajo del CECHIMEX. No. 1, 16 pp.

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